Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Entre la oscuridad de la luz por Koroshi_Death

[Reviews - 93]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: Bueno, aquí va el segundo capi *-* Jajaja gracias por sus review Estoy muy contenta de que les halla agradado ^////^Cuidense las quiero!!! *-*
-Hora de levantarse, Bocchan – Pronuncia Sebastián, casi una rutina, abriendo las cortinas, molestando los ojos del Joven Phantomhive, que ya estaba despierto, sólo que se hacía el dormido mientras pensaba en lo que ese sujeto le había dicho – Tengo preparado para usted una deliciosa terapia termal en su ducha, Bocchan – Continuaba Sebastián mientras destapaba a Ciel para sentarlo y ponerle su bata

-Espera, Sebastián, yo puedo vestirme solo – El mayordomo ríe sarcásticamente – No me mires así, Sebastián, también entraré a la ducha yo solo, comenzaré a vestirme yo solo, no necesito ser tan dependiente de ti para esas cosas, así que quiero que me enseñes a abrochar mis agujetas, y a hacer el nudo de mi listón

-¿Está seguro de que sólo lo hace para no depender de mí, Bocchan? – Ciel lo mira firmemente a los ojos

-Si, Sebastián, y aunque no fuera así realmente, eso no te importaría porque tu eres sólo mi sirviente y mi demonio – Sebastián cierra los ojos sonriendo dulcemente a su amo

-Tiene razón, Bocchan – Hace una pequeña reverencia – A la tarde le enseñaré a atar sus agujetas

-Bien, Sebastián – El joven Conde se pone de pie caminando hacia su baño, mira la tina, con sales minerales y espuma, todo preparado especialmente para su comodidad, y para mantener esa hermosa piel de porcelana, entra lentamente a la ducha, sentándose y cerrando sus ojos, sintiendo cómo la relajación invadía completamente todo su cuerpo, y luego emite una leve sonrisa – No puedo dejar de preguntarme si será cierto lo que Demian dice… Pero de todos modos debo tomar precauciones, no quiero luego tener que lamentarme y quedar aún más traumado de lo que quedé con ese maldito vizconde…

-Tiene razón, Ciel Phantomhive – Pronuncia la voz de Demian en su baño, Ciel abre rápidamente sus ojos, pero entre el vapor no lograba ver absolutamente nada

-¡Sal de aquí!

-Eso es lo que me gusta de usted, Conde, que cuando se encuentra solo piensa en voz alta, así me puedo enterar mejor de las cosas que le suceden a mi futura alma… - Ciel se pone al medio de la tina redonda, aún sin poder ver a donde estaba Demian, y aunque no se veía absolutamente nada de su cuerpo al estar todo lleno de espuma, se tapaba con nerviosismo

-¡¿Quieres decir que…?!

-Que te he espiado todos estos años, desde que se quemó la mansión Phantomhive, hasta hoy, así que no luche por ocultarse, Ciel Phantomhive, ya lo he visto antes

-¡¿A qué te refieres con eso?! ¡Eso de “Mi futura alma”! ¡Mi alma ya le pertenece a Sebastián! ¿O será que tú también eres…?

-¿…Un demonio? – Todo se quedó en silencio por varios segundos – ¿Un demonio con hambre de almas…?

-Por eso puedes sentir la presencia de Sebastián… - Susurra el joven Ciel

-Exacto, Conde… - Comienza a caminar hacia la ducha, dejando verse al fin como una oscura silueta entre el vapor y la espuma

-¡No te me acerques! – Exclama Ciel

-Tranquilo, Conde, no pienso en hacerle nada… Aún… - Este sonríe diabólicamente – Sólo venía a aclararle un punto sobre su mayordomo

-¡No sigas alterando las aguas entre yo y Sebastián! ¡Ya te dije que es únicamente una relación “Amo-Sirviente”!

-Según lo que pude averiguar, mi querido Conde… Usted nunca ha dudado de las tendencias sexuales de Sebastián… - Pronunciaba el hombre acercándose más a la ducha, Ciel avanzaba hacia atrás hasta que topó con la pared – No se cubra, Conde, le digo que ya lo he visto antes – Ante esto, Ciel lo mira rencorosamente

-¡Llamaré a mi mayordomo! – Amenazó este, pero Demian entra a la tina rápidamente y toma nuevamente su mentón haciendo que el conde lo pueda observar directamente a sus rojos ojos

-Pero no antes de que yo le diga algunas cosas, Conde – Se acerca al rostro del Conde hasta que logran rozar sus narices - ¿Alguna vez creíste en Dios…?

-¿Dios…? Puede que si… Cuando era pequeño… Yo… - Decía este, pálido de la impresión al no poder echarse más hacia atrás para evitar el incomodo roce de sus narices

-Dios hizo a los humanos “Hombre y Mujer” así como… Los opuestos se atraen… Para la iglesia católica en general, todos quienes sean lesbianas, Homosexuales o Bisexuales son unos pecadores…

-¿Y eso qué tiene que ver con…? – Es interrumpido nuevamente por el dedo índice del demonio

-Un demonio no obedece a las leyes de Dios… - Se aleja de el Conde unos metros – ¿Sigues creyendo en la heterosexualidad de tu mayordomo, Ciel Phantomhive?

-¡Eso no te importa! – Ciel se arma de valor para salir de la tina y cubrirse rápidamente con una toalla

-Adiós, Conde… Nos encontraremos nuevamente en un tiempo, cuando te eche de menos – Este le guiña un ojo, haciendo que el joven Ciel sienta un estremecedor escalofrío por su cuerpo, a pesar del calor que había en aquel cuarto lleno de vapor.

Luego de que Demian se va, Ciel cae sobre sus rodillas mirando el suelo y sujetando firmemente su toalla, temblaba, no podía creer esa sensación que recorría su cuerpo, que lo hacía sentir por primera vez en dos largos años tan débil y vulnerable frente a esas circunstancias, respiraba agitadamente, sus brazos estaban cansados de mantener la toalla cubriéndolo, pero ya no sentía seguridad ni en su propio baño, si el sujeto afirmaba haberlo visto antes, significa que aunque no se encuentre dentro del lugar, podía seguir mirándolo desde afuera.

-Maldita sea, si Demian es un demonio… Y puede sentir la presencia de Sebastián… Entonces Sebastián… ¡Puede sentir su presencia! ¡¿Pero cómo puede ser que jamás me lo haya comentado?! ¡Se supone que el nos espiaba! – Al sentir el cansancio de su cuerpo ante la agitación de haber tenido a ese tipo a unos centímetros de el en su tina, mientras se encontraba completamente desnudo, baja la cabeza cerrando sus ojos y afirmándose en el suelo, dejando así de sujetar tu toalla y permitiendo que esta cayera en símbolo de debilidad – Que más da… Si al fin y al cabo ya me ha visto completo…

-Lo veo agitado, Bocchan… ¿Le costó mucho haberse vestido por usted mismo…?

-Sebastián… Quiero que me expliques ¡Y sin mentirme! ¡¿Por qué nunca me dijiste que sentías la presencia de un demonio observándonos?! – Sebastián lo mira atónito a la brusquedad en su tono de voz, sus brazos le temblaban, no sabía si de frío o temor, y sus ojos llenos de dudas que lo miraban juzgándolo

-Bocchan… Yo jamás le he mentido en lo absoluto… Jamás he sentido algo como lo que usted me afirma ahora… Un demonio cerca de nosotros…

-¡Demian es un demonio! ¡Y estoy seguro de que tu eso ya lo sabías! ¡Demian podía sentir tu presencia! ¡¿Entonces por qué tú no me dijiste que sentías la de un demonio asechándonos?!

-Amo, usted no entiende, yo no tengo la capacidad de percibir las presencias demoniacas…

-¿No me mientes…? – Sebastián sonríe, haciendo entender al pequeño Conde que ese era un “no, yo no miento, my lord” – Es verdad… Tú nunca mientes… Sebastián… - Baja la mirada apretando fuertemente sus puños – Entonces… Significa que ese demonio es de un nivel superior…

-Al parecer… Hay demonios que tienen la capacidad de percibir las presencias de nosotros… Pero yo no fui iluminado con ese don, mi amo… Espero enormemente que eso no afecte nuestra relación “Amo-Sirviente”

-Sebastián… ¿Puede un demonio sin contrato devorar el alma de un humano que ya tenga contrato con otro demonio…? – Sebastián sonríe ante esto y procede a intentar tocar el hombro de Ciel, pero este se detiene y vuelve a su posición original

-No lo sé, amo, tal vez esa es otra de las capacidades que tienen los demonios de categoría superior a la mía… Pero no se preocupe, si usted se asusta de que Demian devore su alma, no debe temerlo… Usted ya es mío desde que firmó el contrato con mi nombre… “Sebastián” Cuidaré mi alma más que a nada… - Sonríe y hace una reverencia al joven Ciel, quien cierra los ojos algo más relajado

-Más te vale protegerme – Lo mira firme y fríamente – Porque para eso estoy preparando mi alma, para ser servida y devorada por un demonio

-Yes, my lord – La frase característica del mayordomo, haciendo nuevamente una reverencia a su joven amo, quien lo observaba tratando de ocultar su temor tras una mirada fría y pálida, este decide dar media vuelta y dirigirse a su despacho, tal vez allí podría meditar tranquilo… Aunque esto fuera muy difícil después de esa ducha en la que se enteró que ni cuando dormía dejaban de observarlo…

-Más te vale protegerme… Sebastián… - Susurra Ciel con su tono tosco y seco, desapareciendo entre los pasillos de su amplia mansión.
Notas finales: Dejen sus reviews! ^^

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).