-Hahahaha vas a perder Matt, mi Ash le está dando un paliza a tu Terry-continuo moviendo mis pulgares, valla que soy bueno en este juego, es irónico ya que no tengo gusto de estar con una consola o algo así-ya casi, vamos Ash tu quinto, si hahahaahahaha, en tu cara Matt te voy ganando ya te veré abrazado de la estúpida de Linda.
-Eso no es justo por ley yo debí ganar tu casi no juegas-hace un pequeño puchero el cual parece lindo, momento en que cojones pienso…tonterías.
-Cállate ya y sigamos-en la segunda ronda tu Ryo vence a mi Ash así que saco a mi Benimaru y no sé cómo mierda tu lo vences.
-Mellito- sonríes.
-Ni creas que te vas a librar de Linda, vas a perder-Kyo nunca me ha quedado mal, pronto con su quinto derroto a tu Ryo y aunque sacas a Iori no puedes ni verme el polvo, en el momento que solo te quedaba el 20% de la vida, te levantas, sin soltar el control ni dejar de jugar, caminas hacia atrás y te sientas por detrás de mi-que demonios haces.
-Nada, solo cambie de lugar, acaso eso es malo?-siento tu aliento cálido en mi nuca lo cual hace que me dé un ligero escalofrió, poco después comienzas a soplar en mi oído.
-Que mierda haces?
-Juego para ganarte-bajas a soplar en mi cuello y sin dejar de jugar, comienzas a repartir pequeños besos en mi cuello.
-Eso no se vale, es trampa-te recrimino pero no paras, al contrario lo haces con más ganas-deja ya eso-te grito pero no te detienes, esto hace que mi concentración disminuya- déjame ya el maldito cuello-no sedes, me desespero y me giro tirando el control y abalanzándome sobre ti-por qué no haces caso-te vi sonreír y gire a ver el monitos-QUE!
-Mellito, perdiste, yo gane-sonríes con triunfo y alivio.
-Pero hiciste trampa?-te miro enfadado.
-Nunca dijimos que besar tu cuello era trampa, aparte las únicas condiciones eran que yo te ganara o tu a mi-te veo sonreír triunfal.
-Maldito, esta me la pagas, no hare ese maldito castigo-me cruzo de brazo molesto-no te quedaba de otra porque te iba ganando y tuviste que recurrir a eso verdad?
-Mello no mal interpretes, yo adoro tu cuello y eso no tiene nada que ver con lo otro, si no lo cumples es porque tus palabras no balen-me miras desafiante aunque con duda refleja.
-Joder Matt, juro que me la pagas oíste-aviento tu control por ahí y me salgo de tu habitación dando un portazo molesto, en el pasillo observo a todos los inútiles del orfanato, mientras pienso en cómo demonios hare para acercarme a ese tonto albino; sin percatarme llego hasta el vestíbulo donde notas mi presencia y yo aun en mis pensamientos no me doy cuenta que estas ahí.
-Mello…-oigo tu pequeño susurro y enseguida te miro.
-Agh, aquí estas, ni siquiera puedo venir a la sala porque tu todo el maldito tiempo la ocupas-molesto me acerco-estas otra vez con tus malditos puzzles-tomo una pieza y la observo.
-Mello hazme el favor de devolvérmela-me miras con esa frialdad que te caracteriza.
-No-me la guardo y antes de irme pateo tus puzle desarmándolo-si la quieres intenta quitármela- y dicho esto regreso a mi habitación.
Al entrar en ella comienzo a cavilar en cómo le hare para acercarme a ti de manera amable, si el simple hecho de pensarte me molesta y el verte me fastidia, bueno al menos el quitarte una pieza de tu patético puzzle me ayudaría a devolvértela por alguna razón que aun no se me ocurre, bueno será mejor que estudie un poco pronto aplicaran pruebas y quiero demostrar que puedo ser mejor que tu, jodido enano.
Entre mis resúmenes y cuestionarios para estudiar me va ganando el sueño y decido irme a la cama, ya mañana veré que hacer contigo enano de porquería. Al despertar me introduzco al baño tomando una ducha, me visto y salgo a tomar las clases matutinas en el camino logro ver a Matt acercándose a mí y con su tipica sonrisa tonta.
-Que hay Mello-me saludas como de costumbre.
-Lo mismo de siempre-te contesto seco y sin expresión.
-Valla y ahora qué te pasa, casi nunca despiertas de mal humor-te ríes un poco y te miro como acecino.
-Me alegra que mi estado no afecte tu sarcasmo-te doy un pequeño zape y camino a mi salón.
-Vamos Mellito es solo un chiste, pero realmente no veo motivo para su enojo-me cuestionas con algo de preocupación en tu voz.
-Solo pienso en como llevare acabo el dichoso reto que me impusiste-entro en mi salón y te cierro la puerta, el resto del día transcurrió lo más normal que se pudo contando las pruebas, las cueles conteste los más exacto posible. A la hora de la comida me senté esperando a que llegaras y comer.
-Se me hizo un poco tarde.
-Déjame adivinar, te volvieron a sorprender jugando con tu psp en lugar de prestar atención.
-Si-te sientas a mi lado y comenzamos a comer, terminando la comida me voy a mi habitación pidiéndote que no me molestes ya que hare mis deberes y seguiré planeando lo del albino.
Terminados mis deberes, salgo de mi habitación aun molesto por lo del estúpido reto, giro mi mirada al patio y veo como los demás tontos del orfanato juegan fut bol, así que me uno a ellos y me pongo a jugar.
Pasado un rato y después de terminar de jugar me adentro al vestíbulo del orfanato y te veo hay sentado, armando una torre de dados con algunos naipes a un lado y tus mugrosos robots. Me doy cuenta que ya sentiste mi presencia y me miras, sin ninguna expresión descifrable en el rostro.
-Mello…-susurras y comienzas a enrular uno de tus dedos en tu cabello.
-Porque todo el tiempo tienes que hacer lo mismo, maldito enano-enfado corro hacia ti y te tomo por el cuello de tu pijama, tú no te inmutas ni dices nada, me sigues viendo con la misma falta de expresión y eso me desespera aun mas-di algo maldición-te aviento al piso y te miro con enfado.
-No sé qué esperas que te diga o haga-vuelves a tu antigua posición.
-Me enferma la falta de expresión y emociones que se percibe en tu rostro.
-Yo no me rijo por mis emociones o sentimientos, a diferencia de ti-me miras directo sin parpadear ni dudar.
-Alguien debería enseñarte a sentir, cuando menos el dolor-sonrió de forma triunfal, ya que por fin hay algo en lo que soy mejor que tu.
Te levantas y caminas directo a mí y con esa falta de expresión me dices-entonces por qué no me enseñas tú-me miras con un poco de brillo desafiante.
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