Soy Uchiha Sasuke, estudiante de psicología, bueno ya no, acabo de terminar los estudios y ahora me dirijo a mi nuevo trabajo en mi deportivo azul, escuchando una canción que no escucharía bajo ninguna circunstancia frente a alguien, y no es que sea mi placer culpable, para que voy a mentirme a mi mismo?, si no que simplemente no quise cambiar la estación, “kakusei heroism” de un grupo llamado Ancafe, no se si abran escuchado de ellos, bueno el punto es que estaba algo molesto, no me atraía para nada la idea de estar tratando a niños problema en un instituto, mi talento iba mas que para eso, pero claro, el jefe manda y aquí el jefe es mi padre. Siempre he soñado con ir contra las reglas, como haber escogido una carrera totalmente diferente, no se, quizás teatro, pintura, música, aunque no soy mucho de eso, pero después de todo solo tenia tres opciones, o derecho, o medicina o psicología, y bueno, como ven elegí lo ultimo solo porque Fugaku Uchiha lo quiso, desde que nací he sido su marioneta, al principio mi hermano mayor Itachi, también lo era, pero desde hace un tiempo toma sus propias decisiones y le va bastante bien, sin embargo yo no puedo hacer lo mismo, siempre viviendo a la sombra de el, pero ese es mi destino y no se puede cambiar, me conformo con lo que tengo aunque, repito, siempre uno si puede soñar a pesar de que yo precisamente tengo poca imaginación.
Volviendo al tema de mi nuevo trabajo, mi padre conoce a la directora del instituto Konoha, un colegio de prestigio, Tsunade sama, en sus tiempos de joven conocida como Tsunade Hime… no se muy bien porque, pero eso es otra historia, la cosa es que ella dijo que tenia un nuevo proyecto y todo comenzó con eso, luego Fugaku sama me dijo que debía ir a trabajar ahí, al menos un año y luego podría establecerme en una consulta privada, que faena, así termine aquí.
La canción termino justo cuando llegue al establecimiento, justo a la hora, ni un minuto antes, ni un minuto después, me estacione con cuidado y apague el motor, Salí del auto y me dirigí a la oficina, algunas niñas me apuntaban, ya estaba acostumbrado a eso, parecía que nunca podía pasar desapercibido, al parecer todo en mi las atraía de manera estresante, no me sorprendería que muchas de ellas terminaran en mi oficina pidiendo consultas, suspire. Cuando llegue al fin a mi lugar de destino entre (la puerta estaba abierta) y… no había nadie, molesto por la falta de personal me senté a esperar mientras observaba el lugar, era una sala bastante cómoda y bien decorada, habían dos puertas mas pero no quise averiguar si en alguna de ellas había alguien, ya que se suponía que en el escritorio que hay frente a mi debería haber una secretaria y debería ser ella quien me diga si esta o no la directora.
Y así pasaron los minutos… ya llevaba media hora ahí sentado sin que llegara nadie, me había puesto a contar los segundos en el reloj mural de la pared, así de aburrido estaba cuando oí que se abría la puerta, de reojo vi que se trataba de un chico de unos diecisiete años, con el pelo de color celeste, muy llamativo a mi parecer, fruncí el ceño pero no lo mire, me parecía extraño que lo dejaran llevar ese color, o quizás por eso estaba aquí, porque ya lo habían castigado, sentí que se detenía y se quedaba parado observándome, no vi la expresión que tenia así que no sabia si era curiosidad u otra cosa, aunque apostaba mas por lo primero, luego se sentó a mi lado sin dejar de mirarme, no cambie la expresión de mi rostro, pasaron unos minutos, unos largos minutos y aun seguía ahí, con la vista fija en mi rostro, ¿Qué rayos estará pensando?, me pregunte exasperado.
- Oye?? Eres una alumno nuevo?, jamás te había visto por aquí… - pregunto de pronto con voz estridente, ¿yo, alumno nuevo?, acaso me veía tan joven, bueno igual es raro que llegue alguien recién egresado a un colegio, por primera vez lo mire, lanzándole una mirada gélida y me sorprendió ver que tenia los ojos mas azules que había visto en mi vida, quizás eran lentes de contacto, pensé casi sin poder despegar la mirada pero el no tuvo tiempo de darse cuenta, o al menos eso creo porque justo en ese momento apareció una joven de pelo corto y negro.
- Ah hola Naruto kun… es tu primer día de clases y ya te enviaron a la inspectoría – dijo como si se conocieran de toda la vida con el dobe ese, yo quede un tanto pasmado ante la evidente falta de control sobre ese chico.
- Bueno Shizune san, usted sabe que es difícil tratar con algunos profesores… pero cuénteme, como han estado sus vacaciones? – eso ya era pasarse de la raya, sentí como comenzó un tic en mi ojo izquierdo de la pura estupefacción, pero no lo mire.
- Bien, gracias Naruto kun y las tuyas?
- Algunas cosas aquí y otras allá ttebayo… tomamos un te y conversamos un rato? – ah no… eso si que no, pero como diablos funcionaban las cosas en ese instituto?, que yo sepa lo normal es que lo regañen, llamen a sus padres, lo castiguen por lo que sea que el profesor o profesora lo hayan mandado a la oficina, y estoy seguro que era por el pelo, me aclare la garganta para dar a entender que estaba ahí, sin duda, a pesar de mis años estudiando no podía comprender esa situación, tenia muchas teorías si, pero ese no era momento para estar pensando en la psicología humana, llevaba un buen rato esperando y no podían hacerme eso.
- Oh! Perdón Uchiha san, Tsunade sama lo esta esperando – me dijo la joven apuntando una de las puertas que yo no había querido ir a investigar, bastante mas molesto, porque de seguro Tsunade me estaría esperando desde que llegue y no había nadie para decírmelo, me levante y pase su lado, el chico me quedo mirando de nuevo, qué, acaso tenia algo en la cara? – bueno Naruto...vamos? – escuche que le preguntaba la secretaria mientras golpeaba la puerta que me había indicado. Una voz femenina me dijo que pasara, entre y la vi tras su escritorio, era robusta y rubia, bastante bien parecida para tener como cincuenta años, me sonrió y me indico que me sentara frente a ella.
- Buenos días Sasuke, como estas? – me pregunto amablemente.
- Bien, gracias, veo que usted sigue igual que siempre – conteste haciéndole un cumplido, ella sonrió aun mas.
- Tan caballero como siempre – ah si, se me había olvidado, ella había sido mi profesora cuando estudie también en este lugar. – Bueno, primero que nada, gracias por aceptar trabajar aquí – yo solo asentí –, se que tienes el talento de estar en otro tipo de lugares…
- Es mejor tener experiencia antes de comenzar solo – dije simplemente y ella se mostró conforme.
- Eso también es cierto, bueno el punto es que te iremos asignando a algunos alumnos, sobre todo a los que tengan problemas de comportamiento, también a algunos de bajos rendimientos y con problemas personales, pero eso es mas selectivo, queremos que en este instituto los chico puedan ser el orgullo futuro – me explico, yo solo asentía, tendría que soportar un año así, pero como dije al principio, nada es tan malo si lo vez como algo inevitable.
- Entiendo, y… donde tendré que atender las consultas? – pregunte para instalarme lo antes posible.
- Oh si, ven, sígueme – Tsunade se levanto e hizo un ademán para que la siguiera, salimos de la inspectoría y caminamos a través de los pasillos desiertos, en las aulas se escuchaban los murmullos provenientes de los alumnos, caminaba distraído hasta que llegamos a una puerta de color azul que decía en letras negras “psicólogo”, y abajo mi nombre, entramos – la he amueblado como una consulta privada – comento la directora y me sorprendí – puse varios estantes para libros, se que te gusta mucho leer y quería que todo fuera lo mas cómodo para ti – dijo sonriente, realmente se había esforzado, a parte de un escritorio estaba el típico sillón cama, había muebles de madera oscura que ocupaban dos paredes, algunos libros ya ahí, también pinturas, las paredes eran de un azul marino con bordes blancos y tras el escritorio una ventana con una persiana, también tenia mi propio baño privado.
- Wuau… gracias – dije simplemente sin poder decir mas, en realidad solo me esperaba un salita, algo chica, con un escritorio y nada mas, pero esto era fantástico.
- De nada, es lo mínimo que pude haber hecho, comenzaras en cuanto completemos los informes, por el momento ordena tus cosas y bueno que tengas un buen día – acabo.
- Gracias – repetí y ella salio del lugar. Saque mi ordenador portátil y lo puse en el escritorio, me senté en la cómoda silla y vi, satisfactoriamente que se conectaba sin problemas a Internet, luego comencé a recorrer las estanterías, no había mucho para elegir, pero ya traería yo de mi biblioteca personal algunos libros, en los cajones del escritorio había unos cuantos bloc de notas nuevos, lapiceras y lo demás que podría necesitar en las consultas, sonreí complacido, no estaba tan mal, lo imaginaba peor.
Me senté en el sillón y cerré los ojos, de pronto se me vino una imagen, azul, solo azul, era mi color favorito, nadie podría saberlo claro, porque no le diría a nadie que tenia preferencia por algo, así tenia que ser yo, sin ningún tipo de expectativa, pero secretamente queriendo cosas, aunque el azul de ese día era distinto, mas fuerte, mas cielo, mas… como los ojos de ese chico, me pase una mano por la cara, no podía pensar en eso, fruncí el ceño, además de seguro ni siquiera eran reales, pero eran demasiado llamativos, demasiado… puros…sin darme cuenta termine deseando volver a verlos.
Pasaron los minutos y yo continuaba perdido en mis pensamientos hasta que de pronto sonó el timbre que anunciaba el receso, me acerque a una de las ventanas que estaban al costado de la puerta y abrí un poco la persiana, muchos alumnos pasaban por fuera del lugar, pero nadie se daba cuenta de mi presencia, eso era un alivio, estaba distraído hasta que algo llamo mi atención, un chico de cabello celeste que pasaba justo por delante y muchas chicas rodeándolo, el algo nervioso, hablándoles y sonriéndoles, claro, era de esperar que ese dobe fuera algo popular, a las jovencitas les gustan los niños malos, quizás… el… podría terminar aquí, sacudí mi cabeza con fuerza, como espantando ese pensamiento, no quería, realmente no quería acabar conociendo a ese chico, por alguna extraña razón creí que podía cambiar lo que hasta ahora era mi vida y eso no me gustaba en absoluto, de pronto (no había dejado de verlo durante esos momentos) de entre la multitud asomo una cabeza rosada, dios… en este colegio les permiten llevar el pelo como quieran, aunque al parecer eran los únicos, la dueña del pelo llamativo era una chica, bastante bonita que se acerco violentamente hasta el dobe y lo tomo del brazo, “su novia” pensé por lo posesiva que se veía, el chico… como había dicho la secretaria que se llamaba?... rayos, debí prestar un poco mas de atención, era… Naruto… si eso era, que extraño nombre, bueno Naruto parecía aliviado y luego se fueron juntos desapareciendo del lugar. Cerré las cortinas de nuevo, segundos después alguien golpeo la puerta, abrí y vi que se trataba de la secretaria de Tsunade sama.
- Hola, lo siento por lo de hace rato, ni siquiera me presente – sonrió – mi nombre es Shizune y cualquier cosa que necesite puede pedírmela.
- Un gusto – respondí y espere a que dijera algo.
- Eh… es que Tsunade sama pide que vaya a la sala de profesores para presentarlo – dijo rápidamente, yo sentí y ella me precedió.
La sala de profesores también era bastante amplia, todo el lujo que había en el instituto demostraba también la calidez de la educación en el lugar, todos los profesores se veían muy competentes.
- Y quien es este joven tan apuesto? – pregunto una mujer salida de no se donde, era bastante joven, quizás un par de años mayor que yo, pelirroja y llevaba unos lentes. Usaba un delantal blanco, muy ceñido, dejando un escote pronunciado, era delgada, buen físico, pero la cara de ramera que tenia no se la quitaba nadie, me miraba como si quisiera que la desvistiera allí mismo o algo así, me desagrado de inmediato, no me gustaban las mujeres así, para mi una chica tenia que ser una dama, ese era mi tipo.
- Es el psicólogo Uchiha Sasuke – me presento Shizune y yo asentí en señal de saludo pero sin mirarla – bueno Sasuke san, ella es Karin, la profesora de ingles, por allá esta Iruka sensei, el profesor de matemáticas, Yamato, el profesor de biología, Kurenai, de artes, Asuma, de física, Anko de castellano… - y así seguía una lista enorme de profesores, los salude a todos, la pelirroja esa no me quitaba la vista de encima, ya me estaba empezando a incomodar – bueno todos ellos se encargaran de irle asignando alumnos - termino de decir Shizune, yo nuevamente solo asentí, sonó el timbre para entrar a clases y yo me disponía a regresar a oficina cuando Karin me sujeto del brazo.
- Y dime Sasuke kun, que te gusta?, cuantos años tienes?, quiero conocerte por completo – dijo con la voz impregnada de deseo, me dio asco, no dejaba de hablar.
- Disculpe, tiene que ir a clases – la interrumpí para que me dejara tranquilo, ella sonrió y se fue a su sala.
Así paso la semana sin ninguna cosa relevante, una que otra vez vi a ese chico pasar caminando tranquilo por los pasillos mientras todos estaban en clases, de seguro en todos esos viajes iba a la oficina, me pregunto como lo dejaran hacer lo que quiere en este instituto, por lo que he visto hay muy buenos estudiantes aquí, hasta ahora solamente me han pedido que atienda a dos “niños problemas”, a unos cuantos con problemas familiares y uno que otro que no se para que los atiendo.
___________fin del cap__________
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