CAPITULO XXII
EL JUICIO (Parte I)
James estaba sentado en su celda mientras veía a Hugo dormir. Hermione había ido en la mañana y había hablado con ellos. Le había prometido a su hijo que estaría a salvo aún si lo mandaba a Askabán, que ella había hecho un arreglo con Goyle que garantizaba su seguridad dentro de la prisión.
-Me juró con un inquebrantable que ningún mortífago te tocaría, ni para golpearte ni para algo peor. Su vida va en ello. Pero debes pegarte a Goyle padre. Seguro él te buscará. Respecto a los guardias se que Harry se encargará de hacer los arreglos pertinentes para que ambos tengan un trato preferencial. De todas maneras nada esta dicho y lo último que debes perder es la esperanza. Después de todo… tú no violaste a Scorpius.
Al oír esto James bajo la cabeza. De alguna extraña manera el tener a Hugo a su lado lo reconfortaba, como si compartir el destino atroz que le esperaba lo hiciese más soportable.
Hermione se dio cuenta del gesto y se lanzó hacía él avergonzada.
-Lo siento, lo siento tanto James – y rompió a llorar presa del remordimiento – perdóname por no abogar por ti. Por no incluirte en el trato. Pero si algo hay que reconocer es que Goyle hijo, Gregory, es leal a Draco desde el colegio. Él no hubiese aceptado brindarte seguridad porque sabe que el principal artífice de lo que le pasó al joven Malfoy fuiste tú. Aceptó lo de Hugo porque ya todos entienden que él no hizo nada, y que más bien trató de detenerlos y fue a buscar ayuda a la enfermería…
James levantó la cabeza y le clavó la mirada. No estaba colérico, ni resentido… estaba roto.
Roto, así se sentía desde la muerte de Teddy. Su Teddy. Vio a su tía llorando y se percató de sus nervios, los temblores de su cuerpo, ese abrazarse como tratando de protegerse… y se preguntó que habría tenido que pagarle a Gregory Goyle para que este acepte proteger a Hugo. Se dijo que prefería no saberlo y se maldijo por haber traído la desgracia a la familia.
Preguntó por su madre y Herms solo les dijo que estaba bien, para luego volver a disculparse. Preguntó por su tío Ron y entonces si que la castaña rompió en un llanto histérico. Hugo la abrazó y terminó consolándola en lugar de que ella le siga brindando consuelo. Tras calmarla, la envió a casa asegurándole que todo estaba en orden, que ellos estaban tranquilos y que los aurors los habían tratado como huéspedes en lugar de prisioneros: les habían asegurado que en Askabán les darían un trato privilegiado… cualquier cosa para los hijos de sus antiguos colegas. La mujer sonrió al escuchar a su hijo, lo abrazó para besarlo mil veces y luego se fue más sosegada.
Una vez solos, Hugo miró a su primo y se puso a llorar. James sabía lo que le había costado la mentira blanca que contó. Los aurors los habían tratado como basura, pues resultaba que ahora ellos eran unos malditos violadores y Scorpius la pobre víctima. Les habían dicho que esperaban les sirvieran de putas a los mortífagos en Askabán y que si de ellos dependiese los condenarían al beso. Cuando Hugo preguntó del por qué de su odio se enteraron que durante la pelea en la que fueron capturados, Ron había matado a un colega francés con un Avada. Ahora el Ministerio Galo exigía la cabeza del pelirrojo y culpaba de encubrimiento a los ingleses. Era todo un lío internacional.
Al oír lo de su padre Hugo se había hundido en el desánimo, y James con él. El amaba a su padre pero su tío Ronald era su dios. Eran tan parecidos como lo serían si fuese su hijo, a diferencia de su primo cuyo carácter se asemejaba más al de Harry: callado, reflexivo y condescendiente. Él no, él era un volcán dispuesto a hacer erupción a la menor provocación, él se sentía el dueño del mundo porque por sus venas corría sangre de héroes… y sentía que la verdad y la razón siempre estarían de su parte. Lo mismo que su tío. Y ahora él estaba acabado, por su culpa… todo por ese fuego que lo consumió cuando vio a Albus inconsciente en la enfermería.
Ahora, esperando el amanecer del día en que iría a juicio, recordaba lo que sintió y se preguntaba si hubiese hecho lo mismo si la sospecha hubiese recaído en otro muchacho. Trató de engañarse y decirse que si, que hubiese hecho lo mismo… pero sabía que no. Desde que vio a Scorpius ese primer día en que entró a Hogwarts sintió esa obsesión malsana… eso que ni siquiera era amor o gusto. Lo vio y recordó las cosas que había oído durante toda su vida sobre su familia: lo pedantes, orgullosos, soberbios, oscuros y malvados que eran. Lo miró y trató de asociarlo a la idea que tenía en el cerebro, pero el niño le pareció tan etéreo y bello como un ángel. Y esa mirada que le dedicó, con esos ojazos acero que le taladraron el alma. Luego pensó que era un ser desdichado atrapado en una familia malsana y, como quien no quiere la cosa, se le acercó a conversarle. Solo para descubrir que el niño adoraba a su padre, estaba orgullosísimo de su apellido y pasaba de él olímpicamente. Se sintió fatal cuando, por primera vez, fue ignorado en favor de su hermano menor. Entonces se le metió en la cabeza que sería genial tenerlo como su puta personal, que sería el justo fin de un Malfoy, debajo de la polla de un Potter, pero a su primer intento de seducción fracasó de forma tan estrepitosa que se le quitaron las ganas de volver a intentarlo… y después de tanto resquemor solo quedaron las ganas de fastidiarlo de cualquier manera posible, más aún cuando lo veía pegado a Albus… porque a su hermanito si le dedicaba las miradas que a él no le daba, a Al si le otorgaba la atención que le negaba, el interés que por él no sentía… y el saberse perdedor por primera vez en su vida le hizo odiar al rubio como quizás una vez Sirius Black odió a Severus Snape.
Y ahora que lo pensaba bien, cuando Minerva le dijo lo que supuestamente le había pasado a Albus le faltó tiempo para pensar que había sido Scorpius. Todo por su afán de encontrarlo culpable de algo, de comprobar de que todo ese mundo donde descansaban sus creencias era el correcto. Y cuando lo golpeó y lo forzó, aun viéndolo inconsciente, lo hizo deseando destruir esa pureza que sabía tenía el rubio, como si algo así de perfecto no pudiera existir asociado a los Malfoys.
Y ahora que sabía la verdad lo sentía. No por Scorpius sino por todo lo que su acto irresponsable le había acarreado a su familia. Y sobre todo por Teddy. Teddy, su Teddy… había sido el precio que había tenido que pagar por su estúpido orgullo. El joven que lo había amado desde siempre. Su pareja predestinada. Estaba muerto y James con él… lo que pudiese pasarle, lo que pudieran hacerle ya no importaba. Solo lo sentía por su padre, por su familia, por su tío Ron que se metió en un lio por ayudarlos… y sobre todo por Hugo… con quince años y su vida estaba acabada. Como la de Andy. No podía culparlo por volverse un enemigo. Mark estaba muerto… todo en cuanto creían había colapsado.
Vio entre las sombras el rostro inocente de Scorp sonriéndole. Hablando con él.
Quizás si no hubiese sido tan soberbio habrían llegado a ser amigos, cuñados… con él tiempo su padre habría convencido a la familia y ellos lo hubiesen recibido. Imaginó una de esas grandes comidas que solían celebrar en La Madriguera, su hermano con su novio de la mano, él con Teddy… anunciando una boda. Luego sus hijos… pequeños cachorros que correrían con su padre en las noches de Luna Llena. Pequeños cachorros que no nacerían jamás.
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-Orden en la sala Orden en la sala. El Wizengamot abre el juicio público en contra de James Potter, Andy Finnigan, y Hugo Weasley por la violación y asesinato cometidos contra la persona de Scorpius Malfoy la noche del…. Asimismo abre instrucción penal por instigación, complicidad y encubrimiento contra la ex directora de Hogwarts Minerva McGonagall y por complicidad, encubrimiento y cohecho contra Arthur Weasley, Ginebra Potter y el ex auror Ronald Weasley, los dos últimos juzgados en ausencia. El señor Ronald Weasley esta también acusado de corrupción, abuso de autoridad, resistencia al arresto y homicidio en agravio de un auror francés.
Harry Potter estaba sentado junto al clan Weasley en pleno, que habían ido a apoyar al patriarca. Molly lloraba y se aferraba a su hijo mayor Bill cuando la sala enmudeció.
Por una puerta lateral, la familia Malfoy ingresó para ir a ocupar las graderías detrás de Theodore Nott, sentado junto al fiscal como parte civil demandante. Los Greengrass y demás Slytherins habían entrado por la puerta principal, sin embargo el abuelo materno de Scorp ingresó con ellos.
Todos comenzaron a murmurar cuando vieron a Albus vestido absolutamente de negro de la mano de Draco. Harry los devoraba con la mirada pero su hijo jamás volteó a verlo. Ni a él ni a los Weasley. Después de todo Albus había elegido y ellos ya no eran su familia. No lo fueron para ir a verlo cuando estuvo tirado en un hospital, medio muerto y violado… no lo serían ahora que les había llegado la hora de pagar.
El juicio comenzó, la fiscalía mostró las pruebas, Nott contribuyó con las suyas y luego se pasó a oír las declaraciones de los testigos. Andy y Poppy repitieron lo que ya habían declarado hasta la saciedad y la defensa trató de centrarse en recalcar sus culpas: la de Poppy por omisión (su silencio durante meses) y la de Andy como participante voluntario en el ataque. Sobre todo insistieron que el muchacho ya estaba seriamente herido cuando fue violentado, y que su muerte se debió a las lesiones causadas por el “bombarda” de Minerva y no por la violación múltiple.
Cuando le llegó el turno a Albus se podía oír volar a una mosca. Tal era el silencio que reinaba. Subió al estrado, prestó juramento y se dispuso a desentrañar, ante una sala llena de extraños, su relación con el joven muerto.
Después de las preguntas de rigor sobre lo que recordaba de aquella noche vino lo realmente escabroso:
-¿Dice usted que hacía dos años que llevaba una relación romántica con el finado Scorpius Malfoy? – la defensa de James interrogaba a Albus. El plan era desacreditar su conducta moral, demostrar que James actuó como lo hizo por culpa de un hermano licencioso cuyas andanzas lo tenían al borde de una crisis de nervios. Harry no había estado de acuerdo con el plan, pero no quedaba de otra. James era claramente culpable y solo se podía buscar atenuantes para mitigar la pena.
-Si.
-¿Y nadie en el colegio lo sabía?
-Todos lo sabían.
-¿Su padre lo sabía?
-No.
-¿Y su madre, tíos, primos?
-No.
-¿James lo sabía?
Albus miró a su hermano a los ojos y no tembló al responder.
-No lo se. Se que había oído voladas. El mismo Hugo trató de decirle, de prepararlo para la noticia. El si sabía que éramos novios. Era el único de la familia.
-¿Novios a los 15 años señor Potter? ¿No le parece una palabra demasiado grande para describir la relación que tenía con el finado?
-No. La palabra es la correcta. Éramos novios.
-¿Él le propuso matrimonio? ¿Fueron sus padres a pedir su mano? ¿O los de usted a pedir la de Scorpius?
-No.
-¿Entonces por qué dice que eran novios?
-Porque nos amábamos y habíamos hecho planes de casarnos para cuando saliésemos del colegio.
-Claro. Entiendo. Y ahora según la prensa usted va a casarse con el padre, con Draco Malfoy. ¿Es así?
-Si. Es mi prometido.
-Ya veo cuanto duran sus afectos y cuan grande queda en sus labios la palabra amor. Ahora bien, todos hemos leído en El Profeta y otras publicaciones sobre su intensa vida sexual en Hogwarts. Y como prueba de ello tendríamos la agresión que sufrió en el callejón Knockturn donde fue sodomizado por persona o personas no identificadas durante una de las innumerables orgías en las que participaba. Niega usted que fue internado en San Mungo con un desgarro anal severo, hemorragia interna y…
-No niego nada señor abogado. Pero yo no participo ni he participado en orgía alguna jamás en mi vida. Y no fui sodomizado. Tuve sexo consentido…
-Ya veo. A tan solo horas de haberse fugado del hospital donde estaba catatónico.
-Me recuperé. Me enteré de lo que ocurría. Escapé del hospital y fui a casa, a hablar con mi familia y reclamarles por las mentiras que habían estado contando. Su actitud me hizo huir y ponerme bajo la protección de los Malfoys, quienes ahora son mi familia. Draco Malfoy será mi esposo y juntos engendraremos al heredero de las casas Malfoy, Black y Greengrass.
-Y claro, usted será millonario por matrimonio. ¿Es por eso que declara contra su hermano en este juicio? ¿Porque los Malfoys lo compraron con sus galeones?
-Declaro contra mi hermano porque él violó a mi novio sin motivo alguno. Y no contento con ello, involucró a todos los alumnos de la Casa Slytherin en una mentira para cubrir su crimen. No le hubiese importado mandar inocentes a Askabán si con eso ellos – señaló a los acusados – salían libres. Yo soy un Slytherin señor, a mi también trato de involucrarme… quiso que tuviera sexo con un desconocido apenas salido del hospital solo porque yo aún era virgen y eso no cuadraba con la historia que inventaron. ¡Y yo no me acuesto con cualquiera!
-Por supuesto… todos sabemos que no se acuesta con cualquiera (esto dicho con ironía). Veamos, ¿era virgen? quizás quiera decir que no había sido penetrado. Uno puede ser un puto y tener el culo intacto. Es cuestión de posiciones. Usted mismo ha dicho que no fue violado sino que tuvo sexo consensual la noche del llamado “Escándalo San Mungo” ¿estoy en lo cierto? Una persona sin experiencia sexual va y se entrega al primer desconocido en un callejón de mala muerte solo por… ¿por qué lo hizo señor Potter?
-¡¡¡Ya no es el señor Potter!!! – Draco se puso de pie ante el tribunal y comenzó a hablar a gritos - . ¡Y no se entregó a un desconocido! Se acostó con el padre del hijo que espera… conmigo… para preservar la línea de sangre y darle un heredero a mi apellido. Para preservar el nombre de Scorpius como varón agnado de las antiguas familias Malfoy, Greengrass y Black, y resarcir el daño que hizo su gente al asesinarlo y al ser los causantes indirectos de las muertes de mi madre y Astoria, acabando con la posibilidad de que mi padre o yo podamos continuar nuestra línea familiar.
Una ola de exclamaciones inundó el tribunal. Draco mantuvo la vista al frente y evitó por todos los medios mirar hacia donde sabía estaba Harry.
-Me esta diciendo que él… - el abogado paseaba su vista de Albus al menor de los Malfoys atónito.
-Estoy embarazado – contestó Al levantando la cabeza y mirando a Draco henchido e amor y gratitud - Llevo en mi vientre al heredero de las tres dinastías…
-¡A un bastardo!
-¡Ningún bastardo! – la cabeza del joven comenzó a trabajar a mil por hora para inventar una mentira convincente. Sus ojos se detuvieron en Maximilian Greengrass que lo taladraba con la mirada - Esa noche, cuando me enteré de lo que mi madre y mi hermano pretendían… escapé de casa y fui a buscar a Lord Greengrass, abuelo de Scorpius, para pedir su ayuda. Mi novio me había hablado de él con mucho cariño… Él me instruyó sobre lo que debería hacer si mi decisión de honrar la memoria de Scorp persistía. Lo que dictaban las antiguas tradiciones. Así que me dio una poción para exacerbar la lujuria y entonces fui a buscar a Draco. El estaba borracho, saliendo de un bar en el callejón Knockturn. Solo tuve que insinuármele y…la poción hizo el resto. Pero esa noche él no sabía quien era yo, ni que era menor de edad. Si hay alguna culpa legal esta es solo mía. Draco pensaba que era solo un puto de la calle. Luego, cuando se enteró de la verdad, su padre fue a verme para preguntarme los motivos de mi conducta… fue entonces cuando le conté mis intenciones de honrar mi palabra de matrimonio para con Scorpius, solicite su protección como pariente directo ya que mi familia amenazaba mi integridad, y me ofrecí como consorte de Draco para darle un heredero a las tres dinastías… esto siguiendo las costumbres pureblood, de que el viudo joven engendre un hijo del linaje de su marido para que el nombre del muerto no sea borrado de entre sus pares (1). Lord Malfoy entendió perfectamente, apoyó mi reclamo, me acogió e hizo que Draco se enlazara conmigo en una ceremonia secreta apenas obtuve mi emancipación legal. Era imperativo que se entregara un heredero al clan de los Malfoys y también al de los Greengrass, ya que Lord Maximilian no tiene hijos varones y su edad ya es avanzada, Lady Daphne solo tiene niñas y, debido a una dolencia, ya no puede concebir. Mi familia, al ocasionar la muerte de Scorpius y de su madre, también acabó con las esperanzas de este hombre de perpetrar su apellido, apellido intachable ya que los Greengrass ni fueron mortífagos ni participaron en la última guerra. Su único crimen fue no haber odiado a los Malfoys, haberles dado una oportunidad…
-¡¿Entonces la tan anunciada boda es una farsa?!
-Ninguna farsa. Yo me enlacé con Draco en una ceremonia druida privada cuyo único valor es el de darle a la concepción de mi hijo el titulo de “legítima”. Pero como usted sabrá, las ceremonias religiosas ajenas al ministerio, tanto en suelo extranjero como en el territorio patrio, carecen de valor legal si no son refrendadas ante un funcionario local.
-¿Esa novela que esta contando… tiene alguna prueba de que sea cierta?
-Yo doy fe de sus palabras – Lord Greengrass se levantó.
-¡Y yo juro por mi magia y estoy dispuesto a hacerlo bajo influencia del veritaserum de que Albus Potter era virgen cuando estuvo conmigo! – ese era Draco - Y de que ese cuento de que la “Potter-puta” fue una estrategia ideada por los gryffindors para difamarlo y restarle credibilidad como testigo.
-¡El Profeta no tiene interés en ayudar a mis patrocinados! – exclamó molesto el abogado de la defensa.
-El director de ese pasquín es amigo de Arthur Weasley. Y todos los dueños de los periódicos ingleses han sido Gryffindor. ¿Debo decir más?
-¡Protesto!- gritó la defensa airada.
-¡Silencio en la sala! Señor Malfoy siéntese y haga el favor de callarse. Sus intimidades con el testigo no son relevantes a este juicio.
-Perdonen sus señorías pero objeto ese punto – Theodore Nott se levantó – Los ataque a la honorabilidad y las falacias sobre la visa sexual del principal testigo de la fiscalía y la parte civil demandante son relevantes desde el momento que pretenden minar su credibilidad y darle a la defensa un atenuante a las acciones de los acusados. James Potter hijo y sus compañeros no atacaron a Scorpius Malfoy porque tuvieran la certeza de que este había sodomizado a un hermano libertino, lo hicieron porque odiaban el apellido Malfoy debido a supuestos crímenes que el jefe de familia cometió en una guerra que termino hace 20 años…
-¡¡¡¿Supuestos crímenes?!!! ¡Lucius Malfoy fue lugarteniente y primera espada de Voldemort! – chilló en la sala Bill Weasley.
-Totalmente de acuerdo señor Weasley. Pero eso fue hace 20 años. Mi defendido ya fue juzgado por ello y, le guste o no, haya estado de acuerdo o no con la sentencia del Wizengamot, los Malfoys ya pagaron por sus actos. No tienen cuentas pendientes con la sociedad. Además como usted bien nos lo hizo recordar ese fue Lucius Malfoy… Scorpius ni siquiera había nacido cuando esos hechos sucedieron…
-¡Era un Malfoy! – la voz resentida era de Angelina (esposa de George Weasley y antigua novia de su difunto gemelo Fred).
-Y esa, señoras y señores - habló Nott - es la actitud que llevó a los acusados a perpetrar su crimen. Creer que como era un Malfoy definitivamente debía ser culpable de algo y por ende, ser castigado. Y claro, como James Potter y Hugo Weasley son hijos de héroes de guerra, pueden hacer cualquier cosa sin temor a las consecuencias… Pero quien quiere castigar una violación ataca, golpea, mata…no viola. El abuso sexual no es una cuestión de disciplina o de venganza, es una cuestión de poder. De control. De sometimiento de la parte afectada.
-Silencio en la sala. Cállese señor Weasley, Usted no es testigo ni abogado. Y déjeme decirle que en esta sala ser un Malfoy no es sinónimo de culpabilidad como el ser un Weasley o un Potter no es sinónimo de inocencia. No se los otros jueces que vieron con anterioridad este caso pero ¡yo soy un Ravenclaw! y por ende soy objetivo. Prosiga el abogado que tenía la palabra.
La defensa volvió a preguntar.
-Bien, sigamos con la novela que nos estaba contando. Nos ha dicho que esta embarazado y que su bebe no es un bastardo…
-¡Protesto! – Nott volvió a ponerse de pie – Cuando fue concebido el hijo del testigo no es relevante para el juicio.
-Pero quiero contestar – Albus miró a la defensa con orgullo – Yo soy Albus Severus, prometido de Draco Malfoy, quien es hijo unigénito y heredero directo del título y las tierras mágica del condado DE Wiltshire, y he reclamado una alianza de sangre con su Casa para preservar el nombre del que fuera mi prometido, Scorpius Malfoy, para que su nombre y su derecho de primogenitura no sean borrados de la genealogía familiar. Como último heredero vivo de la noble y ancestral casa de los Black, mi hijo será también el varón agnado (2) de esta familia y, reconociendo y honrando nuestra promesa matrimonial, el patriarca de los Greengrass entregará el título de su casa a mi primogénito, ya que me reconoce el estatus de viudo de su único nieto.
- ¡Su padre, Harry Potter, es el heredero de la Casa Black!
- Mi padre es el heredero de Sirius Black. Quien fue excluido del árbol genealógico cuando repudio a la familia. Y dado que Régulus murió sin descendencia, y que Andrómeda hizo un matrimonio morganático (3), siendo además que no tiene herederos de sangre vivos, y que Bellatrix murió igualmente sin hijos… el título y la herencia de la Casa Black recaía sobre Lady Narcissa Malfoy Black, única descendiente directa viva, y a la muerte de esta, sobre su hijo Draco Malfoy, y el hijo de este, Scorpius. Después de los asesinatos que mi hermano provocó, sobre su unigénito, el niño que llevo en mi vientre.
-Veo que su ambición no tiene límites Albus…
-No se equivoque abogado. Es ambición… pero no de dinero. Usted y yo somos mestizos y hemos sido criados más como muggles que como magos, quizá por eso no entendemos y despreciamos las antiguas tradiciones. Pero estos meses con mi nueva familia me han hecho comprender el valor que le dan a su sangre y a su raza, a su línea mágica. En un mundo que amenaza con devorar a los magos y llevarlos a la extinción como especie es perfectamente válido que las antiguas familias, guardianas del viejo orden y las viejas religiones, quieran preservar su legado. No los entienda abogado, no los apruebe, pero no quiera despreciarlos por conservar algo que escapa a su comprensión.
-Es… esas ideas fueron las que impulsaba Voldemort en la última guerra… ¡Y luego dicen que los Malfoys no son mala influencia!
-Le recuerdo abogado que Voldemort era mestizo, y que su odio a los nacidos sin magia no se lo inculcaron los pureblood sino su padre muggle. Y que fueron esos muggles precisamente, y no los magos, los que transformaron a un niño huérfano en un sociópata. Dumbledore lo conoció de pequeño, sabía que era un mago poderoso, pero como era descendiente de Salazar Slytherin lo dejó tirado en un orfanato muggle para que siga siendo maltratado… ¿sabe que Voldemort gustaba de violar a sus víctimas muggles? ¿Se ha preguntado por qué? No voy a justificarlo pues era una bestia sanguinaria que espero este ardiendo en los infiernos… pero habría que analizar que le hicieron los muggles en ese orfanato para transformarlo en el monstruo que mis padres y los de su generación conocieron… Nadie nace siendo un sádico señor abogado, son las circunstancias y la sociedad las que lo vuelven así.
-¡Se ha vuelto un fanático!
-No señor abogado, me he vuelto un adulto. Ahora sé que el mundo no se divide en buenos y slytherins. En justos y pureblood. Y que, errores pasados aparte, ellos también tienen un punto valido.
-Entonces debemos olvidar y perdonar, y claro, comprender su fanatismo. Es muy generoso con su perdón para con los antiguos mortífagos Albus. Incluso para con Voldemort. Lastima que no haga gala de ese perdón con su familia, la que lo educó y lo cobijó durante 15 años de su vida.
-Si, se le olvidó decir la que me marginó cuando entré en Slytherin, la que me obligó a esconder mi amor por Scorp solo porque este era un Malfoy, la que quiso venderme para que me folle el mejor postor. Un requisito básico para el perdón es el arrepentimiento señor abogado. Y yo veo aquí a mi hermano y a los demás acusados, y ninguno lamenta la muerte de Scorpius, de un jovencito de 15 años que tenía toda una vida por delante. Están aquí, tratando de justificar lo injustificable… queriendo culpar a otros de su crimen, buscando atenuantes en vez de redención. Ellos no lo sienten por Scorpius, ni siquiera por mi o por lady Narcissa y Astoria… lo sienten por sus miserables vidas arruinadas sin remedio. ¿Quiere que perdone abogado? Han pasado 20 años desde que la guerra terminó y los pureblood y los Slytherin en general aun siguen siendo una minoría repudiada en la sociedad… y se atreven a hablar de justicia, de valor Gryffindor… de perdón. ¿Usted y el resto de la sociedad mágica ha perdonado a una minoría por nacer pureblood y haber sido seleccionados Slytherin? ¿Por haberse equivocado al seguir a un sociópata? Ellos siguieron aun mestizo abogado, no les importó que fuera un mestizo siempre que defendiera las antiguas tradiciones… pero ustedes jamás permitirían un pureblood o Slytherin Primer Ministro… ¿Quién es más racista aquí?
-Albus… – esta vez fue James es el que habló – lo hice por ti, porque creía que te habían dañado. Porque eras mi hermano y te quería. A pesar de ser un Slytherin.
-No lo hiciste por mí. Lo hiciste por odio y por una cuestión de poder. Violar a Scorp fue tu manera de sojuzgar a los Malfoy, a los que secretamente envidian tú y toda la casa Weasley, mi madre a la cabeza. Porque ellos tienen la belleza, la clase y el dinero que ustedes jamás tendrán. Por más héroes de guerra que se sientan. Y porque Scorp jamás te miró… me miró a mí… ¿y sabes por qué? porque yo jamás lo envidie, ni envidie lo que tenía… porque yo solamente lo vi como un chico normal necesitado de amigos.
-¡Te miró porque tú eras un Slytherin… solo por eso! ¡Si hubieses quedado en Gryffindor jamás se te hubiese acercado!
-Eso, querido James, jamás lo sabremos. Quizás si le hubieses tendido tu mano en lugar de atacarlo… pero él era un Slytherin, por supuesto, y de los Slytherin no puedes esperar nada bueno… después de todo, nacieron malos… llevan la maldad en la sangre como un mal gen que hay que exterminar. Y el Sombrero Seleccionador es como un radar que le avisa a nuestro mundo quienes son los enviados de la oscuridad… los monstruos a los que hay que linchar… ni más ni menos como los muggles en sus antiguas cacerías de brujas.
James lo miraba colérico, Andy asombrado y Hugo con profunda pena.
-Y hablando de muggles, los detectives de la Unidad de Víctimas Especiales Norteamericana suelen decir que la violación sexual es un juego de poder donde las víctimas nunca son personas débiles. Muy al contrario, no es el déficit del otro lo que atrae a los perversos, sino lo elevado, las cualidades: el éxito, la belleza, la fuerza, la vitalidad, la pureza… en fin, lo que tiene valor positivo en la sociedad. La víctima es alguien que puede ser blanco de envidia, que tiene algo que el “depredador” no posee, y ya que toda construcción del sentimiento que lleva se asienta sobre un delirio… en su delirio el agresor tratara de destruir aquello a lo que no puede acceder….
-Ya basta señor Potter... perdón su alteza real, señor Malfoy… todos nos hemos dado cuenta hoy de donde están sus lealtades y sus afectos. No tengo más preguntas.
Albus Severus levantó la cabeza, orgulloso, y dejó el estrado. Draco se puso de pie y lo recibió con un beso sentándolo a su lado. Harry Potter miró asombrado al extraño en el que se había convertido su hijo y detuvo sus ojos en las manos enlazadas a la altura del vientre del más joven.
-Un hijo – pensó. Y por fin se dio cuenta de que allí no tenía nada que hacer. Presa de un profundo pesar abandonó la sala. Necesitaba un lugar privado donde llorar.
Continuará….