CAPITULO VI
LUCIUS MALFOY
Desde Francia Lucius se comunicaba con las mujeres de su familia por Red Flu. A diferencia de su hijo el patriarca estaba extraamente sereno…roto. Escuchar lo que los Potter haban echo con su nieto no lo llen de indignacin sino de pena… y de un extrao sentimiento de culpa. Culpa y pena porque sus crmenes los haba pagado un nio inocente, tan inocente como los hijos de muggles que l sola torturar y violar. Asesinar. Sera esa la justicia divina del dios al que secretamente le rezaba?
Lucius crea firmemente que la primera vez que viol a un muchachito de 15 aos, sin siquiera haber nacido, su pequeo Scorpius empez a morir.
No. El no ira a buscar a los Potter para matarlos o violarlos, ni tan siquiera para insultarlos. Acudira a las autoridades y esperara. Rompera por fin con ese crculo de odios y venganzas en el que siempre haba vivido.
El haber perdido en la guerra a Severus Snape le confirm que las culpas siempre te alcanzan. No importa donde corras a esconderte. Pese a su cambio de bando y su ayuda a Potter… Severus haba muerto. La nica persona que verdaderamente am aparte de su hijo y su nieto.
Recordaba que un da antes de la batalla final haba encontrado al pocionista arrodillado ante un crucifijo… y se haba redo hasta el hartazgo:
-Ja ja ja ja ja…Severus… ahora te arrodillas ante un trozo de madera?…si el Lord te viera te cruciara por “muggle”.
-Mi abuela era muggle y crea en este dios Lu.
El rubio se puso serio.
- La madre del maldito bastardo que te violaba?
-S. Pero ella no tena la culpa. Nunca lo supo. Muri cuando tena 5 aos. Recuerdo que sola visitarme. Y me hablaba de un dios rubio de pelo largo que amaba a todos, incluso a los que eran malos, y siempre estaba dispuesto a perdonarlos no importa los errores y faltas que hubiesen cometido.
-Somos asesinos, Severus, y violadores de nios. Al igual que para tu padre muggle para nosotros no existe el perdn.
-Al morir -Severus pareca no haberlo escuchado- mi madre mir este crucifijo. Le pidi a este dios que la perdone por ser lo que era, una bruja, y que la reciba a su lado. Se quedo como perdida unos minutos y luego me sonri: “l esta aqu -me dijo- y dice que tambin nos hizo a nosotros, los magos, y que nos ama…” Luego falleci.
-Severus por qu justo ahora recuerdas todo eso?
-Porque se que no sobrevivir a maana Lucius. Los finales felices no existen en mi vida. Y se que ni an muerto volver a ver a Lily, a tenerla conmigo, porque ella jams me am. Cuando muera quiero estar al lado de la nica persona que me quiso algo…
Lucius se indign por no haber sido tomado en cuenta:
-Yo…yo te he amado toda mi vida!!! An te amo -le cost horrores decir esto- Tu madre! Esa si que no te quiso. Si te hubiese querido ella no hubiese permitido…
-Si, ella quiz no me quiso. No lo suficiente para protegerme. Pero mi abuela si que me quera. Quiero verla de nuevo. Estar a su lado otra vez. T no puedes acompaarme en este viaje…
- Tu abuela?!!! –ahora si estaba gritando- Crees que si hubiese vivido te hubiese protegido del mostruo que fue tu padre?!!!
-No seas celoso Lucius…no quiero estar solo.
-Yo estar contigo- le dijo conmovido.
-T sobrevivirs a esta guerra…y predigo que ni siquiera pasars tiempo en Askaban. Siempre has sabido librarte de tus culpas.
-Si mueres… yo quiero morir contigo.
-Te olvidas de Draco y Narssisa. Ellos te necesitan.
-Nunca pudiste odiarla verdad?
-Odiarla? No tena porque. Cissa era tan vctima como nosotros. Y jams me trat mal, aunque motivos no le faltaban. Siempre callando y dndome una sonrisa a sabiendas de que la reemplazaba en tu cama.
-Jams pude entenderla.
-Te amaba. An te ama. Y se muere de miedo de que la dejes por mi cuando todo esto pase.
-Voy a dejarla!- afirm con conviccin.
-Qu hara ella sin ti Lucius? No sabe estar sola. Esta contigo desde que era una nia de 17 aos.
-Qu hara yo sin ti Severus? -replic el aristcrata- No… no quiero averiguarlo.
-Toma –y le entreg una biblia muggle- cuando yo no este tendrs dcadas para conocerlo y arrepentirte. Pdele que te perdone para que cuando te llegue el momento estemos juntos…
La cara del rubio era ahora un poema.
-Tan seguro estas de que va ha perdonarte?- dijo, cuando al fin pudo recuperar el habla.
-Ya lo ha hecho – y Severus le acerc a los labios su boca- Por eso esta noche estas aqu.
Y esa noche se amaron como nunca lo haban hecho. Como esa primera vez cuando nios. Mejor an porque ya no eran nios… y haban tenido 20 aos para saber que ellos eran almas gemelas, el uno para el otro, el exacto complemento, la mitad que encajaba en un todo perfecto.
Lucius recordaba que Severus muri al da siguiente y l ni siquiera pudo estar en sus ltimos momentos, tan ocupado como estaba buscando a Draco. Y luego en su funeral: ninguno de la familia estuvo presente pues estaban detenidos. Ni siquiera tendra el consuelo de poder ser enterrado a su lado.
Haban pasado 20 aos. Severus llevaba muerto 20 aos. Y el lo recordaba an en las paginas de ese gastado libro que nadie saba que lea. Quera pensar que haba cambiado. Que en esos aos haba dejado atrs el odio que su familia le inculc y que nunca fue suyo realmente. Quera creer que ese dios rubio, muggle para ms irona, lo haba realmente redimido de un pasado de oscuridad… y que al morir lo llevara a su cielo para estar junto a Severus para siempre.
La muerte de Scorpius contrariamente a minar su fe haba vuelto ms fuerte. Y haba abierto viejas heridas. “La sangre del cordero inocente que lava los pecados de los hombres”… Era Scorpius su cordero inocente? Haba pasado todo esto para redimirlo de una vida de maldad? Para probar su voluntad? Para ver si era sincero en su arrepentimiento?
Estaba seguro de que si. Y se maldeca sintiendo el dolor de la culpa: por l, para salvar su ennegrecida alma, su nieto inocente tuvo que morir de forma tan absurda.
En la soledad de su mansin Lucius Malfoy grito y arras con objetos y adornos hasta destrozar por completo su dormitorio. Cay al suelo de rodillas y volc todo su dolor en los puetazos que estrell contra el piso hasta destrozarse los nudillos. No le import perder la clase. Haca aos que no le importaba la clase. Era ms bien un viejo hbito que se le daba naturalmente por la fuerza de la costumbre.
-Estuviste all? -susurro al vaco cuando ya se hubo calmado- Cundo ellos atacaban a Scorpius estuviste a su lado? Tomaste su mano como yo tomaba la tuya cuando el lord te castigaba? Severus habr perdn para mi alma?… volveremos a estar juntos algn da?….
Y el patriarca Malfoy, ante las personas, no manifestaba ni ira, ni odio, ni deseos de venganza… lo que a todos les pareca sumamente extrao. En esas dos semanas que precedieron a la vista solo haca lo pertinente ante las autoridades y acompaaba al patriarca Greengrass, tambin viviendo su propio calvario. Adems, diariamente se comunicaba con las mujeres de su casa para informarse de cmo se suscitaban los acontecimientos y analizar los pro y los contras. Se haba redimido pero no por eso dejaba de ser el gran estratega que lo hizo la mano derecha del Lord. No buscara venganza con sus manos pero tampoco era un santo. La ley deba hacer su trabajo.
Los primeros das la teora de una conspiracin mortfaga liderada por l para acabar con la dinasta Potter haba sonado con fuerza (cortesa de la comadreja hembra y sus lacrimosas declaraciones). Pero tras los testimonios de Isabella Y Marcus, y las pruebas del noviazgo que solt Cissa, ya las cosas tomaban un buen rumbo. Se hablaba ms bien de una pelea de amigos y un duelo entre casas por el “honor” del menor de los Potters.
Lucius quera regresar a Inglaterra pero Theo consideraba que an no era seguro. Quera evitar que lo arresten como sospechoso y lo utilicen como pieza de cambio para evitar que los Sly sigan armando revuelo.
Sin embargo, y pese a las protestas de las serpientes, inform que estara en la vista de la causa contra los asesinos de su nieto. No dejara sola ni a su esposa ni a su nuera. Ya que su hijo no estaba en condiciones era su deber estar all representando a los hombres de la familia.
Esa maana, horas antes de comenzar la vista en el Wizengamot, Lucius Malfoy se dirigi a la Catedral de Nuestra Seora, en Pars. Se confes ante un sacerdote y comulg como no lo hizo nunca. Vestido de luto riguroso regres a Inglaterra.
Antes de ir a su Mansin se APARETEO a las afueras de Hogwarts y se dirigi a la tumba de Severus. Minerva lo sinti entrar a los terrenos del colegio y march a su encuentro con ganas de maldecirlo y echarlo. Se plant en seco cuando lo vio ante la tumba del antiguo espa. Saba que fueron amantes en sus pocas de alumnos pero… despus de tantos aos l an…? Lo dej estar, vigilndolo a lo lejos, y cuando el rubio se march se acerc a la sepultura que haba abandonado. Flores blancas reposaban sobre la losa y una leyenda adornaba el arreglo:
Ta ova…S’agap tora ke tha s’agap pntote (**)
Griego. Minerva tradujo y no pudo evitar las lgrimas que surcaron su rostro. Por primera vez sinti algo de pena por el destino de ambos amantes.
**Traduccin: “Para ti… Te amo ahora y te amare por siempre”. Frase tomada del libro “Un Hombre “, de Oriana Fallaci.