Al fin había llegado a la casa de Sasuke era inmensa sin mencionar que juraría que era mucho más grande que la escuela, entré por el frente claro; y basta con decir que me tomo una hora entera llegar a la puerta de entrada ya que ese jardín era inmenso, toque con fuerza para ser atendido rápidamente y así un tipo alto y moreno me abrió la puerta.
Bajo su mirada hacia mí y me veía con aires de superioridad, ¡joder! ¿Pero qué demonios tengo yo para que cada individuo de la tierra me vea así? Pero eso no se comparo a las palabras que salieron de su boca.
-Lo siento joven pero aquí no damos limosna a gente callejera - ahora si el bastarde se había excedido me llamo callejero eso fue el colmo, no lo pensé dos veces y me lancé sobre él golpeándolo, como yo era mucho más bajo que ese hombre no podía dar muchos golpes que digamos pero aun así lo aruñe, mordí y le di una buena patada en los bajos; ja! hubieran visto la expresión de su rostro era sumamente graciosa pero vamos que no todo es miel sobre ojuelos se repuso de inmediato de mis leves golpes y tomo el cuello de mi camisa.
-Pequeño bastardo ahora si te mato - ante dicha amenaza yo no me inmute en lo mas mínimo puesto que no le daría el gusto a ese gigantón abusivo pero justo antes de que ese bestia tocara mi hermoso rostro (pero que modesto es verdad^^) Sasuke apareció, estaba observando la escena que se desarrollaba en la entrada de su casa y con una prepotente sonrisa dijo:
-No puedes entrar a un lugar sin armar tanto alboroto – el hombre se quedó extático al ver a Sasuke y de inmediata me soltó.
-Disculpe joven amo, pero este pequeño limosnero se empeño en entrar a la casa
-Por lo que he visto Asuma tu lo has insultado primero al llamarlo limosnero – al parecer el tipo no había notado que Sasuke se dio cuenta de cada detalle y comenzó a sudar frio.
-Mil disculpa señor ¿entonces que desea que haga con el mocoso?
- Eso a lo que tú llamas mocoso es mi nueva adquisición - no me gusto la parte de nueva adquisición pues me daba a entender que yo era de su propiedad.
-Lo siento - se disculpo con Sasuke, dando una reverencia en señal de respeto hacia él, y dándome una a mí por el suceso pasado.
-Discúlpeme caballero – ja! que cosas; hace un instante era un limosnero y ahora soy un caballero, al parecer al anciano le dolió el orgullo disculparse conmigo pues, una mueca de desprecio se dibujo en su rostro, Sasuke ordenó con voz autoritaria que se retirara.
-Retírate Asuma yo me encargo - dijo con sumo tono autoritario.
-Con su permiso - y de nuevo hizo una reverencia ante él.
-Sígueme – fue lo primero que dijo a lo cual yo hice caso, no pude evitar ver la inmensa mansión, era una cosa esplendida sentía que estaba robando con el simple hecho de ver ese sitio, cada parte de esa casa era una digna obra de arte al parecer todo allí era sumamente delicado mientras mis ojos no paraban de curiosear pasamos por varios cuartos me preguntaba en cuál de ellos me quedaría yo y al fin llegamos a una pequeña puerta de madera donde él la abrió.
-Aquí es donde tu dormirás
-Debes estar bromeando ¬¬ - le dije puesto que en la mencionada habitación que él me señalo era el atinco un lugar polvoriento y húmedo no era digno ni de un ratón.
-No bromeo, como mi esclavo te tratare como tal, no tendré consideración alguna contigo; hare con tu cuerpo y alma lo que se me venga en gana - me dijo fríamente pues, era cierto yo había aceptado aquella propuesta y mi orgullo no me permitiría retratarme.
-Te tengo un lindo presente – dijo Sasuke sacándome de mis pensamientos y curioso pregunte:
- ¿Qué es? - cierra tus ojos - y yo de obediente hice caso ^^ de un momento a otro sentí las manos de Sasuke rodear mi cuello y coloco en este una especie de collar.
-Listo ábrelos ^^ - toque el collar curioso por saber que decía pues cuando toque la pequeña placa se podían sentir las letras grabadas en este, Sasuke me prestó un espejo para ver qué era lo que decía ese pequeño objeto cual fue mi sorpresa al ver las palabras que decía ese mugre collar:
(Nombre: Uzumaki Naruto, propiedad Uchiha “No tocar”)
De inmediato intenté quitarme esa cosa pero no funciono puesto eso tenía llave y adivinen ¿quien la traía en sus manos?, Sasuke se estaba tomando demasiado en serio el papel de amo y esclavo.
-¡Ey! teme quítame este cosa – fue lo primero que dije pues que esperaban si estaba sumamente enojado con ese bastardo esto era extremo, pero en vez de gritarme o decirme de palabrotas me dio una cachetada dejándome anonadado por ese golpe tan brusco.
-Desde este día soy tu dueño y tú un simple esclavo; por cada tontería o trabajo mal hecho pagaras con un castigo y te aseguro que la clemencia no es uno de mis dones así que compórtate como lo que eres ¡¿escuchaste?! – no pude evitar bajar mi rostro en señal de sumisión dando a entender a Sasuke que le obedecería.
-Y desde hoy soy tu amo, no me llames por mi nombre al menos que yo te lo permita.
-S…si
-Si que
-Si mi amo - me trague mi maldito orgullo frente a él lo deje humillarme e imponerse ante mi desde ese momento tome el papel de esclavo.
-Bien entonces dame tu maleta - era claro que llevaba ropa para cambiarme en casa de Sasuke no era mucha pero la iba a necesitar pese a eso le hice caso, en un parpadeo llamo a su mayordomo le dio mi pequeña maleta y dijo:
-¡Deshazte de esta basura!
-¿Pero que harás con mi ropa? - y de nueva cuenta un nuevo golpe fue dirigido a mi rostro.
- ¿Acaso te he dado permiso de hablar?
-No, mi amo - fue lo que le dije con un claro tono de ira saliendo de mis labios – Sasuke no lo paso por desapercibido pero no hizo nada tan solo sonrió de manera triunfante.
-Bien Asuma tira eso y tu Naruto ven conmigo – le seguí de nueva cuenta pensado en todo lo que me estaba sucediendo y maldiciéndome por haber aceptado este trato pues aunque deseaba retratarme no lo iba a ser ¡No señor! demostraría que soy bastante hombre como para soportar esto.
Entramos a su habitación y era enorme pero lo más extraño era que estaba hecha un desastre en serio, si mi casa era un destrozo este cuarto era peor, pero bueno no me voy a poner a criticar su avisto de limpieza ¬¬
Se acerco a un armario enorme y de ahí saco algo sumamente raro era un vestidito de sirvienta ja! a que niña le quedaría esa cosa por dios era corto en verdad que si; sin más me dijo:
-Póntelo - debía estar bromeando como que me pusiera esa cosa yo ni loco.
-¿Qué esperas? ¡que acaso no escuchaste! – dijo de manera demandante esperando que le respondiera.
-Disculpe amo pero no; creo que es un poco pequeño para mí.^^U
- Acaso pedí tu opinión póntelo de una maldita vez - demonios como me meteré en esa mini cosita en mi cuerpo, sin más tome ese vestido y me dispuse a preguntar dónde estaba el baño.
- Amo me podría indicar en donde está el baño ^^ – si lo sé pero debía llamarle amo si no quería ser castigado y vamos no estaba dispuesto a averiguar que clase de castigos da.
-¿Qué? ¿acaso dije que te vestirías en el baño?, que esperas ¡vístete de una vez!.
- Pero ejem usted sigue aquí ¬///¬
- ¿Y hay algún inconveniente con eso?
-No, ninguno u.uU- me resigne y comencé a desvestirme poco a poco puesto no estaba muy contento de tener público, esto era vergonzoso >///< , aun así Sasuke no perdía detalle de mis movimiento hasta que por fin quedé en ropa interior.
-¿Qué crees que haces?
-cambiándome, amo
- Eso va sin ropa interior – dijo el muy maldito sonriéndome.
-o///O- un leve sonrojo se apodero de mi rostro que digo leve dios un tomate era nada con el color de mi rostro.
-Tú no sabes cómo hacerlo permíteme ayudarte
- No gracias; yo puedo solo
-¿Cuestionas mis órdenes? – Me lo dijo en tono amenazante
- No, mi amo- respondí sumiso ante sus palabras que me doblegan con tanta facilidad, sin más se acerco con paso sensual lo cual no era una buena señal, se acerco y se agacho y bajo con cuidado mi bóxer de manera que creo yo un accidente, toco una parte indebida de mi cuerpo logrando sacar un leve quejido de mis labios pues sus dedos estaban demasiado cerca de mi entrepierna y no era buena idea dejar que pasara a mayores.
-Que delicado – dijo levantando su rostro para mirar el mío aun cubierto con un leve color carmesí.
-Ahora te ayudare a vestirte - después de eso me puso el pequeño vestidito que no dejaba nada a la imaginación pues prácticamente enseñaba todo mi cuerpo a excepción de mi parte baja gracias a dios, no solo eso; se podía ver mis piernas y todo de mi y la tela de ese traje era un poco visible en realidad parecía que estuviera desnudo.
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