Esta serie no me pertenece, es del Sr. Takehiko Inoue, yo solo pido prestados a sus personajes para un fan fic, espero que les guste.
Capítulo 5: “tirando de la cuerda”
-¡¡¡¡Sakuragui cuidado con el arco!!!!-gritaron a dúo Mitsui y un chico de primer año.
-¿¡he?!
¡¡¡¡¡¡¡¡PAAAAAFFFFFFF!!!!!!!!!! (Disculpen los malos efectos de sonido)
El sonido que hizo la cabeza del pelirrojo al chocar contra la base metálica del arco, resonó por todo el gimnasio, había pasado de largo, corriendo mientras miraba hacia atrás.
¿La razón? esperaba un pase… ¿de quién? pues de Rukawa, pero ese pase nunca llegó y se quedó embobado viendo como el moreno le sacaba la lengua y la daba el pase a Ryota… esa sacada de lengua le había parecido tan sexy… ¿¿¿Cómo que sexy???
Las miradas de todos se clavaron atónitas y expectantes en el adolorido jugador, sí incluso Rukawa que tenía los ojos abiertos de par en par sin poder comprender que diablos le pasaba, hace una semana que chocaba con lo que se le cruzara en frente por no poner atención.
-¡¡¡¡iteee, iteee iteee!!!-se quejó hanamichi sobándose el chichón que quedó en su frente, al instante se escucharon las risas y burlas de los presentes, la escena había sido muy graciosa, según ellos, sin embargo Ayako y Haruko no pensaron lo mismo y corrieron a ver si se trataba de algo grave…
Mientras eso ocurría, Rukawa daba la media vuelta susurrando un “Do ´aho” y encaminándose a las bancas con esa indiferencia que le caracterizaba, pero lo que el pelirrojo no vio, fue esa sonrisa perversa de zorro intentando ser suprimida, pues si no lo hacía, terminaría carcajeándose de lo lindo a la vista de todos, es que NUNCA nadie a excepción de su abuelo lo había visto reír y no les daría el lujo de ver semejante espectáculo, por que sin duda que lo sería.
-¡¡¡¡todo por tu culpa Zorro miserable!!!-berreó tomándose la cabeza con evidente dolor… y otra vez fue a parar a la enfermería, pero en esta oportunidad Rukawa no fue a visitarle, suspiró enfadado mirando el techo…
Desde aquella tarde de prácticas que el zorro no se le acercaba ni para discutir, Hanamichi lo tachaba de cobarde por no hacerle frente cuando lo insultaba, pero lo único que conseguía era su desesperante indiferencia…
¿A quién quería engañar? estaba al tanto de que se estaba metiendo en terreno fangoso, pero no podía controlar ese tonto estado adrenalínico que sentía cuando lo tenía cerca, ni el dolor de su pecho cada vez que le ignoraba, ni la curiosa alegría que lo llenaba cuando cruzaba con él unas cuantas palabras, aunque éstas fueran hostiles y así sin más se conformaba, sin embargo, no se le ocurrió pensar en por qué quería verle, en el por qué de querer llamar su atención, en ese momento mientras miraba el techo como si fuera un firmamento, se dio cuenta de que estaba con el barro hasta el pescuezo, ignorar la realidad, había sido el peor error de su vida…
-*no sé para que me lamento, he sido rechazado 50 veces… si él lo hace… qué importa… seré idiota-pensaba el adolescente, haciendo pasar la saliva por el apretado nudo de su garganta.
Pero ese no fue el mismo pensamiento que le acompañó mientras entraba a los vestidores para cambiarse de ropa…
¡¡¡Por supuesto que se lamentaba, su corazón pedía a gritos una muestra de afecto o algo de simple consideración!!!
Y ahí estaba su rival sacándose la remera deportiva, ignorándole olímpicamente, dejando a la vista su bien formado abdomen, con esas aureolas tostadas adornando sus musculosos pectorales, las gotitas de sudor perlado en su piel y para rematar su cabello negro mojado que caía sensualmente sobre esos felinos ojos azules… sin querer el pelirrojo tembló y retrocedió un par de pasos pisándole los pies a uno de sus compañeros de equipo.
-¡¡outchh!! ¡Maldición Sakuragui fíjate por donde caminas!
-jejeje discúlpame Ryota, no sabía que estabas detrás de mi-se disculpó como un niño pequeño e hizo el acto de salir corriendo, pero fue interceptado por Mitsui…
-¿adonde crees que vas?... estás actuando muy extraño “tensai”
-sí, es verdad, desde hace días que no entras a las duchas-dijo un jugador.
-estoy… algo resfriado-mintió, sintiendo pánico al ver esa mirada ojiazul clavándose fríamente en la suya.
-puede que sea esa la causa por la que chocas con todo últimamente-señaló Ryota siguiéndole la corriente haciendo que el pelirrojo se pusiera más nervioso de lo que ya estaba.
Mientras molestaban al pelirrojo, el número 11 de shohoku seguía sin apartar su vista de él… los demás notaron algo extraño en el ambiente, había un aura de tensión rondando el cuarto de vestidores, los miraron a ambos y después de ver como cada uno de ellos desviaba la mirada a otro lado, enfrascándose en guardar sus pertenencias, decidieron irse a las duchas.
-¿no vas a ducharte zorro apestoso?-lanzó a sabiendas que lo iba a cabrear, pero era eso lo que quería, anhelaba ver siquiera alguna reacción a sus provocaciones.
-…………………………………….-no se giró a mirarlo, simplemente lo ignoró, aunque se moría por ver esos ojos de miel y responderle una bobada, pero algo le decía que seguir con ese jueguito absurdo de pelear a cada rato lo iba a llevar a la perdición, sin embargo, ya era muy tarde para detener el hecho de que como una semilla, un sentimiento extraño y desconocido comenzaba a brotar desde el fondo de su corazón y lo que era peor, no sabía como eliminarlo… por ahora lo mejor era ignorarle.
-zorro apestoso ¡¡eres un zorro apestoso jajajajaja!!-una venita comenzó a hincharse en la frente del moreno, pero no iba a sucumbir a sus niñerías.
-………….............
-zorro idiota, además de apestoso eres un cobarde ¿eso quiere decir que soy mejor que tú?-se burló.
-por favor…-le dijo abrumado sonriendo con sarcasmo, como si ese “soy mejor que tú” fuera algo imposible, al principio Sakuragui se enfadó, pero luego una sonrisa vencedora apareció en su cara…
¿Por qué rayos el do`aho estaba tan feliz? Se preguntaba confundido el ojiazul, de pronto el corazón le dio un vuelco, el torpe le miraba de una manera que le hacía sentir extraño, era ese tipo de miradas que se pone frente a lo ideal e inalcanzable, como si quisieras que lo que estuvieras viendo en ese instante fuera tuyo y de nadie más…
-¿por qué me estás evitando?-preguntó de la nada.
-…………………………….-en ese momento perdido en esos ojos de miel que expresaban tanto no tenía ganas ni de respirar, mucho menos de hablar… sentía como si todo el espacio y el tiempo hubieran cambiado en un momento, ni una palabra venia a su mente… ni una acción… nada.
-Rukawa… ¡oye te estoy hablando! ¡¡Es de mala educación dejar a alguien hablando solo!!
-te escucho-se atrevió a decir, los acelerados latidos de su corazón casi le habían cerrado la garganta.
-………no… no me evites… no me evites en los partidos, estúpido… no quiero perder las semifinales-dijo casi tartamudeando, tenía la boca seca y el maldito tum tum resonaba en sus oídos sin descanso.
-está bien, pero… fuera de las prácticas y los partidos no me dirijas la palabra-a Sakuragui eso le pareció una sentencia de muerte, lo miró con dolor mal fingido.
-¿y cuando vas a ir a buscar tu maldita bicicleta a mi casa? Está haciendo espacio-se giró aparentando que buscaba otras cosas en su casillero ya vacío, para que no viera como sus ojos se enrojecían.
-nunca… voy a comprarme una nueva ¿recuerdas?-dijo batallando contra sus sentimientos, estaba siendo perro con él, sabía que sus frías palabras lo estaban destrozando…es que Rukawa no era ciego como para no darse cuenta… podía ver a través del do`aho como un libro abierto de par en par… era tan puro e ingenuo… que le dolía lastimarlo ¿Qué era eso? ¿Amor? pensaba sorprendido de su nuevo descubrimiento…
-eso significa… que… la puedo vender ¿no?
-haz lo que quieras…
-………………….... claro-dijo en un susurro doloroso.
SSSKKKKATTTSHHH!!!!!
(Disculpen los malos efectos de sonido)
Fue el sonido del puño de Sakuragui al destrozar su propio casillero… después de eso tomó su bolso con la mano sangrante y se marchó corriendo, dejando al moreno contemplando la sangre que pintaba aquella abolida puerta… todos salieron de las duchas al escuchar el estruendo, pero al llegar a los vestidores no encontraron a nadie.
-¿volvieron a pelearse?
-ya decía yo que la paz no iba a durar mucho…
+++++
El joven de mirada ámbar llegó jadeando a la entrada de la preparatoria, tenía tanta cólera que se fue contra un árbol cercano y desquitó su furia con él, rompiéndose aún más los nudillos, sintiendo dolor, pero nunca tanto como ese sufrimiento persistente que no se iba… ya como último consuelo abandonó el orgullo consigo mismo y se permitió derramar las lágrimas contenidas, con la frente apoyada en esa dañada corteza… tanto como él lo estaba.
-¿hana?
-yo… yohey ¿qué estás haciendo aquí?-el pelirrojo nervioso, se secó rápidamente los ojos.
-vine a invitarte a unas malteadas hace mucho que no… hablamos… ¿Qué pasa hana?
-nada… solo que hoy es un día de mierda… no me hagas caso.
-¡¡¿qué le pasó a tu mano?!!-exclamó viendo como goteaba sangre.
-creo que me excedí con algunas cosas que golpee jejeje-sonrió tontamente sin lograr que su amigo se calmara.
-¡¿te peleaste con alguna banda y no me avisaste?!-la verdad es que temía que hanamichi volviera a las andadas.
-¡¡¿idiota crees que este tensai rompería una promesa?!!
-¿entonces? Habla o llamo a los muchachos para que te den una lección-dijo el joven sacando su celular.
-¡¡¡no juegues sucio yohey!!! Está bien, destruí mi casillero con estas manos y después arremetí contra el árbol… pobrecito, ni culpa que tenía.
-¿y por qué ese arrebato de violencia?-yohey era astuto y ya se imaginaba la respuesta que saldría de esos labios.
-………………-hana se sonrojo, pero de furia.
-fue Rukawa ¿verdad?-el pelirrojo lo miró con ojos asesinos y un aura endemoniada que le hizo temer por su vida.
-a…-contestó como si fuera un sí.
-¿y que fue lo que hizo como para que hayas llegado a esto? ¡¡Ahora vas a tener que responder por ese daño y no creas que te prestaré dinero!!-yohey estaba descolocado, entendía lo de su impotencia por no poder cautivar a Haruko como Rukawa, pero verlo llorar había sido preocupante y no era la primera vez que lo veía así, por otro lado el pelirrojo no sabía que decirle… “¡Ho! Golpee el casillero por que Rukawa me ha ignorado” sería taaaan ridículo, caviló sintiéndose incapaz de abrir la boca.
-¡¡¡aaahhh tengo hambreeee vamos a por unas malteadas!!!-exclamó tomándolo del brazo y llevándoselo a la rastra hacia el Dani´s.
-¡¡oye espera tu mano!! ¡¡Cúratela, te vas a desangrar!!
-¡¡no exageres yohey!!
++++++
Cuando Rukawa llegó a casa su abuelo lo esperaba con la cena lista y una sonrisa, una que no pudo corresponder, sus ojos se veían inexpresivos, ni siquiera podía saludar como la gente, no se le daba la gana hacerlo… con un movimiento de su mano anuncio un ”ya llegue” y subió la escalera hasta su habitación, se tiró en la cama boca abajo, tenía una presión horrible en el pecho…además, justo como lo había dicho el do`aho, necesitaba un baño… una vez allí dejó que el agua limpiara su cuerpo y esperaba que su preocupación también se fuera por el alcantarillado.
Rato después en la sala
-Abuelo…
-dime Kaede…
-¿me das permiso para sacar dinero de tu cuenta?
-¿qué deseas comprar nieto?
-una bicicleta nueva, la que tenía está dañada.
-lo siento Kaede pero no puedo dártelo.
-…………… ¿por que?
-no quiero que mi nieto vuelva a quedarse dormido mientras conduce-habló el viejecillo con severidad… el joven frunció el entrecejo, no le quedaría otra que tomar el metro…
Aquella noche se quedó en vela debatiéndose con su orgullo… ir o no a buscar su bicicleta a la casa del do`aho… ¿a buscar su bicicleta? ¡¡¡Puras excusas!!! la verdad era que sentía un remordimiento horrible en la conciencia por que sabía que lo estaba dañando con ese muro de hielo que arduamente intentaba conservar, pero cada día que pasaba sus emociones se hacían más intensas, la loción aromática a menta fresca que usaba, sus ojos de miel sonrientes, su cuerpo imponente y bien formado, su voz profunda y autoritaria, ese cabello rojizo que se le hacía tan suave… todo, hasta sus berrinches, su tozudez y descaro, todo le volvía loco… ¿Cómo diantres fue a pasar eso por un simple accidente de rodilla?... rodilla estupida… pensaba dando el veinteavo suspiro de la madrugada.
-¿y ahora qué demonios voy a hacer respecto a las duchas?-ese era el otro problema que tenía el zorro, desde algunos días que se veía incapaz de entrar a las duchas si el pelirrojo estaba presente, no quería que los demás sospecharan de su extraño comportamiento, así que decidido tomó la decisión de ducharse estuviera o no.
Sakuragui paseándose por su habitación decidió lo mismo, en parte por que no quería convencerse de la realidad, quería probar que no sentiría nada estando en el mismo lugar desnudos y eso sería un alivio ¿pero y si pasaba justamente lo contrario? ¿Cómo iba a escapar de esa situación frente a sus demás compañeros de equipo? ¿Y el zorro se pondría nervioso o le daría lo mismo como siempre? Era una buena oportunidad para averiguarlo.
Las prácticas en el equipo de shohoku habían terminado, era hora de entrar a las duchas, todos los muchachos se fueron con una toalla envuelta en sus cinturas.
-¡enhorabuena Sakuragui! Estábamos asustados, pensábamos que te habías cambiado de “lado”-bromeó Mitsui, Rukawa y hanamichi cada uno por su lado sintieron que les disparaban una bala con mensaje que decía “gay”… ¡que broma más certera!
-¡¡serán…!!!!-bramó hecho una furia.
-jajajaja ¡oye Sakuragui no te pongas así era una broma! Es más, ya nos preguntábamos quién de nosotros había sido el elegido jajajajajaja-apoyó Ryota riendo a más no poder, pero el pelirrojo casi se atoró con su propia saliva de la impresión y se puso más rojo que una braza, mientras Rukawa pasaba de largo… en ese momento el ojimiel dejó de toser y anonadado contempló como su rival se metía al cuarto de duchas…
-*mierda… ¿ha entrado? ¿Me estará desafiando? ¿Y si mejor me baño en casa? ¡¡¡¡No eso significaría darle la victoria al muy desgraciado!!!!! ¡¡¡Esta bien, si eso es lo que quieres eso es lo que tendrás!!!-pensó entrando con decisión.
Los muchachos entraron parloteando, comentando acerca de las finales y los jugadores de otros equipos, pero había dos de ellos que estaban en completo silencio, decidiendo si meterse o no a las duchas… casi todas habían sido ocupadas excepto dos que estaban en el fondo y que para complicar más las cosas quedaban una frente a la otra… “demonios” pensaron al unísono, alzaron la vista mirándose desafiantes.
-*no debe importarme, solo es el do`aho...
-*no debe importarme, Solo es el zorro idiota…
El primero en quitarse la toalla de la cintura fue Rukawa, abrió la ducha y se metió como si nada dejando que el agua mojara por entero su cuerpo, esto disgustó mucho al pelirrojo, que vio cero reacción en él, decepcionado abrió la ducha mojándose con el agua tibia del que salía mucho vapor, entonces algo llamó su atención…
¿Por qué no salía vapor de la ducha del zorro? ¿¿¡¡Se estaba bañando con agua fría!!?? ¿Por qué? El corazón se le agitó dentro del pecho observando como ese cuerpo esculpido por los dioses temblaba ligeramente debido al frío, ya lo había visto desnudo antes, sin embargo, su cuerpo no le había provocado nada excepto repudio, pero ahora las cosas eran tan distintas que sentía que iba a sufrir un paro cardiaco si seguía recorriendo con la vista ese trasero de porcelana fino y esa espalda blanquecina que anhelaba en ese momento besar, estaba en eso cuando el joven se giró con su mirada de hielo dejándolo petrificado, no sabía por que razón sentía como si el zorro lo estuviera escaneando…
-*Rukawa imbesil ¿acaso crees que me vas a poner nervioso mirándome? ¡Ja! No me vas a humillar, ya verás como hago que te pongas nervioso… y entonces sabré… si tú…-el pelirrojo se quedó de frente hacia él con el agua de ducha cayéndole encima, destensó sus hombros y se relajó para luego deslizar con sensualidad sus manos entre su propia cabellera mojada.
El otro joven tragó la saliva que se le acumulaba en la garganta, su vientre se tensó de pronto y más al ver como ese torpe deslizaba el jabón por su bronceada piel de una manera tan sexy que no pudo seguir mirando, se volteó sintiendo como su entrepierna aumentaba de volumen y el agua fría en vez de apagar su fuego parecía que lo avivaba más.
-*… ¿te gané?...-el pelirrojo se giró a la pared sonriente, sin poder creer que el zorrito se haya puesto nervioso por su culpa… desde aquella tarde no pudo dejar de sonreír y todos se extrañaron de ese comportamiento.
Durante el resto de la tarde hana llevó la bicicleta de Rukawa a un taller para que le dieran dinero por ella, realmente necesitaba el dinero para pagar el daño de su casillero, el director de la preparatoria le había advertido que si no lo reparaba lo expulsaría, así que sacrificando la bicicleta del zorrito obtuvo lo necesario para ello.
Llovía a cántaros, pero aún así se sentía con los ánimos por el cielo, tanto que llegó a su casa tarareando su canción de “yo soy el tensai” y se disponía a ver un poco de televisión cuando llamaron a la puerta.
-¿quién podrá ser? ¿Será yohey?-pero cuando abrió la puerta se encontró con un zorro mojado de pies a cabeza.
-¡¿tú?! ¿¡Qué diablos haces aquí!?-casi chilló Sakuragui asombrado y ruborizado.
-vengo por mi bicicleta…
Continuara…
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