- ¿Encontraron algo? - preguntó el rubio
- Sí, señor - respondió el hombre
- ¿Qué fue? Dilo ya - exclamó
- No están muy lejos de nosotros - dijo el hombre - Vienen varios hombres a caballo, son menos que nosotros... Pero... uno de ellos nos ha visto, pero no sabe que estamos con usted ni con... Sasuke
- Dos cosas - dijo él con expresión altiva - Primera: Dime ¿Quién es ese hombre que los vio, o cómo era?; y Segunda: Para ustedes es el Señor Uchiha, no Sasuke...
Yo me sobresalté por esas últimas palabras, incluso aquel hombre también, de hecho, me miró de una manera extraña, como inquisitiva.
- Era un hombre alto - respondió él - De cabellera negra... Muy parecido al Señor Uchiha, pero tenía dos marcas debajo de sus ojos
- Itachi... - murmuré sin querer
- ¿Itachi? - exclamó Naruto con un tono extraño. Me había escuchado - ¿Lo conoces?
- Es... mi hermano - respondí
Naruto se quedó callado unos momentos
- Será mejor que nos apresuremos - dijo
El hombre asintió y se retiró a avisar a los demás. Cuando ellos estuvieron cerca, Naruto le dio la vuelta al caballo para ir guiándolos. Itachi me estaba buscando. Por él yo había conocido a Naruto, si no me hubiera regalado su dije, Naruto no me lo habría robado y yo, obviamente, no hubiera ido a perseguirlo. De alguna forma le estaba agradecido a mi hermano. Después otro pensamiento invadió mi mente... ¿Qué pasaría si Itachi me encontraba? Tendría que separarme de mi amado, para ir a casarme con alguien que yo no amaba. Me arrepentía enormemente por haber aceptado ese acuerdo. El solo pensar que tendría que pasar toda mi vida con una mujer como ella... No... Aún peor... el solo pensar que tendría que pasar toda mi vida sin él, me ponía de unos ánimos espantosos. Bien sabía que no podía huir para siempre. Me estaba enamorando. Yo sabía que era muy pronto, pero Naruto me daba una sensación de seguridad y bienestar, que ninguna otra persona había podido brindarme.
- ¿Qué tienes? - me preguntó apoyando su barbilla en mi hombro
- Nada... - respondí sacudiendo la cabeza
- Tal vez no sepa mucho de ti - dijo aún apoyado - Pero... yo sé... yo siento que tú tienes algo y no me quieres decir
Yo me quedé callado. Ese hombre me estaba empezando a conocer bien. Yo lo... amaba... pero no quería preocuparlo con mis estúpidos problemas y confusiones amorosas, aunque él fuera parte de éstas.
- Te amo, Sasuke - dijo él y me dio un beso en el cuello
Yo voltee a verlo... Me sonrió... Esa sonrisa... cada vez que la miraba me daba una extraña sensación de calidez en el pecho. Fue uno de los momentos más felices de mi vida... No podía creerlo... ¡Me había dicho que me amaba! Dejé de pensar en todo lo malo. Me acerqué más a su rostro y besé sus cálidos y suaves labios.
- Yo también te amo, Naruto - dije cuando me hube separado de él.
Oí un barullo detrás de nosotros. Al principio, creí que era por el beso que nos habíamos dado... pero al voltear me llevé una gran sorpresa... Me sentí desesperado, con ganas de tomar a Naruto de la mano, irnos corriendo de ese lugar, vivir bajo tierra... ¡Lo que fuera!
- ¡Son los hombres de Uchiha Itachi! - gritó un hombre
Mi hermano venía dirigiendo una caravana a una velocidad media, todos a caballo.
- ¡Paren! - gritó Naruto - ¡Paren y no ataquen!
- ¿Qué haces? - pregunté sumamente angustiado
Naruto me miró de una manera tierna y me sonrió. Sus hombres obedecieron. Naruto bajó del caballo, yo lo detuve, tomándolo del brazo.
- ¡Por favor, Naruto, no vayas! - le grité. Yo todavía seguía arriba del caballo.
- No te preocupes, Sasuke - me dijo tranquilo y se soltó
Yo hice que el caballo se colocara en una posición frontal, para así poder seguir a Naruto con la vista. Itachi y sus hombres también habían parado. Mi hermano había hecho lo mismo que mi amado. Ambos se acercaban el uno al otro. Yo no podía escuchar lo que hablaban, así que me fui acercando lentamente, hasta alcanzar una distancia considerable de ellos dos.
- Qué gusto verte, Itachi... - dijo Naruto mirando a los ojos a mi hermano
- ¡Déjate de tonterías! - gritó él enojado - ¡Aléjate de mi hermano!
- Itachi, Itachi, Itachi - dijo meneando la cabeza de un lado a otro - ¿Qué no lo comprendes?
- ¿Comprender qué? - gritó mi hermano - ¿Qué secuestraste a Sasuke? ¡No hay nada que me haga falta entender!
- ¿Ah, no? - exclamó Naruto sarcástico
- Cállate - musitó molesto Itachi y bajó la cabeza.
- Sé lógico por primera vez en tu vida - dijo - Tu hermano es demasiado fuerte como para poder secuestrarlo... Ni siquiera yo pude
¿Naruto e Itachi se conocían?
- ¿Sasuke? - exclamó mi hermano mirándome preocupado
Yo bajé la mirada... Naruto se cruzó de brazos.
- ¡Sasuke! - gritó Itachi desesperado. Yo permanecía inmóvil
- Sasuke - dijo Naruto, yo alcé la vista. Caminó hacia mí, me hizo bajar del caballo y se acercó a mi rostro - Será mejor que regreses con él
- ¿Por qué? - pregunté dolido. Naruto bajó la mirada - ¡Yo no quiero!
- Tienes que hacerlo, pero... - dijo
Yo negaba con la cabeza a punto de llorar.
- ¡Por favor, no me dejes ir! - le gritaba sollozando. Se acercó a mi oído.
- Pero... - susurró pausadamente - quiero... sentir tu piel rozando con la mía una última vez... Negocia con él... Yo ya no puedo...
Me separé de él... Miré a Itachi... Su semblante mostraba enojo y frustración, su mirada estaba clavada en Naruto. Caminé hacia él. Lo miré con el ceño fruncido.
- Itachi - dije firmemente - Dame una noche... Sólo esta noche... Yo regresaré... Es más, vendrás aquí mañana en la mañana... Prometo regresar contigo, si me das esta oportunidad.
- ¿Por qué? - preguntó
- Quiero estar con él - respondí sin vacilar
Mi hermano no dijo nada... solamente asintió débilmente. Cuando me di la vuelta, Itachi habló:
- Te dije... no... te lo dijimos... pero tú seguías necio... ¿Ahora lo comprendes?
Claro que sabía a qué se refería: a aquel matrimonio espantoso. Apreté los ojos y me alejé de él. Naruto me miró esperanzado... yo sólo negué con la cabeza. Le dije sobre el trato que había hecho con Itachi, él volteó a ver a mi hermano... pero éste ya se estaba yendo...
- Hagamos un campamento aquí - concluyó
Comenzó a tomar sus cosas del caballo y las bajó... Estaba a punto de armar la tienda, cuando lo halé del brazo y lo atraje hasta mí.
- Esta noche - dije - te haré mío...