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Lágrimas de Cianuro por kitsune gin

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Notas del capitulo: Soundtrack: You could be happy, Snow Patrol.

Sobre ideas originales y sospechosas, a las que no se les pone disclaimer “ojo, reportad a Jim Cameron, por hacer un “fic” llamado “Avatar” sobre una obra que ya existía, sin hacer disclaimer- leed, si podéis, “La balada de la infeliz G’Mell”, de Cordwainer Smith, sobre una mujer gato… de color azul, que liberó a su pueblo, gracias a la ayuda de un guerrero terrestre. XDXD ¿Os suena conocido? El libro es de 1960. Este cap, para las que se dedican a la crítica y no tienen vida real fuera del teclado…
Namasté.
FantasmaAlineal.
3; Deducciones

Byakuya contempl los cambios en Renji; lo que haba sido su coleta de “pia”, por encima de la trenza de comunicacin, estaba ahora cuidadosamente anudada en trenzas diminutas, adornadas con colmillos de lobo gris en las puntas, teidos de rojo, haciendo juego con su cabello y dndole el aspecto esplndido de un Na’vi de un color distinto al resto. Antes de que el noble dijera nada, Abarai se disculp:

—Fue idea de Aydell, capitn…

Byakuya se dign elevar una ceja; Aydell, la hermana menor de Neytiri, rondaba a Renji como una chiquilla que quiere un gato nuevo y ya haba decidido que Renji ERA ese gato.

Jake no tard en aparecer, seguido de su escolta; deberan subir hasta casi la punta del Arbol Casa para llamar a sus ikran y as, partir a las montaas. Kuchiki cloque al igual que el resto y Shirotoruk apareci de inmediato, reconocindolo al instante. El ikran era de color blanco, manchado de negro, los mismos colores que Byakuya usaba. De paso, los Na’vi le haban tatuado la marca que el Caminante llevaba, en una de sus alas. Renji no recordaba el nombre de su propio ikran, slo saba que tena que montarlo rpido y hacer el enlace antes de que lo atacara… hasta que lo vio bajar. Enteramente negro y los ojos amarillos, la expresin de total malicia en su rostro de dragn y un guio en el ojo inferior izquierdo y Qu animal de Pandora lo reconocera de esa manera? El ikran estir su larga lengua y lami la mejilla de Renji, provocando la risa de los dems y ste se enfureci en cuanto adivin de quin se trataba.

—Yoruichi? —el dragn se inclin majestuosamente y tendi su propio sa’heylu; Renji hizo el enlace, logrando que el dilogo entre ambos pasara inadvertido para el resto.

“—Qu carajo ests haciendo aqu, Yourichi?”

“—Huy, huy, cunto enojo, Abarai Renji: es obvio que Kisuke me mand a cuidarlos”

“—Y por qu en ese gigai?”

“—En el Ningenkai de la Tierra, es cmodo ser gato. Aqu, es mucho mejor volar. Adems, les contar a las chicas que te llev encima y que yo tuve el control, todo el tiempo”

“—Sobre mi cadver Por qu no fuiste a molestar a mi capitn?”

El ikran pareci sonrer, rugiendo en voz baja.

“—Byakuya bo no tiene sentido del humor. Espera a que le ganemos a llegar a las Hallellujah”

“—Yourichi, no, espera… tenemos que seguir a Jake, ESPERA!”

Era evidente que la Diosa de la Velocidad no tena la intencin de esperar a nadie y si tena, en cambio, todas las ganas de llegar a las Montaas Flotantes antes que los mismsimos guas Na’vi.

“—No seas tonto, Renji. Se supone que son Caminantes, que conocen ms de todos los mundos y ms de Pandora que los Na’vi”

“—No lo haba pensado as”

“—Agrrate bien. Ya sabes que no todo en este mundo es miel sobre hojuelas”

“—Y mi capitn?”

“—No es un beb, viene con el resto de la escolta. Djalo a l con la diplomacia y t, consigue los datos para Kisuke. Cuanto antes sepamos qu est pasando, ms pronto volveremos al Seireitei”

Renji no discuti; como siempre, la antigua Comandante de las Fuerzas Especiales saba bien qu hacer y cmo moverse en terreno hostil. Se ajust las gafas de ala de mosca y lanzando un grito salvaje, saltaron en picada, ganando velocidad hasta perderse del resto.

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La noche anterior Tika’iia acarici despacio los hombros de Max, mientras ste y Renji coman, un grupo ms integrado al gran crculo de fuego del centro. Renji tuvo que admitir que los rollos de antlope asado junto con las nueces tostadas y el agua dulce recolectada de las hojas de lirio estaban verdaderamente deliciosos y ni Tika’iia ni Max eran unos avarientos como Urahara en cuanto a la comida. Al final, se comi tres de esas frutas que parecan manzanas azules, con sabor entre moras y uvas. Claro, tendra que cazarles despus un antlope entero, para demostrar su agradecimiento, pero en ese momento ni siquiera pens en la dificultad del pago; se atiborr de la deliciosa comida de los Na’vi, quienes lo miraban, asombrados. Al parecer, Caminar Entre Los Mundos produca un gran apetito…

Tika’iia alz al pequeo Max en brazos y comenz a amamantarlo, cantndole en voz baja, mientras Max y Renji conversaban, a la luz muriente del fuego:

—Eres feliz.

No fue una pregunta, sino la afirmacin de un hecho.

—Mas de lo que pude imaginar jams, Renji.
—Cmo lograste adaptarte a todo esto?
—Despus de haber sido un nerd? —Max ri—no fue sencillo. Tika’iia me ense a cazar, a sobrevivir, a montar, a volar. Norman dise mi propio avatar y Mo’at hizo el paso por el Ojo de Eywa, para que yo dejara atrs mi cuerpo terrestre, me imagino que de forma parecida a los avatares que ustedes llevan encima…

Renji no ocult su asombro. Max le gui un ojo:

—Kuchiki Byakuya? “Blanco rbol”? y Abarai Renji ”El que Lo Sigue”? —el cientfico ri, despus de pronunciar los nombres y su significado.

—Cmo es que sabes… ?
—Cuntos idiomas terrestres crees que tuvimos que dominar, antes de comprender el Na’vi? Grace nos despellejaba el cerebro por las noches. Y es notorio que estn usando avatares, como los que usbamos nosotros, si bien, desconozco sus capacidades para… atravesar tanto espacio sin naves, Renji.

…ste se mir las manos y al piso: los hongos fosforescentes y las hojas inundaban con su belleza -salvaje, inocente- la fauna que rodeaba al rbol Casa. Se encar a Max:

—Si te lo dijera, no me lo creeras.
—Estoy seguro de que no. Como lo estoy de que conocan a Grace y de que ella o Mo’at los llam, a travs de Eywa: no s cmo lo consiguieron y cmo es que saben que algo est mal con el rbol de Voces, Renji. Tan mal, que pone en peligro todo el equilibrio de Pandora.

Renji asinti, suspirando. Max no era un tipo para tenerse a menos, pese a su aspecto bonachn, el bilogo con-quien-sabe-cuntos-doctorados prevaleca sobre el Na’vi y no haba perdido su capacidad de observacin ni deduccin.

—Qu hay de Norm?

Max tom una briznita de hierba y la entreteji en sus dedos.

—No s qu pensar. Curamos las heridas de su avatar. Se niega a pasar por el Ojo de Eywa, es decir, abandonar su cuerpo de terrestre y volverse totalmente Na’vi. Jake ha hablado con l innumerables veces. Mo’at dice que su corazn est inundado de una gran tristeza, l insiste en que est feliz de estar en Pandora. Antes viva con nosotros, aqu, en el rbol Casa. Pero desde que murieron varios cazadores, hace dos lunas, se niega a regresar. Es como si se considerara culpable… esas cosas ocurren. Pandora no es un mundo inofensivo. Norm tiene su propia rutina; sale en su avatar a recoger y clasificar muestras biolgicas y duerme en forma humana, por las noches. Est totalmente solo. Jake lo visita de vez en cuando…

Renji le arroj una piedrita.
—Oye, Sherlock, descubriste que nosotros estamos relacionados con ustedes, como terrestres, de alguna forma y me dices que no sabes qu tiene Norm?

Max le gui un ojo:
—Mo’at se lo dijo a tu capitn “hace dos lunas que el rbol de Voces est as”. No es ninguna coincidencia. Luego, ustedes aparecen… de la nada? Y no es la primera vez, no. Tienen preeminencia sobre los otros chamanes y Lnea Directa con Eywa, por decirlo de alguna forma. Pertenecen a todos los Clanes y a ninguno, a la vez. Los Na’vi los respetan y les conceden Palabra. Es ms, les demuestran afecto y respeto. Los conocen desde antes de que llegramos nosotros. Toda la informacin estaba a mano, Renji. En cuanto a Norm, es evidente que tiene algn problema serio, que lo est ocultando y que eso, afecta a Eywa de alguna forma que nosotros -Jake y yo- y los Na’vi desconocen cmo resolver, pero que Grace tiene idea, sin poder hacer nada y que Mo’at lo presiente. No s quin de las dos se hizo cargo de llamarlos, pero eso es irrelevante.

—Pero dijiste que no sabas qu pensar de Norm.

—Y es verdad. No tengo pistas claras sobre su comportamiento porque el muy maldito no se ha dejado observar lo suficiente, es decir, se alej en cuanto pudo. Lo que sea que lo est afectando, podemos descubrirlo… pero no estando a ms de cien kilmetros. La ltima vez que lo revis, fsicamente, se hallaba totalmente sano. Entonces —Max se toc la sien y el corazn—el problema est en otro lado. No veo cmo algo que afecta a uno de nuestra vieja tripulacin, pueda daar al rbol de Voces al grado de llamar a “Los Caminantes”.

Renji asinti, exhalando, mientras pensaba. Si Norm tena un reiatsu elevado, como ser humano, era posible que esa cualidad se potenciara en su avatar. Si estaba sufriendo por algo, ese reiatsu podra descontrolarse al pasar por el Ojo de Eywa. Un alma sin control y llena de tristeza, como lo haba dicho Mo’at, bien poda generar un hollow. Un hollow con la fuerza de un Na’vi, conectado a Eywa…

Por Kami…

Renji se levant de inmediato.

—Gracias, Max, por la cena y la hospitalidad. Agradece de mi parte a Tika; tengo que hablar con mi cap… es decir, con Byakuya.

Max sonri negando con la cabeza.
—Renji-kun, conmigo no tienes que fingir. S perfectamente lo que significa “taichou”; espero que la informacin te sirva… y que algn da me cuentes la verdad sobre ustedes.

Renji lo palme en el hombro y recibi la misma palmada de despedida.
—Ya te lo dije Max; te juro que no me lo creeras.

Al saltar de rama en rama, para llegar a las vainas de descanso, not su corazn acelerado: el panorama se presentaba ominoso. Tom aire antes de saltar a la siguiente rama, tranquilizndose, seguro de que Kuchiki-taichou, con su lgica eficacia de siempre, sabra cmo resolver todo aquello.

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Norman estir los brazos frente al escritorio y luego, se frot los ojos; haba amanecido ya. Slo haba logrado dormir cuatro horas, pero no importaba; el enorme cansancio en su cuerpo y su corazn no desaparecera, de cualquier manera. Estaba revisando las notas en el PADD cuando advirti el ruido.

Flop flop flop.

Sacudi la cabeza sin hacer caso y se concentr en la lectura; dos especies mamferas, una acutica, tres de aves. Bien, muy bien; todos los datos grabados en las cmaras se correlacionaban con sus observaciones y las muestras.

Flop flop flop.

Qu carajo era eso? Mir al techo del bnker-cabaa, antes de escuchar el golpe del aterrizaje. Deba de haberlo reconocido; el aleteo inconfundible de un ikran. Jake saba muy bien cmo descender con gracia, as que indudablemente, era Max. Con cierto fastidio, se dirigi a la cmara de enlace y se recost en ella, sabiendo que el computador activara la secuencia. Se mir en el espejo, antes de salir al “jardn”; Max haba dejado sus cabellos rubios en el avatar y Norm no se entretena en peinarlos, ms all de mantener bien hecha su trenza de comunicacin; en ese momento, un beb orangutn de la Tierra, habra tenido un peinado ms decente. Su ropa estaba hecha una desgracia, pero la mantena todo lo limpia posible. Admir el desorden en la habitacin y trat de no pensar en lo que eso representaba, tom aire y abri la puerta, saltando al csped.

Quien estaba sobre el bnker no era Max, con Pallea, su ikran. Era un guerrero, evidentemente, pero Norm no recordaba haber visto a nadie as, jams, en ninguno de los clanes; la estilizada figura de todo Na’vi… cubierta de tatuajes tribales negros, el cabello de un rojo hiriente, trenzado como para una ceremonia, los ojos del mismo tono increble, el taparrabo frontal anudado de forma extraa, del mismo color de los tatuajes y un collar de comunicacin y un brazalete con un smbolo que l conoca, un smbolo terrestre!

Roku Bantai…

Por si fuera poco, el guerrero estaba hablando con su ikran -un animal igualmente extrao, totalmente negro- no verbalmente, sino a travs del sa’heylu. Norm se dio cuenta de que ellos ni siquiera lo miraban, entrecerr los ojos y decidi correr el riesgo.

—Okaeri nasai, senshi-san…

Renji se atragant y lo mir de inmediato.

“—Te dije que tocaras la puerta, idiota”

El teniente del Sexto Escuadrn se volvi hacia Yourichi y le mostr los dientes, separando el sa’heylu. Baj de un salto desde el techo y respondi en Na’vi.

—Te veo, Norm Spellman.

—No tengo la menor duda de eso Quin eres?

La descortesa fue patente.

—Me llamo Abarai Renji. Pero puedes decirme Renji; soy un Caminante.

Norman conoca perfectamente la leyenda. Mo’at haba insistido en que no se trataba de una leyenda, que los Caminantes vagaban por el Espacio entre los mundos, para regresar a los Espritus Perdidos al lugar donde el Tiempo naca y mantener as, el Orden entre todas las Voces. Por un momento, pens en no tomarlo en serio, pero nacan demasiadas preguntas en su cabeza como para descalificar las evidencias.

—Prubalo. Demustrame que eres un Caminante… y no un japons, de la Tierra, metido en un avatar como el mo.

El ikran posado en el techo pareci morirse de risa, cloqueando. Renji lo mir de forma asesina. Luego, se encar a Norm:

—No tengo una forma de demostrrtelo, no me creeras, Norm.

El cientfico se acerc al guerrero; lo primero que advirti fue que era inslitamente bello, la mandbula de lobo y el tatuaje en sus cejas. Sac su bistur del bolsillo y lo hiri rpidamente, en el brazo.

—Hey! No hay razn para eso! No vengo a hacerte dao!

La herida no sangr.

Norm abri enormemente los ojos. Hiri a Renji dos veces ms; slo aparecieron finas lneas en la piel de su pecho y abdomen, donde el bistur se hundiera, se borraron casi inmediatamente y luego, nada. Ni una gota de sangre ni evidencia de herida.

Antes de que pudiera hacer nada ms, el silbar de los dems ikran y el aleteo lo hicieron mirar al cielo; Jake, los tres cazadores de su escolta y… otro extrao.

…ste era diferente. Slo llevaba la trenza del sa’heylu y los negros cabellos sueltos sobre la espalda, retenidos por unos extraos adornos blancos; una bufanda -seda?- alrededor del cuello y el mismo anudado diferente en el taparrabo frontal. Colgando sobre su pecho, un collar aytiri, tejido en cuentas blancas y negras. La frase en cuentas negras era clara; Roku Bantai no Taichou. Capitn del Sexto Escuadrn. Norman hizo memoria; el otro kanji era un nombre propio Kuchiki? La sonrisa de Jake y su voz terminaron por desviar su mirada.

—Norm! Hermano!
—Hola soldado… qu andan haciendo por ac?

Los dos se abrazaron con afecto. Byakuya sonri y Renji no tard en colocarse a su lado. Hablaron, en voz baja:

—Nos entiende, capitn. Me salud en nuestro idioma.

Byakuya suspir, molesto. Urahara y sus ideas.
—Debimos habernos quitado las insignias —respondi a Renji, pensando una solucin rpida. Aunque si Norm les entenda, sera ms sencillo encarar la situacin con l.

—No te preocupes, Abarai. Ver de qu forma hablamos con l, a solas.
—S, capitn.
—Byakuya, no te olvides de llamarme por mi nombre.

Renji se limit a asentir. Jake hablaba en ingls con Norm; parecan estar discutiendo.

—Te crees que no conozco esos smbolos? Son avatares, son terrestres, como nosotros.
—Ests loco!
—Claro que no! Estudi en la Universidad de Tokio junto con Grace, tres aos del doctorado de biologa en ese maldito idioma, con un profesor que estaba loco y era un degenerado Cmo se llamaba el tipo se? Urahara! Nunca haba conocido a nadie que hiciera perder la seriedad a Grace Augustine y te aseguro que recuerdo al menos mil kanji!

Byakuya se adelant y alz una mano:
—Douzo yoroshiku, Norman-san —sigui hablando en el mismo idioma, ante el desconcierto de Jake. Los dems Na’vi no se asombraron; los Caminantes hablaban cualquier idioma.

Byakuya continu:
—Mi nombre es Kuchiki Byakuya… aunque seguramente, logr leerlo. Puedo decirle que estos cuerpos —se seal a s mismo—son avatares. Pero no como los que ustedes crearon.
—Entonces? —el enojo en Norm era patente.
Kuchiki no pudo evitar sonrer:
—Estos los hizo Urahara Kisuke, los llamamos gigai. Y los Na’vi nos conocen como Caminantes...

Urahara Kisuke? Norm lo mir, estupefacto. No poda ser. Respondi de forma seca:
—S de la Leyenda.
—Me alivia saber eso, porque as, podr entendernos mejor. En realidad, somos shinigami…

Shinigami.

Dioses de la Muerte. Custodios del equilibrio entre el mundo de los vivos y de los Muertos. Encargados de purificar la oscuridad en las almas sufrientes y de liberar a las que permanecan atadas. Dioses inferiores hechos de reiatsu, pura energa espiritual. Ordenados en ejrcitos, rangos y batallones, con diferentes poderes y tipos de magia, de acuerdo a sus dioses regentes. Norm recordaba la mitologa como si la hubiera escuchado ayer, bebiendo sake con Grace y Urahara, en un atardecer de invierno en Tokio. Solt la carcajada… hasta que se dio cuenta de que Byakuya hablaba en serio. El noble se volvi hacia Jake Sully.

—Hermano, quisiramos hablar con Norm podemos entrar a la cabaa? As, nuestros espritus descansaran un poco, fuera de nuestros avatares.

Jake salt, mirando asombrado al capitn: Norm tena razn.
—Quines… qu cosa son ustedes, Byakuya?
—Caminantes, Jake. Y usamos diferentes cuerpos segn el mundo al que lleguemos —puso una clida mano sobre el hombro del otro—te aseguro que puedes confiar en nosotros. Tu amigo necesita ayuda, slo Eywa poda llamarnos.

Byakuya confi en el entrenamiento grabado en el avatar. …l no era una persona tctil, ni siquiera con la ms cercana a l, Rukia. Sabiendo eso, Urahara haba diseado la pldora de “costumbres”, a modo de que no se les pasara ningn detalle. Le incomodaba, pero no ms que el gigai sobre su cuerpo o el sabor a almendras en el aire de Pandora.

Jake se vea dudoso.
—Cmo puedo estar seguro de eso?
Byakuya lo mir a los ojos:
—Ve al rbol. Habla con Grace.
—Ya lo hice! Ella no puede responderme!
—Por eso nos llam, Jake. Para encontrar las respuestas. Confiars en nosotros?

Jake dud dos minutos, luego asinti. Byakuya aadi:
—Nos veremos esta noche en el rbol Casa, hermano…

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Norman sirvi las tres tazas de lliquth; el mismo aroma y color del caf. Renji tirit un poco; aunque el clima dentro de la cabaa era confortable, no estaba acostumbrado a usar slo el fundoshi. Byakuya no pareca objetar. Norm los mir suspirando y les pas un par de batas de papel; al otro lado de la barrera, los tres avatares descansaban.

—Quiero creerles, capitn Kuchiki pero…
—Eywa se comunic hace cinco das con Urahara, doctor Spellman. Deme un minuto.

Byakuya sac su intercomm de la funda de Senbonzakura:
—Urahara, aqu Kuchiki.

La voz tard en llegar y la memoria de Norman no tard ni un segundo en aterrarse, porque la voz era la misma y el tono de burla no haba cambiado y a l… le constaba que Urahara Kisuke ESTABA MUERTO, ahogado en algn arrecife de Australia y l y Grace haban recibido la notificacin de la Universidad de Tokio y…

—No puedo imaginar que hayas tenido que llamarme, Byakuya.
—No hubo otra forma de que nos creyera.
—Djame hablar con l…

Desde la diminuta pantalla, la imagen del rubio y despeinado ex capitn de la Doceava Divisin sonri a su antiguo alumno.
—Hola, doctor Spellman, tan escptico como siempre?
—No s que se traen ustedes o qu cosa son pero…
—Hiciste trampa dos veces en el examen de citoqumica, con el doctor Satoshi, Norm. Estabas enamorado de Risako-chan y ella apost con sus amigas dos botellas de sake que lograra seducirte. Lo logr y Grace te dio una paliza por no tener cuidado con las chicas. El decano iba a expulsarnos a Grace y a m y t te echaste la culpa por el incendio. Hablas diez idiomas y eres un tmido enfermo que no puede hablar de sexo…

Norm estall:
—Y usted, doctor Urahara, es la persona ms poco seria que he conocido! Siempre tomaba a broma todas nuestras investigaciones y haca perder el tiempo a la doctora Augustine! Cmo es posible que mezclara su coleccin de hentai en la Biblioteca Central? Adems…

Y, en ese momento, Norm se dio cuenta de que, efectivamente, estaba hablando con Urahara Kisuke, doctor en Biologa, Reflectancias, Gentica y quin sabe cuntas cosas ms. Se llev una mano a la frente. Urahara solt la carcajada:

—Creo que con eso basta, Byakuya. Pueden explicarle, con precisin y calma, por qu estn ah? Haz lo posible por no llamarme; perturbamos demasiado el reiatsu reinante.

Kuchiki asinti y cerr el intercomm, volvindolo a su funda. Mir a Renji y ste termin su taza de un sorbo, sonriendo. Abarai era menos intimidante; una de sus enormes manos cay suavemente sobre el hombro de Norm… y por alguna razn, ste se sinti atravesado por aquellos ojos de lobo, tan profundamente rojos, del mismo tono salvaje de sus cabellos, sueltos ahora, fuera del avatar…

Cmo se sentira… tocarlos, acariciarlos, quedar envuelto en ellos?

Contuvo la respiracin, borrando la imagen de su mente, de inmediato, sintiendo culpa y el dolor de siempre, retornando. No pens que el impasible noble frente a l haba notado el salto en su reiatsu.

—Y bien, doctor Spellman? Por dnde quiere que empecemos?

Norm se apart de Renji y fue por el PADD. Metdico como siempre, listara cada pregunta…
Notas finales: Por fin, la versión ya revisada y todo por mi Beta. Escuchando Gravity, de Vienna Teng ... porque todo acabará por ponerse en su sitio. Mientras edito, Paco Suriña, de la página de cf de España, me avisa que Boris Strugatsky -"Los Gatos de Pandora", premio Andrómeda 1981- no tiene la intención de demandar a Jim Cameron, por haber utilizado un chin... montón de su propia historia. Al fin resulta que los autores pueden hacer cualquier cosa...y los fanfickers no? ¡Joder! Así andá el mundo...
Saludos a Jean, Jane o como sea que se llama la piba.

Namasté. FantasmaAlineal/Kitsune Gin.

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