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Lágrimas de Cianuro por kitsune gin

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Notas del capitulo:

Sí, es na'vi. Pero tenía que usar ese truco o sabríais de quién se trata. El glosario, al final. Mil gracias anticipadas por su lectura. Para variar, sólo el texto y la idea me pertenecen. Ni la música ni los personajes ¡Ni la mística siquiera! XDXDXDXDXD.

al fin, corregido y beteado.

Soundtrack; “Becoming one of the People, becoming one with Neytiri”, Avatar OST y “Beautiful songs you should know” de No-Man, álbum “SchoolyardGhosts”


6.- “Ean Sevin Txantsulam…” “…Cuando un relámpago ilumina la noche y con su azulado resplandor muestra lo que las negras nubes ocultaban, así raramente… pensamientos virtuosos, breves y pasajeros, se elevan en el mundo" Bodhisatvacaryavatara. Shantideva. Byakuya Kuchiki estaba consciente de que las cosas debían marchar MAL, pero no a ese extremo. De vuelta en el Árbol Casa, Renji tenía una deuda que pagar a Max y a su mujer, mientras Jake hablaba con Mo’at para preparar el entrenamiento de Norm y así, por fin, Renacerlo en el Clan. La persecución del antílope no fue todo lo difícil que el teniente creía, y menos acompañado de Testau y Lapo, cazadores expertos. Se convirtió en problema cuando se presentó el Thanatos y apenas si los tres lograron salvarse, dejando a un Renji atado en las enredaderas y mucho más mal herido de lo que todos esperaban. La conmoción en el Árbol Casa fue impresionante. Se suponía que Renji regresaría con una o dos heridas y no cubierto enteramente de ellas, sangrando por todos lados. La ira de Byakuya fue verdadera ¿Cómo era posible que su teniente no hubiera tomado la menor de las precauciones? Se acercó a él, de un salto, furioso y sacó a Senbonzakura de su funda. Swisaw, quien intentaba curarlo, de inmediato se apartó del caído shinigami. Mo’at detuvo al noble, el cabello negro revuelto alrededor del kenseikan. —¿Qué le harás, Caminante Blanco? Byakuya se llevó la mano izquierda al pecho y arrancó su insignia. —¿Puedes verlo, Dama Dragón? ESTO no es como yo; está vivo… Los Na’vi reunidos se horrorizaron cuando Byakuya se cortó la palma de su propia mano y la fina línea se cerró, sin sangrar, demostrando que estaba muerto. Kuchiki rugió, mostrando los filosos caninos hacia su teniente y saltando sobre él, alzando a Senbonzakura, listo a cortarle el cuello. Testau y Lapo soltaron la camilla de enredaderas y el adolorido cuerpo de Renji se deslizó hasta el piso, abriendo apenas los ojos. Por Kami, pensó Byakuya, de veras mereces que te mate a palos, Abarai. Rugió: —Impuro, Abarai Renji… no hay Caminantes que sangren… lu tikawng! Antes de que pudiera continuar Jake lo detuvo y le arrebató el largo katana. —…ste no es tu Clan, Caminante Blanco… Kuchiki reviró, iracundo; nadie tocaba a Senbonzakura. NADIE. Tuvo que controlar su propio reiatsu y recordar que todo aquello era una pantomima y que Jake no tenía idea de lo mucho a lo que se había atrevido. —Esta no es tu justicia, Jake Sully. Jake tiró a Senbonzakura hacia un lado y sacó su propia daga, amenazando al noble shinigami y tirándola después, en el gesto de “paz entre dos”. —Convengamos que es así… Abarai no puede ser un tikawng. —No pertenece a los nuestros —respondió un arrogante Byakuya. —Entonces, será de los míos, si él quiere y tu lo aceptas, Ti’ran Terkup, …l,QueCaminaDespuésDeMorir… Mo’at se acercó, despacio y con sus dedos, saboreó la sangre de Renji. Sus finos sentidos espirituales le confirmaron lo que ya “había mirado”; que el Rojo era noble y de corazón fuerte y merecía ser probado. Quizá fuera tan fuerte como el mismo Jake. Además, siempre necesitaban cazadores. —Jake Sully, Byakuya el Caminante Blanco ¡Deténganse, en nombre de Eywa! Los dos miraron a la sagrada chamana. —Norm Spellman ha solicitado a nosotros, Omaticaya, formar parte nuestra. Si tú no quieres a Abarai, Byakuya, Omaticaya lo tomaremos. Los dos pueden ser curados de su locura. Nosotros tendremos dos cazadores nuevos y así, el honor de los Caminantes quedará limpio. Byakuya recogió a Senbonzakura del piso arenoso y la clavó en él, levantando una ola de reiatsu que los Na’vi reunidos y la misma Mo’at lograron sentir. —Miro tu propuesta con justicia, Dama Dragón. Mi deber es arrebatar la oscuridad que está infectando Utral Almok’riyä y será un trabajo delicado… Mo’at sonrió y se acercó a Byakuya, acariciando su pecho. —Deja de actuar como un niño estúpido, Byakuya’evi… tú curarás nuestro Árbol de Voces. En tanto, Renji el Rojo entrenará y se volverá un hombre, al mismo tiempo que Norm… Jake hizo una leve reverencia. —Mo’at, solicito respuestas ¿quién se hará cargo de entrenarlos? La sacerdotisa sonrió levemente, miró a Neytiri, su hija y ésta asintió. —Ella los llevará. Ean Sevin Txantslusam… Byakuya hizo un repaso veloz del vocabulario Na’vi. “El que es hermoso, sabio y azul”. ¿Qué podría significar, siendo de ese color todos los Na’vi? -0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0 Norm siguió cosiendo, disgustado, la máscara empañada. —¡Carajo, Renji! ¿En qué estabas pensando cuando el Thanatos te atacó? Renji no necesitaba la máscara para respirar; para él, daba igual estar dentro o fuera del avatar. Y si quisiera, podría irse a dormir. Un mucho de arrepentimiento y un tanto de curiosidad se lo impedían. Norm tendría que componer el avatar lo más posible y hacer que se recuperase de sus heridas pronto. El diminuto botiquín que Urahara les obligase a llevar había ayudado en algo, regenerando la mayor parte de la piel. Pero ambos sabían que tenían que dejar heridas recosidas y abiertas o los Na’vi sospecharían. Mientras Renji estuviera fuera del avatar, no sentiría dolor. Una vez dentro, tendría que soportarlo, junto con el entrenamiento. —De veras lo siento, Norm… yo… —-Pásame ese trozo de seda, eso es, tira de ella con cuidado ¡Con cuidado! —Norm cortó el hilo—Listo, parece que ha quedado bien. Ayúdame a meterlo al tanque para que se recupere totalmente. Cuando terminaron, volvieron a la cabina. Renji obedeció, sin decir palabra, aunque su cabeza estaba llena de preguntas. —Norm, ¿qué es Ean Sevon?… —Ean SEVIN Txantslusam, Renji. El pelirrojo se rascó la cabeza. —Eso ¿Qué es? —“Quien es”. Un chamán, vive en las Montañas. Es un nómada —Norm destapó dos botellas de té de Saszen helado—; nunca lo he visto. Los Na’vi hablan poco de él; es una especie de… consejero entre los otros chamanes. Que yo sepa, sólo ellos tienen derecho de “mirarlo”. Si Mo’at quiere que lo busquemos, es porque nuestro entrenamiento seguramente será diferente al que usaron con Jake. —¿Por qué? —Por lo que hizo tu capitán contigo. Si tú lo engañaste y le hiciste creer que podías ser un Caminante, tendrás que pasar pruebas mucho más duras que las de un cazador normal, para devolver el honor a tu propio Clan. —¿Y tú? Norm suspiró. —Para serte franco, no tengo idea de lo que harán conmigo. Esperaba que Lapo me entrenara —hizo una pausa impaciente—¿No te cansas de tus cabellos? ¡Mi Dios! Eres peor que Jake… El científico fue a la pequeña ducha y trajo el cepillo, comenzando a peinar los largos y enredados cabellos de Renji. …ste estaba agotado; entre la persecución y el dolor por las heridas, las manos de Norm sobre sus cabellos, cepillando éstos y separando los nudos, con cuidado, lo hicieron relajarse, en más de un sentido. “Ni siquiera Rukia me ha tocado así, sin lastimarme o regañarme… qué bien se siente ¿Habrá hecho esto Norm con Tenzi o como quiera que se llamaba su cazador? Qué raro debe ser querer huir de tu mundo y cambiar tu cuerpo por uno distinto ¡Que extraño amar a un ser que no se parece en nada a ti! Bueno… tal vez no sea tan extraño. Se supone que Inoue-chan amaba a Ulquiorra y él, era un arrancar, un monstruo…” suspiró, felizmente. Y no tardó en arrepentirse. De inmediato Norm dejó de acomodar y peinar sus cabellos. Renji se volvió a mirarlo —Hey, ¿Qué te pasa? Norm no respondió, turbado. Renji lo tomó por la muñeca. —Piensas en él todavía, ¿verdad? El científico no afirmó ni negó. Se limitó a acercarse a la ventana. Renji no supo qué contestar; aunque siempre había sabido que tenía preferencia por ambos géneros nunca se había enamorado de nadie de aquella forma, como para sólo pensar en él –o ella- y cuya pérdida lo dejase tan herido que no soportara vivir. Ni siquiera cuando había perdido a Rukia le había acontecido algo así; su tristeza y rencor habían sido profundos, era cierto. Pero el tiempo le había enseñado que ella era su amiga, su hermana menor y no más ¿El resto? –Matsumoto, Hisagi, Ichigo- aventuras de una noche de sake, desquitar la adrenalina de una batalla con un colega, un adolescente confundido, etcétera. Renji repitió lo que había hecho la primera noche con Norm; tomarlo entre sus fuertes brazos y dejarlo llorar. Ni siquiera se dio cuenta cuando los labios de ambos se unieron, por lo natural del gesto. Norm se separó de él, aterrado; Renji sonrió, abrazándolo de nuevo. —Todo saldrá bien, Norm… como tu gente dice, Eywa proveerá —besó su mejilla, la ternura que el rubio provocaba en él era irresistible—. Vayamos a dormir, ¿neh? Será un día tremendo, mañana… -0-0-0-0-0-0-00-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0- Kuchiki controló a ShiroToruk en el último giro; nunca habían subido tan alto en la atmósfera de Pandora y había tenido que reajustar su gigai/avatar. Renji traía consigo a Norm, en la espalda de Yoruichi; la diosa de la Velocidad no parecía tener ninguna queja… aunque no dejaba de sonreír, maliciosamente y, de vez en cuando, bufaba hacia Byakuya. Jake los guiaba, junto con otros tres cazadores y Neytiri, sobre Saszen, llevando a Mo’at consigo. Ik’nimay’a -las Montañas Flotantes- se movían de acuerdo a la voluntad de Eywa y encontrar al que buscaban no sería cosa fácil. Mo’at les hizo una seña y se posaron en lo que parecía ser la más alta de las montañas; la chamana bajó de un salto, asombrando a los shinigami. No era una joven y sin embargo, no era menos fuerte que su propia hija. Mo’at se inclinó y juntó las manos, meciéndose despacio, cantando algo en profunda voz baja. “Ean sevin txantslusam, y’ oeng Na’vi pawm ayng’a” “Tan azul, tan hermoso y sabio, nosotros, el Pueblo, te llamamos” El rugido sorprendió a todos. Porque lo que bajó de la altísima roca, casi fuera de la atmósfera, no era un Na’vi y tampoco un humano. Su piel era de un blanco pálido, rayada en azul claro; llevaba el negro cabello suelto, en dos mechones caídos a los lados del rostro, la trenza del sahey’lu larga como su cuerpo y sus ojos eran de un azul tan intenso como la piel de los otros Na’vi. Pero no tenía propiamente manos; aunque su cuerpo era humanoide, la parte superior parecía mezclada con un ikran, las alas con una sola garra, sobre los hombros y las alas inferiores, alargadas y deformadas, brazos terminados en sólo tres dedos. Pero, lo que dejó a Byakuya y a Renji asombrados, fue el símbolo tatuado en el pecho del extraño ser. Una cruz de cinco puntas. Una cruz QUINCY. Su cabello parecía empapado –la humedad reinante, la altura de las nubes- y Byakuya no pudo evitar recordar el otro significado del nombre de los Ishida. Ametatsu. “Dragón de la lluvia”… Mo’at se inclinó, tocando su frente con ambas manos y comenzó a hablar en algo que parecía un dialecto del mismo Na’vi, sólo que más antiguo y que Byakuya descifraba sólo en trozos. El ser no articulaba bien las palabras y hablaba mucho con las manos, alternando las frases y vocablos con silbidos y pequeños rugidos animales. Sin duda, un Antepasado, uno de los Primeros Cantores. “Qué haces aquí, pequeña mía de las Flautas Azules? “Oh hermoso, estos son ‘tsko 'swi.zaw, Renji el Rojo y Norm Spellman, de los Caídos del Cielo” “Nada tengo que ver con ellos. Ti’ran Terkup. Caminantes, enemigos de nosotros, los Txantslusam. El otro, lleva la oscuridad. Habría que matarle, Mo’at. Me perturban tus necias palabras” “La sangre del Rojo sabe a bravura y a nobleza, Ean. La de Norman, a valentía e inteligencia. Sólo tú puedes dirigir sus pasos” “ ’Tsko ‘swi.zaw? ¿Cómo lo sabes?” “El Arbol de Voces lo mencionó… llamamos a los Caminantes para que lo curasen. Sabemos de la oscuridad en el espíritu de Norm Spellman, Ean” El ser mitad dragón y mitad Na’vi pareció reír. Sólo entonces, Byakuya se dio cuenta de que su estatura era casi la de un humano y no la de un habitante de Pandora; se preguntó cuál sería su edad, ya que ésta no era notoria. “No es una prueba para cobardes, Mo’at de las Flautas Azules” “No lo es, Ean. Sólo tú puedes decidir” “Prefiero la soledad y la lluvia; tus palabras son molestas como picadura de medusa” “Es mi ruego, Ean. Norm Spellman es hermanodetierra de Jake Sully” El ser alzó la vista, se acercó y tocó con una de sus manos-garras el hombro de Jake. …ste tragó saliva. Renji sintió que se le ponían los pelos de punta, la ola de reiatsu casi aplastándolo; en la muñeca, el ser llevaba una pulsera tejida, de plata, llena de cruces de cinco puntas. No podía ser una coincidencia. “Yeiksully fue quien llamó a Eywa” “Así es, Ean” “Si Ella lo eligió, nadie soy para negarme a sus órdenes, Mo’at. Yo los forjaré. Arco y Flecha. Y sabes lo que ocurrirá si fallan” “Si tu decisión es asesinarlos ¿Cómo podríamos evitar nosotros ese merecido?” “Si son tan bravos como dices, resistirán. Vete ahora…” -0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0 Urahara agitó el abanico, frente a él, sorbiendo el té con calma, sus verdes ropas del Ningenkai tan cómodas como siempre, esperando que el joven quincy frente a él reventara de impaciencia, después de escucharlo. Uryuu murmuró para sí. —Tan lejos… y aún viven. Kisuke dejó que el sombrero de rayas cubriera sus ojos y sonrió, como siempre lo hacía. —Oi, Ishida-kun, no te miro sorprendido ¿Te gustaría ver las pruebas? Ishida asintió, rápidamente. Urahara insertó una pequeña píldora en algo que parecía otra caja de dulces. Uryuu se puso en pie frente a la imagen… y sonrió. Mayuri, envuelto en su gigai, no perdió el tiempo. —¿Quién es, quincy? ¿Lo conoces? Ishida miró con desprecio al capitán shinigami y se ajustó los lentes, antes de seguir hablando: —Uno de los más antiguos, cuando todavía no tomábamos forma humana. Un Dragón de Lluvia —sonrió, con ternura, al mirar en el pecho del ser, la misma marca que él llevaba—. Nunca pensé que me tocaría ver uno ¿Dónde lo hallaron? ¿Por qué tienen esta grabación? Urahara suspiró, calmadamente, mientras le contaba todo al joven quincy. El rostro de Ishida reflejó curiosidad. —No comprendo para qué me quieren, Urahara. —Es muy sencillo, Ishida-kun. Nuestros traductores no alcanzan ese rango de na’vi; es un dialecto muy antiguo, se habla mucho con las manos y de forma parecida al kung terrestre. Si Renji va a estar con él, queremos que sepa qué está diciendo… Ishida miró a ambos científicos, con los ojos desorbitados. —¿Quieren decirme que no son capaces de dominar su lenguaje? —soltó la carcajada—¡No puedo creerlo! Sólo es el idioma de Arco y Flecha ¿Me permite, Urahara san? —sacó su laptop de la bolsa cosida a mano y tecleó en la computadora. Lascaux, las huellas del Paleolítico, en las antiguas grutas; las manos en rojo y blanco, cubriendo toda la pared, en diferentes señales, las marcas de puntas de flecha, el perfil de los cazadores. Uryuu comenzó a hablar: —Después de la lanza y las pedradas, el arco y la flecha fueron antecesores de la espada. Y consiguieron algo que los demás no habían logrado; que los humanos comieran carne y ello, aumentó el tamaño de sus cerebros y los volvió más inteligentes. Los mejores cazadores formaron ese Clan, el primero de Destructores. El poder espiritual vino después, cuando aún teníamos contacto con el equivalente de Eywa, Gea, nuestra propia Tierra. Y, donde hay Destructores, SIEMPRE ha habido shinigami; ustedes son anteriores, porque son dioses y están muertos. Pero nosotros somos de carne y hueso, Urahara-san. Nuestra capacidad de absorber partículas espirituales muere con nosotros: durante mucho tiempo, equilibramos el contacto con Gea, eso, en nuestro mundo. Pero hay de los nuestros en muchas otras partes… mi abuelo me enseñó eso—Uryuu sonrió—, sólo que nunca había tenido una oportunidad de verlo. Urahara asintió, terminando su té. —Uryuu… tengo un avatar para ti ¿Te interesaría comunicarte con tu antepasado? Ishida Uryuu se quedó con la boca abierta, sin saber qué responder: —¿Tendré que… ir a Pandora? —tragó saliva. Urahara negó con la cabeza. —Hay una forma en la que podemos hacer el sahey’lu desde aquí. Uryuu levantó una ceja. —Con todo respeto, Urahara-san, ustedes nunca hacen nada gratis. Y yo no trabajo para los shinigami. El científico no dejó de sonreír. Bastardo, pensó Uryuu. —Digamos que no te estamos pidiendo ayuda, Ishida-kun. Prefiero pensar que puedes pedirle a tu antepasado de otro mundo, que nos dé una mano con Norm Spellman y así, no se nos desatará un infierno hollow en lo que ahora es un pacífico paraíso ¿Qué te parece? Los Destructores se llevarán todo el mérito, en realidad. Los dos sabemos que Renji no necesita del Renacer… pero Norm debe lograr ser aceptado como es. Ishida se subió los lentes, de nuevo. —Es hacer trampa, Urahara-san. Ustedes no deben intervenir en la historia… —Ustedes lo hicieron primero, Destructor. Ustedes enseñaron el Arco y la Flecha a los hombres y cambiaron todo el curso de la civilización… no me salgas con prejuicios ahora, jovencito. Ishida Uryuu lo pensó por unos momentos; su orgullo quincy lo impelía a negar su ayuda a los shinigami. Su misión como Destructor lo obligaba a salvar del Mal a todas las criaturas. La oportunidad de hablar con uno de los Primeros era única. —¿Qué es exactamente lo que requieren, Urahara-san? Dang, pensó Kisuke. Había caído, como Grace, como Norm y como todo humano desprevenido, pese a ser notoriamente poderoso… tsk. Sólo faltaba arreglar detalles. -0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0- Ean si acaso, le llegaba a los codos a Renji y no por eso, era menos imponente que su capitán. Tanto él como Norm llevaban sólo su pequeño morral de caza, junto con sus arcos y flechas. Con una sola mano, Ean les había hecho seña de que callaran y quedaran quietos, mientras la alta niebla humedecía sus rostros y la montaña sobre la que estaban en cuclillas, se movía, muy lentamente… —Abarai —rememoró la plática con su capitán—no cometas estupideces. Ninguna. Obedece a sus órdenes y cuida de Norm, hasta donde puedas. Si no lo logras… —Lo sé, Taichou. —Evítalo hasta donde sea posible. He revisado el Árbol de Voces y hay trechos que se están iluminando de nuevo, es buena señal, ya que Norm puede hablar de lo que le ocurre, al menos con nosotros. Pero no bastará. —¿Cree que tengamos que… ? —No estoy seguro. Urahara tiene un plan, así que mantén tu collar y el intercomm listos; él te lo hará saber. Renji dudó unos minutos. Pero tenía que preguntar: —Taichou…Ean, este ser ¿Es un quincy? Byakuya dejó perder su mirada en el horizonte. —Donde hay shinigami, hay quincy, Renji. Es parte del equilibrio; parece un quincy. Su reiatsu… es inidentificable. —¡Pero lleva la marca, las cruces, todo! Byakuya asintió gravemente y no añadió una palabra más. Renji volvió a la realidad cuando el zumbador de su intercomm se activó. Maldita la hora para que a Kisuke se le ocurriera llamar. Antes de que Renji lograse hacer nada, Ean saltó sobre él y con una sola de sus garras, en la punta del ala, le quitó el aparato mientras con sus rudimentarias manos formaba un arco azul, UN ARCO DE ENERGÍA ESPIRITUAL CON SU FLECHA y lo apuntaba a su cuello, rugiendo y mostrando sus blancos caninos. Norm había saltado hacia atrás, aterrado por el repentino ataque. La voz de Urahara. -Renji, responde, ¿estás ahí? Ean escuchó y, con su otra garra, extendió su sahey’lu, envolviendo el intercomm en el aparato. La imagen se forjó dentro de su mente. Otro Destructor, como él. Con un cuerpo falso, como el del Rojo y el de Norm. Más allá de Polifemo y de Pandora y de los Tres Soles Cambiantes y de todas las demás estrellas. Otro con sus marcas y tatuajes, otro con el arco azul y la muñequera de cinco puntas. Otro, que sonreía como él. Ese Otro se llevó la mano al pecho y dejó caer sus largos mechones, idénticos a los de Ean, a lo largo de su rostro. Y luego, comenzó a mover los dedos, las manos, el rostro, tocando diferentes partes de su cuerpo; las cejas, los hombros y hablando en una serie de silbidos y gruñidos leves. “Te veo, Sabio” Ean dudó por instantes. “Quién eres, muyjoven?” “Otro como tú. Los que forjarás son mis amigos” “No somos amigos de los Caminantes. Y el otro bien puede morir” “He aprendido de ustedes, Sabio. Si el que estáenoscuridad muere, la pena de Eywa no podrá ser detenida” “Nadie sabe eso. Ni siquiera Eywa misma” “Ella llamó a los Caminantes” “Mo’at me pidió que los forjara Arco y Flecha. No será mi culpa si no resisten” “Por eso estoy aquí, llamándote desde más allá de las estrellas, Sabio. Nos enseñaron a evitar el mal oscuro que destruye, que forma monstruos de fondo negro. Los que son como tú nos enseñaron a cantarlo, a danzarlo frente al fuego” “Sé concreto, muyjoven ¿Qué quieres?” “Fórjalos como lo harías con uno nuestro” “Si fallan…” “No fallarán, hermoso Sabio. Pero si lo hacen, deja que los Caminantes los lleven consigo” “Tus palabras son necias, muyjoven. Mi misión será destruirlos si fallan” “Cierto es que soy necio y mis afectos, variables como el viento, Sabio. Pero fui forjado como tú” Uryuu tocó la cicatriz de su pecho. Ean asintió, despacio. “No sé qué hay de especial en una o dos almas que podemos salvar de la negrura, muyjoven, pero Mo’at también insistió en ello” “Mis razones son distintas” “Tus razones son molestas…” Uryuu sonrió y Ean también. “Es virtud de un Destructor la paciencia, Sabio Azul” “Y de un joven, la terquedad. No hay promesas aquí… pero puedo ceder a los Caminantes a sacar su propia basura de éste lugar” “Mi gratitud…” “No se agradece lo que es lógico, muyjoven” “¿Te veré otra vez?” “En tu corazón. En el mío. No es propio de nosotros el apego profundo, muyjoven. No hablamos tanto. Vete ya” Uryuu soltó la trenza del sahey’lu unida al comunicador y cayó medio inconsciente en brazos de Urahara. Comenzó a reír, como si estuviera drogado, haciendo difícil manejar el avatar en el que estaba metido. —¡Kamizen! ¡Increíble! ¡Mi abuelo se sentiría emocionado! —Uryuu no podía detenerse; el contacto con su Antepasado al parecer lo había puesto eufórico—Urahara-san ¿Me dejarás ir a Pandora alguna vez? ¡Di que sí, por favor! ¿Te das cuenta de lo mucho que me falta por aprender? ¡Sabe cómo hacer un arco del reiatsu que obtiene del rocío que cae sobre él! ¡Apenas tiene que concentrarse! Yo… Cayó desmayado. Mayuri le mostró la jeringa vacía a Urahara. …ste apuntó a la grabadora y Kurotsuchi asintió. Tsk, pensó Urahara. Una desgracia que hubieran entrampado al anciano quincy… pero sólo así, les permitiría tomarlos, en caso de que todo saliera mal. —¿Qué hago con él, Kisuke? —Nada perverso, mi querido amigo —señaló uno de las Cámaras de Enlace —, sácalo de ahí y llévalo a descansar—suspiró—; tendremos que darle muchas explicaciones cuando despierte…
Notas finales:

el ¡Kung es el idioma que hablan los bosquimanos del Africa suroriental; para pronunciarlo, tenéis que hacer el sonido de "tsk" con los dientes y luego, decir koong. El Idioma Primordial que habla Uryuu con Ean, está basado en la misma estructura y es más señalizado, onomatopéyico y táctil, que hablado... igual que nuestros antepasados monos XDXD

Glosario de Na'vi
Testau; Listo
Lapo: Valiente
Tikawung; demonio
Ti'ran terkup; aquellosquecaminandespuésdemorir, Caminantes, shinigami
Utral Almok’riyä: Árbol de Voces
Ean Sevin Txantslusam; lit. "de rayas azules, hermoso, sabio"
Byakuya'evi; el equivalente, en na'vi a Byakuya-bo XD
ShiroToruk; un mestizaje evidente, shiro, blanco, Toruk, la última sombra. Ultima sombra blanca, el ikran de Byakuya es blanco con negro
Saszen; Flores azules. Se dejan secar y se hace té con ellas
Ik'nimaya; se lee ika ni maia, Montañas Flotantes, las Hallellujah
‘tsko 'swi.zaw; literalmente "Arco y flecha".

Omaticaya; Clan de las Flautas Azules. Cuando Uryuu se refiere a "cantar" quiere decir "hablar" o "predicar" y cuando se refiere a "danzar" quiere decir "actuar" o "atacar".

Mil gracias por su paciencia, reviews y lecturas. Namasté. Kitsune Gin. p.d. para Aphrodita san; NO. En este fic, no dejaré que Mayuri le haga nada a mi muyjoven quincy, neh? ¡Ni lo sueñes!


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