Había llegado el día decisivo. El día en que quisiera o no volvería a verle a la cara. Volvería a enfrentarse a esos sentimientos enterrados, que aun y estando por tanto tiempo abandonados, no habían dejado de atormentar a Tom ni un solo día.
¿Con que cara volvería a mirarle? ¿Podría contener su rabia? ¿Le iba a dirigir la palabra?
Sin duda se estaba rallando demasiado.
Se echo agua bien fría en al cara para despejarse del todo. Era un día importante para el equipo. No iba a fallarles.
-Buenos días Tom -Callahan hablo desde la cocina.
Tom seguidamente salió del baño y fue hacia allí.
-Buenos días. ¿Qué tal has dormido?
Philip le sonrió. Tom fue hacia él y le dio un suave beso en los labios.
-Bastante bien. Pero ahora mucho mejor.
-Me alegro de que estés aquí conmigo. Precisamente hoy, te necesito más que nunca.
-De ahora en adelante así será -no solo le entusiasmaba estar con Tom, el saber que era su apoyo y que gracias a él había vuelto a sonreír , le dejaba más que satisfecho -¿Se puede decir que estamos saliendo? -pregunto sin estar muy seguro de cual era su papel.
-Philip….quiero ir despacio -afirmo incapaz de mentirle.
Sí, le gustaba Philip. Sí, le atraía. Era un chico extraordinario. Y precisamente por la estima que sentía por él, no quería engañarle , actuando como nada pasase. A pesar de que Callahan era ajeno a lo que había tenido con Oliver y que ya era agua pasada. Iba a ir siempre con la verdad por delante.
-Yo necesito tiempo.
-Vale, lo entiendo. No te preocupes -comento tomando sitio en la mesa -¿Vamos a desayunar?
Estuvieron desayunando tranquilos , hablando de cosas deportivas y algún que otro cotilleo hasta que fue hora de partir.
Cuando llegaron al estadio ya había una inmensa expectación. No solo porque se estaban disputando partidos importantes, sino porque hoy era el día en que Staky, un nuevo equipo revolucionario liderado por el gran jugador Oliver Atom debutaría en Japón.
Tom se reunió con su equipo en la sala en donde solían reunirse para hablar antes de los partidos.
-A nosotros no nos toca jugar hasta la tarde. Lo mejor que podemos hacer es ir observando los partidos que vayan aconteciendo. Eso nos puede ayudar a recopilar información esencial. Cualquier detalle insignificante es el que luego nos puede separar de la victoria o de la derrota.
-¡Esta claro que vamos a ganar! -dio Lenders seguro de si mismo.
Tom le miro de reojo.
-Me gusta esa actitud. Pero con solo decirlo no bastará. ¡Tenemos que luchar!
-¡Sí! -gritaron al unisono.
Tal y como les había indicado su capitán, todos los del equipo se fueron a observar los partidos. Philip se quedo al ver que Tom no les seguía.
-¿No vas a venir? Pensaba que querías mirar como jugaban por ti mismo.
-No me hace falta -sentenció más seco de lo que pretendía -Si voy y veo el partido de ese imbécil me voy a alterar y lo que menos necesito en estos momentos es eso. Necesito estar sereno. Con la cabeza despejada.
-¿Con "ese imbécil" te refieres a Oliver? -Tom no le contesto -No quiero meterme más de la cuenta en tus cosas pero...¿Crees que si al final nos toca enfrentarnos con ellos, va a ser una buena idea que lo hagas con esa actitud? Tienes que separar tus resentimientos del juego.
-Sé lo que me hago Philip -volvió a contestarle borde y fue entonces cuando el otro se molesto.
-Vale, vale. Ni que yo tuviese la culpa.
Tom al darse cuenta se echo las manos sobre su cara negando con la cabeza.
-Soy un idiota -susurro en voz alta -No me hagas caso.
Callahan fue hasta él y lo abrazo, estrechándole con fuerza contra su pecho.
-Tienes mucha tensión encima, eso es todo.
-Eres tan comprensivo. Gracias -dejo que los brazos de Callahan le diesen la calidez que necesitaba.
-No tienes que dármelas. Ya te dije que iba a estar aquí para ti. Y siempre que me necesites, solo tienes que decírmelo.
Al separarse fue Tom quien tomo la boca de su compañero y ambos se besaron intercambiando sus salivas.
-Ve tú. Yo estaré un rato por aquí, luego iré a dar unos tiros al césped que hay al otro lado.
-Como quieras. Si cambias de opinión y quieres venir , ya sabes donde estamos.
Callahan se acabo yendo no sin antes guiñarle un ojo de complicidad.
Debía ser un sueño. En serio ese chico era una maravilla. Atento, comprensivo, complaciente, cariñoso, guapo...y se quedaba corto al describirle. Aun así ¿Por qué sentía esa extraña sensación de no poder corresponderle del todo? Se sentía mal por ello , ya que Philip merecía todo el amor del mundo y parecía que él no era capaz de dárselo. En el fondo sabía quién era el culpable de ello.
Al salir de la estancia y en un fugaz destello le vio. Sin duda era él. Había cambiado físicamente pero pudo identificarlo. Algo en su interior se removió y le dio un vuelco todo su ser. Guardo la compostura y simplemente se mantuvo firme. Los chicos del equipo de Staky pasaron por su lado sin siquiera reparar en él. Oliver lo hizo. Paro a su lado, dejando que los demás se adelantasen.
-Cuanto tiempo -hablo haciendo que millones de flashbacks e imágenes pasadas recorrieran la mente de Tom.
Su voz no había cambiado demasiado. Quizás estaba un poco más grave por la edad.
-Me alegro de verte -alego de forma neutral. Su tono de voz no dejaba entrever nada fuera de lo común -Hemos estado mucho tiempo sin hablar.
A ojos de Tom hablaba como si nada hubiese pasado, cosa que hizo crispar sus nervios e inmediatamente le corto de forma muy brusca.
-Ni falta que hacía. Yo no tengo nada que hablar contigo -se podía palpar en cada palabra que decía su rabia.
-Veo que a pesar de todo la situación sigue siendo la misma.
-Te equivocas. Todo ha cambiado. Yo he cambiado. Ya no queda nada de ese niño infantil al que dejaste tirado -no había querido decir eso, pero al final y sin pensar había acabado soltándolo.
-Ya veo -la cara de Oliver cambio a un semblante más serio al percatarse de como le había hablado su antiguo novio y compañero de equipo.
Cierto era que nada había terminado bien. Que por decisión propia pero sin querer que todo acabase de esa forma se fue y a partir de ese momento todo se desbordo y no pudo volver a recolocar lo que un día se descompuso.
-Espero que no sea la última vez que te vea -acabo diciendo volviendo a retomar la marcha y dejando a Tom solo.
Tom apretó sus puños. ¿Como podía estar tan tranquilo mientras él no paraba de sentir rabia y más rabia? ¿Por qué él tenia que seguir sufriendo? Sí, sufría. Lo había hecho desde entonces. Nunca le perdono su abandono. Y había estado arrastrando aquello desde entonces. Aún hoy.
¿Por qué simplemente no lo dejaba pasar? No. Definitivamente no podía.
Estuvo por un buen rato intranquilo, pensando en el encuentro que haba tenido con Oliver. A pesar de que se fue a practicar no logro concentrarse y lo dejo a medias.
Cuando ya era hora de comer y la sesión de partidos matinales había acabado volvió a reunirse con Philip.
-¿Te invito a comer? Tengo muchas cosas que contarte sobre algunos jugadores. -reparo en la cara mustia de Tom pero lo dejo pasar.
-Claro, vamos.
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Se dirigieron a un restaurante no muy lejos del estadio. Tomaron mesa y pudieron la comida.
-¿Como han ido los partidos? -pregunto Tom curioso pero sobretodo con ganas de entablar conversación.
-Madre mia. La mayoría tienen un nivel profesional. Daba gusto verles jugar. Pero bueno tampoco creo que tengamos problemas, nosotros también somos muy buenos -acabo diciendo con una amplia sonrisa -¿Y tú? ¿Todo bien? Te veo un poco apagado -comento apenado.
-Me he encontrado con Oliver -dijo sin querer escondérselo a Philip -Los de su equipo y él han pasado cuando yo estaba saliendo.
-¿Y qué ha pasado?
-Nada. Oliver se ha parado. Nos hemos dicho cuatro cosas.
-¿Cuatro cosas? Sabiendo como eres últimamente, esas cuatro cosas no deben haber sonado muy bien.
Tom bufo y paro de comer dejando el plato a medias. Philip deposito una mano en su hombro.
-¿En serio que estás bien? ¿Por qué dejas que Oliver te influya tanto? Joder en serio que no lo entiendo...Me da rabia -concluyo -Yo solo quiero verte feliz, contento. Alegre como solías ser. Odio verte así y aún más si sé que es por su culpa. Ese idiota…
Estaba molesto. ¿Cómo no iba a estarlo? La persona por quien compartía sentimientos no hacía más que amargarse por un tipo ajeno a él. Sintiéndose impotente por no poder cambiar eso.
-Estoy bien Philip.
-Quien lo diría -ironizó.
Tom le cogió de la mano y Callahan le miro fijamente. Su corazón empezó a bombearle más deprisa.
-Lo estoy porque tú estás conmigo -Philip se sorprendió ante lo dicho. No se esperaba esa contestación -Sigue estando a mi lado.
-Lo estaré -paso una de sus manos por la nuca de Tom y lo atrajo hacia si besándole seguidamente.
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Por la tarde les tocaba jugar un partido. Todos se dirigieron hacia sus taquillas para coger su ropa y algunas de sus pertenencias.
Al abrir su taquilla Tom se encontró con un papel doblado que parecía que alguien hubiera metido por la rejilla de la misma.
La abrió y la leyó con detenimiento;
No me quede satisfecho después de nuestro último encuentro. Me gustaría tener otra oportunidad para hablar contigo. Si te parece bien después de vuestro partido, te estaré esperando en la salida. Ven solo.
Oliver.
Tom estrujo el papel entre sus manos.