Había pasado una semana desde la salida de Daniel de la rehabilitación y ya enfrentaba su primera pelea con Tom… nada serio, pero si importante para la relación que estaban comenzando.
-Daniel, por favor – le pedía Tom, aun sentado en la silla de su trailer.
-No Thomas, esto es algo que tu no quieres hacer.
-Pero es complicado.
-¿Complicado? Se trata de confianza, de entrega… de amor.
-Ya te dije que te amo.
-Si, pero no me lo demuestras, no te entregas a mi… yo no voy a seguir poniendo el culo ¿Esta claro?
Sin más que decir, Daniel abandono su remolque ya listo como Harry Potter y se marcho al final… pero regreso al instante, para decirles unas ultimas palabras a Tom.
-Ni pienses que esta noche la pasaras en mi casa, yo no soy muñeco inflable de nadie.
Tom tiro su cabeza hacia atrás y se cubrió la cara con sus manos recordando la noche anterior, cuando toda esa discusión había comenzado.
** Flash back **
Habían llegado algo tarde de la filmación y ni siquiera pararon a comer algo, ni bien entraron al departamento, ya venían enredados desde el ascensor y así cayeron el en sofá blanco.
Daniel no dejaba de besar a Tom que estaba debajo de el, los besos, como se les había echo costumbre en poco tiempo, era extremadamente fogosos, al igual que las caricias.
Se fueron abriendo las camisas y desabrochado los pantalones y, no muy sutilmente, Tom apoyo sus manos cobre la cabeza de Dan e hizo presión hacia abajo, dándole a entender que quería sexo oral.
-¿Por qué no lo haces tu esta ves? – susurro Dan sobre los labios de Tom.
-Oh, vamos… tu lo haces perfecto.
-Pero no tengo ganas.
-Pensé que ya no estaba con mujeres.
-No, estas con un hombre… así que sabes muy bien lo que le gusta a un hombre.
-Exacto… ¿Y que esperas?
Daniel se alejó de Tom y, mientras este lo miraba confundido, el chico moreno volvió a ponerse su camisa y se dirigió a la cocina abriendo la nevera.
-Ey – llamo el chico rubio - ¿Qué te pasa Dan? – pregunto siguiéndolo.
-¿Sabes que? Quiero que te vayas.
-¿Qué? ¿Por qué?
-Porque me di cuenta que no te quieres entregar a mí.
-¿Qué es eso?
-Te lo explicare con más calma, ya que hace solo una semana que eres gay.
-No hay necesidad de hablar con sarcasmo.
-Yo hablo como se me da la gana… y cuando una persona se entrega a otra me refiero a físicamente, no quieres que yo te haga el amor, no quieres que yo te penetre.
-Es que eres tu el que se deja penetrar.
-No Thomas, es algo que yo quiero hacer, yo quiero estar dentro de ti ¿Me entiendes? Además aun ni siquiera me has hecho una mamada, todo debo hacerlo yo como si fuera una prostituta.
-EY, no digas eso, ya te estas pasando de la raya, ni tu te oyes lo que dices.
-Pues perdón por bajarte de la nube, pero quiero que te vayas.
-Muy bien, me voy, no pensé que este tema se convertiría en nuestra primer discusión.
-El sexo es muy importante en la vida de una pareja.
-¿Te estas oyendo? Hablas como mujer.
-NO, hablo como alguien que esta enamorado.
Tom respiro muy hondo y prefirió no seguir la discusión, tomo su chaqueta y se marcho del penthouse de su novio.
** Fin flashbacks **
Cuando Tom llego a su casa lo primero que hizo fue tomar el teléfono y llamar a Sandrina, la había descuidado bastante y no quería que eso se volviera a repetir, no la conocía aun pero la quería, a adoraba con el corazón.
-Hola – respondió la voz de la chica.
-Hola Sandrina, soy yo.
-Lo se Paco ¿Cómo estas?
-Pues… mas o menos.
-¿A ver?
Tom le contó lo sucedido, pero se detuvo cuando escucho la risa traviesa de su amiga.
-¿Qué? ¿De que te ríes? No es gracioso.
-Lo se amigo, lo siento, es que no tienes tacto para nada.
-No le dije nada malo.
-Primero: Nunca lo compares con una mujer.
-Lo se, fue mi error.
-Segundo: Como a ti te gusta dar, a el también.
-Wow, si que te has vuelto muy directa.
-Mira Paco, debes hablar con el y decirle como te sientes, ya hemos hablado mucho de el y además de quererte mucho es muy comprensivo… estos temas se arreglan hablando con honestidad.
-Si… lo se, pero como que me da vergüenza.
-Mentira, no seas tonto.
-Ok, eso hare.
-Así se habla.
**
Dado que las grabaciones se habían atrasado por el incidente de Daniel, ahora parecían estar cobrando el ritmo que se había perdido, durante dos noches no pudieron coincidir, si Daniel filmaba a la noche, el filmaba a la mañana, y a veces se tenían que quedar horas extras… hasta que llego el tan preciado día libre.
Tom y Dan habían arreglado comer en la casa del ultimo, pidieron comida y pasaron gran parte de la cena hablando de la filmación.
Ninguno de los dos se había acercado al otro con intenciones de intimar, solo fueron a comer helado al sillón blanco y, luego de que se hizo un largo silencio incomodo, Tom decidió hablar.
-Dan… estuve pensando y, tienes razón.
-¿Sobre que?
-Sobre que… no creo que sea la palabra “Entregarse”, yo ya me entregue a ti, te entregue mi corazón… pero mi cuerpo aun no… veras. Tengo miedo.
-Me lo hubieses dicho desde un principio y no dejarme verte como un adicto sexual.
-No confundas las cosas, me encanta acostarme contigo, me encanta cuando tenemos sexo, pero… será la primera ves que a mi… tu sabes.
-Si, la primera ves que te penetran.
-Si eso…
-Tom – le dijo, acercándose a el y tomándolo de la mano- Yo no voy a hacer nada que vos no quieras, que eso te quede claro.
Tom le sonrío y luego de darle un beso en los labios lo abrazo.
-Otra cosa que noto sobre nosotros – siguió Daniel – es que aun no hicimos nada juntos… bueno si, tuvimos mucho sexo, pero no hicimos nada más allá de eso.
-Bueno, parece que tenemos telepatía porque justo iba a pedirte que me ayudaras con algo.
-¿Ah si? Cuéntame – dijo Dan con cara de curioso.
-Bueno… ¿Recuerdas que te conté sobre sandrina?
-Ahja, tu hada madrina.
-Ajaja, bueno, la verdad es que ella… nuevamente, es la responsable de que me haya sincerado contigo.
-No la conozco y me cae muy bien – dijo Dan guiñando su ojo.
-Yo necesito encontrarla, saber donde vive.
-¿Quieres que ella te vea? ¿Estas seguro?
-Confío completamente en ella, además trabaja en “The Trevor Project” firman un contrato de confidencialidad en caso de que alguien publico pida ayuda a la asociación.
-Pues si, es verdad.
-Necesito encontrarla.
-Bien, supongo que puedo ir y preguntar por ella, según tengo entendido todos los ayudantes están obligados a dar sus verdaderos datos.
-Perfecto.
**
Dan no perdió tiempo, a primeras horas de la mañana entro a las instalaciones de “The Trevor project” y fue recibido con gran alegría. Pidiendo total discreción al máximo dirigente, consiguió en nombre completo y la dirección de la chica.
-Wow, muchas gracias Dan – le dijo Tom, abrazándolo dentro del trailer.
-Si quieres te acompaño el Viernes, hay día libre otra ves.
-¿También te quieres exponer?
-Si tú confías en ella yo también.
Tom lo beso, y el beso se hizo apasionado sin poder controlarlo. Cuando Daniel sintió las manos de Tom dentro de su camisa, se aparto.
-Lo dije en serio – recordó Daniel – Hasta que no te entregues a mi, no habrá sexo.
-Eso es tan injusto.
-Ami me duele más que a ti, te lo aseguro.
Luego de filmar sus escenas, Tom se dirigió a comer algo y allí se encontró con Emma.
-Hola Tom – saludo.
-Emma, que bueno que te encuentro – dijo Tom.
-¿Qué pasa?
-¿Cual es el mejor regalo para una mujer?
-¿Perdón? ¿Para una mujer? – le pregunto, con voz y mirada amenazante.
-No te confundas, es para Sandrina.
-¿El hada madrina?
-Si, la vamos a ir a conocer con Daniel.
-Ay… ¿Estás seguro? Exponerse así es muy peligroso, se que tu le tienes confianza, pero no se sabe si puede vender lo que ustedes tienen a la prensa.
-No hay de que preocuparse, enserio.
-Ok, es decisión de ustedes, además te ayudo tanto…
-Por eso. Anda, dime un buen regalo.
-Lo que quiere toda mujer… materialmente, obvio.
-Que…
-Un bolso Louis Vuitton.
-¿Eso es todo?
-Tú cómpraselo, quedaras como un rey.
-Pero es una marca conocida ¿Si ya tiene uno?
-¿Tienes idea cuanto cuestan esos bolsos?
-No, ni idea.
-Yo tampoco, solo tengo uno y me lo regalaron.
-Ajaja.
Los chicos siguieron comiendo y pronto se unieron a ellos Dan, y varios compañeros mas.
**
Dan y Tom entraron al local de Louis Voitton en Londres y, sin fijarse en el dinero, le eligió un hermoso bolso clásico, marrón con beige, pago con su tarjeta y se marcharon.
Condujeron durante unos veinticinco minutos en dirección sur, el día estaba algo frío pero el sol era calido.
Localizaron la dirección, se trataba de un buen vecindario, parecía muy tranquilo y familiar, ya que solo había unos niños jugando en la vereda.
-Ponte la capucha, no quiero que empiecen a gritar nombres que no son nuestros – advirtió Daniel.
Estacionaron el auto y entraron como si fueran flash al edificio. Subieron por el ascensor hasta el piso cuatro, y tocaron la puerta con el numero doce.
Tocaron a la puerta, y la inconfundible voz de la chica se dejo oír.
-Un momento.
Tom sintió que su corazón se le subía a la garganta, sintió el apretón de apoyo de Daniel en el brazo, pero eso no logro reconfortarlo, aunque se sentía acompañado.
La puerta se abrió, y una chica bastante linda se dejo ver. Tenia el pelo pintado de color claro, con reflejos que extrañamente combinaban con sus ojos color miel, su piel era blanca y su cuerpo largo y delgado.
La chica se los quedo mirando como si ahí mismo frente a su puerta estuvieran parados Napoleón y Da Vinci… o, nunca mas oportuno, Draco Malfoy y Harry Potter.
-Ay Dios – dijo, cubriéndose la cara – Debo dejar de tomas esas bebidas energizantes.
-¿Sandrina Zimerman? – pregunto Tom.
-Si, soy yo – dijo, volviendo a mirar a los chicos – Pero yo no escribí a ningún concurso para conocerlos, debe haber un error.
-Soy yo, Paco.
-¿Qué? No, tú eres Tom Felton, el que hace de Draco Malfoy.
-Si… ese es mi verdadero nombre, me lo cambie para hablar contigo, llevamos varios meces hablado, tu me atendiste por primera ves, trabajas como colaboradora en “The Trevor Project”.
-Oh Dios mío. Mejor pasen.
Los chicos entraron al pequeño y acogedor departamento, respiraron profundo y relajados, se sentían más seguros allí adentro.
-¿Desean beber algo? – pregunto y Tom rió, era ella, su amabilidad era indiscutible.
-No gracias – dijo Daniel.
La chica balbuceaba, como que quería preguntar muchas cosas a la vez y las palabras no salían de su boca.
-Yo llame a “The Trevor Project” – comenzó Tom – Tu me atendiste. Tenía problemas de identidad y me pasaban cosas con mi mejor amigo…
-… Daniel – completo sorprendida la chica.
-Exacto.
-Oh Dios, esto es tan fuerte- Dijo, sentándose en una de las sillas, frente a ella, sobre la mesa, había cantidades innumerables de papeles.
-¿Qué estudias? – pregunto Daniel como para cortar un poco la sorpresa.
-Psicología, ya estoy bastante avanzada por suerte.
-Genial.
Se quedaron e silencio por unos minutos más, hasta que Tom hablo.
-Tú me ayudaste muchísimo, y quería contarte la verdad. En todo este tiempo aprendí a quererte, tú me aconsejaste como nadie en mi vida… y no me parecía justo seguir mintiéndote.
-Entiendo, eres una persona muy famosa.
-Es de suma importancia que nadie sepa de nuestra relación – dijo Daniel.
-Si, si, por supuesto. No tienen de que preocuparse, su secreto esta a salvo conmigo.
-No esperaba menos de ti – dijo Tom, acercándose a ella – Te traje un regalo.
-Oh… no era necesario.
Tom extendió la gran bolsa blanca y, cuando la chica la abrió y vio el bolso, su cara fue un millón de veces mas graciosa que cuando los vio en la entrada de su casa.
-Oh Dios, esto ya es mucho para un solo día, menos mal que no sufro del corazón.
Tom no se pudo contener mucho, el cariño que sentía por Sandrina era muy grande. Tomando a la chica por sorpresa se acerco a ella y la abrazo, susurrándole un:
-Gracias.
Se quedaron en el departamento de la chica y esta, muy amablemente, los invito a cenar una noche que tuvieran libres, Tom prometió avisarle y luego se despidieron entre abrazos y palabras de agradecimientos.
**
Ambos chicos llegaron en el auto de Daniel esa noche, le entregaron a Sandrina un postre y un vino y la alagaron, de verdad era muy bonita.
Había preparado un existió pollo con papas al horno y habían reído y hablado durante toda la cena.
Sandrina sirvió el postre, una deliciosa torta helada de frutilla y crema, Tom la ayudo, ya que estaba bastante congelado, pero Dan se había quedado mirando muy curioso una fotografía de un chico muy guapo. Estaba situada en medio de un aparador, y a ambos lados de esta, dos fotos más pequeñas del mismo joven junto con Sandrina.
-Lo siento – comenzó Daniel – No quisiera ser entrometido pero ¿Quién es ese chico?
A Sandrina se le opaco la mirada y, por un instante, perdió el color rozado de sus mejillas.
-El… el es mi hermano, Geremy.
-Es muy guapo – dijo Tom, mirando la foto por primera ves.
-Era… era muy guapo, Tom.
Un silencio muy frío y pesado reino en el departamento por los siguientes segundos.
-Lo siento – dijo Daniel.
-Está bien, es la razón por la que estoy estudiando psicología y por la que soy voluntaria de Trevor.
La chica se sentó nuevamente en su lugar, pero antes de comenzar a relatar, Tom la interrumpió.
-No tienes que contarnos nada Sandrina, vinimos acá a pasarla bien, no a amargarte.
-No, no importa, creo que se demasiado de ustedes y ustedes nada de mi.
La chica respiro hondo y, mirando a su postre como lo más interesante del mundo, comenzó a relatar.
-Mi hermano se suicido cuando tenia 16 años, en ese entonces yo tenía 20… era gay y, algunos simplemente no resisten esa carga.
Daniel y Tom se miraron de forma muy triste, pero la chica continuó.
-Mis padres quedaron destrozados, pero gran parte de la culpa fue de ellos y yo no pude perdonarlos. Me fui de mi casa y me vine a vivir aquí que era el departamento de mi abuela. Pedí ambas partes de la herencia de mis padres y jamás volví a verlos.
-¿Ambas partes de la herencia? – pregunto Daniel.
-Mi papa es el dueño de una empresa inmobiliaria muy grande, maneja casi todo Londres. La parte que me corresponde la uso para vivir y estudiar, y la parte de Geremy esta invertida en “The Trevor Project”
-Debe estar orgulloso en donde quiera que este – dijo Tom.
-Pienso lo mismo.
-Fue muy valiente lo que hiciste – halago Daniel.
-Hice lo que creí correcto, mi hermano era lo mas importante que yo tenia, jamás molesto ni le hizo daño a nadie, pero el rechazo de mis padres mas las intolerancia de la sociedad lo llevaron a esos extremos… por eso estudio psicología y trabajo en Trevor, para ayudar y para que nadie termine como el.
Los dos chicos la tomaron de cada una de sus manos y eso pareció templar un poco las cosas. La charla cambio y pronto se volvieron a oír risas y chistes. Finalmente se fueron, pero con la promesa de volver a verse pronto.
**
Estaba entrada la madrugada, y Tom seguía sin poder dormir. No deja de pensar en lo que había contado Sandrina ¿Cómo reaccionaria su familia cuando supiera? Pero había algo que lo preocupaba aun mas, y era el pensar que podía perder a Daniel por algo tan tonto como no querer entregarse a el.
Sandrina lo había guiado al baño en un momento de la noche y, una ves solos, le dijo: ¿Es el miedo lo que te impido hacerlo?, y el le había contestado que si… ella simplemente le dijo: “Que tonto”
Abrazo aun más a Daniel, lo apretó más contra cu pacho y enterró su rostro en la nuca morena.
-Dan… - llamó- Daniel.
-Mmm…
-Daniel – volvió a susurrar.
-¿Qué Tom? – pregunto molesto.
-Quiero que me hagas el amor.
Daniel abrió los ojos y se sintió sumamente despierto de repente.