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Aprendiendo a sentir por maxi anime

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Notas del capitulo:

Hola a todos, nuevo cap para este fic que sé que a pocos les gusta, gracias a los que me dejaron reviews desde ya, este cap se los dedico a ustedes. Lo estuve puliendo hasta hace un rato asi que espero les guste.

El de cabellos negros miro aquellos inocentes orbes y no pudo detenerse solo allí, acaricio su rostro y lo beso varias veces en los labios, más apasionadamente y al ver que el dios guerrero solo accedía continuo hasta llevarlo a la cama.  Lo recostó boca arriba continuando besándolo y luego las palabras de Sigfried resonaron en su cabeza ¿serian ciertas? Miro a Phenril el cual le sonreía abiertamente, con esa sonrisa única he inocente que tenía desde que lo vio despertar en cinco picos ¿sería capaz de quitarle esa inocencia? Aunque según el dios guerrero de Alpha de inocente Phenril no tenía nada. Recapacito sus acciones, una a una, bajo la mirada y beso por última vez los labios del Asgardiano.


-¿Te ha gustado?- le pregunto mirando sin comprender realmente la mente de aquel que veía como un niño indefenso, aunque de indefenso el daba fe que tenía una pequeña partes mientras que de la otra podía llegar a ser un chico bastante maduro.


-Siempre- respondió segura, queriendo volver a sentir los besos del caballero de Dragón.


-Sabes, es tarde, mañana tendremos todo el día para demostrarnos afectos- sonrió y recordó nuevamente las palabras de Sigfried- ¿listo para dormir?


-Siempre que estés a mi lado.


-Pero antes Phenril, abra que sacarnos la ropa- exclamo con cierta inseguridad en sus palabras- mira, hemos traído de ropa solo que tenemos puesto y hoy hemos hecho muchas cosas, será mejor dejarla que se le da un poco de aire hasta mañana.


-¿Dormir sin ropa?- pregunto tragando saliva, aunque luego asintió.


Shiryu se levantó de cama ante la mirada de Épsilon, y se quitó cada prenda si siquiera mirarle, las ordeno en un pequeño mueble, siempre desviando la mirada hasta que término. Se dio media vuelta esperando ver a su compañero de cuarto en iguales condiciones, pero lo vio tal como lo dejo, jugueteando con las manos, totalmente vestido. Se acercó y no dudo en quitarle cada prenda, comenzando con los calcetines, siguiendo con la camisa que cubría su pecho y la remera, para luego bajarle el pantalón.


-Dragón- exclamo dudoso mientras se dejaba quitar la ropa, no quería que viera que se había excitado, primero con las palabras y luego al verlo quitarse la ropa.


Shiryu miro como si una gran interrogante se acabara de plantar en su cabeza, aunque luego opto por no decir nada, Sigfried tenía razón. Miro a su alrededor, viendo un sillón algo pequeño pero lo suficientemente amplio para los dos- ven, yo te ayudo- exclamo seguro tomándolo de la mano mientras terminaba de sacarle la última prenda que le quedaba puesta, pero luego pensó un poco más la situación, no podía ensuciar el sagrado castillo, así que fue hasta el baño junto al cuarto y saco una toalla de color blanquecina que estaba colgada para secarse las manos, y luego llevo al dios guerrero hasta el sillón. 


Ya en el sillón se sentó como si estuviera a punto de leer  y ayudo a Phenril a sentarse entre sus piernas, sobre él, comenzó a tocarlo con ambas manos para terminar de excitarlo, lo que provoco que Phenril diera un pequeño gemido, casi ahogado logrando sonrojarlo.


-Dragón- susurro.


-Vamos a jugar un poco con estos amigos, primero te enseñare como se llaman- dijo con seriedad, tomando con ambas manos los testículos de Phenril quien dio un gemido más que audible- este par de bolsas que tienes aquí, son los testículos y están cubiertos por una bolsa de piel llamada escroto, se juega con ellos así- acoto mientras tocaba con toda libertar, primero exprimiéndolos, masajeándolos y  oprimiéndolos- Aquí dentro, más precisamente aquí- toco la punta de cada testículo con sus manos- está un pequeño amigo  muy importante, se llama espermatozoide es muy pequeño, tanto que no lo puedes ver y a pesar de eso sale en manada con varios amigos más, como los lobos cuando se mueven en manada, los amigos tienen una misión muy importante, forman parte de la erección.


-¿Erección?


-Vamos por parte- exclamo siguiendo su juego, sin notar que poco a poco él también se excitaba- ¿Qué sigue? A si, esta cosita, que tienes dura, que está muy grande se llama pene y la punta- acoto tomando con sus dedos, masajeándolo- se llama Glande.


-Dragón- gimió sonrojado.


-¿te gusta Phenril?- pregunto continuando masajeándolo, tomando con ambas manos aquel erecto miembro.


-Si- respondió sonrojado.


-Lo tienes grande y duro, ¿Qué viste o te imaginaste que te puso así he?- sonrió en burla- tengo mucho trabajo aquí.


-Como te sacabas la ropa- exclamo cerrando sus piernas de golpe, apenado.


-¿Qué?- pregunto alarmado- ¿yo te excite?- la respuesta fue un si casi en susurro, Shiryu no podía darse cuenta de lo que pasaba, no caía en cuenta- no es momento de eso- dijo finalmente continuando, con una mano le tapó la boca e introdujo tres de sus dedos dentro de la boca del Asgardiano- comienza a lamer- Phenril obedeció lentamente, cuando sintió sus dedos totalmente envueltos en saliva cambio la mano, uso la otra para continuar masturbándolo, finalmente con ambas manos comenzó a hace un movimiento de vaivén hasta que finalmente sintió la erección del lobo del norte.


-Perdón- exclamo casi llorando.


-No podemos aquí, este lugar es sagrado- exclamó ayudándolo a levantar, comenzó a limpiar con la toalla que tenía en sus manos- Phenril tenemos que hablar, pero este no es lugar.


-Lo siento…lo siento.


-No tienes que pedir perdón, pero dime ¿te ha pasado antes? ¿Te ha pasado que al verme te excitas?


-Si- susurro bajando la mirada-pero…


-¿Por qué no me lo dijiste antes?


-Porque no tenía que hacerlo.


-¿Cómo qué no?- pregunto al pararse y de inmediato lo abrazo- ya te he dicho que masturbarse no está mal, solo hay que hacerlo en un lugar privado.


-Porque estabas desnudo y no sabías que te veía- exclamo abrazándolo- cuando te bañas en la cascada y te veo…


-¿Cuántas veces hiciste eso?- pregunto sorprendido, no peso que Phenril hiciera eso, casualmente buscaba momentos en los que Phenril durmiera siesta para darse un baño, y de ese modo no perderle cuidado.


-No las conté- susurro apenado- lo lamento…es que me gusto verte la primera vez y quería seguir viéndote.


-Phenril…- lo miro conmovido y lo beso en los labios- no llores, mañana cuando salgamos de aquí vamos a aclarar esto, pero debemos estar lejos de aquí, recuerda que el castillo del Valhala es sagrado para ustedes ¿no?


-Yo no sé.


-Mira, vamos a hablar esto en la mañana, ¿Si? Pero debiste decirme antes lo que pasaba, yo no lo sabía.


-¿Y si lo sabias?- pregunto sin entender.


-No me puedo enojar porque eso te pase, eres hombre y los hombres somos así.


-¿tú también te excitas con un cuerpo desnudo?-pregunto tímidamente.


-No de la manera que tú lo haces, mañana te digo como me excito, pero mañana.


-Dragón- exclamo apenado.


-Vamos a dormir, solo quiero que sepas que yo también me excito contigo- culmino tomándolo de las manos y lo beso.


-¿Por qué hago eso contigo?- pregunto sin entender ante la afirmación que le estaba dando el japonés.


-Bueno, por donde comienzo, en mi caso me gustan tus ojos, tu cabello, tu cuerpo- respondió abrazándolo mientras lo acariciaba- me gusta tu color de piel, tus labios, tu sonrisa y esas cosas hacen que uno se excite con una persona, pero mañana seguimos.


El caballero de dragón llevo al de Asgard a la cama  y término de limpiar todo lo que habían ensuciado, solo para después encerrarse en el baño y ocuparse de su propia erección. Fue a la cama después de relajarse y se abrazó al lobo del norte, el cual lo esperaba insinuante.


-Dragón- susurro abrazándolo.


-Mañana Phenril, mañana- exclamo abrazándolo- a dormir.


A la mañana siguiente Shiryu se despertó con el primer rayo de sol y tan rápido como pudo se cambió, evitando excitarse al ver a Phenril desnudo en la cama, tapado con la frazada, despertó después al Asgardiano el cual se cambió apenado y salieron del cuarto a desayunar, pero antes hicieron una parada en la habitación de Sigfried, Shiryu dejo fuera del cuarto a Phenril y se adentró. Sigfried miraba con una sonrisa, parecía haber hecho algo que lo enorgullecía


-Mira…eres un.


-Te lo dije ¿no te lo dije? Si te lo dije- exclamo triunfante- ¿Es reciproco?- pregunto mirando sonriente, teniendo un si como respuesta- ves, tenía razón, Sigfried siempre tiene la razón, ahora termine el trabajo, conviértelo en hombre.


-¿Qué ganas con esto?


-Una ventaja para Asgard- sonrió contento- conviértelo en hombre esta misma noche, Phenril no puede esperar más, será un niño a tus ojos, pero si sigues esperando va a ir a otra rama, buscara a los lobos.


-Estás loco- dijo saliendo del cuarto, donde Phenril le esperaba.


Ambos guerreros desayunaron junto a la sacerdotisa escuchándola como esta les pedía que buscaran a los gemelos Z, dándoles la información de todo lo que sabía. Ninguno de los dos estaba realmente escuchando, pensando en otras cosas. Salieron del castillo cuanto pudieron,  solo con Jin, y guiados por el sol al norte, caminando a paso lento. Phenril estaba más inquieto, recordó las palabras que Hilda le dijo la noche anterior, miro al caballero de Dragón con cierto temor y se paró en seco.


-Shiryu.


-¿Qué pasa?- lo miro el pelinegro, no solía llamarlo por su nombre por lo que le sorprendió.


-Me gustas- exclamo mirándolo seriamente- ¿eso está mal?


-No- sonrió y se acercó a abrazarlo- porque como te dije anoche también me gustas, pero ¿sabes lo que es que una persona te guste?


-Si…me gusta tu pelo, cuando me tocas, cuando me dices que me quieres…eres la primera persona en mi vida.


-Lo sé- sonrió.


-Eres la primera persona con la que hablo y ciento algo- acoto intento hacerse entender, Shiryu era el primer ser humano con el que había entablado una amistad después de muchos años y era feliz a su lado.


 -Lo sé- sonrió mirándolo-Soy tu primer amigo y te cuento algo, el primer amor de una persona siempre viene de un amigo…la verdad me siento alagado de ser tu primer amor.


-Dragón ¿Ahora qué sigue?- pregunto curioso.


-Cuando dos personas que se gustan se dicen lo que sienten una con la otra, algo que debí darme cuenta hace mucho, tienen lo que se llama una relación formal.


-¿Cómo mis papás?- pregunto sin entender.


-Eso es más avanzado, mira, primero viene algo llamado noviazgo y después, mucho tiempo después, cuando ya no hay asperezas en la relación viene eso que tenían tus papás.


 -¿Asperezas? ¿Eso qué es?- pregunto alzando una ceja.


-Diferencias, mira, entre nosotros hay muchas diferencias que debemos ocuparnos primero, yo soy guerrero de Athena, tú de Odín, tu vida se desarrolla rodeados de lobos, al aire libre, la mía dentro de una casa, trabajando en los campos allá en China...


-¿No te puedes quedar aquí?- pregunto mirando tristemente al escuchar aquello.


-No, Phenril, tarde o temprano deberé volver al santuario si se presenta algo, o quizás deba volver a China, deje sola a Shunrei, y  tú debes quedarte aquí, con los lobos.


-¿No podemos irnos contigo?


-No se puede Phenril, quizás Jin pueda venir con nosotros si tú quieres, pero no puedes llevar una manda de lobos a China, eso está mal- sonrió tomándole la mano-pero eso se verá con el tiempo, ahora es el ahora, yo estoy aquí contigo y eso es lo que importa, cuando tenga que ir al santuario o a China vamos a ver qué hacer…vamos, hay que seguir caminando para encontrar un refugio.


-¿Para qué?- pregunto sin entender- no lo necesitamos.


-Solo digamos que no vamos a buscar a Syd y Bud realmente- exclamo mirando con una mueca nunca antes vista por el dios guerrero, una sonrisa jocosa.


Phenril no comprendió lo que dijo pero decidió continuar el camino, sin soltar a Shiryu ante las palabras que dijo de volver a oriente. Poco a poco el camino comenzó a dejar de verse, al mirar atrás ni sus pisadas podían verlas, y delante una ventisca estaba por comenzar, siguiendo el camino recto sin detenerse, atravesando un bosque espeso en el trayecto. Phenril se subió a un árbol para ver mejor y encontrar la salida del mismo, y con esa guía lograron salir, pero aun así continuaron el paso.


Jin comenzó a inquietarse de repente, ambos guerreros no tardaron en comprender que este quería que lo siguieran y eso hicieron,  siguiendo los pasos lentos y agiles del lobo llegaron a una cabaña, cuya entrada estaba tapada por gruesas capas de nieve. Shiryu comenzó a sacarla usando toda su fuerza y de un golpe abrió la puerta que estaba atascada.


La cabaña parecía haber estado abandonada desde hacía varios años, rápidamente el caballero de dragón abrió la puerta y tan pronto como entro comenzó a limpiar con ayuda de Phenril.  Por el polvo acumulado quizás estaba abandonada desde la guerra de Asgard. Inspeccionándola Shiryu vio que se trataba de una cabaña de dos alas, un cuarto muy bien separado del resto de la cabaña y bien iluminado por dos grandes ventanas, ambas cerradas con troncos desde dentro.  La otra parte de la cabaña era una sala acogedora pero pequeña, de un lado estaban los muebles de madera de lo que parecía la cocina, incluso tenía alacenas y la chimenea que posiblemente era el punto que marcaba donde terminaba la cocina y comenzaba el living.


-Muy bien, este será nuestro refugió para la noche, antes de continuar con la búsqueda de Syd y Bud.


-¿Por qué?- pregunto Phenril mientras destrababa la puerta de la habitación.


-Un buen guerrero  es precavido, la búsqueda puede tardar varios días, necesitaremos un lugar donde refugiarnos de las intensas nevada- explico mirando con seriedad- por el momento solo necesitaremos el cuarto y la chimenea, Phenril acércate ¿recuerdas lo que te dije anoche? Que hablaríamos algo hoy.


-Sí, lo recuerdo- exclamo acercándose, cuando estuvo frente a él sintió como el dragón rápidamente lo abrazaba y comenzaba a besarlo.


-Debemos hablar, vamos al cuarto.


-¿Por qué no aquí?- pregunto sin entender.


-Porque es algo intimo- sonrió guiñándole un ojo y le tomo las manos, llevándolo al cuarto- vamos.


Sentados sobre la cama Phenril lo miro intrigante, no entendía que ocurría, que era lo que querría decirle, por un momento sintió temor, temor que el caballero de dragón le dijera algo como que iba a separarse de él  para no regresar y no podía objetar, las diferencias entre ambos eran muy claras, ante eso no dudo en abrazarlo posesivamente, sentía que no podría  estar sin aquel guerrero a su lado, sus años con los lobos no podía negarlos pero era muy diferente ahora, ahora tenía un amigo a su lado y quería tenerlo a su lado siempre. Shiryu alzo una ceja de asombro, no entendía porque de manera tan repentina su compañero estaba llorando en sus brazos y no dudo en abrazarlos para confortarlo, el mismo sentía culpa ante eso, culpa de ser quien lastimaba a Phenril, de hacerlo llorar y no le agradaba hacerse a la idea.


-Amor ¿Qué pasa?- pregunto tomando el mentón del lobo del norte y lo levanto para que lo miraba- ¿Qué pasa?


-No quiero que te alejes de mí, no quiero- exclamo abrazándolo, hundiéndolo en su pecho- no quiero.


-¿Alejarme de ti? ¿Por qué lo haría? No tengo razón para irme, mucho menos para dejarte en este momento- exclamo tranquilamente, mirándolo.


-No quiero que me dejes solo, que tengas que irte al santuario, no quiero volver a estar solo.


-¿Y los lobos?- pregunto mirándolo dulcemente- ellos son tu familia, con ellos a tu lado no deberías sentirte solo.


-Es verdad, lo han sido, pero yo te quiero a ti de una manera diferente, quiero estar contigo y con los lobos.


-Entiendo, estas confundido.


-No, no lo estoy- exclamo con enojo- te quiero a ti, somos de la misma especie, yo me crie con los lobos pero no puedo hacer más nada con ellos, no me puedo masturbar con ellos, no puedo aparearme con ellos, ellos son lobos y yo soy humano.


-Eso quería hablar contigo, no llores, no quiero verte llorar, anda, sonríe- exclamo volviendo a levantar su mirada- quería preguntarte sobre si alguna vez se te ocurrió aparearte con los lobos.


-NO- grito con arrojo- ¿tú no puedes pensar eso de mí? Me crie con los lobos pero no soy un lobo.


-Tú me dijiste un tiempo atrás que eras un lobo.


-Pero yo se las diferencias- exclamo abrazándolo- soy un ser humano, me crie con los lobos, pero los lobos se aparean con ellos, un lobo se sube a una loba, yo no puedo hacer eso, está mal.


-¿Cómo sabes que está mal?- pregunto queriendo aclarar esa duda que el mismo tenía.


-No lo sé, solo se, nunca quise intentarlo, se vería extraño ¿No lo crees?


-Sí, lo creo, eso me pone feliz, ahora vamos a hablar de cosas intimas, ¿sabes lo que es aparearse entre seres humanos?


-El medio por el que nací yo- exclamo sonriendo- cuando los lobos se aparean entre si meses después nacen cachorros.


-Bueno, ahora voy a enseñarte un poco de lo que hacemos los seres humanos- sonrió mientras lo separaba de el- anoche te explique un poco, no quiero complicarte pero debo hacerlo, es mi deber como tu novio.


-¿Novio?


-Así es, eso es lo que somos, porque comenzamos una relación de noviazgo, yo soy tu novio y tú eres el mío, ahora vamos a hablar de eso importante e íntimo que teníamos que hablar, siéntate sobre mi regazo.


-Está bien- exclamo obedeciendo sin entender porque.


-Muy bien, Anoche te explique sobre que dentro de tus testículos hay un amigo, muy pequeño, que espera salir con el semen, que creo que si te explique ya que es el semen- dijo tranquilo, acariciando las piernas del de Asgard, el cual se sonrojo un poco ante aquello.


-El líquido que quiere salir después de mastúrbanos- exclamo seguro.


-Me alegra que lo recuerdes, porque es importante, cuando un hombre se excita Phenril es porque quiere algo, y ese algo tiene nombre, el semen debe salir, pero todo lo que tenemos es para algo, el semen de un hombre hace lo mismo que el de un lobo, al entrar dentro de la loba lo hace para fecundarla y continuar la especie, en el caso de nosotros, los seres humanos lo hacemos para la mismo con una mujer pero también lo hacemos buscando placer, eso que hacemos se llama tener relaciones sexuales, sexo o en nuestro caso por ser novios lo llamaremos hacer el amor, se hace para buscar placer la mayoría de las veces, por no decir siempre.


-¿Eso qué es?


-Es placer es una sensación agradable que vas a sentirle en muchos momentos, por ejemplo cuando comes algo muy rico o has dormido muy bien que te levantas feliz, o te has divertido mucho como cuando eras joven y corrías con  los lobos, o cuando atrapaste ese conejo en cinco picos, ¿recuerdas lo feliz que eras? O ese placer que sentías  de volverlos a ver a ver a los lobos después tantos meses extrañándolos, cuando uno se masturba busca placer que se llama placer sexual, y es un placer tan lleno porque usas los cinco sentidos ¿Cuáles son?


-Los ojos- exclamo señalando sus ojos- Las orejas- señalo sus oídos- La nariz, la boca, y tacto que me dijiste que era la piel.


-Que una persona logra el placer con los sentidos lo hace un placer muy intenso, lo que logra que dos personas que se quieren mucho y hacemos el amor, como vamos a hacer ahora, se unan más, es la forma de cerrar el trato.


-¿cerrar el trato?- pregunto sin entender.


-Porque nos va a unir más como pareja.


-¿Entonces no te vas a ir? ¿Te quedaras conmigo?- pregunto entusiasmado- sí, quiero hacerlo, quiero que te quedes conmigo.


-Llevo resistiéndome mucho tiempo y estoy seguro que tú también, desde lo que paso allá en cinco picos, que te enseñe a masturbarte he querido hacerlo, pero para no lastimarte al no saber si mis sentimientos eran recíprocos, preferí hacerlo cuando tu no vieras, imaginándote en mi mente- confeso mirándolo a los ojos, he querido hacerte mío hace mucho tiempo y por lo que me cuentas también has querido eso, lobo tramposo ¿no sabía que eras un fisgón?


-Me gusta tu cuerpo- expreso sonrojado.


-Te voy a explicar la mecánica de tener relaciones sexuales, lo que se lo sé de la televisión, revistas que he visto y hasta de mi propia imaginaciones, primero comenzaremos por ahí- dijo sonrojado, se sentía extraño hablando de ese tema con Phenril, pero sentía que si no lo hacia el lobo del norte tomaría de mala manera lo que iba a pasar después, continuo pasando su mano, levantándole lentamente la ropa sin quitarse, acariciando la espalda por debajo de la ropas, tocando su piel, pero nada de lo que hacía lograba perder la calma de Phenril, el cual sonreía ante las caricias que recibía- El pene, como ya sabes, es por donde sale la orina y el semen, la orina debe irse porque es un desecho del cuerpo, eso ya lo sabes, pero el semen tiene una finalidad, cuando se va a hacer el amor, el pene debe entrar por un orificio del cuerpo, como somos dos hombres solo hay uno donde puede entrar.


-Atrás- dijo sonrojado y sorprendido- ¿Por qué?


-Porque en eso consiste amor- respondió- después de lo que pasara una vez que yo entre o tu entres, eso lo veremos después, el semen saldrá,  llegaremos a ese momento mágico donde estaremos llenos de placer, no te asustes, como somos dos hombres no vas a quedar esperando un bebé, yo mucho menos, el semen debe salir del hombre siempre después de la relación sexual porque es la prueba de que hemos logrado llegar al máximo goce al hacer el amor- explico sonriendo- ahora vamos a  decidir quien es activo y el pasivo, el activo será quien entre y el pasivo el que recibirá ¿entiendes?


-No- exclamo dudando.


-Entre los lobos, el activo es el macho y la hembra es pasiva- intento explicar.


-El activo es el macho y la hembra pasiva- recapacito- dragón…


-En otras palabras, el activo es el que meterá su pene dentro del ano del pasivo ¿te acuerdas que es el ano?


-Si- asintió tragando saliva- entonces el pasivo…


-En palabras que entiendas mi lobo hermoso, el activo penetra al pasivo, entra dentro del pasivo, y el pasivo recibe.


-Yo seré el pasivo- exclamo sonrojado- quiero hacerlo, quiero que te quedes conmigo.


-No me voy a ir Phenril-le aclaro serio, ya se lo había explicado.


-Quiero que te quedes conmigo- expreso decidido.


-Mi lobito, está bien, vamos a hacerlo como tú quieras- exclamo besándolo- recuéstate en la cama que tenemos que comenzar se comienza así, primero hay que sacarse solo pequeñas cosas, como las botas y las calcetas, después no podremos sacárnoslas.


Phenril se levantó súbitamente, en sus ojos parecía haber un cierto brillo de emoción, Shiryu se sacó sus zapatos y calcetines para verlo al otro como rápidamente obedecía ante su pedido y sentarse sobre su regazo, aunque luego recordó que le dijo que se sentara en la cama, lo que rápidamente hizo, algo apenado.  Shiryu sonrió, en cierto modo era un niño, pero sabía claramente que no lo era, se lo acababa de demostrar con todo lo dijo, su toma de decisión, que había visto a los lobos e incluso que se rehusó a hacer cosas con ellos por el simple hecho de verlo mal y saber que los lobos solo se aparean con los lobos, y los seres humanos con otros humanos.


Comenzó a besarlo en los labios dulcemente, pequeños besos que solo causaban una sonrisa en quien siempre considero menor. Con su brazo derecho acerco su mano y con dos dedos fue abriendo los labios del Asgardiano, solo para besarlo más intensamente, introdujo su lengua, como aquella primera vez, explorando aquella cavidad con cierto deseo, moviéndose rápidamente e incitando al guerrero de Asgard a hacer lo mismo, uniendo sus lenguas en aquel beso. Inocentemente Phenril le abrazo, quizás en su intención de sentir más intensamente, mientras Shiryu coloco su rodilla derecha en medio de las piernas del más “pequeño” he hizo pequeños movimientos tocando la entrepierna, lo cual causo en Phenril cierto gusto, porque comenzó a sonreír y a dar pequeños gemidos.


-Phenril, ¿estas cómodo? ¿Te gusta?- pregunto saliendo del beso, el cual lo dejo sin aire, al recibir una respuesta afirmativa sonrió- ahora te voy a enseñar algo, sino te gusta  o te asusta solo dímelo, voy a parar y seguiremos besándonos- Phenril sonrió un poco tímido asintiendo y el caballero de Dragón sonrió un poco nervioso, apenas había visto lo que estaba por hacer un par de veces por televisión en la mansión Kido, también lo había visto en algunas revistas que vio casualmente tiradas por allí que por mera curiosidad decidió leer, el saber no ocupaba lugar muchos menos con esa índole, aunque nunca pensó que usaría esos conocimientos adquiridos alguna vez.


Puso sus pies a cada lado de la cintura del de Asgard, le quito el cinturón y la bajo la cremallera lentamente , su mano temblaba, como si estuviera por hacer algo malo, pero continuo, lentamente comenzó a bajarle el pantalón hasta llegar a la entrepierna, donde con sus manos a cada lado de la cintura del lobo del norte lo levanto de caderas, solo para poder bajar la ropa hasta las rodillas y no le estorbaran, seguido le bajo la ropa interior, viendo el órgano apenas un poco excitado, no como otras veces que lo vio, al parecer recién se estaba comenzando a levantar. Bajo las caderas de su acompañante, solo para luego agacharse y comenzar a lamer a Phenril.


-Dragón- exclamo sobresaltado al sentir la lengua del otro sobre aquella parte tan sensible, aunque le gustaba, por simple curiosidad decidió ver qué pasaba y lo vio, lo que le causó un gran sonrojo. Usando sus codos se apoyó en la cama para ver mejor, le gustaba lo que estaba sintiendo y quería poder saber que era o cómo reaccionar a ello y no solo dejarse llevar, aunque realmente estaba curioso de saber todo lo que pasaba y sentiría en adelante.


El santo de Athena continuo lamiendo aquella parte tan íntima y a la vez que tanto deseaba, solo queriendo alcanzar una cosa, que Phenril se excitara por completo, no tardó en hacerlo, aunque los gemidos casi entrecortados entre cada beso, cada lamida, cada vez que pasaba su lengua desde la base a la punta o juguetea con el glande solo excitaban a continuar dándole aquel placer al Asgardiano. Después de cierto tiempo sintió una pequeña gotera, de la que rápidamente se ocupó metiéndose de lleno el pene de su compañero a la boca, comenzó a dar pequeños movimientos de succión, cada vez más rápidos, hasta que logro su cometido, sentir el líquido tibio y de saber lechoso entrar dentro de sus labios, y no tardo en bebérselo, para luego regresar a los labios del otro y besarlo, notando que en todo momento Phenril lo miro.


-Eres un husmeador, lobo malo, para que entiendas, eres un mirón o fisgón, ¿Te ha gustado?- pregunto mirándolo seriamente- Eso no se hace…aunque es excitante que lo hagas.


-Si…Dragón ¿puedo hacértelo?- pregunto sonrojado ante las acusaciones.


-Sí, te explicare, se llama sexo oral porque se hace con la boca- dijo pensativo, pensó un momento de cómo darle aquello, se bajó los pantalones hasta las rodillas y luego su ropa interior, notando su pene totalmente erguido, seguramente Phenril sería más rápido que el, por lo que sonrió,  se arrodillo dejando sus rodillas dejándolas a cada lado del pecho de Asgardiano, se acercó lentamente hasta dejar su miembro lo más cerca posible de la boca del otro y sonrió- comienza cuando quieras.


Phenril obedeció, tímidamente, estaba un poco inseguro que era lo que debía hacer, apenas vio un poco tapado por la cabellera del pelinegro y lo que sintió no le fue suficiente para comprender, así que comenzó a dar pequeñas lamidas, desde la base a la punta, una y otra vez. Shiryu lo sintió un poco nervioso con lo que hacía, le pareció gracioso, dio una pequeña risa, casi inaudible y lo detuvo con la mano.


-Despacio, no te apresures, a ver, comienza desde la punta a la base, sin detenerte- le ordeno- como si fuera ese rico helado que te comiste el otro día en cinco picos ¿te acuerdas?- Phenril obedeció recordando aquello y lentamente volvió a comenzar- muy bien, juega un poco con tu lengua, mete la puta en tu boca, despacio y muerde un poquito, no fuerte- el dios guerrero obedeció nuevamente, aunque le parecía extraño, le gusto lo que estaba haciendo- ha, lo haces muy bien, mmm, Phenril…un poquito más…ha…así…más… intenta dejarme toda tu saliva, continua con lo que te enseñe- le ordeno poniendo ambas manos contra la ventana, arqueando su espalda mientras tanto, comenzó a gemir de manera demasiado audible, lo que para Phenril fue otra orden, de hacer las cosas más rápido- Así…lo haces muy bien…ha…-Shiryu sintió que pronto iba a terminar, así que saco una de sus manos de la ventana para guiar su miembro dentro de la boca del de Asgard, el cual con sus ojos cerrados continuaba con su tarea, sonreía extasiado, parecía que le gustaba, eso le daba pautas de que realmente el pasivo era Phenril, al menos debía serlo- métetelo todo ha…si…y bebe todo-  Con ambas manos contra la ventana, gimiendo casi a los gritos mientras sentía aquellas atenciones se vacío dentro de la boca del otro, y Phenril se bebió todo pensando quizás que tendría buen sabor o seria como miel, aunque se llevó una grata sorpresa con al saber cuál era el gusto una vez que termino de beberlo todo, cuando termino se separó rápidamente, como si fuera un resorte y comenzó a escupir lo que le había quedado en la boca.


-Tiene un sabor raro- exclamo un poco avergonzado- ¿el mío te gusto?


-Todo lo que venga de ti, me gusta- sonrió besándolo- déjame sacarte ese sabor de boca- comenzó a besarlo apasionadamente hasta que se les acabo el aire, y repitió aquello varias veces- ¿sabes? Lo has hecho muy bien, mejor que yo.


-Gracias- exclamo sonrojado- Quiero hacerlo  más.


-Me estoy guardando, después amor- sonrió besándolo- ahora viene lo que se diría la mejor parte, después sabremos que te gusto más, pero pase lo que pase debes decirme si sientes dolor o te molesta. 


-Dragón- exclamo el otro con temor.


Shiryu le tamo los labios para pedirle silencio, luego tomo si cintura con ambas manos y la elevo para perder ver mejor lo que tenía que hacer, la luz del sol estaba a punto de caer, respiro profundamente mientras separaba las piernas del lobo del norte, el cual se tensó al presentir lo que pasaría, primero colocándose duro para que no lo abrieran más de piernas, pero esto no detuvo para nada al santo de Athena, quien poco a poco lo acerco, poniendo la punta del erecto miembro sobre su virgen entrada.


-Entrare muy despacio, si sientes dolor me lo dices, relájate lo más que puedas, esa es la clave, según lo que yo sé, ¿sí?- le susurró al oído mientras lo besaba, se tomó su tiempo, mirando el reloj de su muñeca, que aun llevaba puesto, notando entonces que aún tenían ambos puestos la ropa desde la cintura hacia arriba, rápidamente se quitó la camisa y la remera, permitiéndole a Phenril mirarlo y de esa manera se relajara, pero al verlo más tenso comenzó a quitarle al ropa a él también besándole el cuello mientras-Phenril, mira, estoy desnudo para ti, eso te gusta.


-Si- exclamo cerrando sus ojos al sentir como lentamente iba abriéndose paso aquel miembro, inmediatamente comenzó a llorar al sentir aquella lenta intromisión- Dragón…me duele, sácalo, sácalo, es muy grande.


-Es normal amor, es normal, mira, vamos a hacerlo más lento todavía, he, mira, lo voy a sacar- exclamo obedeciéndole aunque no quería hacerlo y volvió a poner la punta y se adentró solo dejando el glande dentro- eso, es ¿te duele?


-Poquito- susurro.


-Muy bien, me gustas lo estrecho que estas… relájate Phenril, vamos… no lo sentirás completo, solo la punta, y mientras me muevo, saliendo y entrando ¿bien?- le miro con una sonrisa mientras comenzaba a hacerlo, repitió aquello lentamente hasta que el dios guerrero se relajó, esa fue su pauta para adentrarse  un poco más y volvió a repetir la acción- me gustas…relájate…ha…estas muy tenso- esta vez sin salir, repitió cada vez más hasta llegar a la mitad, lo que le consterno, Phenril aún estaba rígido-  vamos por la otra mitad, relájate, piensa en cosas bonitas…estas muy estrecho…shh, ya se abre…ya casi…lo estoy abriendo…vamos, ayúdame también amor.


-Es muy grande- sollozo- me duele…ya no quiero…ya no quiero.


Shiryu salió al verlo llorar, se sintió terrible al ver aquellos ojos que tanto amaba derramar lágrimas. Lo abrazo instintivamente y acobijo en sus brazos- Está bien- exclamo besándolo en la frente- ya pasó, no llores…estás muy nervioso, y está bien, mi hombre pequeño.


-Dragón…me duele- sollozo-¿no hay otra forma?


-Conozco posiciones Phenril, pero no sirve de nada si estas duro como piedra- le respondió abrazándolo- dejémoslo para otro día, cuando estés más tranquilo.


-No- negó con la mirada, fijando sus ojos- otro día no…hazlo…hazlo...


-No voy a hacerlo, dices que te duele mucho, no voy a forzarte- le dijo mirándolo fijamente.


-No importa que duela…te quiero conmigo…hazlo- miro con seguridad al santo de Athena- no voy a llorar.


-Está bien, lo voy a hacer, pero prefiero que si sientes dolor me lo digas ¿sí? Llora todo lo que quieras, no voy a detenerme si eso es lo que quieres- dijo volviendo a posicionarse,  levanto las caderas de Phenril y lentamente volvió a introducirse hasta la mitad-Estás muy estrecho, es que es nuestra primera vez- le explico volviendo a su tarea para dilatarlo, pasaron los minutos, finalmente estaba dentro pero aun así sentía los sollozos de Phenril, lo beso dulce y apasionadamente, mordió sus tetillas, antes de comenzar a moverse, pensaba que había sido muy rápido, quizás muy pronto, pero nada de ello había hecho efecto, el lobo del norte lloraba de manera audible.


-No, ya no- exclamo saliendo, disidido a dejar todo allí.


-Dragón no…quiero hacerlo…quiero- susurro secando sus lágrimas con su mano- volvamos a hacerlo.


Shiryu lo miro fijamente, no entendí como de pronto este en un principio lloraba ante el dolor que sentía por su penetración y luego, cuando salía, le pedía seguir con todo. Volvió a acomodar a Phenril mientras lo besaba, solo para penetrarlo nuevamente y recibir un llanto audible, por lo que volvió a salir-Phenril, te duele- exclamo mirándolo con severidad.


-No me importa.


-A mí sí, porque te duele, hacer el amor no tiene que ser doloroso, es amarse y amarse no tiene por qué doler.


-Dragón-


Shiryu volvió a actuar, penetrándolo lentamente y entonces noto algo, mientras se adentraba por completo en partes Phenril parecía no sentir dolor. Pensó un poco antes de continuar y opto por repetir lo que tenía haciendo, salir por completo y volver a entrar. Sorprendentemente eso era suficiente, en parte, para apaciguar el llanto de su rigoroso dios guerrero, quien en un principio no comprendía porque salía por completo aunque comenzaba a gustarle.


-Phenril, ¿te gusta?- pregunto susurrándole en el oído, recibiendo de respuesta varios gemidos mientras se volvía a introducir- ¿sabes qué? Me canse, ahí va- esta vez lo penetro introduciéndose completo, un grito casi ahogado fue la respuesta del dios guerrero, pero el santo de Dragón decidió quedarse quieto- Te va a gustar tenerlo dentro en un momento.


-Es muy grande- sollozo.


-Es que quiere hacerte cositas- susurro mirándolo- Quiere comenzar a ir mas adentro…tocarte más profundo…explorarte.


-No entra…es muy grande.


-¿Te duele?


-Si- asintió con la mirada.


-Ahí se quedara ¿sí?- exclamo besándolo en la frente- cuando deje de doler me daré cuenta y comenzare a hacerte otras cositas.


-Es muy grande- volvió a quejarse, limpiando sus lágrimas con su brazo.


-Ya se- susurro desviando la mirada y lo beso en la frente.


 Phenril comenzó a llorar desesperado de repente, repetía una y otra vez que lo quería afuera, que era demasiado grande y no cabía dentro de él,  que sentía mucho dolor a pesar que el caballero de Dragón estaba quieto. Shiryu entonces decidido no salir, que lo mejor en ese momento era quedarse donde estaba de lo contrario no se acostumbraría y se repetiría por largas horas lo mismo,  lo noto nervioso, ese era el dilema de la cuestión y tenía que buscar una forma de tranquilizarlo, comenzó a besarlo nuevamente mientras utilizaba ahora sus manos para acariciarlo, primero masajeándole los piernas y el muslo, todo lo que tenía a su alcance, luego llego hasta la cintura y no se detuvo en explorar hasta llega al pecho, donde comenzó a lamer y a besarlo.  No sintió nada, esta vez Phenril estaba callado así que dio una primera estocada, pero recibió sobre su oído un gemido de dolor, casi un aullido, lo que lo asusto, miro hacia atrás, esperando que Jin no hubiera escuchado, suspiro al ver la puerta aun cerrada y volvió a su trabajo, esta vez comenzó a masajear a Phenril en su entrepierna hasta que lo sintió relajado, miro su reloj, una hora tardo en comenzar a escuchar los gemido de placer que tanto ansiaba.


-Eso es- exclamo triunfante comenzando con el vaivén, dejando de masturbar a Phenril se tomó del marco de la ventana y comenzó de la manera más lenta posible, siempre dejándose llevar por los gemidos del “menor” si eran de placer continuaba con la marcha, al sentir claros sollozos o quejidos iba más lento,  para su infortunio tuvo que mantener la misma marcha lenta y constante, a Phenril le gustaba de esa manera, lo supo en el momento que lo abrazo del cuello solo para gemirle en el oído y sus piernas se abrazaron a su cintura para sentirlo más adentro. 


-Dragón- gimió elevando su voz, le gustaba lo que sentía y no dudada en darlo a saber.


-Phenril- le susurro contra el oído moviéndose con cuidado y luego le ordeno- Vamos gime más, para mí.


-Ha… Dragón…más…ha-Phenril  obedeció sintiendo con gran gozo, olvidándose de todo.


-Más fuerte…vamos…Más…pídemelo.


-Más…Más…Más- gimió casi gritando.


-¿Te gusta Phenril?- le dijo mientras le besaba- ¿te gusta?


-Si…me gusta…me gusta mucho.


-Así me gusta, eso quería escuchar- sonrió continuando con las envestidas no le gustaba ser tan lento, le parecía un poco molesto por el hecho de mantenerse siempre constante, pero eso le gustaba a Phenril, no podía objetar, decidió apurar un poco las cosas, masturbando a su ahora Uke con frenesí, pronto el llegaría al éxtasis y quería que Épsilon también llegara, que lo sintiera al mismo tiempo, pero se equivocó en eso, el primero en sacar su semilla no fue otro que Phenril, derramándose en el vientre de ambos, continuo embistiéndolo hasta terminar dentro de él, sonrió aliviado, duro más de lo que espero.


-dragón- exclamo apenado, sumamente agitado- me gustó mucho.


-Ya lo sé, te escuche- sonrió abrazándolo- te amo lobito.


-Yo también Dragón, ¿Siempre duele?


-Sí, pero con el tiempo  mientras se hace el amor pasa, y con la práctica también-le contesto un poco dudoso- ya es de noche, es hora de dormir- exclamo mirándolo con lujuria- te lo haría otra vez, pero temo que tu cuerpo no aguante.


-Ya sé que es el placer, gracias dragón- sonrió abrazándolo- ¿Cerramos el trato?


-Cerramos el trato- exclamo con seguridad besándolo- Y, como dice Sigfried, hoy ya somos hombres.


-¿Ya soy un hombre?- pregunto sonriendo.


-Mi hombre- aclaro el caballero de Dragón abrazándolo.


A la mañana siguiente Shiryu despertó abrazando el cuerpo desnudo de su pareja, quien sonreía en sueños, lo abrazo posesivamente y lo beso dulcemente en los labios para despertarlo.  Phenril se pasó las manos por los ojos, en su intento de despertarse y se dio media vuelta, solo para abrazar a su dragón, lo abrazo posesivamente, estaba seguro que desde ese día no se volverían a separar y estaba contento con ello. Shiryu lo beso dulcemente en los labios antes de levantarse y verlo en su esplendor, apenas cubierto por unas sábanas que poco dejaban a la imaginación.


-Amo verte así- exclamó el pelinegro poniéndose sobre Phenril comenzándolo a besar.


-Yo también- sonrío el de Asgard y luego intento sentarse, sintiendo un fuerte dolor y no dudo en expresarlo comenzó a llorar- Dragón.


-Shhh, tranquilo, es normal la primera vez- sonrío abrazándolo, recostándolo en sus brazos- tranquilo, no llores, te ayudare a levantarte y a cambiarte ¿sí? Es normal, muy normal.


-¿Por qué?- sollozo abrazándolo- no me gustar sentir dolor.


-Bueno, tienes una entrada muy estrecha y es normal que después del sexo duela un poco, ten en cuenta que eres más pequeño que yo,  ¿sientes dolor de estómago?


-Siento algo raro- respondió sobándose el estómago.


-Todo es normal…según las revistas que he leído, buscare que desayunar, debe haber fruta fresca cerca de aquí, te va a hacer sentir mejor.


-¿Dragón?- pregunto tambaleante, intentando levantarse y se sonrojo ante lo que pensaba- me gustó mucho ¿podemos hacerlo de nuevo?


-Hoy, mañana y todos los días, si eso te hace feliz- le respondió abrazándolo- somos novios, ¿Sabes qué? Cuando encontremos a Syd y Bud nos vamos a ir a Japón y te enseñare muchas cosas.


-¿Por qué en Japón y no aquí?- pregunto intrigado.


-En Japón están mis amigos, la mansión Kido, y hay muchas cosas que podrás aprender, no solo de lo que yo puedo enseñarte en donde estamos- exclamo mirando con una sonrisa- Eso es lo primero que, creo, debemos solucionar, el primer problema.


-¿Cuál?- pregunto sin entender, no llegaba a comprender de lo que hablaba.


-Yo siempre confié en la gente, conocí muchas personas, me rodee de gente que me quiere y yo los quiero a ellos-le respondió pensante- yo tengo amigos, en cambio tu no, lo primero que debemos solventar en nuestra relación es ese hecho, que yo puedo hablar con cualquier persona, entablar una conversación, tú no puedes.


-¿Por qué?- alzo una ceja- si puedo hablar contigo puedo hablar con cualquier otra persona.


-Vamos a probar eso cuando encontremos a tus compañeros, delante mío deberás probarme que puedes entablar una conversación con cualquier persona.


-Si puedo hablar contigo y Shunrei puedo hacerlo con otros- aseguro el lobo del norte mirando con una sonrisa.


Continuara 

Notas finales:

Gracias por leer a quienes leyeron, espero les allá gustado un Lemon que quizás vean extraño, pero todo tiene su razón, Shiryu también es virgen, sino lo notaron, XD, asi que hizo lo que mi pervertida mente pensó que haría al verse en una situación así mientras Phenril estaba tenso  y el ser un inexperto en el tema, o es lo que mi mente pervertida ideo, jaja también lei por algunas páginas que entre hombres a veces no es necesario dilatarse, no sé cuánto será de cierto o no, quise probar algo nuevo en mis Lemons

Adelantos Próximo cap:

Shiryu y Phenril encuentran a los gemelos perdidos Syd y Bud, Phenril está decidido a demostrar que puede entablar una conversación con cualquiera y el elegido para ello es Syd. Shiryu siente que necesita ayuda por los sucesos de la noche anterior, necesita consejo y al parecer el único que puede dárselo es Bud, al ser el único que puede estar de pie en la cabaña, Bud sorprendido por lo que le cuenta no solo le dará consejo sino también algunas lecciones que el propio Santo de Dragón va a aprovechar.


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