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Aprendiendo a sentir por maxi anime

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Notas del capitulo:

Hola a todos, gracias por sus reviews para animarme a terminar este fic, bueno quiero terminarlo y lo terminare por gusto pero son sus reviews los que me impulsan a no abandonarlo. Espero el cap cumpla con sus expectativas, gracias por esperar.

Gracias por leer y muchas gracias por su apoyo para continuar el fic.

Como era de esperarse el intenso calor griego se hizo sentir ante los ojos del pelinegro, quien cada tantos minutos daba una vista hacia atrás solo para ver a su acompañante cansado y sediento. Tomo un respiro, ¿Cuántos descansos habían tomado desde llegar a Grecia? Fueron bastantes y aun les faltaba buen camino para llegar al santuario, al menos estaban ya dentro de los límites marcados por Athena y el patriarca, pero tendrían que detenerse otra vez. Phenril caminaba con la cabeza baja, más bien haciendo un movimiento bajando la espada por el cansancio y el calor, su poca resistencia a temperaturas altas era en ese momento una desventaja, no era para menos en Asgard el clima más cálido era entre primavera y verano, antes de las fuertes granizadas, el calor de Grecia era claramente superior al que en el bosque el soportaba cuando había sol.


-Toma Phenril- exclamo el santo de dragón dándole otra botella de agua- debes estar sediento.


-Si- dijo tomando la botella, bebiendo lo más rápido que pudo la mitad del contenido-¿Falta mucho?


-No, ya estamos en lo que es territorio de los santos de Athena, ven te enseñare algunas lugares importantes, como el coliseo.


-¿Dónde tu amigo recibió la armadura?- pregunto recordando la historia.


-Así es.


-¿Dragón?- pregunto sonrojado- ¿y me vas a dar leche?


-Le tomaste mucho gusto a eso, he Phenril- sonrió mirándolo con complicidad- buscaremos un lugar para hacerlo más íntimamente.


-Te extraño- acoto abrazándolo.


-Lo sé, esta noche será la prueba de fuego, hemos seguido los tratamientos de Bud en una semana, ya deberías estar sano- aclaro mirando con amabilidad, enternecido-Sigamos, ya casi llegamos al coliseo.


Phenril asintió, como siempre lo hacía, ahora lo veía más como un deber, como novio de Shiryu, el veía todo a través de lo aprendido de los lobos y era claro su papel, el debía obedecer. La loba siempre iba detrás del macho, más si este era el macho alfa, el líder de la manada, su lugar era obedecer en ese sentido, si Shiryu quería cogerlo él debía estar listo, siempre, sin importar el dolor, o la forma en que el santo lo hacía, su deber era obedecer y cumplir con su función, como su pareja, a pesar de que no habían tenido relacione en varios días, en post de su recuperación. Bud le dijo algo parecido antes de que abandonaran la casa donde estaba refugiado,  aunque le aclaro que si el no quería hacer algo que lo hiciera saber, pero su lugar era al lado del santo de dragón y no debía permitir que nadie lo apartara de ese lugar donde estaba por derecho. Hilda le dijo que el debía también tomar sus propias decisiones, que si bien ahora estaban formalizados como pareja no debía dejarse aplastar por el santo ateniense, él era Phenril de Alioth, el sobreviviente de su familia, dueño de un gran poder y no podía decir que no lo tenía, sobrevivió inviernos crudos junto a los lobos, su resistencia era implacable, no debió permitir se tratado de menos. Por esas cosas del destino, el aún estaba en el plan de obedecer, nadie lo mando a ser pareja de un santo de Athena, como así también nadie mandaba a que este obedeciera ciegamente cuando se le llamara.


Y así paso, poco después que Shiryu y Phenril le dieron la noticia a Hilda de que Syd y Bud estaban vivos, aislados en una cabaña al norte hasta la recuperación de Mizard Z, por decisión de ambos volvieron a los cinco viejos picos, solo para ver si Shunrei estaba bien, grata fue su sorpresa que apenas llegaron una carta los esperaba, una carta no muy alentadora. En la carta solicitaban que Shiryu, cuanto antes, se presentara ante Athena porque era requerida su presencia y no debió tardar más tiempo, el santo de Dragón asintió y tan solo después de darse un baño estaba listo para partir al santuario. Phenril no lo dejaría solo, no sabía que peligros lo esperaban, mucho menos que cosas podían pasar en el camino, él quería saber más, así que de manera instante no dejo de molestar a Shiryu hasta que este le permitió acompañarle y así, ambos llegaron a donde la ley era dada por la diosa griega.


-Phenril, ven- acoto tomándolo del brazo, llevándolo hasta el coliseo- aquí Seiya obtuvo su armadura de Pegaso.


-¿Esos quiénes son?- pregunto mirando hacia la arena de combate, donde había varios santos reunidos.


-Son mis compañeros, santos de bronce, pero debemos irnos, Athena me espera.


-Lo sé ¿Crees que tengamos tiempo para estar juntos?- pregunto bajando la mirada-


-Buscaremos nuestro tiempo, no te preocupes- le respondió devolviendo le una sonrisa, lo cual hizo sonreír al dios guerrero.


-He, Shiryu- saludo un santo que vio a la pareja desde la base del coliseo, pronto subieron los tres santos de bronce- ¿No piensas saludar?


-Hola muchachos- saludo- Me gustaría quedarme a charlar pero Athena me ha mandado a llamar y debo estar cuanto antes frente a ella.


-Ya veo, pero que tardes unos momentos para saludar a tus viejos amigos no creo que le moleste, he Shiryu- sonrió el de cabellos castaños- ¿Quién te acompaña? No lo hemos visto antes.


-Es un amigo, últimamente me acompaña a donde voy y prefiero estar bien acompañado que solo ¿verdad?-


-Es bueno estar con los amigos- acoto el de ojos oscuros mirando de manera petulante al par- Seiya esta con Athena y Shun llego hace un par de días, se instaló  en el templo de virgo, parece que Athena los está mandando a llamar a todos, por lo visto estas entrenando a un futuro santo ¿cierto Shiryu?


-He, muchacho, creo que debes estar siendo entrenado ¿verdad? ¿Qué tal un combate de practica contra un santo de bronce de verdad?- pregunto el pelinegro- anda, prometo ser bueno contigo.


-Nachi, no creo que sea correcto…no es momento ni lugar…


-Está bien- respondió Phenril mirando sonriente, ante sus ojos tenía otros tres santos de bronce que conocer, el sabia de las capacidades de los santos por lo que Shiryu le enseño en su enfrentamiento varios meses atrás  y enfrentarse a otro santo era una forma para el de probar si todos los santos de bronce eran iguales, le parecía una buena idea- Estaré bien, Dragón.


-No me preocupo por ti, me preocupo por ellos- señalo el santo de Dragón- está bien, pero para hacer esto más rápido, que sea por puntos, el primero en llegar a cinco puntos gana ¿les parece?


-Suena bien, ya quiero probar a ese chico- sonrió el caballero colocándose su armadura - soy Nachi de Lobo, un gusto.


Los cinco bajaron hasta la arena de combate, en el coliseo, Nachi se colocó del lado izquierdo mientras sus camaradas miraron con una grata sonrisa, no habían visto batallas en meses y un enfrentamiento, con el que parecía un novato, aparentaba ser una buena manera de divertirse.  El de cabellos castaños, colocándose su armadura de Unicornio seria el réferi, las reglas estaban pactadas y no habría mayor problema, el santo de Dragón miro dudoso, posiblemente ese intento de juego terminaría mal, esperaba que Phenril pudiera nivelar sus fuerzas con la de los otros santos de bronce.


Phenril sonrió, abrió su maleta con lentitud y de inmediato su armadura sagrada lo vistió, lo que causo asombro en los demás santos de bronce al ver su armadura, muy diferente a las que conocían y a la vez muy parecida a la de Nachi. Se colocó el antifaz y miro con cierta diversión al santo de lobo, esperaba entremeterse y aprende más sobre los santos de Athena.


-Muy bien, las reglas son simples, el primero que llegue a cinco puntos será el vencedor o el que quede de pie, un golpe en el pecho vale dos puntos, golpes en los brazos o piernas un punto, ¿listos guerreros? Que sea una batalla honorable.


Nachi y Phenril asintieron y de inmediato comenzó la batalla, Nachi miro incrédulo examinando a su oponente, mientras Phenril se movía con sigilo, a paso lento, como los lobos. Ninguno pudo notar que arriba del coliseo otros santos miraban el combate.


-DEAD HOWLING- grito Nachi aumentando su cosmos y lanzo un feroz ataque con su brazo derecho lanzando ráfagas de aire de manera rápida.


Phenril no tuvo problema alguno en esquiva el ataque, con solo saltar hacia un costado, demostrando la gran agilidad que poseía, dado por hecho que logro elevarse varios metros, logro eludir aquel ataque. Pensando que eso sería todo Phenril elevo su cosmos y lo concentro en su mano derecha, para luego lanzar una multitud de rayos de color violeta contra Nachi.


-WOLF CRUELTY CLAW- grito lanzando su feroz ataque, dando puñetazos de energía que parecían garras de lobos lanzadas a distancia.


 El santo de bronce miro con incredulidad aquel ataque, hasta que vio venir sobre si los golpes que venían asentándose uno tras otro, como era elocuente ver, Nachi cayó al suelo abatido, con innumerables golpes en su armadura y cuerpo, los más notorios tres en el pecho y el resto dispersados por sus brazos  y pies.


-Dragón, tu duraste más- marco Phenril mirándolo decepcionado- Incluso pude usar mi NORTHERN GUNRO KEN.


-Dije que este no terminaría bien- Shiryu se tomó la cabeza.


-Tú lograste atacarme con más poder que el- marco Phenril bajándose al cuadrilátero y acercándose a él- ¿Por qué él es más débil que tú? ¿No son ambos santos de bronce? Deberían tener la misma fuerza.


-Tu venciste una de mis técnicas ¿te acuerdas como se llamaba?


-Rozan Sho ryu ha- respondió.


-Muy bien, mira Phenril, yo me he enfrentado a innumerables adversarios, de rangos mucho más  arriba que yo,  como los santos de plata y los dorados, los generales de marina de Poseidón, espectros de Hades, e incluso dioses, he desarrollado mis técnicas hasta el punto de superarlas, volverlas más fuertes, incluso soy el sucesor directo de mi maestro cuando este abandone su puesto, ya sea por muerte o por vejez,  Nachi no ha tenido esa suerte- exclamo sonriendo


-Entiendo- exclamo pensante- tu eres muy fuerte.


-Tú también, venciste una de mis técnicas. Eso te hace muy fuerte-sonrió revolviéndole los cabellos- Jabu, supongo que  la batalla está terminada, con su permiso nos retiramos.


-Ese dios guerrero de Asgard no dará un solo paso más- exclamo la voz de una mujer desde arriba de las gradas.


-Shaina de Ofiuco- exclamaron todos menos Phenril, quien no comprendía.


-Shaina, el no viene como enemigo, es un aliado- defendió Shiryu.


-La señorita Hilda quiere paz entre el santuario y Asgard- aclaro el dios guerrero de Épsilon, mirando tranquilamente.


-Un dios guerrero no tiene nada que hacer aquí.


-Shaina, yo me hago completamente responsable de cualquiera situación que Phenril genere, te aseguró que  mientras él está bajo mi estricta supervisión no va a hacer nada sin que yo me entere antes de que lo piense.


-¿En qué estoy pesando?- pregunto mirándolo incrédulo.


-En que no quieres ocasionar peleas.


-Te equivocas, pensaba en Jin- sonrió en burla.


-Shaina, perdónalo, es buen muchacho, está aquí como emisario de paz.


-¿Qué significa emisario?- pregunto incrédulo.


-Vienes a decir algo- respondió comenzando a fastidiarse, aunque Phenril era muy inocente, a veces sus preguntas tenían cierto tono de maldad, como si las hiciera apropósito para exasperarlo, y a veces cada pregunta era de un modo más infantil que la anterior.


-Ha…si, tiene razón-


-Es medio retrasado- se burló Jabu mirando a Phenril.


-¿Qué retrasado? Me golpeo y a mi ataque lo esquivo.


-Es porque es un dios guerrero Nachi, es superior a ustedes tres en muchos sentido, Shiryu no me interesa lo que digas en su defensa, es un dios guerrero de Odín, no debe estar aquí- exclamo la amazona mirando con severidad-debe irse del santuario Shiryu.


-Shiryu, la diosa Athena les espera a ambos- interrumpió otra amazona, de largos cabellos pelirrojos.


-¿Me espera?- pregunto Phenril sorprendido- pero si no me conoce.


-Llego una carta de Asgard, dando aviso de tu visita, vallan cuento antes a sus aposentos.


-Si Marin, vamos Phenril- exclamo el pelinegro tomándole del brazo al de Asgard y luego comenzaron a correr.


-¿Por qué los dejaste pasar? Marin.


-Sus ojos, la inocencia de su corazón se refleja en sus ojos, no es un peligro para el santuario.


Shiryu llevo a Phenril lo más rápido posible lejos de las miradas de otros santos, esperando no encontrar a ningún otro santo, pronto divisaron la entrada de las doce casas y Phenril se soltó del agarre, solo para ver con gran asombro las construcciones que estaban aglomeradas en subida.


-Es grande- señalo las primeras casas que podía ver con esplendor- y un largo camino.


-Conozco atajos, no te preocupes- exclamo volviéndole a tomar el brazo.


-Quiero tomar el camino largo.


-¿Qué?


-Quiero hacer el recorrido que tu hiciste, por favor- señalo- soy más rápido, lo voy a hacer en menos de doce horas.


-Phenril, esto no es un juego.


-Debería serlo, Athena no está en peligro realmente.


-Phenril no- exclamo serio y miro como el dios guerrero bajo la mirada- no es un juego, debemos tomar los atajos, para evitar al mayor número de santos dorados posibles, no solo porque Athena quiere vernos, sino también por tu seguridad, no sé cómo reaccionen los santos dorados al verte.


-¿Qué no se habían muerto?


-Shiryu, que bueno verte- exclamo una voz conocida, amistosa para el caballero de Dragón, quien trajo frio al verlo, mientras Phenril lo miro con sorpresa-Te esperábamos…


-Hola Mu- dijo mirando nervioso- Phenril, más respeto, es un santo dorado y lo ves frente a ti, salúdalo.


-Es simpático- sonrió acerándose- veo sus armaduras algo dañadas ¿De dónde vienen? ¿De otra guerra? Curioso la armadura de lobo tiene portador.


-El me tiro una cascada congelada encima y por eso mi manto sagrado se dañó- señalo Phenril a Shiryu, ya no era novedad que cada quien que preguntara sobre sus heridas o el daño a su manto sagrado dará la misma respuesta y de la misma manera, siempre señalando al caballero de dragón.


Mu sonrió mirando a ambos, claramente desde un principio supo que Phenril no era un santo de Athena, no solo por el nombre o porque la armadura de lobo ya tenía portador, sino por el cosmos que irradiaba, muy potente para ser de un santo de bronce y  la vez muy calmado- Ya veo, entonces eres un dios guerrero ¿Cómo te llamas?


-Phenril de Alioth Épsilon- miro con seriedad.


-¿Por qué los vi hace un momento discutir?- pregunto cruzándose de brazos.


-Yo quiero hacer el recorrido de las doce casas como el me conto que lo hizo, pero él no quiere-


-Phenril- le reto el pelinegro.


-¿Y porque no podría el tomar el camino largo?- pregunto Mu- le serviría para tener mayor resistencia, hago eso con Kiki todos los días y se ha vuelto muy fuerte.


-No quiero incomodar a otros santos dorados y no quiero que lo vean como enemigo.


-No lo verán como tal si puedo dar aviso, puede hacerla si eso quiere.


-Pero Mu…es un dios guerrero.


-Entre el Santuario y Asgard estamos en paz, una carrera parece algo divertido, pueden ir con Kiki para que él se distraiga un poco también- sonrió.


-Venga, los llevare a la primera parada, el templo de Aries- exclamo sonriendo guiando a los dos menores.


-El primer templo…donde se preparan las armaduras para el combate- interrumpió Phenril recordando la historia que Shiryu le había contado.


-Así es, perderás la primera hora esperando que tu manto sagrado lo repare- sonrió como si lo dijera para fastidiar a Phenril.


-¿Podrás repáralo?


-Sí, no será difícil, los mantos sagrados están hechos con Gamanium, uno de los tres componentes de las armaduras, pueden jugar con Kiki mientras me ocupo.


Phenril sonrió victorioso, un santo de oro le había dado la aprobación para lo que quería hacer y Shiryu no podría negarse, un santo de oro tiene más jerarquía que  un santo de bronce.  Mu se dedicó a su trabajo, reparar la armadura de dragón y el manto sagrado, no sin antes dar aviso de aquella pequeña empresa que quiera comenzar el dios guerrero de Alioth, lo que le pareció muy divertido en su momento. Después de una hora de espera volvió Mu con la armadura de bronce y el manto sagrado, los cuales se colocaron en sus portadores, seguido salió el pequeño pelirrojo que comenzó a hacerle burlas a Phenril.


-Sacar la lengua es saludo de dónde venimos- aclaro el de Aries sonriendo- Kiki debes acompañarlos.


-Pero maestro, ya subí y baje las doce casas como entrenamiento.


-Solo que nadie te detuvo, ahora si los detendrán, cada santo les pondrá una demora, todos me aseguraron que no serán difíciles para Phenril, él debe pasarlas solo, no debes ayudarlo Shiryu, tú también Kiki, todo solo, nada de pedir ayuda.


-Si maestro- bufo molesto el pequeño de Aries.


-En libra podrán comer algo, esa es la distracción de esa casa, tienen doce once horas para llegar a su destino, yo encendí el reloj y ha pasado la primera hora, pueden verlo cuando tengan dudas del tiempo que les queda ¿Preguntas?


-Yo- levanto al mano Phenril- el dragón no llego a esa parte en todo lo que me conto ¿Por qué estas vivo?


-Por gracia de Athena- respondió sonriendo-Ahora apresúrense los tres.


Phenril comenzó a correr a toda prisa subiendo con cierta emoción en su mirar, Kiki lo siguió mirando divertido, quería seguir molestándolo. Shiryu sonrió, le agradeció al santo de Aries por su buena disposición y siguió a los otros dos para alcanzarlos. En casa de tauro, en la entrada, estaba esperando el gran Aldebarán, portando su armadura y con su casco en mano, al cual le faltaba un cuerno,  miraba con una sonrisa arrogante al par que llego y espero a que Shiryu llegara también.


-Soy el gran Aldebarán de Tauro.


-Santo de oro de la segunda casa, a quien Seiya de Pegaso le saco un cuerno y lo dejo pasar- le interrumpió Phenril.


-Phenril, más respeto, déjalo hablar, no lo interrumpas- lo sermoneo Shiryu.


-Eres un joven muy vivaz, muy bien, este es mi reto, debe quitarme esto- señalo sacando de su bolsillo un anillo de color rojo que coloco en el único cuerno en su casco, luego se colocó el casco y sonrió- deben quitarme el anillo, esta prohibido usar poderes mentales, orden de Mu, Kiki, todo debe ser físico y no se puede usar cualquier ataque, ya sea un ataque de puños o cosmos.


Kiki y Phenril asintieron, el primero con una mirada burlona aunque fastidiado de no poder jugar con su telequinesia, el segundo miró fijamente. Aldebarán hizo una especie de conteo y sus dos rivales comenzaron a ir para quitarle la argolla del cuerno, aunque como era de esperarse Aldebarán entre risas y burlas los esquivaba con total tranquilidad. Shiryu sonrió, Phenril a su vista estaba siendo precipitado, tenía que pensar más, pero por palabras de Mu no debía interferir para aconsejar a Kiki o a Phenril. Phenril estaba comenzando a perder la calma, su agilidad entre saltar y correr para alcanzar a Aldebarán, que se movía exactamente cuando estaba sobre él, lo estaba desesperando.  El dios guerrero respiro profundo, mirando como Kiki hacia exactamente lo mismo que el hizo en un principio, correteando a Aldebarán para quitarle el dichoso cuerno, y entonces una idea surco por su cabeza, puso sus manos en sus rodillas para aparentar estar cansado, respiraba agitado pero su vista estaba dirigida solo al santo dorado, el cual estaba muy entretenido con Kiki, fue entonces que vio un momento de distracción, cuando Kiki casi lo alcanzaba, solo así corrió y ágilmente se subió a los hombros del de tauro para quitarle el anillo y con otro salto volvió al suelo.


-La tengo- sonrió mostrando la argolla- No fue difícil.


-Pero se te paso la hora- sonrió Aldebarán en burla señalando el reloj, la llama de la segunda casa estaba por apagarse, fue cuando Kiki aprovecho la distracción para quitarle la otra argolla.


-Gane, gane, gane- sonrió victorioso el menor- quiero un dulce de premio.


Aldebarán sonrió, saco de su bolsillo un par de caramelos y le dio uno a Kiki, el cual esperaba con las manos abiertas, y a Phenril, el cual miraba sin entender. La llama del segundo templo se apagó para cuando los tres volvieron al paso, corriendo a toda prisa y con una gran emoción en sus ojos el dios guerrero quería ganar la carrera, mientras Kiki y Shiryu parecían tomar todo con calma. Entraron al tercer templo cuando los tres divisaron la enorme construcción,  Shiryu se quedó en la entrada, esperando,  mientras Phenril y Kiki corrían dentro, saliendo fuera por la entrada.


-¿Pero qué?- pregunto el de Asgard.


-Sí, lo supuse, la prueba es el laberinto- exclamo con seguridad- miren.


Kiki y el dios guerrero miraron con sorpresa hacia atrás, efectivamente no era para menos, ahora había dos templos iguales.


-¿Por cuál entramos?- pregunto el dios guerrero y señalo la casa de la derecha- yo quiero ir por esa… ¿vamos Dragón?


-Deja de llamarlo Dragón- sonrió Kiki sacándole la lengua- se llama Shiryu.


-Me presente como Dragón a él, Phenril ha tomado que mi nombre es Dragón y no me molesta, que se diviertan, yo los espero aquí-


-Pasa conmigo- insistió Phenril.


-Vamos los tres por la misma, ¿Qué les parece? Vamos por la derecha, esa es de la suerte.


-¿Por qué?


-Ya se, ya se- interrumpió Phenril sonriendo- El caballero de Pegaso y Dragón entraron por la derecha donde se encontraron una ilusión del caballero de Géminis, Dragón nunca vio al caballero porque estaba ciego y no sintió cosmos, entonces pasaron de largo atravesándolo.


-Muy bien Phenril, ¿y que paso en la izquierda?- miro sorprendido y lo felicito por recordar esos detalles de todo lo que le había contado, aunque no era lo único, Phenril recordaba todo con una sonrisa.


-En la izquierda entraron los caballeros de Cisne y Andrómeda, encontrando una ilusión del caballero de Géminis que peleo con ellos, uno de ellos fue trasportado a casa de libra y el otro logro pasar la casa-respondió y de inmediato le saco la lengua a Kiki.


-¿Y qué paso en Libra?- pregunto Kiki mirando insinuante, el conocía la historia, estuvo presente en las doce horas y quería callar al dios guerrero.


-Eso después, estamos haciendo el recorrido casa por casa, una vez que lleguemos a libra Phenril me dirá que paso, ahora vamos los tres- interrumpió Shiryu tomando de las manos a los dos para adentrarse a la casa de la derecha.


Al entrar a la casa sintieron el cosmos poderoso del guardián y no estaba solo, al llegar a la mitad de la sala había dos hombres con ropa de entrenamiento, la armadura de Géminis a mitad de la sala mostrando la cara sonriendo. Shiryu los supo diferenciar al instante, no así Kiki y Phenril quienes lo miraron con una incógnita. Los dos hombres se acercaron con brazos cruzados, mostrando la misma expresión hasta estar delante de sus tres visitantes.


-La casa de los gemelos es una casa de dos hermanos, pero solo uno es el portador de la armadura dorada- exclamaron a la vez- Yo soy Saga y mi hermano es Kanon, o yo soy Kanon y mi hermano es Saga, adivinen quien es quien y los dejaremos pasar por nuestra casa.


-Tu eres Kanon- exclamo sin titubear Phenril.


-¿Cómo lo sabes?- pregunto el hombre de la derecha, señalado por Phenril.


-Porque cuando me viste cambio tu mirada cambio antes de volver a mirar con seriedad, Dragón dijo que parte de la culpa de la guerra de Asgard la tuvo Kanon de dragón del mar y luego de géminis en su ambición, y que has buscando redimirte de tu pasado desde la guerra contra Hades- explico mirando con seriedad- yo soy parte de tus culpas del pasado.


-¿De dónde salió ese mocoso?- pregunto el hombre de la izquierda- sí, supo resolver el acertijo yo soy Saga y él es Kanon, pero ¿Qué haces vivo?


-El dragón no me dejo morir- explico sonriendo- vamos dragón.


-Esto me recuerda a cuando Seiya y yo pasamos por esta casa- sonrió Shiryu- fuimos muy rápidos.


-Porque Shun me distrajo- interrumpió Saga y de inmediato su armadura lo vistió- Kiki, como no resolviste el acertijo te daremos otro, y solo si lo resuelves podrás pasar, escucha con atención, es la misma técnica pero con nombres diferente,  una es más fuerte que la otra según el fénix, ambas tienen el mismo objetivo para acabar con el enemigo  una es del caballero de géminis y la otra del dragón marino ¿Cómo se llaman las técnicas?


Kiki miro a Saga a los ojos, este se puso a su altura y con una sonrisa de oreja a oreja espero su respuesta, pensó y pensó pero no se le ocurría forma alguna de responder. Kanon miro a Kiki el cual esbozo primero una sonrisa extraña, bajo la mirada el aprendiz de Aries y ya sabía que iba a pasar, se tomó la cabeza en resignación, Kiki haría uso de su técnica especial.


El pequeño de Mu puso una carita triste y luego comenzó a llorar, para Kanon esa era la técnica especial, ese niño la había desarrollado mucho tiempo atrás porque si se trataba de una misión donde su valentía tenía que ser puesta aprueba Kiki era el primer en demostrarla, jamás lloraba o algo por el estilo. En tiempos de paz el llanto era su técnica secreta, enternecía a todos, desde al sádico DeathMask hasta el serio patriarca Shion, y para terminar con todo Saga caía rendido ante sus lágrimas también.


-Saga no- advirtió Kanon.


-No sé- exclamo en llanto el de nueve años.


-Oh, no llores Kiki, ¿sabes que vamos a hacer? Yo le diré a tu maestro Mu que si supiste responder – exclamo Saga enternecido, no tardo en abrazarlo y llevarlo a sus brazos para levantarse - y si te pregunta tu dile, la respuesta es Mi técnica Another Dimension y la de Kanon, Golden Triangle ¿Esta bien?


-Si señor- sonrió triunfante-


-Y solo porque quiero ver que Mascara de Muerte no se abuse contigo te voy a acompañar.


-Sí, el maestro Saga es genial- respondió el menor mirando a Kanon y le saco la lengua.


-El llanto, que técnica más poderosa,  aunque el amor es la peor, ni la explosión de galaxias puede con esas- miro Kanon fastidiado y luego miro a Shiryu- nunca te enamores,  Shiryu, es un sabio consejo.


-Tarde- aclaro sonriendo- y si, ya he sucumbido a esas dos técnicas tan destructivas.


-Perdimos a otro ¿Cuántos más van a caer?


-Kanon cuida de la casa en mi ausencia, no me tardo.


-Nos vemos tío Kanon- sonrió Kiki mientras Saga caminaba hacia la salida, seguido de Phenril y Shiryu.


-Adiós tapón de alberca, ya vas a ver le diré a Mu como manipulas a mi hermano por ser su alumno y el su pareja.


Los santos se alejaron  a paso lento mientras Kiki le sacaba la lengua a Kanon, Shiryu miro el reloj la llama de Géminis había extinguido la mitad de su flama, aun les quedaba buen tiempo. Phenril miraba con emoción mientras subían, se veía muy animado intentando romper la marca de tiempo que Shiryu había hecho según le conto en lo que paso durante su trayecto por las doce casas para salvar a Athena, mientras Saga le daba una mirada no muy acogedora al de Asgard.


-Shiryu puedes explicarme que fue lo que paso con el- señalo con la mirada a Phenril el cual venía muy distraído mirando a su alrededor.


-No quise matarlo, es todo, solo le quite su zafiro y lo deje descansando.


-No fue eso lo que paso- interrumpió el de Asgard.


-¿Y qué paso? Shiryu no me conto nada- quiso saber Kiki.


-El dragón provoco una avalancha, salve a cuentos lobos pude y quede sepultado bajo la nieve- respondió recordando aquello-no podía respirar, sentía frio y me costaba respirar, cada vez que expulsaba aire, exhalar como le dice dragón, menos aire podía entrar, inhalar como dice, sentía como si algo no me permitía  poder aspirar más aire, me oprimía aquí- señalo su pecho- y luego solo cerré mis ojos…


-Entonces si moriste- recapacito Saga.


-Luego sentí extraño, primero podía respirar mejor,  no me costaba tanto, ya no tenía ese peso, luego sentí calor, sentía mucho dolor pero cuando abrí los ojos allí estaba el dragón, abrazándome, trasmitiéndome su calor.


-Cosmos, solo te trasmití cosmos para no dejarte morir- le interrumpió.


-Luego me aferre a su armadura, no sé porque, solo no quería soltarlo.


-No querías dejarlo ir seguramente- exclamo Saga pensante- para que no siquiera avanzando, detenerlo.


-No, fue por otra cosa, me gustaba el calor que emanaba el dragón, luego él se puso a caminar hasta un bosque, me dejo debajo de un árbol, me dio su camisa y se fue, me prometió volver por mí, él me dijo que no me iba a abandonar….y lo espere, pasaron muchos días, yo no sabía porque tardaba tanto, solo lo esperaba


-Entre guerras y guerras, tarde mucho en poder ir por él, estaba desesperado en solo pensar en que tardaría un día más en ir, le había hecho una promesa y la cumpliría, siempre esperaba que el viviera para cuando fuera a buscarlo, incluso le pedí a Shunrei, cuando regrese de la guerra de Hades y antes de ir contra Artemisa, le dije que rezara por él, para cuando al fin lo pude ir a buscar su corazón estaba débil y sus latidos eran casi inaudibles.


 Phenril miro al santo de bronce y bajo la mirada, no le había dicho que antes que el llegara había llorado y no solo eso, había intentado dejarse morir. Desde que despertó en cinco picos solo pudo ver a Shiryu siempre con una sonrisa y este siempre le elogio que resistiera el estar varios días a la intemperie, soportando el frio y no dejarse morir ante las adversidades que enfrento.  Phenril en su interior sentía que decepciono a Shiryu, su fallido intento de quitarse la vida y, aunque agradecía que Shiryu le salvara la vida en aquel entonces no podía evitar al referirse a ello sentir culpa.


Shiryu al adentrarse al templo del cangrejo lo noto cambiado y agradeció que lo estuviera, sin las máscaras que el recordaba la adornaban. Ahora el templo estaba limpio, aunque pudo ver ahora en cada pilar alguna fotografía que estaba relacionada con la muerte, por lo que tuvo que taparle los ojos a Phenril para que avanzara sin ver. Saga sonreía mientras avanzaban hasta que en mitad del templo encontraron al morador mirando con una sonrisa picaresca


-Benvenuti al tempio del grande granchio, io sono l'oro santa Deathmask del cancro- exclamo mirando con una sonrisa maquiavélica, dirigida a Phenril-Sarai la mia prossima maschera.


-¿Tu eres el que grito Shiryu malvado quemaste mi mano?- pregunto señalando al santo de cáncer, lo que hizo que todos, menos el guardián de la casa, se echaran a reír por esa anécdota.


-¿Le contaste eso?- exclamo indignado el santo de cáncer mirando a Shiryu- maldita lagartija.


-Le conté todo, es muy curioso…esa noche él tenía miedo y decidí calmarlo con algo gracioso.


-Tu armadura te abandono por ser malvado… ¿Por qué la tienes ahora?


-Porque me he reivindicado ante mi diosa- exclamo mirando solemne.


-Lo que pasa es que no hay otro para ser santo de cáncer, así que se tiene que comportar- miro con seriedad Saga- ¿Cuál es el reto a vencer?


-Como a los niños de hoy les gusta hacerse los graciosos decidí imponerles un reto que será interesante- exclamo sonriendo y señalo a donde había un ataúd negro- ¿ven ese ataúd de allá? Deben buscar un disfraz, hay de todo y todos los tamaños, y deben asustarme.


-¿Eso?- pregunto Phenril decepcionado y se encamino hacia donde estaba el ataúd.


Saga bajo a Kiki para que el también fuera a cumplir el reto de la cuarta casa, mientras se quedaba esperando junto a Shiryu y DeathMask. El de cáncer miro incrédulo al santo de bronce, el cual sonreía abiertamente de ver al dios guerrero buscando algún disfraz que usar, cruzo mirada con Saga y decidió que era hora de increparlo.


-Shiryu.


-Si es algo sobre Phenril, no es un enemigo.


-Sí, lo note-aclaro Saga- es bastante inocente, pero también no deja de ser un peligro por ser un dios guerrero y  lo he notado muy pegado a ti.


-¿Si alguien te salvara la vida no serias muy apegado a él?- pregunto mirando al par dorado- yo me hice buen amigo de Seiya y nuestra amistad comenzó por que el me salvo la vida.


-Si pero ese chico parece garrapata, vi cómo le tapabas los ojos.


-DeathMask, no creo que a Kiki le guste esa pintura que tienes de Cronos comiéndose a sus hijos, o esa de allá con un cuerpo abierto desde el pecho y con los pulmones afuera.


-Esa no la vi, es nueva…sácala de inmediato.


-Primero no les gustan mis máscaras, luego no les gustan mis pinturas ¿Qué falta?


-Hola- exclamo Phenril acercándose ya vestido y no tenía cualquier ropa.


DeathMask tenía disfraces de todo tipo en aquel ataúd, de todos los tamaños y motivos, pero Phenril  había decidió ponerse una película de cabello rubio e incluso una ceja rubia que cubriera sus dos cejas, un traje de gala de color negro y llevaba una copa de licor en la mano, que estaba vacía.


-Ha…lárgate espectro- exclamo DeathMask al verlo y corrió hacia atrás hasta un pilar.


-No sabía que funcionaria- miro incrédulo, si bien el parecido era poco,  era bastante bueno el disfraz que eligió lo que lo hacía parecerse a aquello que lo asustaba- hola.


-¿Eres…quien creo que eres?- pregunto Saga mirando intrigado.


-El juez del infierno, Radamanthys- sonrió orgulloso- el dragón dijo que ese espectro lo mando al infierno a él, era disfrazarme del dragón enojado o el juez, él le teme a la muerte ¿no?


-Eso no es justo lagartija, debe saber todo de todos.


-Y me escucha atentamente, no había logrado nunca que antes alguien me escuchara tanto…salvo Hyoga, pero él me aburre con sus historias de Siberia- sonrió el caballero de dragón- ese es Phenril. Se sabe hasta las fabulas que me contaba mi maestro.


-Eso es trampa.


-Buuu soy mi maestro- exclamo Kiki, ahora llevaba una túnica bastante parecida a la que usaba su maestro en Jamir, tenía una película que si bien no la había peinado era igual al cabello de su maestro.


-Mu ¿Qué haces aquí? ¿No estabas en tu templo? ¿Has visto a Kiki? Debería estar por aquí- sonrió Saga y fue a levantarlo en brazos.


-Soy yo- exclamo sonriendo sacándose la peluca.


-¿Es pareja de Mu?- pregunto Shiryu mirando al de cáncer, Phenril escucho muy atentamente.


-¿Es tan obvio?- miro el de cáncer- La mayoría de los santos dorados estamos en pareja, Saga y Mu fueron casi los últimos, Shion casi mata a Saga cuando se enteró que salía con su discípulo.


-Ya veo.


-¿Entonces no tenemos nada de malo?- pregunto Phenril abrazándose a Shiryu.


-Phenril…no…es momento- exclamo sorprendido.


-¿Por qué?- bufo molesto, todos lo miraron sorprendidos- Sigfried dijo que era una ventaja para Asgard.


-¿Eso te dijo?- pregunto sorprendido- a mí me dijo lo mismo, pero no veo que allá una ventaja, es más, creo que entre nosotros podríamos tener la paz en nuestros hombros.


-Paren- exclamo el guardián de la cuarta casa- ¿Lagartija estas saliendo con el enemigo?


-No soy enemigo, soy aliado ¿verdad Dragón?


-Si…y quería decírselo primero a mi maestro- exclamo mirando con cierto enfado, pero no a Phenril, a él jamás, miraba a los santos dorados- Y si se preguntan, el que va abajo, es él.


-Al menos el dominante es la lagartija- se burló DeathMask- Puedes pasar muchacho, me has hecho reír y nadie logra eso.


-Gracias- sonrió Phenril y fue hasta el ataúd a quitarse el disfraz.


-Bueno, los dos ya cumplieron el reto, vamos subiendo- interrumpió Saga- ve a cambiarte Kiki, en casa de Leo nos espera el reto de Aioria…Shiryu mientras subimos quiero hablar solo contigo.


Continuara 

Notas finales:

Traducción de lo que dijo DeathMask.

-Bienvenidos al templo del gran cangrejo, yo soy el santo de oro Mascara de la Muerte de cáncer

-Tú serás mi próxima mascara.

Adelantos próximo cap:

Ni lento ni perezoso DeathMask da aviso en las doce casas de la situación sentimental de Shiryu, lo que causa sorpresa en algunos, disgusto en otros y están también a quienes no les interesa en lo absoluto. Phenril tiene que demostrar que él no es un enemigo y los santos dorados no se la van a hacer fácil, ya han pasados tres horas y media desde que comenzó la carrera, Phenril planea mejorar el tiempo de Shiryu ¿lo lograra? ¿Qué retos le esperan? ¿Quién es el santo que quiere matar a DeathMask por considerarlo rey de los chismosos? En casa de Libra Dohko va examinar al dios guerrero para saber si es apto o no como pareja de su discípulo y los santos de bronce también lo quieren poner aprueba ¿Cómo resultara esto?


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