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Aprendiendo a sentir por maxi anime

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Notas del capitulo:

Hola a todos


Gracias por sus rewieb, perdonen la demora en la actualización estoy con la universidad que me quita tiempo, pero bueno, como dicen el fin justifica los medios, así que después de todo mientras apruebe estará todo bien, espero que mis esfuerzos este año valgan la pena…espero que pronto tenga Internet en casa los ciber me quedan lejos y solo estoy libre de noche además que estoy corta de efectivo, pero dejemos las penas para otro momento ahora a leer, espero les guste.

La fría escarcha caía por doquiera esa fría mañana de invierno, la casa estaba revesita de fiesta ya que era el cumpleaños del pequeño miembro, el cual estaba contento con los regalos recibidos de los amigos de su padre, pero el que más le ilusiono fue a

La fría escarcha caía por doquiera esa fría mañana de invierno, la casa estaba revesita de fiesta ya que era el cumpleaños del pequeño miembro, el cual estaba contento con los regalos recibidos de los amigos de su padre, pero el que más le ilusiono fue aquel cinturón que su padre le dio, uno con la insignia de la familia. Un mensajero llego esa mañana con un nuevo paquete en ese había un pequeño abrigo de piel, el pequeño lo tomo con suavidad y fue a mostrárselo a su madre, que hablaba con el mensajero acerca de la familia de donde vino el regalo y que por alguno u otra razón no pudo asistir.

-El joven Mizar se encuentra muy enfermo y es por ello que la familia no ha venido, de parte de mi señor sepa disculparle.

-No hay ningún problema, ojala el pequeño se mejore pronto- dijo la rubia con una sonrisa en su rostro.

-Madre, madre, mira- dijo ilusionado el pequeño de apenas seis años, su madre lo levanto en brazos y lo lleno de besos y caricias.

Llegada la tarde la familia salió de paseo junto a otros nobles que se quedaron junto a ellos en la fiesta, si bien su padre estaba más atento a el que a sus amigos que lo acompañaban. El camino por el bosque se hizo largo, pero al menos divertido mientras él hacia carreras con su madre a caballo.

De pronto un oso se apareció delante de ellos de ellos, bajo a su madre del caballo de un solo golpe y luego la ataco, ella callo a la fría nieve delante de su hijo sangrando mientras su padre peleaba para alejar al oso del pequeño. Asustado corrió a donde estaban los demás, estos salieron corriendo dejando a la familia sola. Un fuerte grito se holló, el pequeño peli celeste fue a donde estaba su padre todo ensangrentado, de pronto delante estaba el oso.

-Phenril- escucho un fuerte frito que lo saco de su sueño.

Phenril despertó en la cama de la habitación, hacia algo de calor, estaba todo sudado y su cara reflejaba temor. Shiryu lo había despertado al percibir que tenía una pesadilla, al verlo despertar no dudo ni un minuto y lo abrazo fuertemente para tranquilizarlo temiendo a que aquella pesadilla le diera más que un susto.

-Ya paso, ya paso- dijo abrazándole- no paso nada, fue solo un sueño, nada malo te pasara.

-Fue tan real- dijo mientras se acobijaba a su lado.

-No pasó nada, fue solo un sueño y los sueños no son reales- dijo para calmarlo mostrando un semblante tranquilo mientras pasaba con lentitud sus manos por los cabellos cortos.

-Pero este si lo fue- dijo mientras pequeñas lágrimas surcaban sus mejillas- Mis padres…

-Eso paso hace mucho tiempo Phenril, de prometo que de ahora en mas estarás rodeado de gente que te querrá como amigo y no te abandonara por nada en el mundo en ninguna situación- con lentitud comenzó a quitarle los caballos de los ojos- yo por ejemplo nunca te abandonare a tu suerte no importe la circunstancia, un claro ejemplo tienes en que regrese a Asgard después de pelear otra guerra, ni un día más ni menos regrese por ti, estando mal herido y con aun esa sensación de vacío que te dejan las batallas, acababa de perder de nuevo a seres muy queridos pero no dude en volver por ti.

-Ese día…era mi cumpleaños.

-Oh Phenril- dijo conmovido mientras lo abrazaba- prometo que para tu cumpleaños te are una fiesta mucho mejor de las que has tenido hasta ahora, invitaremos a los que solo quieran ser tus amigos, te valoren, te quieran y respeten, todo será perfecto, porque te lo mereces.

-Syd de Mizar estaba enfermo y no fue su familia, pero me regalaron  algo lindo- sonrió de recordarlo con una pequeña y sincera sonrisa- Mi padre me regalo mi cinturón.

-Tranquilo, ya paso- dijo  Shiryu mientras comenzaba a divagar por su mente- tu eres un Phenril, es decir eres de la clase noble y los nobles no andan recordando momentos de mucha tristeza, Phenril, quiero que no mires hacia atrás, quiero que mires siempre adelante…

-No entiendo.

-Sé que es difícil olvidar el pasado, pero yo mismo he olvidado tono lo que tiene que ver con recuerdos doloroso, Phenril ¿Puedes hacer eso? Olvidar todo aquello que te cause dolor, comenzando con la perdida de tu familia.

-Pero…- replico sin entender.

-Recuerda esta simple frase, La vida por todo lo malo algo bueno te da, quiero que lo recuerdes.

-Lo prometo, la recordare- dijo tranquilo- Te lo prometo.

-Ahora debemos dormir pequeño, debes descansar, mañana por la mañana iremos a pasear- dijo sonriéndole, luego se recostó sobre la cama- ven recuéstate- dijo haciéndole un ademan, el Asgardiano se recostó sobre su pecho obedeciendo la orden del Dragón y luego suspiro antes de quedarse dormido.

A la mañana siguiente se levanto entre las ocho y nueve de la mañana, el dragón lo levanto tirándole gotas de agua a la cara, ya que el lobo se reusaba a levantarse, lo cual hizo que Shiryu largara una pequeña carcajada por la cara de fastidio de Phenril al recibir el agua. Una vez que se levanto comenzó a cambiarse con ayuda del Pelinegro, el cual le ayudaba a colocarse la ropa teniendo cuidado con las heridas y en especial de no tocar nada que no debería.

-Shunrei, iremos al pueblo ¿Necesitas algo?- dijo Shiryu mientras encaminaba a Phenril por la casa.

-No, ayer fue a hacer las compras para la semana- respondió desde la cocina mientras hacia el aseo.

Los dos caballeros salieron caminando, primero estaban en el bosque, Phenril miro con mucha sorpresa las copas, eran más altas que las de los arboles que se encontraban en Asgard, todo el lugar era frondoso y podían escucharse desde el sonido lejano de las cataratas hasta el sonido de los pájaros a la vuelta de un árbol, era un lugar maravilloso para él y lo más importante, o lo que más le sorprendía era que no había nieve, podía ver flores y el pasto mismo, y no había nada que lo contrariara.

Se detuvo cuando observo un pequeño insecto amarillo y negro volando cerca de él con una punta afilada, intrigado se quedo quieto hasta que quiso agarrarlo, el pequeño insecto se defendió creyendo de él que quería hacerle daño, así que lo ataco clavándose desde su parte filosa en su mano.

-Ha- grito Phenril al sentir aquello, pero no se movió.

Shiryu se acerco temiendo que algo lo hubiera lastimado y se dio con la sorpresa que estaba un pequeño insecto en la mano de este incrustado, lo saco con lentitud y luego le miro la mano- Phenril las abejas son peligrosas, si las atacas te atacan.

-Solo quería verla bien- se excuso mirando su mano que comenzaba a sangrar.

-Ya tranquilo- dijo sacándole el aguijón- está bien que seas curioso, pero no te metas con insectos que tengan aguijón, existen muchos que te pueden lastimar, una abeja no te ara tanto daño, pero hay arañas o escorpiones  que te podrían lastimar mucho mas, así que no lo vuelvas a hacer, salvo que yo esté cerca para detenerte o ayudarte.

-Está bien…duele- se quejo molesto.

-No es nada- le sonrió y luego le dio un beso en la herida- con esto te sentirás mucho mejor, después me dices si te sientes mal, ahora debemos seguir caminando hasta el pueblo.

-¿Es muy lejos?

-Algo, pero si caminamos constantemente llegaremos pronto.

-¿En el pueblo hay mucha gente?

-No temas, estaré a  tu lado en todo momento, nada malo te pasara mientras estés junto a mí, pero debes seguir las cosas que te dijo, no vaya a pasarte nada mientras yo me distraigo.

-Si Dragón- asintió con la mirada.

Siguieron la caminata hasta el pueblo más cercano, Shiryu decidió tomar el camino más largo y dentro del bosque para que Phenril pudiera deleitarse de la naturaleza misma que lo rodeaba y tenía razón, a cada tantos ratos Phenril se detenía a mirar los enormes arboles, alguno que otro animal pasajero y hasta los mismos arbustos, como si todo fuera nuevo para él. La caminata siguió hasta el pueblo ladera abajo, donde había mucha gente a esas horas caminando, el Asgardiano con temor le tomo la mano a Shiryu temiendo perderse entre la gente y caminaron por las calles de tierra hasta una tienda bastante grande.

-Como te has portado bien ahora te daré un premio- dijo Shiryu entrando, luego lo encamino hasta una sección donde había cientos de papeles brillantes para el Asgardiano- elige un dulce Phenril - Alioth miro con detenimiento cada paquete y se quedo en uno, en el había unos animales de un color café oscuro dentro mientras en la envoltura se los podía ver libres dentro de un bosque, tomo el paquete y se lo mostro al dragón, ambos fueron a pagarlo.

-Shiryu ¿Qué tal? ¿Cómo estás?- dijo el cajero mientras tomaba el paquete.

-Hola señor Shu ¿Cuánto tiempo?

-El viejo maestro te tiene atado he, veo que no vienes solo ¿Quién es tu amigo?

-Se llama Phenril, no es de aquí, viene del norte de Europa.

-Ya veo, buenas joven- saludo el hombre de unos cuarenta años mirándolo sonriente, Phenril solo levanto la mano en saludo y se oculto tras Shiryu- veo es algo tímido, son 14,36.

-Aquí tiene- dijo dándole unos cuantos billetes y monedas, luego tomo el paquete- Vamos Phenril, hasta otro día señor Shu.

-Hasta otro día, un consejo, llévalo a que vea el doctor, mírale la espalda como la tiene, le está por salir una joroba.

-Lo tomare en cuenta, muchas gracias.

-¿Qué es una joroba?- le pregunto Phenril una vez se hubo alejado del lugar.

Shiryu le toco lo espalda hasta una parte donde estaba su columna desviada- esto, la espalda tiene que estar recta, es decir en una línea, la tuya esta hasta tres cuartas partes recta y la otra parte se dobla a delante, pasaremos por la farmacia para que te compre medicamentos, a la larga la joroba podría hacerte daño, apenas tienes dieciocho años y en casa comenzaras a tratarte.

-¿Duele?

-Te va a doler, pero con el tiempo vas a ver que te sentirás mejor, capaz que hasta correrás más rápido lobito.

-¿Lobito? Me gusta Dragón.

-Somos amigos Phenril llámame por mi nombre, soy Shiryu.

-Tú te presentaste como el dragón Shiryu, pensé que tu nombre era Dragón, así como yo me presente como Phenril de Alioth …psilon ¿Está mal que te diga dragón?

-No, pero me gustaría que me llamaras por mi nombre más seguido, yo te llamo por el tuyo después de todo pequeño.

-Está bien…Shiryu.

-Ahora vamos a caminar- dijo tomándole del brazo- no querremos que  te me pierdas.

-Hay muchas personas caminando- dijo observando el Asgardiano- en Asgard no hay tanta gente.

-Es normal, supongo que en Asgard muchos se ocultan de frio y por ello no salen de casa muy a menudo, aquí como no hace ni mucho frio ni mucho calor la gente sale a caminar, los niños van a la escuela y los médicos están siempre cerca, salvo de nosotros al vivir cerca de la cascada para que nos atienda el médico debemos bajar hasta el pueblo.

 -¿Hay lobos aquí?- pregunto curioso, si bien era cierto que desde su llegada había visto muchos animales, pequeños osos y muchos pájaros pero animales a los con los que él estaba acostumbrado a convivir no vio ninguno y en eso recordó a sus viejos lobos, en especial a Jin ¿Qué habría sido de él desde la guerra? Si no mal recordaba en la pelea contra Shiryu Jin estaba a su lado, después los lobos se alejaron de la batalla para dejarlo a él en contra del caballero de verde, seguido callo aquella avalancha de nieve encima en la que muchos lobos quedaron atrapados ¿habría muerto?

-No creo, los lobos son algo de Europa- dijo sin importancia y luego lo miro nostálgico- ¿Jin?

-¿Qué fue de él?- pregunto mirando con tristeza hacia el suelo.

-Después de la avalancha yo salí de la nieve y te busque, él y otros lobos te encontraron bajo la nieve y comenzaron a quitarte la nieve de encima hasta el punto de lastimarse las patas, cuando lograron sacar tu cabeza, Jin te saco en parte de la nieve y comenzó a lamerte para despertarte, pero nada paso, finalmente comenzaron a aullar, cuando me di cuenta los lobos se me tiraron encima haciéndome caer por un acantilado, luego cuando desperté subí y te vi durmiendo en la nieve, no tuve valor para dejarte allí así que fui por ti, te calenté con mi cosmos y luego te deje en aquel árbol donde después de mi última guerra te fui a buscar.

-¿Qué fue de él?- volvió  preguntar con tristeza.

-El me ataco por la espalda y cayó junto conmigo al acantilado, cuando desperté subí y no lo volví a ver más- fijo con seriedad, pero al notar lagrimas amenazar con salir de los ojos de Phenril decidió inventar parte de la historia o al menos hacer que el dios guerrero no decayera en tristeza, después de todo esos lobos eran su familia y si aun lloraba a sus padres biológicos le aria mucho mal saber que los lobos habían muerto, en especial Jin- Seguramente él y los demás sobrevivientes salieron del acantilado y siguieron su camino, más de uno de ve creer que moriste en aquella avalancha, seguro Jin está vivo por Asgard, debió seguir con su vida y en unos meses será padre.

-…l y Keila eran linda pareja- dijo sonriendo el Asgardiano- normalmente estaban los dos junto a mí, me gustaría volver a Asgard cuando este bien de salud y mi armadura reparada para verles.

-Estoy seguro que él estará muy feliz de verte- le sonrió- ahora sigamos caminando debo enseñarte las cosas básicas que hay en el pueblo, como la tienda que es de donde vinimos, la farmacia a dónde iremos y otras muchos lugares que te agradaran y si te comportas te daré un premio helado.

-Que no sea hielo, ni agua congelada ni nieve- dijo sonriente y luego comenzaron una larga caminara.

Para Phenril estar en un pueblo, si bien no era la primera vez, era sorprendente, no recordaba tantas cosas de cuando niño era ir a un lugar tan poblado y lo que más le sorprendía era la cantidad de gente que saludaba al santo de Athena, en su mente se preguntaba ¿serán todos sus amigos? Si bien Shiryu era de la clase de persona que luchaba por sus amigos y daba su vida por ellos,  todos le saludaban y habían algunos que le sacaban charla, lo mas que le sorprendió fue en que en la farmacia fue donde el que atendía mas se sorprendió de verlo y comento antiguas anécdotas de la niñez del pelinegro quien al parecer casi siempre iba a comprar algodón y Alcohol o algún cicatrizante.

Terminado el paseo pasaron un una tienda que era toda de blanco, el caballero de Athena entro solo y salió con dos cosas en sus manos, Phenril las olfateo a verlas, tenían un olor bastante llamativo, pero al mismo tiempo emanaban un aire frio que se estaba disipando, Shiryu rio de sus reacciones y le sonrió con cierta calma.

-Se llaman helados, se comen con lentitud por que están muy fríos pero se derriten con el calor ¿Cuál te apetece más? ¿Chocolate o crema de leche?

-Chocolate- pidió sonriente, recordó por escasos momentos su niñez al oír esa palabra, cuando sus padres aun Vivian, una de las obsesiones de su madre eran los chocolates en barra, y a él de tres años de edad le gustaban robarlos, total no hacía daño a nadie y su madre siempre le sonreía ante su travesura.

-Tomarlo muy despacio- le aconsejo dándole el cono marrón- usa la lengua para probarlo no te lo metas a la boca directamente.

Phenril obedeció la orden y tal cual hizo para luego saborearse la boca al sentir el sabor a chocolate, Shiryu solo le sonrió ante el acto y comenzaron a caminar alrededor de un parque, pasaron por una local que tenía una cruz roja en frente, el dragón compro unas cuantas cajas y luego siguieron caminando por el pueblo, para el final de la tarde ambos se sentaron en la banca de un parque a ver las horas pasar y la noche llegar.

-La luna es hermosa- dijo sorprendido el de Asgard al verla- Es enorme y blanca ¿está hecha de queso?

-¿Quién te dijo eso?- pregunto sorprendido por la pregunta.

-Alberich antes de la guerra, la misma noche que juramos fidelidad a Hilda había luna llena y yo me la quede mirando después que Hilda se fue a sus aposentos, cuando Syd de Mizar se fue, Alberich me vio mirándola y me pregunto qué hacía y le dije “viendo la luna, es grande…parece el sol pero en blanco, tiene agujeros…” y él me dijo “La luna… no el sol, no irradia luz propia, es mas lo que vemos es lo que el sol le llega a dar de luz” y yo le dije “¿Cómo el sol puede darle a la luna? Si cuando el sol se oculta la luna sale”, “es que el sol es más grande que el planeta” me dijo y yo le dije “¿Cómo? Si al sol cuando lo podemos ver es chiquito y la luna también es chiquita ¿me pregunto si se podrá comer?” el me miro con cierto enfado y me dijo “si Phenril, la luna se puede comer es de queso”

-Phenril la luna no…- dijo con algo de temor en su mirar, al verlo con muchas ilusiones ver el cielo y a la misma luna con ojos vidriosos no tuvo opción que darle mas ilusiones- si es de queso, vamos a casa se hace tarde.

-Si ya es de noche- dijo sonriendo.

El caminar por el pueblo hasta la salida fue lenta, poco a poco se iban alejando hasta que Phenril vio algo y se quedo viendo, delante de él dentro de un callejón había dos hombre, el más alto tenia aprisionado a otro tras una pared, pero no parecían estar peleando, el más alto le estaba besando al otro. Siguió mirando atentamente y fue cuando noto que a los dos les faltaba la ropa de la cintura para abajo, y luego escucharon grandes, rápidos y sonoros gemidos saliendo de uno lo cuales comenzaron a despertar algo nuevo en el, fue cuando sus ojos se nublaron y su vista se vio invadida para la oscuridad.

-Eres muy pequeño para ver eso.

Pero era algo tarde, comenzó a dolerle en su entrepierna, siguieron caminando a pesar de todo, pero en medio camino Phenril se recostó en el pasto adolorido y comenzó a llorar.

-¿Qué pasa?- le pregunto Shiryu preocupado.

-Me duele, me duele- dijo entre sollozos.

-¿Qué te duele?

-Mi parte intima.

Shiryu algo preocupado se acerco y se agacho hasta donde estaba y vio un pequeño bulto en el pantalón, lo abrió de par en par y pudo sacar el órgano eréctil y duro, lo que le estaba causando dolor.

-No sabes lo que te pasa verdad- dijo sonriendo.

-No, es malo.

-Para nada, eres hombre y los hombres nos excitamos eso despierta un liquido que quiere salir de nosotros, te excitaste al ver lo del callejón, ¿Saber masturbarte?

-¿Qué es eso?

-cuando te tocas allí para ayudar a ese liquido a salir.

-No se…nunca lo hice- dijo sollozando.

-Te enseñare- dijo poniéndose tras él, luego agarro con su mano derecha el palpitante órgano- Primero lo masajearemos para relajarte- dicho esto comenzó a pasar su mano por el órgano con suavidad, pero poco a poco sus instintos comenzaron a pedirle que fuera mas allá, con algo de control encerró el órgano de Phenril en su mano y comenzó a hacer movimientos vaivén lentos que relajaron a Phenril, una vez que los sollozos se comenzaron a convertir en gemidos de placer Shiryu comenzó a acelerar.

-mmm, ha, ha…. Gracias dragón…. Se…siente bien.

-Aun no has visto nada- le susurro al oído, luego se dio vuelta  y le recostó sobre el césped, Shiryu se quedo petrificado al percatarse de lo que su calentura le estaba haciendo hacer, pero la satisfacción de Phenril era su mayor premio, se recostó sobre él y comenzó a besarlo en los labios, dejando a Alioth …psilon sorprendido, pero aun mas cuando comenzó a meterle dentro de su boca su lengua, pero al sentirlo tras placentero solo se dejo hacer y disfrutar.

Poco a poco a ambos comenzó a hacerles difícil respirar, dejaban de versarse solo para separarse por unos momentos y volver al ataque, finalmente antes de que Shiryu cuenta se diera, la luna llego hasta la punta del bosque donde estaban iluminándolos con su tenue luz, ambos habían pasado dos horas en esa posición besándose una y otra vez, excitándose entre sí, hasta que al fin Phenril se relajo completamente, Shiryu sintió su mano mojarse y a Phenril comenzar a llorar.

-No pasa nada- dijo tranquilizándolo.

-Te ensucie- dijo entre sollozos.

-No está bien, es semen, es ese liquido que quería salirte, ya salió, no te preocupes, es normal- comenzó a acariciarlo con su mano seca.

-¿Qué tan normal?

-Tanto como para que mojes la cama y nadie te diga nada- le dijo sonriendo, luego comenzó a acomodarse las ropas- vamos hay que volver a casa Shunrei debe de preocupada, pero e esto no digas nada, ¿prometido?

-¿acaso hicimos algo malo?- pregunto inocentemente arreglándose la ropa.

-Algo así, pero no digamos nada, nos dejamos llevar por nuestros deseos y pudimos terminar haciéndonos daño,  ahora vamos a casa, hay que descansar.

-¿Dormirás conmigo?

-Claro, después de la pesadilla de anoche, mejor no te dejo solo- le sonrió.

Phenril sintió un fuerte alivio en su pecho, le gustaba dormir con él, instintivamente, una fuerza extraña lo hizo acercarse a él y abrazarlo- Dragón- dijo entre sonrisas ocultando su rostro en el pecho de Shiryu.

-Yo también te quiero- le dijo Shiryu abrazándolo.

 

Continuara

 

 

 

 

 

Notas finales:

Espero les allá gustado, próximo capitulo mas acción de lemon si es posible y algo que llamo “Los dorados contra Shiryu”


Aviso, he hecho unos Milo x Camus y un fanfic gracioso de los dorados llamado horóscopo, si quieren que lo publique por favor díganme


 


Hasta la próxima


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