III- Nuevos vecinos.
Por fin habían salido de la prepa, que largo le había parecido ese día y mas en la clase de deportes donde el maestro se había ensañado con ellos a la hora de hacer ejercicio, estaba bien que se interesara por la salud en los estudiantes, que se mantuvieran en forma y esa clase de cosas, pero por favor, no era necesario ponerlos a hacer ejercicio hasta desfallecer, mañana seguramente le dolerían las piernas y los brazos, ya que ese día habían sido sentadillas y lagartijas los ejercicios, ese sujeto de seguro era un militar o marino, ahora se encontraba en el autobús sentado con sus mejores amigos recuperando la movilidad de sus extremidades.
-Aun me duelen las piernas- se quejo Cheester que se encontraba al lado de la ventana abierta tratando de refrescarse.
-A mi los brazos- se quejo ahora Timmy sintiendo sus brazos como dos fideos.
-A mi todo, ¿de donde sacaran esos maestros tan locos?- se pregunto AJ.
-Del mismo lugar que sacaron al maestro Crocker- le contesto Chester.
-Jajajaja muy buena esa, al menos no es tan chiflado como él-
-Yo diría que es algo sádico, le gusta el dolor de los estudiantes-
-Me recuerda a alguien- dijo Timmy tratando de hacer memoria pero ya no tenia suficientes energías como para hacer memoria o pensar, ese maestro de deportes era brutal y les había tocado a ultima hora, y eso que según ellos seria la clase que mas fácil harían en el día.
-A Vicky seguramente-
-Tienes razón AJ, ¿no serán parientes?- se pregunto Chester en voz alta.
-Hay una teoría de los científicos que dice que existe algo en los genes que indican si una persona es buena o mala, hasta psicópata, creo se le llama gen del mal o algo así, no me acuerdo, pero si tal vez estudiamos muestras de ambos sujetos tal vez podremos ver si tienen algún parentesco y así saber si ambos tienen ese gen-
-Quien sabe, pero Tootie es su hermana y no se parece en nada a ella- dijo Timmy entendiendo un poco de lo que había dicho AJ.
-Hablan de mí- y como si la hubieran invocado había aparecido la anteriormente mencionada delante de ellos.
-Hola Tootie- saludaron todos a coro a la chica que los miraba con una gran sonrisa.
Tootie, conocidos por muchos como la hermana menor de Vicky la malvada niñera, pero que nada tenia que ver con ella, no era malvada como su hermana mayor, ni tenia muchos parecidos físicos o de carácter con ella, aunque a veces si estaba algo loquita y escandalosa, mas cuando se trataba de Timmy, era delgada, no muy alta, casi de la altura de Timmy, su figura no era de las mas exuberantes como la de Trixie, pero si era linda, aun usaba esas coletas que siempre traía cuando niña, solo que su cabello ahora era más largo, y sus viejos lentes morados de carátula gruesa los había cambiados a unos con un modelo parecido, pero con una carátula mas delgada y de color negro, aun usaba frenillos y casi siempre usaba faldas escocesas y su suéter negro con sus toques únicos y singulares que la caracterizaban, como medias a rayas o sus diferentes broches de diferentes colores y con diversos dibujos que se ponía en la ropa.
-¿Qué tal su primer día chicos?- pregunto alegremente sentándose a un lado de Timmy que no protesto.
-Algo pesado pero sobrevivimos- le dijo Timmy.
-¿Y eso?- pregunto la chica con curiosidad.
-Tuvimos el gusto de conocer al nuevo profesor de deportes, y déjame decirte que no es ningún santo-
-Oh-
-Es más bien un demonio del gimnasio- dijo Chester recordando la imponente figura de su nuevo profesor, claro, con unas alteraciones en su imaginación, como que midiera tres metros y que le saliera fuego por los ojos.
-¿Tan mal les fue?-
-Tengo la certeza de que ese sujeto estuvo bajo un régimen militar antes de ser profesor- le dijo un AJ que ya estaba formulando una hipótesis de que ese maestro era una clase de comandante o sargento retirado o expulsado del ejercito.
-Cambiando de tema… Timmy, ¿te gustaría salir conmigo este fin de semana?- le decía en un tono cariñoso y pegándose mas a él, con el paso del tiempo había aprendido a controlar sus impulsos y no saltar sobre él cada vez que lo veía, aunque ganas no le faltaran.
-Lo siento Tootie, pero ya tengo planes- le respondió de la manera mas cortes que podía, no odiaba a Tootie, pero como enfadaba para que él saliera con ella, cuando desde hacia mucho habían quedado que serian amigos solamente, desde aquel tiempo en la secundaria en que se había dado cuenta en que su amor por Trixie era mera atracción e intento salir con ella, pero no funciono.
-¿Y que tal…?-
-¿Qué es eso?- la voz de su amigo rubio interrumpió lo que iba a decir la morena llamando la atención de todos que miraron por la ventana.
-Un camión de mudanzas- respondió AJ al ver el enorme camión con gente sacando muebles y metiéndolos en la casa que se encontraba al lado de la de Timmy.
-Al parecer tendrás nuevos vecinos amigo-
-Que raro, no sabia que los señores Weber se habían mudado- el autobús se detuvo indicándole su parada -bueno chicos, nos vemos mañana, les contare luego como son mis nuevos vecinos- se paro como pudo aun sintiendo su cuerpo algo adolorido, tomo su mochila y bajo del autobús despidiéndose de sus amigos y Tootie.
Al bajar vio que en patio estaban sus padres platicando con una pareja que a buenas a primeras reasaltaban mucho por sus características singulares, y es que no todo el mundo tiene el cabello color rosado y verde como en ese par, parecían personas salidas de una feria o de una especie de espectáculo, pero también parecían ser agradables, ya que se encontraban muy alegres los cuatro adultos platicando y riendo, la mujer era delgada, de cabellos rosados y mirada del mismo color, su pareja también era algo delgado y de la misma altura de su mujer, de cabellos verdes como el pasto y como su pareja sus ojos eran del mismo color de sus cabellos, ambos aparentaban tener unos treinta y tantos años.
-Buenas tardes- saludo Timmy ya estando cerca de los adultos con una amable sonrisa que fue devuelta por ellos.
-Hola Timmy, ellos son nuestros nuevos vecinos- dijo su padre presentándole a la pareja que le sonreían alegremente.
-Hola- saludaron al unísono esa singular pareja con un brillo especial en sus ojos al voltear a verlo.
-Soy Cosmo- se presento alegremente el hombre de cabellos verdes.
-Y yo Wanda- dijo su mujer.
-Y somos tus pa…- iba a decir algo cuando su mujer lo interrumpió.
-Nuevos vecinos- al parecer era una de esas parejas que les gustaban terminar las frases del otro, se veían muy simpáticos.
-Mucho gusto, yo soy Timmy- dijo estrechándoles las manos.
Era extraño, no los conocía pero sintió cierta calidez al estrechar su mano con ellos, tal vez por que eran muy agradables y había tenido una muy buena primera impresión de ellos.
-Como te darás cuenta hijo se acababan de mudar a la casa de los señores Weber- le empezaba a explicar su padre -según escuche ganaron la lotería o algo así, que suertudos, y decidieron viajar y mudarse a otro lugar, y como tu mamá estaba cerca y es vendedora de bienes raíces se encontró con los señores… ¿Cómo dijeron que se apedillaban?- les pregunto al no acordarse de su apellido, siendo en realidad que aun no se los daban.
-Este…- la señora Wanda parecía pensárselo un momento hasta que su marido respondió.
-Dindong-
-Si, ese es nuestro apellido, es algo… curioso, preferimos que nos llamen por nuestros nombres- dijo sonriente la mujer mientras se rascaba la nuca algo nerviosa, al parecer no le agradaba mucho su apellido.
-Timmy- se escucho una vocecita que llamo al pelicastaño tímidamente, él miro a todos lados no encontrando al dueño, hasta que se le ocurrió bajar la vista y encontrarse con un pequeño y tierno niño de cabellos negros y mirada morada de unos cinco años, estaba al lado de sus nuevos vecinos en las faldas de la que supuso era su madre, Wanda, agarrandole el pantalón de vestir y mirándole tímidamente.
-El es nuestro hijo, saluda Puff- dijo Wanda acariciando tiernamente la cabeza del pequeño quien movió su pequeña manita y dijo un tímido “hola” al que seria su nuevo vecino.
-Hola pequeño, gusto en conocerte- dijo Timmy hincándose a la altura del pequeño niño dedicándole una sonrisa para que entrara en confianza, no sabia por que, pero al igual que sus padres le había caído muy bien ese pequeño niño a primera vista, a parte de que le parecía muy tierno, le extendió la mano a lo que el pequeño sonrío ampliamente y se aventó hacia el, literalmente, a abrazarlo haciendo que cayera de sentón al perder el equilibrio.
-Al parecer se llevaran muy bien- dijo la Sra. Turner viendo con ternura aquella escena al igual que su esposo, Cosmo y Wanda se quedaron algo sorprendidos pero también sonrieron.
Timmy que aun seguía sentado y aun sorprendido por la acción del pequeño sintió como un sentimiento lejanamente familiar lo invadía, como si esto ya lo hubiera vivido antes, tal vez un dejavú, no era desagradable, todo lo contrario, y de los pensamientos que le cruzaron en su cabeza en ese momento imagino que tal vez, así mas o menos se sentía tener un hermano menor.
-Puff, cariño levántate, que Timmy no puede hacerlo si no lo haces primero- dijo la pelirosa a su pequeño que aun seguía abrazado a Timmy, y al darse cuenta de que lo había tirado se levanto de golpe y lo miro de nuevo apenado.
-Perdón-
-No hay problema, a mi también me alegra conocerte- dijo parándose y revolviendo los cabellos del pequeño a lo que él rió alegremente, era realmente encantador.
-A por cierto, Timmy ¿ya arreglaste tu cuarto?- le pregunto su madre esperando que la respuesta fuera afirmativa.
-He… fue un placer conocerlos Srs. Dindong y a ti Puff- estrecho de nuevo las manos de sus nuevos vecinos y revolvió los cabellos negros del pequeño Puff -si me disculpan- y salio corriendo rumbo a su casa, tenia que romper su tiempo record en ordenar su cuarto si no quería que lo castigaran.
-Discúlpenlo, ya saben como son los adolescentes, tan apurados- dijo el Sr. Turner al ver como su hijo ya había entrado a la casa tan rápido como un rayo.
-No hay problema, es un chico encantador- le dijo Wanda mientras su esposo iba a donde los señores de la mudanza que lo estaban llamando.
-Tu hijo también es adorable-
-Gracias-
-Wanda el señor dice que ya bajo todo- dijo Cosmo poniéndose de nuevo a su lado.
-Bueno, nos tenemos que ir, tenemos que empezar a desempacar y arreglar, ya saben-
-Nos veremos luego entonces, nos encantaría conocerlos mas a fondo-
-A nosotros también- dijo Wanda para luego empezar a retirarse a su nueva casa con su familia.
Adentro de la casa nueva con cajas sin abrir y con algunos muebles ya acomodados, Cosmo y Wanda se asomaron por la ventana de la sala para ver como los Srs. Turner entraban a su hogar, donde él estaría seguramente corriendo de un lado para otro en su habitación tratando de acomodar el desorden en su cuarto, había crecido mucho, pero seguía teniendo ese aire que lo caracterizaba tal como lo recordaban.
-¿Crees que nos recuerde?- pregunto Cosmo a Wanda con un deje de tristeza.
-Sabes también como yo que eso es imposible, al menos ahora podremos protegerlo más de cerca aunque sea en el anonimato- le respondió en el mismo tono, se alegraba de estar cerca pero a la vez era algo triste ya que no los recordaba.
-Estas muy feliz, ¿no es así Puff?- le pregunto Cosmo a su hijo al ver que tenia una gran sonrisa e imitaba a sus padres al ver por la ventana.
-Si, Timmy es muy amable-
-Bueno tesoros, hora de arreglar este lugar- les dijo Wanda con una sonrisa, debían empezar a arreglar la que seria su casa y esto no les tomaría ni diez minutos siendo ellos lo que eran.
Al parecer la vida de Timmy dejara de ser tan normal.