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ANTOLOGIA NICKELBACK por Noctis Caelum

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Notas del capitulo:

HOLAS!

Luego de mil siglos! regreso con una cancion mas! y una parejita que me encanta! y que desde hace mucho queria utilizar! ya que queria que yuki se diera cuenta de lo que tiene! >.< creo que la mayoria comenzamos en este bello mundo con gravitation, asi que espero no decepcionar corazones XD

como siempre el link de la cacion: http://www.youtube.com/watch?v=8VjYUV-32gU

Espero les guste!

Someday

Yuki x Shuichi

 

 

Ya habían finalizado las grabaciones de su disco, pero a última hora el pelirosa decidió agregar una nueva canción, una que había escrito en los últimos días y que como capricho quería incluir en este disco en específico. Mr. K se había negado al principio, pero Shuichi había estado muy deprimido en las últimas semanas y aun así había dado lo mejor de sí para las grabaciones. Decidió concedérselo como recompensa.

 

Los preparativos estaban listos, dos días bastaron par que junto con Hiro le pusieran el ritmo ideal a la canción. El pelinegro al escuchar la letra supo inmediatamente de que se trataba todo aquello así que decidió ayudarle a completarla.

 

Se reunieron en el estudio de grabación, todos estaban a la expectativa, ya que solo el par de amigos sabía cómo había quedado la pieza. El hermoso pelirosa comenzó a cantar seguido muy de cerca de la guitarra de su mejor amigo. En el transcurso de la canción todos se daban cuenta del mensaje y sobre todo a quien iba dirigida.... ¿Acaso era una despedida........... O una pregunta?

 

How the hell did we wind up like this
Why weren't we able…

 

Mientras repetía cada palabra, el pelirosa recordaba con amargura el motivo de su inspiración...

 

To see the signs that we missed
And try to turn the tables...

 

 

 

...............Semanas atrás...............

 

 

Shuichi estaba más que emocionado. Después de un mes de una intensa gira, regresaba a su querido Japón y más importante, regresaba a los brazos de su Yuki. Le había dicho con anticipación el día de su llegada para que el mayor hiciera un espacio en su agenda para una pequeña cena intima. Tenía tantas cosas que contarle a Yuki, era primera vez que iba a parís. Se tomo millones de fotos y les trajo regalos a todos sus seres queridos. Hasta se tomo el atrevimiento de comprarse un conjunto que sabía que los dos disfrutarían, se ponía rojo solo de pensarlo.

 

Hiro se había ofrecido a llevarlo hasta su casa, pero Shuichi se negó. Sabía que el también estaba más que emocionado por ver a su alguien especial. Prefirió tomar un taxi, ya estaba un poco oscuro, no lo reconocerían tan fácil, además de que llevaba unas enormes gafas de sol.

 

Mientras iba en el taxi había llamado a la casa, pero nadie le contestaba -Quizá este en el baño o en su sagrada computadora- pensó el pelirosa mientras cortaba la llamada. Su emoción era cortada por el tráfico de la tarde, pero su sonrisa no se borraba de sus labios.

 

-Se ve muy contento, muchacho- dijo el amable conductor. Se veía que rebasaba los cuarenta de ojos y de cabellos castaños

 

-Si- dijo sin dejar de sonreír -Es que desde hace un mes que no veía mi querido país-

 

-Ah, pero no creo que solo eso ilumine el corazón de un joven como usted- los carros comenzaban a caminar nuevamente

 

El pelirosa se sonrojo -JAJAJA si, también me reuniré con mi novio- dijo algo nervioso

 

-Ah, me encanta ver a los jóvenes enamorados- dijo cálidamente –Tiene mucha suerte de haber encontrado a esa persona especial en su vida- hizo una pausa, continuo –Hay algunos que nunca lo pudieron encontrar u otros que la hemos perdido-

 

La voz del señor comenzaba a sonar monótona, Shuichi se conmovió un poco al notar la tristeza en la voz de aquella persona, así que le dijo…

 

Nadie quiere estar solo todos queremos saber que le importamos a alguien tener a quien confiarle nuestra vida, debe de ser feliz por el recuerdo de esa persona, ya que a ella no le gustaría verlo triste.

 

El taxi se detenía, habían llegado a su destino. Todo estaba oscuro y silencioso, ya eran pasadas las 9 de la noche. La mayoría de vecinos ya había regresado de trabajar o ya se encontraban dormidos.

 

-Hermosas palabras jovencito, deberías escribir canciones-

 

El pelirosa le dio una amplia sonrisa, aquello le había hecho un poco de gracia. Bajo del carro y le pago al señor

 

-Espero que tú y tu novio sean muy felices- le dijo regresándole la sonrisa a Shuichi -Un chico como tú que irradia tanta felicidad... solo merece eso... felicidad-

 

-Gracias- le contesto mientras cerraba la puerta

 

El taxi se retiro, dejándolo en aquella fría calle. Las luces de su apartamento estaban encendidas, su corazón comenzó a palpitar, su Yuki lo estaba esperando. Llego frente a su puerta, esa que hace tanto no veía. Para algunos, un mes puede ser poco, pero para una persona enamorada, un mes puede sentirse como una eternidad. Busco la llave entre sus cosas, le había colocado infinidad de llaveros para no perderla, pero siempre le costaba encontrarla. Toco algo que parecían ser orejas largas y puntiagudas -Conque aquí estas- dijo hablando con sigo mismo, la saco triunfante tomo un pequeño suspiro y la introdujo en la cerradura.

 

Al abrir la puerta, todo le era tan familiar. Su mirada navegaba de un lado al otro, buscando. Dejo sus maletas en la entrada junto con sus zapatos y se fue directo al estudio -Tal vez esté trabajando- medito al no verlo en la sala. Abrió la puerta lentamente, quería tomarlo por sorpresa...

 

-TADA...ima...- su voz se desvaneció al ver que el cuarto estaba vacío

 

Su corazón comenzaba a agitarse, el la había dicho cuando regresaba, habían quedado en celebrarlo con una pequeña cena -Cena- pensó rápidamente -Tal vez este en la cocina- corrió hacia ella -El no puede hacerme esto- abrió la puerta de la cocina, no quería creerlo pero era cierto sintió como si le estrujaran el corazón -Tampoco estas aquí- sus ojos comenzaban a lucir cristalinos. Camino ausente hasta la pequeña sala, giro su rostro hacia la puerta y vio sus maletas ¿Por qué le pasaba esto? A Shuichi no le importaba la cena o los regalos, lo que realmente quería era que al entrar por la puerta la persona que el mas amaba lo recibiera con un okaeri, lagrimas finalmente corrían por su rostro, amargas lagrimas que él sabía muy bien no era la primera vez que derramaba por él. Se sentó sobre el amplio sofá blanco, aquel donde tantas veces habían hecho el amor. Lo acaricio. Tomo sus piernas y las abrazo contra su pecho y se destapo en un desconsolador llanto.

 

-¿Por qué tengo que amarte tanto?- dijo entre un sollozo suspiro

 

 

 

La mañana llego y los sonidos matutinos comenzaban a escucharse en el apartamento. Un delicioso aroma a huevos con tocino inundo la nariz de Shuichi. Abrió sus ojos -Yuki- pensó rápidamente al escuchar ruidos provenir de la cocina, sentía algo sobre su cuerpo -Una manta... entonces si es Yuki- su traicionero corazón latía con fuerza nuevamente. Se levanto del sofá, vio hacia la puerta principal, sus maletas ya no estaban, corrió hacia la cocina. Tenía una lucha interna, deseaba verlo, pero todavía estaba enojado por lo que le había hecho. Abrió la puerta de la cocina y ahí estaba, leía atentamente el periódico con una taza de café a un lado y un cigarrillo en su boca, al parecer ya había desayunado. Shuichi sentía como un vacío se formaba en su pecho, ni siquiera lo había despertado para desayunar juntos -Siempre tan frio- pensó mientras se acercaba al rubio.

 

-Al fin despertó la bella durmiente- dijo sarcástico al ver como se acercaba su pareja

 

-Si, jaja- trato de simular una sonrisa

 

-Deje tus maletas en la habitación. Sé que tendrás muchas cosas que contarme, pero hazlo luego, Tohma me pidió que fuera a su oficina por la mañana- apago su cigarro y dejo cerro el periódico

 

-”Tohma”- resonó en la cabeza del menor -¿Dónde estabas anoche?- dijo con voz distante

 

-¿Tienes hambre? Hice un poco de huevos con tocino- el rubio se paro y señalo la cacerola, ignorando la pregunta

 

Shuichi se acerco al mayor alzo su mano y toco su pecho, su mirada era llena de dolor -¿Por qué no lo ves?- pensó reteniendo las lagrimas que querían salir de sus ojos. Yuki lo vio con duda, frunció el ceño

 

-Sé lo que quieres... pero ahora no puedo- Se inclino un poco para quedar a la altura del oído del menor -Cuando regrese te daré lo que quieres... yo también estoy en mi limite, ya quiero estar dentro de ti- le dijo para luego darle un pequeño beso en los labios

 

Yuki se retiro, dejando al menor en la cocina. Cuando Shuichi escucho que la puerta principal se cerraba, cayó sobre sus piernas y rompió nuevamente en llanto -¿Que acaso solo soy eso para ti... alguien con quien tener sexo?- pensó amargamente. ¿Por qué siempre era tan frio con él? Ya le había dicho que Tohma era una persona especial en su vida y  Shuichi había decidido aceptarlo así, le había dicho que todavía estaba enamorado de “Yuki” y también lo había aceptado, si permanecía a su lado todo estaría bien… ¿verdad?

 

Todo lo que había estado haciendo era adaptarse a las preferencias de Yuki, el se conformaba con lo que sobrara de cariño para él, las lagrimas no dejaban de salir de sus ojos, sabía que todo este tiempo se había estado engañando. Entonces, si su afecto y su corazón ya estaban ocupados ¿A dónde lo dejaba a él, Porque tenía que ser Yuki tan egoísta, porque tenía que hacerlo siempre llorar?...

 

“Un chico como tú que irradia tanta felicidad... solo merece eso... felicidad”

 

Esa frase sonó alto y fuerte en su cabeza. Esas palabras que aquel amable señor le había dicho. Le dolía aceptarlo, pero el tenia que buscar su felicidad. El merecía ser amado. Seco sus lágrimas, había tomado una decisión, su corazón ya no soportaría más frialdad y aunque se sintiera morir, era lo único por hacer. El no necesitaba dinero, fama, apariencia o sexo, el solo quería que Yuki lo amara como él lo hacía. Se levanto del suelo. Ya llevaban un año juntos y aunque él lo sabía desde el principio era duro de afrontar -Al parecer nunca me podrás amar- reflexiono con una falsa sonrisa llena de amargura.

 

Salió de la cocina muy decidido, no tenía mucho en aquel apartamento y lo poco lo empaco rápidamente. Tomo un trozo de papel y escribió una nota, eso sería lo último que le diría. Tomo hasta lo último que podría recordarle al rubio de su existencia juntos, no quería que lo recordara, de todas formas no era como si le fuera a hacer falta. Tomo sus pequeñas maletas y dejo la nota sobre la portátil del escritor, sabía que era al lugar que siempre acudía. Llego a la puerta principal, dio un último vistazo y salió sin siquiera dudarlo.

 

 

Cuando Yuki llego a su apartamento eran pasadas las 10pm. A Tohma se le había antojado irse de tragos al bar de siempre. El tiempo pasó volando y cuando vio su reloj ya eran las 9:30pm. Sabía lo enojado que se ponía Shuichi cuando no llegaba temprano y más cuando se iba de tragos con Tohma, así que se despidió y muy para el disgusto del otro rubio salió del bar y se dirigió a su apartamento. Dejo sus zapatos en la entrada y con pasos torpes llego a su cuarto, se sentía un poco mareado. El cuarto estaba totalmente oscuro, vio su cama, supuso que su pelirosa ya estaba profundamente dormido, no quería despertarlo así que suavemente se recostó en su lado de la cama. Estaba muy cansado y no con mucho humor de soportar los gritos y llantos de Shuichi, ya le explicaría por la mañana le daría un beso y todo se arreglaría. Lentamente fue quedándose dormido.

 

 

 

Por la mañana, Yuki se despertó como siempre, extendió su brazo sobre la cama en busca del cuerpo que siempre amanecía junto a él. Su brazo no encontró nada, toco la almohada y la abrazo y aunque mantenía el aroma del pelirosa, no era lo mismo. Le parecía extraño que el menor se levantara tan temprano, ya que siempre era K quien llegaba a sacarlo de la cama. Quiso seguir durmiendo, pero no pudo, la inquietud de saber donde andaría no lo dejaba tranquilo. Se levanto a regañadientes y se dirigió al baño. La casa permanecía en un silencio sepulcral, eso lo ponía más inquieto. Donde Shuichi estuviera siempre había ruido, ya fuera de su llanto, risa o canto. Aunque él era cantante rara vez lo hacía en la casa y aunque el rubio nunca lo aceptara frente a él, le gustaba la voz de su novio. Se levanto de la cama y se dirigió al baño, tal vez el agua lo tranquilizaba.

 

Salió del baño con la toalla enrollada en la cintura mientras que otra estaba sobre sus hombros, se paro por un momento, la casa seguía totalmente bacía. Eso le recordó sus días antes del alegre Shuichi. Llego a su cuarto, abrió su armario y saco lo primero que encontró, una camiseta celeste y unos jeans azules. Mientras terminaba de secar su pelo, fue a buscar el teléfono a su estudio. Tal vez K llego muy temprano por el menor y en estos momentos estaban en el estudio. Llego a su escritorio, tomo el teléfono y comenzó a marcar.

 

Los segundos pasaban y no obtenía respuesta, escucho una voz, pero antes de que hablara la contestadora lo hizo por él, colgó, de nada le serviría dejarle un mensaje de voz. Le parecía extraño, siempre que le llamaba, no importaba que Shuichi estuviera molesto, siempre le contestaba. No tenia mas opción que marcarle a Hiro, siempre estaban juntos, el tenía que saber algo. Siempre dejaba su agenda al lado de su portátil, así que fue a buscarla y en ese momento fue cuando lo vio, un papel común y corriente doblado por la mitad sobre su máquina.

 

Dejo el teléfono que tenía en la mano sobre el escritorio y tomo el papel, lo abrió, conoció la letra de Shuichi, tuvo un mal presentimiento... solo había una frase que decía:

Gracias por intentar quererme, pero mi corazón no se llena con intentos.

Espero seas muy feliz

 

Yuki permaneció parado, sin reacción alguna leyendo aquella frase una y otra vez “Intentar quererlo” recalcaba en sus pensamientos. No lo comprendía, desde que se habían convertido en pareja lo había querido, que era lo que había hecho mal -Maldito mocoso- dijo para sí. Estrujo el papel y lo arrojo a la basura -Ya estoy cansado de todas tus cursilerías y chillidos de niño. Si te quieres ir, hazlo, yo no te detendré. De todas formas se que regresaras llorando como siempre lo haces-

 

 

Dos meses después....

 

 

Yuki estaba retrasado con la entrega de su novela. Su editora lo llamaba sin cesar, ya lo tenía cansado, pero había algo en el que le impedía desconectar su teléfono, no quería perder la posibilidad de que esa persona le llamara. Hacía semanas que no sabía de él, si no fuera por las entrevistas que le hacían en la televisión, ni siquiera se hubiera dado cuenta de que se tiño el cabello y ya no era el pelirosa molesto que recordaba, ahora había regresado a su tono natural.

 

Sabía que esa noche se presentaría en el programa de las 7 para presentar su nuevo álbum. Había llegado desde muy temprano a la casa, ni siquiera él sabía porque sus pies lo habían impulsado hasta ahí. Desde que Shuichi se había ido, la casa había regresado a ser la tumba que era. Ya no se escuchaban los gritos ni lo veía correr hacia él, y ahora nadie lo interrumpía cuando trabajaba. Porque le estaba costando tanto regresar a la normalidad, ¿que acaso el no siempre se quejaba de los ruidoso y molesto de Shuichi? ¿Porque ahora le hacía falta todo aquello?

 

No lo comprendía. Siempre que peleaban, bastaba con un roce de sus manos o unas frases al oído para regresarlo a la normalidad, pero ahora ni siquiera le había llamado ni una vez, se había llevado todas sus cosas, hasta el más mínimo recordatorio de su vida juntos. Solo había algo que no le había quitado y era a lo que se aferraba cuando quería verlo. El stiker que había colocado tiempo atrás de aquella sesión en su primera cita. Ese stiker era lo único que le decía que todo aquello había sido realidad y de que había tenido entre sus brazos ese pequeño cuerpo. Que aquella dulce vos había llamado su nombre. Que el había probado aquellos labios en incontables ocasiones. Todo esto lo estaba atormentando, no lo comprendía, ¿Que había hecho mal?... se encontraba pensativo frente a la televisión, con una taza de café preguntándose tantas cosas en busca de la respuesta al porque del abandono de su novio........ Una voz, lo llamo....

 

-Hola, ¡Somos Bad Luck!- decía un pelinegro de lo más feliz mientras todo el público gritaba por ellos.

 

Ahí estaba, el causante de todos sus problemas, se veía feliz al lado de Hiro. No parecía molestarle nada, era como si ya no lo recordara. Le molestaba escuchar los gritos de las chicas coreando “Shuichi” y este les correspondía lanzándoles una mirada juguetona. Escucho que los gritos se enardecían más aun y luego la cámara rápidamente enfocaba a un extremo del escenario. Una chica corría rápidamente hacia la banda... en específico hacia Shuichi. Intentaron detenerla, pero el cantante les había dicho que la dejaran. La chica se abalanzo contra el ahora pelinegro y ante los gritos histéricos de las otras y la mirada sorprendida de los otros integrantes, la chica le dio un enfatizado beso en los labios al cantante. Shuichi al principio parecía sorprendido, pero luego tomo a la chica por la cintura y la inclino un poco para hacer el beso más intenso.

 

Yuki apretó la taza y la arrojo contra la pared, esta situación se estaba tornando más molesta de lo que parecía. Jamás había sentido celos... y menos por Shuichi, pero al verlo tan cariñoso con esa chica lo había enfurecido. El se encontraba bloqueado, ya ni siquiera podía escribir pensando en la cosa que pudo haberle hecho mal y ahora venia Shuichi y muy feliz daba un beso a nivel nacional.

 

Los gritos en la televisión cesaron cuando Shuichi soltó a la chica quien quedo paralizada de la sorpresa que el cantante le había correspondido. Shuichi quedo con su mirada fija en el sueño por un segundo y luego la levanto para mostrar su sonrisa -MUCHAS GRACIAS A TODO NUESTRO PÚBLICO- dijo entusiasmado.

 

-Shuichi-san, ¿No cree que alguien podría enojarse por estas demostraciones de afecto?- dijo el presentador

 

Sin dejar de sonreír Shuichi dijo -No, no creo que haya nadie que se moleste- miro por unos segundos a la cámara -Ahora interpretaremos una canción de nuestro nuevo álbum- todas las eufóricas chicas comenzaron a gritar nuevamente.

 

Yuki estaba molesto, aquello había sido algo dirigido hacia él, lo estaba provocando, el conocía esa mirada retadora. En esos momentos quería tenerlo frente a él para enfrentarlo y preguntarle cara a cara lo que había hecho mal, en qué sentido había podido ofenderlo a tal punto de irse y olvidarlo por completo, ¿Acaso ya no lo amaba? Todos aquellos gritos y frases de cariño ¿Habían sido falsas? Eran muchas dudas, se relajo un poco para pensar mejor, echo su cabeza hacia atrás en el respaldo del sofá. A lo lejos unos sonidos de guitarra comenzaron a sonar, Shuichi comenzaría a cantar.

 

Su teléfono sonó, vio en la pantallita un nombre que conocía muy bien, pero no tenía ganas de responderle -Shuichi siempre se molesta cuando se trata de él- ese pensamiento le había recordado algo. La última vez que se había ido de copas con Tohma había sido la última con Shuichi también, pero, ¿Por qué? Eso lo había hecho en muchas ocasiones y aunque se molestaba, todo se resolvía entre carisias y besos ¿Acaso no eran suficientes? A lo lejos, escucho su respuesta...

 

Well i hoped that since we're here anyway
We could end up saying
Things we've always needed to say
So we could end up stringing
Now the story's played out like this
Just like a paperback novel
Lets rewrite an ending that fits
Instead of a hollywood horror

 

Yuki veía fijamente la pantalla, aquella canción estaba dedicada a él, era un claro mensaje de que a pesar de lo que pareciera, Shuichi también lo extrañaba, pero entonces ¿Por qué no regresaba?...

 

I wish you'd unclench your fists
And unpack your suitcase
Lately there's been too much of this
Dont think its too late

 

Mientras cantaba los violáceos ojos de Shuichi se llenaron de pequeñas lágrimas que eran imperceptibles para los espectadores, pero muy visibles para Yuki. Su corazón se estremeció, no le gustaba verlo llorar.... aunque tenía claro que desde siempre el había sido el causante de cada una de las lagrimas del ojivioleta, y eso le causaba furia. Al parecer no era el único que sufría con la separación, Shuichi lo hacía en silencio y pedía a gritos una respuesta. En este tiempo en el que estuvieron separados, Yuki se dio cuenta de la importancia de Shuichi en su vida, el había logrado que olvidara tantas cosas, entre ellas su antiguo amor por Yuki, Shuichi era más importante que todo en su vida, ahora comprendía la frase “No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes”...

 

Nothin's wrong
Just as long as
you know that someday I will

 

No lo soportaba mas, la necesidad por tenerlo entre sus brazos y confortarlo eran más fuertes que el. La canción estaba por terminar, no tenía mucho tiempo. Tomo sus llaves y salió rápidamente del apartamento. El canal de televisión no estaba muy lejos, pero tenía que pasar por cierta tienda antes, así que esperaba poder llegar antes de que saliera del canal, ya tenía la respuesta que Shuichi le pedía, solo rogaba porque no fuera demasiado tarde para dársela...

 

 

Mientras tanto en el canal...

 

 

…Someday, somehow
gonna make it allright but not right now
I know you're wondering when…

 

La canción había terminado.

 

Todo el público grito enardecidamente, les había encantado. Shuichi hizo una pequeña reverencia y con una tímida sonrisa en sus labios se retiro del escenario. Hiro que ya conocía esa expresión, hizo lo mismo y lo siguió a los camerinos. Al llegar, vio lo que ya sabía. Shuichi estaba llorando amargamente sobre uno de los sofás del camerino. Llego y sin necesidad de hablarle, el pelinegro se abalanzo sobre él para abrazarlo fuertemente. Hiro detestaba verlo así, era su mejor amigo y no se merecía sufrir tanto. Tiernamente deslizaba sus dedos entre el suave cabello del cantante, tratando de calmarlo mientras sentía como su camisa era humedecida por las lagrimas de su amigo.

 

Luego de unos minutos, Shuichi comenzaba a tranquilizarse. Tocaron a la puerta

 

-Eh... chicos, nos tenemos que ir- decía Sakano desde el otro lado

 

-¡Ahora salimos!- grito Hiro -Vamos, ya pon otra cara- limpio el ultimo rastro de lagrimas y lo tomo por los hombros -Si voy a tener que consolarte de esta  manera cada vez que cantes esa canción, tendrás que comprarme camisas nuevas- dijo señalando la recién empapada

 

-Waaa lo siento mucho Hiro- eso le había causado un poco de gracia, y una leve sonrisa surco sus labios

 

-Vete tú primero, tengo que cambiarme la camisa, ahora los alcanzo- le dijo mientras abría la puerta

 

-Está bien, pero no te tardes- reprocho el pelinegro. Hiro era el único que lograba calmarlo

 

La puerta se cerro, dejando a Hiro solo en el cuarto. Sus ganas de estrangular a cierto rubio no se habían desvanecido. Era frustrante que siempre su amigo sufriera por él.

 

Tocaron a la puerta. Hiro fue rápido a abrirla

 

-Que se te olvido Shui...........- Al parecer la vida le daba un pequeño regalo, y no lo desaprovecharía así que impulso su mano y la dirigió directo al estomago del rubio que estaba frente a él -Tiempo sin verte Yuki- dijo sarcástico

 

-Kof kof kof, igua..lmente- el golpe lo había obligado a encorvarse un poco y aunque había sido fuerte, sabía que no era con odio, era más bien un reproche, uno que sabia se merecía -¿Donde... esta Shuichi?- logro argumentar, todavía con una mano en su estomago

 

-Y a ti ¿Por qué tendría que importarte?-

 

-Tengo algo para él, se lo quería dar personalmente, pero creo que llegue un poco tarde. Sé que ante tus ojos me merezco esto y más, pero ahora se la verdad de mis sentimientos y créeme que me arrepiento de todo lo que le he hecho- decía con la mirada perdida en la pequeña caja entre sus manos

 

-¿Qué es esto?- Pregunto mientras tomaba la pequeña caja

 

-Es la respuesta a sus preguntas..... es algo que es de él, ya que fue él quien le dio vida- dicho esto regreso por donde vino

 

Hiro había quedado un poco confundido, no había comprendido muy bien todo aquello.

 

Tocaron a la puerta nuevamente

 

-Que quieres ahora Yu..... Shuichi-

 

-Que te pasa, porque tan enojado. Solo veía por algo que se me olvido

 

-Shuichi...

 

-Si...

 

-Esto es para ti...- extendió su mano y le entrego la pequeña caja

 

-WAAA Que amable de tu parte Hiro

 

-No es mío...

 

-De una fan waaaaaaaa nos quieren tanto...

 

-Tampoco es de una fan...

 

-Y..... Entonces quien me trajo esto...

 

-Ábrelo y lo sabrás

 

Shuichi no lo comprendía, para que tanto suspenso, no le dio más vueltas y abrió la misteriosa caja.

 

Lo primero que vio fue un pedazo de papel mal cortado y doblado a la mitad. Lo saco y abrió, había algo escrito en el, sus ojos se cristalizaron cuando reconoció la letra, el papel decía:

 

“Te devuelvo algo que es solamente tuyo y que olvidaste en mi apartamento, se que con tigo será mucho más feliz”

 

Espesas lágrimas salían de sus ojos mientras veía lo que estaba en el fondo de la caja. Era un pequeño corazoncito de chocolate.

 

-¿Por dónde se fue?- dijo entre sollozos

 

Hiro solo se limito a señalar la dirección. Estos dos lo volverían loco algún día.

 

Shuichi rápidamente salió corriendo en aquella dirección.

 

 

 

Yuki estaba casi en la salida del área de camerinos, estaba algo oscuro, no sabía porque siempre eran así. Todavía le dolía el golpe sobre su estomago -Ese infeliz se aprovecho de la circunstancias- reprocho para sí mientras caminaba hacia la ultima puerta -Me hubiera gustado verlo siquiera por una última vez- dijo para sí mientras colocaba la mano sobre la manecilla de la puerta.

 

-¡YUUUUKI!

 

El grito lo había sacado hasta de sus pensamientos, aquella vos le había causado un pequeño escalofrió, pensó que jamás la escucharía mencionar su nombre nuevamente. Giro lentamente y veía como un joven pelinegro corría hacia donde él estaba.

 

Shuichi llego, tomo un pequeño respiro, aquella había sido una larga carrera. Vio fijamente a Yuki perdiéndose en aquellos brillantes ojos ámbar, tenía mucho sin verlos pero siempre mantenían su brillo. Pero había algo que Shuichi tenía que sacarse de su pecho así que levanto su mano y de un solo impulso le dio una cachetada a Yuki, dejándolo con una mirada llena de sorpresa y sobretodo dolor.

 

-¡PERO QUE DEMONIOS HACES!

 

-¡Me la debías!- sus ojos lloraban nuevamente -Me debes muchas cosas- sollozaba

 

Yuki comprendió por todo lo que tenía que haber pasado su niño durante todos estos meses. Se sintió idiota e insensible, ya que el pensó que solamente el había sufrido. Vio a su niño tratando de detener las lágrimas, levanto una de sus manos para limpiar una de ellas. Aquella sensación fue de total calidez, aquella piel seguía siendo igual de suave.

 

-Shuichi, no espero que me perdones- mantenía firme su mano sobre su mejía perdido en aquellos brillantes ojos amatistas -Pero, dame otra oportunidad, déjame ser esa persona que te cuide por el resto de tu vida, déjame ser el único que te ame de esta manera, déjame regresarte un poco de la felicidad que tu trajiste a mi vida- se acerco un poco mas -Este corazón es totalmente tuyo, tu lo trajiste a la vida- tomo la mano del menor y la coloco sobre su pecho -Si tú no estás, es como si volviera a morir. Tu sabes que no soy muy expresivo, pero estos días sin ti me han hecho darme cuenta de todo lo que eres para mí- Sus rostros estaban a milímetros de distancia -Shuichi, deja que yo sea el único que pruebe el sabor dulce de tus labios- bajo un poco para rozar suavemente sus labios con los del menor -Deja que tu cuerpo solo se estremezca bajo mis brazos- Paso su brazo izquierdo por su cintura y lo atrajo más hacia él y dio un nuevo beso a sus labios, esta vez más largo, se separo nuevamente -¿Que me respondes?- pregunto

 

Los sollozos del pelinegro habían cesado – Es que todavía no lo sé Yu...-  fue interrumpido

 

-Shuichi, Te amo

 

Esas eran las palabras que siempre había querido escuchar y esas fueron las palabras que regresaron la felicidad a su rostro. De un pequeño salto quedo colgado del cuello de Yuki y con sus piernas alrededor de su cintura, acerco su rostro al del mayor -Yo también, te amo Yuki-

 

Yuki tomo con fuerza a Shuichi y lo puso contra la pared todavía entre sus brazos y arremetió contra aquellos labios que no había probado desde tanto tiempo sintiendo como el pequeño cuerpo de su pareja se estremecía, aquellos labios que le habían sido infieles momentos atrás, necesitaba hacerlos suyos nuevamente.

 

-Vámonos de aquí- le dijo Yuki entre demandantes gemidos

 

-¿A dónde?- articulo en menor

 

-A nuestra casa

 

-Sí, ¡nuestra!- recalco el menor

 

Shuichi bajo sus pies al suelo y Yuki tomo con propiedad lo que ahora le pertenecía de por vida. Tomo de la mano al pelinegro y salieron juntos por aquella puerta.

 

Someday, somehow
gonna make it allright but not right now
I know you're wondering when
(You're the only one who knows that) …

 

.

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.

 

 

Cuando llegaron al apartamento….

 

 

Shuichi  estaba frente aquella puerta nuevamente, tenía mucho tiempo de no verla, un sentimiento de nostalgia lo ataco.

 

-Vamos, todo estará bien- le dijo Yuki mientras lo jalaba dulcemente de la mano hacia adentro de su ahora hogar

 

Yuki veía un poco de resistencia, así que lo tomo en sus brazos como una frágil princesa y entro junto con él. Estando adentro, poso su mirada en Shuichi y susurro en su oído –Okaeri, Shuichi- esas palabras hacían un eco en su pecho…

 

-Tadaima… Yuki-

 

 

 

Notas finales:

waaaaaaa eso es todo!

Espero que les haya gustado! y que me den su opinion como siempre ^^

nos leemos en la proxima cancion!

bye bye!


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