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"Hijo de la Luna" por Aome_Uchiha

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Notas del capitulo:

Bueno, a qui estoy con el primer cap de la historia, veran q esta en otro ambiente en el siglo XVI, la cosa es q, si esperan un lemonaso yaoi triple X *w*...¬¬ tendran q esperar bastante y no es por q sea inexperta, en cambio, soy la perversion personalizada en cuanto al yaoi. Bueno, espero que les guste este primer cap y espero sus review q con ellos me inspiro y sin ellos me vuelvo emo T.T (joo, bromeo, pero dejenme review pliss).

Cap 1.“Conjuro”

Era una noche fría del siglo XVI en el pueblo de Dover. Las personas yacían dormidas en sus reconfortantes casas. A las afueras del pueblo se podía divisar varias carpas, carpas gitanas que no llevaban mucho tiempo colocadas. Los gitanos eran reconocidos por llevar diversión a distintos pueblos y claro, también eran famosos por adivinar el futuro. De una de las carpas mas grandes se puede divisar una figura, pero la oscuridad no dejaba revelar su identidad. A paso lento y sigiloso la extraña figura salió de la carpa y sus pasos se dirigían lejos de ellas. Ya a una distancia considerable, la sombra emprendió carrera a todo lo que daban sus piernas con dirección a los blancos acantilados. El recorrido era largo, pero la sombra seguía, no le importaba nada, solo quería llegar hacia su destino. Ya faltaba poco, solo faltaba una corta distancia por recorrer.

-        ha...ha...- jadeaba la persona del cansancio. Había corrido mucho, sabía que era lejos pero no tanto.

Ya estaba cerca, había tenido suerte de no toparse con ninguna arpía cuando paso cerca de la costa. Se decía que en la parte baja de los blancos acantilados, cerca de las costas de Dover, se encontraba una cueva de arpías. Y por eso muy pocas personas pasaban cerca de ahí al medio día y en la noche, que es cuando las arpías buscan su comida.

Al llegar a la parte más alta lo primero que hizo fue buscar su objetivo en el inmenso cielo, pero…nada. El cielo estaba despejado y solo era adornado por las bellas estrellas. Faltaba lo que buscaba, faltaba lo que alumbra el camino de los viajeros en la noche y brinda protección al que la necesita…la Luna, la madre de la noche. Cayó de rodillas al suelo, con la mirada baja y las lágrimas se desbordaron de sus ojos corriendo por sus mejillas hasta llegar a la tierra. Levanto el rostro y juntando sus manos inicio.

-snif…snif…donde estas doncella de la noche - empezó           a decir, como si fuera un conjuro- La que nos guía en las penumbras. Te pido madre, madre de la noche, concédeme un deseo. Concédele el deseo, a una de tus hijas morenas. Esta hija gitana te suplica de rodillas, por      favor aparece-.

De repente, en el anterior mente oscuro cielo. Apareció majestuosamente la luna. Estaba en todo su esplendor, tan llena, tan blanca y pura. La figura fue revelada, era una mujer que al ver tan majestuoso ser se inclino haciendo una reverencia y pidió con fervor su tan anhelado deseo.

-        Por favor madre, te pido de rodillas, que me concedas el amor de Teo, el hijo del Calé superior – rogo.

-        Tendrás a tu hombre, piel morena – desde el cielo hablo la luna llena – pero a cambio quiero, el hijo primero que le engendres a él.

Que quien a su hijo inmola, para no estar sola poco le iba a querer. La gitana acepto inmediatamente, sin siquiera pensarlo.

-        Tu deseo se cumplirá, pero tendrás que utilizar este medallón – dijo. Tres estrellan comenzaron una danza, cada vez mas juntas hasta fusionarse. Al frente de la mujer cayo un medallón de tres cristales, el de la derecha negro, el de la izquierda blanco y el que se situaba arriba de estos dos era rojo. – Este medallón es el que representa el mal, el bien y el corazón, cuídalo y siempre mantenlo colgado en tu cuello, con este medallón él caerá a tus pies, pero recuerda nuestro trato – y tras decir esto desapareció.

La gitana agarro el medallón y lo colgó en su cuello escondiéndolo entre sus ropas. Luego se dirigió de vuelta hacia las carpas. En el trayecto escucho unos cacareos muy desagradables, eso la alerto y corrió a toda prisa.

Unas arpías se paseaban por los cielos, desplegando sus alas y cacareando. El sonido era horrendo y cada vez volaban más bajo. La gitana al ver que las arpías bajaron a tierra se escabullo lo más rápido posible en unos arbustos muy voluptuosos, escondiendo a la perfección la silueta de la mujer.

Las arpías habían sentido el olor de un humano y habían salido a su búsqueda. Ahora buscaban alrededor de los arboles. La gitana en su escondite pudo observar, aun con la poca iluminación, a las arpías. Eran dos arpías; sus alas yacían recogidas, su rostro era el de una bruja, sus cabellos gruesos y oscuros, su cuerpo era el de una mujer, solo que lleno de plumas y sus pies eran afiladas garras, como las de un halcón. Estaba espantada, nunca en su vida había llegado a ver a una arpía y menos dos arpías y a una distancia muy cerca. Su corazón se aceleraba cada vez más, pero se calmo al ver que las criaturas voladoras emprendieron vuelo nuevamente hacia la cueva, ya que al no encontrar su presa solo se cansaron y tomaron vuelo.

La gitana espero un momento más y al no escuchar ningún ruido salió lentamente, al reincorporarse por completo desperdicio tiempo y nuevamente emprendió su carrera a las carpas. Tenía que llegar pronto, ya que solo faltaban pocas horas para el amanecer. Ya al estar a pocos pasos de las carpas apaciguo el caminar y con lentitud llego y entro a su respectiva carpa. Estaba cansada, había sido una experiencia muy fuerte y necesitaba un buen descanso, pero estaba feliz, muy feliz, ya que pronto el amor de su amado Teo seria correspondido. Se quito las prendas que llevaba y rápidamente se metió a la cama para poder dormir las pocas horas que le quedaban.

 

Ya era un nuevo día, los pájaros cantaban anunciando un nuevo y hermoso amanecer. De las carpas salían una variedad de gitanos, desde niños, jóvenes y adultos.

-        ¡Jade! – gritaba una chica de  no más 16 años, estatura media y de bonita figura. Llevaba un velo violeta que cubría el contorno de su cabeza dejando solo visible su rostro y en su frente colgaba una joya azul del velo. Su vestimenta constaba de una larga falda morada adornada con chaquiras  de bronce, llevaba también un suéter arriba del ombligo del mismo color que el velo, pulseras en las manos, grandes aretes  y por ultimo llevaba puestas unas bailarinas negras. – ¡Jade despierta!, ya es de día -.

Dentro de la carpa de la mencionada, yacía una chica de 18 años arropada hasta el cuello con una gruesa manta. Sus cabellos desordenados y negros, su piel morena y tersa. Sus ojos se empezaban a abrir por el ruido, dejando ver unos bellos ojos color jade, tan brillantes y coloridos. Se fue reincorporando en la cama mientras se tallaba los ojos. Miro a su alrededor y pudo divisar sus ropas, levantándose sin prisa las recogió y se las fue colocando lentamente. Su vestimenta, igual a la de su amiga; consistía en una falda turquesa adornada con chaquiras doradas,  su suéter sin mangas y ombligo afuera celeste, sus bailarinas doradas, en su brazo izquierdo  un brazalete de oro y en sus muñecas pulseras doradas. Y su velo, su velo color cielo y colgando de él su característica joya, un zafiro.

-        ¡Jade! – entro gritando la chica.

-        Ya me desperté Liz, no tienes que seguir gritando – se quejaba Jade.

-        Tonta, me hubieras avisado – le decía la menor mientras le mostraba la lengua en un signo de burla – pero olvidando lo tonta que eres, tu padre te está buscando, acuérdate que hoy el hijo del Calé superior elegirá a su esposa – finalizo sentándose en una silla y comiendo una de las manzanas que se encontraban en un cesto arriba de la mesa.

Las dos salieron de la carpa en busca del padre de Jade. La menor un rato después de haber salido repara que algo era diferente en su amiga, hasta que se quedo fijamente viendo el medallón que colgaba del cuello de Jade.

-        Oye Jade... ¿y ese medallón que llevas puesto?- pregunto con evidente curiosidad.

-        Esto…pues…- la chica no sabía cómo responder, ni que excusa inventar, hasta que se le ilumino la mente – pues es un medallón que me obsequió la gran abuela – mintió.

-        ¿La gran abuela?, pero, pero, es injusto – lloriqueaba Liz, haciendo pucheros y agitando los brazos cómicamente.

-        Ya verás que al cumplir la mayoría de edad la gran abuela te dará uno – le dijo.

Las chicas fueron caminando y riendo hasta llegar a un montón de hombres gitanos trabajando. Entre los muchos hombres había uno de más edad, esto se podía saber por sus visibles canas en sus castaños cabellos.

-        ¡Padre! – grito Jade para llamar la atención del hombre. El hombre voltio a ver en busca de su hija. No paso mucho tiempo cuando la diviso al lado de la carpa donde se encontraban los alimentos para el festival de la luna, donde el hijo del Calé superior elegiría una esposa.

-        Jade, hija, ¿Dónde estabas? – pregunto.

-        Jeje, me quede dormida – dijo.

-        Señor Matías, ¿Cómo van los arreglos? – pregunto la más joven, Liz.

-        Pues aun nos falta, pero apenas está empezando el día, a si que tenemos tiempo – explico.

-        Bueno, nosotras estaremos con las demás – dijo Jade para después irse en compañía con Liz hacia donde se encontraban las demás jóvenes gitanas que eran candidatas a ser esposas de Teo.

El día transcurrió en ajetreo y correderas por doquier, el festival ya se acercaba, quedaban ya muy poco tiempo.

 

El sol se ocultaba dejando ver un hermoso crepúsculo, esto anunciaba el inicio del festival de la luna. La música empezó a sonar cuando la luna en lo alto del cielo se poso. Gitanas bailaban al son de la música, otros comían y bebían.

La música dejo de sonar, las bailarinas de bailar y un silencio de apodero del lugar. De la carpa más grande y colorida, salió un joven, de unos 20 años, sus ropas gitanas se veían finas y bordadas con mucha maestría, sus sandalias de cuero, sus ropas con joyas y un anillo en cada dedo de la mano. Un joven de gran estatura, ojos color aceituna, piel canela y sus cabellos marrones,  lo hacían el joven más codiciado por las muchachas gitanas, todo un prospecto de marido, además de ser heredero del liderazgo del Calé.

Y allí estaba Jade, admirando su belleza y apretando con sus manos el medallón que le permitiría convertirse en la esposa de su amado.Ya lo verían las demás, ella era la mujer indicada para él.

 

Continuara…

 

Notas finales:

Bueno, esta ves no les deje adelanto, pero si quieren me pueden decir en un review q quieren q ponga adelanto en los siguientes caps n.n y espero q les ahya gustado, no se si sea buena escribiendo jeje, eso si, cuando es lemon cambia la cosa kukuku. Pero espero q me dejen review T.T de ellos depende el seguimiento de esta linda historia. Bueno bye!!.

Watashi wa fujoshi desu!!!


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