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Siempre junto a mi por Betsa

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Notas del capitulo:

Hola chicas :D soy feliz porque aquí tengo el capi >w<

Estoy intentando algo nuevo para seguir subiendo mis fanfics y es que termino el capi de uno y luego mientras hago el capi del otro y cuando termino este subo el otro que ya tenía terminado @_@ me hice bolas xD pero así más o menos lo hago

¿Que quiere decir esto?

Que el capi nuevo de THE CURSE está ya terminado OwO claro que sólo lo subiré cuando termine el capi 12 de este fanfic. En fin pa que los aburro, solo quería que supieran que así me aseguro de subir más pronto para no hacerlas esperar tanto :D

Este capi no se si les guste, tiene un aire distinto a los anteriores y a más de uno le darán ganas de golpearme lo se XP pero ¿qué puedo hacer? la verdad es que la historia fue así pero será gratificante que vean como termina.

Antes de dejar esta cosa introductoria quiero dedicar el capi a mi queridísima Wings, espero que este capi te anime ;)

Por supuesto que todo lo que escribo es gracias a todos mis lectores, no sabría como agradecerles :)

Ahora si las dejo A LEER! :D

La energía se sentía en el ambiente y los gritos no cesaban desde las pequeñas tribunas colocadas a los lados del campo de juego; todos los aficionados, padres de familia e integrantes de las escuelas correspondientes gritaban al por mayor el nombre de las respectivas escuelas que apoyaban, sin embargo era demasiado notorio un grupo específico de chicas que además de los gritos proferidos, mantenían en alto una enorme pancarta con la leyenda "Mihael te amamos", además por supuesto de que su excesivo entusiasmo se notaba más en ese instante, ya que el aludido rubio era quien ahora corría por el campo de juego con la pelota por delante.

 

El rubio chico corría imparable por el campo, sabía que de esa última oportunidad dependería todo, un gol más y serían campeones. Acercándose a la zona contraria se topó con un par de barridas de parte de sus contrincantes, primeramente tuvo que levantar la pelota en el aire para luego esquivar el golpe, a la segunda ocasión lanzó un pase a sus compañeros para luego adelantar al defensa y recibir el balón de vuelta, después de todo era el goleador estrella y se estaba acercando a la portería. Con cada una de sus maniobras la multitud enloquecía en gritos, por supuesto su club de admiradoras se encargaban del escándalo mayor. Casi terminaba el partido, apenas un par de minutos y sería el final que decidiría al campeón a nivel regional, y no sólo eso, sino que además el campeón tendría la oportunidad de competir en la segunda etapa del torneo estatal entre escuelas, pase lo que pase debía lograrlo.

 

Corrió más aprisa zigzagueando hábilmente entre los jugadores, le quedaba un tramo muy corto y la jugada debía salir perfectamente, se disponía a dar un pase a gol cuando uno de los contrarios le hizo una barrida que no vio venir e inevitablemente cayó al suelo al perder el equilibrio. El arbitro sonó la advertencia de la falta, ya que el contrincante ni siquiera llegó a tocar el balón sino que sólo se encargó de golpear en la pierna al rubio. Acercándose parte del equipo y el arbitro al rubio notaron que al parecer el golpe había sido bastante fuerte.

 

-Mihael  ¿cómo te encuentras? - preguntó uno de sus compañeros de equipo.

 

-Estaré bien sólo denme un minuto - contestó este intentando no mostrar el dolor que sentía y reponerse lo más pronto posible para continuar.

 

-Parece más grave, deberías abandonar ahora - sugirió el arbitro al mirar el golpe.

 

-Por supuesto que no, sólo deme un minuto - respondió decidido, por supuesto que no iba a dejar ahora, él no era de esos y faltaba demasiado poco para terminar, no se rendiría - Nicholas, escuchame - se dirigió al primer compañero que se acercó a él - no podré burlar mucho con esto pero intentaremos la maniobra "D" estaré en mi posición e intentaré dar el gol, sólo tenemos una oportunidad, dependerá de ustedes llegar hasta ahí.

 

Como respuesta el tal Nicholas asintió ayudándo luego a su capitán a levantarse, se colocaron todos de nuevo en posición y comenzaron los últimos minutos del juego. Los chicos del equipo de Mello no eran tan buenos para esquivar sin embargo los pases entre ellos parecían completamente planeados ya que poco a poco avanzaban, Mello por su parte corría por un costado sin participar mucho aún, uno de los defensas contrarios intentó quitar el balón hábilmente con una maniobra pero Nicholas, quien tenía en su poder el balón fue más rápido y logró pasar el balón a dónde correspondía. Ahora corría hacia la portería uno de los más rápidos del equipo y gracias a la maniobra iba dejando atrás a los defensas, sólo restaba el pase a gol; Mello corría poco detrás de un defensa que le seguía los pasos y aunque la pierna le dolía utilizó todas sus fuerzas cuando notó que el otro chico le lanzó el pase a gol, se adelantó al defensa corriendo rapidamente y con un certero golpe de la pierna lastimada la dirigió a la parte más descubierta de la portería. Los últimos segundos parecieron años y aunque parecía que no lo lograría la pelota rebotó en uno de los postes para luego dar de lleno en la red de la portería.

 

La euforía fue tal que todos los espectadores se levantaron en sus lugares gritando de alegría, al menos en la parte que apoyaba al equipo de la escuela secundaria privada, Mello feliz pero exhausto cayó de rodillas sobre el pasto sin poder contener más el dolor, pero sí con una sonrisa de oreja a oreja que no podía esconder. Todo su equipo se dirigió hacia él y algunos se le lanzaron encima amistosamente, otros simplemente se lanzaron al pasto junto a él con tremenda felicidad, al instante siguiente sonó el silbato que indicaba el final del partido y con ello la victoria  que aseguró el pase a la siguiente etapa y el ser campeones a nivel regional.

 

 

oooOOOoooOOOooo

 

 

 

La premiación se había producido sin problemas y en un ambiente llenó de júbilo, por supuesto a pesar de la pierna herida Mello se sentía completamente satisfecho y feliz. Al final todo se fueron dispersando y luego de dar abrazos y felicitaciones al rubio chico, le fueron dejando solo sentado en las tribunas como esperando a alguien, algunas de las admiradoras se acercaron a unos metros esperando poder hablarle y entre ellas reían tontamente esperando el mejor momento para abordarle, sin embargo en un instante una chica apareció frente a Mello ofreciendole una botella de agua que colocó frente a él.

 

-Gracias Eli - dijo este dirigiéndose a la castaña muchacha - no sabía que estabas entre el público, no te vi.

 

-Bueno si me comparas a tu club de admiradoras, por supuesto que no me notaba demasiado entre el público - ambos rieron ante la afirmación, más las chiquillas que habían esperado acercarse ahora se veían desanimadas, odiaban cuando esa chica se acercaba al rubio ya que les quitaba todo momento de hablar con él.

 

-Fue un juego estupendo, aunque creo que te esforzaste de más - continuó la pequeña muchacha.

 

-Por supuesto que no, solo hago lo que sentí que debía y ahora mira, ¡somos campeones! - exclamó estirando en lo alto las manos con entusiasmo, a lo que ella rio por lo tierno que le parecía el chico.

 

-Eso es verdad y no podía esperar menos de ti Mello - a los pocos minutos las chiquillas que esperaban detrás se resignaron y se retiraron también con lo que rubio y castaña quedaron solos en el campo, ella lo notó por lo que le pareció prudente preguntarlo - Por cierto Mello, ¿esperas a alguien?

 

-Bueno, la verdad es que... - al intentar decirlo parecía bastante desanimado pero no triste precisamente - ... es que Matt dijo que tendría que hacer un proyecto en la escuela por ello no vino, pero esperaba que viniera al menos para el final.

 

-Ya veo - ella conocía bien lo que su rubio amigo era para el pelirrojo, ambos se apreciaban mucho por lo que entendía el desanimo de este - Bueno pero parece que se hace algo tarde, tal vez se tardó más de la cuenta, ¿no deberíamos ir a casa? Después de todo creo que él te buscará allá si es bastante tarde.

 

-Si creo que tienes razón - suspiró ante la sugerencia - bueno en tal caso ¿nos vamos juntos? - al decirle esto la chica se notó ligeramente nerviosa.

 

-Ehm... claro, aunque bueno... no quiero molestarte - ella intentaba no darle importancia al asunto pero al parecer no lo lograba muy bien.

 

-¡Que va! - respondió él poniéndose de pie aunque luego tuvo que sostenerse de la tribuna para mantenerse - además podrías ayudarme a caminar porque este golpe me traerá problemas si camino solo ¿me ayudas? - dijo el chico rubio con una sonrisa que a ella le derritió por completo, y acercándose a él se colocó debajo de sus hombros para servirle de apoyo.

 

-¿Así esta bien? - preguntó ella tímidamente al sentir el cuerpo de Mello tan de cerca con el suyo.

 

-Si así esta bien, dime si peso demasiado ¿de acuerdo? - el otro chico ajeno a todo el meoyo de la chica tan solo sonreía.

 

-¡Que va! Eres muy ligero - el sonrojo de la chica era cada vez más pronunciado pero el rubio seguía sin notarlo - bueno entonces andando.

 

-Si - a paso despacio comenzaron a caminar por las calles rumbo a casa de Mello.

 

 

oooOOOoooOOOooo

 

 

No hubo ni pasado veinte minutos desde que el rubio y la castaña se marcharan del lugar, cuando un chico en una bicicleta pedaleaba con rapidez con tal de llegar al lugar lo más pronto posible. Al llegar al campo lo encontró desierto.

 

-¡Diablos! No puede ser, no llegue a tiempo - se lamentó el chico pelirrojo mirando en todas partes - quiza ya se fue a casa, será mejor que lo alcance - dicho esto para sí mismo se dispuso a apresurarse camino a la casa del rubio, lamentaba mucho no haber estado presente pero al menos quería felicitar a su hermanito, fuera cual fuese el resultado del partido sabía que Mello siempre ponía todo de sí.

 

Mientras pedaleaba hacia la ya conocida casa recordaba lo que hacía apenas unos minutos le había retrasado un poco al tratar de llegar al campo de juego. Al pasar por el típico camino hacia la cancha, había una muy conocida tienda de regalos que él ya había visto antes y no solo eso, sino que había mandado pedir algo en particular que llamó su atención desde hacia tiempo y para lo cual había estado ahorrando a pesar del poco dinero que podía ganar con pequeños trabajos. La pulsera aunque podía pensarse que era más propia de una mujer, en realidad marcaba una diferencia muy significativa, ya que a pesar de ser de plata era más gruesa y ancha, además de tener un grabado con formas que parecían más masculinas; en la parte más ancha Matt había mandado grabar el nombre "Mello".

 

Pedaleó con más ahínco  al recordar el detalle de la pulsera, quería entregarsela lo más pronto posible; metió una mano en su bolsillo para cerciorarse que aún se encontrara ahí y hecho esto reanudó la velocidad inicial. Seguramente su hermano menor estaría contento con el regalo.

 

 

oooOOOoooOOOooo

 

 

Desde el momento de iniciado el camino a casa, el silencio se hizo presente, rubio y castaña caminaron un par de calles lentamente pero ninguno dijo nada, a pesar de ello la pequeña Eli parecía disfrutarlo ya que sonreía a pesar del nerviosismo. Mello por su parte tan solo caminaba, parecía concentrado en el dolor que sentía, al parecer podría ser más grave de lo que se pensaba. Eli lo notó por supuesto debido al ceño que no dejaba de fruncir en cada paso.

 

-¿Duele mucho? - preguntó ella dulcemente.

 

-Un poco sí, pero no te preocupes, en cuanto llegue a casa pediré a Jean que me lo vende, ella sabe mucho de estas cosas y pronto estaré bien - él jadeaba un poco, tal vez debido al cansancio después de un partido y el esfuerzo por caminar con la pierna herida.

 

-Esta bien, supongo que como dices ella debe saber mucho de estas cosas, me has contado mucho de ella y parece una mujer increíble - ella hablaba sinceramente, siempre le había parecido que Jean, la nana de su amigo desde hace tanto, debía ser una muy buena persona si Mello la quería tanto.

 

-Sí que lo es, en realidad para mí ella es como otra madre - él siguió caminando con cierto esfuerzo mientras hablaba.

 

-Si me lo has dicho y me parece maravilloso, es también por eso que Matt es como tu hermano ¿cierto?

 

-Bueno... - él hizo una pausa, la pregunta lo tomó por sorpresa - en realidad, no estoy seguro que sea por eso, quiza aunque Jean no fuera como mi madre, él seguiría siendo especial para mí en muchos aspectos - al decir lo último él sonrió de manera casi imperceptible, pero ella lo notó. En ese momento iban llegando justo frente a la casa del rubio pero no por eso ella dejó la conversación de lado, tan solo se detuvieron frente a la casa aún ella ayudándole a apoyarse.

 

-Parece que de verdad le quieres mucho, estoy segura que él también te quiere bastante a ti, eres una persona muy especial Mello - al decir la último frase ella bajó ligeramente el rostro para ocultar el sonrojo que ya parecía hacerse una costumbre, él aunque no notó ese hecho pudo sentir el nerviosismo de ella, después de todo estaban demasiado cerca.

 

-Para mí tu eres una persona muy especial también Eli - ella no supo que decir al principio y la situación le pareció por más incómoda ya que de repente en vez de ir caminando uno frente al otro, se encontraban ahora parados frente a frente mirándose uno al otro lo que acrecentaba su bochorno.

 

-G...Gracias Mello... aunque ¿sabes? - él la miró fijamente notando esta vez las mejillas más rosadas de lo habitual, esto debido a que sin previo aviso ella había levantado el rostro y lo mantenía muy cerca del de él mientras hablaba - la verdad es que me gustaría... - ella comenzó a acercarse a él pero Mello no se dio cuenta hasta que fue demasiado tarde - ... me gustaría ser mucho más... para ti.

 

Fue tan rápido que no reaccionó al principio, tan sólo de repente Eli tenía sus labios tocándo los de él, en un beso que aunque tierno e inexperto, resultó bastante... emocionante tal vez esa sería la palabra. Mello sentía el corazón palpitar fuertemente ante el contacto y aunque fue algo en parte involuntario, de repente se encontró cerrando suavemente los ojos y correspondiendo debilmente ante el suave sentir de los labios de la muchacha. Ella correspondió como pudo ya que también para ella era su primer beso, al estar ambos tan cerca no necesitaron más que un suave movimiento para en un instante abrazarse mutuamente.

 

El viento de la tarde sopló suave alborotándoles los cabellos, pareció pasar una eternidad a la vez que pareció que el tiempo se detuvo para ambos, fue una experiencia por demás extraña pero alentadora y aunque pubertos e inexpertos como eran parecían disfrutarlo a su manera. Apenas movían sus labios tan solo tocándose y sintiéndo la muy sútil humedad en los labios del otro, una sensación indescriptible. Pero todo debía encontrar un final así que ambos se separaron de un momento a otro, sonrojados a sobremanera se miraron uno al otro y ella emitió una suave y dulce sonrisa con la que le hacía ver lo mucho que significaba aquel gesto, por otro lado él no sabía que hacer.

 

-Ehm... se hace tarde ya debo irme, además parece que lloverá - dijo ella al ver que él no decía palabra alguna, de momento parecía como si nada hubiera pasado.

 

-Oh... si claro, ya entraré en la casa se está haciendo tarde para comer - dijo Mello pasándose una mano por la cabeza como solía hacer cuando estaba nervioso.

 

-¿Puedes tú solo hasta tu habitación? - dijo Eli con notada inocencia.

 

-Si, no te preocupes. Gracias por todo, te veré mañana - contestó el rubio abriendo la puerta para darse paso al interior.

 

-Si, hasta mañana - dijo ella y soltó a correr por la calle como si tuviera mucha prisa, sin embargo unas calles adelantes se permitió reir de felicidad ante todo lo ocurrido ese día.

 

Por su parte Mello entró en su casa, recargando luego su espalda en la puerta y emitiéndo un suave suspiro, no sabía qué había sido eso pero se sentía extraño al respecto, sin embargo pensó también que estaba agotado y sin más subió a su habitación con algo de esfuerzo, dispuesto a dormir una siesta, que aunque no acostumbraba por la tarde le parecía ahora necesaria. Ya tendría tiempo de pensar en ello cuando despertara y quiza entonces Matt ya hubiera llegado y podría hablar con él sobre el asunto.

 

 

oooOOOoooOOOooo

 

 

Fuera de la casa de Mello, había un chico que no se había bajado de la bicicleta para contemplar lo que había ocurrido apenas un momento antes de ver que su pequeño hermano entrase por su propia casa y desapareciera detrás de la puerta. Había presenciado el justo momento cuando Mello besó a aquella muchacha que tan bien conocía. Aún permanecía inmóvil, perplejo, como si lo que acabara de ver fuese un pecado mortal y él un cristiano devoto. No entendía el porque, solo sabía que un profundo dolor había surgido en su pecho, no se podía mover, de hecho le temblaban las piernas y al momento que intentó bajar de la bicicleta esta perdió el equilibrio y se desplomó junto con él hacia la orilla de la banqueta.

 

Nadie le vio caer ese día, de hecho nadie nunca conoció este hecho ya que a él mismo le avergonzaba. En ese momento no entendió que sentía y no lo haría hasta muchísimo después; mientras tanto en ese instante tan solo pudo medio levantarse para sentarse en orilla de la banqueta de la calle sin importarle su bicicleta que quiza se había raspado un poco en la caída. No supo cuánto tiempo estuvo ahí, pero cuando se dio cuenta ya atardecía, despertó del trance cuando sintió gotas por todo el rostro, pensó que había estado llorando, pero a decir verdad no sabría decir si así fue, ya que sintió las gotas no solo debajo de sus ojos sino en todas partes, entonces supo que había comenzado a llover.

 

Pareció salir como de un trance y se levantó tomando entre sus manos la bicicleta para volver a subir a ella. De repente pareció que no le importara lo que acababa de pasar, como si nada se dispuso a seguir su camino, aunque de repente había olvidado que quería ir a la habitación de Mello; estaba por empezar a pedalear cuando noto que de su bolsillo había caído la pulsera con el nombre "Mello" grabado en ella, de repente no sintió la misma emoción por regalarle ese objeto a su pequeño hermano, tal vez lo haría luego. Lo tomó del suelo y volvió a colocarlo en su bolsillo para después pedalear con fuerza hasta su casa.

 

 

oooOOOoooOOOooo

 

 

Un par de horas después Mello despertó de su siesta que le había respuesto un poco el cansancio, aunque la pierna seguía doliendo pudo notar que alguien la había vendado, seguramente fue Jean. Miró a todas partes de su cuarto notando que estaba solo por lo que supo que Matt no había ido a verle ese día a su casa, si lo hubiera hecho se habría quedado hasta que él despertara, quiza había tenido mucho trabajo lo cual estaba bien, pero no pudo evitar sentir cierta tristeza al sentirse sólo en esa habitación, asomó por la ventana y notó las gotas que había dejado la lluvia sobre el cristal. Se preguntó que sería de aquella sensación tan rara que tenía dentro, recordó el beso con Eli e intentó pensar que era emoción pero no podía ser eso, ya que sin poder evitarlo y sin notarlo al principio, sintió aquella diminuta gota salir de la comisura de su ojo, cruzar su mejilla e ir a caer en su ropa de entrenamiento que no se había quitado.

 

Inseguro siguió el recorrido de la lágrima con uno de sus dedos sin comprender, pero había algo de lo que estaba seguro, una inmensa sensación de culpa se agalopaba en su pecho a partir de ese momento.

 

 

"Como olvidarlo... así fue..."

 

 

Notas finales:

Alguien más quedó como yo? TwT

fue triste verdad? pero en fin así fue u_u, veamos cómo se desarrollan a continuación las cosas, les prometo que los siguientes capis prometen ser más emocionantes, y digo imaginense un Mello y Matt queriendo conocer más sobre sus propios impulsos y sentimientos, NI YO PUEDO ESPERAR >W< jaja

AMOR YAOI PARA USTEDES LOS AMO Y LO SABEN ;D

XAUUU


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