Viktor y Virgil estaban exultantes, por fin habían cumplido los 21, eran libres, no tenían que soportar más a Theresa, su tía y albacea, la herencia había pasado a sus ansiosas manos después de tanto anhelarlo. Lástima que no tuvieran ni idea de a dónde ir, no se ponían de acuerdo, después de una larga noche en vela discutiendo los gemelos van der Rohe sólo habían llegado a una conclusión, querían ir a visitar a su hermano mayor Vince. Hacía años que no lo veían en persona, solamente hablaban por teléfono o video conferencia a escondidas de su tía, que lo tachaba de mala influencia.
Entendían que para una mujer mayor y conservadora fuera difícil aceptar la patología de Vince, pero era injusto que los privase de su compañía, además les había prometido que cuando cumplieran 21 iba a llevarlos de juerga, y seguro que sería algo grande, no como esas bobadas de fiestas universitarias... Su hermano trabajaba para una organización secreta, tenía la apariencia de James Bond y la lengua de un bucanero, seguro que conocía los mejores lugares para ir de marcha.
En eso pensaban mientras tomaban el avión para ir a visitarlo por sorpresa, lo último que se hubieran imaginado era que acabarían el día de su cumpleaños en un concierto de metaleros vampirizados con un SPMV agudizado.
Todo comenzó cuando los hijos eternos de la noche oscura decidieron presentarse en el Dark Metal Festival, Misael fue el que propuso la idea al pasar delante de un cartel que anunciaba su sexta convocatoria. Salem puso muchas pegas, pero finalmente accedió, después de todo, los razonamientos del batería eran buenos, no sabían si tendrían más oportunidades de hacerlo juntos, con los del Covisem pisándoles los talones y todo ese rollo del vampirismo podían acabar muy mal. No se lo comunicaron a Aster hasta esa misma noche, eso de que ahora fuera un topo les preocupaba. Cat lo había soltado advirtiéndole de que gracias a un chip lo tendría localizado, así que ahora cuando tenían que salir a hacer algo importante lo dejaban en un escondite distinto, sólo lo llevaban con ellos cuando era estrictamente necesario, cosa que provocó que se sintiera muy solo y acabara deambulando por la ciudad en busca de alimento, dejando a un montón de gente cachonda por el camino.
Cuando le contaron que por la noche iban a tocar en el Dark Metal Festival Aster no podía creérselo, y se puso a ensayar la canción con la que se presentarían My fangs are horny, una nueva composición de Misael basada en su experiencia como neófito.
Vince van der Rohe después de contratar a unas strippers que fueran a alegrarles el cumpleaños a sus hermanastros, había reunido al equipo para visionar la cinta de seguridad y explicarles su plan.
Todos quedaron sumamente extrañados al ver a una mojigata lajándose el libro, ¿para qué demonios querría una niña bien ese libro?
El primero en romper el hielo fue Cat.
-¿Es una coña de las suyas o va en serio?
-Esta vez es la puta verdad, esa zorra meapilas nos ha jodido bien-respondió Vince algo alterado.
-Podría ser un disfraz para despistar a las monjas-sugirió Zurvan.
-No, esa retrasada de mierda viste así siempre-indicó Vince-. No sé de qué me dan más ganas si de quemarla por su ropa o por que sea la ratera cabrona que nos robó.
-Su cara me sonaba de algo, he mirado en los archivos del caso y es la ex novia de Aleix-informó Ilych.
-¿El niñato al que secuestraron y se la chuparon?
-El amigo de... bueno sí, ése mismo-desistió de explicarle por enésima vez el papel que jugaba el chico.
-Muy bien, pues que alguien siga a esa pendeja y averigüe para qué quiere el libro.
Zurvan y Cat se encargaron de esa misión, mientras Ilych seguía los movimientos de los metaleros. Le tenían un poco desconcertado, tanto movimiento no presagiaba nada bueno.
Mientras tanto Mary Sue se había puesto en contacto con Xabat, que después de estudiar el libro le había revelado su misión vital, ella era la elegida, la nueva cazadora. Tenía que encauzar a los vampiros, matarlos no porque eso estaba mal visto, eran cosas de carca conservador, a la gente había que darle una oportunidad, así que ahora se les reinsertaba en la sociedad, algo tendrían que aportar...
La primera misión de Mary Sue fue aprender a localizarlos. Para empezar fue a interrogar a los posibles testigos del secuestro de Aleix.
-Buenas tardes señora Prym, me gustaría hacerle unas preguntas-saludó sonriente.
-Hola niña, adelante, estaba preparando té.
-Gracias, estoy algo preocupada, últimamente están sucediendo...
-Cosas extrañas, lo sé.
-¿Qué ha visto?
-Antes del secuestro ya estaba desconcertada con mi nieto y sus amigos macarras.
-¿Con Salem?
-Sí, hace mucho que no aparece por aquí, y la nieta de una amiga dice que lo ha visto pasar por delante de su casa de madrugada varias noches, y siempre en compañía de sus amigos greñudos.
-Bueno, es que tocan metal, eso suele hacerse por la noche.
-Ha cambiado su comportamiento, se ha independizado de verdad, ya no va a gorronear a casa de nadie.
-No sé qué decirle, intentaré averiguar qué le sucede.
-Gracias querida, toma este folleto, la nieta de mi amiga dice que van a ir a tocar ahí-dijo Casandra extendiéndole una propaganda del Dark Metal Festival.
-Descuide, estaré allí en primera fila para hablar con él.
Cuando le contó lo de Salem a Xabat, éste la concienció para su misión de incógnito, había que saber moverse en diferentes ambientes sin llamar la atención, mezclarse con el prójimo, estilísticamente hablando, y eso fue lo que hicieron buscar un look apropiado.
Vince parpadeó escéptico cuando recibió los informes de Cat e Ilych. Tanto Mary Sue como Los hijos eternos de la noche oscura iban a estar en el mismo lugar esa noche, no acababa de entender la naturaleza de semejante coincidencia, pero iba a averiguarla. Fue a su armario y buscó prendas apropiadas. Una camiseta negra ajustada en la que rezaba Happy Bondage y mostraba la imagen de una chica atada para la ocasión, unos pitillos negros enfundados en unas botas y una chupa de cuero. Una vez listo bajó a por su harley, a la que cariñosamente llamaba su zorra. Estaba disfrutando del sonido del motor al arrancar cuando tocaron al timbre, cosa que le extrañó mucho, los del trabajo lo llamaban antes de venir y sus vecinos no se le acercaban. Bajó de la moto y al abrir se llevó la sorpresa del año, Viktor y Virgil lo miraban sonrientes, de una manera que le daba escalofríos.
-¡¿Pero qué coño hacéis putos bastardos?!
-Hola hermanito, nosotros también nos alegramos de verte-sonrió Viktor.
-Queríamos pasar contigo el día de nuestro cumpleaños ¿lo recuerdas? Es hoy-aclaró Virgil.
-Claro que lo recuerdo hostias, os mandé a unas furcias stripper de regalo.
-¿A dónde?-indagó Virgil preocupado.
-Pues a vuestra puta casa, joder, a dónde si no.
-¿Te refieres a donde vivíamos hasta ahora?
-Me cago en la puta, te has vuelto retrasado o qué mierda te pasa en esa cabecita de zorra. Sí, se llama casa al lugar donde vives...
-No era nuestra casa, es la casa de Theresa.
-¿Todavía estaban viviendo con esa vieja chocha?
-Sí-respondieron los gemelos al unísono.
-Coño, pues le va a dar un chuchazo de cojones cuando vea a las guarras, iban a ir disfrazadas de policía.
-Qué detalle...
-Siempre te han gustado las porras, de pequeño ibas a joder al vigilante del centro comercial para quitarle la suya, ya eras todo un cabronazo-explicó Vince mirando a Virgil.
-No creo que a Theresa le guste mucho el espectáculo-suspiró Viktor.
-No te creas, era una jodida zorra de joven, después se hizo la estrecha, lo mismo ahora que se ha librado de vosotros vuelve a las andadas y se las trajina.
-Por dios... qué dices... no quiero ni imaginármelo-bufó Virgil.
-Centrémonos un poco, ¿a dónde ibas Vince?
-A joder a una zorra.
-¿De ligue?-sonrió Virgil.
-No coño, es por asuntos de trabajo, esa cerda la lío buena y tengo que recuperar lo que lajó.
-Claro... ¿entonces quedamos cuando acabes?
-No sé, mejor salid vosotros y os llamo cuando acabe, seguramente pierda toda la puta noche.
-Vale, qué te sea leve-se despidió Viktor.
-Pasadlo de puta madre. Cabrones.
Vince desconfiaba de lo que fueran a hacer, creía que tendría que recogerlos en comisaría. Lo que no imaginaba es que fueran a seguirle para verlo en acción.
A las once llegaron a la explanada donde se celebraba el festival. Estaba llena de gente joven vestida con atuendo gótico, punk... Virgil y Viktor no desentonaban demasiado con sus vaqueros y las sudaderas. Había demasiada gente llamativa como para que Vince se fijara en ellos.
Lo primero que hizo al llegar fue reunirse con el equipo del Covisem, Cat y Zurvan se encargarían de vigilar a los metaleros, mientras Ilych y él se dedicaban a buscar a Mary Sue.
Los hijos eternos de la noche oscura, estaban nerviosos, y acababan de descubrir que eso les daba hambre. No podían concentrarse en tocar si estaban hambrientos, se distraían con el público, notando como la sangre corría con más agitación de la normal por sus cuerpos, la música hacía que se incrementara el flujo sanguíneo. Para evitar cometer alguna locura decidieron ir a buscarse el postre, todos debían estar llenos antes de su actuación, para no levantar sospechas se fueron dispersando, y ahí comenzaron los problemas del Covisem. Llamaron a Ilych para que se hiciera cargo de Salem, Zurvan decidió seguir a Misael, porque le parecía más peligroso, y Cat volvió a decantarse por Aster. Izhan y Julian quedaron sin vigilancia.
Julian intentaba buscar a algún tipo fuerte y vigoroso del que pudiera alimentarse sin debilitarlo demasiado, pero fue interrumpido por una adolescente que desentonaba mucho por dos razones, tenía pinta de pija, parecía más una fan de Justin Bieber que de alguna banda metal y estaba terriblemente colgada.
-Hola chico, eres guapíiisimo ¿lo sabías?-le gritó con descaro.
-No es para tanto, pero gracias-respondió Julian intentando dar por zanjado el desafortunado encuentro.
-Eyy pero a dónde vas, quédate aquí conmigo-protestó la chica tironeando de su manga.
Julian se recordó a sí mismo que ahora era un vampiro y tenía mucha más fuerza, tenía que controlarse, a pesar de estar perdiendo los nervios.
-Toco con mi grupo en pocos minutos, tengo que irme-se disculpó.
-De eso nada, tú te quedas con Tamy.
-No conozco a ninguna Tamy, si me permites...
-Tamy soy yo boboooooooooo
Simplemente lo odiaba. Detestaba con toda su alma la falta de consideración y la estupidez. Decidió contar su secreto para evitar males mayores, total mañana ni se acordaría.
-Será mejor que me dejes en paz, soy peligroso.
-¿Por qué? Un chico tan lindo no puede serlo...
-Soy un vampiro-confesó con solemnidad.
-Claro que no, tú no brillas-le refutó la chica.
-¿Qué?
-Los vampiros son refulgentes, lo sabe todo el mundo...
-Pues los que yo conozco no.
-Da igual, podemos vivir una bella historia de amor prohibido-suspiró soñadora.
-Vale, peor primero tienes que dejar que te muerda-amenazó Julian para asustarla.
-Adelante-aceptó mostrándole su cuello.
-Joder, qué asco, paso... y déjame en paz niñata, cuando quiera salir con una pelmaza hortera ya te busco, si es que hay que ser estúpida, y vete a casa que aquí te van a acabar fostiando por idiota-le aconsejó mientras se alejaba, dejando a la chica estupefacta, sin reaccionar.
Por su parte Izhan no acababa de decidirse, cada vez que iba a atacar se arrepentía, le daba lástima que fueran a perderse el festival por su culpa. Estaba sentado cuando escuchó a unos chicos hablando, por lo que captaba estaban allí espiando a su hermano no para ver a los grupos, eso le pareció de mal gusto, y se decidió a atacar a uno de ellos, aprovechó el momento en el que comentaron ir a por bebidas, uno se quedaría allí observando. Izhan se puso en pie y fijó sus ojos en un rubio de ojos verdes bastante alto, sonrió satisfecho, estaba seguro de que disfrutaría de lo lindo hincándole el diente.
-Buenas noches-saludó Izhan sorprendiendo a Viktor.
-Buenas noches.
-¿Has venido a ver a algún grupo?-preguntó para asegurarse de que ésa era su presa.
-La verdad es que a ninguno en concreto ¿y tú?
-¿Quieres que te la chupe?-preguntó Izhan descolocando a Viktor por completo.
-Eres muy directo...
-No me gusta perder el tiempo.
-Está bien-aceptó Viktor, pensando en un polvo rápido.
Fueron a un lugar apartado, Izhan se sentó sobre Viktor y atacó directamente el cuello, soplando suavemente antes de perforarlo y succionarlo, Viktor sentía los labios ávidos cebarse en su piel, era agradable ese leve dolor que se mezclaba con una placentera sensación de dejadez, sentía como sus miembros se adormecían, lo achacaba al cansancio del viaje y a la falta de sueño. Así que haciendo un enorme esfuerzo tomó a Izhan con suavidad apartándolo de su cuello para besarlo, el beso fue tierno y lánguido, Izhan seguía alimentándose a pequeñas dosis, estaba tan extasiado que no se dio cuenta de que Viktor también estaba ingiriendo sangre. Hasta que Julian los pilló y empezó a echarle la bronca, apartándolo de Viktor que se quedó traspuesto, sufriendo la primera fase del SPMV.
_Pero tú estás loco Izhan, ya sabes que no puedes hacer eso-le reñía Julian.
-Lo siento, me dejé llevar... tenía mucha hambre.
Yo también pero hay que ser cuidadoso, ahora lo va a pasar fatal.
-Lo siento, tendré más cuidado, además sólo va a ponerse un poquito cariñoso.
-Izhan...
-Vale, pero sigo teniendo hambre.
-Pues vete a buscar a otra víctima y contrólate, por dios.
Mientras tanto Vince estaba exasperado por no encontrar a Mary Sue, estaba seguro de que con esa pinta de mojigata iba a cantar mucho y sería fácilmente localizable, pero no había dado con ella, hasta que tropezó con una chica que vestía unos pantalones ajustados de charol rojo a juego con una camisa de generoso escote y una chaqueta igual de rojas que su pantalón
-Joder ¿Quién coño eres? ¿La puta menstruación?-preguntó entre indignado y sorprendido al ver que se trataba de Mary Sue.
-El rojo me sienta bien-respondió Mary Sue ofendida.
-Mierda, tu sentido del gusto apesta, es de lo más barriobajero que he visto. Tú lo quieres es darle guerra al mono, zorrita.
-Modere su leguaje, está hablando con una señorita-se quejó Mary Sue.
-Con esas pintas lo de señorita será una puta coña.
-¿Qué insinúa?
-Joder, mira que eres corta... Que te van a dejar el coño del tamaño de la boca del metro.
-No se confunda, estoy aquí en una misión, no soy una cualquiera.
-Claro que sí chata, yo también, pero no voy por ahí como si fuera una putona, así te van dar hasta por donde amargan los pepinos...
-¿Es el color verdad? Ya le dije a Xabat que era muy llamativo.
Vince iba a replicar cuando Ilych irrumpió diciendo que habían mordido a sus hermanos. Vince tuvo que dejar la charla a medias, mientras dejaba a Mary Sue a cargo del estratega y se iba a ver qué demonios había pasado con Virgil y Viktor.
Estaban en la furgoneta del Covisem algo aturdidos con marcas de colmillos en el cuello y los labios desgarrados.
A pocos metros de allí Julian volvía a sermonear a Izhan.
-Cómo iba a saber yo que eran gemelos-se excusaba el menor.
-Pues observando...
-Me quedé con hambre y me daba pena morder a alguien más, si ya iba a pasarle lo del síndrome ése, qué más daba que tomara un poco más...
-Tienes que ser más cuidadoso, esos chicos están infectados, al mismo tiempo y son hermanos, podrían cometer alguna locura.
-¿Tú crees? No hay nada que pueda hacer...
-Bueno si los del Covisem los atienden seguro que lo superan...
-¿De verdad?
-Claro, y ahora vamos a tocar, así que concéntrate de una vez.
-Lo haré muy bien, ya me siento mejor-aseguró Izhan.
Y es que la sangre de los Van der Rohe había resultado ser todo un manjar...