Jair había decido hacerse con aliados para su plan, los que nadaban entre las turbulentas aguas de los vampiros y el COVISEM debían unirse, porque ni unos ni otros les inspiraban confianza. Cosa muy lógica teniendo en cuenta que unos se dedicaban a chupar sangre y poner cachonda a la gente, y los otros querían cazarlos con métodos poco... ortodoxos.
Tommy no le contestaba las llamadas, debía estar ocupado, Elliot estaba consultando los archivos confidenciales de la iglesia, y con Mary Sue no pensaba contar, así que tenía vía libre para ir a hablar con Randy y Jordan. Debía ponerles al día de lo sucedido, justo cuando iba a arrancar el coche apareció Aleix, tendría que llevarlo, le sorprendió que estuviese despierto tan temprano, normalmente no madrugaba sino se le obligaba o amenazaba.
-Buenos días-saludó al subirse al coche.
-Hola, ¿no es un poco temprano para ti?
-Creo que con esto del síndrome se me han cambiado las costumbres-respondió sonriente mientras miraba fijamente a Jair.
-Entiendo... ¿qué tal lo llevas?
-Mejor, ¿y tú?
-También.
Las respuestas fueron algo escuetas, preferían obviar sus sueños húmedos por distintas razones. Aleix puso un CD para aligerar el tenso silencio, lástima que a Jair le dieran ganas de patearlo cuando reconoció que era una de las canciones de Los hijos eternos de la oscura noche.
-¿No tenías otra cosa que poner?
-Pero si es buenísima-dijo Aleix con entusiasmo.
-Por cosas como ésta Roy acabó rompiéndote el trasero...
-La buena música requiere correr riesgos-sonrió animado.
-Creo que deberías pasarte a ver a Benjamin, puede que la fase final del síndrome te esté jodiendo las conexiones neuronales.
-No exageres y escucha, el resto del CD seguro que te encanta.
Pero a Jair no le gustó, las letras de Chupémonoslo todo, Puedo oler tu sangre o Te los voy a clavar hasta el fondo le parecieron un tanto inapropiadas para su situación.
-Deberíamos dejárselo a Randy, seguro que le encantan las canciones-propuso Jair hastiado, no podría soportar otra media hora escuchando a Aleix corear las canciones.
-Cierto, a ver si espabila.
-A mí me parece bastante espabilado.
-Y después el lento soy yo...
-Claro que eres tú, saliste con Mary Sue, no descubriste que también te iban los tíos hasta que te mordió un vampiro inepto que se confundió de objetivo y te tiraste a Roy.
-Vale, no te pongas a la defensiva.
-Me pongo como me sale de las pelotas y ahora me dejas hablar a mí que tú eres muy... zoquete, para tratar temas delicados.
-Creo que pasaste demasiado tiempo con el director deslenguado.
-Va a ser eso.
Cuando tocaron el timbre salió Marisa, que los miró de arriba abajo evaluándolos, desde hacía unos días su hijo y Randy se habían reconciliado, cosa que le parecía maravillosa, pero también estaban comportándose de un modo esquivo y eso no pintaba bien. Al ver a Jair y Aleix su sospecha de que algo estaba pasando se incrementó, tendría que tenerlos vigilados.
-Buenos días-saludó Jair.
-Buenos días, ¿en qué puedo ayudarles?
-Queríamos hablar con Randy.
-Hola-gritó Randy bajando las escaleras a toda prisa-¿me llevan al instituto?
-Claro-respondió Jair sonriendo.
-Randy, tu guardaespaldas se ocupa de eso-intervino Marisa.
-Señora somos estudiantes universitarios no psicópatas-protestó Aleix.
-Eso yo no lo sé, parecen muy jóvenes.
-¿Le digo a usted lo que podría parecer según los estereotipos?
-Mejor no -intervino Randy-. Marisa son amigos de Tommy, Jair es vecino suyo.
-Está bien, pero no te metas en líos.
"A buenas horas", pensaron los tres mientras salían de la mansión para montarse en el coche.
-Qué maja la doña-dijo Aleix mientras volvía a poner el CD.
-Es la madre de Jordan.
-Ya sabemos de dónde sacó la mala leche.
-Son un poco protectores...
-Volviendo a lo que nos interesa, el libro lo tienen unos pirados que se hacen llamar lo caminantes del amor-informó Jair.
-¿Una secta?
-Algo así, mi padre los está investigando.
-¿Son peligrosos?
-No, son unos flipados horteras-dijo Aleix restándoles importancia.
-Y Mary Sue también...
-Cierto, no hay nada más peligroso que un tarado que no sabe lo que hace-asintió Aleix.
En ese momento Randy y Jair se miraron resignados, sonriendo al sentirse comprendidos, mientras Aleix tarareaba sexual object.
-Entonces qué hacemos-preguntó Randy expectante.
-Esperar a que Roy nos cuente que ha averiguado, que se lo cuente a Dante y cuando sepamos el plan de ataque que trazan se lo contamos a los del COVISEM, entonces mientras ellos la lían parda nos encargamos de recuperar tu libro y ya decidirás qué haces con él.
-¿Vas a joder a tu padre?-se sorprendió Aleix.
-No, eso te lo dejo a ti-sonrió Jair.
-Va a ser complicado, tengo que contárselo a Jordan-meditó Randy.
-Ok, tienes que librarte de la vigilancia.
-Necesitaré la ayuda de Tommy...
-Pues le he llamado unas cinco veces y salta el contestador-suspiró Jair.
-Le preguntaré a su abuela, seguro que le localiza-sonrió Randy enigmático.
-Vale-dijo Aleix antes de que Jair pudiese preguntar.
-Por cierto, ¿qué grupo es el que suena?
-Los hijos eternos de la noche oscura, deberías ir a uno de sus conciertos, son la bomba.
-Seguro, no hay más que escuchar esas letras...
-Están muy buenos-insistió Aleix.
-¿Qué insinúas?
-Mira, ya llegamos, bájate ya que vamos a provocar un atasco-le apresuró Aleix cortando la conversación.
Randy se bajó con algo de reticencia después de guardar en la memoria del móvil el número de Jair.
-Sinceramente Aleix...
-Lo sé, pero si sigue así acabará como Tommy.
-¿Persiguiendo a corruptores de menores?
Aleix no volvió a abrir la boca en lo quedó de trayecto hasta el apartamento de Roy, habían quedado para comer con él, Jair quería estar al tanto de sus descubrimientos.
El almuerzo fue de lo más productivo Roy había descubierto datos muy interesantes tales como el sistema de seguridad que usaban Los caminantes del amor y la manera en que se organizaban, los mismos miembros cumplían con la función de vigilancia, había uno en la entrada y dos cámaras de seguridad, cambiaban el turno cada cuatro horas. A Roy le parecía poco para ese enorme caserón de estilo colonial. Para pasar simplemente tuvo que identificarse como un pobre depravado perdido al que Mary Sue había asesorado, le hicieron un pequeño tour por las instalaciones, en la planta baja había un salón de reuniones, un patio y la recepción, en la segunda planta la biblioteca, dos despachos y una cocina equipada con cafeteras, microondas y una nevera. Y en la última planta los dormitorios. Roy dedujo que el libro rojo debía estar a buen recaudo en uno de los despachos. Al preguntar por asesoramiento espiritual le dieron una cita para esa misma noche, Xabat le atendería en su despacho, sólo esperaba que fuera en el que estuviera el dichoso libro.
-Entonces, ¿vas a volver esta noche?-preguntó Jair.
-No, irá Marty mientras Dante hace un reconocimiento del lugar. Una vez tenga los datos que necesita podrá trazar un plan y recuperar el libro.
-Estupendo, parece que después de todo conseguiremos librarnos pronto de todo este circo-suspiró Jair.
-Esperemos que sí.
-Bueno, viendo que para variar lo tienes todo bajo control puedo marcharme tranquilo.
-Gracias por el voto de confianza...-De nada, ¿vas a hacer algo esta noche?
-Pensaba quedarme aquí y pedir algo en el italiano para cenar.
-Suena bien, me apunto.
-¿Vas a dejarme solo con el síndrome?-protestó Aleix.
-Puedes venir si quieres.
-Ok, pero mi pizza que no tenga nada vegetal.
-No vamos a pedir pizza-dijeron Jair y su padre al unísono.
-Para mí sí.
-Va ser una noche muy larga-suspiró Roy.
-Hasta luego papi-se despidió Jair dejando a Roy con la palabra en la boca.
Una vez estuvieron lejos del triplex de Roy, Jair llamó a Ilych.
-Diga.
-¿Hablo con Ilych Neumann?
-Sí, ¿en qué puedo ayudarle?
-Soy Jair, tengo información sobre el paradero del libro.
-Ya sabemos dónde está.
-¿Saben que Dante y Marty también?
-No, sólo vimos entrar a tu padre.
-Pues esta noche Dante y Marty irán a tantear el terreno antes de intentar robarlo.
-¿Puedes enterarte de cuándo lo van a robar?
-Sí.
-Estupendo, en cuanto lo sepas comunícamelo.
-Si saben dónde está ¿por qué no se han hecho con él?
-Estamos esperando el momento oportuno.
-¿Han mandado a alguien a investigar?
-Por supuesto, mandamos a Zurvan.
-Deduzco que saben cuál será el momento idóneo...
-Sí, pero eso es información confidencial, no te ofendas.
-No se preocupe, yo sólo quiero que esto acabe lo antes posible.
-Entiendo, qué tal estás del síndrome.
-Mejor.
-¿Sigues con los sedantes?
-Sí, pero sólo me tomo uno.
-Ten cuidado eso engancha.
-Ya, pero mejor eso a estar todo el día con ganas de tirar...
-Parece que Vince te ha mal influenciado.
-Ya será para menos, si se entera de algo que interfiera con nosotros llámeme.
-Por supuesto, gracias por colaborar.
-No hay de qué, hasta otra.
Aleix observó callado.
-Así es como planeas joder a Roy...
-¿Algo que objetar?
-¿No crees que es un poco peligroso?
-No más que liarte con fanáticas religiosas, cabrear a vampiros o a la señora Prym...
-Ya lo capto, para una vez que te pones caprichoso no voy a interferir.
-Buen chico, no te vendrá mal estar en el otro lado por una vez.
-No tengo nada en contra de intercambiar los roles, seguro que es muy enriquecedor...
-Muy bien...-ni el síndrome ni todas esas locuras de las que habían sido testigos habían alterado la nula capacidad de Aleix para soltar cosas ambiguas y comprometedoras.
Al caer la noche Jair, Aleix y Roy cenaban en el salón mientras veían Entrevista con el vampiro, Jair la había elegido, para sorpresa de Aleix y Roy, que aprovecharon cuando Jair se fue al baño para comentarlo.
-Parece que mi adorado hijo tiene un macabro sentido del humor.
-Ni te imaginas cuanto-sonrió Aleix-.Pero yo lo aprecio tal como es.
-No sé si eso me tranquiliza...
-Vamos Roy, no te hagas el estrecho, todos sabemos que no eres precisamente una beata.
-Ya, pero tengo mis límites.
-Unos bastantes amplios que no te impiden tirarte a los amigos de tu hijo.
-Fuiste tú el que se me echó encima.
-De eso nada, yo estaba debajo.
Roy estaba rojo de la rabia, pero tuvo que aguantarse porque Jair regresó, ocupando el asiento que estaba en medio. El resto de la película fue muy entretenido, Aleix no paraba de hacer comparaciones, y de alabar la belleza de los protagonistas, mientras Jair reía de vez en cuando al ver la frustración de su padre ante comentarios como "ves esos colmillos Roy, pues Dante los tiene muy parecidos, ¿nunca te diste cuenta?" o "sólo salen por la noche y no comen nada, ¿no ibas a cenar con Dante a veces para hablar de negocios?"
Al mismo tiempo en las afueras de la ciudad Marty se presentaba ante Xabat, mientras Dante se dedicaba a explorar el lugar.
Xabat vestía una larga túnica color azul, y unos collares de gemas bastante coloridos. Dante casi tropieza cuando le llegó por la vampironet un mensaje de Marty "es un puto mariquita hortera, viste horrible, como mi abuela pero en versión colorista". En el otro lado de la cuidad Aster y Misael se partían de risa, la imagen de ese tipo era un cuadro. Lo peor fue cuando se quitó el pañuelo que cubría su cabeza, dejando al descubierto una melena rizada de color rojo recogida en un moño bajo, "madre de dios parece una folclórica", pensó Marty espantado. Dante suspiró resignado, sabía que su ex asistente daría rienda suelta a su dispersión para putearlo, lo que le preocupaba era que tuviera tanto material para hacerlo.
-¿Dónde coño está Marty?-preguntó Julian preocupado.
-El viejo chupasangre lo debe haber metido en su club de abueletes chalados-sugirió Misael.
-Esa cosa no parece un vampiro-dijo Salem extrañado.
-Travelos hay en todos lados-apuntó Aster.
-Pues no estoy muy puesto en la estética vampírica real, pero llevar esas pintas es un poco llamativo, según la guía del neófito se debe ser discreto siempre-observó Julian.
-Bueno, ese hombre... ¿es un hombre no?-al ver que el resto asentía Izhan siguió-Tiene aspecto de ser experimentado, en lo que quiera que haga, supongo que si se viste así es por algo.
-Porque como dijo mi primo es un puto mariquita hortera-afirmó Julian convencido.
-En fin, limitémonos a prestar atención, tenemos que conseguir averiguar dónde está para investigar por nuestra cuenta, si queremos recuperar a Marty habrá que hacer algo, si conseguimos el libro, Dante dejará de jodernos-propuso Misael.
Xabat le estaba soltando un rollo acojonantemente aburrido a Marty, que se dedicaba a mirar los cuadros y posibles escondites de la caja fuerte donde suponía que debían guardar el libro.
-Entonces te sientes perdido, me contaste que Mary Sue te encontró la noche del concierto, ¿eres adicto al sexo?-cuestionó Xabat.
-¿Cómo?-se sorprendió Marty sin entender cómo había llegado a deducir algo semejante.
-No te avergüences, lo importante es que quieres redimirte, sé lo que pasó en ese concierto, la gente se volvió loca y comenzaron a copular como mandriles.
-No toda-intentó aclarar Marty.
-Está claro que fue una quedada masiva de esos melenudos ruidosos que están colgados y enganchados al placer carnal.
-Eso es muy humano-dijo Marty haciendo referencia a que se equivocaba de género.
-Sí, pero se puede superar, aquí estamos dispuestos a ayudarte.
-Pero Mary Sue dice que es una caza vampiros, ¿no cree que podría ser algo...?
-Oh dios, esa chica puede ser tan indiscreta, le tengo dicho que no desvele su misión.
-Pues lo está haciendo de culo.
-Tengo que adoctrinarla mejor. Pero tú no te preocupes, tu adicción al sexo es meramente humana.
Marty respiró hondo, le estaban dando ganas de zamparse a Xabat. "Ya quisieras tú que fuera un adicto al sexo mariconazo, la falta que tienes de un polvo te hace delirar" pensó Marty, provocando que Dante frenara en seco en su caída hacia el patio interior.
-Ese viejo baboso está acosando a mi primo, cuando me entere de dónde coño está voy a partirle las putas piernas, y después lo castraré para que se le quiten las ganas de guarrear-protestó Julian furioso.
-Sólo espero que no lo muerda, ese tipo cachondo, más aún quiero decir, debe ser grotesco-bufó Misael.
-No creo que lo haga, tendría que estar muerto de hambre para hincarle el diente a eso-opinó Salem.
Marty tosió escandalosamente, interrumpiendo la cháchara de Xabat.
-Oh querido, ¿te encuentras bien?
Marty negó con la cabeza.
-¿Quieres algo de agua?-preguntó Xabat preocupado.
Marty asintió, consiguiendo quedarse a solas unos minutos, en los que aprovechó para comprobar si detrás de algún cuadro había una caja fuerte. Para su sorpresa la caja estaba detrás de un pequeño altar con cortinas estampadas con motivos florales, en cuyo centro había una pequeña estatua de una especie de hada rodeada de conchas marinas. Al descorrer las cortinas vio la puertecilla de la caja fuerte, le pareció fácil la idea de forzarla, pero le había prometido a Dante estarse quietecito, no quería dejar rastros ni levantar sospechas, era una visita de mero reconocimiento, en la que Marty se llevó la peor parte al tener que tratar con los miembros de la secta, "esa panda de pirados desorientados con mal gusto", descripción con la que acabaría refiriéndose a ellos.
-¿Qué coño era eso?-preguntó Aster horrorizado, debido a la obsesión de su abuela por los tapetes de floripondios detestaba ese tipo de decoración.
-Un altar, por lo visto tienen algún tipo de deidad-respondió Salem.
-Sí, Santa Petarda de concha marina-rió Misael.
-Si nosotros, los vampiros existimos, ¿por qué no van a existir seres como las hadas?-intervino Izahn.
-Di que sí- apoyó Aster-. Cuando se te caigan los colmillos de leche, ponlos debajo de la almohada, para que venga una a traerte un regalito.
-Muy gracioso...
-Oh, acabo de ver la tarjeta de ese tipo, están en las afueras de la ciudad, seguramente en ese barrio de estilo colonial-informó Salem.
-Genial, ahora que hemos hecho la tarea será mejor salir a cenar-propuso Misael, obteniendo la aprobación del grupo.
El recorrido de Dante había sido bastante sencillo, esperaba que tuvieran una seguridad más fuerte, pero según uno de los miembros no les hacía falta porque estaban protegidos por sus guías del mundo espiritual, hacían guardia en la puerta y tenían cámaras por si venía algún visitante, los del puticlub clandestino de al lado, Boquetes Profundos, llevaban muy mal que se confundieran de sitio, no les gustaba nada la gente estrecha que quería construir un mundo menos carnal, ellos no tenían nada en contra de rezar, ¿por qué tenían los otros algo en contra de follar? Ya podía haberles tocado una de esas sectas en las que se celebraban orgías, era una injusticia.
Cuando iba a dar por terminado el reconocimiento Dante detectó la presencia de otro vampiro, no tan antiguo como él, pero mucho más que los neófitos. Decidió ir a su encuentro, no quería que se llevara el libro o llamara la atención de Los caminantes del amor, ya había demasiada gente metida en el lío, tenía que evitar que se siguiera ampliando el número.
Rodeó el patio y trepó por la pared, hasta encontrarse al vampiro encaramado a una ventana, dio la vuelta para averiguar qué observaba con tanta vehemencia, y para su sorpresa Los caminantes del amor sí que tiraban, por el número y las posturas supo que no eran unos estrechos ni mucho menos. El vampiro aparentaba tener unos veinticinco años, calculaba que podría tener unos cien de antigüedad, tenía una expresión divertida, disfrutaba del espectáculo sin preocuparse de nada más, eso sólo podía significar que estaba protegido por otro más antiguo y poderoso. Era bien parecido, pelo castaño, ojos rasgados de color zafiro, labios rojos que enmarcaban una perfecta sonrisa llena de picardía. Un ejemplar que podía llamar la atención de muchos, aunque pocos estuvieran dispuestos a cuidar de "bebés".
No le quedaba otra opción que acercarse si quería saber quién era y por qué estaba allí.
-Buenas noches señor Mattia, ¿por qué me ha hecho esperar tanto?
-No quería interrumpir la función-respondió Dante, que supiera su apellido no era buena señal.
-Oh, hubiera sido un placer compartirla con tan agradable compañía.
-¿A quién tengo el honor de conocer?
-Qué directo-sonrió el vampiro mirándolo fijamente.-Mi nombre es Jarek.
-¿Y su apellido?
-Bielik. ¿Algo más?
-¿Qué hace por aquí?
-Tutéeme por favor, supongo que lo mismo que usted.
-¿Qué hago yo según tú?
-Husmear.
-¿Por qué?
-Supongo que buscas el libro, yo sólo me estoy poniendo al día con lo que sucede.
-¿No quieres el libro?
-No, la verdad es que me da igual.
-¿Entonces?
Jarek se limitó a sonreírle de forma ladina.
-No me digas que...
-Oh sí, lo has captado a la primera, ella me contó lo audaz que eres, sabía que no ibas a decepcionarme.
-¿Qué quiere?
-¿Qué puede querer B.? Sólo un poco de "sana diversión..."
Dante suspiró, la cosa acababa de complicarse demasiado.
-Vamos, no pongas esa cara, será divertido ¿me invitas a cenar?
Dante asintió, tenía que recibir su mensaje, cuando B, quería jugar era mejor participar por las buenas, aunque sólo fuera por no darle la satisfacción de la lucha.