XIX. Todo es tan… sexible.
Sexible: 1. adj. Que tiene la cualidad de sexualizar al personal.
2. nom. Hipersensibilidad sexual.
Tommy estaba muy sexible, sentía una aguda necesidad de sexualizarse, pero estaba metido en un buen lío. Acababa de ofrecerle cobijo a un viejo vampiro, que le había estrenado el culo y al que apenas conseguía entender. Dudaba entre pedirle ayuda al cura, llamar a Jair o al COVISEM. Después de mucho meditarlo decidió arriesgarse y optar por el COVISEM, con suerte lo atendería Ilych.
Lástima que la suerte no estuviera precisamente de su lado.
—COVISEM acechamos y siempre vamos armados, ¿en qué podemos ayudarle?
—¿Cat?
—¿Quién es?
—Soy Tommy.
—Oh muchachito ¿te has metido en un lío?—saludó Cat.
—Sí… Por cierto, no se supone que deberían contestar al teléfono con algo menos revelador.
—Bobadas, bastante hago con coger la llamada, estaba afilando unos arpones.
—¿Para qué?
—Para irme de pesca submarina, no te jode. ¿Para qué llamas?
—Me he encontrado con un vampiro antiguo.
—¿Dante?
—No, se llama Athanasius.
—Coño vaya nombre.
—Tú te llamas Catilina…
—¿Y qué?
—Nada… el punto es que no sé qué hacer con él.
—No te acerques demasiado y espera a que llegue, ¿dónde estás?
—En mi casa.
—¿Con el vampiro?
—Sí.
—Joder, ya ha amanecido, no me había dado cuenta, estar en el sótano hace que uno pierda la noción del tiempo… ¿Qué coño hace un vampiro en tu casa a estas horas?
—¿Dormir?
—Ya, pero ¿por qué? ¿Cómo llegó?
—Me lo encontré en Hot Blood, habla de una forma peculiar, pensé que era un actor, pero no, es un vampiro de verdad.
—¿Te lo llevaste a casa?
—Sí…
—¿Por qué sabes que es un vampiro real?
—Porque me la chupó.
—¿Cómo dejaste que lo hiciera?
—Bueno… digamos que estaba cerca haciendo otra cosa y de pronto…
—Así que la sangre no es lo único que te chupó.
—No… ¿podríamos centrarnos en qué hago con él?
—¿Tienes el síndrome PMV?
—Sí, no es normal que después de que lo hiciéramos siga tan cachondo o más.
—Genial, no te muevas de ahí, mandaré a alguien a por ti.
—¿No podrías venir tú? Es que contarle la historia a alguien más…
—Lo siento chico, pero llevo de guardia toda la noche y hoy también me toca el nocturno, tengo que dormir ya.
—Ok, no tarden mucho, esta mañana estuve a punto de insinuarme al chico de los periódicos.
—Ahora mismo doy parte, ciao —se despidió Cat mientras intentaba aguantarse la risa. Cuando se lo contara iban a partirse la caja, aunque luego le mentaran la madre a Tommy.
Otra que andaba igual de aturdida que Tommy era Mary Sue. Había ido a un antro de perdición para documentarse sobre sus enemigos mortales los vampiros, la noche había comenzado bien, pudo tomar datos interesantes sobre las costumbres vampíricas, pero se había torcido cuando una mujer de mala vida —era obvio que con ese aspecto y ese lenguaje no era muy decente— se había presentado interrumpiendo su investigación.
-Hola querida, te noto algo perdida ¿necesitas ayuda?
-No, gracias- había respondido Mary Sue intentando apartar la vista del generoso escote que mostraba el ajustado corset.
-Qué maleducada puedo ser, discúlpame, me llaman B.
-Yo soy Mary Sue- no entendía por qué pero le era imposible mandar a paseo a esa descarada, el tono de voz y la mirada anulaban sus reacciones, además sus prominentes senos la ponían nerviosa.
-Qué nombre tan encantador.
Mary Sue le sonrió guardándose el comentario de que el nombre de B. le resultaba un tanto prostibulario. Decidió que era mejor no preguntar por qué la llamaban así.
-Parece que no has venido a divertirte.
-Digamos que estoy investigando algo.
-¿Eres policía?
-No, pero… velo por el bien de la gente.
-Qué interesante, ya que eres tan generosa ¿por qué no velas por mi bien un rato y bailas conmigo?
Mary Sue se habría negado de haber podido, pero B. la dejó anonadada y antes de que se diera cuenta estaba en la pista de baile dejándose llevar por los sensuales movimientos de la mujer.
Xabat la había preparado para ataques violentos, tenía un kit con agua bendita, una estaca y un crucifijo. Además de uno de esos chismes que dan descargas eléctricas. Pero no la había preparado para librarse de los moscones de discoteca, y ahora estaba bailando rodeada mientras una mujer exuberante sonreía complacida. Deseaba empujarlos, alejarse, huir… pero cada vez que miraba a B. su cuerpo se paralizaba y su mente se aturdía.
“Vamos preciosa, juega con ellos”, B. No habría la boca, pero podía escuchar su voz resonando en el interior de su cabeza. Intentó relajarse un poco, bailó sin mirarla durante un rato, y entonces recordó un pasaje de Seducción Vampírica, una obra que alertaba sobre los peligros de intimar con vampiros que Xabat atesoraba.
“Los vampiros como buenos mamones quieren poner su boca en cualquier parte del cuerpo humano, pero son unos cabrones jodidamente refinados, con el tiempo han pasado de ser bestias agresivas a chupadores refinados que se lo pasan de puta madre jodiendo la mente de sus víctimas, les pone un huevo reducirlos a su voluntad. Así que usan todas sus armas de guarra para que la víctima se someta como un puto pelele que babea con cualquier cosa que hagan.
a) Mirada penetrante: antes de clavar los colmillos clavan los ojos, fijándolos en la víctima hasta que consiguen anularla mediante una especie de hipnosis, se quedan lelos mirando al vampiro, que los sigue con la mirada cada vez que intentan apartarla, hasta que se rinden.
b) Telepatía: una vez los tienen idiotizados con la mirada aprovechan la conexión para hacerse más presentes en la mente del pelele, enviándole mensajes que llegan a su cerebro con el sonido de su voz. Esto es acojonantemente chungo, tienen voces profundas y graves, que resuenan con un eco vibrante, a algunos hasta les pone cachondos- depravados hay en todos lados- a otros les aterroriza- caguetas también hay a patadas- pero lo que le sucede a todo el que lo experimenta es que queda atontado, perdido y le hacen caso sin rechistar.
Estas son las armas básicas no invasivas- tangiblemente hablando- de los vampiros para someter a sus víctimas”
V. Van der Rohe.
Era eso lo que le estaba pasando, esa zorra era un vampiro. Mary Sue respiró hondo, tenía que evitar mirarla directamente a los ojos, le diría que iba al servicio y llamaría a Xabat.
Salió de la pista de baile, miró a B. de soslayo señalando en dirección al baño y fue con paso seguro. Cuando llegó a la puerta se sacó el móvil del bolsillo interior que Xabat cosió a su vestido y lo llamó.
-Mary querida, ¿qué tal va todo?
-Una vampiresa está intentando anularme.
-Vaya, qué osada.
-Ven a recogerme.
-¿No vas a matarla?
-No estoy preparada para clavársela a distancia.
-Pues acércate…
-Si me acerco me va a mirar fijamente y entonces me quedaré parada y ella me mandará mensajes con la mente y…
-Vale, ya lo pillo, subestimamos sus poderes.
-Exacto, son muy fuertes, logró que bailara con unos desarrapados que me sobajaban, hasta le metí mano a uno.
-La carne es débil, pero hay que ser fuertes.
-Lo sé, pero estoy demasiado aturdida, si vuelvo a la pista podría acabar magreándome con todos.
-Paso a buscarte, espérame fuera, no dejes que te mancillen.
-Vale.
Se disponía a salir cuando B. la acorraló contra la pared.
-Chica mala, ha sido muy feo por tu parte abandonar a esas lindas personas que querían bailar.
-Se estaban pasando un poco con el manoseo-se excusó Mary rehuyéndole la mirada.
-Sólo estaban siendo afectuosos.
-Bueno puede que necesiten relajarse un poco- dijo intentando poner sus ojos en un punto fijo lejos de los de B.
-¿No te apetece volver?
-Pues… no-titubeó mientras pensaba que sus pechos no eran un buen lugar al que mirar fijamente.
-Es una pena, ¿te gusta?
-¿El qué?
-Mi escote.
-No está mal.
-No paras de mirarlo.
-Sí, me encanta.
-¿Quieres ver más?
-Así está bien, gracias.
-No seas tímida querida.
-Me da corte…
-No te preocupes, yo tomaré la iniciativa.
Mary Sue elevó su mirada cuando sintió que las manos de B. tomaban la suyas y las llevaban del escote para abajo. Esa fue su perdición, B. utilizó su mirada para dejarla KO, segundos después la vampiresa se acercaba a sus labios para mordisquearlos suavemente, jugueteaba con la sorprendida boca mientras las manos seguían explorando por el corset.
-Ves cómo no es tan malo, sólo tienes que disfrutarlo- susurró B. en su oreja, para a continuación atraparla con los labios haciendo que Mary Sue se estremeciera.
Una vez Mary Sue bajó del todo la guardia, el jugueteo se tornó más atrevido. Sus manos tomaron rumbo propio, sin que B. las dirigiera encontró la cremallera del corset y la bajó hasta tener más libertad para palpar, le gustaba el tacto firme y extremadamente suave de los senos, el perfume envolvente que desprendía B. y cómo la tocaba , con una mezcla de decisión y gentileza que la empujaban a ceder cada vez más.
Cuando tomó su boca en un beso que se hacía más profundo por segundos, simplemente se dejó llevar. La cálida sensación le gustó, lo hacía con tanta delicadeza que… no notó que le rajaba el labio para probar su sangre hasta que ella misma notó el metálico sabor.
-Coñooo serás guarra-exclamó Mary Sue indignada.
-Ese vocabulario nena…-sonrió B.
-Sí, ponte fina ahora- bufó Mary Sue mientras se palpaba la pequeña herida.
-No es para tanto, si quieres puede hacer que se cierre- le propuso B.
-No te me acerques- le advirtió rebuscando en su pequeño bolso.
-¿Vas a echarme agua bendita?- preguntó B. soccarronamente.
-No- dijo Mary Sue mientras sacaba el aparato para dar descargas eléctricas y la apuntaba.
-¿Qué es eso?- preguntó B. extrañada ante el pequeño aparato rectangular decorado con un escudo que rezaba debajo camina hacia el amor (espiritual)
-Acércate y lo comprobarás.
B. se acercó, más que nada para volver a hacerse con el control. Cuando recibió la descarga en su abdomen dio un salto hacia atrás, no se esperaba que sirviera para eso, no veía nada amoroso en intentar electrocutar a alguien, las sectas modernas eran cada vez más incoherentes.
-¿Crees que eso te va a servir de algo?
-Claro que sí, va a enseñarle a respetar a los demás, no se puede ir por ahí manipulando a la gente, jugando con su cordura emocinal y su salud.
-Claro que se puede, ¿qué coño te crees que hace el gobierno?
En ese momento llego Xabat en una Volkswagen Transporter azul celeste decorada con nubes pintadas que dejaban filtrar rayos de sol sobre coloridas flores. En letras naranjas se leía “caminad hacia el amor”. Xabat tocaba un claxon con una musiquilla que recordaba al Ice-cream man del camión de los helados. -Xabat aquí-llamó Mary Sue agitando las manos.
-¿Qué coño es eso?-inquirió B. sin dar crédito a lo que veía.
-Es mi guía espiritual.
-¿Es hippy?
-Claro que no, sólo le gusta celebrar la hermosura de la naturaleza.
-¿Le gusta celebrarla con mucha gente?
-Con los caminantes del amor, principalmente.
-Pues querida tu guía espiritual es un jodido hippy de lo más hortera.
-Dices eso para desestabilizarme, pero no vas a lograrlo.
Cuando B. se acercó a Mary Sue sabía que iba a ser una chica fuera de lo común, eso era lo que le había gustado, pero no se imaginó ni por asomo lo surrealista que iba a resultarle. Decidió esperar para un segundo asalto, ahora debía posponer su diversión y vigilar a su retoño.
Mientras tanto, no muy lejos Irina Sykes aterrizaba, le enterneció ver que su viejo amigo Vince van der Rohe se había tomado la molestia de ir a recogerla, debió suponerlo por la retahíla de mensajes ordinarios que había dejado en su buzón de voz.
-Vince, querido, qué grata sorpresa- saludó Irina.
-Menos cuento zorra que el mariconazo de tu nieto nos ha jodido vivos. -Ya será para menos, Randy es un chico adorable.
-Es un puto cabezota que hace lo que sale de las pelotas, el muy cabronazo invierte en bolsa para sacar pasta y no tener que pedirle permiso al gilipollas de tu hijo. Y ha acabado montando una gorda al comprar el libro rojo…
-Pues eso… adorable- sonrió Irina.
- ¿Y cómo coño ha conseguido Randy que le vendan el libro rojo?
-Porque hay mucho retrasado suelto que se junta y pasa lo que pasa… es una larga historia.
-Entiendo, ya me irás poniendo al corriente, puedes hacerlo mientras como algo, llevo demasiados horas de vuelo.
Vince la llevó a la sede del COVISEM, donde pudo ducharse, comer y ponerse al día. Desde que empezó a estudiar el mundo de lo paranormal y conoció a Vince había sido testigo de muchas historias increíbles, pero la que acaban de relatarle se llevaba la palma. Sabía que dejar a Randy sin supervisión directa era arriesgado, pero no creyó que su hijo fuera tan irresponsable, que Randy no fuera un vándalo no significaba que no fuera capaz de meterse en líos.
-Discúlpame un momento Vince, debo hacer una llamada- se excusó Irina.
Miró el reloj sorprendiéndose de que fueran ya las ocho de la mañana. Marcó el número de su hijo y al ver que no atendía la llamada probó con su secretaria.
-Le atiende…
-Soy Irina Sykes- cortó la explicación de la secretaria de turno.
-Buenos días señora Sykes, ¿en qué puedo ayudarla?
-Páseme con mi hijo- exigió en tono demandante.
-Un momento.
-Claro querida, tómate tu tiempo- ironizó Irina.
-Lo siento, está reunido.
-¿Tan temprano?
-Una urgencia.
-Lo mío también es urgente.
-Le diré que llame en cuanto acabe la reunión.
-Mira nena, es que me tenéis hasta la raja, no sé dónde coño os contratan pero siempre que pido algo parece imposible de realizar. Dile a mi hijo que vaya a cenar mañana a las siete en punto a mi restaurante favorito, le estaré esperando, y después ve buscando otro empleo porque te voy a largar a la puta calle, ¿entendido?
-Sí…
-¿Seguro? Porque si no lo haces bien esta vez no conseguirás que te contraten en toda la puta ciudad y más allá…
-Seguro.
Irina colgó asqueada de los incompetentes que trabajaban en la empresa de su difunto padre, tenía que ir a recursos humanos y dejar unas cuantas cosas claras.
-¿Qué coño pasó? Traes cara de mal follada- apreció Vince.
-Mi empresa está llena de ineptos.
-No jodas- dijo Vince en tonó mordaz.
-Paso contigo unas horas y se me pega tu vocabulario.
-No he escuchado nada cojonudo…
-Pero la zorra que tiene mi hijo por secretaria sí- sonrió complacida.
-De puta madre, ahora sólo te hace falta venirte esta noche a investigar y estarás como nueva.
-Me parece bien, despiértame a las siete de la tarde.
El equipo completo le dio la bienvenida a Irina en la cena. Cat, Zurvan y Benjamin, comentaron todos los datos del caso.
-El mocoso de tu nieto es un espabilado de mierda y un alcahuete-afirmó Vince.
-Depende de para qué- discrepó Benjamin.
-Para las finanzas y lo paranormal- apuntó Zurvan.
-Sí, lo lleva en los genes- concordó Irina.
-Cierto, es un mamonazo materialista refinado, esperemos que no acabe siendo una guarra como su madre.
-Eso sería muy heavy- dijo Zurvan sacudiendo la cabeza.
-¿Tanto como liarse con un vampiro?- picó Irina.
-¿Lo ha probado?
-Yo no, ¿y tú?
-Por supuesto, se lo recomiendo.
-¿No es muy arriesgado siendo un damphir?
-Trabajar para el COVISEM también…
-Entiendo.
-Más vale que hables de fulanas con las que has cortado, porque lo único que nos faltaba era que los nuestros fueran follándose a los chupópteros en vez de matarlos- protestó Vince.
-Se lo diré en su idioma jefe, donde meta mi puta chorra no es su jodido asunto, si no le gusta jódase y despídame- dijo Zurvan sin inmutarse.
-Pues el día que te dejen seco o te cargues a tu zorra no vengas lloriqueando, porque no te lo voy a dar libre.
-Bueno, ¿nos ponemos en marcha?- preguntó Cat a modo de propuesta.
-Sí, Ilych llamó hace un rato, dijo que fuéramos a casa de Tommy-informó Zurvan.
-¿Por qué no lo habías dicho?- preguntó Cat.
-Porque estaba de lo más entretenido viendo cómo me tocaban los huevos- sonrió Zurvan.
-¿Pasa algo con el vampiro?- dijo Cat.
-Dice que no para de hacerle preguntas en versión medieval, y que Benjamin debería examinarlo.
-Genial, aparte de chupasangre es un pirado- bufó Vince.
-Bueno Irina vamos a ir a casa de uno de los amiguetes del mariquita de tu nieto.
-Oh no me digas que es ese Tommy- se sorprendió Irina.
-Un mariconazo remilgado que pierde el culo porque le den lo suyo…
-Sí, es él, ¿también está metido en lo del libro?
-Sí, hay mucha gente metida- respondió Benjamin.
-Pues vamos allá- dijo Irina mientras se levantaba.
Media hora después estaban en la sala de Tommy guardando silencio mientras observaban a Athanasius estupefactos. Habían visto a vampiros antiguos, pero que permanecieran estancados en su época original no. Lo tomarían por un excéntrico, pero era peligroso dejarlo suelto.
Tommy se había quedado parado al ver a la abuela de Randy aparecer con los del COVISEM, y al principio se preocupó por si le había pasado algo a su amigo, pero cuando Cat le explicó que la señora Sykes era una benefactora de la institución e íntima amiga de Vince, Tommy se asustó. Aunque por otra parte pensó que a alguien debía haber salido Randy. Afortunadamente Ilych pasó el día con Tommy por lo que no tuvo que enfrentarse a Athanasius solo, aunque se pasara todo el rato conteniéndose, porque ahora que se fijaba Neumann tenía un buen trasero y otros encantos que en su estado se hacían muy notorios y difíciles de resistir. Esperaba acercarse a Benjamin para que le administrara esa especie de antídoto, le daba rabia que cuando por fin podría sentirse satisfecho siguiera con esa frustración sexual tan incómoda encima.
-Debo entender que vuesa merced requiere mi colaboración para dar con una poción que neutralice la libido que los vampiros despertamos con nuestra mordedura- preguntó incrédulo Athanasius.
-Sí- respondió Benjamin flipado por la retahíla.
-¿Y queréis que me deje pinchar con ese artefacto?- dijo señalando la jeringuilla.
-Sí.
-Os acompañaré, espero podáis ilustrarme acerca de los avances de la medicina.
-Será un jodido placer para el cabrón de Benjamin mostraros cómo coño se han modernizado los putos matasanos- dijo Vince disfrutando del semblante de Athanasius.
-Vayamos pues- dijo el vampiro desconfiando de Vince, ese lenguaje sonaba tan poco normal como el suyo.
-Síganos- le indicó Benjamin.
Mientras iban hacia los coches, se toparon con los hijos eternos de la noche oscura, iban a hacer un bolo en un club exclusivo y clandestino que estaba peligrosamente cerca de la urbanización donde Tommy y Roy vivían. Desde que tenían colmillos se los rifaban para tocar en fiestas de ciertos estilos. La vampironet puso en contacto al grupo y a Athanasius. Tanto ellos como Athanasius se quedaron alucinando. Ellos porque no entendían que hacía un vampiro viejo con esas pintas carcas y ese modo de pensar, si también hablaba así sería la monda. Y Athanasius no daba crédito a que esos neófitos se exhibieran con tal impudicia y con esas pintas tan oscuras, en su época los hubieran quemado por su aspecto satánico.
-Uy el yayo está indignado por nuestro… cómo lo diría él ¿atuendo?- se burló Misael, harto de que no le quitara la vista de encima mientras torcía la boca en un rictus de indignación.
-¿Os dirigís a mí?
-No directamente, lo estaba mentado sólo- explicó Izahn.
-¿No eres demasiado joven para haber sido convertido?- se sorprendió Athanasius ante el aniñado rostro del chico.
-No fue planeado- se excusó Julian.
-¿Cómo no habría de serlo? Es un paso decisivo…
-¿Como perder la virginidad?- sonrió Misael.
-Nos os burléis-demandó Athanasius.
—O qué, ¿vas a ponerte a brillar? ¿Nos deslumbrarás hasta que nos duela la cabeza?— preguntó Misael fingiendo estar aterrorizado.
-No comprendo vuestra ironía.
-¿Qué le pasa a… este vampiro?- preguntó Salem interrumpiendo.
-Llevaba siglos descansando y se ha despertado hace un día- le informó Ilych.
-Joder es él- exclamó Salem.
-¿Quién?- preguntó Irina.
-El vampiro que salía en el libro, el que estaba condenado a dormir por un hechizo- explicó Salem.
-¿El libro no lo tenía una tarada? Porque ellos son todos chicos ¿no?-preguntó Irina.
-Sí, todos tienen minga, aunque tres parezcan unas nenazas y los otros dos estén jodidamente amariconados.
-Digamos que el libro ha pasado por varias manos- explicó Ilych.
-Hostiaaa- exclamó Aster.
-¿Qué?- preguntó Cat resignado, deberían estar clavando estacas y no charlando.
-Este tío se ha trajinado a Tommy.
-Cómo osáis a entrometeros en mis vicisitudes- protestó Athanasius indignado por la indiscreción.
-Corta ya hombre- dijo Julian negando con la cabeza.- No es para tanto.
-Si no quieres que se sepa no pienses en ello- le aconsejó Izahn.
-Exacto, además fuiste un bestia, se le nota al andar- le recriminó Misael.
-Y qué coño querían si su culo era virgen ¿Que usara un vibrador de Hello Kitty para ensancharle el orto?- lo defendió Vince.
-¿Qué es un vibrador? ¿Quién es Kitty?- preguntó Athanasius confuso.
-Después te lo explica alguien- dijo Cat rezando para que se olvidara.
-Bueno eso sería algo exagerado, pero podría haber sido más romántico, en mi primera vez lo fueron y me gustó- dijo Izahn pensativo.
-¿Y se puede saber que fue eso tan romántico que te dijeron?- indagó Julian.
-Pégame y llámame puta, no te jode- interrumpió Vince-. Si seguimos aquí nos va a pillar el amanecer marujeando.
-Cierto, a pesar de que estoy tan emocionada que podría volver a menstruar, creo que deberíamos irnos- dijo Irina sonriendo al ver la cara de sorpresa de los chicos y los vampiros.
-Creo que yo me voy con los hijos buenorros de la sexy noche-comentó Tommy.
-De eso nada que estás muy reciente para meterte en orgías, además esos, seguro que te la acaban chupando- se opuso Cat.
-Esa es la idea- sonrió Tommy.
-La sangre…
-Sí, eso también me gusta.
-Nos vemos, vamos a llegar tarde a la actuación, salimos a las cuatro, si te das prisa nos da tiempo de uno rapidito- bromeó Misael.
Tommy siguió al resto para ir al COVISEM, preguntándose cómo podía librarse luego para llegar a tiempo…