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Egoist por Rikeevas Lawammy

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Notas del capitulo:

Dios mio, ya hasta olvide este capitulo jajajaja, bueno el caso es que Ryuzaki y Light tienen una pequeña discusion, al final el pelinegro acude al llamado de un amigo

solo eso :3

perdon por lo que leeran, no se me da escribir dramas pero como ya dije antes estoy en medio de un reto o.ó asi que aqui va la conti.

espero que os gusteis

 

besos!

-Me lleva el… ¡aggr!- el pelinegro tomó la cinta VHS y la metió con violencia en una valija amarilla con forma de pato que le prestó Sayu.

-Tranquilízate Ryuzaki, no te preocupes te ayudare, puedo hackear el computador de la oficina de mi padre y desde ahí acceder al servidor de la policía.- el castaño lo observaba a sus espaldas desde la cama donde yacía botado boca arriba.

-No es necesario, solo que me molesta que  para conseguir esto expongo el puesto y la seguridad de mi contacto y todo para que sea una pista completamente inútil, además él me encargó que la estudiara bien , me dijo que confiaba en que yo si encontraría algo y no fue así.

-No lo hiciste porque realmente no hay nada ahí no por falta de capacidad.- enojado se colgó la maletita en la espalda y saco su celular de su bolsillo para después marcar un numero desde un atajo.

-Soy yo, ¿tienes entre tus cosas una grabadora para cinta?, si un casette VHS, es para hoy o a mas tardar mañana en la madrugada, tengo que entregar el original a las siete de la mañana, ok, te lo paso a dejar, tengo otras cosas que hacer.- el pelinegro cortó la comunicación y el castaño un poco molesto le abordó poniéndose de pie.

-¿Por qué no lo grabas aquí?, después de todo yo ya tengo el VCR no tienes que conseguirlo.-

-Prefiero que lo haga Matt, además él tiene casettes así no tengo que perder tiempo en conseguirlos y traértelos, pero gracias.- el castaño lo observó fijamente, era raro verlo molesto, Ryuzaki podía estar feliz, enojado, hambriento o emocionado pero rara vez lo demostraba y esta vez estaba siendo más que obvio que la ira emanaba de su cuerpo. Lentamente acortó la distancia entre ellos y le dio la vuelta para poder abrazarlo, con su mano llevo la cabeza del pelinegro a su propio hombro a la vez que le peinaba sus rebeldes cabellos una y otra vez.

-Lamento no haberte podido ayudar, aunque me digas que no es necesario tratare de buscar información en los archivos.

-Light, la policía no tiene pistas, es por eso que no lo han arrestado.

-Ya sabes que yo investigo muy bien, revisare contactos, socios, direcciones, en fin, comprobare todo-. Ryuzaki se dejó acicalar un momento más mientras se sumergía en sus pensamientos, estaba molesto, en gran medida el trabajo que se traía entre manos era una parte responsable de ello, pero había algo mas, algo que le venía molestando desde hace un par de meses y esta vez por alguna razón mientras veía el video con el castaño teniendo que poner pause cada vez que llegaban la madre o la hermana de este, había aflorado con mayor intensidad la molestia, con sutileza apartó la mano del castaño y se separo de él para irse a sentar en la cama.

-Light… ¿Por qué no te mudas a un departamento?, tu padre te lo ofreció cuando recién ingresaste a la universidad y después lo volvió a hacer cuando empezaste a hacer tus practicas en Yotsuba.- el castaño meditó un poco la pregunta antes de contestar.

-¿Por qué sales con esto ahora?, creí que estabas preocupado por tu investigación.

-Si... pero eso me ha llevado a pensar en que si estuvieras por tu cuenta en otro lado podría verte más seguido.- el castaño mostro una media sonrisa y se sentó al lado del joven.

-He pensado lo mismo, y nada me gustaría más que verte todos los días y hacerte muchas travesuras sabiendo que nadie nos molestara pero Ryuzaki entiende también que sería un gasto extra para mi padre, además de que me tendría que preocupar por mi comida, la ropa limpia y ese tipo de cosas, sería demasiado problemático y nada practico dejar mi hogar.- tomó la mano del pelinegro y la apretó sutilmente.

-Es cierto que sería una carga económica más para tu padre pero podrías conseguirte un trabajo de medio tiempo, tus prácticas han finalizado y ya tienes tiempo, incluso te ofrecieron trabajo en esa corporación, así que si quisieras tú podrías aligerar la carga para tu padre, además la ropa la puedes llevar a lavar un día a la semana, y en cuanto a la comida, pues podrías comer en la calle o prepararte algo sencillo.-

-Recuerda que no tengo que descuidar mis estudios y el trabajo puede distraerme.- furioso el pelinegro retiró su mano y se puso de pie para dirigirse a la puerta.

-Durante tus practicas no los descuidaste así que en un trabajo de medio tiempo tampoco podrías hacerlo, ¡deja de poner tantos pretextos!, solo di que no quieres y punto.

-No es que no quiera, ya te lo dije, ¿además no crees que sería algo egoísta mudarme?- el castaño no entendía la molestia del joven quien permanecía en la puerta sujetando el picaporte.

-¿Egoísta?- el pelinegro volvió su cabeza para mirar fijamente al otro- Exactamente, ¿para quién sería egoísta?

-Para mi familia, el que yo me vaya nada más por capricho a costa d…

-¡Que!, cómo puedes decir eso, es obvio que si tu padre te lo ofreció es porque pensó que tal vez querías un poco de independencia y el está de acuerdo y más que dispuesto a dártela.- ambos se sostuvieron la mirada, cada uno molesto por sus propias razones.

-Ryuzaki, se razonable, créeme yo también quisiera hacerlo por nosotros, pero si solo lo hago por esa razón estoy siendo egoísta, además estoy muy cómodo así y nuestra relación no se ve afectada por esto ¿no crees?, además tu también estas pensando solo en ti si me sugieres que debería salirme de mi casa para pasar más tiempo contigo.- el pelinegro volvió su cabeza nuevamente hacia la puerta y se dio un pequeño golpe.

-Soy un tonto…- balbuceó antes de darse otro tope con la puerta un poco mas fuerte- un perfecto tonto…

-¿Ryuzaki?

-Lo siento Light, perdóname por ser tan cómodo al insinuarte que te mudes, creo que es un sacrifico muy grande y no vale la pena para un simple capricho.- el castaño fastidiado se sobaba la frente.

-Nunca dije que lo nuestro fuera un capricho.

-Si lo hiciste, dijiste que no podías dejar a tu familia por un simple capricho.

-Ryuzaki no te pongas en ese plan, en realidad creí que ya habías entendido mis razones, no es la primera vez que hablamos de esto, no creí que te molestara tanto incluso me sorprendí que sacaras este tema.

-No Light, yo simplemente respeté tu decisión pero… no soporto mas, me has convencido de que en verdad lo nuestro no te interesa ni lo tomas tan enserio como yo lo hago-  el universitario apoyó sus codos en las rodillas y se cubrió la cara con las manos, el pelinegro por su parte seguía con la frente contra la puerta y sujetando el picaporte.

-No digas eso… sabes que te amo.

-No Light, eso dices pero tus acciones dicen otra cosa…- enojado se puso de pie y jalo de un brazo al pelinegro apartándolo de la puerta y obligándole a mirarle.

-No digas estupideces, dime, ¿tú qué demonios haces aparte de colarte por mi ventana?- por primera vez el joven de mirada azabache tuvo unas ganas irresistibles de golpear a su novio, apretó su puño derecho con tanta fuerza que las venas comenzaban a saltársele.

-Pareces olvidar que salto tu ventana porque tú mismo dijiste que era molesto que tu familia me viera llegar por que ya estaban pendientes de nosotros. Además cada vez que puedo vengo a verte, siempre trato de hacerme un espacio para venir cosa que tú no haces.

-¡Exacto!, no lo hago porque nunca estás en tu casa, siempre andas de un lado a otro, además siempre que vienes traes tu trabajo contigo, eso se ha vuelto muy común últimamente, mas nos la pasamos revisando tus pistas.- el pelinegro guardo silencio y desvió su mirada, por alguna razón sentía que su corazón estaba siendo apretado por una mano invisible, su pecho parecía dolerle cada vez más, el simple hecho de respirar le lastimaba enormemente, pero lo que más le incomodaba en esos momentos eran sus ojos, los sentía cada vez mas y mas húmedos, tenía que controlarle o las lagrimas comenzarían a salir y eso si que no lo podía permitir. Por su parte el castaño vio algo que lo dejó perplejo, después de mostrar enojo los ojos de su pareja brillaban y la razón era porque estaba a punto de llorar, eso lo dejo en shock un momento, jamás había visto y no se hubiera imaginado ver al pelinegro en esa situación, aparte de sus ojos húmedos, sus labios tenían un ligero temblor apenas perceptible y no dejaba de hacer el reflejo de tragar. Incomodo aparto la vista también, esa imagen del pelinegro lo hacía sentirse dolido y culpable pero tampoco quería consolarle, se sentía herido e incomprendido por su novio. Ryuzaki haciendo un enorme esfuerzo por controlar el tono de su voz y evitar que se quebrase habló lo más calmado que pudo.

-Yo sé que mi trabajo es un obstáculo también para que nos veamos, me la paso todo el día yendo a varios lugares o encerrado estudiando datos, antes podía hacerlo sin ningún problema, nada interfería en mi trabajo y me tomaba mi tiempo para descansar y hacer las cosas que me gustan pero desde que empezamos a salir me he esforzado por ser más rápido, mis pasatiempos los he olvidado, he recortado mis horas de sueño a tal grado que por ejemplo ahora llevo 24 horas sin dormir, bueno, salvo los 5 minutos que me quede dormido en tu regazo, y no duermo para terminar mis asuntos lo más pronto posible y así tener tiempo para pasarlo contigo aunque a veces no me queda de otra más que traer el trabajo conmigo y termino involucrándote también, no sabes el esfuerzo que hago Light, tu ni siquiera lo notas-

El castaño ahora sí que se había quedado mudo, de alguna forma las palabras del pelinegro lo habían hecho sentirse un microbio, lo que decía el pelinegro era verdad pero lo más triste es que él no lo había notado, al contrario le exigía más tiempo para él, le reclamaba que antepusiera su trabajo a su relación, eso explicaba las ojeras que se le habían comenzado a marcar mucho mas, además de que parecía estar bajando de peso y aun con eso Ryuzaki parecía poseer mucha fortaleza para andar de un lado a otro como si nada.

-Siempre te la pasas diciendo que solo pienso en mi y además me dices egoísta cuando el único que piensa en si mismo eres tú, ni siquiera notas lo que sacrifico por ti y tú no estás dispuesto a hacer lo mismo, no quieres abandonar tu comodidad, pensé que podría llegar a importarte mas, y aun así la primera vez que te negaste a mudarte te di toda la razón y me reclamé a mi mismo por ser egoísta pero en el fondo deseaba que tu pensaras que el mudarte nos acercaría mas y llegué a creer que por iniciativa propia lo harías ¿y sabes lo que te hubiera dicho el día en que me dijeras que aceptabas la oferta de tu padre para mudarte?- el castaño quedó en silencio, por su parte Ryuzaki sabía que no recibiría respuesta y continuó-

 - Te habría dicho, no es necesario Light nos las estamos arreglando bien así y no voy a permitirte que te distraigas en tus estudios y tampoco quiero que tu padre se sacrifique pagando una renta cuando bien estás en tu casa- el castaño volvió el rostro y le sostuvo la mirada pero seguía sin decir nada-

-Así es, cada uno de los pretextos que me dijiste ya había pensando en decírtelos e incluso los argumentos que te di para refutarte cada uno de ellos ya los tenía en mente pero creyendo que serian de tus labios de donde saldrían, créeme lo que me duele no es el hecho de que no lo hagas si no el hecho de que no quieras, yo jamás te pediría algo que se que te puede afectar aunque sea mínimamente- el rostro del castaño no mostraba expresión alguna, incluso el del otro joven se veía impasible de no ser por los ojos húmedos. Avergonzado Light desvió la mirada y soltó el brazo del pelinegro.

-Discúlpame Light, por pedirte más de lo que realmente estas dispues…- las palabras del pelinegro fueron calladas por los labios del otro joven que lo aprisionaban con los propios, un poco confundido trató de apartarse pero la mano del castaño lo sujetó de la nuca para evitarlo y su brazo rodeo su cintura para apretarlo a él. En esos momentos lo que menos deseaba era recibir ese beso pero tampoco quería que esos labios se apartaran y dejaran de besarle aunque su orgullo pudo más y con firmeza empujó el cuerpo del castaño que se resistía a soltarle.

-Detente Light- lo dijo en voz baja pero firme, lo que obligo al castaño a detenerse, lo que menos quería era molestarlo, pero sabía que eso era imposible, a esas alturas el pelinegro no solo estaría enojado sino que incluso debería odiarle y no era para menos, no sabía qué hacer lo único que se le ocurría era disculparse pero sabía que eso no sería suficiente, en verdad lo había lastimado cuando el solo le daba su amor y este llegaba a límites insospechados e inimaginables, no solo forzaba su cansado cuerpo si no que también hacia un enorme esfuerzo al ir a su casa y convivir con su familia, normalmente Ryuzaki se mantendría al margen mas sin embargo cuando llega es atento con su madre y con Sayu además de discreto con su padre, cosa que en el “estado” normal del pelinegro jamás haría, claro que sería cortés pero hasta ahí, relacionarse mas allá de un simple saludo o hablar innecesariamente de cosas que no le benefician es un esfuerzo más conociendo la forma de ser del joven, él en cambio había sido demasiado cómodo.-

-Perdóname Ryuzaki- sujetó cariñosamente al pelinegro de la barbilla mientras con su otra mano recorría su oreja hasta que su dedo se topó con la minúscula esfera de oro que perforaba el blanquecino lóbulo-. Sé que he sido un cabezota y que no he sido capaz de observar lo que haces por mí, me siento muy mal solo de pensar que te he dañado, espero que puedas perdonarme, te prometo que a partir de ahora moveré cielo mar y tierra para que estemos juntos y cómodos.- temiendo el no poder seguir conteniendo las lagrimas si lo seguía observando, el pelinegro cerró los ojos.

-Sabes Light, eso ahora no vale… por que esperaba que lo hicieras tu solo, si soy yo el que te ha obligado no tiene caso y no es genuino.

-No digas eso, te amo y soy capaz de hacerlo por ti, fui demasiado ciego como para ver más lejos de mí, siempre creí que era yo el que estaba siendo delegado cuando era todo lo contrario, además tampoco me lo tomes tan mal, siempre pensé que tu trabajo te ocupaba tanto que incluso si me mudaba el tiempo en que nos vemos no cambiaria.- en esos momentos el pelinegro abrió los ojos y tomó ambas manos del castaño entre las suyas.

-Si cambiaria… no tendría un límite en el horario para verte además de que podría quedarme contigo en las noches, también podría dejar parte de mi trabajo sabes que es muy delicado y acá en tu casa no puedo dejar que tu familia vea lo que traigo y menos tu padre, en cambio si sé que estas solo tengo más seguridad y puedo abandonar un momento el trabajo para dedicártelo a ti.- el universitario sonrió de medio lado y deposito un pequeño beso en la nariz del joven.

-¿Por qué no me ofreces tu casa?- el pelinegro se sorprendió y una sutil sonrisa ilumino su rostro-

-Nada me gustaría más pero sabes que tengo un pequeño problema ahí.- Light se llevo con cuidado una mano y luego la otra a sus labios para besarlas a cada una antes de que tocara el turno a la boca de su novio para ser besada aunque solo fue un instante.

-Entonces Ryuzaki, ¿me perdonas?, te prometo que estaré mas al pendiente de ti y te cuidaré aun mas, no quiero que te enfermes tampoco por mi culpa.

-Sabes que no puedo decirte que no- ambos jóvenes sonrieron y se fundieron en un profundo abrazo, el castaño estaba feliz y su mente ya comenzaba a planear lo que haría a partir de ese momento para poder independizarse, por su parte el pelinegro no podía negar que también sentía alegría aunque por otro lado se sentía un poco decepcionado por tener que llegar a ese punto para hacer que Light tomara esa decisión, tal vez lo había obligado y eso era lo que menos quería, tal vez no debía decirle todas esas cosas pero también sintió la necesidad de hacerlo, necesitaba desahogarse y quería reprocharle al castaño por ser tan egoísta  y solo pensar en él-

- Pero quiero que pienses bien las cosas Light, no lo hagas solo porque hice esta escena, piensa si es realmente lo que quieres hacer, por mi parte no volveré a presionarte de ninguna forma.

-No tengo nada que pensar.

-Eso dices ahora, tomate unos días, yo… tengo que arreglar unas cosas que he dejado tiradas- el castaño parpadeó confundido ¿estaba entendiendo bien?, primero le reclamaba y le soltaba todas esas cosas y ahora si no se equivocaba le estaba tratando de decir que no se verían en unos días, ¿de qué demonios se trataba todo eso?

-¿Ryuzaki, acaso sigues enojado?- al pelinegro se le hizo estúpida esa pregunta, por supuesto que lo estaba, claro que ya no tanto como al principio, incluso ya lo había perdonado pero aun se sentía un poco molesto.

-Light hazme caso…

-¡Ryuzaki!, no me digas que no nos veremos hasta en un par de días, ya te pedí disculpas incluso he decidido mudarme dime qué quieres que haga para que no estés enojado.

-No Light, no es eso, solo que tomaras una decisión importante y quiero que la pienses bien.

-Ryuzaki…

-Mira, mañana hablamos ¿sí?, mañana te mando un mensaje en cuanto me desocupe y si no estás haciendo nada nos vemos.- el castaño lo miro receloso y no muy convencido pero accedió.

-De acuerdo, estaré esperando tu correo.

-Así será, bueno entonces me retiro, tengo que llevarle el casette a Matt, le dices a Sayu por favor que cuidare bien de su pato y le comprare otra mochila en agradecimiento, se lo diría personalmente pero en estos momentos ya debe de estar dormida.

-Se lo diré- ambos se dieron un beso demasiado superficial y corto para el gusto del castaño.

-Entonces… hasta mañana, descansa Light.-

-Tú también mi niño- el pelinegro sintió un estremecimiento al escucharle pero apresuro el paso y salió de ahí. El castaño salió tras de él como de costumbre, siempre lo acompañaba hasta la calle pero era más que obvio que el pelinegro no quería su compañía ya que se adelantó despidiéndose rápidamente de Souchiro quien aun permanecía rondando en la casa. El Yagami mayor se reprendió al ver salir con prisa al joven sin esperar a su hijo quien se quedó parado a medio recibidor al escuchar la puerta cerrarse tras del pelinegro.

-¿Qué le hiciste?- interrogó sin siquiera apartar su vista del televisor a lo que el castaño le contesto de mala gana.

- ¿por qué asumes que le hice algo?, bien pudo haber sido él.

-Por que él era el que salió con el rostro desencajado y tu semblante es más bien de un perro con la cola entre las patas.

-Tú que sabes padre… no es la primera vez que discutimos pero si te puedo decir que es la primera vez en que ambos somos tanto culpables como víctimas.

-Me lo temía…- el hombre mayor apago la TV y se puso de pie, cansadamente se retiro sus gafas para tallarse los ojos.- Es lo que temíamos tu madre y yo, solo espero que no salgan muy lastimados.- enojado el joven encaró a su padre.

-Se que ustedes no le ven futuro a nuestra relación y solo están esperando a ver como terminamos, pero lamento desilusionarte padre, los dos nos amamos lo suficiente como para sacar adelante lo nuestro.

-Espero que así sea Light-. Rodeó a su hijo con su brazo y le froto la espalda antes de retirarse a su habitación- Que descanses, me voy a acostar.- el joven vio a su padre alejarse de las escaleras, pero antes de que este se perdiera de vista en el pasillo decidió hacerle su petición.

-¡Papá!- se detuvo en el recodo de la escalera y se volvió hacia su hijo quien se encontraba con un pie en el primer escalón y sujetando el barandal de un lado y la pared del otro, esa mirada en el rostro del joven ya la conocía muy bien y si no se equivocaba estaba por hablar de algo realmente importante para él y posiblemente no descansaría hasta que apoyara su decisión.

-Hace tiempo me ofreciste la oportunidad de mudarme a un departamento, así que ahora quisiera aceptar la oferta…- tenía la intención de convencer a su padre por todos los medios y decir lo que fuera para ello, pero antes de poder agregar algo más el mayor lo interrumpió.

-Hablaremos de eso mañana Light, ya vete a dormir.- sin darle tiempo al joven de protestar se retiró. En la mente del castaño no aparecía pensamiento positivo alguno respecto a la respuesta de su padre.

- “Me dirá que no”.

El pelinegro por su parte caminaba distraídamente mientras revolvía el bolsillo de sus bermudas, desilusionado por no encontrar nada cambió su dirección aunque eso significaba hacer una pequeña desviación pero tenía que hacerlo. Caminó solo un par de metros más antes de entrar a un modesto minisúper, el dependiente del lugar lo miró atento, a esas horas ya ponía especial interés en los clientes más por precaución que por otra cosa, el pelinegro se fue directo al estante que ofrecía una gran variedad de dulces y tomó dos barras de chocolate, un chupete de grosella  y caminó un poco más para tomar una dona de chocolate blanco salpicada con chispas de chocolate.

-“Creo que con esto me alcanza para el camino”- se dirigió a la caja, pagó e introdujo las golosinas en el pato menos la dona que comenzó a comer, salió del lugar pero ni bien se cerraba la puerta dio media vuelta y entro presuroso hacia la máquina de café, se preparo uno negro lo pagó y salió nuevamente. De nuevo se enfilaba a su antigua dirección, su mente se encontraba aun en lo recién ocurrido en la casa de su novio cuando su celular comenzó a sonar, fastidiado por tener las manos ocupadas observó a todos lados y encontró un buzón al otro lado de la calle, se apresuro a cruzarla y colocó su café en la caja de metal, de prisa metió las manos en sus bolsillos y tomó la llamada.

-¡¿SI?!- en su apuración ni siquiera se dio tiempo de ver el identificador, no quería perder la llamada en el acto, aunque no era necesario por esta vez, conocía perfectamente a la persona que le llamaba

-Ah, Matsuda ¿qué sucede?- rezó internamente por que no le pidiera la grabación ahora mismo.

-Ryuzaki, ¿quieres venir a mi casa?-

-¿eh?- el pelinegro entrecerró los ojos un poco confundido, esa invitación se le hizo fuera de lugar sobre todo porque no mencionó el VCR.

-Necesito hablar con alguien y ninguno de mis amigos está disponible, solo quedas tú-

-. . . ¿para eso me hablas?, Matsuda en estos momentos no puedo, voy camino a casa a dejarle la cinta a Matt para que la grabe, después viajare a Kanagawa.

-¿¡ Q U E E !?- se tuvo que apartar el celular del odio por temor a que le explotara- ¡¿Como que no puedes, también tu me abandonas!?, además como que dejaras la cinta en tu casa, con mas razón beberías de venir para entregármela recuerda que mañana a las ocho tengo que estar en la jefatura y debo llevarla conmigo.- el joven frunció el ceño al reconocer el tono pastoso del joven oficial.

-Matsuda ¿estás bebiendo?-

-Me tome unos tragos y compre unas bebidas, anda ven a mi casa y trae la cinta de paso me acompañas un poco-

-Aun no puedo entregártela, la llevo ahora mismo para que Matt la copie y una vez lo haya hecho él te la ira a dejar a tiempo a tu casa.

-Anda Ryuuu… no seas mal amigo, recuerda que cuando me necesitas siempre estoy ahí para aconsejarte.

-¿Exactamente cuando te he pedido consejo?

-No me lo pides directamente pero curiosamente algunas veces mientras trabajamos en algo sacas de inmediato el tema de tu relación con Light y pones situaciones hipotéticas complicadas con parejas ficticias y me obligas  a contestar que es lo que opino al respecto.- el pelinegro se sonrojó y se auto-regañó, es verdad que el amor hace que menos neuronas funcionen y las pocas que lo hacen lo hacen incorrectamente.

-Bueno si, está bien iré… para variar hoy discutí con él.

-¡Ves! Vendrás solo por que pelearon si no es por eso no te logro convencer.

-No te preocupes, te escuchare y no me quejare de nada ni inventare parejas en situaciones extrañas.

-Está bien te espero, ¡compre mucha cerveza!-

-Sabes que no bebo….

-Compre unas bebidas y un par de cervezas especiales para ti, no te preocupes no son amargas, al contrario son dulces y te gustaran.

-Dulces o no, no bebo… la última vez que lo hice…- el rostro del joven se transformó en un tomate al recordar la razón por la que juró volver a tomar ni una sola de alcohol.- . . . pasó algo verdaderamente vergonzoso.

-AH, pero gracias a eso ahora eres feliz ¿no?- Ryuzaki escuchó reírse a su interlocutor- bueno, igual te espero.

-Está bien, pero tardaré un poco, primero iré a dejar la cinta.

-Ok, pero date prisa o no alcanzaras a coger el último tren- acto seguido el oficial cortó la comunicación y el pelinegro miró extrañado la pantalla de su celular que le mostró la hora.

-¡Maldición!- se echó el aparato en su bolsillo y arrancó a correr mientras engullía lo que le quedaba de su dona olvidándose por completo del solitario café encima del buzón.

 

Notas finales:

muchisisisisisisisismas gracias a yaoisasunaru y a TeNsHiALiCe

en serio, gracias por pasarse y leer el fic, fiuu me alegro que les haya gustado, lamentablemente me atracé, debido a que quien me obliga (por decirlo asi) a escribir tambien esta subiendo una historia, ambos actualizamos a la par, es como un pequeño acuerdo (que tiene su razon de ser), asi que mi "socia" (que tambien es mi hermana xD!) se atrasó, yo como niño bueno y cumplido (?) tenia mi cap listo desde hace varias semanas (de hecho ya tengo el 3 y 4), pero se nos atraveso un viaje y otras cosas que le impidieron a mi hermana continuar su historia y cuando por fin termino su cap, quisimos actualizar y sorpresa! no teniamos internet (...), recien nos lo han restablecido xD (despues de una larga semana de llamadas a soporte tecnico)

en fin, espero que continuen leyendo el fic, las amo!

 

Besos!

 

pd: en cuanto al trabajo de Ryuzaki, ya pronto se sabra de que se trata D:, es algo bien ekiz (creo) se iran de espaldas <<U

xD.


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