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Konoha's Paradise por ISOBEL KOU

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Notas del capitulo:

Titulo: Konoha’s Paradise


Autor: Nekomata Uchiha


Pairing: SasuNaru.


Advertencias: Ooc, Yaoi, Lemon.


Disclaimer: Naruto es de Sasuke, y Sasuke de Naruto, por otra parte los derechos son de Kishimoto, yo solo hago esto por diversión, y por amor al SasuNaru. El Manga Ristorante Paradiso, tampoco me pertenece es de Natsume Ono, yo solo tome la idea para adaptarlo.

Konoha’s Paradise


Capítulo II – Para obtener la consistencia deseada, debe mezclar bien los ingredientes…


 


*****-X—X-*****


 


“Eras como una tormenta, como una tempestad que cambiaste mi vida, entras en ella sin permiso… y yo no deseaba que te quedaras”


 


Bien dicen que la primera impresión es lo que cuenta, y eso los empleados de la cocina de Konoha’s Paradise parecían tomárselo muy en serio.


 


Naruto sabía que no la tenía fácil, sin embargo ellos se los estaban haciendo imposible si pedía una cosa le daban otra, no lo escuchaban, y otros de plano le ignoraban.


 


Cualquier otro se desanimaría, gritaría o saldría corriendo de ahí, pero no Naruto, ellos jamás se habían enfrentado a alguien similar.


 


— ¡Basta!


 


Su grito atrajo la atención de todos los presentes.


 


—No sé que es tengan contra mí, pero yo no les hecho nada ttebayo, estoy aquí por el mismo objetivo que ustedes sacar adelante esta cena, y no me importa si desean estropearlo no me rendiré y sacare este trabajo así sea sin ayuda de nadie.


 


Molesto se giro para seguir con la preparación del platillo del primer tiempo, nadie dijo nada ni se movió de sus lugares, no fue hasta que un joven de cabello castaño y una cicatriz en su nariz quien se acerco al rubio y comenzó a ayudarle con la preparación de los alimentos.


 


El rubio giro y le sonrió agradecidamente, el castaño correspondió el gesto.


 


Iruka Umino era uno de los cocineros que más tiempo llevaba trabajando en KP, era amable, atento y tenía un gran talento en la cocina.


 


Para nadie era un secreto la relación que había llevado con Kakashi Hatake, aunque esta había terminado hace unos meses sin que nadie conociera la razón, y a pesar de que la mayoría se moría de la curiosidad no se atrevían a preguntar el Hatake era demasiado reservado, por su parte Iruka pese a ser una persona bastante amigable y accesible nunca solía contar sus problemas a los demás, podía llegar a ser incluso aun más reservado que el propio Kakashi.


 


La verdad es que el rubio no le había caído mal tenía una chispa que le atraía, y por alguna razón tuvo el presentimiento de que su llegada podría llegar a cambiar las cosas en aquel lugar.


 


Podía entender un poco a sus compañeros habían trabajado con Amane-san por demasiado tiempo, era una de los mejores chefs del país y habían logrado armar un gran equipo de trabajo.


 


El hecho de ver llegar a un muchachito desconocido y de dudosa habilidad, bueno no podían culparles realmente por ser hostiles.


 


—Te ayudaremos si nos convences de tus habilidades —…Naruto giro al ver al chico que le hablaba, de cabellos castaños y dos afilados colmillos que sobresalían; el chico tenía una mirada desafiante una que él no dudo en responder.


 


— ¿Por qué habría de hacerlo?


 


—Si deseas cumplir con lo que te han pedido necesitas nuestra ayuda, por muy “Talentoso” que seas no podrás con la carga tu solo.


 


Era verdad, por más que aquel amable hombre se halla ofrecido a ayudarle entre ambos no podrían terminar con lo pedido para esta noche, y no podía darse el lujo de fallar un posible empleo estaba en juego.


 


—De acuerdo.


 


“Muy bien Naruto tu puedes, demuéstrales de que estas hecho”


 


****-x-****


 


Kakashi sonrió de manera divertida; se hallaba observando todo de modo que nadie supiera que se encontraba observándoles.


 


Iruka, tan amable como siempre, el había sido el primero en acercarse al joven rubio para ayudarle era predecible; un suspiro resignado salió de sus labios.


 


Le quería mucho, demasiado quizá y sin embargo no se atrevía a hablar con él para aclarar aquel mal entendido, y la razón era por de verdad estaba confundido.


 


Creyó haber superado su pasado, aquellos sentimientos por aquel que fuese su mejor amigo y en algún tiempo su pareja.


 


Pero la realidad era otra cuando le vio allí esperándole, aquellos sentimientos que suponía olvidados, volvieron a él como una vorágine, intensa, inmisericorde.


 


Regreso a su despacho tenía mucho en que pensar, no solo tenía problemas personales si no ahora con lo ocurrido en la mañana, también laborales.


 


Solo esperaba que sus corazonadas, fuesen ciertas algo le decía que ese chico rubio iba a revolucionar KP en más de un sentido.


 


“¿Qué es lo que realmente debo de hacer?”


 


 


****-x-****


 


 


— ¡Obito-Aniki!


 


No pudo evitar brincar ante el llamado, las cuencas ónices se posaron en unas similares. El aludido dedico una sonrisa afectada a su interlocutor, la expresión pétrea del otro no muto, mas sin embargo Obito era capaz de discernir la ligera preocupación que emergía de su acompañante.


 


—Lo lamento estaba un tanto distraído.


 


— ¿Un tanto? —…La perfecta ceja se enarco…—Yo diría demasiado, ¿Hay algo que te preocupe?


 


Óbito no deseaba incomodar a su sobrino con sus problemas personales, no, cuando se supone que estaban tratando asuntos referentes a las empresas familiares, y sin embargo no había podido evitar que estos le envolviesen aun afectando su trabajo.


 


Sabía que Itachi no lo presionaría a que le contase lo que fuese que le perturbaba, por otro lado necesitaba desahogarse, ¿Era Itachi la persona correcta para eso?


 


Le miro por unos segundos inspeccionando la expresión indiferente del otro, Itachi Uchiha era la perfecta copia de su padre, hombres fríos, rectos, intachables.


 


Pero detrás de toda esa mascara, había hombres nobles que se preocupaban por sus seres queridos, que esos seres queridos llevasen impresos el apellido Uchiha,  no era culpa suya.


 


Óbito era como un hermano mayor para Itachi y Sasuke, aun cuando en realidad fuese el hermano menor de Fugaku, el padre de los mencionados. Era la antítesis de lo que se podría esperar de cualquier Uchiha, alegre, escandaloso, irresponsable y hasta un tanto pervertido; de no ser por las elegantes y hermosas facciones que lo distinguían como Uchiha, seguramente nadie creería que fuese uno.


 


Es por eso que verle así de serio y meditabundo, era extraño para aquellos quienes le conocían.


 


— ¿Has decidido cuanto tiempo te quedaras? —…Pregunto el menor de los Uchiha, mientras retomaba la lectura de un contrato que tenía entre sus manos.


 


—La verdad es que deseaba quedarme definitivamente, pero…


 


— ¿Pero… —…Le insto a seguir.


 


—Pero no estoy seguro que sea lo mejor.


 


— ¿Lo mejor para quién?


 


—Para todos, Itachi yo solo sirvo para causar dolor a las personas a las que les importo.


 


—Eso no es verdad, y lo sabes.


 


Óbito no refuto, ya que él no estaba tan seguro de eso, sin embargo no quería internarse demasiado en aquella plática, así que regalando una sonrisa decidió cortar aquella incomoda charla.


 


Itachi le dejo sabía que Obito podría arreglar sus problemas por el mismo.


 


“¿Realmente estas bien con mi regreso, Kakashi?”


 


****-x-****


 


Kushina se sentó en la cama mientras observaba su ya vacio cuarto solo quedaban los muebles los cuales no llevaría con ella, ya que su nuevo esposo había insistido en que no los necesitaba finalmente compartirían la misma habitación.


 


A su lado yacían las maletas que llevaría con ella, donde se hallaban todos sus objetos personales.


 


Miro la caja que sus manos sostenían, aquella que guardaba sus más profundos secretos, sus recuerdos.


 


Saco aquella foto que se había negado romper, a pesar del dolor que le causaba verla aun la conservaba.


 


Aquella foto que retrataba a la familia feliz que algún día tuvo con Minato, y que desapareció el día en que el rubio olvido quien era su familia, frunció el seño molesta y la rompió.


 


“Es hora de que deje atrás el pasado Minato, es hora de dejara atrás el dolor”


 


****-x-****


 


 


Las risas cantarinas de los niños se dejaban escuchar por aquel lugar, el parque central de la ciudad de Tokio era el lugar favorito de los niños.


 


Aun así algunos adultos se dejaban ver por ahí, disfrutando de el ambiente que se respiraba en aquel lugar, y otros tantos tan solo iban a rememorar los dulces recuerdos de su infancia.


 


Este era el caso de Sasuke, no lo sabía a ciencia cierta pero siempre que algo le molestaba tan solo necesitaba ir a aquel parque y recuperaba la tranquilidad perdida.


 


Después de todo ahí es donde había disfrutado de los momentos más felices al lado de su madre.


 


Sabía que nadie entendía el apego que tenia hacia esta, aun cuando decían hacerlo realmente ellos habían tenido un lazo especial como el que Madre e Hijo tenían, y era una pena que su padre hubiese roto el suyo casándose con aquella mujer.


 


¿La odiaba? Si, por intentar ocupar un lugar que no le pertenecía, y lo que más le había dolido era que su padre la hubiese llevado a vivir al hogar que tanto se había esmerado en formar su madre.


 


Cerró los ojos y dejo que su cabeza reposara en el respaldo de la banca en la que se hallaba sentado, había prometido que no interferiría en la vida y decisiones de su padre aun cuando no estuviese de acuerdo, pero estaba irritado, haber dejado el que fue su hogar por años no había sido fácil.


 


Era consciente que desquitarse con sus empleados no era lo correcto pero ¿Qué podía hacer?, no había podido evitarlo.


 


Decido quedarse un rato más, sabía que había dejado una crisis en Konoha, pero aunque jamás lo dijera confiaba en la eficiencia de su gente y sabía que sacarían el trabajo adelante.


 


Necesitaba relajarse y solo aquel lugar le brindaba la paz que necesitaba.


 


“Realmente te extraño, Madre”


 


****-x-****


 


—Naruto.


 


—He dicho que no, Kiba.


 


El castaño frunció el ceño y regreso a su tarea, el rubio no pudo evitar el esbozar una sonrisa soñadora.


 


Las cosas habían salido mejor de lo que pensaba, su “Pasta especial de Naruto” había resultado todo un éxito.


 


Desde que la había creado trabajando en el Per Se, le había ganado muchos elogios y también intentos por obtener su “receta secreta” algo que no pensaba revelar a nadie, ni siquiera a su querida abuela quiso hacerlo.


 


Una pizca de nostalgia le invadió al recordar a la “vieja alcohólica” como solía llamarle, ella le había dado el cariño que su madre jamás quiso darle, aquella que horas antes le había dicho que no tenía cabida en su vida.


 


No, no tenia que pensar en ello, se había prometido a si mismo que comenzaría de nuevo que viviría su vida a su manera.


 


—Naruto.


 


—Kiba, ya te dije que no te diré la receta secreta no pienso revelarlo.


 


—Pero…


 


—Kiba deja de molestar y ponte a trabajar —…Una chica castaña, que peinaba su cabello en dos chongitos dijo molesta.


 


—Pero Ten Ten


 


—Déjalo ya, cuando Naruto-kun se sienta con la confianza necesaria nos lo dirá, ¿Verdad? —…Lo ojos de la chica brillaron, una gota resbalo por la cabeza del rubio.


 


—Gracias Ten Ten-chan, pero no pienso revelar mi secreto, nunca —…Y con eso regreso a su trabajo, la chica castaña solo suspiro con decepción.


 


La comida estaba casi lista y justo a la hora que Kakashi lo había pedido, tenía que reconocer que todos los que trabajaban en aquel lugar eran realmente buenos, además que bastante agradables.


 


Dejando de lado el incidente inicial, una vez convencido de su talento habían cambiado su manera de tratar al rubio pasando de hostil a una de admiración.


 


Sin embargo Kiba había quedado tan maravillado con su pasta, que no paraba de insistir en que le diese su receta aun cuando el ya le había repetido que no lo haría, pero el castaño no era alguien que se rindiera fácilmente y Naruto estaba por descubrirlo.


 


Había optado por un menú completamente Japonés, comenzando con la ensalada; Sunomono*, siguiendo por un Harusame Ebi*.


 


Como plato principal había elegido el Teppanyaki*, acompañándolo de una Yaki Udon*.


 


Algo tradicional, con un toque especial a lo “Namikaze” o al menos así les había dicho el rubio.


 


Tenían que reconocer que todo se veía exquisito.


 


—Chicos la hora de la verdad ha llegado —…Kakashi había entrado, observo el menú con un aire satisfecho sin más ordeno que la comida del primer tiempo fuese servida.


 


Durante el tiempo en que la cena transcurrió, se habían mantenido con el alma en un hilo sus trabajos peligraban, y no es como si tuviesen el concepto de que su jefe era un bastardo — Aunque aquello no estuviese muy alejado de la realidad — pero Kakashi les había dicho la advertencia que el Uchiha le había dado, si la cena era un fracaso podían despedirse de sus empleos.


 


Naruto había intentado aligerar el ambiente, contando alegres anécdotas de sus años de estudiante, y hablándoles un poco de su vida en Estados Unidos, el rubio causaba gran curiosidad entre sus compañeros.


 


Mas todo aquel agradable ambiente que se había formado fue roto, en el momento en que Kakashi ingreso en la cocina.


 


—Naruto-kun acompáñame por favor.


 


El rubio inspiro profundamente antes de hacerlo, les regalo una sonrisa y un giño a los demás y siguió al hombre de cabellos plata.


 


—Uchiha-sama, aquí esta Naruto-kun tal como lo solicito.


 


Se habían detenido ante la que a la vista era la mesa principal, Naruto pudo distinguir al hombre con el que había hablado en la tarde en compañía de otros hombres, los que supuso eran los empresarios Europeos de los que le había hablado Kakashi.


 


Fugaku Uchiha se levanto de su asiento…— ¿Tu elegiste el menú?


 


El rubio asintió, su corazón latió con violencia estaba nervioso, mucho y la expresión severa de aquel hombre no ayudaba mucho.


 


Sabía lo que estaba en juego no solo su trabajo, según le habían comentado también el de los demás, no quería perjudicarlos por más que al principio las cosas no hubiesen marchado bien, eso no significaba que les deseara algún mal.


 


—Namikaze Naruto, a partir de hoy eres el Chef en Jefe de Konoha’s Paradise.


 


— ¿Eh?


 


La cara de estupefacción del rubio lo decía todo, no podía creerlo ¿Había escuchado bien? …a partir de hoy tenía trabajo.


 


—Felicidades Naruto —…Lo felicito Kakashi, aquello saco de sus estupefacción al rubio, quien feliz no pudo evitar abrazar al Uchiha quien desconcertado no supo cómo reaccionar.


 


— ¡Gracias, muchísimas gracias le juro que no se arrepentirá ttebayo.


 


Y así como el huracán que parecía ser, corrió hacia la cocina para dar las buenas nuevas a sus a partir de ahora, nuevos compañeros.


 


Kakashi sonrió ante el rostro de contrariedad en Fugaku, el Uchiha estaba un tanto impactado jamás se hubiese esperado algo así, y no supo el porqué pero aquel gesto le provoco sonreír, una sensación de calidez se extendió por su pecho, aquella sonrisa la había visto antes la pregunta era ¿Dónde?


 


Naruto entro eufórico a la cocina repartiendo besos y abrazos al por mayor, contagiándose de la alegría del de ojos azules y el saber que la cena resulto un éxito fue aliciente suficiente para que prácticamente se armara una fiesta en aquel lugar.


 


— ¿Qué demonios significa esto?


 


Aquella exclamación corto cualquier celebración, la mayoría tembló al ver al furioso Sasuke Uchiha en aquella habitación.


 


El rubio quien no le conocía le miro, tan solo para sentir como su cuerpo sufrió un pequeño escalofrió al sentir la intensidad de aquella mirada noche sobre su persona.


 


—He hecho una pregunta.


 


—Nosotros…


 


—Buenas Noches, Sasuke —…Kakashi corto la explicación de Iruka quien internamente agradeció a su ex amante, no es que tuviese miedo de Sasuke pero sabía lo susceptible que el pelinegro andaba en estos días mejor no provocarlo, además si alguien tenía experiencia en manejar al azabache a parte de su propio padre, ese era Kakashi.


 


—Solo están celebrando el que la cena que tú tan amablemente dejaste a nuestro cargo haya sido un éxito.


 


El moreno le fulmino con la mirada…— ¿Quién es él? —…Señalo al rubio.


 


—Oh, es Naruto-kun el nuevo chef en jefe que tu padre ha contratado.


 


Sasuke frunció aun mas si era posible su ceño, el rubio — Quien se había repuesto de la impresión inicial — Le sonreía abiertamente, no le gustaba aquella sonrisa, no quería verla porque le recordaba a…


 


—No lo quiero.


 


—Me temo que no está a discusión Sasuke, tu padre fue quien le contrato.


 


—No me importa, te recuerdo que soy yo quien toma las decisiones en este lugar.


 


—Sasuke.


 


—No quiero a un idiota como el trabajando para mí.


 


Aquello había sido la gota que derramo el vaso.


 


— ¡Hey tu! No me importa quién seas, pero no pienso dejar que me ofendas sin tan siquiera conocerme.


 


Naruto solía ser pacifico, alegre, optimista pero también tenía un carácter bastante fuerte y si había algo que le fastidiaba eran los malditos arrogantes como el idiota que tenía enfrente.


 


Sasuke sonrió con arrogancia…—Tú no eres nadie para decirme que hacer, y si no te gusta que te ofenda puedes irte.


 


— ¡Tu!...


 


—Te quiero fuera de mi restaurant.


 


—No me iré.


 


—En ese caso yo te sacare.


 


—No vas a sacar a nadie.


 


La voz autoritaria de Fugaku Uchiha se dejo escuchar, la atención se volcó sobre el imponente hombre.


 


—Padre… —…Los dientes de Sasuke castañearon producto de la tensión a la que eran sometidos.


 


—Yo lo he contratado.


 


—Pero…


 


—Sígueme tenemos que hablar.


 


Sasuke dirigió una última mirada fulminante al rubio y siguió a su padre.


 


Naruto trato de tranquilizarse aquel sujeto le había sacado de quicio, aun así estaba a la expectativa solo esperaba que Uchiha-sama no cediera a los caprichos de su “hijito” y perdiese su trabajo por ese niño mimado.


 


Minutos después Fugaku Uchiha abandonaba la oficina de su hijo con un terrible dolor de cabeza, aun así le asintió a Kakashi quien sonrió.


 


A los segundos Sasuke abandonaba el lugar, por su semblante molesto se podía deducir que su padre había ganado.


 


Se dirigió a la cocina, y sin más miro al rubio quien le sostuvo la mirada de manera desafiante.


 


—Ni creas que has ganado.


 


Sin decir más abandono el restaurant con un solo pensamiento en la cabeza, sin saber que era compartido con el rubio.


 


“¡Esto es la guerra!”


 


*****-X—X-*****

Notas finales:

Hola, lamento la tardanza pero han sucedido cosas que me impidieron actualizar antes, aun así espero no haberles hecho esperar demasiado — sonríe —


 


Agradezco a quienes se tomaron la molestia de leer, y más aun a quienes me dejaron un comentario, saben que son lo que nos insta a seguir.


 


Me despido que el capitulo sea de su agrado, y lamento si se me escapa algún error no tengo beta, pero me esmero en que valla lo mejor posible.


 


*Sunomono – Es una ensalada que lleva, Vinagreta de pepino, zanahoria, harusame y pulpo.


 


*Harusame Ebi  – Sopa de fideos transparentes con camarón.


 


*Teppanyaki – Verduras y mariscos a la plancha, supongo que la mayoría lo conoce pero por si alguien no lo hace es un platillo que puedes encontrar en cualquier restaurant Japonés, puede ser mixto (llevar pollo) o solo mariscos y verduras.


 


*Yakisoba – Es una pasta compuesta de tallarín grueso japonés preparado con mariscos, filete, pollo o mixto.


 


No conozco mucho de comida Japonesa, debo ser honesta que no soy una experta en estos menesteres pero me he esforzado por investigar y entregarles un buen trabajo, sin embargo si algunos de ustedes sabe de cocina y me ofrece su ayuda, con mucho gusto lo aceptare para futuros menus.


 


Trabajo en un restaurant y de alguna forma conozco un poco el movimiento — Aun cuando yo no estoy en la cocina — de todos modos no os cortéis si queréis corregirme, estoy abierta a cualquier comentario que me ayude a mejorar.


 


Saludos…


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