Misaki se encamino a tomar el autobús que lo llevaría de regreso a casa, el cual no tardo en pasar así que se fue.
Tan solo unos momentos después Akihiko salió buscando al menor sin tener suerte sin saber si quiera que él era la persona que se encontraba ocupando en ese preciso momento los pensamientos del castaño.
-¿Qué me pasa? Lo mejor sería olvidar lo que sucedió, sólo hubo un error así que… tengo que superarlo… ¡Ah!!!! Ya no soporto esto tan solo son unas horas desde que lo conocí y mi vida se ha vuelto un caos… yo sólo soy un chico universitario común y corriente ¿Por qué tienen que pasarme estas cosas a mi?
Al siguiente día salió temprano de su casa, a pesar de no querer admitirlo tenía la esperanza de encontrar al mayor nuevamente. Entro al salón con todas las esperanzas puestas en esa idea y si, ahí estaba… aquella persona que había causado que su vida diera un giro de 180° pero… no se encontraba solo… la misma chica de voz chillona que le había impedido hablar con el maestro el día anterior ahora se encontraba a tan solo unos centímetros de el profesor.
-¿Por qué tienen que estar tan cerca? Buenos días –pronuncio encogidamente el chico-
-Buenos días –respondieron los otros dos, el mayor con una enorme sonrisa mientras que la chica más bien parecía fastidiada, al parecer no esperaba que nadie más llegara a esa hora.
-Bueno Akihiko-san como te decía –hablo la chica-
-¿Qué? ¿Cómo se atreve a tutearlo así como así? ¿Y él por qué se deja? ¡Ahh!!! No lo soporto. El menor salió del aula azotando la puerta
-Ja! ¿Y a este que le pasa? –bufo la menor, mientras el ojilila estaba un tanto contrariado-
En punto de las once de la mañana Misaki regreso al salón, observo a su “rival” quien se encontraba exactamente en la banca que se hallaba frente al escritorio del profesor. Mientras este escribía en el pizarrón.
Un par de minutos después la clase dio comienzo. A pesar de todo el castaño no podía dejar de admirar la figura de aquel sujeto, esta vez venia más formal: pantalón sastre negro, camisa blanca de rayas, de la que solo sobresalía el cuello pues traía un suéter rojo y sus zapatos perfectamente boleados; en fin que el atuendo le sentaba de las mil maravillas, no es que el día anterior no se viera bien, para nada, es solo que esta vestimenta le daba un aire maduro que lo hacía todavía más sexy a los ojos de cualquiera.
Se pasaron la primera parte de la sesión hablando sobre los Frentes de Liberación Africanos y haciendo un par de ejercicios para reforzar la comprensión de los temas.
A la una en punto todos salieron al receso, Misaki estaba un poco molesto, la tipa esa no había dejado pasar una oportunidad sin coquetearle a Akihiko, y a este parecía no molestarle aquellas actitudes.
Salió del salón y se dirigió al jardín trasero, donde aquel pasto verde parecía ser ideal para recostarse y pensar, por lo que así lo hizo
-Soy un tonto, ¿Cómo pude siquiera imaginarme que se fijaría en mi? Digo después de todo somos hombres, más bien lo raro sería que hubiera querido estar conmigo… raro… pero lindo –lanzando un gran suspiro-
-¿Se puede saber en qué piensas? –escucho una voz detrás suyo-
-Eh? Usami-sensei –reacciono velozmente y un tanto asustado- ¿Qué… que hace aquí?
-Buscándote –le contesto el peligris de manera natural mientras esbozaba una sonrisa-
Eh? A… mi? ¿Pero por qué? –Agachando la cabeza-
-Pues porque quería hablar contigo
Misaki se sentía soñado. Por fin podía estar a solas con él
-Usami-sensei –dijo el castaño tímidamente- yo sólo quería ofrecerle una disculpa por todo lo que…
-Shhhh!
-Pero…
-No pasa nada Misaki, no tienes absolutamente nada de que disculparte. ¿Sabes? quería decirte algo
-
-De hecho quería decírtelo desde ayer pero te fuiste tan rápido que no me diste oportunidad
-
-Quería que supieras que tú me…
-AKIHIKO-SENSEIIIII!!!!!!!!!!!!! –Escucharon como alguien llamaba al profesor a tan solo unos metros de donde se localizaban-
-Ah!!! Otra vez no –suspiro el ojilila- por favor
-Con que aquí estaba profesor, lo estuve buscando por todos lados –decía la misma tipa de antes- ¿interrumpo algo? –Pregunto sarcásticamente la chica-
-Pues… -iba a contestar el mayor pero el menor se le adelanto-
-NOO, nada… yo ya me iba –el castaño se incorporo de manera veloz dejando a los otros dos a solas-
-Espera Misa…
-Vamos sensei! no pierda el tiempo con un niño, mejor lo invito a almorzar
Usami fue prácticamente arrastrado por su alumna así que no le quedo más remedio que ir con ella.
Regresando al salón Usami trataba de llamar la atención del ojiverde pero este parecía no prestarle atención, definitivamente tenía que hablar con él. A las cuatro de la tarde la sesión se dio por finalizada y estaba a punto de dirigirse al menor cuando….
-Akihiko-sensei!!! Espera necesito que me expliques algo
-Ahh!!! Ya no la soportoooo!!!!!!!!!!!!!
Solo pudo ver como el menor salía rápidamente del salón pero de una cosa estaba seguro, esta era la última vez que se le escapaba.
Pero Misaki no contaba con que empezaría a llover. A penas y si alcanzo a llegar a la parada.
-No puede ser!!!! Si en el canal del clima dijeron que solo estaría nublado y yo que no traje ninguna chamarra, sólo espero que el autobús pase rápido
20 minutos después…
-Achu!!!!!!!! Ay creo que me voy a resfriar! Y esta lluvia que no se calma, ¿qué hare? ¿Qué hare?
En ese preciso momento un deportivo rojo se detuvo delante de él, no pudo ver quien era dado los vidrios polarizados del auto sólo se fijo en que al momento abrieron la puerta del copiloto
-Sube!! –Escucho que le decían reconociendo de inmediato la voz-
Parecía que sus pies se movían solos, unos segundos después ya se encontraba sentado a un lado de aquel hombre, quien se había limitado a sonreírle de manera grácil.
Usami conducía a una velocidad normal, ninguno de los dos decía nada, Akihiko se detuvo frente a un pequeño café. Estaciono el auto y de inmediato salió, Misaki se sonrojo a más no poder cuando vio que le estaba abriendo la puerta y le tendía la mano para ayudarlo a salir.
Entraron al local… era un lugar bastante acogedor, ni muy grande ni muy pequeño. Decorado de una manera sencilla pero que le daba un toque cálido… no, la palabra que lo expresaba mejor era… ¿romántico? En seguida se les acerco una señora de edad quien le sonrió al mayor y sin decir nada solo hizo una señal para que la siguieran.
Misaki comenzaba a sentirse nervioso, esa mujer los había llevado a una de las mesas más alejadas además se había dado cuenta de que en aquel sitio solo se encontraban parejas y mayor fue su sorpresa al ver que no sólo eran parejas heterosexuales…
-Siéntense –pidió amablemente la ancianita- ¿le traigo lo de siempre Usagi-san?
-Si por favor Midori-san, ya sabe que soy un hombre de gustos definidos –contesto viendo al menor-
-¿Y a usted jovencito?
-eh? Pues yo…
-Tráigale lo mismo que a mi
-De acuerdo, en unos momentos les traigo su orden, con permiso –se retiro la señora dejando a los dos chicos solos-
-ella te dijo Usagi-san? –Pregunto el más pequeño-
-Ah!!! Eso –rio el mayor- es una historia algo larga de explicar, ya sabes cosas de niños, ella solía ser mi nana y acostumbraba llamarme así, es mi nombre especial se podría decir –contesto con una sonrisa cándida-
-Ah!!!
De pronto Misaki se pregunto cómo habría sido su profesor de pequeño!!!!!
-Usami-sensei, ¿puedo hacerle una pregunta?
-Con una condición
-¿Cual?
-Que no me llames Usami-sensei
-Entonces ¿cómo quiere que lo llame? Ah!! Tal vez Akihiko! Como te dice “ella” –dijo un Misaki algo irritado al haber recordado a la tipa que los había interrumpido ya varias veces cuando platicaban-
-Ja ja ja
-Eh?
-¿Por que se ríe?
-Lo siento! Misaki acaso ¿estás celoso? –Pregunto un muy feliz ojilila-
-Qué??????????!!!!!!!!!!! ¿Yo? Yo celosos? JA JA JA, claro… que no… por qué habría de estarlo –respondió tan rojo como un tomate-
-Pues eso es lo que parece –dijo Usami muy convencido pero poniéndose un poco serio-
-¿Oíste lo que le dije a Midori-san?
-Eh?
-Que era un hombre de gustos definidos –Usagi había acercado su rostro al del menor poco a poco y podía sentir ya la respiración del chico chocando con la suya-
-
-Me gustas Misaki, desde el primer momento en que te vi entrar a aquel salón, no he podido sacarte de mis pensamientos ni un minuto
-
-Quédate conmigo
-
-
-Usami-sensei yo…
Continuara