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Despertar de primavera por x_tirana

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Notas del capitulo:

esta vez no se que poner... solo gracias por leer y espero que les guste ^_^

La sensación que tenía Renji no era desagradable como pensó que sería. Su cuerpo pareciera estar flotando en el espacio y la calidez que tenía en su pecho lo reconfortaba. Si eso era la muerte, no parecía tan malo. De repente la sensación de su pecho comenzó a moverse, sobresaltándolo. Abrió los ojos y se encontró con una cabellera morena apoyada sobre él. Estoy en el cielo se dijo ilusionado pero en cuanto esa pequeña cabeza giró se dio cuenta de en donde estaba realmente.

 

-RENJI!! Al fin despertaste!- Rukia lo estrujó con fuerza haciéndole sonar todos los huesos- estábamos tan preocupados. Orihime curó todas tus heridas y aun así  no reaccionabas. Tuvimos que traerte de regreso al Seiretei para que la capitana Unohana te revisara.

 

-No… respiro…-la muchacha lo soltó de golpe con cara de “lo siento”- …eh… Cuánto tiempo estuve inconciente? Que pasó después de que… bueno… me desmayara?

 

-Estuviste dormido casi todo un día. No sabíamos que te habían hecho “esas cosas”, cuando llegamos ya estabas así. Ichigo y yo peleamos contra el grandote, y el capitán Hitsugaya junto a Matsumoto san contra el otro. Le dimos una buena paliza pero ellos tampoco se quedaron atrás, mira. Le dije a Orihime que no me lo curara, no es algo que no pueda soportar…- mostraba orgullosa un pequeño chichón en su frente, pero la verdad era que Ichigo no la había dejado pelear- No querían rendirse, al parecer venían por ti. Querían llevarte con ellos a toda costa pero después de un rato de pelea se abrió el cielo y desaparecieron. Recién le conté a Ni sama y salió de inmediato para el Escuadrón de Investigaciones…

 

- EL CAPITÁN KUCHIKI ESTUVO AQUÍ?!- saltó de la cama. Bastó que pronunciara esas palabras para que se renovara su interés por el relato.

 

- Claro que estuvo aquí y un buen rato- obligándolo a que se acostara de nuevo y con mirada pícara- se lo notaba muuuy preocupado y cuando le dije que te querían llevar, salió como un rayo a investigar el por qué…

 

Renji volvió a sentir que volaba. Realmente estaba preocupado por él. Tal vez sí lo quería después de todo. La pequeña Kuchiki seguía todos los pensamientos del colorado. Con mirarlo era suficiente. Para ella, su amigo era como un libro abierto.

 

- Deberías decírselo.

 

- Supongo que sí… eh?!… a qué te refieres?… yo no…

 

- Vamos, Renji! Prácticamente todo el Seiretei sabe que sientes algo por Ni sama! Estoy segura que fuiste tú el que se enteró último.- lo golpeó en la frente con el dedo- Eres tan despistado!

 

El teniente se ruborizó completamente. El comentario de su amiga lo hizo sentir algo estúpido.

 

- Tan obvio es? No hace falta que respondas. Tsk, no soy mas idiota porque no puedo!- tomó su cabeza entre sus manos- es cierto, estoy… enamorado de Kuchiki Byakuya pero no debes decírselo a nadie! La cosa es… que no puedo dejar de pensar en él. Siempre que empiezo a creer que ya lo superé, que puedo seguir con mi vida, se presenta delante de mí y vuelvo a caer en la misma trampa.

 

Maldición, no pude haber elegido a una persona más inalcanzable: si no es el hecho de que seamos shinigamis, es porque somos hombres, o mejor aun por no pertenecer al mismo nivel social… Ah, no importa, no vale la pena hablar de algo que no va a suceder nunca...- se entristeció. No sabía que podía llegar a doler tanto.

 

-Renji…- se sentó a su lado hablándole con dulzura para luego golpearlo con fuerza en la cabeza- BAKA! Porque “seamos shinigamis”... Creí que ya lo habías entendido! Todas esas cosas que nos enseñaron en la academia no son más que estupideces. Esos sentimientos a los que solían llamar obstáculos no son más que alicientes en el campo de batalla. Cada vez que protegemos a alguien o tratamos de superarnos, estamos siguiendo lo que nos dicta el corazón. Sino lo hiciéramos seríamos simples maquinas que obedecen ordenes sin razón alguna. Y por las demás cosas no te preocupes. Si realmente lo quieres, no tendrías que importarte si es hombre o mujer, o si tiene o no dinero. Solo tienes que seguir a tu corazón, él siempre sabe la respuesta.

 

El colorado se quedó sorprendido, lo que le había dicho su pequeña amiga realmente le había hecho darse cuenta de muchas cosas.

 

- Rukia, eres un genio. Gracias.- la abrazó. Trató de ignorar el otro pequeño detalle de que sucedería si su superior llegaba a rechazarlo. Las consecuencias no podían llegar a ser peor que esa incertidumbre. Se cambió y corrió al despacho del Capitán Kuchiki, dejando a Rukia quien rogaba que Unohana no la mate por haber dejado ir a su paciente.

 

Una vez en el 6to Escuadrón decidió que lo mejor sería esperar a su taicho en su oficina para hablar de una vez de todo esto. Era una suerte que este no estuviera alli, así  tendría más tiempo de pensar en cómo decirlo… o por lo menos eso creía. El teniente estaba a punto de entrar sin llamar cuando una voz desde adentro lo invitó a pasar.

 

-Adelante, Renji.- Byakuya acomodaba unos papeles en su escritorio. Le habló sin mirarlo- veo que despertaste aunque eso no es excusa para andar levantado. Vuelve al 4to Escuadrón, deberías estar haciendo reposo. Es algo infantil de tu parte desobedecer las ordenes de un medico.

 

- Yo no estoy siendo infantil!- esa última frase definitivamente le dio un punto a favor a su taicho.- Vine hasta aquí a decirle algo importante y…

 

- Más importante que tu salud! En serio que tú no mides las consecuencias, como cuando te enfrentaste a esos dos arrancar solo! Que crees que hubiera pasado si tus compañeros no aparecían en el momento justo?!- el noble lo miro lleno de enojo y preocupación que de inmediato oculto bajo una mascara de frialdad- Retírate, esto es como hablar con una pared.

 

El colorado se tragó su orgullo y solo atinó a escupir un “hai”. Claro, este era el ser perfecto que se robaba sus noche… y Kempachi hace ballet en sus ratos libres…

Apenas la puerta estuvo cerrada, el noble tiró los papeles contra la pared. Tenía que pasar algo tan peligroso para darse cuenta de lo importante que era su teniente para él.

Sin darse cuenta, una tímida mariposa infernal comenzó a revolotear a su alrededor. Era un mensaje urgente del Comandante Yamamoto.

División 6ta. Capitán Kuchiki Byakuya, Teniente Abarai Renji.

Se solicita su presencia de inmediato el la biblioteca principal del 12vo Escuadrón. A partir de este momento están asignados a la investigación relacionada con Aizen Sousuke y la liberación del Hougyoku. Información reciente indica que allí habría información vital sobre las propiedades de la piedra.

 

Genial, tan oportuno como siempre. Byakuya tomó sus cosas y mando a decir a Renji que se encontrarían en la biblioteca. A este tampoco le agradó mucho la idea, después de lo que pasó esa tarde, estar los dos solos encerrados durante quien sabe cuanto tiempo… UN MOMENTO! Que estúpido! Esta podría ser la oportunidad que estaba esperando. Una oportunidad que no desaprovecharía.

Las puertas se abrieron. El colorado no había estado allí antes, nunca hubo necesidad y lo agradecía. Realmente esto de tener que estudiar no iba con él. Solo lo hacía y punto. Apareció ante sus ojos lo sorprendió de sobremanera. Era una gran habitación, enorme, apenas iluminada por algunas escasas ventanas de las que escapaban débiles rayos de luz.  Allí dentro se alzaban interminables estantes llenos de libros de todos los tamaños y colores. No era una habitación muy cómoda que digamos para pasar el día, el estilo de Mayuri Kurotsuchi estaba impregnado por todo el lugar. Tétrico. Sí, esa palabra lo describía a la perfección. Incluso ese cuartito húmedo al que llamaba “oficina” era más cálido que esto. Por alguna razón imaginaba que el Quincy se sentiría cómodo en un lugar así.

 

- Es mejor que empecemos. Tú buscaras por aquel sector y yo por este- señalando en direcciones opuestas- en cuanto sientas algún rastro del reiatsu de Aizen, me llamas.

 

El capitán Kuchiki seguia rehuyendo a su presencia. Esto tomaría tiempo. Obedeció la orden sin replicar nada. Sin muchas ganas comenzó a revisar los estantes, lo que parecía una tarea interminable. Cada vez que podía, espiaba lo que su taicho hacía o por donde se encontraba para tratar de provocar un cruce “accidental”, por ahora sin éxito.

 

Byakuya por su lado estaba muy concentrado en su tarea. Sousuke debió dejar algo, estaba seguro de ello y también de que él lo encontraría. Cometió un grave error al involucrar a su teniente. Ya no dejaría que nada malo le pasase y menos por su mano. Conocía bien al ex capitán del 5to Escuadrón y de lo que era capaz. Se sentó en una de las mesas que había a un costado, su cabeza le daba vueltas debido al stress y falta de sueño: si hubiera dormido algo anoche no se encontraría en esa situación. Una sensación familiar lo invadió. El reiatsu de Aizen, podía sentirlo. Débil pero allí estaba, provenía de uno de los libros. Tenía un aspecto horrible, como si fuera a deshacerse al contacto. Lo tomó y sintió que esa energía era irradiada por una de las páginas en particular.

“… el Hougyoku posee propiedades por demás invasivas. Para poder completar la liberación de la piedra se necesita que esta se fusione con un alma pura con la suficiente energía como para poder soportar el doloroso proceso…. El primer portador no se vera beneficiado por los poderes que serán liberados en dicha circunstancias, su esencia se perderá irremediablemente…”

 

El noble se quedó sin habla. La ira lo invadió haciendo que su energía se disparase por un segundo.

 

- Ese maldito…

 

- Taicho, se encuentra bien? Sentí…- vio como apretaba un libro entre sus manos. Lo tomó y lo leyó al ver que era lo que estaban buscando.

 

- Esto es lo que quiere hacer conmigo? Esta equivocado si cree que me voy a dejar atrapar sin dar una buena pelea…

 

- Estas escuchando lo que dices? El ya estuvo a punto de llevarte una vez, por qué crees que la segunda será diferente? Pareciera que nada te importara…

Renji lo tomó de la muñeca y lo golpeó contra una de las estanterías sin soltarlo.

 

- No soy ningún niño para que me este sermoneando todo el tiempo. Y sí hay alguien que me importa, mejor dicho una persona en particular…

 

Byakuya esperó en silencio la continuación del discurso de su teniente. Hasta que ya no pudo más.

 

- Solo un niño teme tomar lo que quiere…- se soltó del agarre y se dirigió a la mesa.

 

Esa fue la gota que rebalsó el vaso. Renji lo siguió con paso firme hasta la mesa, lo giró y lo sentó allí.

- Después de esto puede hacerme lo que quiera.- lo tomó por los brazos y lo trajo hacia él. Lo besó de una forma dulce pero a la vez violenta, descargando todos esos sentimientos que tenía contenidos desde hacía demasiado tiempo.

 

Notas finales:

wueno, otra vez gracias por leer!

si quieren decirme algo ya saben como!

pd. se viene el lemon!! (>_< mucha presiónnnn!!! XD)

matta ne!


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