¿No te diste cuenta?
…No es eso…
Hacías como que no te dabas cuenta
Sólo estaba intentando evitarte…
El ser rechazado es algo inevitable durante la vida de las personas, aveces se gana y aveces se pierde, solo hay que saber donde apostar, quizás el punto aquí es que yo... en lo personal no se jugar...
A veces no puedo entender cómo es que no se da cuenta de las cosas, como puedo mostrar ante sus ojos evidentemente lo que siento y no lo nota, "no hay peor ciego que el que no quiere ver" que dicho tan cierto, o es que simplemente es tan egoísta como para fingir que no lo hace, creo que me quedo con la segunda, pero es tan triste, el como una y otra vez juega conmigo y yo me dejo manipular inconscientemente, dejando a veces hasta mi orgullo de lado por su causa, pero no ve eso tampoco verdad? es que soy tan insignificante para el que ni siquiera eso le importa? No tiene idea de como me gustaría enviarle un mensaje, llamarlo, buscar un poco de su calor, de sus palabras, de su alegría, pero simplemente no puedo, supongo que es lo que me queda de orgullo aun, aunque de todos modos termino haciéndolo, aunque de una manera mas digna que arrastrándome por el, busco algún motivo sin importancia, alguna idea que de pronto aflora, algún recuerdo, algo que me haga tener obligadamente que buscarlo. No entiendo todavía cómo es que acabe de este modo, me siento tan dependiente de el, necesitándolo al punto de sufrir cuando no le veo y es extraño, releo esto y me suena tan empalagoso, tan anti yo que me da hasta asco, la gente puede pensar que me dejo humillar fácilmente por el, pero no es así, al menos no dejo que eso pase exteriormente, los sentimientos son diferentes a los actos y yo creo que he dejado bien en claro eso, de hecho muchas veces lo he tratado mal, aunque no quisiera hacerlo, lo he molestado y hasta deprimido por cosas que he dicho, pero si el supiera todo lo que me hace sufrir a mi quizás no me guardaría tanto rencor después de cada discusión.
Últimamente lo he pensado bastante, tampoco es que sea su culpa y es que nadie daña a la gente intencionalmente a menos que se lo merezcan, y Naruto no es de los que son buenos con las palabras como yo, así que si tuviera algo que decir yo lo sabría, así como se sobre lo que siente o mas bien no siente…
Otro día más, cotidiano como casi todos los de mi vida, ir al colegio, volver a casa, leer algún libro, no es que espere de un momento a otro convertirme en superhéroe o algo por el estilo pero me gustaría un poco de cambio quizás. Salí de mi casa como todos los días a las siete y media de la mañana, camine hasta el metro, compre el boleto y me subí, unas cuantas estaciones después me baje, camine otro poco mas hasta llegar al instituto donde para mi sorpresa y contra todo mi pronostico de lo cotidiano Naruto estaba en la entrada, por un momento no creí que fuera a saludarme, quizás esperaba a Sakura, hasta que se me acerco y me hablo.
- Hola teme…
- Hola dobe… tan temprano tu por estos lugares, no que te parecía pecado? – lo moleste un poco.
- Bueno si, pero hoy madrugue, tienes algún problema con eso?
- No, para nada Usoratonkachi – sonreí de medio lado con superioridad, la verdad es que me alegraba de verlo antes de clases.
- Te estaba esperando – vaya así que si era a mí a quien esperaba, levante una ceja dándole a entender que lo escuchaba – bueno yo… te quería pedir algo – mi corazón comenzó a latir con fuerza, no era posible que sucediera pero de todos modos me puse extrañamente nervioso, no me miraba a los ojos, y soltó una risita nerviosa, ruborizándose un poco antes de continuar – yo… será mejor que vaya directo al grano no? - por favor maldita sea me tienes de los nervios.
- Que sucede, que me quieres pedir? – pregunte metiendo las manos en los bolsillos y haciéndome el interesante.
- Me gusta Sakura – confeso y mi corazón dejo de latir por un momento y poco a poco se fue haciendo trizas, lo mire sin entender al principio, no es que me haya hecho ilusiones… esta bien me las hice, aunque sabia que era imposible, me hice las malditas ilusiones… soy un ingenuo pero a veces todos lo somos – y bueno te quería pedir un favor – nuevamente lo mire aunque ahora fríamente, no se si lo habrá notado, supongo que no ya que esta acostumbrado a que muchas veces lo mire así – bueno, es que quería saber si me podías ayudar a averiguar si ella siente lo mismo por mi, y como tu eres su amigo…
- Soluciona solo tus problemas dobe – le respondí inmediatamente adelantándome y dándole la espalda para que no viera mi expresión de dolor. – Sé un hombre y dile lo que sientes directamente, no busques la ayuda de otros y piensa un poco antes de contar tus problemas… - camine alejándome de el – y sobre todo… ten en cuenta que puedes dañar a la gente si hablas y no percibes los sentimientos de los demás – susurre para mi cuando entre en el instituto.
Llegue al salón, como siempre no había nadie ahí aun, volvía a mi rutina, aunque claramente de una forma diferente, no era eso precisamente lo que esperaba que me cambiara el día pero bueno yo pedí algo distinto, el que sea bueno o malo ya es otra cosa. De pronto entro Sakura algo agitada, parecía preocupada por algo.
- Hola – la salude levantando la cabeza para mirarla.
- Hola Sasuke… oye, sabes que le pasa a Naruto? – Me pregunto – acaba de decirme que necesita hablar conmigo y parece afectado por algo, se veía triste.
- Si, se lo que le pasa pero no es algo de lo que yo deba hablarte Sakura… - le conteste mirando por la ventana hacia el patio, me pareció ver una cabellera rubia avanzando hacia lo mas alejado de la cancha de futbol, pero quizás solo fue mi imaginación.
- Estoy preocupada por el – comento y la mire nuevamente.
- Sakura… que sientes por Naruto? – le pregunte directamente, vaya estupidez, ahora si me decía que también lo quería yo saldría perdiendo, aunque nunca tuve posibilidades de ganar. Ella se sorprendió por mi pregunta y desvió la mirada azorada, “así que si le gusta” pensé…
- Lo quiero… - susurro y yo suspire – pero como un amigo – la observe fijamente, ella avanzo hacia mí con la mirada en el suelo y se sentó a mi lado – Sasuke yo… - ah no… quizás yo igual soy un iluso en esto de los sentimientos, quizás tampoco soy perceptivo y daño a la gente al no notarlo… pero es que no se… bueno no es que no sea obvio, la forma en que me miraba al principio, el como se ruborizaba cada vez que me acercaba mucho a ella, o lo feliz que se ponía cuando aceptaba juntarme con ella o hablarle – la persona que a mi me gusta eres tu…
A veces pienso que la vida es demasiado injusta, nos hace querer a quien no nos quiere y que nos quiera quien no queremos, un enredo pero es cierto, cuándo realmente somos correspondidos? Cuando podemos ser felices? El que seamos jóvenes nos hace confundirnos, sentirnos perdidos y frustrados por la mayoría de las cosas, sobre todo cuando esas cosas se relacionan con amor. Quizás solo quiero sentirme querido, de una forma especial y diferente, en esta etapa donde no se qué hacer realmente con mi vida, donde tengo que tomar decisiones demasiado drásticas sin estar preparado, sin embargo no quiero ser querido por cualquiera y lo imposible es lo mas llamativo, pero si al final lo obtengo… estaré satisfecho con ello? Podré permanecer a su lado o lo dejare por ya no ser parte de una meta? Cuando alcanzas una meta ya no hay motivo y tienes que buscar algo nuevo para poder seguir viviendo con algo de fuego en tu interior… creo de todos modos que nunca alcanzare a Naruto y Naruto tampoco es una meta que quiero conseguir, es solo ese sueño inalcanzable, efímero que algún día será un lindo recuerdo o quizás no tan lindo pero de todos modos lo será.
Mire firmemente Sakura, no la quería dañar, y tampoco quería que Naruto, a pesar de todo saliera herido, suspire.
- Sakura, la verdad es que me sorprende esto – debía ser sincero – no me di cuenta y lo siento por eso pero no puedo corresponderte – intente sonreír, ella me miro con sus ojos verdes, dolida – no puedo obligarme a quererte y eso lo sabes, pero puedo seguir siendo tu amigo, no me alejare de ti por esto.
- Pero yo no se si pueda soportar estar cerca de ti después de esto – susurro con la voz ahogada, estaba a punto de llorar.
- Solo hazlo como lo has hecho hasta ahora, finjamos que nada paso y sigamos siendo amigos, se que debe ser duro, para mi tampoco será fácil, pero intentare hacerte sentir que las cosas siguen igual, que nada cambio y así seguiremos juntos – ahora si pude sonreír y ella también esbozo una débil sonrisa mientras una lagrima caía por su mejilla, con un dedo la limpie, quizás me arrepentiría de eso, no soy de los que son demasiado conscientes con los demás pero si que valoro a mis amigos y Sakura era una persona importante en mi vida aunque no la quisiera de otra forma.
- Que es lo que me hace falta para que me quieras Sasuke? – pregunto de pronto tomando mi mano, yo intente retirarla pero ella la sostuvo firmemente.
- No es que te haga falta algo… soy yo el problema, soy yo el que no puede querer a alguien – mentí, pero tampoco era el momento ni la persona para contar mis problemas amorosos, además no quería derrumbar mas el mundo de Sakura confesándole que era posiblemente homosexual en el mismo momento en que ella se me declaraba. De pronto sonó el primer timbre de entrada a clases y mis compañeros empezaron a entrar en la sala, Sakura se alejo de mi limpiándose las lagrimas y sonriéndoles a quienes entraban, como si nada hubiera sucedido, ella es una chica fuerte, y se que sabrá superarlo, ahora solo espero que no sea muy dura con Naruto y que por sobre todo no le diga lo que siente por mi…