Cap21
Señor Deidara – Anunciaba el organizador del evento – Dentro de 3 horas será la rueda de prensa.
Si, gracias –
Y ahora, le diré a Sasuke que no – Su pensamiento fue interrumpido.
**Ring Ring**
¿Sí? – Contestó el rubio.
¿Dei? Es Sasuke, ya voy llegando a la galería, te veo en 10 minutos.
Ok Sasuke – Respondió de manera forzada, no quería decirle no.
Hasta luego.
No puedo hacer nada, Sasuke, estará aquí, ¡Ya se! Llamaré a Itachi.
**
**Ring Ring**
¿Dei?
Itachi necesito que me hagas un favor…
Si lo que quieras ¿Qué es?
Mira Naruto se fue a dar una vuelta fuera de la galería si lo encuentras distráelo.
¿¿Por qué?
Porque Sasuke llegará dentro de pronto.
Entiendo.
Hasta luego.
Chao. Perdóname Itachi, sé que estoy actuando mal, pero te tengo una sorpresa por ser tan comprensivo.
El rubio mayor se fue de ese lugar, dirigiéndose a la sala en donde tendría su rueda de prensa, esperó unos 10 minutos, hasta que alguien lo sorprendió dándole un abrazo por detrás, las manos del desconocido rodearon su cintura – Perdóname… - Susurró.
¿Sasuke? – Deidara se giró
Si soy yo ¿Cómo estás?
Bien pero suéltame ¿Si? – Ordenó con una sonrisa.
Está bien, te suelto – Acató la orden.
Oye ¿todos esos son tus cuadros y esculturas?
Si, ¿Te gustan? – Interrogó con una sonrisa cándida lo cual a Sasuke lo emocionó.
Sí, me gustan, tiene su único estilo, pero… - Se acercó al oído del mayor.
¿Pero?
La verdadera obra de arte aquí eres tú… - Atinó con su voz, provocando un sonrojo leve.
Je, Gracias.
No me tienes que agradecer, estoy diciendo la verdad – Lo agarró desprevenido, unió a su pecho el cuerpo frágil de Deidara propinándole así, un beso muy puro en los labios.
¡¡PLAFFFF!! Así sonó la cachetada que le dio simplemente por atrevido.
Auch – El efecto del golpe.
Sasuke, si sigues así, te juro que te voy a dar en donde más te duele. Yo ya tengo novio ¿Cuándo lo vas a entender?
Nunca.
Perfecto, nuestra amistad llegó hasta aquí – Su voz, su tono era de enfado, estaba molesto, le dijo NO e hizo lo contrario.
¡No espera! – Sujetó el brazo del rubio – Es que yo, no me puedo controlar, es como algo natural, no puedo dejar tus labios…
Pues aprende – Replicó encarándolo.
Bien, apropósito, ¿Cómo es tu novio? – Mencionó celoso la palabra.
Eh – El piel bronceada no sabía que responder - ¡Mira!
**
No es por nada, pero el arte de mi hermano me gusta pero, también me aburre…- dijo Naruto dirigiéndose a una cafetería.
¿¿Naruto eres tú? – Impresionada se podría decir la voz de ese desconocido.
¡WHOOOO! – Gritó eufórico – ¡NO PENSABA ENCONTRARTE POR AQUÍ!
**
Deidara – Pensó mentalmente Itachi entrando a la galería. ¿Uh? – Se sorprendió – El amor estaba al lado del otro amor de su vida…- Deidara, Otouto…has crecido, mucho – Esbozó una sonrisa nostálgica.
**
¿Y cómo te va Naruto?
Bien, ya dentro de poco entraré a la universidad, mientras ayudo a mi padre en los negocios.
¿Y que haces por aquí?
Mi hermano tiene una exposición en la galería de enfrente.
Ah, bueno ¿te parece si vamos dentro de una hora?
Vale, total estoy muy aburrido.
Bien. Así podemos hablar. Conociéndote viniste obligado – Aseguró muy confiado.
Pues no. – Le mostró su lengua, un signo claramente infantil.
No has cambiado nada.
Claro que sí, he crecido un poco más – Se midió con la mano.
Ja ja, todavía tienes ese sentido del humor.
Si.
Ah, mira, ten mi tarjeta, ahí está mi número telefónico…te invito a salir esta noche después de la exposición. ¿Estás de acuerdo? – Insinuó con un tono irresistible.
Bi-bien. – Se ruborizó.
**
Un moreno caminaba tranquilamente por las avenidas y las calles, concentrado en Naruto, al quién tenía que distraer momentáneamente.
¿En dónde estás? – Se preguntaba.
¡Te encontré! ¿Eh? Veo que no está solo, está acompañado y parece que muy bien acompañado, bueno, mejor me quedo y así averiguo para donde se van – Pronunció con picardía, al parecer sabía quien estaba con el rubio.
**
Oye Sasuke, tú me dijiste que eras también un artista…
Si lo soy.
¿¿En dónde has expuesto tus cuadros?? – La curiosidad lo invadió
En España.
¡¿España?!
También en Italia. – Pronunció como si fuera la cosa más común.
¡¿Italia?! – Al rubio casi le da un infarto.
Je je, tu cara es muy graciosa.
¡Oye!
Ja ja.
Te odio – Le mostró su lengua, rasgo de los Namikaze.
Tú no me odias. – La confianza en cada una de las palabras del moreno impresionó al mayor.
Por supuesto que sí.
No. – Fijo en los ojos azules.
Si – Desvió la mirada, se dio cuenta de su error, él solo lo hacía con Itachi y la volvió a fijar en Sasuke.
**
¿¿Qué quieres de tomar??
No, no tranquilo yo…- Fue interrumpido Naruto, porque el otro posó su mano encima de la del más pequeño.
Yo pago lo que tú quieras, en serio. – Murmuró en oído
¡Quiero Ramen! – Le quitó en encanto al momento.
Je je, es una cafetería, no es Ichiraku. Dios, todavía te gusta esa cosa.
¡Oye no insultes el Ramen!
Ok. ¿Nos vamos a Ichiraku?
Pero queda muy lejos, mucho.
No importa, tengo auto, nos vamos y ya. ¿Qué dices?
¡VALE! – Volvió a vociferar.
No grites Naruto, ven. – Agarró su mano y se lo llevó hasta su auto. Naruto solo se dejó, no le importaba, la verdad no.
Los dos jóvenes se fueron tomados de la mano, Itachi, quién esperó un poco para ver hasta a donde se iban, supuso que el lugar a donde se encaminaban era lejano. – Bien me voy a la empresa.
**
Sasuke, dentro de dos horas comienza mi rueda de prensa.
¿En serio? – Puso una cara muy chistosa.
Je je no pongas esa cara me da risa.
Es la única que tengo – Mencionó con gracia.
Tonto. – Le sonrió Deidara
Tu tonto. – Se dijo para él mismo.
¿Eh? – Preguntó el rubio
¿Qué? – Contestó el Uchiha
No sé. – Se encogieron de hombros los dos.
Ja ja – se rieron al unísono.
**
¡Al fin llegamos a Ichiraku!
Si, Naruto. – Lo sujetó por la cintura, pegándolo más a su cuerpo. Una corriente eléctrica recorrió el cuerpo del menor.
Bien ¡A comer! – Corrió como niño pequeño al establecimiento.
Naruto…Mi Naruto…