Sasuke se fue, dejando a Deidara completamente solo, Naruto lo vió y rápidamente corrió.
¡¡Nii-san!!
¡Naruto! Oh no, si Sasuke llega… - Muy tarde Naruto estaba cerca y Sasuke se estaba aproximando…
El acompañante de Naruto al darse cuenta de esto, lo sujetó de la cintura y lo volteó, impidiendo su vista, Deidara al darse cuenta de lo que hizo el otro, y viendo que Sasuke estaba muy cerca de él, lo tomó por la mano y corrió lo más lejos que pudo.
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¿Dei? ¿Qué pasa? ¿Por qué? – Llegaron a un lugar en donde no había personas, estaba solo, era un rincón de la galería.
Ambos tenían la respiración muy agitada, puesto que, la carrera era de vida o muerte, Deidara inconscientemente se pegó a una pared intentando tranquilizarse, sin saber que la atadura del azabache, en un acto reflejo este acorraló a Deidara, sus respiraciones chocaban, sus ojos denotaban algo que no se podían creer, tal vez amor…o solo la acción del momento.
Se fueron acercando poco a poco, sus labios se rozaron, sus miradas eran profundas, la temperatura estaba creciendo más y más. Se besaron, Deidara no rechazó el beso, muy por el contrario, lo aceptó, le gustó, no se vio forzado y Sasuke entendió, que sus labios sabían más delicioso cuando no se forzaban, cuando era un beso admitido por los dos. Siguieron así durante un tiempo, el azabache tenía una de sus manos atadas a la cintura del rubio, mientras que la otra estaba amarrada a la mano del mayor.
Sasuke… - Pensaba Deidara - porque yo siento esto… ¿Por qué?
Deidara. TE AMO. – Pensaba Sasuke al sentir los labios del otro.
Se separaron, una extraña calidez los invadió, se sentían realmente cómodos con la presencia del otro, era como una necesidad de estar con esa persona, tal vez la falta de amor de ambos y este nuevo sentimiento que estaba naciendo, se miraban a los ojos, se deseaban, en ese momento, Deidara se olvidó de todo y admiró esos ojos, ni siquiera el parecido, le trajo a la mente el recuerdo de Itachi…
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Oye ¿Por qué haces eso?
Naru-chan… - Rápidamente lo beso, fue puro.
Por…que…hiciste…eso – Se sonrojo levemente, pues, era el segundo beso que en su vida le daban.
Porque yo te amo Naru-chan, se que tu no me amas a mí, pero no me importa, solo con estar contigo, me siento y soy feliz.
Pero…sabes que yo quiero a Sasuke.
Naruto, si Sasuke te quisiera, ¿no crees que te habría llamado?
Es cierto – se le escapó una lágrima.
No, Naru-chan, perdóname, no quería. – Limpió la lágrima pura del rubio.
No, tienes razón, hasta creo que Sasuke, no se interesa en mí, lo presiento.
Naru-chan, lo que yo diera porque tú me amaras de esa forma… - le dio un beso en la mejilla – No puedes estar esperando a Sasuke toda tu vida.
¡Tienes razón! Pero yo no puedo olvidarlo… - Desvió la mirada
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Deidara, te deseo – Sasuke rompió el silencio.
Tras estas palabras algo en Deidara se prendió, era un sentimiento reconocible: pasión.
Sasuke, no aquí – Atinó a decir.
Vamos al hotel, en donde me estoy quedando, Deidara te necesito.
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Naru-chan…yo te AMO con toda mi alma, yo sería capaz de hacer lo que tú me pidas, en serio, pídeme lo que quieras y yo lo hago.
Yo…quiero, que nunca me dejes solo, por favor… - se aferró al pecho del mayor.
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Sasuke…no sé, yo ya tengo novio.
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En las empresa Uchiha
Dei Como te estará yendo, ya quiero hacerte mío de nuevo, no soporto todo esto sin ti. – Decía un azabache pensativo.
**Toc toc**
Pase. – Se deshizo de su ilusión.
¿Itachi-sama?
Si.
Los reportes ya están listos. Y quería saber si ya puedo ir a almorzar.
Gracias, claro Yuri, anda a comer, discúlpame de verdad. – Le sonrió de forma sincera.
¿Itachi-sama, usted no va a comer?
No.
¿Le traigo el almuerzo? Debe de comer algo. – Le regañó dulcemente.
Está bien. Pero pídela a domicilio y otra cosa llámame Itachi, nada más.
Ok, Itachi.
Una cosa más, ¿almorzaras sola?
Si.
Bien, almuerza conmigo. Así nos hacemos compañía, como amigos. – Le sonrió.
Está bien Itachi.
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Sasuke lo siento. – Deidara se alejó de Sasuke, tan solo un poco, el otro muy al contrario, lo tomó por la cintura y le empezó a besar el cuello con mucha delicadeza.
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Yo nunca te dejaré solo, jamás. TE AMO MI NARU-CHAN.
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Sasuke, para…por favor.
No, Deidara, tú serás mío.
¡Yo ya no soy virgen!
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Itachi, ¿usted alguna vez se ha enamorado?
Sí, estoy enamorado, ¿y tú?
También, estoy enamorada de alguien, pero el ya lo está de otra persona.
Tranquila Yuri, seguramente, ya aparecerá otro que te ame.
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No me importa si eres o no virgen, esta pasión deseo mezclado con amor que siento por ti, lo quiero expresar haciéndote el amor aquí mismo si es necesario.
Sasuke, para – El azabache metió la mano por debajo de la camisa de Deidara, estimulando sus pezones.
Para…detente…no más.
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Naru, ¿Te llevo a tu casa?
Si, por favor.
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Sasuke desabotonó la camisa de Dei y lo estrelló en contra de la pared, besando muy fuertemente su cuello, el rubio se movía, no quería que Sasuke lo tocara.
¡SUELTAME!
¡NO LO HARÉ DEIDARA! ¡TE AMO DESEO POSEERTE!
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De pronto Itachi sintió una punzada horrible en su corazón.
¿Qué será esta sensación?
– Se preguntaba… ¡¿Dei?! – Itachi abandonó todo y se fue corriendo hacia la galería…