Capítulo 47
Sasuke apareció en el hospital indicándole secretamente a una enfermera para poder realizarle a él y a ese bebé una prueba de paternidad. La enfermera delicadamente sustrajo una muestra de saliva del niño para poder realizarla, los resultados tardarían exactamente dos semanas.
Después de hacer hecho eso Sasuke se retiro y fue en busca del rubio. Topándose con su hermano a quién no veía desde hace ocho meses y a un Naruto chispeante como siempre. Se preguntaba acerca del futuro de ese niño en caso de que no fuese hijo suyo y de Deidara. Notó a su hermano dándose cuenta de que estaba un poco más delgado y ojeroso, se preocupó un poco pero sabiendo cómo era Itachi no le dio demasiada importancia.
Sonrió al rubio y saludándolo le pregunto acerca de su estado. El rubio contesto de manera débil, le habían informado que su bebé en vez de permanecer un día en observación debía estar dos semana en la incubadora, eso le daría bastante tiempo a Sasuke de saber del niño y le daba a Itachi un pretexto perfecto para quedarse cerca. Las relaciones con la empresa ya bajaron su intensidad y los problemas familiares estaban totalmente solventados.
Itachi sonreía fuertemente, Naruto se lo quedaba mirando sabiendo perfectamente que no estarían juntos, que su encuentro fue solo coincidencia y que Sasuke estaba completamente enamorado de Deidara. Pero algo si no podía omitir y era el hecho de que si ese hijo fuese de Itachi ¿Sasuke seguiría al lado de su hermano? No podía pensar siquiera en la posibilidad de un abandono.
Deidara rompió parcialmente el silencio y débilmente pronuncio palabras a las que los Uchiha prestaron mucha atención.
Sasuke, en el caso de que Itachi sea el padre de este hijo ¿Qué harás? – Jugada brillante por parte de Deidara – No te tendré rencor si te vas ¿Y tu Itachi?, ¿Que harás?
Yo me quedaré a tu lado Deidara – pronunció el Uchiha mayor – Me casaría contigo si fuese necesario – Itachi tenía la estrategia armada, en caso de que algo le fuese a ocurrir – Y si no fuese mío, de igual me quedaré con él, sería mi bello sobrino – acarició los cabellos de Deidara – tranquilo y mejor descansa
Dos semanas después
Sasuke tenía en sus manos la prueba de paternidad del niño, suspiró muchas veces y estando en el departamento que le dejó Itachi para que estuviesen ambos abrió la prueba leyéndola rápido
¡No puede ser! – Grito impresionado – No soy padre, Itachi es padre de ese niño.
Itachi pasó buscando a Deidara al hospital, suavemente lo colocó en el asiento del copiloto junto con su hijo.
Que bello este niño, ¿Verdad? – susurró acariciándole la cabecita al recién nacido – Se parece mucho a ti Dei
Deidara miró con ternura al fruto de su unión con Itachi. No necesitaba pruebas, sabía perfectamente que él era el padre de su hijo.
Itachi condujo tranquilamente, recibiendo un mensaje de su hermano Sasuke
“Itachi felicidades, eres el padre de ese niño, la prueba dio incompatible para mi”
Deidara, Sasuke se hizo una prueba de compatibilidad, el hijo es mío -. Pronunció alegremente
¿Qué haremos ahora? – preguntó Deidara
Nos casaremos Deidara, ahorita mismo, hay que presentar a ese niño como mío – susurró. Si bien el era economista, pero tenía amigos abogados que podían ayudar a acelerar el proceso legal del niño.
Itachi lo planificó todo, pero no podía vivir con Deidara de eso estaba bastante seguro.
Ya en la prefectura presentaron al niño, Sora Uchiha, Deidara estaba contento, sin saber lo que acontecería después, tenía leves sospechas, mínimas que incluso en su corazón se albergaba el sentimiento roto, ya el e Itachi no podían ser uno, algo faltaba o más bien parecía sobrarle, un aura de misterio asechaba al pelinegro.
¿Estás bien? – pregunto Deidara dándose cuenta de que Itachi estaba más pálido de lo normal
Bien amor, bien – susurró calmadamente
Por favor Deidara firma el documento, nos estamos casando – esbozó una sonrisa
¿Qué? – El rubio se sorprendió, pero accedió a lo que parecía más bien una petición – Uchiha Deidara, no suena mal – abrazó a Itachi suavemente
Sasuke estaba en el departamento sin saber que hacer, ¿Para que Itachi le dijo que esto era para Deidara y el sabiendo que ese hijo era suyo? No tiene ningún sentido, ¿Qué estaba planeando realmente? Estaba claro en una cosa, cuando Itachi dice que todo está listo es porque nada lo está atando ante algo, sin lugar a dudas está tramando algo a lo que el sentido común no halla. Sora Uchiha como le comentó Itachi que quería que se llamara el niño era heredero de una gran fortuna, Itachi supo aprovechar y dejando una cuenta bancaria a nombre de ese niño y que solo podían accesar a esa cuenta serían Naruto, Sora, Deidara y Sasuke dejaba cabos sueltos a la imaginación pero no a los documentos legales.
Algo no funcionaba bien.
Deidara observaba la felicidad de Itachi, se asombraba de lo optimista que podía llegar a ser, tenía dudas sacudiéndole la mente.
Llegaron al departamento y se dio cuenta que estaban en su nuevo hogar. Sasuke los recibió y este notó rápidamente que Itachi tenía en el brazo algo que parecía ser una vía en la vena. Tratando de ver más allá apartó el brazo de la mirada de su hermano, lo descubrió y eso traería consecuencias.
Bienvenidos – pronunció alegremente
Gracias Sasuke – susurró. Como lo había sentido Deidara, lo que existía entre él y el Uchiha menor no era el vínculo que preservaba aún con Itachi.
Chicos, por favor siéntense, hay algo de lo que quiero hablarles y no tengo mucho tiempo – Itachi se sentó en la sillas de la sala, explicándoles paso a paso las cosas que hizo y el porqué de su viaje. Sasuke se sorprendía hasta el fondo, Deidara se entristecía profundamente y Sora quien dormía profundamente era totalmente inocente de lo que se hablaba, pero el gran protagonista.
¡Sora! – Gritaba Sasuke persiguiendo a su sobrino
Tío Sasuke – le mostraba su infantil lengua, a lo cual Sasuke solo suspiró. Ese niño sacó todo el lado Namikaze-Uzumaki más que él lado Uchiha.
Sasuke – susurró suavemente Deidara – Déjalo, sabes que cuando juega con mi padre no se está quieto, pronto volveremos a nuestra casa
Sí, el departamento – contestó – Por cierto hay que llevarle flores – Deidara sonrió amargamente.
¡Dei! – Exclamó Naruto – ¡Wow! ¡Sora si está grande! – Exclamó - ¿Cuántos años tiene?
Tiene siete años Naruto – acarició los cabellos de su hermano
Naruto era el actual presidente de la compañía, con Fugaku muerto, la fusión que quedó lista legalmente hecha por Itachi y el retiro de su padre asumió el control, Sasuke exhibía su arte por las galerías del mundo al igual que Deidara. De vez él cuando Naruto le contaba a Sora historias de marineros o de cualquier otra cosa, solo esperaría la edad y el momento adecuado para contarle la más grande historia, de una persona a la quién quiso y ama actualmente.
Pasado unos años ya, Naruto viajó a Italia llevándose consigo a Sora, Deidara y Sasuke habían viajado juntos a Egipto a una presentación artística. Naruto estaba en una pequeña cabaña junto con sora quien le pedía que le contase alguna que otra historia, le encantaba la manera en como las narraba. Tenían aproximadamente un mes en Italia y ya Sora había hecho amigos, quienes lo invitaron a jugar en esa misma mañana.
Naruto comenzó a narrar ágilmente, se denotaba la pasión y algunas veces el dolor bien disimulado, sabía bien que contar esa historia no sería nada fácil, asumiendo valor y pensando las palabras fluyeron y la emoción que le inyectaba a cada una de ellas hizo que sora le prestara atención a cada una de ellas. A un preadolescente como Sora no le llamaban la atención el tipo de historias de amor, pero si era Naruto que la contaba el muchacho prescindía de ello y se involucraba con la narración.
¿Te gustó la Historia? – preguntó Naruto
Claro que si tío Naruto – gritó fuertemente sora
¿Tienes cuantos años sora? – susurró
Doce años Tío – contestó enérgicamente
Sí, todo eso lo hizo tu padre, toda esta historia que te acabo de contar lo hizo él, sus altibajos con Deidara, estaba esperando la edad perfecta para contarte todo. – Revolvió los cabellos rubios.
¡Tío! ¿Cómo se llama la historia? – preguntó antes de irse al parque a jugar con sus amigos nuevos.
Me enamoré de quién no debí – contestó viendo a sora marcharse tras la puerta – Sencillamente me enamoré de quién no debí, de ti Itachi, mi amado.
FIN