Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Con la delicadeza de una mano por earendyll

[Reviews - 29]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

La oscuridad de la noche impregnaba todas las calles tragándose hasta el más oscuro de los rincones entre tintineos de las luces de la ciudad y el suave sonido de los coches pasar. La habitación que compartían ambos shinigamis se encontraba aislada de todo, del ruido, de las luces y de la lluvia de las calles.


El cuerpo del shinigami más joven de la división empezó a tiritar entre sus brazos. Él con delicadeza le rozó la mejilla comprobando que su compañero no estuviese frío.


La mejilla estaba cálida… entonces ¿De qué era este temblor?


La respiración empezaba a hacérsele más rápida. Su pecho subía y bajaba continuamente. Sudor, miles de gotas de sudor comenzaron a empapar su cuerpo. El color lechoso de su piel comenzó a volverse pálido.


Y la respiración se aceleraba más


Y el temblor aumentaba.


Pequeños susurros ininteligibles comenzaron a salir de sus labios. Palabras intercaladas con pequeños grititos asustados.


Sus manos comenzaron a manotear en el aire intentando apartar al cuerpo que lo mantenía apresado. Y ¿qué hacer en esos momentos?


Abrazarlo aun más fuerte.


A través de su piel esperaba poder transmitirle sus sentimientos. Esperaba tranquilizarlo, ayudarlo.


Las marcas de Muraki comenzaron a hacerse más evidentes. La piel de alrededor de sus marcas se ponía rojiza del dolor, del esfuerzo. Gemidos lastimeros salían de la garganta de su compañero. Algo húmedo le mojó el pecho. ¿Qué estaba soñando como para ponerlo así?. Solo una vez le dejó dormir en su casa y lo vió moverse entre sueños pero esas marcas no serpenteaban su piel…asi que… ya sabía con lo que seguramente estaba soñando


Entre los árboles de cerezo pudo verlo.


La luna de color rojo sangre como nunca antes había podido verla.


El paisaje hermoso por el día se presentaba siniestro, sangriento, triste…


Un grito desgarrador atravesó el aire…


Y al fin vió a su peor pesadilla


Sostenía entre sus brazos el cuerpo de una muchacha. Sus manos blancas, su ropa blanca, su pelo blanco…todo estaba teñido de sangre… árboles, suelo, ropa y piel. Todo estaba impregnado de rojo, de ese maldito color. El aire llevaba olor a muerte.


Los ojos grises e impares lo atravesaron sin misericordia. Una sonrisa macabra apareció en su cara cincelada. Dejó a la joven caer de sus brazos y se irguió completamente en su postura. Dio un paso el extraño y comenzó a temblar. Dio el segundo paso y su cuerpo se tensó completamente, dándose cuenta de su fin. Su cazador volvió a dar otro paso y su cuerpo se preparó para escapar… pero no pudo…


-          Has visto algo que no deberías de haber visto… muñeca…


Un brusco llanto despertó a un agitado Hisoka. Sin esperárselo unos pequeños brazos lo rodearon apretándolo fuertemente


-          ¡Nii-chan! ¡niii-chan! no te mueras


Aun atolondrado y sin saber bien que pasaba atinó a mirar a su regazo. Un niño pequeño de pelo castaño se apretaba fuertemente contra él. Se puso rígido sin quererlo. Parte del malestar del chiquillo se le traspasó a él por su empatía. Y se sorprendió. Las lágrimas del pequeño eran por él.


No sabía que hacer ¿Cómo se consolaba a un niño?


-          ¿Ves Hikaru? No pasa nada con Hisoka, solo tenía una pesadilla


-          ¿Tsuzuki?


Sus ojos fueron hacia su compañero que lo miraba preocupado sentado a un lado de la cama


-          ¿Qué ocurre?


-          Has estado teniendo una pesadilla… intenté tranquilizarte pero al final despertarte al pequeñín… ¿Estás bien?


-          Si… supongo…- susurró aun extrañado


-          ¿Quieres hablarlo conmigo?- le preguntó Tsuzuki posando sus electrizantes ojos sobre los suyos


-          No…- su voz salió menos convencida de lo que él hubiera deseado pero Tsuzki dejó de insistir


Los ojos de su compañero siguieron mirándolo mientras posaba suavemente una mano sobre la cabeza del niño.


-          Vamos Hikaru, Hisoka está ya bien


-          No, no, no, no ¡no! ¡Estaba teniendo una pesadilla! ¡Estaba gritando! ¡Estaba llorando!


Con extrañeza Hisoka se llevó una mano hacia sus mejillas y efectivamente estaban empapadas. Hacía mucho tiempo que no se ponía tan mal con sus pesadillas. Quizás ese niño le hizo recordar cosas que no deseaba.


-          Pero míra, ya está despierto


-          ¡No! Nii-chan está triste


El grito del niño le enterneció. Sus brazos alrededor de su cuerpo ablandaron algo dentro de él. Sus lágrimas derramadas por él, le hizo posar una mano sobre la cabecita llena de cabello rebelde.


-          Ey pequeño, ya estoy bien


Los enormes ojos acuosos del niño se fijaron en él. Lo miró y el chiquillo se alzó levemente por unos segundos y llevó las manos a sus mejillas, un  sonoro beso se plantó en su frente.


-          Para que se te quite el dolor- dijo mirándolo con una enorme sonrisa- mi mami me lo hacía cuando me caía y me hacía pupa y entonces lloraba.


No supo porque pero tuvo que contenerse para no llorar. El niño lo miró extrañado cuando sus ojos se llenaron de lágrimas


-          ¿Estás bien? ¿Hice algo malo?- preguntó con inocencia


-          Claro que estoy bien


Atinó a revolverle el pelo castaño al niño y este rió orgulloso por haber logrado animarle. La mano de su compañero se puso en su hombro. Una oleada de calidez comenzó a invadir su cuerpo. Un sentimiento suave, delicado, un sentimiento en definitiva maravilloso comenzó a invadirlo. Miró a su compañero y este le sonrió. ¿Ese sentimiento era la amistad?


-          Es hora de volver a dormir, todavía es temprano- Dijo Tsuzuki


Sin previo aviso se lanzó contra el niño aplastando en el proceso a Hisoka y haciéndole cosquillas por todo el cuerpo. Hikaru reía y pataleaba gritando y chillando de felicidad ¿Ese era el mismo niño que habían rescatado bajo la lluvia? No había duda de que a Tsuzuki se le daban bien los niños


Finalmente la lucha de cosquillas alzó como vencedor a Hikaru. Un niño  siempre tiene mucha más resistencia para cualquier juego que un adulto.


Tsuzuki cansado lo acostó y le contó un par de historias graciosas para dormir y Hikaro reía fuerte con las anécdotas-


-          Tsuzuki ¿estás intentado que duerma o que se despierte del todo?


-          Lo siento Hisoka. Venga Hikaru ya en serio, es hora de dormir.


Aun entre pequeñas risillas se volvieron a meter todos juntos en la cama estaba vez Hisoka más alerta de que nadie pudiese tocarle.


La tranquilidad de la noche volvió y con ella la oscuridad… y los recuerdos. Algo rozó su piel y dio un respingo del susto. Dos brillos violetas estaban justo frente a sus ojos.


-          Tsuzuki…- el susurró escapo de sus labios casi sin su permiso


-          Hisoka ven, vamos a dormir como antes.


Los brazos de Tsuzuki se abrieron dándole cabida a su cuerpo. Su cabeza se movió de lado a lado negando. No queriendo que más piel le tocase esa noche… ya tuvo suficiente con la de Muraki. Una mano intentó acercarse a su cara y volteó rápidamente hacia uno de los lados.


-          Déjame ayudarte


-          Ya has hecho bastante


-          ¡Pero no lo suficiente!


-          Tsuzuki…- dijo cansado


-          ¡Déjame!


-          No hables tan fuerte vas a despertar al crio


-          Pues déjame


-          Tsuzuki… después de estas… como decirlo…mmmm….pesadillas mi empatía está a flor de piel. Estoy más sensible pero puedo tranquilizarme yo mismo.


-          Déjame tocarte


-          No


-          Déjame transmitirte lo que siento


-          ¡No!


-          Déjame ayudarte


-          No


-          Déjame llegar a tí


-          ¡No!


 Unos brazos lo atraparon. Se removió furioso y Hikaru a su lado se removió inquieto. El mismo sentimiento cálido que tenía Tusuzki siempre, empezó a envolverlo. Era tan cálido…era tan protector… era tranquilizador. Lentamente sus músculos se fueron relajando y su cuerpo se fue calmando. La respiración entrecortada de su compañero estaba contra su oído. Sus brazos lo apretaban fuertemente. Nunca se dio cuenta de la fuerza de Tsuzuki, ni si quiera podía moverse.


-          Quiero ayudarte pero tú no te dejas ayudar…


-          Tsuzuki…


-          ¿Qué has soñado?


-          Nada…


-          Hisoka…- susurró en tono de advertencia ¿Desde cuándo se tomaba tantas libertades?


-          No es nada


-          ¿Has soñado con él?


-          Si lo sabes para qué preguntas- susurró enfadado


-          Porque quería que tú me lo contaras, quería que tuvieras la suficiente confianza en mí como para contármelo tú mismo.


-          Tesuki dej –sus palabras fueron cortadas a medio camino por la mirada dolida de Tsuzuki


-          Quiero curarte tus heridas al igual que tu curas las mías.


-          ¿Yo curo tus heridas? Pero si no he podido hacer nada por ti – dijo medio enfadado con sigo mismo.


Un dedo en su mejilla hizo que girara su cara en dirección de a la de su compañero. Este le sonrió suavemente y con ese dedo le recorrió la mejilla


-          Cada día que veo esta cara empiezo a olvidar viejas heridas. Tu sola presencia me ayuda. No sabría que hacer sin tí


Sus mejillas le volvieron rojas y enterró su cabeza en el pecho de Tsuzuki ¿Cómo podía decir en voz alta palabras tan vergonzosas? ¿Pero en verdad él era capaz de sanar las heridas de su compañero? Algo dentro de él saltó de alegría


-          Eres un Baaaakaaaa


Supo que Tsuzuki estaba sonriendo y los brazos se ciñeron aun más fuerte sobre él.


-          Lo sé…

Notas finales:

Muchas gracias por seguir leyendo. Espero que este capítulo os guste!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).