Capitulo 2 .- La que sigue.
Estando ya frente a la profesora lo único que pueden hacer es mirar el piso para que las cosas no se les agranden a un mas, Minerva suspira pesadamente con un te lo dije dándole vueltas en la cabeza y les informa de cual es su castigo esta vez.
-Muy bien – Los mira fijamente a cada uno de los chicos – durante una semana tendrán que limpiar todo en el aula de pociones y cuando digo todo es todo y sin magia - Se calla un momento para disfrutar de la cara que ponen – y tendrán tarea doble en criaturas mágicas y en historia de la magia.
- Hay no – se lamentan los 3 muchachos y suben un poco la mirada suplicantes de que no aya nada más.
-Pueden retirarse.
Llegan a su sala común y de nuevo se desploman en sus antiguos lugares pera lamentarse como dios manda pero su amiga se asoma y desde lo lejos les dice su otro castigo, que como buenos amigos y sabiendo de lo que es capas si no la obedecen harán.
-Los quiero en la torre los ratos libres todos los días que dure el castigo de Mcgonagall. – Dijo sin más y se perdió de vista de nuevo.
-Saben, eh estado pensando una cosa últimamente... – dijo Sirius volteándolos a ver.
-¿Que cosa Canuto? – preguntan sus compañeros.
-Siempre nos castigan por lo que hacemos, no importa que la broma sea mala, lo hacen.
-¿Y que con eso?
-Ya es costumbre, hasta Moony se resigno ya, tú deberías hacerlo también.... - dice James y el aludido asiste como afirmación.
-No es que no este acostumbrado – Sonríe maliciosamente – Solo estoy pensando en un botín mas grande... algo que valga la pena el soportar eso – los señala a los 3.
-¿Qué quieres decir con “botín mas grande”? - Pregunta temeroso Remus.
-Quiero decir que es hora que juguemos la broma maestra, la mejor de todas. – Se inclina un poco hacia adelante en su lugar esperando la respuesta de sus amigos.
-Y dime... ¿Quién idearía dicha broma? – pregunta curioso James.
-¿Quién mas? – Dice un brillo en la mirada que no deja lugar a dudas.
-Eso no me da buena espina – Declara Remus pensativo.
-A mi tampoco, pero estoy ansioso de ver el porque – sonríe con una mirada traviesa James – Cuenta conmigo.
-Genial – sonríe y voltea a ver a su otro amigo - ¿Y tu Moony? ¿Aceptas?
-Te lo diré cuando escuche de que se trata – Dice convencido.
-Bien pero tendrás que esperar para eso – les comenta mientras se pone una mano en la barbilla y se recarga en sus brazos a poyados en sus rodillas. – Aunque ya tengo en blanco perfecto. – los voltea a ver de lado esperando su reacción.
-¿Quién? – Preguntan los 2 a la vez.
-¿Quién mas va a ser? – pregunta pero no deja tiempo a que contesten – ¡¡¡Nuestro gran amigo Snivellius!!!
-¡Perfecto! – Dice James con una sonrisa maliciosa igual que Sirius.
-¿Severus? – Pregunta Remus - ¿Por qué siempre tiene que ser el al que le toque lo peor? No nos ah hecho nada.
-¿Cómo? – Los 2 preguntan como si lo que dijo su amigo aya sido una blasfemia y traicionara a la casa Gryffindor. – Moony amigo mío – continua Sirius – El solo hecho que sea una serpiente quiere decir que nos hizo algo – Lo mira directo a los ojos – ¿Entras?
-Ya te dije que no te voy a responder hasta que me digas de que va. – le contesta mirándolo también a los ojos y con las manos cruzadas en el pecho.
-Bien, entonces Canuto si quieres una respuesta a parte de que el plan se ponga en marcha es mejor que te pongas a pensar en algo bueno. – dice James ansioso por oír el plan de su amigo.
-¿Alguna ves les eh quedado mal? – Los 3 Gry’s se miran y se ponen a pensar cada quien en sus cosas, James en como contentar a Lily, Remus en que a ese paso van a acabar expulsados y Sirius... Sirius me pone a imaginar la mejor de sus creaciones.
Al otro lado del castillo en las mazmorras para ser exactos un enojado rubio da vueltas por toda su habitación quejándose con su compañero de cuarto y amigo, ala vez que lanza incoherencias al aire.
-¡Es increíble Severus, te lo digo! – Insiste - ¡Esos entupidos gryffindor’s se están pasando peligrosamente del limite! ¡Y ese viejo director no hace nada para frenarlos!
-Lucius, un Malfoy no actúa de esta forma – Dice fríamente Severus que se encuentra leyendo un libro.
-¡Me vale sorbete si se actúa o no de esta forma! – Contesta volteándolo a ver – Eres mi mejor amigo ¿no es así? No tengo que aparentar nada contigo ya me conoces.
-Entonces ¿Podrías hacerme el favor de sentarte y dejarme leer en paz como un buen amigo?.
-Claro.... una vez termine con lo que tengo que decir puedes seguir leyendo, mientras no.
-Con un Demonio – Cierra ruidosamente su libro y lo pone a un lado – Habla de una vez.
-¿Y que quieres que te diga? – Lo mira curioso.
-Te has estado quejando todo el maldito día de lo mismo ¿y no lo sabes?
-¡Oh! ya recuerdo lo había olvidado – Dice mientras Severus solo rueda los ojos y se da un ligero masaje en la sien – Y esa Evans! Realmente no se que hace metida en esa casa cuando es obvio a donde pertenece.... créeme que si no hubiera sido tu amiga en primero no le preemitiría hablarme así!
-Si lo quieres hacer hazlo y no me culpes a mí tus limitaciones.
-¡No lo hago! Es solo que esos “merodeadores” se pasean por todo el colegio como si fueran los dueños y sinceramente ya me tienen arto Severus.- Dice esto como esperando que ponga remedio
-¿Acaso me parezco a Abraxas? – Dice un sarcástico y enojado Severus.
-¿Qué? ¿Acaso te gusta ser su blanco Severus Snape?
-En lo más mínimo.
-Entonces cierra la boca y apóyame ¿quieres? – Le reprocha con un puchero lindo e inocente.
-Lucius, si la gente conociera tu verdadera personalidad se iría el persiguió de tu familia a los suelos.
-¿Por qué lo dices?- pregunta ingenuo.
-Es obvio – le contesta con una cara de “ponte a pensar porque no te lo diré” - ¿Terminaste? – pregunta volviendo a tomar su libro entre las manos.
-Si. – contesta y se acuesta en su cama pensando en que quiso decir con eso su querido amigo.
El anhelado silencio de Severus al fin llega y puede disfrutar de un momento de lectura agradable, lastima que dura muy poco...
-¿No crees que deberíamos hacer algo al respecto? – Le pregunta mientras se sienta en el borde de su cama.
-¿Sobre que? – Dice sin despegar su vista de la lectura.
-¡¿Acaso no me pones atención?! – Se enoja de nuevo – ¡Sobre los asquerosos Gryffindor claro!
-Podrías dejar eso de lado de una vez por todas... me estoy cansando de escuchar lo mismo todo el tiempo.
-Podría claro – contesta de nuevo calmado – Pero no lo hare dado que lo hago por tu bien.
-Ahora que tengo que ver yo – Dice ya sin paciencia tratando de no explotar y controlar sus emociones.
-Esta claro que tienen un cierto gusto por ti. – le dice mirándolo a los ojos totalmente serio. – entra en razón y planeemos algo.
-Lucius Malfoy ¡Deja de juagar a ser Sirius Black sabes que no soporto a ese perro! – Por fin exploto
-Cálmate.
-¡¡¡Si quieres que lo haga deja de comportarte como un Gryffindor y vuelve a ser la orgullosa serpiente que eres!!! – Advierte – si no quieres que me largue de este cuarto.
-Da acuerdo ya entendí – se vuelve a acostar – yo solo hacia conversación.
La discusión siguió en aquella alcoba de las mazmorras asta que por fin callo la noche y el par de serpientes se durmieron tranquilos de no escuchar al otro sin imaginarse lo que estaba por venir y así era mejor, que disfrutaran de su sueño y tranquilidad mientras sus “amigos” leones para ser mas exactos Sirius soñaba la caída de su reposo momentáneo.
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