INFAME CORAZÓN
Se despertó algo tarde de lo normal pues olvido decirle a su madre, quien era la que la despertaba, que aun tenía que seguir asistiendo al colegio por petición de su profesora de biología. Dannie seguía profundamente dormida a su lado algo oculta por el cobertor azul marino, la descubrió un poco y se quedó contemplándola por un momento. -¿Por qué me preguntaría si quería andar con alguien?- se cuestionó quizá intentando encontrar respuesta en el profundo silencio de la habitación. Todo el domingo anterior se la había pasado a la defensiva para que su amiga no continúese con las preguntas del día anterior, en especial esa pregunta.
-¿Novio?, se debatió de nuevo algo asqueada con la idea, -¿era necesario?, y Por qué de repente Dannie estaba pensando en eso si nunca antes se había visto interesada en esa clase de temas, de hecho percibía que la avergonzaban un poco como cuando solía molestarla acerca de sus atributos.
-ay su amiguita, tan inocente y perezosa, siempre había sido así y la verdad no quería mucho que cambiara, esa era su Dann, la que conoció poco después de su cumpleaños número once, tímida, miedosa, algo retraída… pero su mellizo y ella se habían encargado de sacarle lo mejor de si, recordaba que empezaron por hacerla usar el skate que su padre le había traído cuando su hermano mayor no lo quiso mas; ese fue en punto de inicio de su amistad, llegó al vecindario en el verano, -¿todas llegan en verano?-se preguntó asombrada recordando a su nueva vecina. Pero por lo visto Ariadna no se parecía para nada a Danna, -niña loca.-opinó y continuó recordando como se habían conocido aquel verano…
Cierto día Dannie había salido a jugar un poco con su skate, ellos habían pasado correteando por ahí, era una época difícil para el par de infantiles mellizos que se negaban rotundamente a aceptar su pre-adolescencia y por lo tanto a renunciar a sus juegos, todos sus amigos habían decidido crecer y no jugaban mas a persecuciones callejeras, lo que los dejaba solos y aburridos jugando entre ellos dos pues su hermana mayor aunque continuaba jugando, sus juegos eran de muñecas y casita y escuela, algo nada atractivo para el par, sin embargo aquella mañana habían encontrado a esa chica con su patinetita que tanto les llamó la atención. Thomas el experto en relaciones publicas fue el encargado de romper el hielo, la niña no los había rechazado y muy simpáticamente les había compartido su skate, desde ese momento acudieron cada tarde a patinar con ella, hasta que su padrastro notó lo necesario que era compararles una patineta a cada uno y así al fin dejaron en paz el skate de Dannie, pero no a Dannie, pues ya se habían convertido en inseparables, sobre todo de ella, era como complementarse e identificarse con alguien que al igual que ella era diferente a las demás chicas, y era genial con Dannie a su lado ya no se sentía más un bicho raro y suponía que ella también sentía igual.
-¡maldición!, es súper tarde!, se escandalizó al dejar sus reminiscencias y rápidamente fue por su uniforme.
-¿bichos raros?..., se preguntó mientras se ponía la falda roja a cuadros, pues Dannie jamás la usaba y siempre iba con el de deportes dejando a su otro uniforme intacto y sin usar en un perchero de su clóset. –rió al recordarlo dando un suspiro-
-somos un par de bichos raros Dann, le dijo a la dormida cuando terminó de vestirse y dándole un beso en la mejilla salió del cuarto.
En la escuela se reunió con el otro voluntario Emilio y se topó con algunos de sus compañeros que recuperaban exámenes perdidos, entre ellos Alan y de último año la nueva persona en su lista: Noelia Abalos. –además de engreída !bruta! Planteó atrozmente.
-¿Quién es bruta?, inquirió Emilio quien se acercó de nuevo.
-tu hermana, respondió mentalmente. -emmm, yo, se inculpó sin nada de ganas,-…es que olvide algo…
-¿Qué cosa? Algo importante?
-no, solo algo que tengo que decirle a Danna.
-ah, bueno ya habrá tiempo entonces, opinó el muchacho llegando a la sala de maestros y abriéndole la puerta con galantería.
Toda la mañana se la pasaron perdidos entre los trabajos a revisar; la mayoría estaban mal hechos y fue una pena tenerlos que reprobar, lo bueno fue que terminaron más rápido de lo previsto y no los convocaron para el día siguiente, la maestra les agradeció y salieron antes del medio día. Justo cuando se estaba despidiendo de Emilio llegó la hermana de este y extrañamente la solicitó a ella.
-Danna no vino, le dijo para evitar escucharla de nuevo mientras Emilio se acababa de ir.
-lo sé, le respondió poniendo los ojos en blanco,-es por eso que te llamó a ti, le aclaró.
-bien…, -ahora ¿qué quería? ¿Qué le ayude a aprobar sus exámenes o qué?-
-llévale esto a Dannie., le dijo –si digeras por favor- criticó Tamara en su mente, mientras la presumida le pasaba un origami en forma de corazón.
-¿Q-Qué es?, dudó en tomarlo.
-una nota, respondió sobrada poniéndole cara de:- ¿Qué no es obvio??? –y creo que esta demás decirte que no la leas, le advirtió ostentosamente poniéndola en su mano casi obligándola a tomarla y de inmediato se fue.
-¿Quién cree que soy? Su cartera privada o qué?, rezongó mirando con repulsión el papel, -por suerte eres blanco, porque si fueses rosa me hubiera vomitado aquí mismo, le habló con aborrecimiento al blanco papel, luego lo guardó en su bolsillo derecho y montando su skate partió.
No tenía nada de ganas de llegar a su casa, se preguntaba como un tonto papel con forma de corazón le podía amargar el rato de tan estúpida manera, no quería entregárselo a Dannie, pues desaprobaba contundentemente todo tipo de acercamiento de su amiga con “el diablo”…Qué diría…, se moría de la curiosidad, mas no se animaba a leerlo, no por la advertencia de la chica, sino más bien era un extraño miedo que empezó a surgir desde el momento que lo tuvo en sus manos.
-tonta Dannie, Insultó abrumada deteniéndose cuadras antes de llegar a su casa mientras unas señoras y algunos chicos que pasaban la miraban por su inadecuada indumentaria para andar en patineta. Sintió ganas de retarlos- ¿Qué no han visto a una chica en skate y falda?-pero se dio cuenta que la respuesta era muy probable que no. De todos modos tenia algo mas importante en que pensar que en quien la mirase y quien no; sacó la carta de su bolsillo, debatida entre “la abro, no la abro”
-tarada, y si luego no la puedes volver a armar?, se sermoneó a sí misma.
-hay que correr el riesgo, surgió otro osado pensamiento.
-¿de verdad quieres saber qué dice?, inquirió otra vocecilla más sincera y tristona.
-no,-la respuesta fue no, haciéndole caso a la última volvió a guardar el corazón y retomó su camino.
***
-hola mi vida, ¿Cómo te fue?, la saludó su madre feliz por su llegada.
-bien, dijo sin ganas.
-¿bien? ¿Y por qué esa carita?, Se contagió la señora con su tristeza.
-nada, dijo intentando no reflejar su congoja.
-esta bien mi niña, entonces vete a cambiar, le sugirió con cariño.
-hola!, la saludó entusiasta su amiga que se encontraba en el cuarto.
-hola…, respondió evitándole la mirada y pasando al armario a buscar ropa, era la primera vez que deseo que Dannie no estuviera en su casa.
-¿tu papá no llega hoy?, le inquirió algo descortés.
-si, pero llega en la tarde, ¿por qué?, me estas echando?, le contestó en broma, pero en realidad parecía que eso era lo que quería Tamara.-¿adivina quien organizó tu cuarto?, siguió con la conversación ignorando la apatía de su anfitriona.
-tu de seguro No…
-jajajajaja, tienes razón, me conoces, aceptó la otra apenada.-lo organizó tu madre pero yo le ayude…, le contó
Apenas y podía oírla, algo le oprimía dentro, sabia que debía entregarle la nota pero una parte de ella se resistía a hacerlo.
-¿y cómo te fue?, intentó buscarle las palabras, -no era normal que Tamy estuviese tan callada- traes una cara…, agregó luego.
-terminamos de calificar todo y no tendremos que volver mañana, le contó.
-y por eso estas triste, no me jodas, comentó con burla.
-estoy cansada Danna, le dijo frunciendo el seño. –…y ya sal que me voy a vestir, la corrió del lugar sin ni siquiera mirarla.