Me encontraba muy nervioso, me estaba alistando para mi primer día de clases, en la prestigiada escuela “World School”, muy pocos pueden asistir en ella.
Mi nombre es Kiku Honda, voy a ingresar a cuarto de preparatoria en dicha institución. Tengo 16 años, de origen japonés, soy una persona seria y reservada. Soy de mediana estatura como de unos 1.65 cm., mi cabello es corto y negro, los ojos son castaño claro, mi piel es blanca.
- Kiku, se te está haciendo tarde. Feliciano no tarda en llegar. – Dijo mi madre.
Después de oír la advertencia de mi madre, salí de mi habitación, baje las escaleras, me despedí de mi progenitora y salí de mi hogar.
Ya afuera se encontraba uno de mis mejores amigos, Feliciano Vargas, es un chico alegre, algo torpe, tímido, su cabello es castaño con un rizo en el lado derecho, delgado y algo alto.
- Hola-. Me dijo en cuanto me vio.
- Buenos días, Feliciano-. Conteste cortésmente.
Y ambos nos dirigimos hacia nuestra nueva escuela, me encontraba extremadamente nervioso, debido a que volvería a ver a mi amor imposible: Ludwig, quien es otro de mis mejores amigos, él es alto, rubio, de ojos azules, serio, perfeccionista y muy disciplinado. Él iba ya en tercer año, mientras que Feliciano y yo apenas íbamos en primero.
El camino fue relativamente corto, Feliciano se la pasó todo el tiempo platicándome sobre la pasta que había cenado la noche anterior.
- La pasta estaba deliciosa…-. Decía Feliciano muy entusiasmado.
- Buenos días Feliciano, buenos días Kiku-. Escuche una voz que me distrajo de mis pensamientos-.
- Muy buenos días Ludwig-. Salude cortes y tímidamente-.
- Hola Ludwig-. Saludo Feliciano.
Era Ludwig, quien iba rumbo a la escuela. Después de habernos saludado los tres, seguimos nuestro camino, escuchando el relato de mi amigo italiano.
Unos instantes después, llegamos a nuestro destino, la famosa “World School”, es un edificio muy imponente de color blanco, con bellos jardines.
Ya en la escuela, Feliciano y yo estábamos a punto de despedirnos, cuando ocurrió algo que ensombreció mi día…
- Buenos días amor-. Le dijo un joven de cabello marrón oscuro, con lentes en los cuales se escondían unos lindos ojos violetas, además de tener un lunar cerca de sus labios del lado izquierdo, el cual saludo con un beso en la mejilla a mi amado Ludwig.
- Buenos, mi Roderich-. Contesto Ludwig, correspondiendo el beso.
Al ver esta escena algo en mi se rompió. Pero algo en mi, tal vez el orgullo; hizo que pusiera la mejor de mis sonrisas.
- Chicos, quiero presentarles a mi novio Roderich Edelstein-. Nos dijo Ludwig.
- Mucho gusto-. Conteste cortésmente, pero en mi interior quería morirme.
- Igualmente, Ludwig habla mucho ustedes-. Contesto-. Me imagino que tú eres Kiku-. Dijo mientras me lanzaba una ligera sonrisa-. Y tú debes ser Feliciano-. Comento al ver a mi amigo.
- Si-. Contestó, por no decir que grito mi amigo Feliciano.
- Pues bienvenidos, yo soy estudiante del segundo grado, cualquier cosa no duden en preguntarme-. Nos dijo el novio de Ludwig.
- Te veré después-. Le dijo a mi rubio amigo y le dio un beso en los labios, que Ludwig correspondió poniendo una mano en la cintura de Roderich para así profundizar el beso.
Y yo solo quería salir corriendo para dejar de verlos.
Después del beso, Roderich se marcho hacia su aula.