Thoma Seguchi se encontraba viendo unos papeles en su oficina, que no eran más que esas maravillosas graficas de las ganancias del disco de BadLuck, el había decidido dales esas vacaciones bien merecidas antes de esa larga gira mundial por dos razones:
1.- la banda tenia mas de 3 meses trabajando peor que negros y había hecho un excelente trabajo así que un buen merecido descanso se merecían y,
2.- Shuichi se había esforzado casi el doble ya que el escribía las canciones, ayudaba a ponerle la melodía y aparte las cantaba hasta el punto de casi quedarse sin voz.
Seguchi estaba feliz con shindou que a pesar de no ser muy buenos amigos se llevaban bien, ya que el rubio de ojos esmeraldas decidió dar el beneficio de la duda y los resultados fueron buenos, ya que Yuki se había abierto un poco mas y sonreía a menudo aparte de que Shindou le comentaba de vez en cuando como se encontraba, así que estas razones fueron mas que suficientes para dejarlo seguir al lado de Eiri y brindarle su amistad claro que eso es poco a poco, pero iban por buen camino.
- perfecto!!! En cuanto regresen de vacaciones, esa gira se llevara a cabo y será todo un éxito, lo se porque Shindou cantara como nunca ya que a de venir motivado por pasar dos meses completitos con Eiri-san. - pensaba el rubio casi con signos de dinero en sus ojos. Y en eso alguien toco la puerta y solo dijo- pase!!- pero nunca quito los ojos de encima de las graficas, la otra persona ya había entrado y no asía ningún ruido ni había dicho nada, esto alerto un poco al rubio lo cual quito sus ojos de los papeles para mirar al que había entrado y se asusto.
Seguchi: PERO QUIEN…??-no termino de preguntar porque vio con sorpresa de quien se trataba, ya que la otra persona se iba quitando los lentes y la gorra negra lo cual había alterado al rubio ya que parecía alguien sospechoso. Pero mientras sabia quien era y quedaba al descubierto la cara del sujeto volvió a asustarse, y puso una cara de asombro lo cual era poco común en el y solo pudo articular unas palabras por su asombro- Shindou, pe-pero que…??
Seguchi no le quitaba los ojos de encima a ese ser que tenia enfrente de el, en ese momento los planes que tenia para la banda mas famosa del momento en Japón se fueron al drenaje, los planes de la gira para hacerlos famosos mundialmente se habían ido al traste ya que esto se veía demasiado serio, no por como lucia el chico físicamente ya que con el tiempo y medidas adecuadas esas desaparecerían, sino por esa mirada que tenia y esa cara completamente inexpresiva, sus ojos denotaban ausencia de vida y no había rastros de lo que solían ser sonrisas llenas de alegría en esa cara.
“Dios pero que paso??”- Shindou-san, q-que … fue lo que paso?- por fin el rubio pudo articular palabras, quería saber quien le había hecho tal cosa a ese pobre niño, al grado de tal vez quitarle las ganas de vivir, porque esa mirada era de lo mas triste que Seguchi había visto, ni siquiera cuando lo de Eiri, solo deseaba que el causante de esto no haya sido el escritor sino no sabría como reaccionar.
- … - el no decía nada solo estaba hay parado quería hablar pero no podía articular ninguna palabra por el gran dolor que sentía, aparte de que necesitaba sentarse así que fue despacio como podía hacia una de las sillas y se sentó ante la atenta mirada del rubio que al ver el mutismo de chico se dio cuenta que algo estaba sumamente mal así que decidió preguntar de nueva cuenta pero esta vez con mas seguridad.
- Que fue lo que le pasó Shindou-san? Quien demonios le hizo esto?- se notaba la preocupación en el tono de voz del rubio el cual se fue acercando poco a poco al pelirrosa.
Shuichi al notar la honestidad del rubio en saber que es lo q le pasaba con ese tono de preocupación dirigió su vista hacia el escritorio para alcanzar una pluma y una hoja y cuando las tuvo en sus manos escribió- no puedo hablar, al parecer tengo la garganta destrozada – ante esas palabras escrita seguchi agrando los ojos de la impresión, no podía creerlo, quien demonios había hecho esto, entonces el chico adivinando el pensamiento del rubio continuo escribiendo- fue Taki Aisawa .
Seguchi no podía creerlo como ese desgraciado después de la advertencia que le había hecho se atrevió a hacer de nuevo algo en contra del cantante, pero necesitaba saber con lujo de detalle lo que había pasado para poder ayudar al pelirrosa porque no quería que ese chico se perdiera a si mismo, no después de saber que era una buena persona que no se merecía nada malo en la vida. Si así es seguchi lo sabia, sabia que alguien como shu no era cualquier persona, era de esas difíciles de encontrar.
- pero shindo como paso?, quiero que me diga todo lo que paso, y que paso con Eiri?- esta ultima pregunta la hizo pensando en que los atacaron esta vez a ambos ya que se suponía que deberían de haber estado juntos o que tal vez en este momento este buscando al pelirrosa y que no sepa lo que le paso a su pequeño amante.
- le contare la historia completa seguchi pero no quiero que haga preguntas hasta que termine y se la contare toda porque al final necesitare que usted me haga un favor, de acuerdo?- el rubio no sabia si decir que si o que no, pero si quería ayudar al chico tendría que aceptar solo esperando que no fuera nada que comprometiese a muchas cosas imposibles de hacer, así que solo asintió con la cabeza y empezó a leer lo que el pelirrosa escribía- pues todo empezó el día q nos dio vacaciones, al enterarse yuki de que tenia dos meses de vacaciones decidió hacer sus maletas para irse a un lugar donde yo no le fastidiara su existencia – ante esas palabras el rubio se sorprendió ahora sabia porque Aisawa se había atrevido a hacer lo que hizo ya que lo han de haber atrapado cuando el chico estaba muy vulnerable y se dio cuenta de que no estaba tan errado al seguir leyendo- yo no había salido del departamento para nada hasta hace unos dos días que fue cuando paso yo iva al centro comercial y cuando regresaba a casa pase por un edificio abandonada y fue cuando me golpearon, desperté dentro del edificio amordazado y desnudo entonces puede ver quienes eran mis captores e igual que la otra vez planeaban lastimarme pero esta vez ya no eran personas contratados por ellos sino que eran ellos mismos los que me lastimaban me decían cosas hirientes, me violaron entre los tres, me golpearon e hicieron con migo lo que quisieron.
En todo lo que había escrito el chico el rubio le dio una punzada en el pecho al saber lo que le había pasado a ese pequeño pelirrosa y que no había nadie que pudiera ni siquiera ir a buscarlo porque el rubio escritor no estaba para esperarlo de regreso a casa, pero en eso voltea a ver el rostro del chico y de nuevo ese dolor, la mirada de shu estaba muerta, ni una lagrima, ni deje de tristeza, solo vació no mostraba nada y eso le preocupo de sobremanera pero no dijo nada y siguió leyendo.
- después desperté, ellos ya no estaban y por suerte dejaron mis ropas tiradas así que como pude me vestí y regrese a casa, llegue y me acosté un momento en el sillón no dure mucho dormido por las pesadillas que esos sujetos provocaron con sus acciones, así que necesitaba escuchar la voz de yuki, su consuelo pero cuando le marque me di cuenta de la realidad que yo no era mas un buen polvo para él, el cual no tenia ningún derecho para interrumpirlo en sus vacaciones, caí en cuenta de la realidad y desperté de ese sueño.
Seguchi no se lo creía, lo que le paso al chico con sus captores era suficiente para desmoronarle sus sueños, aspiraciones y arrancarle lagrimas y pesadillas por montones pero no suficiente con eso Eiri le da el golpe de gracia con sus palabras, el único que podía salvar al pelirrosa de terminar como lo estaba viendo era el escritor y este le dio la estocada final para condenarlo; se percato que el chico siguió escribiendo al parecer era el favor que quería que el le hiciera, mientras leía y se daba cuenta de lo que el quería no sabia si aceptar o no, pero después de leer y ver al chico rogó a los cielos que fuera una sabia decisión, aparte no dejaría de estar al pendiente de el así que dirigió su vista hacia los ojos de pelirrosa y contesto.
- en una semana estará arreglado todo para su partida shindou-san por mientras en esa semana se quedara en mi casa para que le atienda un doctor de mi confianza y no se preocupe Mika no esta, vamos a su departamento por sus cosas- lamentablemente muchos artistas ya no podían ir a los hospitales porque siempre divulgaban lo que les pasaba y no quería meter en un problema mayor al pelirrosa con las habladurías de la prensa.
Shuichi volteo hacia donde estaba seguchi y le sonrió en agradecimiento, pero el rubio sabia que esa no era ni un cuarto de una sonrisa de las que shu solía hacer, pero por lo menos agradecía que fuera sincera porque tal vez, y solo tal vez había esperanzas de salvar el alma y corazón de ese pequeño.