Errores encadenados
Basado en Slam Dunk de Inoue Takehiko, cuyos derechos de autor le pertenecen
By Paz
Capítulo 15: Intentando encontrar soluciones
-¿Qué es lo que quieren de mí? ¿De qué se trata? –preguntaba Kaede mirando los dos avisos y que tiene apoyados sobre la ropa de cama, sin atreverse a leer su contenido.
Las cartas le fueron entregadas a sus padres al seguir ignorándose su paradero. Como habían llegado hasta ellos no era un misterio. Ambos eran reconocidos a nivel médico, sus investigaciones eran conocidas en publicaciones médicas y no ocultaban a nadie donde se alojaban.
Vió la mirada de sus padres, se dio cuenta que no se atrevían a decírselo, entonces volvió la mirada hacia Sakuragi que estaba allí cuando llegaron sus padres. Se encontraba de espaldas mirando por la ventana, debía encontrar algo muy interesante porque no se había movido de ahí desde que vio los sobres, como si no le incumbiera lo que allí pasaba. Supo que era así, no podía echar sobre sus hombros sus propios problemas, porque no dudaba que las malas noticias llegaban antes que las buenas.
-Se trata de dos demandas por paternidad, te piden que te presentes a los juzgados correspondientes para presentar la documentación que te exigen. –explicó Sakuragi volviéndose a mirarlo.
-¡¡¡Queeeeé!!! –miró a las tres personas que se acercaron para rodearlo.
-Tranquilo, Kaede…, ya verás como todo se soluciona –dijo su madre posando su mano sobre la suya.
-Esto no tiene ningún sentido… ¿Por qué alguien iba a declararse el padre de mi bebita? –preguntó acariciando su vientre para calmarla, porque estaba respondiendo a su agitación con fuertes sacudidas.
-Hay mucho loco suelto… -dijo su padre tomando ambos documentos y leyendo el nombre de los demandantes- Sendoh Akira y…
-No le conozco… -sacudió la cabeza reafirmando su negación.
-… Maki Shinichi…
Al escuchar ese nombre parpadeó confuso se le hacia vagamente familiar, solo percibía la vaguedad de unas sensaciones que no era capaz de identificar, cerró los ojos concentrándose, intentando retener un recuerdo que se le iba sin ser capaz de aferrarse a él, de pronto, se acordó le conoció antes de quedarse embarazado.
-¿Sabes quién es? –preguntó Sakuragi al fijarse que el desconcierto de su mirada había sido sustituida por otra más tranquila.
-Durante la temporada de los Playoffs, nos enfrentamos a su equipo, -intento recordar- creo que fue contra los Cavaliers. Cuando dejábamos el estadio, me llamó, me invitó a tomar una copa y le rechace, insistió, dijo que ya nos habíamos enfrentado en otras ocasiones y que apenas tenía amigos, que le gustaría hablar con un compatriota, me deje convencer y fuimos a su hotel, allí estaban concentrados sus compañeros. Si se diera el caso, habría testigos que nos vieron marchar juntos y subir a su habitación en el hotel. –ese recuerdo lo tenía bien presente- Estuvimos bebiendo… -se fijó en las miradas de sus padres- … solo refrescos… no soy tan imprudente… -vió alivio en sus pupilas- él perteneció al Kainan y durante un par de horas nos entretuvimos contándonos cosas de allí, bueno, reconozco que fue Maki quien más habló, yo me limitaba a escucharle. Recuerdo que me agradó su compañía, aun así me había puesto un límite de tiempo para marchar, sé que hice intención de irme. -se quedó en silencio, intentando encontrar sentido al vacío que había en su mente después que hizo intención de marchar. Su mirada se posó en sus atentos interlocutores quienes esperaban que siguiera contando en que había acabado ese encuentro- A la mañana siguiente me desperté en mi cama, ni siquiera ahora puede recordar cómo llegue, es como si tuviera una laguna mental, como si mi mente estuviera en blanco durante más de doce horas. –reconoció.
Sakuragi pensó que tenía que hacer una visita al tal Maki.
-Yo me ocuparé de todo esto… encontraré el modo que ambas demandas sean retiradas. –sabía que con Sendoh no iba a ser difícil, solo tenía que confesar que él había dado su nombre en la clínica y que dejará de hacer tonterías, que ya no era un crío como antaño, en cuanto al tal Maki, le haría una visita y no de cortesía exactamente.
-¿Podrás? –un brillo esperanzador apareció en su mirada azulina.
-Lo intentaré.
-Gracias. Confió en ti.
-Entretanto…, es conveniente que tu abogado se ocupe de todo lo legal, él sabrá cómo actuar en caso que no pueda solucionarlo por mi cuenta.
-Le llamaré… ¿puedo decirle que tú actuaras en mi nombre? –preguntó mirando a su padre.
Rukawa-san asintió, tomando los documentos de manos de su hijo y dándole a su vez su móvil para que hiciera la llamada.
Sakuragi se volvió dándole la espalda, de cara a la ventana, él también sacó su BlackBerry y comenzó a hacer algunas búsquedas a través de la red, en pocos minutos sabía todo lo referente a Maki Shinichi, se puso en contacto con algunos de sus confidentes, hasta conseguir la dirección de Maki.
-¡¡¡No…!!! -alzó la voz, consiguiendo la atención de sus padres y Sakuragi, intento tranquilizarse- No puedes venir… de acuerdo… déjales que hablen, -dio un resoplido de frustración- Solo quiero que te ocupes de esas demandas por paternidad que me han puesto…. –le escuchó unos segundos- Por supuesto que son falsas… algunos buscan promocionarse a mi costa, es problema tuyo encontrar el modo de sacármelos de encima. Mi padre se aleja en el Kyoto Grand Hotel and Gardens, él será quien me represente. Te lo paso para que os pongáis de acuerdo para veros. Adiós… -le pasó el móvil- Se llama Hugh Walters.
Sakuragi espero unos minutos a que Rukawa-san se desocupara, cuando así se acercó al borde de la cama.
-Tengo que hacer un viaje y estaré fuera un par de días…, espero traer buenas noticias cuando regrese –dijo mirándole a los ojos.
Se despidió estrechando su mano y una vez más sintió ese estremecimiento.
-Le acompaño, quisiera que me explicaras cómo son estos trámites.
-Aunque no es mucho lo que se, lo haré encantado.
-Cuídate… -se despidió la madre de Kaede, dándole un cariño abrazo.
Asintió.
Kaede se quedó mirando durante unos segundos la puerta por donde habían salido los dos hombres.
-Es un chico… -comentó su madre- Es bueno tener buenos amigos que se preocupan por tú seguridad. No lo dejes escapar.
-¡¡¡Mamá!! ¡¡Qué cosas dices!! ¿Quién podría quererme con este rostro? –preguntó sintiendo que un leve rubor inundada sus mejillas.
-Él no ve tus cicatrices…, aprende a mirar a su corazón y sabrás lo que hay dentro de él y si necesitas una prueba tangible de quienes te quieren por lo que eres, muéstrate tal como estas, no te ocultes del mundo.
-Tengo miedo…. –confesó.
-¿A qué? O debo decir ¿A quién?
-Todo fue un error, desde el principio. –Mantenía la mirada fija en sus manos unidas- Yo no quería la responsabilidad de un hijo, no me sentía preparado para ser padre, tuvimos más de una discusión hasta que cansado me rendí y accedí a la implantación. La primera vez que vi a Sakuragi fue en la sala de espera de la clínica, recuerdo que pensé que era hermoso –sus mejillas ardieron al manifestarlo a viva voz, solo con oír su voz sentía que su corazón se estremecía en su pecho y cuando pudo ver su rostro quedo deslumbrado porque un hombre de esas características pudiera quedarse a su lado.
-¿De quién fue la idea de ir a esa clínica? –preguntó ante su silencio.
-Mía, conocía su mala fama… tenían denuncias por mala praxis…, pensé que con un poco de suerte, harían algo mal y no quedaría en estado.
-Te confundiste… -no pudo evitar sonreír, sonrisa que su hijo no vió, no se atrevía a levantar su mirada, y aunque estaba avergonzado, necesitaba sacarse de encima todo lo ocurrido.
-Sí y no. Esos idiotas por una vez hicieron algo bien, quede embarazado al primer intento, pero también cometieron un error conmigo. –Se mantuvo unos segundos en silencio- El semen que me implantaron no fue el de Hisashi. Cuando se dieron cuenta me propusieron abortar, me horrorice cuando me explicaron los diferentes métodos y me negué.
-Muy bien. -elogió la valentía de su hijo.
-Al principio me deje convencer por sus deseos, él quería un hijo, no importaba a qué precio, ni bajo qué condiciones, ni como desajustaba mi carrera deportiva, cuando supo que no era suyo me insistió para que abortara, me negué una y otra vez, supongo que cuando se dio cuenta que yo estaba dispuesto a seguir adelante, quiso matar a mi bebita…, nunca antes se había puesto tan violento, su rostro… parecía otra persona… me asusté porque comprendí hasta donde era capaz de llegar para alcanzar lo que él deseaba. -por entonces las lágrimas caían silenciosas por sus ojos, refugiándose en el cálido abrazo de su madre- Si salgo de aquí me encontrará y sé que volverá a intentarlo.
-Nunca más te hará daño, Kaede. Ya no puede hacértelo –dijo apartándose un poco para mirarle a los ojos.
-¿Qué quieres decir? –la miró desconcertado.
-Mr. Ferris fue a buscarte a tu piso acompañado por Sakuragi-kun. Se supo descubierto y huyó. Sakuragi-kun tiene un hermano que es detective, en el cuerpo de policía, le pidió que le buscara, así fue como se enteraron que había ido a tu banco y vaciado cuenta que compartíais –al ver su mirada se apresuró a decir- No te preocupes que han recuperado todo lo que se llevó, ahora lo tenemos guardado en el hotel hasta que puedas recogerlo.
-¿Lo han detenido?
-No… -vió su mirada interrogante- Nunca más te hará daño, cariño. Le encontraron muerto.
-¿Muerto? –preguntó perplejo, convencido de haber escuchado mal.
-Si… -sabía que no necesitaba contarle que tipo de persona era, su hijo había aprendido en carne propia de lo que era capaz.
-¿Cómo? ¿Quién?
-Aún no se sabe nada…
-No debería sentirme así, pero me alegro que haya pagado con su vida el dolor que me ha proporcionado… -pensaba así porque era lo suficiente inteligente para comprender que cuanto este curado por completo, su cuerpo no va a responder al ejercicio físico necesario para jugar. Hisashi le ha quitado la posibilidad de ser el mejor jugador del mundo.
-Es comprensible que te sientas así, no pienses que eres mala persona. Él te ha quitado muchas cosas importantes. –dijo volviendo a estrecharlo en sus brazos.
Así fue como los encontró su padre.
-Se lo he dicho… -murmuró cuando se sintió abrazada por su esposo.
-Bien… -aprobó su decisión.
Continúa en el próximo capítulo…