Errores encadenados
Basado en Slam Dunk de Inoue Takehiko, cuyos derechos de autor le pertenecen
By Paz
Capítulo 22: Ultimando preparativos
Con la valiosa ayuda de su fisioterapeuta Kaede sentía suficiente fuerza en los músculos de sus piernas para sostenerse de pie, por eso que pudo permanecer algunos minutos erguido para que un impávido sastre le tomara las medidas pertinentes para la confección de su traje, él era la única persona fuera del entorno de médicos y enfermeras que le veía en ese estado, cuando se presentó con Sakuragi se fijo que le había reconocido, si bien no hizo ningún comentario excepto los pertinentes a su profesión, lo cual agradecía.
Fue preciso que volviera un par de veces mas para acabar con los últimos retoques, consiguiendo que el traje cayera sobre su cuerpo de manera perfecta, cuando se vio con él terminado se permitió pensar que hasta conseguía disimular su embarazo, cualquiera que le viera podía pensar que tenía el estomago del bebedor de cerveza, esa impresión desaparecía cuando se sentaba en su silla de ruedas, una flamante silla motorizada regalo anticipado de bodas de Kogure-sensei y su personal medico y sanitario, todos aquellos que habían participado en su curación.
Cada día que pasaba se iba sintiendo más nervioso, nunca antes le había pasado algo así, era más bien de mente fría, demasiado práctico en todo, sin embargo, Hanamichi había roto todos sus esquemas, haciéndole ver su lado humano y eso tenía que agradecerle, si no hubiera aquella sucesión de errores encadenados ahora no estaría próximo a casarse, ni siquiera se habría planteado la posibilidad de tener un hijo si no hubiera sido por la persistente cabezonería de Mitsui, en el fondo tenía que reconocérsele ese merito.
Fueron unos días de intensos movimientos, hasta sus padres aparecían por allí apenas un par de horas por la mañana su madre y por la tarde su padre, estaba seguro que se habían puesto de acuerdo para no hacerle sentirse abandonado, por Hanamichi no se dejaba ver durante el día, cuando a los ocho de la tarde su padre marchaba a los pocos minutos llegaba él. Se recostaba con él en la cama y permanecían abrazados, no necesitaban hablarse para comprenderse.
Eran momentos íntimos que atesoraba. Sentir sus caricias tenues y sus besos eran una primicia de lo que sería su vida en común y él ansiaba que llegara ese día. Además, su bebita estaba también próxima a nacer, solo deseaba que no fuera a hacerlo durante la ceremonia, sería bochornoso para todos.
Lo había mencionado con Hanamichi y juntos rieron si se daba el caso, solo ante el pensamiento de ver los rostros de los que estuvieran presentes.
-No deseo arruinar este bello instante, pero tenemos que hablar –comentó Hanamichi mirándole con ternura.- Mañana será el gran día. –rompió el estrecho abrazo que mantenía con Kaede y medio se incorporó para recoger un papel doblado del bolsillo de su chaqueta que colgaba del respaldo de la silla que había dejado lo más cerca del borde de la cama- No es que sea necesario que lo sigamos a rajatabla, pero si procurar no salirnos del guión.
Kaede tomo la cuartilla doblada y leyó en alto tras desplegarla.
-9:00 horas. Despertador.
-No es cuestión de que ese día te quedes dormido, tampoco que te levantes demasiado pronto, tú y la bebita tenéis que estar descansados.
-9:30 h. Desayuno con la familia. ¿Vas a venir?
-No podré, tengo mis propias ocupaciones, pero me he ocupado que todo quede a tu gusto. Tus padres te acompañaran.
-De acuerdo. 10:00 h. Barbero y peluquero de los novios.
-Si. Es importante que estemos impecables. –dijo pasándose la mano por la cara y percibiendo las picaduras en la barbilla.
-11:00 h. Encargar que alguien se ocupe de llevar a la floristería el coche para adornarlo. –miró a Hanamichi- ¿Es necesario?
-¿Y por que no? Tiene que ser una ceremonia perfecta y para eso todos los detalles son importantes, además es un día único y quiero que tú y yo guardemos un buen recuerdo de nuestra boda.
-Aunque nos casáramos en esta habitación sería inolvidable –musitó Kaede ganándose con sus palabras un apasionado beso, cuando pudo respirar con normalidad, retornó a la lectura- 12:00 h. Comer algo si los nervios nos lo permiten.
-Si, he pensado que aunque la ceremonia será rápida es mejor no ir con el estomago vacío.
Kaede asintió.
12:30 h. Comenzar a vestirse
-Tu padre se ha ofrecido a ayudarte.
-13:00 h. Fotógrafo en casa de los novios.
-Solo será un instante, no tienes que preocuparte. Estuve investigando entre el personal de la clínica y una de las encargadas del laboratorio es fotógrafa aficionada, he visto su trabajo y yo no la definiría así, tiene un talento especial. Te sacará algunas fotográficas mientras te preparas.
-13:30 h. Limusina pasará a recogerte. ¿No saldremos juntos?
-No, tú lo harás desde aquí con tus padres, yo lo haré con mi hermano y mi primo. He encargado unas limusinas para llevarnos, vendrán aquí a recogerte a ti y a los invitados que no dispongan de vehículo propio o que preferían la comodidad de ir en limusina.
-No es demasiado… costoso. –titubeó antes de mencionarlo.
-Puedo permitírmelo. No soy ningún pobretón –dijo con una sonrisa tierna.
-Disculpa, no pretendí ofenderte.
-No lo has hecho. Prosigamos.
-14:45 h. Encuentro en el juzgado.
-Debido a la distancia que hay desde la clínica al juzgado, tú saldrás con tiempo suficiente para evitar cualquier atasco en carretera. Yo estaré esperándote en la entrada principal, entraremos juntos al edificio y nos dirigiremos a la sala donde se oficiará la ceremonia.
-15:00 h. Ceremonia.
-Eso no necesita explicación, durante la ceremonia escucharemos la música que hemos acordado.
-Todo saldrá bien, no necesitas preocuparte más. Lo haremos bien.
-Aún no has terminado de leer.
-Cierto… -su mirada regresó al papel.
-16:30 h. Llegada al templo sintoísta.
-Repetiremos nuestros votos.
-17:00 h. Fotógrafo a la salida del templo.
-Mientras los invitados serán conducidos a la casa de mi hermano Frank, donde insistió que se celebrara el festín, un catering se ocupara de servir bebidas y aperitivos hasta nuestra llegada.
-17:30 h. Llegada de los contrayentes.
-Ahí estarán todos deseosos de darnos la enhorabuena.
-18:00 h. Inicio de la cena y 21:00 h. Fin de la cena,
-Durante los postres mi hermano ha decidido que pasará por entre los invitados dándole a firmar un libro como recuerdo para nosotros.
-22:00 h. Los contrayentes se retiran, dejando que el resto de los invitados continúen celebrándolo.
-Hubiera deseado que nos fuéramos antes, porque tanto trajín sería cansador para ti.
-No podemos desairar a nuestros amigos, ni a tu familia. –sabia que vendría su sobrina desde la universidad y otros parientes debían desplazarse desde otros condados. Además no olvides que estaré sentado la mayor parte del día. Podré resistirlo y salir airoso.
-Entonces estas de acuerdo con todo el programa, puedo acortar algunos tiempos.
-No necesitamos cambiar nada, estamos conformes con su redacción –dijo pasando su mano por su vientre incluyendo a su bebita, porque aunque solo fuera en espíritu ella estaba también presente.
-Quédatelo por si lo necesitas, yo tengo otra copia.
Kaede lo metió debajo de la almohada.
-Estoy asustado… -musitó cuando Hanamichi le envolvió en sus brazos- Llevo mucho tiempo aquí y dejarlo me hace sentir que debo enfrentarme al mundo.
-Estaremos juntos, además no olvides que seguirás aquí hasta el nacimiento de nuestra bebita, para entonces iremos a nuestro hogar, estoy seguro que será de tu agrado.
-Deseo seguir jugando.. –confesó bajito.
-Y los harás, posiblemente mucho antes de lo que muchos esperan. He hablado con Ferris y me ha dicho que te tomes el tiempo con tranquilidad, aún eres joven. El club esperara por ti.
-¿Has hablado con el dueño? –preguntó apartándose para mirarle de frente.
-No solo con Ferris, él ha sido mi intermediario con él. Te aprecian y desean lo mejor para ti –acarició sus mejillas con ternura, acercando su rostro al suyo- Te amo, Kaede, estoy deseando demostrarte hasta que punto, pero seré paciente y esperaré lo que sea necesario.
-Te amo, Hanamichi y –al oírle no pudo menos que sentir que sus mejillas enrojecían al comprender el sentido de sus palabras- yo también seré paciente.
-Daremos tiempo a nuestra bebita… -y sus labios se posaron en los suyos dándole un casto beso- Tengo que dejarte, mañana será nuestro día y tienes que estar descansado. –se levantó, mientras alisaba su ropa y se ponía la chaqueta, Kaede ocupó el centro de la cama. Tomo el mando para enderezar la cama. Buenas noches, mi amor. –Se inclinó dándole otro beso a modo de despedida- Esperare ansioso que sea mañana.
-Hasta mañana Hanamichi. –musitó cerrando los ojos y disponiéndose a dormir.
Escuchó la puerta que se cerraba y los pasos que se alejaban. El sueño acudió enseguida a él aun cuando pensaba que los nervios por su boda le impedirían conseguirlo.
Continúa en el próximo capítulo…
Paz