Llegaron al cuarto piso del departamento después de aprovechar el solitario camino de subida en ese ascensor para besarse a gusto. El primero en poner un pie fuera de ese lugar fue el rubio, su pareja lo siguió y no resistió la tentación de abrazarlo por la espalda y morderle el cuello ligermante. El ojiazul reía levemente, le gustaba que lo mimara de esa forma y también le gustaba esconderse de los vecinos. Después de todo, ellos eran sólo amigos y compañeros de trabajo.
Abrió la puerta del lugar en el cual vivía el moreno y lo jaló de la chaqueta para hacerlo ingresar. Estaba a punto de besarlo cuando unos toques en la puerta los dejaron en pausa, por el sonido ya sabía quien molestaba. Naruto sonrió y mientras se dirigía a la cocina le dijo que atendiera a la inoportuna visita.
-hola, Sasuke- saludó la rubia animadamente- puedo pasar?-
-no, acabo de llegar y estoy exhausto. Tal vez en otra ocasión- y cerró la puerta- era Ino…- dijo molesto- dónde estábamos?-
Naruto abrazó a su novio, lo besó y mientras tanto ambos se dirigieron al sillón de la sala. El rubio había logrado quitarle la chaqueta al otro y se encargaba de quitarle la camisa. Nuevamente los golpes a la puerta los dejaron a medias. Pero el moreno no quería detenerse, estaba demasiado a gusto y el ojiazul no tuvo más remedio que pedirle que atendiera mientras abrochaba nuevamente los botones.
-hazlo pronto- se acercó a la oreja de su pareja- y vamos a la habitación- le dio una corta lamida y se dirigió a dicho lugar.
Prácticamente corrió a abrir la puerta, estaba seguro de que era la rubia de nuevo. Se la pasaba molestando y parecía a propósito que justo lo hacía cuando estaba su novio. Abrió la puerta para encontrarse con su otra pesadilla, la chica de pelo rosa largo y ojos verdes.
-hola, Sasuke- dijo sonriendo- estás ocupado? quiero invitarte a cenar-
-lo siento mucho… pero estoy a punto de “comer” y sería un desperdicio que se “enfriara”- y le cerró la puerta prácticamente en la cara.
Se apoyó contra la puerta y escuchó después de unos momentos que los pasos se alejaban. Sus vecinas eran un fastidio al cuadrado, a pesar de que eran amigas, se habían enemistado por el corazón del azabache… que por cierto, ya tenía dueño. Conforme con el silencio del pasillo, miró en dirección a la habitación y se dirigió allí con prisa. Pero se detuvo al oir a su hermoso rubio hablar en tono confidencial por telefono.
El problema comenzó cuando el chico dijo en tono meloso “yo también te extraño”, en ese momento Sasuke se abalanzó sobre el aparato y se lo arrebató de las manos al rubio. Éste quiso decir algo pero el otro lo silenció.
-quién habla?- preguntó en tono amenazante.
-por qué me hablas así, estúpido hermano menor- dijo del otro lado de la línea.
-I…Itachi?- una gotita resbaló por su cabeza- lo siento, es que… yo-
-no puedo creer cómo alguien tan dulce como Naruto terminó con un bruto como tú- dijo después de suspirar- cómo ha marchado todo?-
-muy bien. Qué tal tu trabajo? tuviste mucha suerte, el mismo día que te contrataron saliste de viaje-
-no es como si sólo fuese suerte. Además tenía cualidades para el empleo- dijo ofendido.
-yo no dije lo contrario… estás bien de salud?-
-estoy como siempre- dijo tranquilo.
-ya veo…-
-no hables así, después de todo no voy a morir por eso… no te daré el gusto. Por cierto- su voz se tornó severa- nuestra madre dijo que no vas a visitarlos. Es hora de que vayas a casa, puedes llevar a Naruto también. Eres un irresponsable, irrespetuoso y no tienes la menor consideración. Son nuestros padres y al menos yo recuerdo llamarlos-
-no me regañes- dijo con una sonrisa. Extrañaba eso de su hermano mayor, aunque cuatro años no le parecía mucha diferencia de edad- cuándo vuelves?-
-no lo sé… cambiando de tema: recuerdas qué era lo que yo quería hacer cuando éramos niños?-
-por supuesto. Querías aprender a pilotar un helicóptero- rió un poco- estabas enloquecido con eso-
-adivina quién toma lecciones de vuelo-
-no me digas que…-
-por supuesto. Mi jefe es un gran piloto y me está enseñando a pilotar también. No es tan complicado, pero no tengo tanta confianza para hacerlo solo aún- Sasuke escuchó el sonido de una puerta abriéndose y una voz masculina - tengo que dejarte. Recuerda lo que te dije y cuídense-
-tu también, hermano-
-que lindo cuando te pones tan mimoso con tu hermano mayor, pareces un niñito pequeño- se burló el rubio.
-miren quien habla, el señor hijo único- se abalanzó sobre él y comenzó a realizar toques en su entrepierna- prefiero ponerme mimoso con otra persona-
-Sasuke… estás…seguro de que ya no viene…nadie- dijo entre beso y beso.
-no lo sé… pero por mi puede venir el mismo dueño del mundo y no te dejaré escapar-
Dicho eso ambos chicos comenzaron a besarse con ansias reprimidas. Naruto se apresuró, abrió el cinturón de su novio y dejó en libertad el miembro del moreno. Sin pedir permiso ni hacer ningún comentario comenzó a lamerlo mientras lo acariciaba y por momentos dejaba besos en los muslos del muchacho.
-dobe… deja de hacer eso- dijo refiriéndose a los besos- sabes que termino muy rápido si te pones así-
-pero a mi me gusta- dijo antes de meter todo lo que estaba a su alcance en la boca, succionando con gula y ensalivando lo mejor posible toda la erección del moreno. Cuando sintió los primeros rastros de su amado en su paladar decidió parar. Se sentó en la orilla de la cama y se quitó todo lo que llevaba en la parte inferior. Quedando así con la playera blanca y la camisa del mismo color.
Sasuke lo jaló para que quedara de rodillas sobre su vientre y comenzó a acariciar sus muslos, su cintura, subió más hasta meterse bajo la ropa y llegar a los pezones del chico. Levantó la prenda y los succionó con fuerza dejándolos rojos e hipersensibles. Mientras estaba en eso, jugó con el miembro del rubio y utilizó el líquido desprendido por este para prepararlo.
Ni siquiera se preocupó por hacerlo bien, acostó al muchachito, se introdujo en él y tomando la parte posterior de las rodillas comenzó a envestirlo. El rubio gemía del puro gozo, se aferró al cuello del ojinegro y comenzó a lamerle el mismo con coquetería. Depositaba tiernos y fugaces besitos sabiendo que eso ayudaba a que su novio terminara junto con él.
Después de acelerar el ritmo junto con besos profundos, ambos terminaron. El ojiazul jadeaba satisfecho, se abrazó a su moreno y para colmo de males, otra vez la puerta. El pelinegro se arregló y salió a atender mientras su novio se moría de la risa. Aun no había recuperado el aliento por el ejercicio realizado cuando notó que el teléfono no estaba colgado.
Tragó duro, tomó el tubo y lo acercó a su oreja. Del otro lado se oía una respiración tan, o mas, irregular que la suya.
-I…Itachi?- preguntó.
-s…si-
-…-
-…-
- creo que el teme olvidó colgar bien el teléfono-
-si será idiota-
- todo bien?-
-excelente- soltó en un leve gemido mal disimulado.
-igual aquí… ehmmmm… nos vemos-
-si-
Sonriendo ambos colgaron, despues de eso Itachi terminó nuevamente de espaldas en la cama y se abrazo al cuello de su jefe.