Por un momento se quedaron muy quietos mirándose y luego el ceño del peligris se frunció y su disgusto se hizo notorio.
¡TUUUUU!—gritó furioso y soltó al de pelo negro que cayó dando con su traste en el suelo de dolorosa manera.
El Uchiha se levantó furioso y sacándose la tierra de la ropa le dedicó una mirada muy engreída a Kitsune.
¡Tu eres ese tipejo que me tenía secuestrado! ¿Por qué rayos estas libre?—preguntó el de ojos azules.
Mi madre es la Hokage—replicó el otro muy orondo.
¡A mi me importa un pepino quien es tu mamá! ¡Pregunté por qué rayos un idiota como tu esta libre!—grito Uzumaki Yakushi.
El adjetivo le sentó mal a Ishin.
El ego Uchiha hizo presencia.
Que yo sepa el único idiota aquí eres tu… ¿o debería decir anormal?—dijo el otro para encrespar a Kitsune.
Y lo logro.
Hay que ver que eres idiota. Después de lo que yo y mi padre le hicimos a ti y al estúpido de tu tío crees poder enfrentarme—dijo Uzumaki jr.
Eso fue solo por los Kiubis. Tu y tu padre no valen nada como ninjas—aseguro Uchiha jr.
De pronto dio un paso atrás. Los ojos rojos le dieron mala espina.
¡Tu! ¡So imbécil! ¡Voy a enseñarte lo que es un ninja de verdad!—dijo el peliplateado.
Ambos sacaron sus kunais y empezaron a combatir. Uzumaki era tan rapido y diestro como el Uchiha pero en verdad no sabía ni de ninjutsu, ni de genjutsu, y tampoco taijutsu por lo que 10 minutos después Kitsune tenía problemas.
Lo que dije. ¡Fracasado!—gritó el pelinegro muy feliz consigo mismo.
Debes sentirte muy feliz golpeando a los indefensos—dijo el ojos azules.
No es nada inusual por aquí—explicó el descendiente de Sasuke.
Eso no lo hace correcto—retrucó muy enfadado el otro.
Uchiha lo miro con su ceño fruncido y ladeando la cabeza mientras sus ojos esmeralda lo miraban fijamente. Que chico tan raro era ese crío.
¡Esta claro que no serás un ninja jamás pensando así! No perderé mas mi tiempo contigo—dijo el otro y volteó.
A ti te golpeaban de chico. ¿No? ¿Por eso eres tan amargado, verdad?—preguntó Yakushi.
Ishin volteó y lo miro de frente. Estaba realmente furioso.
Deberías proteger a los que son como tu no ser un maldito o terminarás en la cárcel como tu tío—dijo Uzumaki.
¿De que hablas? mí tío no esta preso—dijo el joven pelinegro.
Lo esta. Si que si. Lo que pasa es que no te lo han dicho para que no des problemas—le aventó en la cara el de las marcas en el rostro.
Ishin abrió grande los ojos y se fue de ahí—una sonrisa traviesa atravesó el rostro del hijo de Naruto.
Ishin fue a ver a su madre y al no encontrarla preguntó a su asistente donde se encontraba pues sabía que a esa hora la pelirrosada solía hacer sus rondas.
Descubrió algo mucho mas sorprendente que donde tenían a su tío.
Bueno. Lo importante es esto. Su gestación y su crecimiento han sido precoces. Según los análisis que le hemos practicado su metabolismo esta muy acelerado. Quizás por las razones especiales que lo rodearon en su gestación o por tener el cachorro del Kyubi dentro desde estapero…--exclamó ella.
Metabolismo acelerado—repitió el rubio. ¿Eso es malo?—preguntó luego.
Ella lo miro gravemente. — ¡Si, Naruto! Si su metabolismo no desacelera en un término de 17 semanas tu hijo alcanzaría los noventa años biológicos y eso es más o menos el periodo de vida de un humano normal. ¿Entiendes? En más o menos ese tiempo tu hijo podría… Es decir…--trató de explicar la médico sin poder encontrar el valor para decir la dichosa palabra que tanto le asustaba mencionar.
--¡Morir! ¡Dilo con todas las letras! ¡Mi hijo va a morir!—grito Uzumaki al borde de la histeria.
Estaba tan shockeado que hizo un pequeño ruido pero sabía que los otros le habían oído así que decidió desaparecer.
No podía creerlo. El chico se veía de su edad. Aunque sabía que era menor. No pensó que un niño como el podía llegar a tener los días contados.
Sin saber como se descubrió pensando en Kitsune con pesar. Sacudió la cabeza. Eso no era propio de él. Se levanto de la banca en la que se había sentado, molesto consigo mismo.
Entonces apareció uno de esos chicos que siempre le molestaba por ser un Uchiha. Estaba acompañado de otros genins a los que dijo:
La verdad me asombra la capacidad de la Hokage para tropezar varias veces con la misma piedra. La piedra Uchiha—
No molesten—advirtió el pelinegro cabreado y observo como lo rodeaban.
¿Qué dicen chicos si le hacemos un favor a la aldea y nos deshacemos de la basura?—preguntó el que tenía poder de decisión en el grupo.
¡Pero Matsu! Es el hijo de la Hokage—dijo uno de los chicos algo cohibido por ese hecho.
¡Eso no importa! Si esa sabandija desaparece creerán que se fue con su tío de nuevo—explicó envalentonado Matsumoto.
Los otros asintieron. Sabían que era cierto.
Ishin se preparó mentalmente para la batalla ideando estrategias con las que dejar por el suelo a esos inútiles.
¡Hey!—grito una desconocida voz para los atacantes pero familiar para el Uchiha. --¿Qué se supone que creen que hacen? ¿Son muy valientes, no? 5 contra 1. Muy parejo—dijo el peligris saliendo de las sombras.
¡Tu cállate Uzumaki! ¡No te metas en mis cosas!—grito el ojos verdes.
El otro lo miro ladeando la cabeza.
¿Uzumaki? ¿Tú eres el hijo de Naruto Uzumaki? ¿El nuevo jinchuriki?—preguntó Matsumoto y el otro solo asintió mientras Ishin se ponía algo celoso pues el otro se robaba la atención. —Entonces deberías estar de nuestra parte. Este monstruo es un traidor como todos los Uchiha. Lo mejor es deshacernos de toda su maldita familia—añadió el líder después.
Kitsune miro al pelinegro de ojos verdes con una interrogante en la mirada y luego miro a los demás y contestó—Ahora veo porque los odia si siempre lo han tratado así no tenía de otra. Además no es muy brillante que digamos—a Ishin se le puso roja la cara de furia—No sabe ver cuanto miedo le tienen pero yo lo veo. Si el bobo me capturo fue por pura suerte y no le guardo rencor porque estaba influenciado por el idiota mayor que es su tío. Ahora ustedes váyanse por las buenas o me veré forzado a sacarlos a patadas en el trasero—todo lo dijo muy sonriente.
Con que tu eres también un traidor dijo entrecerrando los ojos el chico llamado Matsumoto.
Cuidado como me llamas pendejo o sino voy a dejar que mi kyubi salga a divertirse y te coma las entrañas—advirtió entre molesto y divertido al ver que los 5 “Valientes” ponían los ojos como platos. A nadie le divertía la idea de ser comido por una bestia ancestral. Lo que algunos contaron después de la pelea Uzumaki vs. Uchiha, lo que contaron los que no la vieron, hablaba de gente desgarrada por la mitad y ninjas que desaparecieron en los monstruosos estómagos.
Ahora veo porque lo defiendes. Eres tan monstruo como él—dijo el tembloroso líder.
¡Arrrrgggghhhhh! ¡Arrrrrggghhh! ¡Arrrggghhh!—gruñó el peligris para asombro de todos. --¡Váyanse! No podré contenerlo por más tiempo. Está hambriento—grito luego para espanto de los 5 que desaparecieron como por ensalmo. – ¡Tengo que averiguar como se hace eso!—exclamó tranquilo al instante. –Me sería muy útil con oka san y con la oba chan—añadió sonriente.
Ishin estaba pasmado. ¿Todo ese teatro era para alejar a esos molestos? – ¡No debiste intervenir! ¡Yo podía perfectamente solo contra ellos!—dijo algo contrariado el menor de los Uchihas.
De nada—dijo para su asombro el ojos azules antes de agregar—Si le hubieses hecho daño luego sus papás molestos irían con tu mamá o peor, intentarían darte una lección. Tal vez te enviarían preso--.
Así que lo hiciste por mí—dijo el otro desconfiado.
¡Órale carnal! ¡Veo que se te están prendiendo las luces en la azotea!—dijo con un tono chistoso el Uzumaki.
¿Qué dijiste?—pregunto descolocado el Uchiha.
Que eres muy inteligente—dijo sonriente el hijo de Yakushi. Había heredado su habilidad para mentir.
Pues hace un rato dijiste lo contrario—recordó el ojiesmeralda.
¡Ah, eso! Fue para que se fueran mas contentos pero no me funcionó—mintió esta vez Kitsune.
¡Tengo hambre! ¿Vamos por leche?—preguntó Yakushi.
¿Leche? ¿Acaso eres un bebé?—pregunto frustrado y molesto el hijo menor de Haruno.
Los ojos azules se aguaron e increíblemente hizo puchero.
.
Naruto quería asegurarse de que su hijo seguía ahí para por su tranquilidad poder descartarlo como el que oyó su conversación con Sakura. Por eso hizo varios kagebunshin y escaló el dichoso árbol para encontrar su copa para encontrarla vacía.
Estaba tan concentrado que lo tomo por sorpresa alguien que abrazándole por detrás lo llevo contra el tronco cercano.
¿Qué buscas Naruto? Quizás pueda ayudarte—dijo el que le sorprendiera.
Uzumaki volteó para ver el rostro del que le hablara, aunque la voz se le hacía familiar. Al verle la cara exclamó con sorpresa--¿Qué rayos estas haciendo Shikama…--
No pudo terminar porque el otro lo ciñó contra sí y le besó apasionadamente.
Con esfuerzo el rubio logró alejar algo al pelinegro y le dijo--¡No hagas esto!—
¿Por qué? ¿Quieres decir que solo Kabuto Yakushi te gusta? ¿Por eso el sí puede hacerte esto y yo no?—preguntó el del Go.
Eso no es de tu incumbencia idiota. Lo que hago con ese estúpido de Yakushi es asunto mío. Francamente creí que eras mejor tipo pero veo que me equivoqué—dijo furioso Naruto.
No tenía idea de que él te gustara tanto—dijo el otro muy divertido.
¡Shikamaru Nara! ¡Estás jugando con tu suerte!—dijo furioso el ojos azules.
¡Que bueno, porque me encanta jugar contigo!—respondió el de ojos negros muy sonriente.
¡Aparta o no sonreirás mucho después de que te baje todos los dientes!—grito el ofuscado jinchuriki.
Todavía recuerdo el baño que tomamos juntos—dijo el estratega confundiendo al rubio. —O cuando solo llevabas puesta una sábana—agregó después.
Después de un momento el otro frunció el ceño—Lo dicho. ¡Eres un idiota!—grito enfadado Naruto.
¿Acaso quieres que ande con mi linda cara por aquí? ¡Podrían atraparme!—dijo el disfrazado de Nara.
¡Ojala lo hicieran!—dijo el ojos azules, rojo de rabia e incómodo.
¿En serio? Pensé que me extrañarías si lo hicieran—dijo Yakushi.
Si. Como se extraña un cayo—dijo Uzumaki con los ojos entrecerrados.
¡Oh! Pero un cayo no puede hacerte las cosas que te hago yo—contestó Kabuto con voz ronca.
A Naruto se le subieron los colores.
Igual no tienes forma de escapar—exclamó el ojiacerado.
El rubio sonrió y al otro le recorrió un mal presentimiento.
En un momento el clon que abrazaba se hizo humo y como 7 más saltaron desde las ramas sobre él.
El verdadero jinchuriki desde una rama lanzo su típica risa.
¡Jejejeje!—rió. --¿Con que eres muy listo, no?—se burló después.
¿Si era un clon porque no desapareció cuando golpeó el árbol?—preguntó Yakushi agarrado de pies y manos.
¡No me ofendas! ¡Mis clones no son tan débiles!—dijo el rubio con cara de sabelotodo experto.
Entonces le tocó el turno de sonreír a Kabuto y a Naru de preocuparse.
El clon de Yakushi explotó llevándose a los demás con él.
¡Perro!—grito el rubio frustrado.
¡Eso eres tú! ¿Pero que soy yo?—preguntó el peliplateado a sus espaldas.
Cuando volteo enfurecido los labios del otro atraparon los suyos.
¡Uh! ¡Rayos… mmmnnnn… tus labios… mmmmnnnn… saben tan bien, Naruto!—dijo de pronto el disfrazado. --¡Quiero llevarte a la cama… mmmnnnn!—agregó en su boca.
¡Idiota per…. Mmmmnnnn… …vertido!—dijo el rubio mientras la mano del otro se paseaba por entre sus cabellos de la nuca para profundizar el beso y la otra se paseaba por su trasero. Su rodilla luchó por entrar al espacio entre ambas piernas del jinchuriki y luego friccionó con su muslo la parte mas sensible del otro y cuando el ojos azules, que se había resistido al paso de su lengua de cavidad a cavidad, abrió su boca en un gemido Yakushi aprovechó para introducir en el otro su sonrosada testeadora y sintió como el otro lo abrazaba en una muda rendición.
El peligris disfrazado de Nara empezó a luchar por bajarle los pantalones al otro y este de pronto comenzó a luchar.
Te… tenemos que… ahhh tenemos que hablar—dijo el rubio a punto de perder la conciencia por el placer que las caricias que el otro le estaba proporcionando.
--Hablar es aburrido, Uzumaki. Prefiero hacer algo distinto contigo—dijo el ninja renegado.
No. Esto es… importante—dijo el rubio entre besos.
Después Naruto, después—dijo mientras lo recostaba en la hierba y empezaba a quitarle toda la ropa. Primero un hombro quedó descubierto, y una boca golosa se paseo por la piel recién descubierta, para luego repetir la misma operación con el otro hombro.