CAPITULO 18.- RETO.
-¡MIERDA SIGUE TRAS DE MI!.
El peli rosa seguía corriendo con todas las fuerzas que le permitían sus piernas, quería perderle de vista a como diera lugar, siguió en su carrera sin rumbo fijo hasta que…
¡ZAZ!
Se vio detenido por una enorme piedra en el camino, apretó los ojos y sobaba su rodilla pues le dolía aquel tremendo golpe del cual era protagonista, como pudo llego a una de las bancas que ofertaba aquel parque al cual había ido a parar. Unos momentos después recordó que veía huyendo del escritor así que dio una revirada rápida al lugar sin encontrar rastro alguno de Yuki.
-Gracias buda- exclamo un poco mas tranquilo y ahora desplomándose en aquella banca blanca, su cansancio y la caída lo ameritaban sin duda alguna, paso un rato hasta que el raspón que se dio en la rodilla comenzó a arderle lo primero que hizo fue ver si no era profunda la herida y con la mano trataba de quitar la tierra que se había quedado en su piel. Pasaba el tiempo al ver su herida comenzó a maldecirse pues después de todo estaba sufriendo por una completa tontería que había cometido.
-¡que idiota! – se decía a si mismo- ¿Cómo se me ocurrió ir y encararlo? Si él… -bajo la mirada –no se había dado cuenta que paso junto a mi…
-FLASH BACK-
Comía un delicioso helado de fresa con cubierta de chocolate, dio algunos lengüetazos mientras recorría aquel centro comercial al darse cuenta que en pocos días seria el cumpleaños de su gran amigo Hiro comenzó la búsqueda de un “regalo decente” que pudiera darle al pelirrojo, pensaba en algo que realmente le gustara o que si fuera a utilizar, ensimismado en sus pensamientos termino rápidamente y casi sin darse cuenta aquel helado un poco triste vio el vaso vacio torcio la boca pero no le quedaba mas que ir al bote mas cercano para depositar la basura, en eso estaba cuando una idea ilumino su mente.
-¡BINGO!- recordó la tienda de instrumentos musicales que tenia sus aparadores en la parte exterior de aquel enorme lugar, sus pasos lo llevaron directo y justo frente a el estaba el regalo perfecto, una hermosa guitarra roja.
-¿le gustara el color?- se preguntaba a si mismo pero al instante quedo convencido por completo pues si imaginación voló a tal punto de poder ver a Hiroshi con aquella guitarra y hasta juego hacia con su cabellera. El peli rosa seguía hundido en sus pensamientos hasta que volteo a su lado izquierdo su mirada fue atraída por un hombre vestido con un pantalón beige y una camisa blanca, cabello rubio, finas facciones.
-Yu… ki – dijo en un hilito de voz.
Movió la cabeza en señal negativa – no puede ser el no viste de esa forma debe ser alguien que se le parece mucho- trataba de convencerse hasta que lo tuvo mas cerca su respiración se entrecorto.
-esos ojos- en efecto aquellos ojos dorados eran inconfundibles no por nada llevaba mucho tiempo mirándolos al despertar. –Es él- trago saliva con dificultad, estaba estático no sabia como reaccionar cuando le hablara tal vez le diría algo como “no voy a regresar”, o un “vete” inclusive pensaba en que si le hablaba lo ignoraría, pero no fue así… en su lugar el rubio siguió su camino sin siquiera inmutarse.
Pasaron unos segundos sin que el peli rosa hiciera algo estaba congelado por la impresión, al caer en cuenta que lo había ignorado sintió la sangre le hervía por dentro y casi en automático sus piernas se pusieron en acción caminando en dirección al rubio.
-Yuki…
No tuvo respuesta, como siempre quiere ignorarme pensó, apretó un poco el paso- pero esta vez no será así … ¡YUKI DETENTE INFELIZ!.- seguía gritando.
Le dio alcance muy pronto y casi sin darse cuenta estaba pegándole con los puños cerrados en el pecho.
-¡MUERTE YUKI!, MUERE… TOMA, TOMA …
Seguía pegándole inclusive uno de sus puños dio justo en una de sus mejillas y el rubio no hacia nada por pararlo es más llego a verle ausente y apenas articulando algunas palabras.
-espera…
No tomo atención y siguió con su tarea.
De la nada sintió el agarre del escritor tomándole de las muñecas para inmovilizarlo.
-espera…- frunció el seño y tenia cara de extrañado- ¿Qué te sucede?.
La ira lo invadió -¿y todavía lo preguntas?- ¿Cómo es posible tanto cinismo? Pensaba el peli rosa y si las miradas mataran el ojimiel hubiera muerto en ese momento pues Shuichi con su mirada decía todo inclusive llego a forcejear un poco mientras decía-¡SUELTAME YUKI!.
Un poco después logro zafarse del agarre posteriormente comenzó a correr quería perderle de vista.
FIN DEL FLASH BACK.
Una vez recordado lo acontecido se quedo pensativo reprobándose por sus actos.
El ojimiel regreso al lugar donde estaba parqueado su auto seria lo mejor esperar a ese par, de todas formas su presa corrió cual antílope y le había sido imposible alcanzarlo, unos minutos después pudo divisar que ya regresaba su hermano con el pelinegro y traían consigo un buen cargamento, sin pender tiempo llegaron se fueron directo al departamento del ojimiel.
Horas después…
El ojimiel abrió los ojos para incorporarse, se había quedado dormido tras la “tarde loca” que había pasado con ese par y justo en el otro sillón yacían dormidos tanto el ojiazul como el pelinegro uno junto al otro y en sus costados una gran pila de cervezas sin contar las de la mesa central, al ver la escena el ojimiel rio socarronamente.
-bueno al menos se que no van a hacer nada esta noche.
Dejándolos tomo camino a su habitación realmente pensó que era la primera ya que era la mas grande, la inspecciono solo pudo notar que la cama era demasiado grande para uno solo pero igual no se quejo estaba lo suficientemente ebrio como para hacerse mas preguntas solo puso su cabeza en la almohada cayendo rendido por el cansancio.
-12:35 p.m.-
Abrió los ojos a un nuevo día listo para iniciar la búsqueda de su pasado, su primera parada fue la cocina, tenia que prepararse una buena taza de café cargado la cruda realidad ya estaba haciendo sus estragos y no era para menos había bebido demasiado. Dio unos tragos a su bebida después con calma salió de la cocina hasta llegar a la sala escuchando aquel concierto de ronquidos provenientes de aquel par de borrachos desplomados en los sillones, la habitación olía a cigarro y cerveza en exceso ahora agradecía aun más que se hubieran quedado dormidos sin hacer nada no hubiera sido agradable agregarle alguna otra cosa a esta situación.
-mejor abro la ventana.
Su búsqueda inicio en su estudio a simple vista estaba todo ordenado el escritorio de vidrio lucia una capa de polvo por el tiempo que había estado sin actividad, encima tenia una laptop, un librero enorme atestado de libros pegado a la pared. Tomo asiento en la silla del escritorio también se dio cuenta del archivero al lado derecho lo abrió encontrando algunos folders con documentos personales y entre ellos un documento en particular, su contrato con la editorial como escritor y en letras remarcadas “seudónimo Yuki Eiri”.
-ahora entiendo, ese chiquillo me llamo por mi seudónimo –feliz por logran encontrar una pequeña explicación fue a su cuarto abriendo el enorme closet del lado derecho encontrándose como lo esperado camisas, corbatas, cinturones, trajes, pantalones y demás cosas usadas para la vestimenta ahora abrió el lado izquierdo y …
-¿nada?- frunció el seño extrañado- ¿Por qué no hay nada?
Tatsuha al escuchar ruido en la habitación se dirigió a ella.
-¿te ayudo?
-no; estoy bien solo…
-sigues sin recordar-completo la frase.
-si pero ya voy mejor- le decía un tanto convencido.
-bueno pues creo que seria bueno que vieras a la persona a la cual has tratado constante en estos 3 años, bueno eso dice Paul y pienso lo mismo.
-¿a quien?
-Shuichi el ….. Hay se me olvida que se te borro el casete déjame te muestro- buscando en su celular en las imágenes encontró una donde estaba su cuñado sonriente como siempre.-mira es él.
-entonces su nombre es Shuichi …¡vaya!, me lo tope ayer
-¿enserio? ¿y que te dijo?.
-pues primero llego corriendo se me lanzo y comenzó golpeándome el pecho me dijo que me muriera bueno sus palabras fueron "muérete Yuki, muérete".
-¿le dijiste algo?
-nada ni oportunidad tuve, pero es interesante lo que dices –se rasco la barbilla- necesito verlo ¿puedes contactarlo?
Tatsuha sabia que el momento había llegado después de tanto tiempo sin pagar por su culpa al fin tendría que hacerle frente sin mas acepto.
-uff, pues haber que pasa- Tatsuha marco el numero de la disquera esperaba paciente hasta que escucho la voz de la recepcionista.
INICIO DE CONVERSACION TELEFONICA.
RING, RING.
-Disquera NG buenas tardes.
-hola Miduru, soy Tatsuha Uesugi.
-oh, un gusto volver a escucharle Sr. Uesugi.
-¿Señor?, pues si no soy un viejo no llego ni a los 20 años.
-lo siento – se escuchaba el tono de la chica apenada.
-no te preocupes, un favor podrías comunicarme con Shuichi.
-claro en un momento.
-gracias Miduru, solo un favor más, no digas que soy yo.
-pero…
-no te preocupes, puedes decir que es para concretar una especie de entrevista, al fin que no va a ser una mentira.
-es que…
-por favor Miduru, en verdad necesito hablar con el.
-esta bien, en un momento lo comunico joven.
-gracias.
Paso un momento en espera el joven monje hasta que por fin del otro lado de la línea se escucho la voz del peli rosa.
-¡Hi!- saludaba alegre.
-Shuichi, un poco de tiempo sin …
CLICK.
FIN DE LA LLAMADA TELEFONICA.
El pelinegro se quedo con el auricular en la mano sinceramente ya se esperaba una respuesta de ese tipo por parte de su cuñado soltó un pequeño gruñido que llego a oídos del ojiazul entretenido en aplastar una a una las latas de cerveza para después ponerlas en aquella enorme bolsa ya prevista.
-¿y eso?
-Shuichi el “educado” me volvió a colgar el teléfono.
Se alzo de hombros- necesitamos un plan en el cual no pueda negarse.
-¿estas pensando lo mismo que yo?
-lo dudo.- rio burlonamente.
Tatsuha le dedico una mirada seria.
-ok, ya quita esa cara solo era una broma- coloco la mano en su barbilla- el secuestro es una buena opción.
El ojinegro le dedico una mirada lasciva-yo había pensado en una buena sesión de sexo desenfrenado para después poder pensar algo, pero me gusta tu idea.
-ni me tientes –volteo el rostro de lado mirando hacia arriba- estamos en algo importante además…
-¿además?- lo recorría de arriba abajo, mientras alargaba la palabra.
-estamos en el departamento de tu hermano y por si no te acuerdas esta en su recamara.
-pero no en el baño- le sonrió de lado mientras le clavaba su mirada.
Jalo aire mientras cerraba los ojos- uff, no ocupes esa mirada conmigo Tatsuha-
-ya estas cayendo- se reía el pelinegro.
-¡pues claro que si mocoso del demonio!- decía un poco exaltado, se cruzo de brazos Paul iba a continuar hablando cuando ambos escucharon la puerta del baño cerrarse.
-por eso decía que mejor pensamos en como traer a tu cuñado.
Ambos tomaron asiento en uno de los amplios sillones mientras Tatsuha dibujaba como estaba ubicado el edificio Paul anotaba las posibles opciones que tenia para atrapar a su presa.
-¡listo!.
-tiene que resultar.
La tarde había sido productiva para la disquera NG pues los chicos de Bad Luck habían grabado ya un nuevo sencillo, después de una tarde productiva de trabajo el ojivioleta se entretenía comiendo una galleta de chocolate, de hecho llevaba mucho tiempo masticando aquel pequeño pedazo, aburrido recargo su mejilla en su brazo recostándose en la mesa, con la mano libre dibujaba con su dedo aquella publicidad de la mesa.
Cerro los ojos dejándose llevar por el silencio que reinaba el lugar -Y cuando decía que estaba ya curado de ti ,llegas para en 5 minutos desplomar lo que me llego más de un mes en construirse, estaba tan sumido en esa idea que se quedo dormido por algunos minutos.
-Joven Shindou- una chica le toco el hombro con fin de despertarle.
-mmm…. – abrió los ojos dándose cuenta de donde estaba.
-siento despertarle pero ya es un poco tarde y tengo que limpiar la mesa.
-si- el sabia perfectamente que aquella chica tenia razón, metió las manos a los bolsillos de la chaqueta, daba pequeños pasos para salir de la disquera sinceramente no tenia ganas de ir a casa así que tomo el camino mas largo que era el parque ubicado en la parte trasera de la empresa arrastraba sus pies como queriendo patinar en el sendero iluminado gracias al alumbrado de la ciudad, de la nada se detuvo alzando los ojos para ver en su totalidad aquella luna resplandeciente.
-¿Por qué no solo olvido lo que paso con ese encuentro?- dijo como sosteniendo un dialogo con la luna tal vez buscando una respuesta, pero en su lugar solo se escuchaba el sonido de los grillos.
-veo que tu también piensas en ello- la voz que le dio respuesta se escuchaba justo detrás de el, asiéndole ponerse alerta quería que no fuera quien temía que era, volteo despacio topándose con el escritor , rio nerviosamente -¿Por qué a mi? – quiso pegar la carrera pero antes de que pudiera reaccionar Yuki ya lo sujetaba con ambos brazos acercándolo a su cuerpo.
--no te vayas- se escucho solo en un susurro en el oído –no lo hagas Shuichi…
El menor no podía articular ninguna palabra le había agarrado una especie de bloqueo y todo por haber escuchado pronunciar al escritor su nombre, Yuki siguió hablando despacio dejando su aliento recorrer cada una de las sensaciones que producía esa situación.
-necesito hablar contigo, dame unos minutos – sintió el joven quería oponer resistencia y el también lo hizo- solo te soltare si me escuchas.
Pasaron en silencio absoluto un minuto tal vez dos, al ver que no tenia salía decidió aceptar después de todo realmente no tenia nada que perder solo escuchar y hacerle frente a lo que sabia que en algún momento pasaría, ambos se encararon quedando frente a frente bajo la luz de una de las lámparas del lugar.
-el encuentro de ayer no fue el mejor.
-tienes razón y yo no le encuentro caso a esto, mejor me voy.
-¿acaso siempre huyes de lo que no quieres enfrentar?, o ¿tienes miedo?- se escucho retador el rubio.
-no estoy huyendo.
-entonces quédate por lo menos a escucharme.
-esta bien- decía molesto- después de eso me iré.
Eiri espero paciente la respuesta de aquel chico frente a sus ojos entre tanto saco un cigarrillo para poder estar mejor en esa platica no sabia que tan acalorada pudiera ser.
-hay… algunas cosas que me gustaría saber por ejemplo el por que estas tan enojado.
El peli rosa se puso un poco rojo y por su mente pasaron uno y mil insultos, apretaba sus puños con fuerza. Eiri noto las expresiones y gestos de Shuichi.
-tranquilo déjame continuar- lo vio torcer la boca aun así continuo- lo único que puedo decirte es que hace casi 2 meses tuve un accidente en carretera y a partir de ahí cambio mi vida radicalmente supongo- suspiro- no se quien soy, no recuerdo mucho de mi vida tengo amnesia por eso no se que te sucede.
-¿amnesia?, fue lo mejor que se te ocurrió – lo miro frunciendo el seño- no inventes por favor.
-es verdad lo que digo.
-pruébalo- ahora Shuichi era quien retaba después de todo estaba casi seguro que no seria verdad.
-tengo pruebas solo acompáñame por ellas están en mi apartamento.
-eres un mentiroso.
-no tengo necesidad de mentir, simplemente quiero saber que diablos esta sucediendo.
Shuichi cayo en la cuenta que el ojimiel tenia razón, el no tenia necesidad de mentir realmente en ningún momento lo había hecho en el lapso de la relación que había llevado.
-esta bien vamos.
Eiri camino de regreso a la empresa NG donde estaba parqueado su auto, y Shuichi lo seguía un tanto desconfiando de la situación, todo esto había sido observado por el hermano del escritor y Paul quienes estaban en el auto del pelinegro entretenidos por la escena.
-entonces tu hermano nos frustro el plan.
-¿A dónde irán?
-solo hay un modo de saberlo- encendió el auto para seguir a la pareja hasta llegar a edificio donde tenia su departamento el ojimiel.
Un silencio sepulcral reinaba en el automóvil, Shuichi se entretenía mirando la ventana viendo pasar a las personas hasta llegar al enorme edificio donde era el hogar del escritor, subieron al ascensor parando en el 3er piso, salieron del lugar parando justo el la puerta que había sido abierta en ese momento.
-no entrare.
-esta bien.
Solo se le vio al rubio entrar al lugar dejando la puerta entreabierta, el menor movia los dedos rápidamente por el nerviosísimo.
-que buen cuento te has inventado Yuki, con todo y actuación- trataba de convencerse que no era cierto -y ahora saldrá a decirme que no encuentra los papeles y que mejor entre por que hace frio, pero olvídalo … no lo are.
Unos minutos después regreso con un folder color amarillo entregándoselo a aquel joven incrédulo, este lo abrió y lo primero que tuvieron sus orbes a la vista fueron las imágenes del coche volcado, después el informe de la seguradora indicando lo sucedido y por ultimo la hoja donde marcaba el diagnostico.
-amnesia –susurro.
-Te lo dije…
Con los papeles en mano ahora caía en cuenta de lo sucedido, sabia que al menos en esa parte el rubio no mentía, pero la situación era aun mas grave.
–no me recuerda – hablo tan bajo con un tono inaudible, hace una semana se había puesto a pensar en el momento de encontrárselo nuevamente y pedirle una explicación del por que lo había engañado estaba preparado para un "me dejaste mucho tiempo solo y por eso estuve con alguien mas" y tal vez después le hubiera dicho algo como “si quieres regresar hazlo pero no me voy a disculpar por lo que hice" pero ahora todo cambiaba ... si ni siquiera recordaba quien era, mucho menos la relación que tenían, el amor… sabia que esto era peor que el exilio por que solo el había sufrido.
-Shuichi…
Alzo el brazo izquierda con la mano extendida en señal de espera…
CONTINUARA…