Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Bajo la máscara por lizergchan

[Reviews - 19]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Tsk -_- que problematico

Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, sino a la BBC, este fic lo hice solo y únicamente como diversión.


Parejas: Arthur x Merlín y ¿? x Merlín.


Advertencia: Contiene Yaoi.


Beta: Usarechan


 


 


OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO


 


 


Capitulo 2.- Magos


 


 


Era una hermosa tarde; Merlín llevaba ya más de una semana viviendo en ese lugar, sus heridas habían sanado casi por completo gracias a los cuidados y la magia de Juliet. Estaba fuera de su habitación dando un paseo por el castillo y sus alrededores, familiarizándose con su hogar temporal; sus pasos lo condujeron hasta el campo de entrenamiento donde Richard y sus hombres entrenaban, al ver a Merlín no pudo evitar los recuerdos de Arthur, ¿Estaría bien? ¿Lo estaría buscando? Seguramente no, era probable que su padre lo hubiese convencido para que se olvidara de él, después de todo era un simple sirviente y lo que era pero… un practicante de magia.


 


—Merlín —saludo el príncipe acercándose a él, se quitó el yelmo para mirarlo a los ojos — ¿Qué sucede? —preguntó al verlo triste.


 


Merlín trató de decirle que no le sucedía nada pero resultaba inútil, Richard parecía poder leer sus pensamientos y ver tras sus mentiras como si fuese un libro abierto.


 


—No te preocupes Merlín —le dijo sonriéndole —, envié a un mensajero para averiguar si Arthur estaba en problemas y decirle que te encuentras bien.


—Se lo agradezco —Merlín en verdad estaba agradecido, jamás se imaginó que un miembro de la realeza (aparte de Arthur), pudiera llegar a ser tan amable con un simple siervo, en especial cuando era un “enemigo” de un reino aliado.


 


 


Después de una pequeña platica, Richard invitó a Merlín a participar en el entrenamiento pues, según sus palabras, Merlín necesitaba convertirse en un caballero si es que quería estar nuevamente con Arthur, el joven mago no estaba del todo convencido; los caballeros parecían verlo con recelo, otros con curiosidad y unos cuanto con desprecio mal disimulado.


 


 


Algunas horas después; Merlín acompañó a Richard en sus deberes reales. Ya las personas comenzaban a murmurar sobre el extraño joven y el repentino apego que su príncipe tenía para con él. Aquellos rumores habían llegado ya hasta los oídos del joven mago quien no pudo evitar el preocuparse.


 


 


—No te preocupes Merlín —le dijo Juliet mientras le cambiaba el vendaje —. Los rumores son como las olas del mar, pueden parecer monstruosas pero se van haciendo pequeñas al llegar a la orilla —Merlín tan solo asintió con la cabeza no muy convencido de las palabras de la pelirroja. Suspiró pesadamente con los ojos cerrados, era mejor cambiar de tema.


—Juliet, tú usas magia —ella asintió un tanto confundida — ¿El príncipe Richard o el rey lo saben?


 


Juliet comprendió en ese momento a donde quería llegar su amigo; tenía miedo de ser ejecutado por el rey William o peor aun, que lo enviara de regreso a Camelot para que Uther decidiera su destino y era comprensible; ella misma había experimentado en carne propia lo que era sentir a que terror de ser descubierta. Camelot no era para nada un lugar al que personas cómo Merlín o ella pudiesen tomar como un lugar tranquilo donde vivir sin sentir ese sentimiento de vacio y preguntarse ¿será hoy el día que me descubrirán y enviaran a la hoguera?


 


—Claro que sí —le respondió sonriente —. Nosotros dos no somos los únicos con magia aquí, ¿sabes? También Lord Draco posee magia.


— ¿Lord Draco? —cuestionó Merlín confundido ante aquel nombre tan raro.


—Es el hombre de mas confianza del rey —respondió —, es alguien muy extraño pero muy sabio y un poderoso hechicero… estoy segura que lo conocerás pronto.


 


 


OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO


 


 


El rey William era un hombre maduro de negros cabellos que le llegaban a la mitad de la espalda; tenía un mechón blanco del lado derecho que le daba un aire sexy, poseía un cuerpo algo musculoso y unos profundos ojos negros. Por otro lado; Lord Draco poseía un cuerpo algo más delgado pero masculino; su cabello era rubio, casi blanco y poseía unos ojos grises poco comunes. El hombre era un hechicero poderoso pero con un secreto que solo su amigo y rey conocía.


 


— ¿Puedo saber de que se trata? —el aludido tan solo sonrió de medio lado antes de alejarse de su rey a todo galope en dirección al castillo.


 


William parpadeó un par de veces antes de estrechar los ojos; algo tenía entre manos ese rubio excéntrico. Ordenó a sus hombres que apresuraran el paso, tenía curiosidad por saber que era lo que pasaba por esa cabecita.


 


 


En los establos reales; una niña de ocho años se encontraba jugando con un pequeño potro de dos semanas de nacido. La niña era muy parecida a Richard; tenía el cabello largo, rubio platino de hermoso ojos miel que irradiaban inocencia; ella era la princesa Natasha, la hija menor del rey William.


 


—Los establos no son lugar para una princesa —habló la gruesa voz de Lord Draco. La niña le sonrió, lanzándose a sus brazos. La princesa sentía un gran afecto por aquel hombre y Draco parecía sentir lo mismo por la niña.


— ¡Draco que bueno que ya estés de regreso! —exclamó la niña entre los fuertes brazos el hombre.


— ¿No hay un abrazo para mí? —habló el rey fingiéndose dolido.


— ¡Papá! —chilló la niña separándose del rubio para abrazar a su progenitor — ¡Los extrañe mucho!


—Yo también te extrañé mi pequeño sol —le respondió el monarca llenando de besos la carita de su niña.


— ¿Dónde está su hermano, princesa? —le preguntó Lord Draco, la niña se encogió de hombros; no había visto a su hermano desde asía una semana.


—Debe estar jugando con la zorrita que encontró —comentó con inocencia ganándose una reprimenda y un sermón por parte de su padre—. Pero eso fue lo que me dijeron los sirvientes —se defendió la niña derramando algunas lágrimas. El rey suspiró con cansancio, cargó a su hija y le pidió disculpas.


—Enviare a alguien para que le avise a Richard que deseas verlo —el rey asintió antes de salir de los establos con su hija.


 


 


Cuando Richard se enteró lo que los sirvientes decían de Merlín y de él se molestó, pero al saber que se lo decían a su pequeña hermana lo hizo desear matarlos con sus propias manos, ¿Cómo se atrevían esos bastardos a usar un vocabulario vulgar frente a una pequeña dama?


 


— ¿Entonces no es una zorra? —cuestionó la niña aun creyendo que se trataba de un animalito y no una persona.


—No —respondió secamente. La niña hizo un pucherito.


—Yo quería tener un zorrito de mascota —se quejó la niña. Fue ahí que los tres adultos comprendieron por donde iba el asunto.


—Natasha… Merlín no es ningún animal —le exclicó su hermano colocándose a su altura —. ¿Recuerdas al joven que traje herido? —ella asintió —Bueno, es él.


— ¿Puedo conocerlo? —su hermano asintió diciéndole que fuese con Juliet y que ella la llevaría a verlo. Cuando la niña se fue; el rey y Draco miraron al príncipe como esperando una explicación.


 


—Merlín es el sirviente personal de Arthur —comenzó a hablar —, hace mas o menos dos semanas lo encontré cerca del camino que lleva al bosque; estaba muy mal herido y decidí traerlo para que Juliet lo atendiera.


— ¿Y que hace ese joven aquí y en tales condiciones? —lo cuestionó William comenzando a sacer sus propias conjeturas.


—Es mago… —William abrió los ojos de par en par. De acuerdo, eso no era lo que él había pensado.


—Así que supongo que fue descubierto y escapó de Camelot, aunque muy apenas —comentó Draco.


—Eso o Uther descubrió que él y Arthur son amantes —agregó ocasionando que los dos se atragantaran con su propia saliva.


— ¿Es acaso una broma? —cuestionó William sorprendido. Desde que Arthur era un niño estaba enamorado de Morgana y jamás se imaginó que pudiese llegar a gustarle alguien de su mismo sexo.


—Nunca bromearía con algo como eso, padre —dijo con seriedad. Draco frunció el ceño y apretó los dientes.


— ¿Entonces Merlín fue descubierto por el rey de Camelot mientras realizaba magia o algo… intimo con ese príncipe? —cuestionó Draco en un tono que ni siquiera William fue capaz de identificar… al menos no del todo.


—No tiene caso indagar en la vida privada de los demás —cortó William sin despegar la mirada de su hijo quien se le veía bastante molesto y con deseos de lanzársele a la yugular a Lord Draco.


— ¿Qué tal si ese chico miente? ¿Qué tal si en realidad fue enviado por Uther para asesinarlos?


—Esas son tonterías, Lord Draco —repuso Richard con el ceño fruncido —. Arthur jamás enviaría a Merlín a una posible muerte.


—Habla como si lo conociera —cuestionó el Lord cruzándose de brazos y con una sonrisa prepotente en los labios. Richard ya comenzaba a molestarse con aquella actitud y esa sonrisa… ¿Qué le pasaba a ese hombre?


 


 


William miró a su –normalmente –tranquilo amigo; camino al castillo se le notaba feliz por lo que pasaría en el castillo, pero ahora, tan solo con la mención de Arthur y su supuesta relación con ese joven mago, todo eso había mencionado.


 


 


—Conozco a Arthur desde que éramos tan solo unos bebés y conozco a Merlín a través de las cartas de Arthur… se que mi amigo jamás permitiría o usaría a Merlín para algo como eso —finalizó con seguridad.


 


William estaba al tanto de las cartas que su hijo y el hijo de Uther se enviaban a través de palomas mensajeras que el mismo Richard cuidaba con cariño y recelo.


 


—Draco, si tanto interés tienes en el joven, ¿Por qué no lo vez y averiguas si es o no un peligro? —sugirió el monarca para evitar que su hijo o su amigo atacara al otro.


 


El Lord pareció meditarlo por un momento;  finalmente asintió con la cabeza, por supuesto que conocería a ese joven, era lo que mas deseaba en esos momentos… era lo que su magia anhelaba y le pedía a gritos.


 


 


OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO


 


 


Merlín se había sorprendido al conocer a la pequeña hermana de Richard. Era una niña interesante, con un aura que irradiaba alegría e inocencia; tenía gran interés en la magia pues ella misma tenía algo de poder.


 


—No te preocupes Merlín —le dijo la niña sonriéndole —, papá y Draco te protegerán del tío Uther y yo también.


 


Merlín sonrió ante el infantil gesto de la niña… era realmente dulce. ¿Si Arthur tuviese hijos se parecerían a él? Este simple pensamiento lo entristeció y le recordó que Athur era un príncipe que algún día ascendería al trono y necesitaba tener herederos y él, un hombre era incapaz de dárselos… quizás si estaría mejor sin él.


 


—No estés triste —le dijo mitrándolo con esos grandes ojos cristalinos cargados de preocupación —. Mamá siempre decía que la tristeza te impide lo hermoso del mundo que te rodea —Merlín sonrió.


—Su mamá debe ser una mujer muy sabia —la niña hizo un puchero confundiendo un poco al mago.


—Mamá murió el día que yo nací —Merlín sintió que se le encogía el corazón y no pudo hacer otra cosa más que atraer a la niña en un abrazo —. El cuerpo de mami no podía mantener otro bebé pero quería que yo naciera por eso usó toda su magia y fuerza vital para que yo pudiera nacer.


 


 


La niña continuó contándole historias que su hermano le había contado de su madre. Tan concentrados estaban que no se percataron de una tercera presencia hasta que ya se encontraba frente a ellos.


 


 


— ¿Creíste que te escaparías de mi? —Merlín se levantó como un resorte; su rostro estaba tan pálido como la nieve y temblaba ligeramente… tenía miedo.


—U-Uther…


 


Continuación…


 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).