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Shiz/Nat Herencias de Sangre y Alma por Alejandra Zoldyeck

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-¿estas ansiosa? – pregunto tomando la mano de su pareja

 

-ahora que lo pienso… ¿y si el no me quiere? –dudas… algo que solo se permite mostrar ante Natsuki la que rió rascándose la nuca para luego golpear el antebrazo de la ojirubi quien solo chillo

 

-baka no hay nadie que no te adore- algunas sonrisillas salieron aliviando la tensión que regreso con nuevos brios cuando les abrieron la puerta

 

-¿Fujino Shizuru? –pregunto una señora vestida de mucama

 

-soy yo – dijo la ojirubi- vinimos por… - no sabia su nombre

 

-gracias al señor – suspiro aliviada- pasen pasen por favor

 

-esto no me agrada- que una señora de esa edad este feliz de deshacerse de un niño le da mala pinta… le recuerda a ella de niña.

 

-no lo juzgues antes de que conocerlo Natsuki- le dio una pequeña palmada en el hombro

 

-wiiijaaaa- un torpedo salio disparado por las escaleras y aterrizo justo enfrente de Natsuki- ¿tu quien eres?

 

-eso me gustaría preguntarte pequeño demonio

 

-yo pregunte primero – el pequeño vio la puerta abierta y salio corriendo del lugar.

 

- estas son sus maletas – la mucama dejo las cosas fuera del departamento

 

-oiga espere… ¿segura que ese es el niño que tenemos que recoger? Parece mas un mono – Natsuki y Shizuru eran también empujadas hacia el exterior

 

-haa Minosuke sama es todo un angelito- una sonrisa falsa que no engaña ni a una abuela y mucho menos a Natsuki apareció- seguro que se llevaran bien, gracias por venir- ya que las había sacado cerro la puerta y apenas se escucho un “adiós”

 

Las mujeres ya afuera se miraron mutuamente, de nuevo el carmín se aparecía en las mejillas de la peliazul y estaba a punto de decir algo cuando se escucho un gato pelar a muerte y un niño llorando. Bajaron para encontrar al pequeño lleno de rasguños y una señora muy enojada abrazando a su gato

 

-vaya vaya… parece que Mino kun le gusta hacer amigos- bufo irónicamente la ojiverde

 

-ara ara justo como mi Natsuki – rió burlonamente

 

-eso es lo que me da mas miedo…

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- ya ya no llores Mino kun son solo unos cuantos rasguños- en las piernas de Shizuru va el pequeño llore y llore, la peliazul parece que perderá la paciencia en cuestión de segundos y aprieta el votante hasta que sus nudillos se quedan blancos

 

-…genial….- bufa molesta, va pasarse un alto cuando el niño vuelve a llorar con mas fuerza e instintivamente Natsuki baja la velocidad para parar. Lo mira… es tan pequeño- ¿Qué edad tienes llorón? – pregunto con su grabe voz

 

-… cinco… - contesta entre jadeos

 

-estas muy pequeño para tener tan grandes pulmones- el pequeño se le queda mirando con eso enormes ojos rojos- te diré algo…

 

-¿Qué? –pregunto aun entre sollozos

 

-no me agradan los llantos por tonterías – lo miro severa, Minosuke trato de retroceder hundiéndose mas en los calidos brazos de Shizuru, no las conocía, hace mucho que no veía a su madre y nadie parecía decirle nada- así que hagamos esto, tu te callas y yo te comprare el dulce que tu quieras

 

-¿dulces?... – ladeo la cabeza intrigado- ¿Qué es un dulce?

 

-¿no conoces los dulces?- esta impactada ¿Qué niño no conoce los dulces?

 

-no…- bajo la vista preparándose para volver a llorar

 

-oe oe espera, yo te enseñare que son los dulces pero no comiences a llorar otra vez

 

-es un trato – sonrío el pequeño e inmediatamente Natsuki lo siguió

 

-ara ara quien diría que mi Natsuki es tan buena negociadora- por fin habla en burla la que se quedo callada observando toda la acción, para ser pésima con los niños había hecho muy bien callando a Minosuke.

 

- ba.. baka!

 

..

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-muy bien… que es lo que quieres

 

-no se ¿que es lo que hay?

 

-podrías decirnos que es lo que hay… otra vez…

 

-con gusto señora tenemos de chocolate, vainilla, nuez, chocochips, fresas, arandanos, café, cajeta… - están en la tienda de helados que queda justo a dos cuadras del departamento de las chicas, iban a ir a la dulcería pero se encontraba cerrada así que a única opción fueron  a esa, solo que el pequeño llorón parece no entender los sabores

 

-¿y bien? – lo impaciente nunca se le quitara, Natsuki ha vuelto a sentir que la migraña le vuelve

 

-hmmm- entrecerró los ojos, el mira solo botes llenos de una pasta extraña

 

-¿Qué color te gusta Mino kun? –pregunto la belleza de Kyoto

 

-ninguno en particular

 

-¿ninguno en particular? Hablas como un abuelo –la peliazul meneo su cabellera en negación, ella no hablaba así cuando era niña… diablos ella nuca habla tan formal como ese niño, parece que los niños ricos como los Fujino siempre son tan educados desde pequeños.

 

-quizá si Mino kun ve lo que nosotras pedimos se le antoje algo – poniéndose en cuclillas la peliocre le sonríe al pequeño quien le contesta afirmando- quiero un doble de chocolate y fresas

 

-… ¿tienes helado de mayonesa?

 

-no trabajamos ese sabor señora – tratando de guardarse el asco de pensar en el helado de mayonesa

 

-nunca nadie lo tiene- bufo- pues quiero un doble de vainilla y nuez – las miradas recayeron en Minosuke

 

-quiero… -seguía pensando como si su vida dependiera de esta elección lo que le pareció lindo a la ojirubi, era lo mismo que hacia Natsuki cuando tenía que elegir en algo que no conocía- ¡chocolate y nuez!

 

-trabajan doble de chocolate y fresa, vainilla y nuez, chocolate y nuez – dicho y hecho en un momento los tres salían con sus helados en la mano

 

-¿Qué tal? –pregunto Natsuki aunque era de mas, a leguas se notaba lo que pensaba el niño

 

-¡es delicioso! –lamia y lamia feliz de la vida- y frío

 

-tiene que ser frío por eso es un helado

 

-es la primera vez que Mino kun come un helado no podía saber que son fríos- Natsuki iba a rebatir pero no le vio el chiste, se la estaban pasando muy bien para ponerse a discutir… pero claro la vida siempre le lleva la contraria.

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-¿no tienes ropa?

 

-debe estar en las maletas que se perdieron…- contesto ecuánime- cuando me sacaron de mi casa en  Kyoto

 

-¿desde cuando no te cambias de ropa Mino kun?- pregunto la peliocre conectando sus ojos rubí con los del niño

 

-desde que salí de mi casa en Kyoto- las mujeres suspiraron resignadas, ¿Qué no le ponían atención al niño? “Salir de su casa” ha de haber sido mínimo hace tres días.

 

-Necesitamos comprarle ropa

 

-aja lo haremos mañana- la peliazul estaba cansada, un viaje redondo de Tokio a Kyoto pasando por Yokohama para recoger a un niño en un día molía a cualquiera

 

-pero Mino kun necesita una pijama ahora

 

-ha pasado los últimos días con las mismas ropas…-miro su reloj- 8 horas mas no lo mataran

 

-Natsuki…- la aludida trato de no voltear, conocía ese tono de voz… y la consecuente mirada – Mino kun necesita una pijama –era imposible vivir sin abrir los ojos y al hacerlo se topo con una mirada… la mirada a la que no le puede negar nada

 

-haaaa –esa mujer era un demonio- pero mas vale que este listo el baño para cuando yo regrese- camino hacia la salida tomando las llaves- me muero por un baño

 

-te estaremos esperando- canturreo en su perfecto Kyoto Ben

 

-aja…- gruño azotando la puerta

 

-…- el pequeño jalo el pantalón de la peliocre- ¿se enojo?

 

-ara Natsuki no esta enojada… solo un poco cansada – le sonrío, el pequeño suspiro de alivio- vamos a quitarte esas sucias ropas y a darte un baño Mino kun

 

-hai –no opuso resistencia, contrario a todos los niños de su edad a e le gusta bañarse.

 

En tanto Natsuki fue al primer centro comercial que encontró abierto a esas horas para tomar la primer estupida pijama que se encontrara y llevársela al demonio que tenia por esposa

 

-pijamas… pijamas….- camina frenética por la ropa de niños hasta que da con la sección de pijamas, iba a tomar la que tenia enfrente pero…- ¿ositos y ranas? ¿En qué mundo bizarro los osos y las ranas coexisten en un ambiente sin gravedad? –era una pijama altamente ñoña, ni a tiros compraría algo así. Miro las otras que tenían mas o menos el miso concepto “peluches, arcoiris, osos, elefantes, dinosaurios… mariposas” volvió a mirar el letrero, decía claramente “ropa para niño” por la elección de estampados pensó que llego a la ropa de niñas- ¿Qué idota le compra eso a su hijo?

 

Siguió la búsqueda hasta que encontró dos que le parecieron bastante rudas. Un conjunto de playera larga azul y pantalón blanco, la playera tenia centrada una moto chopper y el pantalón varias motos de distintos modelos igual en gravedad cero y la segunda era un conjunto de playera manga corta y un short, rojo con negro del hombre araña.

Pero como no podía elegir y se estaba cayendo del sueño compro las dos, total las pijamas rudas nunca están de mas.

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-motos y el hombre araña… ¿Por qué no me sorprende?- una sonrisilla se asomo en sus perfectos labios

 

-porque tengo un gran gusto-bufo dejándose caer en el sofá- ¿esta listo el baño? –esa pregunta sonó mas como una suplica

 

- lo prepare especialmente para mi Natsuki – la peliazul no contesto solo arrastro los pies hasta el baño, se desvistió y comenzó asearse, unos minutos mas tarde escucho la puerta del baño abrir y cerrar. 

 

-Natsuki siempre olvida tallarse la espalda- la dulce voz le hizo voltear

 

-será porque siempre eres tu la que me talla la espalda – dijo ofreciéndole el estropajo a la mujer en bata

 

-es mi trabajo- le susurro al oído

 

-nadie lo hace como tu

 

-ara… ¿Cuántas le han tallado la espalda a mi Natsuki? –fingió tristeza

 

-no tantas como crees- suspiro

 

-¡¿Qué?! – paro en seco ensanchando sus rojizos ojos

 

-jajajajaja solo Mai, Mikoto y tu- era divertido voltearle la broma-… y mi madre… creo-se ensombreció su mirada, ya no recordaba si su madre le tallaba la espalda o no, todo era muy brumoso

 

-Natsuki tiene una linda espalda- la peliocre se abrazo a la otra estrujándola todo lo que podía intentando así sacar los amargos recuerdos de su amante

 

-y tu unas bobeéis enormes- se sonrojo, tantos años y el sentir el pecho de Shizuru en toda la extensión de su espalda le sigue provocando escalofríos

 

-son solo para mi Natsuki- comenzó un vaivén de arriba hacia abajo tallando la espalda de la peliazul que solo dejo ir las tensiones por la coladera junto con la suciedad

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-Shizuru dejaste la televisión prendida- una relajada Natsuki camina por el departamento sacudiendo su melena-… wow…- llego al sofá y un pequeño de ojos rojos le miraba insistente. Con tan buen baño hasta se le olvido que el niño estaba en la casa- ¿Por qué no te has dormido? -Eran las 4am no era hora para que un niño viera infomerciales sobre viagra

 

-no se donde dormir –sus ojos se mantenían abiertos por milagro

 

-buena pregunta…- ella tampoco lo sabia-  he Shizuru…

 

-dormirá con nosotros- dijo secándose la cabellera con la toalla

 

-¿enserio? –No estaba acostumbrada a dormir con alguien más aparte de Shizuru- ¿Por qué no se queda en el sofá? –volteo hacia Mino quien no pudo mas y callo rendido entre los cojines del sofá- parece que le gusta

 

-ara… - mirada asesina- si es tan cómodo el sofá entonces seria mejor que Natsuki se quede a dormir en el y Mino se quede en la cama conmigo

 

-hmmm- gruño- hay suficiente espacio para los tres

 

-eso creí – la peliazul tomo al pequeño como si fuera un bulto de harina y lo llevo a la recamara acostándolo en la mullida cama, al acto el pequeño se acurruco en medio  haciéndose ovillo

 

-hmmm- no muy a gusto se va a su lado de la cama mientras Shizuru toma el otro- buenas noches- gruñe

 

-buenas noches Natsuki – cerro sus rojizos ojos pero su mente no descanso, a partir de mañana tendrían muchos cambios que hacer… y con lo que le gustan a Natsuki los cambios, suspiro mentalmente, estaba tentando a su suerte al aceptar al niño pero si lo hubiera consultado con Natsuki su respuesta habría sido un tremendo NO. Había comenzado a temer que nunca tendrían a un pequeño que le llamara mamá si solo dependía de la decisión de la peliazul así que aunque fue una jugada arriesgada no se arrepentía, solo rezaba a Kami porque Natsuki y Minosuke se llevaran bien.

 

Del otro lado de la cama una cavilación parecida estaba sucediendo, la peliazul de igual manera pensaba en todos los cambios que se suscitarían desde mañana y como lo predecía Shizuru no le agradaban en lo mas mínimo, toda la rutina que había establecido se iría al carajo por culpa del pequeño llorón.

Adiós “hora feliz” de toda la noche, adiós ver carreras en calzoncillos y tomando cerveza, adiós llegar tarde, adiós salidas sorpresa, adiós viajes al extranjero, adiós ahorro para las refacciones de lujo… adiós a la vida de soltera.

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Al siguiente día Natsuki abre los ojos y lo primeo que ve son dos rubíes penetrantes, en primera instancia cree ver a Shizuru pero enfocando un poco más su mente nota la diferencia de caras y cabello

 

-¿Qué me miras? –pregunto gruñendo

 

-¿a que hora llega el instructor de francés? –pregunto el pequeño

 

-a las…- trato de mirar el reloj, solo había dormido 4 horas mas, esto era un insulto- solo duérmete de nuevo –gruño- no vas a tener clases hoy

 

-pero… es lunes… siempre tengo lecciones de francés los lunes

 

-a la mierda las lecciones- se tapo por completo con la almohada- yo quiero dormir

 

-pero…

 

-¡Shizuru!

 

-ara… tan temprano Natsuki esta gritando

 

-habla con el niño- bufo volteándose para darles la espalda a los ojirubis

 

-¿Qué sucede Mino kun?

 

-hoy es lunes y los lunes tengo clase de francés- volvió a repetir, no le agradaban mucho pero sabia que no se las podía saltar, su profesor era muy estricto en cuanto el tiempo al igual que el de ingles y el de modales.

 

-aquí ya no vas a tener lecciones Mino kun –bostezó, ella también quería seguir durmiendo- ¿Por qué mejor no duermes un rato mas?

 

-hai – el pequeño se volvió a recostar aunque no muy seguro, sentía que en cualquier momento su profesor tocaría la puerta

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Dos horas mas tarde Natsuki vuelve a sentir una mirada insistente hacia su persona, Minosuke esta mirándola… Solo le faltaría sostener su plato con la boca para hacer más grafica su petición.

 

-¿tienes hambre?

 

-… si…

 

-en la repisa de la cocina hay galletas y cereal… come- cerro los ojos dando por entendida la instrucción, cinco minutos mas tarde regresa la mirada- ¿ahora que?

 

-no encontré las galletas solo había estas cosas- mostrando unas galletas de chocolate

 

-pues comete esas- ¿Qué esperaba el niño? Galletas inglesas

 

-…- sollozos- tengo hambre… - Natsuki entreabrió un ojo… con esa pijama azul y blanca parecía un pitufo…

 

-¡Shizuru!!- el grito fue tan fuerte que la aludida salto de la cama y el pequeño se callo de espaldas- atiende al pitufo de ahí –gruño antes de esconder su cabeza entre las sabanas

 

-no le haría daño a Natsuki levantarse ella

 

-no he dormido nada…- bufo

 

-yo tampoco- dijo rascándose la cabeza, la mirada del pequeño avecinaba con anegarse y por un segundo pensó que seria una buena venganza contra la peliazul pero…- mis oídos no me lo perdonaran – a la vez se estaría dañandose- vamos a darte algo de desayunar Mino kun

 

-ha… hai- trataba de contener su llanto, la mujer de pelo azul le parecía terrorífica en ese momento y ayer no era tan mala ¿es que había hecho algo mal? El solo tenía hambre, no comió  nada más que aquel helado.

 

-…- Shizuru estaba somnolienta y ahora molesta por la actitud de Natsuki, no era misterio que la peliazul es un ogro en las mañanas y aun así le seguía irritando- ¿Qué tiene de malo el madrugar? –suspiro sirviendo el cereal en la mesa

 

-nada – contesto el pequeño mirando con recelo el tazón lleno del cereal favorito de Natsuki- yo lo prefiero así… me rinde mas el día

 

-ara yo pienso igual- ¿será que el madrugar viene de familia?- comete tu cereal o se te hará aguado

 

-… si…

 

-se que Mino kun esta acostumbrado a desayunar sopa miso, arroz y vegetales…- era lo que siempre se desayunaba en la casa Fujino

 

-¿tiene sopa miso? –pregunto ilusionado, Shizuru se la pensó un momento como decirle que en esa casa no se suele cocinar, aunque le guste la gastronomía, Natsuki y ella trabajan todo el día así que suelen optar por comer en algún restaurante en las horas de descanso y a la salida ir por un café, uno que otro fin de semana cocina pero es muy raro.

 

-iré por los ingredientes en la tarde- tenia que comenzar a cocinar de nuevo aunque eso signifique dormir menos- por lo mientras come el cereal

 

-… esta bien…- sin mucha confianza comenzó a comer terminado por engullir frenético el cereal

 

-¿quieres ver la TV? –pregunto a falta de mejor distracción

 

-claro- todo lo que le ofrecían esas mujeres era delicioso o interesante, ayer aprendió sobre unas pastillas para la impotencia… para empezar aprendió lo que era la impotencia.

 

- adelante- sonrío, el niño en el acto brinco de la silla y corrió a sofá. Shizuru mientras se escabullo de nuevo a la cama cayendo inconciente en cuanto toco las sabanas.

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-¿ahora que quieres?- gruño la peliazul

 

-ya es la 1pm- dijo el pequeño

 

-¿y? – ¿solo para eso la despertó?

 

-¿se van a quedar ahí todo el día? –para el pequeño era ilógico estar después de las 8 en la cama, pensó que seria bueno preguntarles a que hora llegaría el profesor de música

 

-si… eso tenia planeado hasta que llegaste tu…

 

-yo…yo…- lagrimas comenzaron a correr por sus mejillas

 

-hooo por favor otra vez no…- hundió su cara en la almohada ¿Qué le había hecho? Ni lo toco ¿Por qué lloraba? Le vino a la mente el villano de esa vieja caricatura… “ha como odio a los pitufos” le parecía una afirmación tan razonable… tan llena de verdad.

 

-es que… -sollozos- yo… ¡quiero a mi madre! – Estas palabras le llegaron a la peliazul como un balde de agua fría- quiero que coma conmigo y me lea un cuento a la hora del té – más lágrimas

 

-…- muchos recuerdos se le vinieron a la mente y el corazón se le quería salir por la garganta, sin pensarlo mucho su brazos se estiraron hasta llegar al pequeño pitufo llorón y lo atrajeron hacia ella- shhhh no puedo hacer que tu madre regrese- el pequeño aumento el llanto- pero al menos puedo hacer esto- con sorprendente facilidad subió al pequeño en la cama y acariciando su mechones cobalto tarareo la primera canción que se le vino en mente.

 

Shizuru que se había despertado con los gritos del pequeño se dio la vuelta y al igual que Natsuki comenzó a tararear cerrando un capullo para Minosuke que lentamente dejo de llorar hasta que se quedo dormido. Las mujeres se miraron y en su silencio hicieron las pases por ese día para dar paso a la paz y a un largo sueño.

Justo cuando Natsuki por fin comenzaba a viajar a las tierras de Morfeo sintió algo caliente y húmedo recorrer su antebrazo, abrió un poco los ojos… Minosuke la estaba babeando.

 

-haaaaa como odio a los pitufos…- y en su gruñido se durmió.

 

Notas finales:

jejejeje sorry, con eso de la universidad el tiempo se va que vuela 


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