Capítulo II
El abrazo entre Kai y Rei duró mucho más de lo que ellos mismos habían creído, y es que hacía ocho años que no se veían ni hablaban y con ese abrazo trataban de borrar esa larga espera de contacto entre ellos. Rei se sentía tan bien en brazos del ruso, que esos sentimientos los abrumaban, pero a la vez no quería separarse. Mientras que Kai estaba pasmado por la actitud de su amigo, pero suponía que al haber tenido una buena relación de amistad con él en el pasado, lo había extrañado, y eso lo hacía sentir querido.
- Eres el peor amigo que he tenido – dijo Rei aún entre sus brazos
- ¿Qué dices? – preguntó Kai pues no había entendido lo que Rei había dicho
- Mira que desaparecer por ocho años sin decirme nada – recriminaba Rei mirándolo a la cara pero sin soltar sus brazos del cuello del ruso
- ¿Y esperas una disculpa de mi parte? – preguntó Kai con cierto cinismo
- Es lo menos que me debes –
- Lo siento Rei – dijo sinceramente el ruso con una ligera sonrisa en el rostro
- ¡Aún no puedo creer que estés aquí! – gritó Rei abrazando de nuevo a su amigo
- Bueno chicos ¿Por qué no entramos y charlamos? – propuso Kenny
- ¡Y comemos! – comentó el japonés
Rei soltó a Kai y juntos caminaron en compañía de los demás hacia la casa para entrar al comedor y sentarse a cenar, pues ya era demasiado tarde como para llamarlo comida. En la punta de la mesa estaba Tyson como dueño de la casa, puesto que Hiro se encontraba en Inglaterra con su novio Brooklyn. A la derecha del japonés estaba su novio y al lado de éste el más pequeño de todos, Kenny. Frente a Max el recién llegado Kai había tomado asiento y a su lado se sentaría Rei, pero aún no estaba en la mesa puesto que él se había ofrecido para servirles de comer.
- Viejo me sorprende verte aquí – le dijo Tyson al ruso
- A mí me sorprende que sigas comiendo como cerdo – comentó Kai
- Y a mí que sigas siendo un amargado – le contestó Tyson
- ¡No empieces Tyson! – gritó Max
- Pero si fue Kai el que inicio todo –
- ¿Les gustó la sorpresa que les tenía? – comentó Kenny mientras Rei les servía la comida
- ¿Tú planeaste todo Kenny? – preguntó Rei sorprendido
- Bueno en realidad me topé a Kai por casualidad el año pasado cuando fui a Rusia a la competencia internacional de física – decía Kenny
- ¿El año pasado? – preguntaron el japonés el americano y el chino a la par
- Ya sé que fue hace mucho tiempo, pero no quería comentarles nada, hasta que lograra hacer que Kai viniera a la reunión de los Bladebreakers –
- ¿Y cómo lo conseguiste? – preguntó Max
- Ganó la competencia de física – dijo Kai quien no había cambiado su pose de tener los brazos cruzados y los ojos cerrados.
- ¿A qué te refieres Kai? – preguntó el neko que ya había tomado asiento
- Le prometí que asistiría a la reunión siempre y cuando ganara la competencia –
- ¿Y por qué no querías venir? ¿Por qué no habías venido? – cuestionó el americano
- Tengo mucho trabajo –
- Eso no me parece que sea una excusa, Kai – comentó Rei
- Cuando tienes que manejar más de seis empresas, lo es –
- Pero… -
- ¿Y una vez pudiste venir a vernos? – preguntó Rei ligeramente molesto
- Chicos – llamó Kenny – yo creo que en lugar de reclamarle a Kai su conducta deberíamos comer tranquilos y charlar como en los viejos tiempos –
- Kenny tiene razón ¿Por qué mejor no nos cuentas lo que hiciste todos estos años Kai? – habló Max tratando de aliviar un poco el tenso ambiente
- Desde que mi abuelo murió hace algunos años me hago cargo de las empresas de la familia –
- ¿Tú solo? – preguntó Tyson quien no dejaba de comer
- No realmente, Bryan y Yuriy me ayudan –
- ¿Yuriy? – fue Rei él que pregunto esta vez
- Tala, Yuriy es su nombre real –
- Así que ellos siguen contigo – fue el comentario que hizo Rei al escuchar la respuesta de su amigo
- Pues yo estoy a punto de graduarme de la universidad y comenzaré a trabajar en las instalaciones de la BBA en mi país – dijo Max orgulloso
- Yo trabajo en una editorial – fue el comentario de Tyson
- Y yo tengo una pequeña cadena de restaurantes en China – fue lo que dijo Rei
- Algo de eso me comentó Kenny cuando lo vi en Rusia –
- ¿Todavía vives allá? – le preguntó Rei
- Si –
Hablar con el soviético seguía siendo una tarea extremadamente complicada, puesto que se limitaba a contestar lo que le preguntaban sin agregar algún otro comentario lo que los hacía preguntar y preguntar, era un interrogatorio algo incómodo y Kai no parecía querer poner de su parte.
Durante un rato se dedicaron a comer en silencio, cada uno metido en sus pensamientos, sin embargo dicho silencio no era tan incómodo o al menos eso creía Kenny.
- Por que no les dices a los chicos que te has casado Kai – comentó Kenny mirando atentamente la reacción de su amigo
- ¿Te has casado? – le pregunto el chino que estaba a su lado mirándolo completamente perturbado
- Si – fue lo único que dijo mientras tomaba agua
- No puedo creer que el señor “Iceberg” se haya conseguido a alguien – fue lo que dijo Tyson que ya llevaba tres platos de sopa
- ¿Y por qué no nos invitaste Kai? – preguntó el rubio
- Fue algo inesperado y sencillo –
- Aún así debiste habernos dicho – insistió Max
- ¿Y ella viene contigo, Kai? – curioseó el chino que permanecía desconcertado por la noticia
- Está en Rusia – dijo serio
- Pero yo creo que debes de aclararles Kai, que no se trata de ella, sino de Tala –
- ¡¿Estás casado con Tala?! –
Todos en el comedor observaron a Kai esperando a que les explicara aquella situación que era lo que menos se esperaban, sin duda en aquellos años lejos del chico bicolor habían pasado muchas cosas ciertamente inesperadas. Y el que menos estaba preparado para escuchar aquello era el joven Kon. No sabía por que aquella noticia le afectaba tanto. ¿Sería por que Kai lo había sacado de su vida? ¡Pero si eran amigos! ¿Por qué no le había dicho nada? De pronto sintió como si ya no fuera parte de la vida de su amigo y la tristeza lo invadió. A pesar de todo seguía creyendo que Kai aún le tenía aquella estima que sentía por él cuando eran niños, ahora se daba cuenta que todo se había perdido.
Rei bajó un poco la mirada, y pudo ver la pálida mano izquierda de Kai, ¡Efectivamente estaba casado! No se había fijado en ese insignificante detalle, pero ahora lo veía como queriendo destruirlo. El dedo anular de aquél soviético estaba adornado con una argolla de matrimonio, sencilla y dorada. La prueba de aquel matrimonio con el pelirrojo amigo suyo. Tala había tenido de “atrapar” al inalcanzable “Kai”.
- ¿Qué no se han dado cuenta de la argolla de matrimonio que lleva Kai? – les preguntó Kenny a sus amigos – pensé que ya se habían dado cuenta
- Lo acabo de ver – dijo Rei mirando aquel anillo
- ¿Y cuánto llevas casado? – preguntó Max
- 3 años – fue Kenny el que respondió
- O sea que cuando fuiste a Rusia ya estaba casado – comentó Max a su amigo genio
- Así es y por cierto Tala es una excelente persona –
- Lo poco que estuvo con nosotros sirvió para que nos diéramos cuenta de eso – comentó Max
- ¿Y cómo fue todo? – preguntó Rei
Debido a la poca soltura de Kai al hablar, el jefe fue el que les contó a sus compañeros la historia del matrimonio de Kai, gracias a que en su visita a territorio soviético el mismísimo Tala le había contado los detalles de dicho suceso. Al menos eso era lo que Kenny les había dicho a sus compañeros. Todos estaban atentos a cada palabra que emitía su joven compañero, pero a pesar de todo no se habían equivocado en sus pensamientos, pues dicho relato no resultó ser casi nada romántico. De hecho la boda de ambos chicos había sido planeada por el abuelo de Kai y aceptada por la familia Ivanov. Los chicos no se opusieron puesto que sería evidentemente cansado batallar contra los líderes de sus familias, además de que su relación de amistad había mejorado por lo que se llevaban mejor así que trataban de que su matrimonio saliera adelante.
- O sea que fue un matrimonio arreglado – comentó Kenny – pero creo que funcionan bien o es lo que vi en Rusia
- ¿Y eres feliz Kai? – preguntó Rei cuando Kenny terminó de contar la historia
- No puedo quejarme – comentó como si evadiera la respuesta
- ¿Y por qué no trajiste a Tala? – indagó Tyson
- Alguien debe quedarse frente a las empresas –
- Y nadie mejor que el esposo del dueño – fue el comentario de Rei
- No confió en dejarle las cosas a Bryan – le contestó Kai
Rei se levantó de su lugar y comenzó a recoger las cosas, su molestia era evidente tanto para Max como para Kenny, pero no dijeron nada, el único que seguía perdido en su encantador mundo de la comida era el dueño de la casa que no dejaba limpio ningún plato en lo que comía. No es que no le importara la vida de Kai, todo lo que había escuchado le parecía asombroso, pero nada fuera de lo normal por tratarse de su callado y anti social compañero y ex líder. No tenía nada que comentar por lo que prefirió seguir disfrutando de la excelente comida que su novio y su amigo habían preparado. Y fue cuando cayó en cuenta de que Kai también era gay, de otra manera no hubiera accedido a tener una boda con otro hombre por mucho que su abuelo le dijera, y Tala también lo era. Sorprendente pero para nada incómodo, el mismo salía con un chico, el mejor de todos: su rubio extranjero Maxie.
- Yo te ayudo Rei, sirve que traemos el postre – dijo Max parándose a recoger las cosas de la mesa
- Lástima que esta vez Rei no hizo el postre – expresó Tyson mientras hacía pucheros
- No puedo creer que pongas a cocinar a la visita, Tyson – dijo Kai en su estoica pose
- Ellos se ofrecen y yo no puedo negarme –
- ¿Quieres pastel, Kai? – ofreció el chino quien entraba al comedor con un enorme pastel que Tyson había comprado en la cafetería cercana
- Un trozo – contestó
- Vaya, vaya, vaya – decía Tyson – el señor amargado va a comer algo de dulce, creo que esa boda le hizo bien después de todo –
- ¡No empieces con tus cosas! – advirtió Max
- Siempre me han gustado las cosas dulces, pero no como tanto como tú – respondió el ruso
- ¿Y a tu esposo le gusta el dulce Kai? – cuestionó Rei dejando un trozo bastante grande en el plato de su amigo
- Lo ignoro –
- ¿Cómo vas a ignorar algo así si es tu esposo? – esta vez fue el americano que pregunto
- Lo come, pero no sé que tan de su agrado es – fue la simple respuesta que dio, regañándose mentalmente por descuidar ese insignificante detalle
- Pues para los tres años que llevan – dijo Rei mirándolo a los ojos – es algo que ya deberías saber
- Mejor disfrutemos del pastel – comentó Kenny – con su comportamiento solo harán que Kai ya no regrese el próximo año
Rei salió el comedor molesto, pero con Kenny pues tenía la razón ya que el mismo estaba actuando mucho más raro que de costumbre, en sí no tenía por que sentirse tan molesto con Kai ¿O si? Ese asunto de no haberlo invitado a su boda era lo que realmente estaba preocupando al chino. ¿O era otra cosa? Lo cierto era que se estaba portando muy mal con Kai, nada que ver con el comportamiento que había tenido al recibirlo, todos sus comentarios llevaban cierta molestia que por lo visto no había pasado desapercibida por Kenny. Pero no podía evitar el querer reprochar a Kai el que se haya casado y no le hubiera avisado. ¡Vaya clase de amigo que había resultado ser!
- ¿Te pasa algo malo amigo? – le preguntó Max que entraba en la cocina dejando los trastes sucios en el fregadero.
- No, Max ¿Por qué? –
- Pareces molesto, Rei –
- ¡Es que no puedo creer que Kai se haya casado! – dijo tratando de no gritar
- Si, es una verdadera sorpresa, pero ¿Por qué te molesta tanto? –
- ¿Eh?... No… no…me molesta…el que no nos haya invitado – comentó sin darse cuenta de lo mucho que le había costado decir aquello
- Es Kai, no dejes que eso te afecte –
- Aún, así… pensé que éramos amigos – dijo Rei dejando ver sus tristeza
- Lo son Rei, pero tú te estás portando muy mal con él –
- ¿Se nota mucho? –
- Bastante –
- Supongo que tendré que disculparme con él –
- ¡Vamos Rei! Tienes a tu mejor amigo aquí y no lo disfrutas – le comentó Max colocando su mano en el hombro del chino
- Tienes razón, Maxie. Tengo que disfrutar de los días que Kai estará aquí en Japón –
Terminado el. Jueves 14 de enero de 2011. A las 04:42 am