¿Un nuevo compañero?
Capitulo dos
Enredos
-Wolf, ya es tarde. Levántate- decía cierto moreno desesperado ya que, como de costumbre, llegarían tarde a la clase del maestro de historia. Su compañero se encontraba todavía en la cama, dándole la espalda.
Estaba arrodillado en el borde de la cama cuando las palabras de su compañero se escucharon:
- No quiero ir a ver a ese viejo que no deja de verte en todo la maldita clase – fue una respuesta muy rara para nuestro querido amigo que en un abrir y cerrar de ojos puso una cara picara, se acerco a su ojera y dijo tratando lo más posible de sonar sensual:
- ¿Celos Wolf?
-…NO!- dijo volteando, quedando cara a cara con él, tratando de evitar que el sonrojo que tenia se notara, debido a la voz de su acompañante y su cercanía.
- Si lo estas – dijo. Era obvió, quería jugar con fuego, lo que no sabia era que se iba a quemar.
- ¿Y si lo estoy qué?-dijo en tono retador.
- Nada, solo que no se por qué te pones así, solo es nuestro maestro y no creo que me vea diferente a otros alumnos – dijo serio es verdad le encantaba que su rubio fuera tan celoso, pero a veces no habían motivos para eso.
- Pero te mira demasiado – dijo cubriéndose la cara con una almohada.
- Sabes muy bien que yo solo tengo ojos para ti, que no hay persona en este mundo mas importante para mi que tu, que si tu no estas yo me muero…
- Ya lo se pero no me gusta que la gente te vea…
- Pero yo soy quien debería decir eso, tu llamas mas la atención que yo. ¿Crees que puedo estar tranquilo cuando no estoy cerca para cuidarte de todos esos chicos que te miran…?
- ¡Henachoco se nos hace tarde!-gritó dándose cuenta de la hora.
- Te lo vengo diciendo desde hacer tiempo – se levanto de la cama y se dirigió al armario donde saco el uniforme del rubio y sin cuidado se lo aventó – te espero afuera.
- ¿Que acaso no te gusta verme mientras me cambio?- dijo serio
- Sabes que si…pero recuerda que mi cuerpo es el de un adolescente normal y activo y lo que paso cuando regresaste no ayuda mucho. Además no tenemos tiempo de eso…Aparte tú no quieres hasta que tengamos dos años de novios y no tengo pensado darme un baño con agua helada a esta hora, mas por que ya es tarde – decía con los ojos cerrados concentrando se en su discurso.
- Ya estoy listo – dijo el rubio jalando al moreno y emprendiendo la carrera al salón de clases.
- Te lo dije llegamos tarde. Mientras el maestro nos dejo fuera- dijo con cara de sufrimiento cierto moreno.
- Ni que fuera para tanto, una ves que no entremos el mundo no se acabara, además podemos volver a dormir- decía Wolf entrando en la cama, cuando un celular empezó a sonar.
- Te llama, Wolf-
- ¿Viste donde lo tire?
- Sí, esta justo en mi cama.
- Me lo pasas- decía con una cara angelical.
- Toma, allí te va – dijo lanzando el aparato que Wolf atrapo, lo abrió, vio el numero y dijo serio.
- Contestare afuera.
- ¿Por qué? ¿Quién es?
- No es nada solo…déjalo sino colgaran.
- ¡Hola! Cuanto tiempo sin escucharte.
- Wolf, necesito que me hagas un favor – decía la voz de una chica.
- Dime ¿en que puedo ayudarte?
- Necesito, que vengas por mi en este mismo instante estoy en el aeropuerto.
- ¡Qué!-decía en un grito.
- Sí, llegue hoy a Japón, necesito que me lleves a tu casa. Solo estaré aquí unos días mas bien hoy viernes y el fin de semana
- Esta bien quédate allí no te muevas vale- decía nervioso.
- Oki nii-chan, sabia que podía contar contigo
- Elizabeth ¿en que problemas te metiste esta vez?
- En nada lo juro
- Salgo para allá
- Yuuri, voy a salir, te veo mas tarde. Si no regreso no te preocupes, estaré bien…adiós- dijo desde la puerta. Al otro chico no le dio ni tiempo de responder ya que su amigo, según todos, ya se había marchado.
- Que raro. ¿Wolf a donde fuiste? Maldito infiel… ¡Waaa! ¡Me estoy comportando como el! ¡Que miedo!... Calma Yuuri no eres ni actúas como Wolf, solo es un pensamiento…pero si se fue a ver con alguien más guapo, alto, rubio que yo… Calma tus inseguridades…
Yuuri mantenía su conversación interna entre dándose ánimos y quitándoselos.
Mientras, Wolf iba en un mercedes azul a buscar a esa chica… ¿quién era esa chica para él? ¿Por qué se preocupaba por ella? Él mismo se hacia esas preguntas.
Llegó al lugar que le habían indicado y la vio. Era una hermosa joven de cabellos rubios hasta la cintura, ojos color púrpura, piel blanca como la porcelana y vestía un kimono rosa con adornos del color de sus ojos y unas zapatillas que hacían juego con su vestuario.
Se acercó a ella y dijo:
- Hola Elizabeth
Esta no espero ni in segundo y se tiro a abrazar al rubio, quien sin más correspondió al abrazo dijo:
- Hola Wolf- separándose de éste.
- Sabes que me da gusto verte pero ¿que haces aquí?
- Es que…mi tío – decía en un tono triste pero con rabia y continuó del mismo modo–, quiere que me case.
- ¿Qué?-dijo sorprendido.
- Quiere que me case con alguien a quien no amo.
- Pero eso es de siglos pasados, eso ya no se hace.
- Díselo a mi tío –dijo triste.
- Y bien ¿a qué has venido? …¡Ya sé! A que mi madre lo convenza de no hacer eso ¿verdad?-dijo emocionado.
- No. Me escape de mi casa y… la única persona que puede ayudarme eres tú... Sabes que solo hay una persona en este mundo a la cual yo acudo cuando hay problemas... Sabes que confío demasiado en ti.
- Ya lo se pero ¿qué aré contigo?
- Wolfram por favor ayúdame. Sé que siempre te meto en problemas como cuando te corrieron de la escuela en Alemania por defenderme de ese tipo que quería besarme a la fuerza. Te agradezco que siempre me protejas y que te hagas pasar por mi novio para que nadie me lastime, pero si en esta ocasión no puedes lo entenderé…Yo solo… soy una carga para ti y… lo siento- las lágrimas comenzaban a salir pero aun así continuó-. Lo siento. No sé en que estaba pensando al venir aquí…
- Estabas pensando en que tu nii-chan te ayudaría como siempre lo hace, aunque tenga que pagar por los platos rotos… aún así nunca se arrepiente de ayudar a su onee-chan, a pesar de todo.
- Wolf, eso quiere decir…
- Que si te apoyaré en todo – decía con una calida sonrisa-, pero lo mejor es que vayamos a comer algo ¿no crees?
- ¡Si!- dijo limpiándose las lágrimas de su rostro.
Llegaron a un restaurante muy elegante y pidieron una mesa. Wolf desapareció por unos minutos para ir al baño, así que Elizabeth se quedo sola, por lo que aprovechó para pedir tres vasos de whisky. Cuando Wolf regresó ésta estaba totalmente ebria.
- ¡Elizabeth! –dijo preocupado al ver el estado de su acompañante.
- ¿Que …Wolf? – dacia en un tono ebrio.
- ¿Cómo es posible? Te dejo unos minutos y ve lo que pasa.
- No…te preocupes que… estoy muy bien – decía moviendo un dedo (por faz imagínensela borracha, es que no soy muy buena en ese aspecto).
- No puedo llevarte a mi casa así… ¡Demonios!... ¡Ya sé! ¡Mi departamento!
- ¿Wolf que tanto dices?
- Nada. Vámonos.
- Como diga su majestad- se puso de pie pero no logró dar ni un paso.
- Venga te ayudo, sabes que no estás acostumbrada a tomar más que un vaso de vino en el almuerzo y se te ocurre tomar tanto.
- ¡No me grites malo!
- ¡No te estoy gritando!
Mientras discutían caminaban al estacionamiento en donde subieron al auto de Wolf. Después de unos minutos Wolf recordó.
- ¡Maldición! Las llaves del departamento están en la escuela- decía preocupado de que alguien viera a Elizabeth. Llegaron al colegio y sin más dejó el auto con Elizabeth en la entrada de los dormitorios. Iría rápido. Lo más seguro era que Yuuri estaría allí, era la hora del descanso. Tenia que apurarse o alguien lo vería.
Por fin llegó a la habitación, entró en ella y lo vio, él esta allí. Entonces trato de actuar lo más normal posible pero al parecer el moreno tenia otras intenciones pues comenzó a interrogarlo.
- ¿Dónde estabas? – preguntó serio.
- Por allí – respondió nervioso mientras buscaba las llaves en el cajón de su escritorio.
- ¿Qué buscas?
- Unos papeles.
- ¿Qué papeles?
- Unos…
- ¿Con quién estabas?
- Con nadie. Dile a tu madre que no podré ir…- dijo mas serio había encontrado lo que quería y sin más salio corriendo, no quería mentir más.
- Wolf, vuelve aquí en este instante – se oyó gritar a Yuuri, pero el otro ni caso le hizo así que decidió salir detrás de él.
Cuando llegó al auto se dio cuenta que Yuuri lo seguía, pero también que Elizabeth no estaba. Rápidamente notó cuenta que no muy lejos había una muchedumbre. Corrió hacia a ella y en efecto, varios chicos rodeaban a su amiga. Sin más se abrió paso y la jaló. Los chicos molestos le gritaron:
- ¡Hey tú! ¿A dónde llevas a nuestra amiga?
- Que les importa.
- ¿Qué coño dices?- dijo uno molesto el más alto de ellos.
- Tienes algún problema con que me lleve a mi NOVIA – grito ya muy molesto.
En un día había mentido bastante. Cuando salió de la multitud vio a Yuuri con los ojos bien abiertos. Él lo había escuchado, ahora estaba en problemas, más por que tenía a Elizabeth tomada de la mano. Se quería morir.
- Yuuri… esto no es lo que parece…
- Te escuché – contestó éste molesto.
- Luego te explico si…tengo que irme – decía dirigiéndose a su auto. Conrad venía junto con Gwendal a ver que es lo que pasaba. Rápidamente metió a Elizabeth al auto y subió la ventana para que no se percataran de quien era.
- ¿Qué sucede aquí? - preguntó el mayor de todos.
- Lo que pasa es que Wolfram no quiere que su amiga se divierta con nosotros – dijo el muchacho que discutía antes con él.
- ¿Wolfram a quién trajiste?
- ¡A su noviecita!- dijo en tono burlón.
- No estoy hablando con usted- contestó lo más duro posible.
- Es Britany solo me está acompañando. Vine a buscar unas cosas, parto para Alemania en este momento por órdenes de mi tío. Pensaba avisar después. Con su permiso.
- Por eso no asististe a clases hoy – dijo Conrad
- Si, es una orden que tengo que cumplir ¿no crees? – dijo sarcástico. Si se trataba de una orden del tío Bielfield nadie podía negarse.
- ¿Pero por que está ella contigo? – dijo el castaño.
- Ella… también va a Alemania y me pidió que fuéramos en el mismo vuelo.
- Es verdad Conrad, recuerda que su familia es de allí y solo viene aquí por cortos periodos- dijo Gwendal, que estaba muy enterado de los negocios de todos ya que no solo tenían la escuela sino varios negocios por todo el mundo.
- Pues bien nos vamos.
- Que se cuiden – dijeron los dos al unísono.
Se subió a su auto y partió. Tiempo después llegaron al departamento. Wolf tuvo que cargar a su acompañante que se quedó dormida en el camino. Lo bueno era que el lugar estaba bien ubicado y tenía dos habitaciones. Colocó en una a su dormida amiga y salió después de haberla cubierto con una sabana. Fue a la sala y se puso a pensar en voz alta. Eran como las 2 de la tarde.
- ¡Maldición todo salió mal! Yuuri escuchó cosas que no debía, mi familia esta loca, pero eso es lo de menos. Me creen en Alemania, tendré que pedirle ayuda a mi tío. ¡Que más podría salir mal este maldito día!- en ese momento suena su celular. Al no conocer el número contesta tratando de sonar serio y formal.
- diga
- ¡Wolfram! ¿Cómo que estoy yendo contigo a Alemania? – dijo enojada una voz femenina.
- ¡Britany! – dijo sorprendido y asustado. Ella era una persona a la cual no convenía enojar.
- ¡Sí! Acabo de mentir por tu culpa a tu hermano – dijo seria.
- Gracias – "pero que me pedirás a cambio"- pensó
- No agradezcas…Yo quiero una recompensa.
- ¿Dime que quieres que haga? –"ya sabia yo que me pediría algo"
- Ten una cita conmigo, estoy en Japón así que no hay problema – dijo feliz pero seria
- Oye pero…yo – decía nervioso pero también sino lo hacía sabía que todo se vendría abajo
- Me la debes.
- Esta bien ¿cuando saldremos?
- Hoy a las 8:00 PM.
- Está bien. Adiós, iré a tu casa.
- Nos vemos pronto- dijo muy feliz.
- Bueno un problema mas que tendré que solucionar. Nada más hago esto por que no quiero más problemas. Es muy difícil mentir…rayos que haré con Yuuri, más bien que no haré con él. Maldición se me olvidó explicarle; lo mejor será que le llame.
El celular llevaba sonando varios minutos, el dueño parecía no querer contestar mientras al otro lado, un rubio rogaba con que le contestaran…luego de unos minutos más decidió que lo mejor era contestar, que tal si algo malo le había pasado. Además necesitaba una explicación.
- Si, diga – trato de sonar lo mas frío posible.
- Yuuri…esto…yo – sabía que estaba molesto pero nunca pensó que le contestaría con ese tono de voz, eso hizo que estuviera mas nervioso que antes de llamar.
- Creo que no tienes nada que decir…así que adiós nos….
- Espera no…tengo que explicarte…lo que paso.
- Pues bien que me dirás…que ella es una muy buena amiga
- pues no se como o en que forma lo digas pero si, la conozco desde la infancia y siempre la he protegido. No iba a permitir que esos tipos la tocaran, además que se pasó un poco de copas. Y si es de infiel de lo que me acusas…no puedes por que según tú solo somos amigos.
- Es verdad se que lo he ocultado, pero no te da derecho a gritar que tienes novia
- No lo grite
- Claro que sí
- Pero Elizabeth estaba en problemas y como su hermano debía de protegerla no importa el precio, como le dije yo soy el que paga los patos rotos por ayudarla, pero no voy a dejar de hacerlo…
- No piensas en ti cuanto ella esta
- ¿QUE?
- No piensas en las consecuencias que te puede traer ayudarla
- Lo sé, pero no puedo dejarla sola
- Claro, te gusta
- No es eso y lo sabes
- Te gusta más que yo
- Acaso son …celos Yuuri – dijo divertido
- ¡No!...!Claro que no! No por que tu amiga sea muy bonita…
- Si que es bonita, no por nada recibe 20 declaraciones diarias
- ¿Qué?...Pero ya veo que te ha escogido
- Pues que mal informado, yo no saldría con ella. Tengo otro compromiso por el momento con un henachoco que al parecer resulto más celoso que yo…
- ¡Eso no es verdad!
- Y si te digo que estoy con ella…
- ¡Eres un infiel!
- Ves como si lo eres…jeje…Te amo, nos vemos luego.
- Espera… ¿sabes que confió en ti verdad?
- Lo sé, yo también confió en ti. Ahora que recuerdo hoy tengo una cita con Britany
- ¿Qué?...no…que…
- Disculpa pero es que la chica que viste hoy se llama Elizabeth, Britany es otra. Sino te acuerdas es el nombre que les di a mis hermanos que por lo visto investigaron y ella mintió por mi, a cambio de que saliera con ella hoy…
- Ya veo, pero nada de besos – sentenció
- No te preocupes no me gusta
- ¿Cómo es ella?
- Pues es bonita de cabello negro largo creo que hasta la cintura, ojos color azul bajo, piel blanca, normal.
- ¡Eso es normal!
- Si, no es muy…no se decirte. Será bonita pero no es mi tipo, es muy prejuiciosa.
- ¿Por que lo dices?
- En la escuela en Alemania habían chicos con becas, pero ella los despreciaba, sobre todo a un buen amigo mío, Murata Ken.
- ¿Qué?- dijo sorprendido
- ¿Lo conoces?
- Es mi vecino
- ¿Estás seguro?
- No creo que halla otro pervertido con ese nombre. Es alguien que solo piensa en las chicas…
- Es verdad es el mismo Ken que conozco, entonces tu eres el Yuuri…al que su mamá lo obligaba a usar vestidos.
- ¿Qué? ¿Murata te contó?
- No solo eso. Me mostró un álbum de fotografías, la verdad es que no me había fijado pero si hay un parecido, que mono te veías.
- ¡Maldición! – se lamentaba.
- Ahora si adiós, nos vemos el lunes, te amo yuu-chan.
- ¡Waa no me llames como lo hace mi madre!
- Jejejeje, era una broma, te amo.
- Yo igual te amo, nos vemos.
Una vez terminado el trabajo de componer todo lo que estaba de cabeza, se dio cuenta de la hora. Como era posible que pudiera pasar tanto tiempo. Que rápido pasa cuando deseas que sea lento, y te dan ganas de que no llegue el momento de tu cita con una persona que te agrada pero que no es la persona que amas, aunque ésta consiente de lo que haces.
Bien el fin de semana había sido un asco. No pudo estar con Yuuri, no pudo divertirse y para colmo estaba viviendo con Elizabeth en un departamento, pero esta sentía un odio hacia a Yuuri que realmente el no entendía. Además ésta pensaba que era una chica. ¿Que más podía salir mal? Nada según el pero si, algo mas salio mal, para colmo su tío se entero de la mentira el día lunes, y tuvo como ya era su costumbre que volver a mentir, diciendo en una platica con ese personaje furico que era cuestión de honor, claro si era cuestión de honor pero no de él sino de su amiga, que en parte estaría traicionando a su familia, todo esta siendo muy difícil.
Bueno la semana pasó muy rápido, ya no soportaba más, estaba arto de todo, la única salida que le quedaba era… pedirle ayuda a su madre la mitad de la semana había pasado muy rápido, era miércoles; no podía evitarlo le diría a su madre que interviniera, el tío de su amiga estaba enamorado de ella así que seria fácil que ella lo convenciera, de que todo eso era una locura, de que eso se hacia en tiempos muy antiguos y como su madre era defensora del amor puro y de mas era realmente fácil que ella aceptara pero sabia que tendría que pagar un presión muy caro por eso.
Decidido llego a la escuela donde nadie lo esperaba, ya decidido a caer en manos de así decirlo dadora y quitadora de su vida, dio un suspiro muy grande y entro en aquella oficina.
- madre necesito un favor muy grande- dijo serio
- Wolf, cunado llegaste
- hace unas horas pero no con buenas noticias,
- que pasa – dijo algo asustada
- Raven, el tío de Elizabeth, quiere casarla con un desconocido, ella no quiere así que escapo
- ya veo…eso es un crimen – dijo muy enojada como pocas veces
- ¿Entonces ayudarás a mi onee-chan? – decía lo mas ilusionado que podía aparentar. Recordaba que a su madre le encantaba esa cara de ingenuidad, y que creyera que ella era su heroína. De cierta forma lo era, solo que ella nunca se enteraría.
Por mandato de su madre, Wolf esperaba afuera la noticia. Tardó más de una hora ¿Qué tanto se podía hacer en una llamada? Ni que fuera una conferencia. Era verdad, el asunto era importante pero no para tanto. Después de ese tiempo vio que era hora del almuerzo y decidió ir a ver a su novio. Total presentía que la llamada duraría más tiempo, y sin más se dirigió a su habitación.
Al llegar vio a Yuuri, estaba en su escritorio y parecía triste. Se acercó muy despacio, tratando de que no notara su presencia y lo abrazó por detrás. La repuesta del otro chico fue solo de sorpresa y decir:
- Te extrañé.
- Lo siento, pero no te preocupes ya regresé.
- ¿Pero cuándo te irás?
- Todo depende de cuanto tiempo tarde mi madre en hablarme.
- ¿Qué?
- Decidí pedirle ayuda, ella convencerá al tío de Elizabeth.
- Otra vez hablando de ella.
- No te molestes.
- No lo hago, pero aborrezco que tu vida se vea afectada por su presencia.
- No, ella es solo una amiga. La única persona a la que le pertenece mi corazón eres tú y nada mas que tú, nadie podrá cambiar eso, nadie…- fue interrumpido.
- Soy un idiota, claro que lo sé. Si no nunca te hubieras entregado a mí.
- Pero recuerda que durante 2 años eso no pasará otra vez.
- Y con tal de estar a tu lado, esperaré el tiempo que sea necesario.
- Lo sé- dijo con una cálida sonrisa—. Esa es una prueba que mi familia acostumbra a hacer para ver si, según ellos, la persona es digna de nuestro amor, aunque yo sé que tú eres el más digno de todos.
- Wolf…te amo.
- Yo también te amo…y nunca dejaré de hacerlo.
- Por nada del mundo te cambiaría a ti o a todo los momentos que hemos pasado juntos… y los que pasaremos.
- Opino lo mismo.
Para desgracia de la joven pareja el timbre sonó, Yuuri debía regresar a clases. Por su parte el rubio fue a la oficina de su madre donde rápidamente lo hicieron pasar. Ésta con una gran sonrisa dijo:
- Ya está todo resuelto.
- ¿De verdad? – poniendo esa cara de ilusión. Cheri estaba que moría, había visto esa hermosa cara dos veces en el día, pero ella quería otra cosa. Wolf debía pagarle el favor.
- Wolfram, sabes que esto tiene un precio ¿verdad?
- Lo suponía – dijo resignado.
- Hable a tu departamento para avisarle a Elizabeth que puede regresar a su casa. Dijo que te diera las gracias y que no quería despedirse, porque sabía que lloraría, así que dijo que luego te llamaba.
- Si, odia que la vea llorar. Por eso cuando regresé no fue a despedirse de mi, solo me dio una carta y me llamó para desearme suerte- dijo con un semblante triste, pero cambió a un estado muy feliz –. Pero nos volveremos a ver.
- Pero antes pagarás el precio – dijo seria.
- Dime que es lo que tengo que hacer – dijo serio.
- Te daré dos opciones, pero tu novio también tendrá que participar. Primera opción: que lo lleves a la casa con tus hermanos presentes.
- ¿Qué?...Ellos son demasiado sobre protectores lo harán pedazos.
- O la opción dos…que participes en la obra con el papel estelar que es la princesa.
- ¿Qué?- las dos eran malas pero tenía que pensarlo y decirle a Yuuri primero-. Te traeré la respuesta después – dijo lo más calmado y salió de allí dirigiéndose a su habitación para contarle a su amado.