El azabache contesto de mala gana apretando a su pobre
celular, casi rompiéndolo.
-¿Qué quieres, Itachi?
Dijo Sasuke con un tono de voz un poco serio y molesto,
debido a que fue interrumpido en un momento romántico.
-necesito que vengas a las empresas lo más pronto posible, tengo
algo importante que notificarte.
Sasuke quito ese rostro de fastidio y lo cambio a uno serio y
un poco preocupado, ya sabía que algún día lo tendrían que
llamar para ese cargo en la empresa familiar.
-llevare a alguien conmigo, estaré ahí en unos minutos
Dijo Sasuke colgando la llamada.
-ven conmigo Naruto
Dijo el azabache tomando fuertemente al rubio de la mano y
llevándolo de regreso a los departamentos, pero en la parte
baja había un pequeño garaje. El azabache tomo sus llaves y
abrió unas de las puertas y dejo verse un hermoso
Lamborghini Aventador LP700-4, dejando completamente
sorprendido al rubio, el cual siempre estuvo curioso de saber
que había en esa puerta, pero nunca se espero ver un auto
de ese tipo, el azabache solo rio de medio lado al verla la
tierna impresión que tenía su rubio ángel, tenía la boca un
poco entre abierta y con los ojos con una tierna expresión de
sorprendimiento.
-vamos
Dijo el azabache acercándose a la puerta del copiloto para
abrirla y darle paso a Naru, el cual le acepto el detalle y le
regalo una encantadora sonrisa y se sentó en su lugar, el
azabache entro al auto con una hermosa sonrisa y sin más lo
hecho a andar, saliendo del lugar.
En menos de cuarenta y cinco minutos se encontraban ambos
subiendo por un hermoso ascensor, salieron y llegaron a una
elegante recepción con cada mueble de color caoba con
lindos cuadros en cada pared con diferentes imágenes,
Sasuke se acerco a una linda recepcionista de cabello rojo,
usaba unos lentes que le daban una aire muy elegante y
dejaban ver sus hermosos ojos color rubí, llevaba un traje de
color gris obscuro.
-hola Karin, ¿está mi hermano libre?
Pregunto Sasuke saludando a la chica con un rápido beso en
la mejilla, el cual fue correspondido de la misma forma.
-sí, te está esperando…
Hizo una leve pausa al posar su vista en Naru, el cual se
acerco un poco temeroso, con una dulce sonrisa en su rostro.
-mira, te presento a mi novio.
Dijo al azabache tomando la mano de Naru, quien le sonrió
de forma más abierta a la chica.
-de verdad que tu e Itachi les gusta andar en familia eh
Dijo la chica con un tono de voz burlón, esto descoloco al
rubio un poco
-lo dices por Deidara
Dijo el azabache sonriendo de medio lado, esto lo termino
por confundir.
-espera… Karin ¿tú sabes quién soy yo-ttebayo?
Dijo Naruto con una mirada realmente confundía mirando a la
pelirroja.
-sí, tu eres Uzumaki Naruto, hermano menor de Deidara.
Dijo Karin con una suave sonrisa en el rostro.
-vaya, si que sabes quién soy
Dijo Naruto sonriendo con un poco de pena.
-sí, yo soy Karin prima de los hermanos Uchiha y será mejor
que pasen de una vez.
Y sin más Sasuke tomo de la mano a Naruto y lo llevo a la
oficina de su hermano, tocaron levente la puerta.
-adelante
Se escucho la suave voz de Deidara contestar desde dentro,
sin más ambos entraron, encontrándose con el rubio mayor
sentado en una de las sillas con una netbook en sus piernas
y justo frente de él estaba Itachi también con una netbook
trabajando.
-¿para qué me necesitabas, hermano?
Pregunto Sasuke acercándose poco a poco al escritorio en el
que se encontraba su hermano.
-ah, Sasuke, te estaba esperando
Dijo Itachi dejando por un momento su lap para mirar a
Sasuke.
-tengo que tratar un tema muy importante contigo
Sasuke lo miro sorprendido al escuchar la forma en la que su
hermano lo dijo y sin dudarlo se sentó.
-dime
El azabache menor lo miro de forma decidida, Deidara se
levanto de su asiento y se acerco a Naruto dirigiéndole una
mirada para que lo siguiera y se sentara con él en un gran
sofá muy elegante.
-pues veras, mi padre quiere que aceptes una
responsabilidad muy grande para ti.
Dijo Itachi sacando un folder de unos de sus cajones del
escritorio y se los tendió a Sasuke, quien inmediatamente los
comenzó a leer, lo que vio ahí lo dejo completamente
perplejo.
-es obligatorio que lo hagas.
Dijo Itachi mirando con tristeza a su hermano, el cual
automáticamente busco con la mirada a su Naruto y lo vio
con mucha tristeza en los ojos, el rubio noto eso de
inmediato y con la simple mirada pregunto el por qué.
-me tendré que ir de aquí y viajar a Tokio.
Dijo Sasuke con el tono de voz dolida y muy apagada, Naruto
le regalo una amable sonrisa, la cual bajo un poco su
tristeza.
-bueno, eso era todo, ya se pueden retirar.
Dijo Itachi mirando a Sasuke y a Naruto, ambos salieron de
la oficina y se despidieron con la mirada de Karin y sin más
se dirigieron al elevador.
-Sasu…
Trato de llamarlo pero fue detenido por un sorpresivo abrazo
y dulce beso en los labios, lo cual lo tomo por sorpresa y lo
hizo sonrojar, el beso duro unos pocos segundos.
-no quiero dejarte, pero tengo que hacerlo…
Dijo Sasuke pegando su frente a la su rubio cerrando sus
ojos.
-si eso es lo que tienes que hacer... te dejare ir aun que me
duela mucho hacerlo.
Dijo Naruto un hilo de voz dejando caer suaves lágrimas en
sus mejillas.
-¿Cuándo te tienes que ir?
Pregunto Naruto aferrando sus manos al pecho del azabache.
-en dos semanas.
Dijo en un leve susurro con la intención de no ser escuchado.
-nos dará tiempo para poder participar en el concurso de
baile.
Dijo Naruto con una suave sonrisa y separándose de su novio
al sentir como el elevador se detenía. Salieron fuertemente
tomados de las manos con el simple deseo de nunca
separarse, así llegaron al auto de Sasuke y se subieron.
-¿quieres ir a algún lado?
Pregunto Sasuke mirando de forma tierna a Naruto, el cual le
contesto con otra sonrisa llena de amor.
-solo quiero ir a casa y estar ahí contigo.
El azabache prendió el auto y se dispuso a cumplir el deseo
de su rubio. En menos de veinte minutos ya estaban en la
puerta del departamento del rubio, quien la abrió
inmediatamente dejando el paso libre a Sasuke, ambos
entraron a la recamara del rubio y solo con sus miradas se
dieron el simple mensaje de recostarse en la cama y estar
muy juntos y abrazados, y así lo hicieron, sin despegarse las
miradas ni un solo momentos, hasta que ambos cayeron un
dulce sueño en compañía del otro.