Las puertas del elevador se abrieron, parecía que el tiempo iba demasiado lento, le temblaban las piernas, nunca antes había sentido ese extraño cosquilleo en el estómago, estaba muy nervioso, con tan solo una pequeña frase en un tono sumamente profundo y sensual, jamás pensó en escuchar a Sasuke con ese timbre en su voz, pero sin duda alguna le había gustado, aunque era bastante tarde ya, en las suaves y marcadas mejillas de Naruto se podía ver un fuerte sonrojo.
Salieron del elevador a paso lento, el azabache no quitaba la vista sobre el cuerpo de su adorable y delicado novio, le parecía bastante divertido verlo tan nervioso, aunque siendo sinceros, él también estaba muy nervioso, está completamente enamorado de ese rubio ruidoso, bailarín y sexy, más de lo que desearía, no se consideraba celoso, pero teniendo a su lado ese ángel, estaba seguro que debía de cuidarlo de cualquier mirada malintencionada, en un pestañeo recordó que en una semana se iría a Tokio de forma indefinida, solo una palabra pasó por su mente "mierda", al fin que había encontrado a Naruto, cuando el destino los volvió a unir, era tan cruel que los separaría de nuevo y no tenía idea si podrían mantener el contacto, incluso mantener una relación a distancia. Estaba tan metido en sus pensamientos que no se dió cuenta que estaba parado frente a la puerta del departamento del rubio, quien abrió la puerta, entró y al girar para verlo al rostro vió una triste expresión en su rostro, lo único que se le ocurrió hacer para tratar de animarlo fue darle un suave abrazo, escondió su rostro en el fuerte pecho de Sasuke.
-Estaré bien, estaremos bien, tal vez el destino parezca cruel pero…- hizo un pequeña pausa, aunque le tema le parecía doloroso y sintiera que saltarían unas cuantas lágrimas de sus hermosos ojos azules, tenía la sensación que definitivamente se volverían a encontrar y esta vez sería para siempre, nada los separaría. - nos volveremos a ver, estaremos juntos de nuevo y será en el momento que menos esperemos- levanto el rostro para poder mirar directamente a los ojos negros de su amado, se puso de puntitas, pasó la mano derecha sobre el pecho de Sasuke y despacio la subió hasta alcanzar la nuca y poder cazar los labios del azabache en un dulce beso que fue correspondido de la misma manera. El sentimiento amargo que sentía Sasuke se esfumó al escuchar las palabras de Naruto, ese beso lo tomó por sorpresa pero era justo lo que necesitaba para sentirse fuerte e invencible de nuevo, posicionó ambas manos sobre la cintura del rubio, lo atrajo con fuerza hacia él e intensificó el beso, estaba absolutamente seguro que Naruto tenía "calor" como él sentía, con un poco de maestría y delicadeza bajo las manos hasta las pierna del pequeño rubio y lo levantó lo suficiente para que enredara las piernas alrededor de su cintura, el beso se cortó por un segundo, unieron sus frentes, la respiración de ambos estaba ligeramente agitada.
Ambos susurraron al mismo tiempo un "te amo" lleno de pureza y sonrieron, sin pensarlo mucho el azabache comenzó a caminar, con Naruto aún abrazado a él cual koala, con dirección a la cama del rubio, lo puso sobre la cama con sutileza y se posicionó sobre él para volver a unirse de nuevo en un beso salvaje, lleno de deseo, ninguno de los dos se había sentido así por alguien. El calor aumentaba en la habitación, la ropa comenzaba a sobrar y poco a poco fue desapareciendo de sus cuerpos hasta dejarlos completamente desnudos, el pequeño rubio se sentía muy apenado sentía sus mejillas arder, ante los ojos del azabache era el ser más perfecto que hubiera visto en su vida, escuchaba de los labios de ese hermoso ángel un ligero susurro "que pena..", pequeña frase que le dió a entender la pureza de su novio, le regaló una sonrisa de medio lado y comenzó a devorar el cuello del moreno dejando marcas rojas, escuchar los suspiros y gemidos que le regalaba lo animaba a seguir con más y más caricias.
Por su parte el rubio comenzó a mover inconscientemente la cadera frotándose contra la virilidad de Sasuke, inmediatamente se preguntó cómo era posible que aquel hombre tan perfecto le diera tanto amor y ternura pero al mismo tiempo le hiciera perder la cordura en ese momento tan íntimo, un instinto salvaje comenzó a invadirlo, aquel camino de besos y marcas que iba dejando el azabache por todo su torso y cuello le causaban cosquillas, dejó de mover la cadera y se aventuró a bajar la mano pasando el dorso de la misma por todo aquel perfecto abdomen marcado hasta llegar a su objetivo, el miembro erecto de su fuerte novio, lo rozó ligeramente con los dedos recibiendo un gruñido acompañado de un fuerte suspiro como respuesta, sonrió de forma maliciosa y apretó la mano con poca fuerza, esta vez recibió una mordida en el cuello y un fuerte apretón en el trasero, sólo atinó a gemir con fuerza y en ese instante se dejó llevar por completo por la lujuria y el placer, ahora fue su turno de sentir la mano de casi me envolver su miembro con un movimiento de sube y baja, juraría que perdería la cabeza, lo estaba enloqueciendo, sólo atinaba a apretar las sábanas con la mano derecha y rasguñar las espalda del azabache con la mano izquierda, hasta que un par de dedos traviesos se adentraron hasta su entrada logrando que apretar las piernas a los costados de su amado y arqueó la espalda soltando un largo gemido.
Su rubio fue bastante creativo y sensual al tomar parte de la iniciativa, los rasguños, suspiros, gemidos y movimiento lo estaban dejando bastante mal, decidió proceder a prepararlo para poder lograr unirse en un sólo ser, aquel largo gemido le dejaba bastante claro que su ángel era un virgen bastante salvaje, siguió jugueteando con los dedos en el interior de él, realizaba movimientos de tijera, hacia movimientos de penetración ligeros y al mismo tiempo hacía movimientos circulares.
-Por… favor…- aquello, ¿había sido una súplica por parte del ojiazul? Dejó de mover las manos y miró fijamente al rostro suplicante, tenía los ojos llorosos, los labios entre abiertos, la respiración agitada, sintió como le tomará el rostro con ambas manos y le daba un suave y dice beso, no necesitaba más palabras, absolutamente le había suplicado que entrará ¡Ya! Comprendió que ambos estaban al límite del autocontrol, sin pensarlo dos veces volvió a besarlo con lujuria, se posicionó de forma cómoda entre las piernas del rubio, colocó su miembro en la entrada perfectamente dilatada, empujó lo suficiente para que la punta entrara, por tal acción un nuevo rasguño apareció en su espalda y una mordida traviesa en los labios, volvió a empujar, las piernas de Naruto se enredaron alrededor de su cintura, la posición se volvió más cómoda y procedió a mover la cadera adelante y atrás, penetrando despacio aquel delicioso cuerpo, unieron frente con frente, era una baile bastante erótico, los movimientos fueron aumentando de intensidad, el clímax estaba cerca, no había control alguno en sus cuerpos, eran movimientos frenéticos.
Naruto se aferró con un fuerte abrazo a Sasuke, entre el diente de ambos comenzó a escurrir líquido tibio, el interior de Naruto se apretó, no pudo evitar terminar dentro, fue una explosión de placer, correspondió con fuerza el abrazo, de nuevo susurraron al mismo tiempo "te amo", el cansancio los estaba alcanzando, pero con bastante fuerza de voluntad el azabache tomó en brazos a su pequeño ángel y lo llevó a la ducha, necesitaban un baño urgentemente, estaba seguro que al día siguiente Naruto tendría bastante dolor en la espalda baja, y una ducha caliente ayudaría con ese dolor, dentro de la regadera sólo compartieron suaves caricias, besos y algunas miradas llenas de amor acompañadas de otras con tristeza, no era necesario volver a tocar un tema tan sensible para ambos, la separación era algo que pasaría en una semana semanas, tenían una semana completa para poder disfrutar el tiempo que el destino les había regalado.
Salieron del baño, Naruto busco entre sus cajones la pijama para poder dormir cómodamente, encontró un conjunto de short y camisa con estampado de ranitas saltando, y cuestión de segundos se dio cuenta que no tenía ropa que le pudiese quedar al azabache.
-Creo que no tengo ni una camisa grande que te pueda quedar- soltó una risilla apenada y se giró para encontrarse con una escena bastante sexy a sus ojos, un Sasuke sólo con la toalla enredada en la cadera aún escurrían finas gotas de agua sobre aquel perfecto abdomen y pecho que bajaban desde su cabello.
-No pasa nada, sólo debo de ir a mi casa para poder cambiarme, mientras voy a mi departamento, podrias preparar la cama y yo traeré algo para cenar- sonrió de medio lado, camino hacia el rubio y le dio un pequeño beso en la mejilla para después caminar hacia la puerta, salir y apresurarse a llegar a su departamento para regresar lo más pronto posible de nuevo al lado de su amado. Esa idea sonaba excelente para pasar un momento romántico juntos, como lo haría una pareja de dementes enamorados, cuál rayo comenzó a limpiar la habitación completa, hizo cambio de sábanas por otras estaba completamente sonrojado recordando lo que acababan de hacer, esa había sido su primera vez y se había comportado de una forma que jamás había imaginado pero no se arrepentía de nada, continuó con los arreglos, encendió unos inciensos con olor a fresas.
No pasaron más de 30 minutos que Sasuke ya estaba de vuelta en la casa de Naruto con una deliciosa pizza de pepperoni recalentada y vistiendo una pijama de pantalón y camisa color vino, no era el mejor cocinando por lo que siempre tenía comida congelada o lista para calentarse y comer, se dio cuenta que Naruto ya tenía una película puesta en la televisión y estaba sentado en la cama, dejó la pizza sobre la cama y regresó a la cocina por un par de platos y vasos, busco un poco en el refrigerador el rubio y se encontró con dos litros de jugo de naranja era perfecto para acompañar aquella velada, volvió a la recámara y se acomodó entre las sábanas al lado del ojiazul, quien se sirvió un par de rebanadas, vaya que moría de hambre, no se imaginaba que hacer "eso" era tan desgastante, pero aquella pizza también se veía bastante bien, con el control de la televisión le dio inicio a la película, era una de sus favoritas "Spiderman: lejos de casa", como todo buen fanático del universo Marvel quería verla en compañía de alguien especial.
Pasaron el resto de la noche disfrutando de la comida, comentando ciertas escenas de la película, platicando de algunas cosas chistosa que recordaban, ambos deseaba que ese momento nunca terminarán pero el tiempo no perdona y pronto ambos quedaron dormidos abrazados una vez que la película terminó, esperaban con ansias que la siguiente semana fuera más especial y crear muchos recuerdos juntos antes de volver a separarse.