Generalmente, aquello a lo que constantemente le tienes miedo no aparece frente a ti…
Llámalo paradoja, mala suerte, o como quieras, pero mientras más deseas algo, más difícil te resulta obtenerlo.
Básicamente, funciona el mismo principio con nuestros temores, al menos aquellos temores que van más allá de las típicas fobias….
Solemos temerle a algo que no conocemos, y aunque aquel temor se acreciente durante toda nuestra existencia, lo más factible es que jamás tengas un encuentro cercano con aquello que te aterra…
Pero… ¿Qué pasa cuando descubres que aquello que está frente a ti te causa miedo?
De alguna forma, funciona a la inversa, es una especie de excepción…
Una advertencia, aquella siniestra sensación de estar siendo observado, el miedo apoderándose de cada uno de tus poros, tu piel erizándose, y una parte de tu corazón…una parte diciéndote que no debes temer…
Porque, No debemos temer a aquello que creemos conocer, ¿verdad?
…
En realidad, no temo lo que puedas hacerme, ni siquiera lo que puedo hacer cuando estamos lejos, sino a lo que puedo llegar a hacer cuando estás viendo…
Descontrol…
Ira…
Desolación…
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Mi corazón no va a funcionar más debido a que está roto
No puedo enviarte lejos de esta manera ¿por qué?
Tiemblo, tiemblo, incluso si esto parece arriesgado
No puedo hacer nada para detenerte ¿por qué?
Tú me amas (Tu lo harás)
Tú no me amas (No lo harás)
Yo solo te miro a ti
Quédate aquí, voy a pedírtelo una vez más
Lo haré mejor esta vez, te daré más porque aún no puedo dejarte ir
Yo, necesito vivir, yo, tengo que soportarlo
Porque esto va a detenerse algún día
Necesito que estés aquí para que sea el paraíso
Este es el paraíso donde te tengo retenida contra tu voluntad oh Oh~
Un triste paraíso que no puedes dejar al despertar
Un paraíso en el que no podemos estar juntos por siempre oh oh oh~
Solo puedo retener mi respiración y observarte
Solo hago eso porque siento que te desvanecerás
Me estás mirando (¿harás eso?)
No me estás mirando (¿lo harías?)
Me estás mirando y estás lastimada
Yo que siempre llené mis noches contigo
Es tiempo de llenar mi cuerpo
Fue una noche entre tus brazos, mientras sentía aumentar tu respiración
Este es el mejor paraíso, sin ti es un mundo sin esperanza
Voy a retenerte un poco más
Voy a mirarte más más
Hasta que mi corazón se detenga
Yo, te necesito, yo, incluso sin ti, yo
Te necesito ahora
Necesito que estés aquí para que sea el paraíso
Este es el paraíso donde te tengo retenida contra tu voluntad oh Oh~
Un triste paraíso que no puedes dejar al despertar
Un paraíso en el que no podemos estar juntos por siempre oh oh oh~
Infinite – Paradize
.
.
.
-----------------------------------------------------------POV KEVIN-----------------------------------------
-¿Vin estás bien? Llevas mucho tiempo en la ducha-
La voz de Nathaniel me llegaba distante, bajo el agua, el sonido se distorsionaba
-Of course! ¡Ya voy!-
Salí de la bañera con cuidado, nuevamente Nathaniel le había prometido a sus padres que iríamos a cenar con ellos…
Sin duda aquello era una oportunidad demasiado buena para dejarla pasar, pero estaba hastiado de la presencia de Frederick
“Cuando aceptaste lo que te pidió Sebastian sabías que esto pasaría, así que evita victimizarte”
Suspire antes de salir del baño, aunque no había marca alguna sobre mi cuerpo, llevaba sintiéndome sucio durante toda la semana que había pasado desde aquel…incidente
“¿Incidente?...Eres realmente divertido Kevin…”
-¿Estás listo?-
Nathaniel me sonrío apoyado en el marco de la puerta, se veía increíblemente sexy con esa mirada, negué lentamente, una idea en mi mente
-¿Cuánto te falta?-
-Mucho- respondí acercándome hasta él
Alzó las cejas y no se alejó cuando uní nuestros labios
-¿Por qué tanto?-
-Because…tengo algo que hacer antes de vestirme-
-¿Qué cosa?-
Sonreí divertido, evidentemente el comprendía de qué se trataba, pero estaba siguiéndome el juego
-You know….something…-
-mmmhhh- gimió roncamente
Su piel siempre me había resultado atrayente, me dediqué a besar y lamer su cuello con calma, disfrutando cuando sus manos acariciaban mi piel desnuda
-Llegaremos tarde…- murmuró mientras me guiaba hacia la cama
Cerré los ojos deleitándome con sus besos…
“Son tan diferentes…”
-No problem- me mordí el labio inferior al ver como se quitaba la camisa…
.
.
.
-Bienvenido hijo, ¿Cómo has estado?-
“Estúpida zorra”
Sonreí lo más falsamente que pude, quería ser obvio con el odio que me provocaba aquella mujer
-Bien madre, ¿Y ustedes?-
Su mirada relampagueó pero no se giró a mirarme, evidentemente no deseaba delatarse
-Perfectamente, tu padre está a punto de llegar, hijo, ¿Por qué no vas a buscar una botella de vino a nuestra bodega?-
-Claro-
Nathaniel se alejó después de sonreírme, apenas desapareció de nuestro campo visual, la mujer se volteó y estrelló su mano contra mi mejilla
La mire furioso, aunque estaba más enfadado por no haber podido advertir aquello
-Maldita perra, aléjate de mi familia- espetó mirándome con odio
Sonreí divertido por aquella frase
-Ya hablamos de esto, ¿es necesario que lo hablemos nuevamente?- pregunté despreocupadamente
-Sé perfectamente que te acostaste con mi marido- replicó apretando la mandíbula
-¿Y qué te llevó a concluir aquello? Algo, por demás evidente-
-¡Y tienes el descaro de decirlo en mi cara!-
-El pasado no puede olvidarse, pero resultaste ser un poco rencorosa ¿no?, creo que quince años en mucho tiempo-
Sus ojos se abrieron sorprendidos, la duda comenzando a brillar en su mirada
-No me refiero a aquello-
-¿Entonces a qué?- inquirí fingiendo desconocer a lo que se refería
-¡El otro día mi marido llegó con marcas en su espalda!- exclamó recuperando su furia
Alcé una ceja y miré despreocupadamente mis uñas
-¿Y se supone que yo estoy relacionado con eso por…?-
-¡Estoy segura de que fuiste tú!-
Fingí ofenderme
-De todas las personas con las que te ha engañado, ¿Por qué justamente ahora vengo yo a tu mente? Deberías cuidar más tus palabras-
-¿Entonces quién fue?-
-¿Acaso soy su esposa? No tendría por qué saberlo, de hecho, tú deberías saberlo, es TU, marido, ¿no?-
Sus labios se separaron, no sabía qué responderme y mi cerebro trazó un plan inmediatamente, tampoco sería muy malo divertirme con ella…
-Aunque…si lo pienso bien y por lo que veo, estás muy insegura, pensé que su relación era bastante abierta… ¿me equivoco?-
-Con Frederick siempre hemos mantenido nuestros amantes- murmuró con seriedad
Sonreí victorioso
-¿Cuál sería el problema entonces? Si tiene amantes, al parecer, no debería importarte-
Su rostro se enrojeció levemente
Jaque…
-¡No me importa! Pero si eres tú su amante, significa que estás burlándote de mi hijo-
Me crucé de brazos
-Con Nathaniel llevamos años de relación, el punto es que antes no lo habíamos formalizado, y odio a tu marido, lamentablemente es el padre de Nathaniel, lo cual, según yo, carece de una explicación lógica…pero ya vez, la vida da muchas vueltas-
-Si tanto lo odias, ¿Por qué el otro día les encontré besándose?-
-Él me besó- aclaré
Ciertamente era una verdad a medias, pero bueno, tampoco estaba mintiendo
-No parecías muy disgustado- acusó
-Bueno, yo ya te había visto en la entrada, quería que vieras el comportamiento de tu marido, por eso me alejé inmediatamente-
“Deberías ser actor…”
Lo sé
Era increíble el cambio en la expresión de su rostro, en ese momento deseé haberle tomado una fotografía cuando me golpeó, para compararla con la mirada llena de confusión que me dedicaba en este momento
-Entonces, ¿No estás acostándote con Frederick?-
Bufé fingiendo estar indignado
-Of course not, mira, sé que nos hemos llevado mal por esto del pasado, pero al menos en esto puedo ser sincero, no me interesa estar cerca de tu marido, solo quiero a Nathaniel…-
Al menos en la último parte había sido honesto…
-Yo…he notado como miras a mi hijo, sé que lo quieres…eso no significa que confíe en ti, pero, creo que confiar ciegamente en Frederick es un error-
Y QUE error, for god
-Great, tampoco esperaba que de repente nos diera por ser mejor amigas- aclaré sonriendo
Una pequeña sonrisa apareció en su rostro
“Ya caíste, ingenua”
-¿Está bien con este?-
Nathaniel apareció con una botella de vino blanco en la mano
Su madre asintió, al mismo tiempo se escuchó como la puerta de entrada se abría
“It´s time to play”
.
.
La cena estaba resultando muy aburrida, Frederick me sonreía de vez en cuando, siempre asegurándose de que ni su hijo ni su esposa lo descubrieran…
Aquello no era suficiente, necesitaba tenerle comiendo de la palma de mi mano, el problema era que aún no estaba muy seguro de cómo conseguirlo
-Si me disculpan…- me puse de pie enviándole una significativa mirada al mayor
-Vuelvo enseguida- le susurré a mi baby sonriendo
Caminé lentamente, asegurándome de que Frederick pudiese escuchar mis pisadas y seguirme, no tenía intensión de encerrarme en el baño, así que subí hasta su despacho y me senté en su sillón
Cerré los ojos, podía escuchar sus pasos acercándose, sin embargo mi mente estaba intentando encontrar una idea viable, el sexo no le haría quedarse de mi lado, eso estaba claro, y en realidad también estaba seguro de que jamás me había amado…
¿Cómo manipular a una persona entonces?
“Come on Vin, you can…”
-¿Se puede saber qué es lo que quieres?-
Abrí los ojos, Frederick estaba apoyado en la puerta, sus brazos cruzados y una sonrisa felina en el rostro
Crucé mis manos detrás de mi cabeza y subí los pies sobre su escritorio
-Terminar con esto- respondí sabiendo que le desconcertaría
Sus ojos se abrieron, denotando la sorpresa que sentía
-¿Y por qué sería?-
-Lo que pasó fue un error-
Nada mejor para atraer a un hombre, que decirle que lo que él creía seguro, se considera un simple error, algo que él confiaba, era importante, carece de todo valor
-¿En serio?-
-Yes-
Lo miré fijamente, obligándome a no sonreír cuando se acercó hasta mí, sus manos apoyadas en el vidrio del escritorio, su mirada cargada de furia y…deseo
-Supongo que no debí haber bebido tanto antes de ir a cenar contigo, te confundí con Nathaniel- comenté con tono despreocupado
Sabía que él no soportaría aquello, su ego era demasiado grande
-¿Con mi hijo? Por favor, si terminaste en mis brazos, fue porque él no te da lo que necesitas, no…de hecho, ¿El piensa que cambiaste?-
Alcé una ceja y sonreí divertido
-¿Qué pasa? ¿Ni aunque te diga la verdad puedes asimilarla? Los tiempos en que todos te preferían ya pasaron, ahora Nathaniel es el que llama la atención…-
-El jamás podrá ser como yo-
-No, de hecho es mejor-
Su ceño se frunció, mi plan iba perfectamente, Frederick estaba comportándose como se esperaría de alguien como él
-No sé de qué hablas Kevin, ¿Alguna vez te dijeron que el que duerme con niños amanece mojado?-
No perdí mi sonrisa
-¿Eso es lo mejor que se te ocurre? Demasiado predecible Frederick, en fin, esto se acabó, fue divertido recordar viejos tiempos-
Me incorporé ignorando el brillo asesino en sus ojos, su reacción se daría en tres…
Dos…
Uno…
-Escúchame bien, mientras tengas memoria, jamás, JAMAS, podrás vivir sin mi recuerdo- espetó tomándome del brazo
Me giré lentamente, sin dejar de mirar el piso
-El que usó como quiso al otro fuiste tú, ahora acepta las consecuencias de tus actos, y deja de vivir en el pasado-
Sentí como la presión alrededor de mi brazo incrementaba notoriamente
-Me haces daño- me quejé mirándole directamente a los ojos
-Siempre lo he hecho-
Me sorprendió un poco su respuesta, tuve que contenerme para no soltarle un golpe
-Suéltame Frederick-
-Tú me perteneces-
Le miré enfadado
-Sorry baby but, te equivocas, no le pertenezco a nadie-
Una sonrisa apareció en su rostro
-¿Entonces por qué siempre terminas regresando a mí?-
Me acerqué lentamente hasta su oído
-Maybe, estoy esperando que te debilites, no olvides que yo soy quien debe matarte-
No me esperaba que se sorprendiera y no lo hizo, de repente me empujó contra la pared, dejé escapar un jadeo al sentir el golpe
-No sabes cómo me excita que te comportes como un asesino-
Ladeé mi cabeza, ya sabía aquello
-Será mejor que baje, no quiero preocupar a Nathaniel-
Su mirada emitió un destello cargado de furia, sonreí interiormente, había conseguido lo que necesitaba
-¿Piensas ignorarme?-
-Ya lo estoy haciendo-
Me zafé de su agarré y caminé hasta la puerta
-Regresa- ordenó
Agradecí que no pudiese ver mi rostro, al escuchar aquello me resultó imposible ocultar una sonrisa de satisfacción
-Se acabó- sentencié otorgándole cierto tono de inseguridad a mi voz
Sabía que lo captaría
-No es cierto-
-Ok, piensa lo que quieras-
Salí del estudio contento, había costado mucho menos de lo que me esperaba, a este ritmo, dentro de muy poco cumpliría con mi parte del plan…
---------------------------------------------------END POV KEVIN-----------------------------------------------------------
.
.
.
-------------------------------------------------POV LUCAS--------------------------------------------------
-Lo siento-
Angel abrió los ojos sorprendido, la cuchara que tenía en la mano cayó al suelo, pero ni se molestó en mirar dónde había caído
-¿Cómo dices?-
-Lo siento, soy tu mejor amigo y aunque sabía lo que pasaba no fui capaz de decírtelo-
Mordí mi labio inferior con ansiedad, su mirada iba de un lado a otro, parecía increíblemente incómodo y aquello me extrañó un poco
-Yo no tengo nada que perdonarte- sonrió con sinceridad
No pude evitar sentirme mucho más tranquilo, pero el brillo de ansiedad permanecía ahí…
-Angel, ¿Estás bien?-
-Cl-claro-
Alcé una ceja, mi mejor amigo no solía comportarse así, además por lo que me había explicado mi hermano, el departamento era muy seguro, y si él lo consideraba seguro, no había quien pudiese contradecirle
-Luces nervioso-
-Solo, no sé dónde está Sebastian- susurró bajando su mirada
Fruncí el ceño, recordaba haber saludado a Erick, a los mellizos (según Angel, afortunadamente estaban durmiendo y no despiertos, porque era muy difícil dormirlos) pero no recordaba a mi hermano
-Pensé que estaba en su estudio-
Angel negó lentamente, caminó hasta el sofá y se sentó en él, encogiendo las piernas y rodeándolas con sus brazos
-No me dice nada, solo sale del departamento después de saludar a Erick y a los mellizos-
Me sentí mal al escuchar aquello
-¿Discutieron?-
-Hace más de una semana…-
Aquello me extrañó, independientemente de que Sebastian pudiese discutir con Angel, sus enfados jamás le duraban tanto…
-No sé qué le pasa, es como si estuviera planeando algo, no responde mis preguntas, se levanta más temprano en la mañana y llega muy tarde en la noche…y eso cuando llega-
Apreté los puños, sabía más o menos en qué andaba mi hermano, pero era evidente que estaba dejando de lado a mi amigo
-Yo…tenía pensado hablar con Ignacio-
Abrí los ojos sorprendido, aquello tenía que tratarse de una broma
-¿Estás hablando en serio?- sonreí intentando divertirme pero su mirada era totalmente sincera
-¿Tú sabes algo sobre el pasado de Sebastian?-
Aparté mi mirada, me sentía entre la espada y la pared, si le decía que sí, tendría que contarle algo que me estaba prohibido, pero de no hacerlo, estaría arrojando a Angel a los brazos de Ignacio
O al menos acercándole…
Suspiré profundamente
-No voy a mentirte, si lo se…-
Me miró expectante
-Lo siento Angel, pero no soy yo la persona adecuada para explicártelo-
La molestia brillo en su mirada violeta
-¿Entonces qué se supone que haga? ¿Qué espere de brazos cruzados? ¿Qué haga como si no me diese cuenta de nada?-
Según mi punto de vista, la última opción podría calzar con lo que le gustaría a Sebastian
-De cualquier forma no creo que sea buena idea que te acerques a Ignacio-
-¿Por qué?-
“¿Y ahora qué piensas decirle?”
-¿Qué? ¿Tampoco puedes decirme?- la furia en su voz me sorprendió
-Sabes que Sebastian se enfadará si se entera, como también sabes que se enterará, siempre lo hace- repliqué con paciencia
Angel se puso de pie con el ceño fruncido, comenzó a caminar alrededor de la mesa de centro, sus manos juntas y una expresión de preocupación en el rostro
Sentí lástima por él
“¿Tanta como la que sientes por ti mismo?”
-¡No me deja otra salida! ¡Ni siquiera tú puedes contarme! Y ya estoy cansado de discutir con él…-
-Si hay algo que puedo decirte, es que él confía en ti, sino, ¿Por qué te dejaría al cuidado de sus hijos? Sin contar con que sabes mucho más de él que la mayoría de la gente que lo conoce hace años-
-Me sugirió que contratáramos a una niñera, y no sé más que Mark, Ian o Dante, ni siquiera sé más que tú y eso que creía lo contrario…hasta Gabriel parece conocer más a Sebastian que yo…-
-Está intentando protegerte-
-Y en el proceso me está haciendo daño- susurró mirando fijamente el suelo
Suspiré, yo no podía controlar las acciones de mi hermano mayor, nadie podía, y ahora con Demian
-Por cierto, ¿No has hablado con Demian?- pregunté ocultando mi nerviosismo
Bastian me había confirmado que se trataba de la misma persona pero por alguna extraña razón (quizás porque mi hermano casi nunca iba a la universidad) aún no se encontraban…
-Me llamó el otro día, estaba preocupado por mí, le expliqué que habían nacido los mellizos, pero cuando le pregunte a Sebastian si podía invitar a un amigo me dijo que era peligroso-
Tuve que hacer grandes esfuerzos para que mi mejor amigo no notara mi intriga, ¿Acaso Sebastian sabría de qué amigo se trataba?
En el caso de saber, había otra cosa que estaba ocultando…
“Si realmente supiera, ¿Cómo pretende ocultárselo a Angel? Él ya es amigo de Demian…”
-Creo que tiene razón- sentencié finalmente
Angel solo se encogió de hombros
-No creo que Demian sea peligroso, pero alguien podría aprovecharse de su visita- razonó
Asentí intentando convencerle de que dejara de hablarle de Demian a Sebastian
-Tengo hambre ¿Por qué no preparamos algo para comer?- pregunté poniéndome de pie y caminando hacia la cocina
-No estás siendo honesto-
Me detuve abruptamente
-¿De qué hablas Angel?-
-Te disculpaste conmigo pero en realidad nada ha cambiado, todo sigue igual-
Intenté sonreírle pero solo conseguí hacer una mueca
-Lo siento, realmente me gustaría decirte, pero…-
-…no te corresponde, ya lo sé, lo he escuchado mucho últimamente-
-Angel…-
-Lo siento- se disculpó
Sonreí, en realidad no sonaba para nada arrepentido
.
.
-¿Realmente piensas congelar la carrera?- cuestioné incrédulo
Que yo recordara, terminar la carrera era algo de vital importancia en la vida de Angel, eso sin contar que se suponía que él y Sebastian se casarían apenas mi amigo finalizara la universidad
-No tengo más opción, de hecho aunque contratase a una niñera, no podría retomar los ramos, cuidar a tres niños es mucho más agotador que estar atento de uno solo…-
-Pero podrías…-
-¿Pedirle ayuda a Sebastian?- terminó la frase con una mueca cargada de ironía
-No, pedirle ayuda a tu madre-
-¿Y dejar a Thomas solo?-
Bajé mi mirada, incómodo
-Supongo que tienes razón- reconocí a mi pesar
-Además si estoy saliendo y entrando frecuentemente del departamento llamaré la atención-
-¿Y piensas mantenerte encerrado? –
-No me queda otra opción, no sé en qué momento pasará el peligro-
-Pensabas ir con Ignacio- repliqué medio en broma
Me devolvió la sonrisa, pero su mirada no acompañaba aquél gesto
-¿Aún piensas ir con él?-
Negó rápidamente, su mirada fija en su taza de té
-Angel, entiendo como debes sentirte pero…-
-¡No lo entiendes!- replicó poniéndose de pie bruscamente
-¡Todos intentan protegerme ocultándome lo que pasa! ¡Me gustaría poder sonreír agradecido por su gesto, pero me molesta que Sebastian siempre me desvíe el tema!...¡Y me duele que me ignore!, de repente se comporta como si yo no le importara, o lo que es peor, como si detestara lo que digo…intento no tocar el tema pero siempre terminamos discutiendo sobre lo mismo-
-¿Por qué no intentas hablar sobre eso con él?-
-¿Y si nuevamente terminamos gritándonos?-
Había miedo en su mirada, pero cualquier cosa era mejor que aconsejarle que buscara ayuda en Ignacio… ¡EN IGNACIO!
Aquel sujeto aprovecharía aquella oportunidad al máximo, y solo él sabía que era capaz de hacer por conseguir su maldito deseo de tener a Angel en su cama
Angel se quedó mirando la entrada de la cocina, me giré lentamente, Sebastian estaba parado con el entrecejo fruncido, me sorprendió la mirada llena de enfado que tenía, usualmente al mirar a su novio su expresión cambiaba a una un poco más…pacífica
“¿Pero qué le pasa?”
-Que bueno que ya llegaste, hay pastel y…-
Sebastian ni siquiera se detuvo a escucharle, dio media vuelta y salió de la cocina, al mirar a Angel noté que su sonrisa había desaparecido
-Probablemente tuvo un mal día- razoné con tranquilidad
Aquello pareció convencerlo
-Tienes razón, iré a hablar con él…-
-Ve, yo iré a jugar con Erick-
Subimos juntos las escaleras, Angel dudó un poco antes de entrar a la que supuse sería su habitación, durante un instante pensé en acompañarle, luego deseché aquella idea, a pesar de que apoyaba a mi amigo, no debía entrometerme en aquella conversación, al menos no de momento
-¡Hola tío!-
-¿A qué juegas Erick?-
-¡Pacman!-
No pude evitar contagiarme con su sonrisa, dentro de toda la oscuridad que nos rodeaba, su inocencia era algo increíble y lamentablemente un poco desconcertante
---------------------------------------------------ENDPOV LUCAS---------------------------------------
.
.
.
-¿Sebastian?-
Cerré la puerta con cuidado tras de mí, una parte de mi me gritaba que saliera corriendo, que mejor dejara esta conversación para después, que de cualquier forma, más tarde tendríamos tiempo…
La otra parte acallaba a la que gritaba, susurrándole que no había tiempo…que quizás nunca lo hubo
El sonido del agua cayendo me hizo entender que mi novio estaba bañándose, suspiré dejándome caer sobre la cama, no pensaba incomodarlo en el baño, y me sentía cansado, los bebés se despertaban en la noche y era muy difícil hacerles dormir nuevamente
Últimamente todo se me hace difícil…
“Quizás es porque estás saliendo del cuento de hadas…”
La puerta del baño se abrió revelando la figura a medio vestir de Sebastian, una toalla sobre sus hombros absorbía las gotas de agua que caían desde su cabello, tenía el torso desnudo y pantalones de tela a medio abrochar
-¿Vas a salir?- pregunté sentándome con algo de esfuerzo sobre la cama
Su mirada me analizó unos instantes
-Si- respondió antes de darme la espalda
-¿Una reunión de trabajo?-
La curiosidad comenzaba a dar paso a un mal presentimiento
“¿Por qué no eres capaz de ser como antes?”
“¿Por qué se siente como si ambos estuviésemos transformándonos en otras personas?”
-No-
Me mordí el labio inferior, la camisa que estaba abrochándose no parecía necesaria para ir al trabajo…de hecho, lucía más acorde con una…
…cita
-¿Volverás temprano?- inquirí
Sebastian se dio la vuelta y avanzó hasta la cama, su rostro a centímetros del mío, mi corazón latiendo apresuradamente…y aquella molestia…
…aquella molestia en su mirada
-¿Por qué no me preguntas lo que realmente deseas saber?- cuestionó sin apartarse
Cerré los ojos, si estaba mirándome me costaba mucho más concentrarme
-¿A dónde vas?-
-Saldré con una socia-
“Saldré con una socia…”
-¿Socia?- repetí confundido
-O al menos espero que lo sea después de esta noche- aclaró
Aparté mi mirada, negándome a reconocer abiertamente las dudas que me provocaban sus palabras
-¿Qué pasa Angel? ¿Preocupado por algo?- su aliento chocaba deliciosamente contra mi oído pero sus palabras me dolieron
Se sentía como si estuviera jugando conmigo
-Estás siendo cruel- me quejé apesadumbrado
-¿Por qué?-
-¿Cómo te sentirías si te ignorara por más de una semana? No respondes a mis preguntas, me preocupa ver que no comes nada en casa, y peor aún, no pasas tiempo aquí…-
-¿En serio?-
-¡No intentes confundirme! ¿Intentas alejarme de ti? Pues felicitaciones, lo estás consiguiendo-
Le miré fijamente, esperando alguna reacción, pero no dijo nada, solo suspiró
-Además…todo lo que me dices, no soy tonto, y sé cómo es tu carácter, pero jamás me habías hablado así-
-¿Sigues hablando con Christian?-
Abrí los ojos, sorprendido, ¿Acaso su actitud era por celos?
-¿Estás celoso?-
-¿Cómo crees que me siento si la mitad de las llamadas que hacen a este departamento son para ti, y precisamente de ese sujeto?-
Sinceramente, no lo había notado
-Yo, no me había dado cuenta- aseguré con honestidad
-Ese es el maldito problema de siempre, jamás te das cuenta, hasta que es demasiado tarde- espetó con molestia
-Yo…lo siento, estoy…-
-¿Intentando arreglarlo? En tus inútiles intentos solo consigues cometer más errores-
Sus palabras me hirieron, por más sinceras que fueran
-Al menos intento arreglarlos, no me ciego considerando que soy perfecto- repliqué molesto
-Que divertido eres- susurró tomando mi barbilla con fuerza, inclinó mi cabeza hacia atrás y comenzó a lamer mi cuello lentamente
Intenté alejarme, aún seguía molesto y él no me había explicado qué pensaba hacer con su supuesta socia
-No estoy bromeando- espeté con molestia
-Yo tampoco- replicó sonriendo sobre mi piel
Entrecerré los ojos, una ira desconocida apoderándose de mi cuerpo, mis brazos empujándole para que se alejara, su mirada brillando, mi respiración agitándose
-¿Qué te pasa Sebastian? Te comportas diferente- reclamé nuevamente
Habíamos caído en un círculo vicioso…uno que no tenía final aparente
-¿Yo?-
Miré desconcertado como se incorporaba rápidamente, se vistió en un abrir y cerrar de ojos, lucía increíblemente apurado
-¿Por qué no me respondes?-
“Hay algo malo con él, es como si pensara que tu cambiaste, pero tú sigues actuando igual…está esperando que te comportes de una forma…”
Sacudí mi cabeza, alejando aquellos pensamientos de mi mente, me puse de pie y seguí a Sebastian por el departamento
-¡Sebastian!- le llamé
Se detuvo frente a la puerta de entrada, volteó a mirarme y retrocedí asustado…
Sus ojos verdes se habían oscurecido
-Déjame en paz- ordenó con voz fría
-¿Qué te pasa? ¿Puedo ayudarte?- me acerqué a él pese a que mi instinto me gritaba que no lo hiciera
-¡Hazme maldito caso y no te acerques!- exclamó dejándome helado
Extendí mi mano lentamente hacia él, jamás lo había visto actuar así pero sabía que no me haría daño
Mi mano fue alejada de su brazo con un golpe certero, me mordí la lengua para evitar quejarme, la mirada de Sebastian atravesándome me hacía sentir aún peor, comencé a retroceder, sosteniendo mi mano derecha con la izquierda
-Angel…-
-Tenías razón, no debería acercarme-
Pensé que su expresión se relajaría un poco, pero sus ojos no hicieron más que oscurecerse, me detuve cuando sentí la pared contra mi espalda
-¡No te acerques!- exclamé cuando dio un paso hacia mi
Percibí la confusión en su mirada, pero sabía que aquel color en sus ojos era sinónimo de peligro
-No voy a hacerte daño- susurró
Mi cuerpo se movió como si aquellas palabras hubiesen sido una orden, no sabía por qué se comportaba así pero necesitaba confiar nuevamente en él
-Lo sé-
Estábamos tan cerca que podía sentir su aliento sobre mi rostro, sus labios inmóviles a escasos centímetros aceleraban aún más mis latidos
Sus manos subieron lentamente hasta mi rostro, fijé mi mirada en la suya, aunque prefería el color verde, la oscuridad me cautivaba
-Quiero confiar en ti- murmuré bajito, temiendo romper el momento
Sebastian terminó por separar la distancia entre nosotros, no me resistí al sentir sus labios sobre los míos, su lengua recorriendo mi labio inferior fue el llamado necesario para permitirle el paso, sin embargo se separó de mí y apoyó su barbilla en mi hombro
-Tengo miedo-
Abrí los ojos sorprendido de escucharle decir aquello, él jamás exteriorizaba sus sentimientos de una forma tan honesta
-Yo también, pero estoy seguro de que todo estará bien- aseguré abrazándole
Sus brazos rodearon mi cintura con fuerza, me estremecí al recordar que llevábamos tanto tiempo sin abrazarnos…
Algo tan usual en algunas relaciones…
…Pero, después de todo, ¿Cuándo algo entre nosotros se asemejaba a lo que usualmente se describe como normal?
-Quiero que entiendas que si no te hablo de mi pasado, no es porque no confíe en ti, es porque tú eres el presente y el futuro, por eso te pido que no sigas insistiendo…-
Asentí brevemente, sonaba demasiado sincero, tanto, que advertí que su pasado le dolía mucho, aún después de lo que supuse serian varios años, e independiente de lo que haya pasado, le dolía y prefería no hacerme parte de aquel dolor…sino dar vuelta la página
-No lo haré, pero no quiero que vuelvas a engañarme, prefiero saber que no vivo en un cuento de hadas a vivir dentro de uno y de repente darme cuenta de que estaba en una historia de terror…-
-Trato hecho- se semi incorporó y me regaló una sonrisa
Era imposible no devolverle aquel gesto, cada sonrisa de Sebastian estaba grabada en mi memoria, porque eran un pequeño tesoro
A pesar de lo que había pasado, quería confiar en él, necesitaba hacerlo, porque si no confiaba en él, estaba seguro de que no podría confiar en nadie…
.
.
.
Caminaba junto con Sebastian y los tres niños por el centro comercial…
Ahora que lo pienso, nunca habíamos hecho algo como esto
-¡Papá mira!-
Erick señalaba el escaparate de una tienda de juguetes
-¿Puedo tenerlo?-
Mire a Erick extrañado, ¿Para qué quería una cama elástica?
-No creo que sea buena idea- aseguré pensando en el departamento y en que probablemente Erick terminaría cayendo en el suelo en lugar de sobre la tela
-Por favooooooor- suplicó el peque tomando a Mathew y mirándonos con cara de perrito bajo la lluvia
-Erick, deja a tu hermano en el coche- ordené obligándome a no sonreír
¿Creía que por tener a su hermano en brazos parecería más tierno?
-Pero MIRALO, es taaaaan tierno, ¿No te dan ganas de comprar esa cama elástica para que nos divirtamos?-
Fruncí el ceño, Sebastian sonrió
-Es un bebé, no vamos a arrojarlo en la cama elástica- reclamé quitándole a Matt de los brazos y dejándole nuevamente en el coche, para mi desesperación, el mellizo menor solo sonreía mirando a Erick
-¡Pero es divertido!-
-¿En dónde piensas ponerla? ¡Vivimos en un departamento!-
Como no encontró argumentos en contra de mi reclamo, se giró hacia Sebastian
-A mí no me mires Erick, Angel tiene razón, además siempre te aburres de todo lo que te compro-
-¡Eso es porque no me has comprado la motocicleta!- se defendió como si aquello tuviese sentido
-¿Entonces puedo regalar tus juguetes? Hay muchos niños que…-
-¡Bien bien! Ya no quiero la cama elástica- se rindió retomando su caminar
Sonreí victorioso, ¿Por qué Thomas siempre conseguía que Erick NO olvidara lo de la motocicleta?
-Creo que deberíamos pasar por el supermercado- comenté recordando que no quedaban muchos alimentos en la alacena
Erick y Sebastian suspiraron al mismo tiempo, Samantha se rió
-Al menos alguien me apoya- me encogí de hombros
-¿Podemos ir con los bebés a la sección de juegos?- sugirió Erick
“Déjale ir o comenzará a quejarse mientras intentas escoger arroz”
-Bien, pero no vuelvas a hacer carreras con el coche de tus hermanos- le advertí
-¡Papá estará vigilando!- se defendió sonriendo inocentemente
-¡Acabas de hacerlo en el estacionamiento! ¡Y Sebastian estaba a mi lado!-
-No quiero carreras- repetí mirando a Sebastian
-¿Cómo crees que le dejaré hacer eso?-
“No sé por qué no le creo…”
Observé como se alejaban, ahora sí me recordábamos a una familia, pensé en que después de hablar con Sebastian muchas cosas parecían haber cambiado
Independiente de que el peligro siguiera sobre nosotros, Sebastian no desaparecía y nuevamente sonreía…
“Luces como quinceañera enamorada…”
Saqué el carro y comencé a recordar que faltaba en la alacena, necesitaríamos fideos, arroz, verduras…muchas verduras…
-Hola amor-
Me detuve abruptamente mientras depositaba un tarro de fruta en conserva
-¿Podrías moverte?-
Ignacio sonrió antes de caminar un paso hacia la izquierda, fruncí el ceño y seguí de largo, no me interesaba hablar con él, ya no
“Que rápido cambias de parecer”
-¿Esa es tu forma de saludarme después de tanto tiempo?-
Ignoré sus palabras, ¿Qué más necesitábamos?
Cierto, maíz
-Tu actitud me recuerda increíblemente a la de Sebastian, ¿Será que te arreglaste con él? Es una pena si le creíste lo que te dijo-
Me detuve nuevamente, esta vez me giré hacia el de ojos grises
-No, la pena sería creerte a ti, cualquier cosa que me digas-
-¿Enserio? ¿Aunque tenga que ver con el pasado de tu noviecito?-
Entrecerré los ojos, ¿Cómo alguien podía ser TAN desagradable?
-¿Qué te hace pensar que quiero escucharte? Lárgate, Sebastian está cerca y si te ve no intercederé por ti-
-Que considerado de tu parte avisarme, pero no me interesa hablar con él, como siempre, me interesa hablar contigo, ¿Cómo están los mellizos?-
Lo miré sorprendido
-¿Cómo sabes que son mellizos?-
-Ya ves, las noticias vuelan rápido ¿Te interesa saber cómo lo supe?- sonrió divertido apoyándose en un estante
-En realidad no, adiós- retomé mi camino y avancé rápidamente hacia el siguiente pasillo
Servilletas, necesitábamos servilletas
-Tú no eres su primer amor Angel-
Cerré los ojos con fuerza, obligándome a no lanzarle lo que tenía más cerca
-Eso es bastante probable, no necesitaba tus revelaciones para concluirlo- repliqué molesto
Ignacio se paró frente a mí, sus brazos cruzados y esa MOLESTA sonrisa en su rostro
¿Cómo hay alguien que disfrute tanto que le traten mal digo yo?
-¿No quieres saber quién lo fue?-
-No gracias, por algo esa persona ya no está con él y yo si-
-¿Tan seguro estás?-
-Sí, ahora vete-
Lo miré con todo el desagrado que me fue posible reunir, pero ni siquiera se inmutó
-Como siempre regresando a tu cuento donde Sebastian es el príncipe, a veces nos gusta cegarnos ¿no?-
Ignoré sus palabras, sin embargo mis manos comenzaban a temblar por la rabia
-¿Y si te dijera que el primer amor de nuestro adorado Sebastian está buscándole?...Después de todo, ellos jamás terminaron esa relación…-
Palidecí al escuchar aquello, los estantes repletos de mercadería parecieron girar a mí alrededor
Eso no es posible…
¡No es posible porque Sebastian me lo habría dicho!
-Es-estás mintiendo- susurré intentado convencerme de aquello
-¿Yo? ¿Y por qué lo haría? De hecho, es mejor para mí que sepas la verdad ¿No crees?-
-¡Cállate!- exclamé molesto
-Tu no crees que esté mintiéndote ¿Me equivoco?-
-Deja de decir estupideces-
-De hecho, dudas porque Sebastian aun no te cuenta qué fue lo que paso, ¿Acaso pensaste que no era importante? ¿Qué el pasado era pasado y no perjudicaría su hermosa relación?-
Cerré los ojos con fuerza, sentía la imperante necesidad de llevarme las manos a los oídos, no quería escuchar una sola palabra más…
…Porque cada palabra resultaba ser terriblemente cierta…
-Bueno, te dejo, pero si quieres que te cuente lo que sé…-
Tendió una pequeña tarjeta hacia mí, no moví ni un solo músculo, Ignacio sonrió antes de tomar mi mano y cerrar mi puño con aquel papel dentro
-Si yo fuera tú, no desperdiciaría esta oportunidad, no creo que seas tan ingenuo como para pensar que alguien más va a decírtelo, después de todo, los demás obedecen a Sebastian ¿no?-
Se retiró después de acariciar mi mejilla, no reaccioné hasta que escuché la risa de un niño, restregué con fuerza la zona donde me había tocado…
“Solo está intentando jugar contigo, no debes escucharle”
Aquello podía ser cierto pero…¿Cómo podía estar inventándose todo eso?
Sonaba a que conocía perfectamente lo que había pasado…
“¿No que ibas a confiar en Sebastian?”
No es como si esté desconfiando de él…
“¿A no?”
No, pero Ignacio tiene razón…nadie más está dispuesto a decirme lo que pasó…
“¿Qué Sebastian no ha sido lo suficientemente claro? Él te considera su presente y su futuro…no vive pensando en el pasado”
¿Y si es cierto que esa persona le está buscando?
“Eso está en el pasado”
No podemos cambiar nuestro pasado, si tenemos asuntos pendientes se presentarán ante nosotros…
“¿Dudas de su amor?”
No, sé que me ama, pero…
“…Quieres saber quién fue, ¿No crees que si fuera tan importante te lo habría mencionado?”
Si…si lo creo
“Entonces bota ese papel y sigue con tu vida”
Mire la tarjeta, tenía una dirección escrita, caminé hasta el basurero más cercano, no lo necesitaba…
-¡Mamá!-
Me giré sorprendido Erick corría hacia mí con un peluche en sus manos
-¿Qué pasa?-
-¿Puedo regalárselo a tío Thomas?-
Observé con cuidado el peluche, era una hamburguesa con ojos y sonrisa increíblemente tierna
-su-supongo que sí- me encogí de hombros, estaba seguro de que a mi tío le gustaría
Sebastian apareció por el pasillo, llevaba el coche y se veía como el típico padre de una película
Las mujeres se volteaban a mirarlo y sonreían enternecidas por los bebés…ok, las señoras hacían eso porque las más jóvenes lo miraban como si fuera un maldito caramelo
Fruncí el ceño
-¿Pasa algo?- preguntó cuando se detuvo a mi lado
-No- mentí descaradamente
Alzó una ceja y pareció que iba a restregarme en la cara que estaba celoso cuando Erick lo interrumpió
-¿No vas a llevar verduras verdad?-
-Claro que sí, y te las comerás todas o te quedarás pequeño- repliqué sonriendo ante la expresión de horror que puso
-¡Pero tú no tomas leche y nadie te dice nada!-
-Pero consumo otros productos con leche Erick, en cambio no puedes esperar solo comer carne y crecer saludable-
Mi hijo comenzó a refunfuñar algo sobre su tío Thomas y no sé qué cosa sobre los brócolis asesinos pero decidí ignorar aquello
-Me gusta cuando te pones celoso- murmuró Sebastian besando levemente mi cuello
Sentí toda la sangre de mi cuerpo agolpándose en mi rostro, aparte la mirada rápidamente
-Va-vamos por la leche de los bebés- sugerí tomando el carro y avanzando rápidamente
-¡También me gusta cuando haces eso!- exclamó provocando que casi chocara a una ancianita
-¡Cállate!- reclamé avergonzado
-¡Lo siento señora!- me disculpé inmediatamente
-No se preocupe, yo también me desconcentraría con un novio así- se rió
Aquello no sirvió para bajar mi sonrojo
De repente sentí unos brazos rodeando mi cintura
-¿Ahora vas a decirme que te gusta cuando casi atropello a la gente?- me quejé
-En realidad iba a decirte que Samantha necesita un cambio de pañal pero ahora que lo señalas sí, me gusta cuando te distraes por mi culpa-
La mujer sonrió con malicia
-¿Por qué no cambia a su hija usted?- sugirió
Me giré para mirar a Sebastian, no parecía enfadado de hecho, le sonrió con suficiencia a la señora
-Lo haría, pero es el turno de Angel-
Entrecerré los ojos, molesto
-Tienes razón cariño, nuestra hija necesita un cambio de pañal- sentencié mientras le arrojaba el bolso con los pañales por la cabeza
Como siempre, atrapó el objeto en el aire
-Ya entendí el mensaje- se encogió de hombros antes de llevarse a Samantha que reía contenta por estar en los brazos de su padre
-¡YO QUIERO IR!- grito Erick comenzando a correr para alcanzarles
-Se nota que se quieren, espero que sean muy felices- sonrió la anciana retomando su camino
-Gracias…-
Mathew comenzó a llorar, me agaché para quedar a su altura y sacarlo del coche, solo entonces noté que aún llevaba la tarjeta en la mano, la guardé en mi bolsillo para arrojarla después, ahora era más urgente calmar a mi hijo
-Ya, tranquilo pequeño… ¡mira! ¿Te gusta este peluche?...-
.
.
.
-¿Y cómo va todo?- mi madre me sonrió contenta en sus brazos Samantha reía emocionada por la atención
-Bien, Sebastian adora a los mellizos, ahora está en el hospital, cubriendo su turno-
Mi madre asintió
-Se nota, tu mirada está mucho más tranquila, Thomas ha estado muy preocupado por ti y por los mellizos, le he dicho que se tranquilice, pero él insiste…-
-¿Dónde está ahora?- pregunte sabiendo que le debía una disculpa a mi tío
-Regresará dentro de poco, ya sabía de tu visita…-
Miré a mi hijo menor, Matt nuevamente se había quedado mirando un punto fijo
-¿Sabes si es normal que un bebé se quede mirando algo de forma tan…?-
-¿Fija? ¿Cómo si se quedara pegado?- completó mirando a Mathew con curiosidad
Mi hijo menor se volteó y la miro fijamente, luego sonrió pero no apartó sus ojitos
-Sí, quizás estoy exagerando pero no lo encuentro muy…normal-
-Bueno, tú hacías lo mismo cuando pequeño-
La miré sorprendido
-¿Yo?-
-Sí, tu padre siempre me preguntaba si era normal que te quedaras mirando la pared fijamente, con el paso del tiempo comprendimos que era normal-
Respiré un poco más tranquilo al escuchar aquello
-Por otro lado, creo que Samantha será la preferida de Sebastian- añadió mi madre sin dejar de mecer a mi hija
Asentí efusivamente
-Solo cuando él la toma se queda tranquila, cuando debo hacerla dormir me cuesta mucho- reconocí sin dejar de alimentar al menor
-Tu teléfono está sonando- me avisó mi madre
Dejé la pequeña cuchara sobre la mesa para buscar el móvil en mis bolsillos, sin embargo al meter la mano en uno de los delanteros reconocí un trozo de papel, con la otra mano tomé el teléfono y contesté la llamada
-¿Diga?-
-Angel, soy la secretaria de su pediatra, llamaba para confirmar la cita de mañana…-
-Claro, lo recuerdo perfectamente-
-En ese caso nos vemos mañana, gracias-
-Gracias a usted-
Corté la llamada mientras miraba la tarjeta
-Mamá…-
-¿Si cariño?-
-¿Puedes cuidar a los bebés un par de horas?-
.
.
.
¿Qué demonios estaba haciendo en este lugar?
Miré al recepcionista controlando los deseos de salir corriendo, el hombre me sonrió
-¿Qué necesita?-
-Eh… ¿En qué piso queda el departamento 65?-
-Último piso- respondió inmediatamente
Asentí comenzando a caminar hasta el elevador, cuando las puertas se cerraron sentí deseos de salir corriendo…nuevamente
“¿Por qué viniste? Se supone que…”
Ya sé, pero…no sé…creo que tengo curiosidad
“¿Ahora el miedo se llama curiosidad?...”
Las puertas se abrieron en el último piso, el lugar era bastante moderno, pero a la vez tétrico…el solo pensar que en este piso vivía Ignacio hacía que quisiera incendiarlo
Me detuve frente al departamento número 65, mi mano se elevó pero la bajé…indeciso
“Ya viniste hasta aquí o lo haces, o te vas, pero rápido”
Toqué el timbre y me di vuelta inmediatamente, estaba cayendo en el juego de ese idiota, lo mejor sería irme
-¿A dónde vas Angel?-
Me detuve, suspiré profundamente, ¿Qué tan malo sería escucharle?
-Adelante, siéntete como en tu casa…-
Avancé con sumo cuidado, cada paso que daba me hacía sentir más y más arrepentido, cuando Ignacio cerró la puerta tras de mí cerré los ojos con fuerza
“Es como meterse por voluntad en la boca del lobo”
-Así que viniste…-
-Evita disfrutarlo tanto y cumple lo que prometiste- repliqué alejándome rápidamente cuando pasó su brazo sobre mis hombros
-Pero la verdad tiene un precio…-comentó
Di media vuelta inmediatamente, si pensaba que iba a darle algo estaba muy equivocado
-¡Solo bromeaba! Como si fueras a acceder a alguna petición mía…-
Lo miré a la espera
-¿Por qué no te sientas y te pones cómodo?- sugirió dejándose caer con elegancia sobre su sofá
Me crucé de brazos, la respuesta era más que obvia, cada lugar de aquel living olía a él y prefería no acercarme
-Como quieras, luego no te quejes que no fui amable-
-Dime lo que tengas que decirme- ordené
Sus ojos grises brillaron, la diversión dominaba su expresión
-Bueno, ya te lo dije, Sebastian tuvo un primer amor bastante doloroso, se separaron sin terminar su relación y ahora su ¿otro novio? Está buscándole, ya sabes, supongo que espera que tu novio siga queriéndole…-
Mi pecho dolió un poco al escuchar aquello
-Si eso es todo lo que sabes…- comencé haciendo amago de irme
Ni siquiera sabía bien por qué había terminado viniendo, y si solo era para repetirme lo que ya me había dicho prefería marcharme en el acto, aun cuando el viaje hubiese supuesto una pérdida de tiempo
-Oh, eso es solo el principio, yo sé muchas cosas, pero tú te niegas rotundamente a hacerme caso, ¿No te advertí muchas veces que averiguaras sobre el pasad de Sebastian? Pero preferiste quedarte en tu mundo, protegido y ciego, creyendo fielmente todo lo que te decía él…sin investigar…-
-¿Y crees que iba a hacerte caso?-
-¿Entonces qué haces aquí?...tu desconfianza es tan falsa como decir que Sebastian no es un asesino-
Bufé molesto, Ignacio se puso de pie y se acercó hasta mí
-Yo te diré qué haces aquí Angel, no estás aquí porque desconfíes de Sebastian, ni porque desconfíes de tus sentimientos, no, estás aquí porque tienes miedo…-
Me mordí el labio inferior, mi consciencia gritándome que me fuera, que me largara antes de escuchar algo que podría arruinar todo…y que probablemente pudiese ser mentira
-…tienes miedo de que esa persona pueda provocar el quiebre de tu relación, tienes miedo de que solo estés siendo usado como reemplazo, hay una pregunta que tienes grabada en tu mente, una pregunta que hizo que entraras a mi departamento…-
Su voz se escuchaba como si proviniera de otro lugar, su caminar demasiado seguro, apreté los puños con fuerza
“Él tiene razón…la tiene y por eso sientes rabia…eres tan transparente…”
-…Y yo sé cuál es…porque te conozco demasiado a pesar de que siempre tienes esa actitud borde conmigo…-
-No es cierto-
-¿Cuál es esa pregunta Angel? ¿Qué es lo que no te deja dormir bien desde que te mencioné aquello en el supermercado?-
Lo miré enfadado, aquello había pasado hace más de tres días, ¿Por qué podía asegurar tantas cosas sin haberlas visto?
¿Por qué parecía saber mejor que yo lo que pasaba por mi mente?
-te preguntas, ¿Y qué pasará cuando esa persona se pare frente a Sebastian? ¿Qué pasará con nosotros?-
-¡Cállate!-
Nuevamente me ignoró, sonrió triunfal antes de empujarme contra la pared
Lo miré con rabia, mi cuerpo intentó alejarse pero no me lo permitió
-Yo sé lo que pasará, y lo sé porque así como puedo ver tus reacciones también puedo ver las de Sebastian, ¿No te das cuenta? Está intentando hacerse creer que el pasado no le afecta…por eso es incapaz de decírtelo…porque pretende hacer como si nunca hubiese pasado…-
Cerré los ojos intentando no ceder ante el dolor que me causaba escucharle decir aquello
-Pero no está funcionando, por eso su comportamiento, por eso intenta aferrarse a ti de forma tan desesperada, porque el pasado está intentando enfrentarse a él, el problema es que no está seguro…¿Lo has notado verdad? Su inseguridad, su miedo…-
Recordé las palabras de Sebastian, y solo pude pensar que Ignacio tenía razón
-…Esa sensación de felicidad que no se queda contigo, ese desasosiego, ¿Cómo puedes estar seguro de que te ama totalmente? ¿Cómo puedes estar seguro de que cuando Demian lo encuentre no te dejará?-
Palidecí al escuchar aquel nombre…
Demian…
No podía ser…
Pero…su historia…
-¿Ahora todo tiene más sentido?-
Miré confundido a Ignacio
-No puede ser cierto- negué rápidamente
Su cuerpo se alejó del mío, comencé a caminar sin darme cuenta de hacia dónde iba
No podía ser cierto pero…Demian…
” -¿Yo? Pues, mi sueño siempre fue estudiar lo mismo que mi novio-“
Medicina…
“-Ha sido el único novio que he tenido, pero…dejamos de vernos hace seis años-“
Sebastian estaba en aquel instituto hace seis años…
“-Yo…he esperado por él durante todo este tiempo, también…sé que puede sonar estúpido pero yo le prometí que estudiaría medicina para ayudar a la gente que necesitara mi ayuda, por eso decidí pedir una transferencia a esta universidad-“
A la misma universidad donde está Sebastian…
-¿Qué pasa Angel? ¿Por qué tan callado?-
Me detuve frente al ventanal que separaba el living del balcón, mi mente pensando en mil ideas, cada una cruzándose con otra, la imagen de Demian y la de Sebastian dolorosamente juntas
-Adivinaré, primero la negación “no puede ser” luego viene la ira…-
-¡Cállate! ¡Estás mintiendo! ¡Pero estás muy equivocado si crees que…!-
Sus manos me giraron con fuerza, me le quedé mirando fijamente, la satisfacción resplandecía en sus ojos
-Eres tan predecible que no deberías resultarme tan interesante- susurró acercándose a mis labios
Corrí mi rostro automáticamente
-… ¿Quieres saber lo que viene después de la ira?- preguntó en mi oído
Me quede quieto, deseando alejarme y que dejara de hablar…ninguna de las dos cosas pasó
-Tristeza…dolor…pero eso lo dejo para cuando Sebastia vea a Demian… ¿Qué pasará contigo? ¿Serás capaz de mirar cómo se reencuentran?-
-Estás asumiendo que Sebastian se irá con él- repliqué desafiante
La seguridad con la que pronuncié aquellas palabras estaba muy lejos de sentirla
-¿Tú no?-
Aparté mi mirada, sus ojos me acusaban
-¿Por qué no haces nada para alejarte de mí Angel?-inquirió con una sonrisa maliciosa
-¿Ya no tienes nada más que decir?- pregunté
-Yo tengo muchas cosas que decir, tú no tienes paciencia para escucharlas…-
-Nos vemos-
Intenté alejarme pero me retuvo con fuerza, una alarma se encendió en mi cabeza
-Supongo que ese pánico en tu mirada es porque nadie más sabe que estás aquí- murmuró como si nada comenzando a meter su mano bajo mi ropa
Le empujé con fuerza pero me tomó de la cintura, estrellándome contra el ventanal
-Te dije que mis palabras tendrían un precio- señaló tomando mi barbilla e inclinándola hacia arriba
-¡Aléjate de mí!- ordené
-Yo no soy Sebastian, no voy a cumplir cada uno de tus deseos- replicó antes de besarme con fuerza
Mis manos intentaron separarme de él, mordió mi labio inferior provocando que abriera mi boca, rápidamente su lengua se introdujo, comencé a sentir náuseas
“¡TE DIJE QUE ERA MALA IDEA ENTRAR AQUÍ!”
Cerré los ojos intentando dejar de ver los muebles girando a mi alrededor, cuando su boca finalmente se alejó de la mía comencé a respirar en busca de aire
-Es mejor de lo que había imaginado- comentó feliz
-¡Me das asco!- exclamé enfadado
-¿Y eso me interesa por…?-
Sus labios comenzaron a bajar por mi cuello, el estúpido mareo se acrecentó, era como si solo tenerle cerca lo provocase
Cuando sus manos comenzaron a desabotonar mi camisa le empuje con todas las fuerzas que conseguí reunir, se apartó sonriendo, intenté correr pero sostuvo mi mano con demasiada fuerza, casi me zafó la muñeca en el proceso
-Me gusta más cuando te pones difícil- aseguró sin perder su molesta sonrisa
Intentó acercarse nuevamente pero no le di oportunidad al patearle en la pierna izquierda
-¡Entonces también te gusta esto!- exclamé comenzando a correr para salir del departamento
Solo alcancé a avanzar dos metros cuando sentí que se aferraba a mi tobillo y apenas pude extender los brazos para evitar estrellar mi rostro contra el piso
-¿Crees que te dejaré ir tan fácilmente?- se burló comenzando a tirar de mi
-¿Crees que voy a ceder?- respondí moviendo mis pies con fuerza
No supe en qué lugar le golpeé, pero fue suficiente para que soltara mi pierna, me incorporé con el corazón latiendo desenfrenadamente, por fortuna la puerta no estaba cerrada con llave, salí del departamento corriendo, solo cuando las puertas del ascensor se cerraron pude intentar calmarme
“¿QUE TE DIJE? ¡QUE NO ENTRARAS! ¡QUE NO ENTRARAS!”
Corrí a través de las calles, la herida que aún no cicatrizaba me ardía, pero lo que más me dolía era el pecho…
Tenía mucho miedo, necesitaba ver a Sebastian, pero ¿Qué iba a decirle si me preguntaba qué había pasado?
“Fui a hablar con Ignacio y me dijo que tu primer amor es Demian, por cierto lo conozco, y está buscándote”
Me detuve al doblar en una esquina, un callejón vació era todo lo que podía ver, mis ojos comenzaron a derramar lágrimas producto del peso en mi pecho
-Sebastian…- susurré dejándome caer de espaldas a la pared
-Sebastian…-
Oculté mi rostro entre mis brazos, la imagen de Demian sonriendo no conseguía desaparecer de mi cabeza
¿Qué culpa tenía él de seguir enamorado?
¿Qué culpa tenía yo de amar a Sebastian
Ninguna y aquello era lo más doloroso de todo, porque aun cuando nadie se merecía sufrir, inevitablemente terminaría haciéndolo…
.
.
.
---------------------------------------------------POV LUCAS--------------------------------------------------------
-¿Te gustó la película?-
Miré a Philip y le sonreí
-Me gustan las películas de terror- respondí
Negó con la cabeza, como si yo fuera un caso perdido
-¿Qué pasa?-
-No conozco a mucha gente que hable como tú, en general no se ríen de las escenas más espeluznantes-
Me encogí de hombros, estaba acostumbrado a que me dijeran aquello
-¿Te parece si vamos por un helado?- sugirió
-Me encantaría, pero debo regresar a casa- no pude ser más específico porque eso implicaría involucrar a Phlip en asuntos de mi hermano
-¿Quieres que te lleve?-
-No, no es necesario- intenté no sonar demasiado descortés
Me había sentido muy bien a su lado, pero muy a mi pesar una parte de mi consciencia me gritaba que estaba cometiendo una traición
¿Traición con quién?
¿A quién?
“Sabes perfectamente por qué te sientes así…”
-¿Lucas?-
¿Acaso yo soy el culpable de lo que pasó?
“¿Y si Thomas no lo es?
-Gracias por todo, me sentí muy bien-
“¿Sabes? Estoy agradecido de que hayas cuidado de mi sobrino todo este tiempo…”
-¿Te gustaría ir conmigo a una galería de arte?-
“Me gustaría quedarme acompañándote mientras esperas, ¿te molesta?”
-Claro, ¿Cuándo?-
“Pensé que me dirías que no, pero me alegra que hayas decidido venir…”
-Este sábado, puedo pasar por ti después de almuerzo, o mejor aún…-
“…Podríamos almorzar juntos, aún te debo una comida por la que arruiné…”
-…podríamos almorzar juntos-
Aparté mi mirada, ¿Por qué aquellos recuerdos aparecían de repente?
Philip sonreía emocionado, intenté devolverle el gesto con sinceridad, pero no funcionó muy bien, por fortuna no lo notó
-Por mí no hay problema, nos vemos el sábado entonces-
“Me gusta cuando me miras así, pareciera que solo yo llamo tu atención…”
Sus labios se acercaron peligrosamente a los míos, mi corazón aceleró su ritmo, pero su rostro no era el que veía
“¿Puedo besarte?”
-Lo siento-
Volteé mi rostro a pesar de que una parte de mi quería ese beso, no sabía si era porque era Thomas y no le quería cerca o porque en mi mente estaba viendo a Thomas y sería cruel besar a una persona bajo esas condiciones
“¿Sabes?...hace desde que te vi quise hacer esto…”
-No te preocupes, sé que es difícil seguir adelante, solo espero que me permitas cuidar tu corazón…-
“No pienso dejar que nadie te haga daño…ni siquiera yo”
Cerré los ojos intentando alejar aquellos pensamientos, no era cierto…
Nada de lo que había dicho era cierto…
-…nos vemos Philip-
Comencé a alejarme rápidamente, necesitaba encerrarme en mi departamento, necesitaba pensar…
“Escúchame bien Lucas, primero muerto que alejarme de ti, ¿entiendes?”
“¿Por qué no puedes perdonarle?”
¡Me engañó!
“Sigues queriéndole, por eso no puedes perdonarlo…”
“No quiero obligarte a nada, solo cuando estés listo lo haremos…vivir en el mismo departamento no es fácil”
.
.
Cerré la puerta de mi nuevo departamento solo pensando en arrojarme sobre la cama, quería dormir, quería descansar, pero principalmente…
Más que todo deseaba poder dejar de pensar en Thomas…
“¿Y si…?”
¿Qué?
¿Si le perdono?
¿Y caer de nuevo en su juego?
“¿Quién te dijo que era un juego?”
¡Por qué se supone que yo debo perdonarle!
“¿Y cómo quieres que se perdone a si mismo si tú no puedes perdonarle?”
¿Por qué tendría que hacerlo?
“Quizás para comenzar a dejarle ir…”
El timbre sonó, miré la puerta desconcertado, ¿Quién podría ser?
Acababa de mudarme, ni siquiera le había avisado a Angel aún
Abrí la puerta y me arrepentí enseguida de no haber observado por la mirilla antes de hacerlo
-¿Qué haces aquí?- no pude evitar sonar más enfadado de lo que pretendía
Thomas me miró con aquellos ojos…vacíos…
-Quiero…vengo a hacerte una propuesta-
Lo miré sorprendido, suspiré antes de hacerme a un lado para permitirle el paso
Pasó y se detuvo a un par de metros pero se mantuvo dándome la espalda
-¿Cuál es tu propuesta?- inquirí dándome cuenta demasiado tarde de mi error
No se suponía que yo estuviese de acuerdo en aceptar algo proveniente de él…
-Estuve pensándolo y quiero pedirte que seamos amigos de nuevo…-
Me mordí el labio inferior
“No se supone que dirías eso”
-¿Amigos? ¿Quieres que seamos amigos?-
-Es evidente que si te pido que regreses conmigo vas a maldecirme-
-¿Y por qué aceptaría ser tu amigo?-
Su mirada me gritó que estaba siendo cruel, pero ¿Por qué?
¿Por qué yo soy el cruel?
¿Por qué él termina siendo la victima?
¿Qué demonios pasó entre tú y Beatriz?
-Por eso es una petición…-
-¡DIME LA VERDAD!- estallé molesto
Me enfurecía que se comportara de esa forma y que estuviese dándome la espalda no ayudaba en nada
-No estoy jugando…-
-¡No me refiero a eso! ¿QUE DEMONIOS PASO ENTRE TU Y ELLA?-
-Pensé que lo habías visto-
-¡TE COMPORTAS COMO SI NO FUESE TU CULPA!- acusé confundido
Me llevé ambas manos al rostro, este asunto me frustraba, a pesar de que lo intentaba con todas mis fuerzas, no conseguía alejarme de él…meses de distanciamiento no habían funcionado…
-¿Debería disculparme por eso?-
-¡NO! ¡DIME QUE PASO!- exigí desesperado
Thomas no respondió, avancé cegado por la rabia
La impotencia de sentir que estaba en sus manos que yo le perdonara y de saber que no estaba dispuesto a decírmelo…
-¡LUCHA POR MI! ¡HAS QUE NO PUEDA OLVIDARTE!- mis manos se aferraron a su camisa, apoyé mi frente en su espalda, intentando imaginarme que nada había pasado…
Imaginarme que aún seguíamos siendo felices…
-No puedo, no mientras una parte de ti me grite que desea olvidarme…-
-¿Y QUE QUIERES QUE HAGA? ¿QUE TE SONRIA COMO SI NADA HUBIESE PASADO?-
Thomas se giró y me sonrió con tristeza
-¿No lo entiendes Lucas? Es mejor que estés lejos de mí-
Fruncí el ceño, ignorando el dolor que produjo en mi pecho el escucharle decir aquello
-¿Entonces por qué vienes a ofrecerme tu amistad?- espeté molesto
Apartó su mirada, tomé su rostro con mis manos y lo obligué a mirarme directamente a los ojos
-¿Por qué Thomas? ¿Por qué ahora me dices que es mejor que estemos lejos?-
-Porque es la verdad-
Una idea atravesó mi cabeza, ¿Podría ser que…?
-¿Cuándo te acostaste con ella estabas consciente de lo que hacías?- interrogué sintiendo los latidos de mi corazón reduciendo su velocidad
-Si-
Pero su mirada se había apartado de la mía al decir aquello
“Siempre que miente hace eso…”
¿Cómo no me había dado cuenta?
“¿No que lo conocías perfectamente?”
-¡Estas mintiéndome! ¡Mírame a los ojos y dime que lo hiciste porque querías y no por otra cosa!- ordené sin importarme que mi voz sonara tan desesperada
Thomas tomó mis manos y las alejó de su rostro, inmediatamente comenzó a caminar hacia la salida
-Creo que fue un error venir a hacerte esa propuesta, olvídalo, es mejor que lo olvides-
Mi mente me gritaba que estaba huyendo, estaba huyendo porque tenía miedo, porque era incapaz de mentirme…
-¡No! ¡Si sales por esa puerta sin responder a mi pregunta voy a aceptar salir con Philip!- amenacé apretando los puños
Su mirada celeste me miró dolida pero la expresión de su rostro no lo delató
-Es tu decisión Lucas, de cualquier forma, espero que seas feliz con él-
La puerta se cerró, me quedé parado unos instantes, sin saber que hacer
¿En todo este tiempo no había sido capaz de darme cuenta que estaba mintiéndome?
Aquello dolía…
Dolía demasiado porque yo era el único que podía darse cuenta y no lo había hecho…
Dolía porque tal vez pude evitarnos todo esto…
Dolía porque él acaba de desearme que fuera feliz con otra persona…
Dolía porque él no era capaz de decirme la verdad…
-¡Thomas!-
Corrí y abrí la puerta con fuerza, pero no había nadie en el pasillo, comencé a llorar, una mezcla de rabia y tristeza, una mezcla de felicidad y dolor, una mezcla extraña, pero que definitivamente no me hacía sentir mejor
Me dejé caer contra la puerta, deseando regresar el tiempo, deseando no haberme encerrado en mi dolor, deseando haber visto en su mirada lo que no fue capaz de decirme con palabras…
Thomas, Thomas, Thomas…
¿Realmente crees que después de esto voy a salir con Philip?
¿Realmente puedes pensar que soy capaz de olvidarte?
No quería perdonarte para no olvidarte, ahora no estoy seguro de que haya algo que perdonar, quizás es que seas incapaz de contarme la verdad…quizás el que yo haya sido tan ciego…
Quizás el que nos comportemos como estúpidos, quizás el que mi pecho sigue latiendo dolorosamente, porque estoy aferrándome a una esperanza, a algo de lo cual no tengo prueba alguna, pero definitivamente funciona…
No voy a descansar hasta averiguar por qué crees que es mejor que estemos separados…
Porque estoy seguro de que no tiene nada que ver con lo que vi en tu cumpleaños…
----------------------------------------------------END POV LUCAS---------------------------------------------
.
.
.
--------------------------------------------------POV GABRIEL----------------------------------------------------
-¡Ian!- exclamé intentando alcanzar al rubio
Para mi fortuna se detuvo apenas le llamé
-¡No me dejes solo!-
Bufé antes de voltearme hacia mi novio
-A veces te comportas como un niño pequeño- me burlé sonriendo
-¿Quieres ver mi otra faceta?- preguntó tomándome por sorpresa
Sus manos rodearon mi cintura con agilidad, pero Ian nos miró con curiosidad y aquello fue más que suficiente para avergonzarme…un poco
-En público no- respondí intentando apartarme un poco
No conseguí hacerlo, en lugar de eso, me abrazó por detrás y apoyó su barbilla en mi cabeza
“Ni que fuera tan bajo…el problema no soy yo, es él, ¿Para qué salió tan alto?”
-¡Bastian!-
-¿Qué?-
Suspiré intentando calmarme, Ian se acercó hasta nosotros con parsimonia
-¿Me llamabas?-
-¿Puedes llevarme…?-
-¿Solo a ti?- me interrumpió Bastian
-¿…llevarnos a la casa de Angel y Sebastian?-corregí a mi pesar
-¿Qué Bastian no puede llevarte?- replicó Ian con más desconcierto que enfado
De hecho, lucia realmente extrañado
-No trajo su automóvil y no quiere tomar el autobús- aclaré casi indignado
-¡Hey! La última vez que me subí a uno fue hace años, no recuerdo como llegar a ese lugar-
Miré a Ian de forma suplicante, él no pareció hacerse mucho problema
-En ese caso les llevo, de cualquier forma tengo que ir a hablar con Sebastian-
-¡Gracias!-
Nos subimos al automóvil, el rubio y mi novio adelante hablando sobre algo de una entrega que sería dentro de dos días, sus voces eran bastante frías y por primera vez no quise enterarme sobre qué estaban hablando
Me dediqué mirar las calles de la ciudad, ya estaba anocheciendo y la música de muchos clubs nocturnos se escuchaba de fondo, de repente visualicé una figura a unos cuantos metros
-¡PARA EL AUTO!- grité inmediatamente
La frenada que dio Ian hizo que casi me estrellara contra el asiento delantero
-¿Qué te pasa Gabriel?- preguntó
No le respondí, bajé del vehículo lo más rápido que pude y comencé a correr, no podía estar equivocado, reconocería a mi primo aún a mayor distancia
-¿Angel?-
¿Qué hacía sentado contra la pared de un callejón?
-¡Angel!- volví a llamarle
Alzó su rostro, no estaba llorando, pero en su mirada pude ver tristeza
-¿Qué pasó?- pregunté arrodillándome frente a él para abrazarle
-¿Era Demian verdad?-
Palidecí al escucharle decir aquello
-¿A qué te refieres?-
-La persona que está buscando Demian, aquel que fue su único amor…¿Es Sebastian? ¿Mi Sebastian?-
Cerré los ojos lamentándome que se hubiese enterado de esa forma, asentí sin ser capaz de reconocerlo en voz alta
-Pero Demian no merece sufrir- susurró
-Tu tampoco- sentencié inmediatamente
Angel me miró unos instantes antes de suspirar
-Ojalá nadie tuviese que salir herido…-
¿Cómo podía ser capaz de pensar de esa forma aunque sabía lo que estaba pasando?
Suspiré profundamente, con Angel no había caso alguno
-Hay problemas que no tienen solución, pero no debes culparte por eso, Demian pertenece al pasado, tú no los separaste-
Suspiró antes de permitirme que le ayudara a pararse, cuando tomé sus manos para levantarlo me extrañó algo…
-¿Angel?-
-¿Qué pasa?- preguntó concentrado en mirar el suelo
-¿Dónde está tu anillo de compromiso?-
Se miró las manos rápidamente, luego registró cada uno de sus bolsillos, cuando comprendió que no lo tenía alzó el rostro y me miró con una palidez que nunca había visto en su piel
-No lo tengo- murmuró con un tono de voz que reflejaba miedo
-¿Por qué te lo quitaste?- cuestioné con calma
No era necesario entrar en pánico…¿verdad?
Su mirada solo consiguió inquietarme
-No me lo he quitado- respondió automáticamente
-¿Entonces…?-
-Ignacio-
Fruncí el ceño al escuchar aquel nombre…
¿Podría ser que Angel se hubiese enterado de lo de Demian por culpa de ese sujeto?
Y peor aún…
¿De entre todas las personas, ÉL tenía el anillo de compromiso de Angel?
-------------------------------------------------END POV GABRIEL-----------------------------------------------
.
.
.