La palabra que nos hemos intercambiado si fuera una canción
¿Cuál será tu melodía favorita?
Incluso si este mundo de repente cambia desde ayer
Si estás allí, puedo volver a jugar la melodía, dúo/dueto
Realidades complicadas e historias imprevisibles
Si estamos juntos, No tendremos miedo para nada
Las luces de la decoración del día y los sueños del cumplimiento de nuestros corazones pueden ser incompletos
Yo no quiero que te lleven lejos
Por favor, no olvides, no olvides, que te quiero de verdad
Quiero proteger el amor eterno, anotando la preciosa palabra "eterno"
Te amo, Te amo. Quiero darle todo lo que tengo
Estoy esperando a que vengas a mi lado
Si hago una canción para el tiempo que pasaremos juntos
Las notas que rasgo deberían ser un poco solitarias
Si la amistad puede traer la felicidad
Vamos a llenar el vacío entre tú y yo, dúo/dueto
Rumores sin sentido y chistes que uno no podía creer
Si los escuchamos juntos, nunca se perderán
Tu cara feliz es mi motivo
Lo que se hubiera hecho, no quiero que seas herida
Me quedaré sin cambios, no voy a cambiar, te quiero de verdad
Quiero abrazarte con amor que no pide nada a cambio, por escribir por la preciosa palabra "derecho"
Te creo, te creo. Viviré junto a ti eternamente
Estoy esperando a que vengas a mi lado
Por favor, no olvides, no olvides, que te quiero de verdad
Quiero proteger el amor eterno, anotando la preciosa palabra "eterno"
Te amo, Te amo. Quiero darle todo lo que tengo
Estoy esperando a que vengas a mi lado
DBSK – DUET
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-Te encontré-
La sangre en mis venas pareció congelarse, en la oscuridad total creí percibir que aquel hombre estaba sonriéndome, una mano apoyada en el suelo y la otra probablemente en la cama
-Conejito…sal de ahí-
Lo miré asustado y me apegué aún más hacia la pared, ¿Quién era él?
-No me hagas esto más difícil…-
De repente la cama se movió, dejándome descubierto, su mano se aferró a mi cabello, no tuve otra opción más que ponerme de pie
-Eres más bello en persona ¿Te lo habían dicho?-
-¿Quién eres?- pregunté obligándome a no sonar tan aterrado como me sentía
No respondió, se quedó extrañamente quieto y aquello me asustó mucho más, no podía ver su rostro en la oscuridad de la habitación y habían comenzado a escucharse nuevos disparos
-Soy la versión sádica de Sebastian- respondió con tranquilidad
Demasiada tranquilidad para tratarse de una declaración tan inquietante
-¿Qué quieres?-
Sentí sus labios delineando mi cuello lentamente, mi cuerpo se paralizó totalmente
-Hacer sufrir a Sebastian, pensé que sería más difícil pero lo hemos estado haciendo muy bien…-
-¿De qué hablas?-
-Si el terminó contigo, fue en un patético intento por protegerte, no entiendo como el gran Sebastian creyó que alejándote de él conseguiría quitar la atención que hay sobre ti-
Mi pecho dolió al escucharle…
¿Así que por eso Sebastian había dicho aquello?
Intenté aferrarme a la idea de que así era, y por eso no podía permitir que me dañaran
Le lancé un golpe tomándole por sorpresa, inmediatamente intenté salir corriendo pero un brazo envolvió con fuerza mi cintura y una mano apretó mi cuello
-Ni se te ocurra intentar escapar, me costó mucho trabajo encontrarte-
Fruncí el ceño, no pude responder producto de la presión que había sobre mi garganta
-Ahora vámonos, hay que aprovechar que tu noviecito piensa que no hay nadie dentro del departamento-
Abrí los ojos al máximo, ¿Ir? ¿Dónde?
La sangre en mi cuerpo pareció concentrarse en mi cabeza, necesitaba escapar
Erick estaba a salvo, pero si los demás pensaban que no había nadie más en el departamento…
Comenzó a tirar de mí obligándome a avanzar, sentía el pánico creciendo en mi interior con una velocidad alarmante, mis pies caminaban a pesar de que yo no quería moverme, las habitaciones comenzaron a quedar atrás, al llegar al salón, mordí su mano lo más fuerte que pude y conseguí deshacerme de su agarre
-Esto te va a costar caro- sentenció
La luz de la ciudad que entraba por el ventanal me permitió verle, me desconcertó su parecido con Sebastian, a pesar de no tener el cabello rubio, sino oscuro, sus ojos tenían el mismo color pero irradiaban crueldad
Retrocedí al ver la puerta bloqueada por su cuerpo, a simple vista no parecía traer arma alguna y aquello me confundió, ¿Cómo había entrado al departamento con tanta facilidad?
-¿Por qué haces las cosas tan difíciles? –
En un parpadeo estaba parado a mi lado, sonriendo con suficiencia, me sentía como un ratón de laboratorio en un laberinto sin salida
Sus movimientos eran demasiado rápidos para mí, antes de darme cuenta estaba mirando el suelo y sentía algo cálido deslizándose por mi frente
Si no fuera tan débil…
-Te dije que te costaría caro…-
Una patada sobre mi vientre me quitó todo el aire que había en mis pulmones, jadeé intentando ingresar algo de oxígeno
Si al menos pudiese defenderme…
Otro golpe, esta vez en mi espalda hizo que me arqueara ahogando un grito
-¿Por qué no gritas?- preguntó sin dejar de golpearme
Si tan solo supiera como hacerle frente…
Me mordí la lengua, mi mirada se nubló, pero no me quejé, porque no quería que Erick escuchara a pesar de que con cada golpe sentía que me estaba rompiendo un hueso
-Si no me dices por qué, iré por ese precioso hijo tuyo que tienes escondido en el armario…-
Giré mi rostro espantado, se agachó y me sonrió con tranquilidad
-¿Pensaste que no había notado su presencia? No me subestimes Angelito…-
-No le hagas nada…-
¿Cuándo me había golpeado en la boca?
Porque el sabor a sangre era demasiado intenso
-No pienso hacerle nada, a menos que tú me obligues, ¿Tú tampoco quieres verdad?-
Negué rápidamente, pero no pareció agradarle mi respuesta porque jaló mis cabellos echando mi cabeza hacia atrás
-¿Quieres?-
-No…-
-No escucho Angel-
Cerré los ojos con fuerza, intentando soportar el dolor
-¡NO!-
-Así estamos mejor, lamentablemente tu novio viene por ti, tengo que irme, pero volveré a buscarte, no creas que soy tan cruel como para olvidarme de ti-
Me soltó bruscamente, no tuve fuerzas para proteger mi rostro cuando cayó contra el suelo
-Por cierto, lo había olvidado-
Sentí como tomaba mi mano derecha y la apretaba con algo que fue deslizando por mi brazo
-¡Aaaahh!- grité maldiciéndome por no poder evitar quejarme
-No duele tanto, es solo un pequeño regalo-
Sentí sus labios sobre mi mano antes de que se marchara, me moví con dificultad, intentando ver que me había hecho, cuando conseguí hacerlo me asustó ver tanta sangre fluyendo
-Sebastian…- susurré intentando ponerme de pie
Necesitaba ir a buscar a Erick, a pesar de lo que había pasado estaba seguro de que ese sujeto no volvería, al menos no por ahora
-¡Angel!-
Vin apareció por la puerta, tenía varias heridas en el rostro y se sujetaba el costado izquierdo con la mano derecha
-¿Estás bien?- pregunté mientras me apoyaba en la pared para pararme
-Mejor que tú- respondió acercándose
Caí de rodillas al intentar dar un paso, Vin me ayudó a levantar, pasando mi brazo sobre su hombro
-Sebastian ya viene, estaba hablando con Bastian cuando ese sujeto apareció, lo siento mucho baby, pensábamos que no había nadie más en el departamento-
Asentí sin estar muy consciente de lo que pasaba a mí alrededor, podía sentir la sangre acumulándose en mi mano y cayendo al suelo con una extraña rapidez
-Vin…creo que me voy a desmayar- murmuré sintiendo los párpados increíblemente pesados
-¿Eh? ¿Por qué lo…? ¿Qué le pasó a tu brazo?-
-Ese sujeto…- no alcancé a terminar la frase, sentía mi boca pastosa, como cuando bebes mucho alcohol
-¡HEY DANTE!-
Escuché los pasos de alguien corriendo acercándose, sacudí mi cabeza intentando despertar, no podía dormirme, aún tenía que ir por Erick
-¿Angel? ¿Me escuchas?-
Las luces se encendieron de pronto, provocando que mi visión se nublara un poco
-Si…-
-Tenemos que llevarlo a un hospital- sentenció alguien
Me preocupó un poco no reconocer aquella voz, estaba seguro que la había oído antes, pero ¿Quién era?
-No…escúchenme- interrumpí con los ojos entrecerrados
Me aferré a alguien, observé por unos instantes como la sangre manchaba su camisa y luego me obligué a concentrarme
-Erick…Erick está en el armario…hay que ir…-
¿A qué?
¿A que había que ir?
La persona a la cual me aferraba me abrazó, solté el aire que tenía en los pulmones y volví a sacudir mi cabeza intentando despejarme
-Vayan a buscarle- ordenó alguien
Ladeé mi cabeza y me moví, intentando ir con ellos, pero me llevaron en la dirección contraria, a pesar del extraño cansancio comencé a sentirme alegre
¿Qué me estaba pasando?
-¿Por qué están todos tan serios?- susurré sonriendo
-Aquí hay una venda…-
Me deshice del agarre que había sobre mi cintura y al forzar mi visión descubrí que era Sebastian quien me había sujetado
-Jajajajajajajaa-
“¿Qué es lo gracioso?”
-Parece que lo drogaron…-
-No luce bien, deberíamos llevarlo a un hospital…-
-Ajajajajajajjajaja-
Mi risa continuaba y no podía controlarla, en algún momento pensé que no estaba comportándome con normalidad pero ese pensamiento se esfumó rápidamente
-Angel, no te muevas-
Desvié mi mirada enfadado, no sabía por qué me sentía así pero él me había hecho mucho daño
-¿Y qué si me muevo?- grité
Ellos no parecieron reaccionar, llevé mis manos a mi garganta con torpeza, preguntándome si no había perdido la voz y por eso no podían escucharme
-¡DIME!- exclamé
-¡Angel!-
Algo pareció ceder y caí de espaldas, ¿Cuándo me había movido hasta el ventanal?
Ian me miraba con precaución y parecía querer acercarse, pero el brazo de Dante le detenía
-¿Qué pasa? ¿Ahora todos se quedan callados? Jajajajajajaja-
Notaba mi respiración funcionando arrítmicamente, todo lo que estaba a mí alrededor parecía haberse distorsionado mágicamente, dándole un toque surrealista a mí entorno
Sentía mis manos y pies pesados, pero mi mirada era veloz, como si tuviese mucho que mirar pero sin moverme
“Creo que estás drogado…”
Fruncí el ceño intentando alejar aquella idea como si se tratara de un insecto molesto
-Ven aquí baby, ¿sí?, tenemos que curarte esa herida-
Miré a Vin dolido
-¿Por qué te comportas así? Ya me dijiste que trabajabas para Sebastian…al final parece que todas las lealtades son con él…-
-Angelito no digas eso, sabes que somos amigos-
-¿ENSERIO? No me hagas reír Kevin, ¿Acaso Nathaniel sabe lo que le ocultas? Yo no lo hubiese sabido de no ser porque era totalmente necesario ¿verdad?...siempre es lo mismo-
El aroma de Sebastian inundó mi nariz de forma violenta, podía verle acercándose, y Mark comenzó a llamarme, pidiéndome que no me moviera, no entendía por qué lo hacía, si yo no me estaba moviendo…
¿Verdad?
-Te tengo-
Fue como revivir los momentos que habían sucedido hace tan poco, mi cuerpo se tensó y comencé a golpearle, intentando zafarme de su agarre, sus ojos eran tan parecidos…
-¡SUELTAME! ¡DEJAME EN PAZ!-
-No voy a hacerte daño-
A pesar de que una parte de mi estaba acelerada, la otra, encargada de los sentidos, percibía todo con una ridícula lentitud, como si cada movimiento tardara siglos
Quise tranquilizarme, el viento sacudiendo mis cabellos parecía gritarme el peligro en el que estábamos pero aquel sentimiento que ahogaba mi pecho, mezcla de rabia y angustia era mucho más poderosa
- ¡SIEMPRE TERMINAS HACIENDOME DAÑO!- reclamé mirándole directamente a los ojos
Su mirada se entristeció y para mi corazón fue peor que recibir otro golpe, con algo de dificultad llevé mis manos a su rostro y comencé a acariciarlo
-No sabes lo que dices, estás drogado- murmuró besando mi mano
Resultaba aterrador el parecido que tenía con ese sujeto, abrí los ojos asustado e intenté alejarme, pero el rubio no me lo permitió
-Voy a curar tus heridas, iremos por Erick y luego por los mellizos…-
“Ese sujeto dijo que volvería por mí…”
-jajajajajajajajajajajaja-
Me mordí el labio para no seguir riéndome, dentro de mi estado estaba consciente de que lo que sea que me hubiese inyectado producía un comportamiento errático y hasta cierto punto atemorizante
-lo siento…jajajajjajajajaj-
-Será mejor que nos apresuremos o terminará desmayándose por falta de sangre-
Me giré bruscamente y solo en ese momento me percaté de que estaba en el borde del balcón, mis piernas flaquearon producto de un vértigo repentino
“Aléjate de aquí….”
Me sentí algo estúpido al verles mirándome fijamente, Sebastian moviéndose y tomándome en brazos, mi cabeza comenzó a doler repentinamente
-Duele…-
Mordí mi labio inferior intentando contener las lágrimas
-¿Podrías bajar primero y encender el auto?-
Escuché pasos alejándose con velocidad, me quedé mirando el perfil de Sebastian fijamente, su piel se veía increíblemente perfecta y aquello me desalentó un poco, su cabello había crecido desde la última vez en que me había fijado y cubría parcialmente sus ojos, de repente ladeó la cabeza y se quedó mirando fijamente
-¿Ya estás más tranquilo?-
Aparté mi mirada algo avergonzado, aunque no entendía bien por qué, quise suponer que era a causa de la dichosa droga
-¿A dónde vamos?- pregunté con algo de dificultad
-A que te desintoxiquen-
Abrí los ojos al máximo, sintiendo como una alerta se encendía en mi cabeza, comencé a patalear para que me dejara bajar
-¿De qué hablas?-
Se escuchaba como si fuese a dolerme
-No voy a soltarte Angel, así que puedes golpearme y gritar todo lo que quieras-
Separé los labios para quejarme pero una punzada aguda en mi cabeza hizo que perdiera la consciencia
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-------------------------------------------------------POV LUCAS----------------------------------------------------
Me crucé de brazos mirando fijamente la mesa
¿Cuánto tiempo llevaba esperando?
“A lo mejor no llega porque tu decidiste venir antes…”
Fruncí el ceño pero no aparté la mirada del mantel burdeos
Había quedado con Thomas para almorzar y aunque me costara admitirlo, la impaciencia me había superado, provocando que decidiera salir de mi departamento antes de la hora, y lo peor de todo, olvidé mi teléfono por la prisa
“Así que si Thomas te hace una cancelación de último minuto no podrás saberlo”
Intenté alejar aquellos pensamientos de mi cabeza, pero el nerviosismo me lo hacía muy difícil, comencé a mover mi pie de forma rítmica, contando cada segundo que pasaba
-¿No quiere que le traiga el menú?-
Aquella muchacha lucía como alguien totalmente indiferente, lo agradecí interiormente
-No, gracias, estoy esperando a alguien-
Se encogió de hombros antes de dirigirse a atender a otros clientes, suspiré quizás por enésima vez, observando la mesa de la esquina donde una familia almorzaba con tranquilidad, la madre acariciaba la mano de su pareja por sobre la mesa, sus hijos, un niño y una niña conversaban alegremente….
“¿Te gustaría tener una familia?”
Claro que me gustaría, pero yo no podía darle hijos a Thomas…
“Esa no es la única forma…”
Suspiré comenzando a delinear el contorno de la copa con lentitud, recordando aquellos momentos en los cuales estar con Thomas era totalmente normal, cuando me abrazaba y yo comenzaba a hablarle de cómo me imaginaba nuestro futuro…
En aquella época no sabía que nuestra felicidad no duraría mucho…
En aquella época no sabía que mi hermano ocultaba mucho…
En aquella época no sabía cuánto podía doler el amor…
-Lamento la tardanza-
Alcé mi rostro sintiéndome palidecer, ¿Por qué tenía que verse más sensual que nunca?
-Acabo de llegar- mentí
Thomas se acomodó un poco el cuello de su camisa negra antes de cruzarse de manos y mirarme fijamente
-Tú dirás Lucas…-
Me obligué a recordar el por qué de mi invitación, necesitaba pensar con claridad y el perfume del pelirrojo no me ayudaba en lo absoluto
-Yo…quiero saber si has estado hablando con mi padre-
Su mirada no reflejó mucho, pero le conocía demasiado bien como para no reconocer su nerviosismo en caso de querer hacerlo, y este era precisamente el caso
-¿Por qué me preguntas eso?-
-¿Por qué no me respondes?- repliqué inclinándome hacia adelante
Sus ojos celestes rehuyeron los míos brevemente, fruncí el ceño, deseando poder saber que estaba pensando
-Sé que debí darme cuenta antes de lo que pasaba, pero estaba muy herido, ahora que lo veo claramente comprendo lo que sucedió realmente…-
-¿Estás intentando hacerte creer algo para sentirte mejor?-
Sonreí al escucharle, intentaba confundirme, pero no lo conseguiría
-Te conozco demasiado Thomas, no funcionará conmigo-
-¿De qué hablas?-
Ladeé mi cabeza, tomé su mano, pero la retiró inmediatamente
-Hablo de la verdad, hablo de que ese día te acostaste con ella porque algo te empujó a hacerlo…algo que tiene que ver con mi padre-
Nos quedamos mirando fijamente, sentía mi corazón latiendo con fuerza, esperando por una respuesta, aferrándose con toda la fuerza que poseía a esa posibilidad…
Tenía que ser cierto…
-Lucas, es mejor que me vaya-
Cerré los ojos con fuerza, intentando no llorar
-No hagas esto, en serio, no sé cuál es el verdadero motivo, pero quiero saberlo y por eso necesito que confíes en mí- supliqué
Mientras yo hablaba él escribía algo, pensé que era otra forma de ignorarme, hasta que vi cómo me extendía un papel por sobre la mesa
-Ya te lo dije, es mejor que me vaya-
Se puso de pie y no dudó en marcharse, mi corazón dolió hasta que leí la nota
“No puedo hablarte aquí, veámonos en el hotel de la avenida principal en una hora”
Releí la nota una y otra vez, ¿Podría ser que hubiese alguien vigilándonos?
Observé mi entorno cuidadosamente, pero no había nada fuera de lo normal, de cualquier forma yo no era un experto identificando gente y el comportamiento de Thomas se veía coherente
“Supongo que iré”
Almorcé fingiendo una calma que no sentía, estaba emocionado por saber que Thomas si quería hablar conmigo, y que probablemente me explicaría el por qué de sus acciones…
Cuando pasó la hora estaba cruzando el umbral del hotel, varias recepcionistas atendían a clientes evidentemente importantes, pero una de ellas se quedó mirándome, me acerqué a ella
-Su reservación está lista- anunció tendiéndome una llave
Me obligué a no mostrarme sorprendido, que yo recordara, jamás había hecho una reservación en aquel lugar
Un chico con traje de botones se acercó a mí sonriendo
-Señor, yo le guiaré hasta su habitación-
Lo seguí en silencio, aún intentando procesar lo que pasaba, en el elevador no me dijo nada, solo silbó una cancioncita bastante molesta durante todo el tiempo que demoró el ascensor en llegar a destino
-Tercera puerta a la derecha- me informó el chico sonriendo
Avancé con seguridad un par de metros y luego comencé a sentir el extraño deseo de alejarme
“No puedes ser tan cobarde, después de que o perseguiste tanto en busca de una explicación ¿Ahora tienes miedo?”
Fruncí el ceño y golpeé la puerta, por fortuna se abrió al instante, Thomas me miró fijamente y tiró de mi brazo para que ingresara rápidamente
-¡Hey!- me quejé
El pelirrojo cerró la puerta con cuidado y luego suspiró profundamente
-Ni siquiera estoy seguro de que aquí estemos a salvo-
-¿De qué hablas?-
-Nosotros no podemos estar juntos Lucas-
Lo quedé mirando fijamente, intentando procesar lo que me había dicho, si era una broma, no era para nada divertida y de cualquier forma no quería pensar en la sola posibilidad de que fuese real y estuviese hablando en serio
-¿Qué hora es?-
“¿QUE ACABAS DE PREGUNTAR?”
Sus ojos celestes me miraron con extrañeza, di media vuelta, dispuesto a salir, comprar pizza y esconderme en mi departamento mientras lloro sin control y me lamento porque sigo enamorado cuando…
-¿Por qué me preguntas la hora?-
-La pizzería cierra a las siete-
“¿PERO POR QUE LE RESPONDES ESO?”
-¿Eh?-
Por un instante me pareció ver de nuevo a aquel Thomas que se comportaba como un niño de cinco años, pero su expresión se volvió sería con demasiada rapidez
-¿Por qué no podemos estar juntos?- cuestioné finalmente al conseguir alejar esos estúpidos pensamientos de mi cabeza
-Mientras menos sepas es mejor- replicó con sencillez
-No tengo cinco años, y sé lo suficiente-
Alzó una ceja y se cruzó de brazos
-¿Entonces por qué me preguntas?-
Suspiré profundamente antes de esbozar una sonrisa
-Quiero creer que aún confías en mí, como antes, cuando llegabas del trabajo y mientras yo estudiaba me narrabas parte de tu día…-
-Lucas…-bajó su mirada
-…como cuando podía ver claramente en tus ojos si intentabas ocultarme de una forma bastante descarada cosas tan sencillas…tú querías que yo me diera cuenta de lo que pasaba ¿verdad? Pero no fui capaz de hacerlo y solo aho…-
Mi garganta se cerró al sentir sus brazos rodeándome, aspiré su aroma lentamente, intentando disfrutar al máximo aquel momento, porque aunque intentaba aparentar que me sentía seguro, lo cierto era que sentía mucho miedo…
Miedo de estar equivocado, miedo por todos mis seres queridos, miedo por el futuro y miedo por el pasado…
-Perdóname por favor, perdóname por todo el daño que te hice y que te seguiré haciendo aunque no lo desee-
-¿Cómo voy a perdonarte por algo que no será hecho de forma intencional?-
Thomas me sonrió antes de negar lentamente, aún sin soltarme, me guió hasta el borde de la cama y se dejó caer con suavidad
-Ahora dime qué es lo que está pasando- rogué besando su cuello levemente
“¿TU QUE?”
-¿Piensas sacármelo de esa sucia forma?- se burló
-No me dejas otra alternativa- me encogí de hombros y volví a besarle
-Ahh-
Enrojecí al escucharle gemir, quizás estaba llegando demasiado lejos
-Lucas, saca tu mano de ahiii- susurró sonriendo
Retiré mi mano (¿Cuándo la había colado bajo su camisa?) como si su toque me quemara (¿En realidad no era así?)
-¿Vas a decirme?- interrogué sentándome sobre sus caderas
-En realidad no necesitabas hacer esto, iba a decírtelo antes pero ya que tu insistes en utilizar métodos alternativos…-
-¡Thomas!-
-¡Ok!...-
-…-
-…-
-¿Y bien?-
Pero parecía estar debatiéndose seriamente sobre si debía decirme, me acerqué a su oído lentamente
-Puedes confiar en mí, no voy a alejarme de ti, no de nuevo-
-¿Y si te hago daño?-
Sonreí antes de apoyar mi barbilla en su hombro
-¿Qué acaso la edad te ha quitado la audición Thomas? No voy a alejarme, porque sé que amas, tanto, que serías capaz de alejarte de mí si lo considerases necesario, aun cuando eso te destruyera por dentro y sé que te amo más que a todo, por eso estoy aquí hoy…-
Sentí como suspiraba profundamente antes de apoyarse en mi hombro y comenzar a acariciar mi espalda dibujando círculos invisibles
-Antes de conocer a Beatriz…tú padre me pidió que habláramos-
Reprimí un escalofrío al escucharle decir aquello, siempre que alguien incluía a mi padre en una oración no podía indicar nada agradable
-El no considera correcto que un hijo suyo se relacione con un profesor, aunque trabaje en la mejor universidad del país-
Fruncí el ceño, deseando poder decirle a mi progenitor varias verdades, pero me callé, necesitaba escuchar toda la historia
-Le dije que no me interesaba su opinión, pero me recordó lo que pasó con tu tía…-
¿Mi tía?
“La que fue su novia y asesinaron…”
-A ella la asesinaron cuando intento renunciar a la familia, uno de los múltiples enemigos de tu padre no encontró nada mejor que aprovecharse de la situación para hacerle daño…claro que lo hizo, sabes cómo funcionan las cosas en tu familia Lucas, quien está a cargo de todo protege a los menores… ¿Qué pasaría si tu padre decide dejar de hacerlo?-
-Pero mi padre no es quien me protege, Sebastian…-
-Tu hermano solo en el último mes ha estado en el hospital tres veces-
Abrí los ojos sorprendido, me alejé un poco para mirarle, una parte de mí, esperando que se tratase de una broma
-¿Es una broma?-
-¿Crees que es algo que va a andar gritando a los cuatro vientos? Angel está lo suficientemente preocupado sin saber más-
-Ahora eres tú el que cree que Angel no debería saber más…-
-No me refiero a eso, pero el asunto es más grave de lo que parece…-
-¿Eso está relacionado con la razón por la cual te acostaste con ella?- inquirí sin reprimir mi curiosidad
-Tu padre fue muy claro, si estamos juntos; tú y Angel se mueren-
Palidecí al escuchar el tono con el que lo dijo, no tanto por mí, sino porque pensé en mi mejor amigo, encerrado en ese departamento solo con la compañía de Erick y los mellizos, esperando que toda esta basura se terminara pronto, para comenzar la anhelada tranquilidad…
El problema era que solo mi padre y mi hermano parecían saber cuándo terminaría esto…
…y que las fuerzas de Angel parecían mermar
“De hecho, creo que subestimas a tu mejor amigo”
-Entiendo…-
-Perdóname, debería haber sido más valiente, debería haberle enfrentado pero…-
Negué lentamente tomando su rostro entre mis manos
-Me doy cuenta de que tienes miedo, no voy a reclamarte por eso, yo también lo tengo…-
-Lucas…-
-Tran…-
-Déjame terminar ¿sí?, Esta vez vamos a luchar juntos, esta vez voy a servirte de apoyo cuando tus fuerzas fallen, ¿puedes permitirme eso?-
Parpadeé obligándome a no sonreír como niña enamorada
-Por otra parte, también tengo que cuidar de Angel, no sé cómo, pero necesito hacerlo…Laura no sabe nada de lo que realmente pasa…-
-Me gustaría decirte algo que te tranquilice Thomas, pero tampoco tengo tanto conocimiento, solo sé que mi padre pretende quedarse con toda la empresa y que para eso necesita quitar del juego a Sebastian, pero que a la vez no es capaz de hacerle daño a su único heredero…-
Thomas parpadeó y me miró confundido
-Por eso pretende dañar a Angel, porque es el único punto débil de mi hermano, y porque llegar hasta mi amigo es muy fácil a través de Erick o de los mellizos…-
-Ya han intentado atacarle ¿verdad?- cuestionó con cierto aire de resignación
-Sebastian ha hecho y hará todo lo que pueda y más para protegerle…-
-Supongo que debería confiar un poco más en ese sujeto…-
Me mordí la lengua para no decirle que Sebastian y Angel ya no estaban juntos, al menos no oficialmente
La sensación de algo vibrando en mi bolsillo me desconcentró, saqué mi teléfono y abrí el mensaje de texto aprovechando que Thomas parecía perdido en sus pensamientos
“Angel está en el hospital, necesito que vayas con Dante por los mellizos”
Tuve que hacer un esfuerzo impresionante por no denotar mi preocupación
-Thomas, se me hace tarde-
-¿Para qué?-
“¿Vas a ocultarle la verdad?...la sabrá de cualquier forma”
-Sebastian me pide que vaya por los mellizos y los lleve al departamento-
-¿Por qué Angel no puede?-
-Está en el hospital…-susurré apartando mi mirada
El pelirrojo se incorporó violentamente pero sin soltarme, lo cual agradecí interiormente pues me ahorró un golpe
-¿Cómo dices?-
-Por favor no sobre reacciones, hay que tomarnos esto con calma…-
-¿Con calma? ¿Dónde demonios está la palabra de ese sujeto?-
-¿Su palabra?- repetí desconcertado
-Me prometió que nada le pasaría a mi sobrino, ¿Y ha sido capaz de cumplirlo?-
-Tienes que entender que Sebastian hace todo por…-
-No es suficiente- replicó cruzándose de brazos
-No creo que sea muy grave, de cualquier forma iré por mis sobrinos, no sé si quieres acompañarme-
Thomas alzó los ojos al cielo, su ceño fruncido era un rasgo evidente del enfado que sentía pero se controló para no explotar
-Iré contigo por los mellizos- sentenció encaminándose a la puerta, de repente se detuvo y dio media vuelta
-¿Qué…?-
-Te amo- sentenció tomándome por sorpresa al besarme
-Yo también- respondí cuando nos separamos para respirar un poco
Sonreí contra sus labios, sintiendo mi corazón latir libremente
-Pero no podemos estar juntos, al menos no oficialmente- me advirtió mirándome fijamente
-Lo sé, pero quiero que no vuelvas a hacer eso, prefiero morir a tener que pasar por esto de nuevo-
Thomas besó mi frente y luego descendió hasta mis labios
-Jamás me perdonaré por lo que hice-
-Yo ya te perdoné- repliqué intentando transmitirle con mi mirada todo lo que sentía
-Eso no quita que esté poniéndote en peligro al hacer esto- sentenció con seriedad
Sonreí ladeando mi rostro
-Llevo veintiún años perteneciendo a esta familia, creo que el peligro no me sorprende mucho-
.
.
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-¡LUCAS!-
Mi corazón comenzó a latir lentamente al escuchar aquel grito…
Laura nunca gritaba…
Observé su rostro desfigurado y surcado por las lágrimas
-¿Qué pasó?- preguntó Thomas sin preocuparse por la puerta de su departamento
Su hermana se arrojó a sus brazos sin dejar de llorar
Algo en mi mente se activó violentamente
-¿Dónde están los mellizos?- interrogué sin reconocer mi voz
Laura me miró fijamente, las lágrimas cayendo sin control y mi corazón latiendo desenfrenado
-Se los llevó, se los llevó y no pude hacer nada…-
Nos quedamos en absoluto silencio, mi mente intentando procesar la implicancia de esas palabras, no podía ser, no podía ser, no podía ser…
“¿Por qué no? Sabías que intentarían llegar hasta Angel a través de sus hijos, como en el pasado…”
-Tengo que llamar a Sebastian- sentencié mirando a Thomas
-No será necesario-
Me giré asustado, Ian portaba un arma en su mano derecha, la cual sangraba abundantemente y en la izquierda sujetaba un teléfono celular
-¿Ya lo llamaste?- Dante ingresó luciendo peor, su mejilla derecha sangraba profusamente y su camisa se pegaba a su cuerpo producto de la sangre
-Sí, Lucas, ¿Puedes ir al hospital y quedarte con Erick?-
-Claro- respondí inmediatamente
-Bien, lo mejor será que ustedes vayan al departamento, Angel despertará dentro de poco y…-
Bajé mi mirada entristecido, cuando mi mejor amigo se enterara sería muy complicado intentar tranquilizarlo
“¿Crees que la situación podría estar más en contra? Pedirle que se tranquilice sería muy inconsciente…”
No hay otra opción…
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-¡Tío!-
Erick se arrojó a mis piernas sin dejar de llorar, lo miré sorprendido pero lo alcé en brazos y besé su frente
-¿Qué pasa peque?-
-Mamá está gritando- susurró
-¡DEJAME IR!-
Miré sorprendido la puerta desde donde se escuchaban aquellos gritos, inmediatamente Ian y Dante corrieron hacia la habitación, me senté con Erick en mis brazos
-Tranquilo peque, ya se calmará-
-¿Cuándo encuentren a mis hermanitos?-
Palidecí al escucharle, ¿Po r qué sabía aquello?
-¿Por qué…?-
Sus ojos verdes reflejaron tristeza, pero en ningún momento apartó su mirada
-Escuché a tío Vin hablando con papá…- confesó sin tono alguno de arrepentimiento
Suspiré profundamente, se parecía tanto a mi hermano
-Tu papá va a ir a buscar a tus her-
-¡SUELTAME SEBASTIAN!-
Sentí las manos de mi sobrino aferrarse a mi sweater con fuerza, decidí que lo mejor sería llevarlo a otro lugar
-¿No quieres un poco de chocolate caliente?-
----------------------------------------------------END POV LUCAS-------------------------------------------------------
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----------------------------------------------------POV KEVIN----------------------------------------------
-¿Estás seguro de querer decirle?- interrogué mirando a mi líder con el ceño fruncido
Estábamos de pie frente a la habitación de Angel, el médico acababa de avisarnos que había despertado y teníamos una noticia demasiado fuerte que darle…
Yo no estaba de acuerdo con decirle, como en el pasado, lo más seguro era que la reacción de Angelito no ayudaría en nada a su recuperación
-Si no le digo no me lo perdonará- replicó el rubio abriendo la puerta
Suspiré antes de seguirle, el interior del lugar era demasiado blanco y producía que la piel del enfermo luciera aún más pálida
-Hello- saludé intentando sonreír pero sin conseguirlo
La mirada de Angel se fijó en mí, su ceño fruncido me desconcertó
-Hola…-
-What’s up?-
-No estoy seguro…pero tengo un mal presentimiento- respondió mirando sus manos fijamente
Le lancé una rápida mirada a Sebastian, quien se acercó hasta su…¿novio? Con expresión seria
-Angel…-
La mirada violeta del pelinegro comenzó a nublarse, él sabía perfectamente que lo que sea que tuviésemos que decirle no era nada bueno
-Dime…-
Se quedaron mirando fijamente, finalmente lágrimas comenzaron a caer por el rostro del menor, me asombró el poder de comunicación que tenían, no necesitaron una sola palabra
-¿Qué le paso a mis hijos?- interrogó incorporándose violentamente en la camilla
-Se los llevaron de la casa de tu tío- respondí al ver que Sebastian no era capaz de hablar
-¿Qué haces?-
-¿Tu qué crees Vin? Voy por mis hijos, ¿Erick con quién está?- inquirió mientras se deshacía de las mantas
Sebastian se paró frente a él y negó lentamente
-No puedes hacer nada-
-¿DE QUE ESTAS HABLANDO? ¡TENGO QUE IR POR MIS HIJOS!-
-¿En este estado? No podrás mantenerte en pie Angel- replicó el rubio sin cambiar un ápice su expresión de seriedad
Angel no le hizo caso alguno y consiguió ponerse de pie con mucho esfuerzo, me acerqué por si acaso, pero me regaló una mirada de advertencia
-Ya estamos trabajando en eso, encontraremos a los…-
-¡No voy a quedarme acostado cuando mis hijos están en sabrá Dios que lugar!- exclamó intentando zafarse del agarre de su pareja
-¡DEJAME IR!- gritó comenzando nuevamente a llorar
La puerta se abrió y Dante ingresó con Ian, ambos lucían muy preocupados y al ver la escena apartaron sus miradas dándose cuenta de que estaban casi sobrando
“What about you?...”
Yo estoy porque Sebastian me lo pidió y porque estoy esperando recibir órdenes…
“Of course…”
-Angel, ¿Te das cuenta de que si lo hago solo agravaré el asunto? Erick te necesita-
-¡No uses a Erick como escusa!-
-Hablas como si yo no estuviera preocupado- siseó Sebastian sin soltarle
-¡Entonces déjame ir!-
-¿Y a dónde piensas ir? ¿Acaso sabes quién se los llevo?-
Se quedaron en silencio, Angel lo miró con resentimiento, Dante me miró incómodo, me encogí ligeramente de hombros, no había mucho que nosotros pudiésemos hacer, primero que todo era algo que Angel y Sebastian debían conversar al ser ellos los padres de los mellizos
-Es bastante obvio quien fue ¿no lo crees?-
-¿Y piensas ir a buscarle así nada más? Sin pensar en la gente que te quiere, sin pensar en que podrías morir-
-¡MIS HIJOS PUEDEN MORIR!-
-¡SON MIS HIJOS TAMBIEN!-
-¡SUELTAME SEBASTIAN!- gritó volviendo a golpearle
Suspiré pensando que el problema era que la reacción de Angel era bastante predecible y justificable, pero lo que estaba haciendo Sebastian también
-Angel, honey, creo que tienes razón, no podemos quedarnos de brazos cruzados, pero tampoco puedes arriesgarte de esa forma…-comenté con toda la delicadeza que pude encontrar para un momento como este
Sus ojos violetas se volvieron muy melancólicos, pero dejó de forcejear con su pareja
-Ya saben lo que deben hacer, mientras menos personas los vean, mejor- ordenó el rubio
Asentimos al mismo tiempo y salimos de la habitación, solo cuando estuvimos lejos del campo auditivo de Sebastian, Ian habló
-Es mi culpa, debí haberlos defendido más…-
-No tiene sentido que nos culpemos, el sujeto es demasiado bueno en lo que hace y estabas en desventaja- replicó Dante
-¿Creen que los mellizos…?-
Miré al rubio enfadado
-PLEASE! No es el maldito momento para lamentarnos, hay que actuar con la misma frialdad de siempre-
-Eso sonó un tanto cruel…-
Rodé los ojos
-GOD, Dante, somos asesinos, no pensamos en lo cruel que es algo ¿recuerdas?, además siempre tratamos asuntos de vida o muerte-
-Este no es un típico asunto de vida o muerte, son los hijos de Sebastian y ni siquiera sabemos que pretende el idiota que se los llevó- espetó deteniéndose abruptamente
Ian se paró a su lado y me miró fijamente
-Come on! ¿Por qué se comportan así?- reclamé comenzando a molestarme
-Tú no lo viste Kevin, ese sujeto es tan hábil como Sebastian, no sé de dónde lo sacó Adelfried, pero es demasiado peligroso-
Una parte de mi me dijo que era casi imposible encontrar a alguien tan hábil como Sebastian, pero Ian jamás bromeaba, y lucía preocupado
-Ok, aun suponiendo que ese sujeto se TAN bueno, nosotros somos cinco, y él solo uno, ¿Realmente creen que haya algo de lo cual preocuparnos?-
-Tienes razón- sentenció finalmente el de ojos grises
Sonreí satisfecho
Obviamente era demasiado estúpido confiarse, pero también lo era menospreciarnos al lado del sujeto ese
-¿Iremos en su búsqueda?- interrogó Ian
-Of course not, esperaremos a que nos diga que es lo que pretende y luego le entregaremos lo que desea-
Ambos me miraron con una expresión llena de incredulidad
-GOD! ¿Son amigos de Sebastian y no saben lo que es un sarcasmo? ¡Claro que los buscaremos! Así, cuando pida su rescate, le enviaremos una fotografía de los bebés, solo entonces notará que ya no los tiene en su poder- finalicé con superioridad
-No me refería a eso Vin, me refiero a que si iremos en su búsqueda y lo traeremos hasta Sebastian, no sé qué va a hacerle nuestro líder-
Well…el rubio tenía un punto importante ahí
-¿Crees que le dará uno de sus ataques?-Dante miró a su amante con cierta preocupación
“Por cierto…¿Ian es el uke verdad?”
Sacudí mi cabeza alejando aquellos pensamientos pervertidos
“Como si no fuera parte de tu pasatiempo ir por la vida armando parejas gays”
REPITO: SACUDI MI CABEZA ALEJANDO AQUELLOS PENSAMIENTOS PERVERTIDOS
-¿Nos estás escuchando Vin?-
-Of course- sonreí descaradamente
-Bueno, ¿Entonces crees que sería mejor acabar con el sujeto por nuestra cuenta?-
Miré fijamente a Ian, analizando la situación
-Sebastian nos mataría si hacemos eso y aún tengo un novio con el cual tener sexo- respondí con honestidad
-¡Vin!- se quejó Dante mirándome algo perturbado
-WHAT? No me digas que tú y Ian no…-
-¡No me refiero a eso! Pero creo que tienes razón, lo mejor será estar ahí para intentar controlar a Sebastian-
Me encogí de hombros
-Deberíamos preocuparnos por traer a los mellizos y no por la sangre que derramará nuestro sensual líder-
-¿Sara e Ivana han enviado algo de información?- interrogó el de ojos grises
Ian negó lentamente
-Tampoco Mark- agregó
-Creo que es bastante obvio dónde están- comenté como si nada
Sus ojos se abrieron al máximo
-¿Dónde?-
-Pues con Adelfried y la loca de Catherine obviously-
-Ya registramos la mansión gracias a las cámaras de seguridad que instalamos, no están allí-
Fruncí el ceño algo molesto, ¿Adelfried permitiría que sus descendientes estuviesen en otra parte aun cuando se tratara de un secuestro?
-So, debo suponer que le tiene bastante confianza a ese sujeto…-
Los tres nos miramos intentando recordar como lucía el asesino, lamentablemente no recordábamos con claridad su rostro debido a la oscuridad de aquel estacionamiento y de que cuando se marchó tras atacar a Angel solo vimos su espalda
-Kevin, sígueme-
Me giré sorprendido, Sebastian caminaba con Angel a su lado, la expresión de nuestro líder era bastante aterradora
-Sure, but where?-
-Ian, Dante ¿Qué están haciendo? Quiero toda la información de ese sujeto AHORA-
Angel miró asustado a su pareja y tiró levemente de la manga de su camisa
-Sebastian…-
-¿Qué pasa?-
-Yo lo vi- aseguró tomándonos por sorpresa
-¿Puedes describírmelo?- interrogó Dante sacando un lápiz y una hoja de su bolsillo, Ian le proporcionó una carpeta para que pudiera apoyarse y dibujar, otra de las cualidades del ojigris era su facilidad para hacer retratos hablados de increíble calidad
-Claro, se parecía bastante a Sebastian, era muy alto y pálido, sus ojos eran verdes y su cabello…-
-…oscuro- completó Ian mirando al otro rubio fijamente
Fruncí el ceño, a menos que mi memoria me traicionara (y eso era técnicamente imposible) Angel estaba hablando de la persona menos indicada…o la más peligrosa
-¿Cómo lo sabes?- el de ojos violetas parpadeó confundido
Suspiré profundamente, negándome a creer que ESA persona era quien Adelfried había contratado
-Es mi primo- soltó Sebastian sin tono alguno en su voz
La mirada de Angel brilló con desconcierto, era normal, no es de lo más común que el primo de tu pareja intente asesinarte y se lleve a tus hijos
-Bien, ya escuchaste Vin, vienes con nosotros, Ian y Dante irán a ayudar a los demás- ordenó finalmente tomando la mano de Angel con fuerza
Sonreí de lado al ver aquello, al parecer, después de abandonar la habitación algo bueno sucedió
------------------------------------------------------END POV KEVIN---------------------------------------------
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-¡MIS HIJOS PUEDEN MORIR!- grité deseando que me soltara de una buena vez
Solo podía pensar en que los mellizos estaban en algún lugar sucio y oscuro, sin nosotros, ¿Y si Samantha comenzaba a llorar porque extrañaba demasiado a su padre?
-¡SON MIS HIJOS TAMBIEN!- espetó
“Tiene razón y lo sabes, tal vez deberías hacerle caso”
¡El pretende que me quede tranquilo y nadie sabe dónde están nuestros hijos!
“¿Y crees que corriendo hacia la nada los encontrarás? Te recuerdo que no serías muy útil”
De cualquier forma es mejor que quedarme esperando…
-¡SUELTAME SEBASTIAN!- grité volviendo a golpearle a pesar de lo que me decía mi subconsciente
-Angel, honey, creo que tienes razón, no podemos quedarnos de brazos cruzados, pero tampoco puedes arriesgarte de esa forma…-comentó Vin llamando mi atención
Bajé mi mirada sabiendo que él tenía la razón, Sebastian también, pero dolía, dolía demasiado pensar en que los mellizos no estaban bajo mi cuidado, en que aquel sujeto se los había llevado…
-Ya saben lo que deben hacer, mientras menos personas los vean, mejor- ordenó Sebastian
Inmediatamente Kevin, Ian y Dante salieron de la habitación, cerrando la puerta tras de sí y dejándonos sumidos en un extraño silencio
Me giré entre sus brazos y apoyé mi rostro en su pecho, suspirando lentamente
-Vamos a encontrarlos, por eso necesito que…-
Me aferré a su camisa con fuerza, mordiéndome el labio inferior en un vano intento por evitar que notase mi llanto, obviamente no funcionó
Deseé con toda mi alma ser yo el secuestrado y no los mellizos, dos niños recién nacidos no tenían la culpa de nada, de nada...
-Tenemos que ir por ellos- susurré con desesperación
-Lo haremos, pero primero debes calmarte-
Alcé mi rostro dispuesto a replicar, pero me contuve, cada cinco segundos tenía que recordarme que no podía perder la calma, que eso solo retrasaría todo y sería más difícil encontrarles…
-Bien…-
Me lo quedé mirando fijamente, su mirada verde intentaba transmitirme calma, pero solo conseguía…incomodarme…
Recordé las palabras de aquel sujeto, pero tuve miedo, ¿Y si Sebastian había terminado conmigo porque quería estar con Demian?
Demian…
¿Cómo era posible que una persona aún sin intentarlo consiguiera causar tantos problemas?
-Aquel sujeto…-comencé sin darme cuenta
-…me dijo algo-
-¿Qué dijo?-
Sentí la mano de Sebastian comenzando a delinear la línea de mi mandíbula y sentí el extraño deseo de apartarme, no era justo lo que estaba haciendo…
-Nada-
“¿PERO QUE ESTAS HACIENDO? ¡ES TU OPORTUNIDAD PARA PREGUNTARLE!”
No es el momento…
-Es decir, dijo que buscaba destruirte, pero no me explicó bien por qué…-expliqué rápidamente
Sebastian apartó su mirada y suspiró
-Será mejor si nos vamos, el médico ya te dio el alta- sentenció apartándose de mí
Suspiré débilmente y le seguí, al salir de la habitación un par de enfermeras comenzó a coquetear a Sebastian descaradamente, fruncí el ceño deseando que terminaran de una vez de decirle lo que fuera que tuviesen que hablar con él
“Vaya que es difícil no ser su novio ¿verdad?”
Tampoco es como si YO le hubiese dejado…
“Tú no hiciste nada para evitarlo”
¿Evitar el qué? ¿Acaso alguien es capaz de ir en contra de las decisiones de Sebastian?
-Angel, vamos-
Sacudí mi cabeza y le seguí después de dedicarles a las enfermeras mi mejor mirada de odio
-¿Es tu hermano mayor?- preguntó una de ellas sonriendo con superioridad
-Es el padre de mis hijos- repliqué devolviéndole la sonrisa
“Qué malvado te has puesto, deberías dejar de juntarte con Kevin…”
Me arrepentí un poco por haberme comportado así, ¿Qué me estaba pasando?
Al doblar en un pasillo nos encontramos con Ian, Dante y Kevin, sin duda estaban conversando sobre algo importante
-Kevin, sígueme-
Me sorprendió un poco el tono de voz del rubio, era demasiado frío y me recordó al sujeto del departamento
-Sure, but where?- Vin sonrió levemente al verme
-Ian, Dante ¿Qué están haciendo? Quiero toda la información de ese sujeto AHORA-
No pude ocultar el temor que me provocaba verle así, en el fondo deseaba que se estuviese comportando de esa forma solo por el hecho de que nuestros hijos estuviesen desaparecidos
-Sebastian…- le llamé tirando de la manga de su camisa levemente
-¿Qué pasa?-
-Yo lo vi- aseguré recordando al sujeto claramente
-¿Puedes describírmelo?- interrogó Dante sacando un lápiz y una hoja de su bolsillo
Lo miré admirado, ¿Acaso era capaz de hacer un retrato hablado?
-Claro, se parecía bastante a Sebastian, era muy alto y pálido, sus ojos eran verdes y su cabello…-
-…oscuro- completó Ian mirando a su líder fijamente
Quedé bastante desconcertado, ¿Cómo sabía Ian de quien estaba hablando?
-¿Cómo lo sabes?- parpadeé confundido
-Es mi primo- soltó Sebastian sin tono alguno en su voz
Mi mente se bloqueó un poco al escuchar aquello, ¿Su primo? ¿SU PRIMO?
“Tampoco es TAN extraño, sus padres te odian…”
Sí pero, mi relación con Gabriel era TAN diferente a la de Sebastian con aquel hombre…
-Bien, ya escuchaste Vin, vienes con nosotros, Ian y Dante irán a ayudar a los demás- ordenó finalmente Sebastian tomando mi mano
Mire nuestras manos sintiéndome como una estúpida quinceañera enamorada…y preocupada
En circunstancias diferentes habría sentido la felicidad burbujeando en mis venas…
Kevin sonrió con malicia, aparté mi mirada negándome a pensar el motivo de su extraña alegría
-¿Lucas?-
Mi mejor amigo me sonrió, he hizo una ademán con la mano derecha para que no hiciéramos ruido alguno, pues cargaba a mi hijo mayor
-¿Está durmiendo?- susurré mirando a Erick con cariño
Lucas asintió y me lo tendió, acomodé a mi hijo entre mis brazos deseando no tener que separarme nunca de él
-El departamento está protegido, Angel, lo mejor será que…-
Entendí inmediatamente a dónde quería llegar Sebastian, no iba a hacerlo
-Pero...-
-Necesito que te quedes en él con Erick- aseguró
-Mi hermano tiene razón amigo, yo estaré contigo, ya es más que suficiente con que los mellizos estén en peligro…-
Suspiré profundamente antes de asentir dándoles la razón
Ian y Dante desaparecieron casi al instante, Vin nos guió hasta el estacionamiento del hospital, se sentó en el asiento del conductor de una camioneta negra enorme, Sebastian iba de copiloto sin cambiar su expresión intimidante, Lucas me ayudó a subir atrás sonriendo cálidamente, lo cual agradecí desde lo más profundo de mi corazón
Los vidrios polarizados le daban un aspecto aún más tétrico al vehículo, intente regular mi respiración durante el trayecto, Erick seguía durmiendo pero me recordaba demasiado a sus hermanos pequeños
-No te deprimas, ya verás cómo volvemos a tener a los mellizos en nuestros brazos, estoy seguro que mi padre no sería capaz de dañarles, son sangre de su sangre después de todo-
No sabía si eso era un verdadero consuelo, pero intenté aferrarme a aquella idea con todas mis fuerzas
El viaje no duró demasiado, o quizás la angustia provocaba que la percepción del tiempo se distorsionara, Vin detuvo la camioneta en el estacionamiento del edificio, nos bajamos del vehículo en silencio, un silencio que me pareció extraño
-Cuida de él –
Miré desconcertado a Sebastian, Lucas asintió con serenidad
-¿A dónde vas?- pregunté bajito
El rubio se giró y se acercó a mí, pero no dijo nada, solo acaricio el cabello de Erick
Recordé lo que me había comentado Gabriel, sobre la extraña sensación que le daba Bastian cada vez que estaban juntos…como si estuviese despidiéndose…
-Estoy orgulloso de tener un hijo como Erick- comentó mirándome fijamente
Mi corazón comenzó a latir con fuerza, miré a Lucas y a Kevin en busca de alguna respuesta pero ellos mantenían su mirada fija en el suelo
-Respóndeme, ¿A dónde vas?-
-Vamos Kevin- ordenó sin preocuparse por responderme
Entrecerré los ojos comenzando a enfadarme
-Sebastian, más te vale decirme en este instante a donde…-
-Ya es suficiente Angel-
Decir que aquello no me dolió habría sido mentir descaradamente, aparté mi mirada y comencé a caminar hacia el ascensor, ya me daba igual, por mí, que hiciera lo que quisiera
-¡Angel!-
No volteé al escuchar cómo me llamaba, oprimí el botón del elevador mientras acomodaba a Erick en mis brazos, pero cuando las puertas se abrieron palidecí
-¡ANGEL!- escuché el grito de Lucas bastante lejano
-¿A qué piso vas?-
Esa sonrisa…
Comencé a retroceder pero no alcancé a dar dos pasos cuando me sostuvo por el cabello y tiró de mí hacia el interior
-Hola primo, vine a buscar algo y tuve suerte ¿Tu qué crees?-
-Aléjate de ellos- espetó el rubio con un tono de voz increíblemente frío
Miré fijamente a mi hijo y recé para que no despertara, al menos no en este momento
-Encantado lo haría pero…olvídalo, estoy mintiendo, nos vemos, y ni se les ocurra seguirnos, ya sabes que lo sabré inmediatamente ¿no?-
Las puertas del elevador se cerraron y lo último que alcancé a ver fue la mirada llena de preocupación de mi mejor amigo y los ojos algo oscurecidos de Sebastian
-Tuve mucha suerte ¿sabes?-
Le miré de reojo, evitando mostrar expresión alguna pese al terror que amenazaba con dominarme
-Pensé que tendría que luchar con mi primo y eso no me hacía mucha gracia, probablemente hubiese muerto en el proceso, pero sus discusiones me ayudan mucho-
Me maldije internamente al escuchar aquello, ¿Cuántas eran las probabilidades de JUSTO encontrarme con este sujeto en el ascensor?
Pero ahí estaba mi suerte…
“Probablemente va a asesinarte y estás pensando en tu mala suerte…”
Mi mente comenzó a trabajar a marchas forzadas, evidentemente necesitaba escapar, pero ¿Cómo?
-Sé que estás pensando en escapar y te digo de una vez que lo peor que puedes hacer es intentarlo, sobre todo si llevas a ese niño en tus brazos-
Lo miré fijamente, intentando averiguar que estaba pensando pero no conseguí mucho, su aura solo reflejaba un estado de alerta mezclado con algo más…
-¿Por qué me miras así?- interrogó con curiosidad
Aparté mi mirada inmediatamente, quería creer que ese algo era algo bueno, pero estaba casi seguro que se trataba de todo lo contrario
-Dime…-
Ahogué un quejido cuando mi espalda chocó con fuerza contra la pared metálica
¿Por qué el elevador se demoraba tanto?
-Tu aura…estaba viendo tu aura-
Su expresión cambió un poco, más no su mirada
-¿En serio? ¿Y qué ves?-
Las puertas del elevador de abrieron en ese momento, sujetó mi mano con fuerza y tiró de mí, volteé mi rostro con desesperación buscando a Sebastian y a los demás pero nadie apareció
-Apresúrate- ordenó
Erick se removió entre mis brazos cuando me senté en el asiento trasero de un automóvil negro, el primo de Sebastian comenzó a conducir a toda velocidad, haciendo desaparecer mi idea de arrojarme del vehículo en movimiento
Me sorprendió un poco ver cómo llegábamos a la mansión de la familia de Sebastian, inmediatamente apareció Catherine y extendió sus brazos hacia mí, fruncí el ceño y apegué a Erick a mi cuerpo
-Entrégame a mi nieto- ordenó sin borrar de su rostro aquella extraña sonrisa
Retrocedí hasta que mi espalda chocó con la del primo de Sebastian
-Angel, entrégamelo-
-No lo haré- repliqué mirándola con seriedad
-Varick-
Miré asustado al de ojos verdes, apenas procesando que acababa de escuchar su nombre
-Angel, entrégale a Erick-
Lo miré con rabia
-No lo haré-
-¿Te das cuenta del lugar en el que estás Angel? Aquí nadie va a ayudarte, si te resistes a obedecer tendré que ordenar que te den un escarmiento- susurró Catherine sin dejar de sonreír
Fruncí el ceño pero no le entregué a Erick
-Suficiente, Varick, entrégame a mi nieto y llévate a este mocoso-
Varick se acercó lo suficiente como para poder sostener a mi hijo, negué lentamente pero una sonrisa apareció en su rostro
-No hagas esto peor para él, ¿Quieres que viva verdad?-
Palidecí al escucharle y terminé por permitir que tomara a Erick
-Que hermoso te has puesto pequeño, eres igual a tu padre-
Catherine se alejó con mi hijo en sus brazos, cerré los ojos con fuerza rogando por despertar de esta pesadilla
-Vamos-
Varick tiró de mi brazo para que le siguiera, la mansión jamás me pareció tan siniestra, no nos encontramos con ningún sirviente en el camino, una vez en la cocina, abrió una puerta que no conocía y que seguramente llevaba al sótano, el presentimiento de lo que iba a pasar me aterró
-¡Déjame!- supliqué mirando el abismo de oscuridad del lugar
-Aún no- sonrió comenzando a bajar las escaleras
Intenté con todas mis fuerza liberarme pero era tan inútil como luchar con el aire, el sótano era inmenso, múltiples pasillos de un aspecto lúgubre conducían a puertas cerradas con candando, cuando mi captor se detuvo frente a una deseé con toda mi alma estar soñando
-Bienvenido- se burló abriendo la puerta
El lugar era bastante grande, pero no por eso acogedor, no había ventana alguna y mucho menos algo que alumbrara o emitiera la más mínima luz…las paredes y el techo eran completamente negras, pero aparte de aquello, lucía como una habitación relativamente normal, una puerta que seguramente conducía a un baño se hallaba cerca de una enorme cama que incluso poseía un dosel
-¿Alguna pregunta?-
Camine lentamente hasta quedarme parado a mitad de la habitación
-¿Qué me van a hacer?-
Una sonrisa llena de crueldad se extendió por su rostro
-Eso depende…-
-¿De qué?-
Su cuerpo chocó contra el mío tomándome por sorpresa, mis piernas se doblaron y mi espalda chocó contra la cama
-Del ánimo de Adelfried y de cuanto se demore tu noviecito en venir a buscarte-
-No es mi novio- repliqué a mi pesar
Automáticamente me arrepentí de haber dicho aquello, la mirada en sus ojos reflejó algo que me provocó un escalofrío
-Será mejor que no le digas eso a Adelfried o podría costarte caro- susurró acariciando lentamente mi cuello
Aparté mi rostro sintiendo como la frustración estaba a punto de hacerme llorar
Porque hace mucho había entendido que la mayoría de las veces no se llora por tristeza o felicidad…sino por frustración
-Déjame-
-Está bien-
Se incorporó en un instante, mi pecho latía con fuerza, llamando a Sebastian con cada uno de sus latidos
-Pero tengo un regalo para ti-
Un televisor se encendió, me incorporé desconcertado, la pantalla estaba dividida en dos, en la imagen de la izquierda se veía a Sebastian caminando con Kevin a su lado, en la de la derecha a los mellizos durmiendo en una cuna
-Espero que sea de tu agrado…-
Varick salió de la habitación, corría hacia la puerta pero me detuve al escuchar el sonido de un candado al ser cerrado
Retrocedí hasta pararme frente al televisor, de repente apareció Demian, miré desconcertado la imagen y cuando comencé a preguntarme de que estaban hablando un molesto pitido apareció y comenzaron a escucharse sus voces
-¡Estoy seguro que está en este lugar!-
-¿Por qué estás tan seguro Demian?- interrogó Kevin mirándole con dureza
-¿A qué otro lugar se llevarían a Angel? Es obvio que intentarán apartarlo de Erick y de los mellizos, así será más difícil rescatarles…-
Sebastian le miró fijamente pero Vin se cruzó de brazos
Comencé sentir un molesto cosquilleo en el estómago, como si solo deseara que Demian se largara del lugar (que ahora había reconocido como el departamento donde Varick me atacó)
-Puede tener razón, esa casona tiene muchas habitaciones…-comenzó el futuro médico
Las alertas en mi cabeza se encendieron, ¿casona?
¡NO!
-Pues yo creo que es demasiado obvio, tu padre no escondería a Angel allí-
Sebastian ignoró las palabras de Kevin y salió de la habitación tras dar la orden de comenzar la búsqueda en el lugar que Demian había sugerido
-Listen me Demian, puede que él te crea, pero estoy seguro de que estás ocultando algo…-
Me asombró el cambio en el tono de voz de Kevin, el rubio sonrió inocentemente
-Solo quiero ayudar a encontrar a Angel- respondió
Fruncí el ceño, no le creía, no le creía nada de lo que decía y no me importaba que pudiesen atribuírselo a los celos
-Of course…tu solo quieres que encontremos a Angel y a los niños porque anhelas con todo tu corazón que la familia esté reunida de nuevo…no intentes engañarme niño, ¿Acaso no amas a Sebastian?-
Los ojos de Demian brillaron pero no cambió un solo ápice su expresión
-No entiendo a qué te refieres Kevin, claro que le amo, por eso quiero que sea feliz…-
-Y todo sería perfecto si no pensaras que su felicidad está a TU lado ¿verdad?-
Demian se encogió de hombros antes de sonreírle
-Piensa lo que quieras-
-Angel no está en esa casona-
-¿Y si no estuviera?-
Apreté los puños deseando poder golpear a Demian, ¿MI AMIGO?
Ahora me arrepentía de los sentimientos de compasión que me había inspirado…
-Si no estuviera ahí y a Sebastian le pasara algo, yo tendría que asesinarte lentamente…-
-A Sebastian no le pasará nada- replicó Demian comenzando a caminar hacia la salida
“CLARO QUE A EL NO LE PASARA NADA, ES A TI A QUIEN QUIEREN”
-Funciona igual para Angel, ¿sabes?, y eso es lo que más te molesta…-
El rubio se detuvo pero no se giró
-¿A qué te refieres Vin?-
Mi amigo sonrió altivamente
-Cuando tú eras novio de Sebastian, él no te protegía tanto como a Angel, y eso es solo porque él no te amaba tan…-
-Yo que tú mejor me quedo callado, ¿Angel es tu amigo verdad? Pues no creo que desees que se la pase aún peor donde sea que esté-
Palidecí al escucharle, su voz no se parecía en lo más mínimo a la que siempre utilizaba, era como si otra persona estuviera hablando, alguien con el mismo aspecto que Demian pero con una personalidad totalmente opuesta
Me estremecí al escuchar la puerta abriéndose, Varick ingresó sonriendo, depositó una cámara de video sobre la televisión y después de asegurarse de haberla encendido comenzó a acercarse a mí
Retrocedí intentando escapar, estaba seguro de que no se trataba de nada bueno
-Me encanta cuando intentas escapar, como si tuvieras opción alguna…-
Intenté esconderme en el baño pero su brazo me tomó por la cintura y me arrojó contra el suelo, sentí el temor paralizarme, recordaba lo que había pasado hace tan poco tiempo y las palabras que dijo esa noche me resultaron una sentencia…
…El había tenido razón
-Sonríele a la cámara Angel, este video se lo enviaremos a Sebastian…-
Obviamente no iba a hacerle caso, me incorporé lentamente, intentando alejar el mareo que me atacaba, pero una patada en mi vientre hizo que volviera a caer, esta vez, con escasez de oxígeno en mis pulmones
-¿Te habían dicho que tu piel es excelente para dejar marcas?-
Alzó mi brazo, el mismo donde había dejado una larga herida y que ahora estaba vendado para evitar que sangrara nuevamente y comenzó a apretar con demasiada fuerza
-¿Te gustó el regalo que te dejé?-
Me mordí el labio inferior intentando no soltar quejido alguno, rápidamente sentí la sangre deslizándose por mi barbilla
-Vamos Angel, si no me respondes comenzaré a creer que quieres que visite a los mellizos, tal vez ellos sean más comunicativos-
-¿Qué demonios quieres?- interrogué mirándole con furia
Su sonrisa no desapareció en lo más mínimo
-Ya lo sabes, pensé que eras más inteligente, pero supongo que te subestimé, ¿Será que mi primo solo te desea porque eres bueno en la cama?-
-Cállate-
-No lo haré-
Otro golpe en mi vientre hizo que comenzara a creer que el recordaba exactamente dónde me había golpeado la vez anterior, el dolor era más agudo y a la vez se demoraba más en desaparecer
-Dime Angel, ¿Te habías percatado de tu parecido con Demian?-
Miré sorprendido a Varick
-Técnicamente eres su versión morena, pero si no me crees, aquí te dejo una prueba, supongo que puedes sacar la conclusión correcta…-
Arrojó una hoja sobre mí y se marchó, me di vuelta con mucha dificultad, intentando recuperar el latido normal de mi corazón, mi pecho dolía mucho, pero era más importante ingresar oxígeno que soportar algo más de dolor…
Tomé la hoja con cuidado, eran dos imágenes, una mía y la otra de Demian y ambos estábamos sonriendo…
“¿Ahora te das cuenta de que son iguales?”
Parpadeé intentando aclarar mi visión, no podía ser cierto…
“Se supone que concluyas que Sebastian solo estuvo contigo porque le recuerdas a Demian ¿sabes?”
Como si el destino solo quisiera burlarse de mí, la televisión se encendió y la desgarradora imagen de Demian y Sebastian besándose apareció, consiguiendo destruir lo que me quedaba de corazón
Sonreí mientras me ponía de pie, no iba a llorar, no tenía sentido porque Sebastian ya no era mi novio…
No cuando tenía muchas cosas por las que preocuparme y extrañamente aquello resultaba una más…
No tenía sentido, porque una parte de mí había esperado que sucediera y ahora que lo veía me hacía sentir un placer repugnante y doloroso…
Por eso y por varias razones más no tenía sentido llorar…
No tenía sentido…pero estaba a punto de hacerlo
-¿ES LO MEJOR QUE TIENES? ¡PUES NO ME CREO NADA! ¡POR QUE SI SEBASTIAN AMARA A DEMIAN EL ESTARIA EN ESTE LUGAR Y NO YO!-
La televisión se apagó y la puerta se abrió revelando la figura de Adelfried
-De cualquier forma el que está besando a mi hijo es él y no tú- sentenció sonriéndome
-Vete al demonio-
-¡Vaya! Parece que tendré que ayudarte a recordar como debes comportarte…o quizás…-
Parpadeé cuando sentí su mano rodeando mi cuello sin apretar, intente alejarme pero su otra mano se sujetó con fuerza
-…o quizás así te comportas cuando estás a punto de llorar- finalizó encantado con la idea
Aparté mi mirada negándome a darle la razón
-Estás tan destruido que lo único que tienes es responder de mala forma, porque si dejas por un instante que el dolor traspase esa coraza, no serás capaz de ponerte en pie nuevamente…¿me equivoco?-
-¡Cállese!- ¿Cuándo había comenzado a llorar?
Limpié las lágrimas que caían por mi rostro con rabia, intentando que ardor en mi piel fuese lo suficientemente fuerte como para distraerme al menos un poco
-¿Sabes? Yo podría darte mucho más que Sebastian, no me preocupa en lo absoluto el que tengas tres hijos, hay dinero suficiente para criarlos, pero si tu quisieras…-
Sentí el frio recorrer mi espalda cuando su mano se introdujo bajo mi camisa, acariciando mi piel con lentitud
-…podría darte todo lo que quieres y más-
Cerré los ojos deseando que se alejara de mí, ¿Realmente creía que iba a acceder?
-Erick y los mellizos no tendrían que pasar por todo esto, por supuesto no puedo separarme de Catherine, pero eso lo hace aún más excitante ¿no lo crees?-
-Aléjese-
La mano que rodeaba mi cuello se cerró, abrí los ojos asustado, su mirada se había oscurecido un poco pero lo que más me preocupaba era la presión sobre mi tráquea
-Bien, veo que tendré que convencerte con otros métodos…-
-No…lo…conseguirá- jadeé golpeándole intentando que me soltara
-¿Eso crees?-
-¡Ah!- dejé escapar un quejido ahogado muy a mi pesar, mi orgullo era demasiado, no podía permitirle la satisfacción de ver que me estaba haciendo daño
Solo en el momento en que el espejo se quebró contra mi espalda me enteré de que había uno en la habitación, sentí cientos de pequeños trozos enterrándose en mi espalda
-El precio no es tan alto Angel, tu seguridad y la de tus hijos a cambio de que me satisfagas en la cama ¿es mucho pedir? Prometo no ser duro contigo…-
-No pienso acostarme con usted- repliqué escupiendo algo de sangre
-Lo harás quieras o no y eso es lo que más me agrada-
Sentí mi cuerpo chocando contra la pared, parpadeé intentando aclarar mi visión, Adelfried se agachó hasta quedar a mi altura y tiró de mi cabello para que alzara la cabeza
-Sebastian no vendrá a buscarte Angel, él estará bien con Demian, y tú…tú te quedarás aquí conmigo…-
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----------------------------------------------------POV GABRIEL-------------------------------------------------------
-Llévenselo de aquí-
Miré asombrado a Sebastian, su mirada distaba mucho de la que usualmente le dirigía a las personas
Aunque aún me sentía increíblemente enfadado por haberlo visto besándose con Demian, agradecí que ordenara aquello…
Sacar a Demian de la vista de cualquiera de nosotros era de mucha ayuda…
No era un secreto para nadie que a ninguno de los amigos de Sebastian le agrada el menor, incluso a Bastian, que lo conocía hace mucho e incluso había salido con su hermano….incluso a él le parecía extraño que Demian apareciera de la nada y estuviera en todo
-¡Sebastian solo quiero ayudar!-
-¿En serio Demian? Vin ya me contó todo y debo decir que intenté confiar en ti, pero fuiste demasiado obvio…-
No me molesté en ocultar mi sonrisa, el menor me miró con ira pero no borré la expresión de mi rostro
Dante y Mark no dejaban de teclear en sus notebooks, pero advertí la satisfacción en sus rostros al escuchar la decisión de su líder, claro que lejos, el más contento (y el que menos se esforzaba por ocultarlo) era Kevin, que incluso parecía a punto de realizar una danza del triunfo en las narices de Demian
-¿Le crees que a Kevin? Creo que es obvio que por ser amigo de Angel me ve como un peligro, pero te juro que…-
-Demian, es suficiente, desde un principio te dije que no podría estar contigo, y no estás respetándolo-
-¡Te amo!-
Todos nos lanzamos miradas de reojo, Kevin bufó y se miró las uñas de la mano derecha
-Ian, llévalo a su casa-
-¡NO QUIERO! –
Fruncí el ceño, ¿ahora le daba por comportarse como un niño de cinco años totalmente caprichoso?
-No estoy preguntándote si quieres o no-
-¿Y a Angel si se lo preguntarías verdad?-
Dante se incorporó lentamente, jamás lo había visto tan molesto, intenté acercarme pero mi novio me retuvo sujetándome del brazo
-Angel está secuestrado maldito niño malcriado- espetó Dante provocando que todos nos volteásemos a mirarlo desconcertados
-¿Y A MI QUE? ¡POR MI QUE SE MUERA, TODOS CREEN QUE ES PERFECTO PERO ES UN MALDITO INUTIL!-
¡PLAF!
Abrí los ojos sorprendidísimo, la mano de Sebastian aún en el aire, Demian con el rostro ladeado y sus ojos brillando producto de la incredulidad
-Ian, no lo repetiré nuevamente, llévalo a su casa-
-Sebastian…-
-¿Tan difícil es entenderlo Demian? No eres la persona que amo-
Por unos pareció que el menor no era capaz de articular palabra alguna, pero de repente sonrió
-Vas a arrepentirte por esto…-
-Ok, ok, ¿Ahora de que estás hablando?- Vin pareció perder la paciencia
Demian no respondió solo amplió su sonrisa, no me costó mucho conectar ideas
-El sabe dónde está Angel-susurré lo suficientemente alto para que solo Bastian me escuchara
-Lo sé-
Lo miré desconcertado, si ya sabía, ¿Por qué no le decía a Sebastian?
“Es obvio que él también lo sabe…pero debe ser más complicado que solo irrumpir en ese lugar, no olvides que también tienen a Erick y a los mellizos”
Ahora que lo pienso, para estar en la situación en que está, luce relativamente tranquilo…
-Vamos Ian, será mejor que no te demores en cumplir la orden de Sebastian- comentó Demian avanzando hacia la puerta
-¿DONDE ESTAN?- gritó Kevin perdiendo la paciencia
-Kevin, Kevin, Kevin, para ser un asesino pierdes con demasiada facilidad la paciencia, pero bueno, supongo que te subestimé ¿no?-
-Shut up bitch, respóndeme o no llegarás a tu casa-
-¿Y a mí qué? De cualquier forma Angel no saldrá de allí con facilidad y eso es suficiente para mí-
-Espero que sepas esconderte son of the bitch, porque en cuanto te encuentre voy a despedazarte lentamente-
Un escalofrío recorrió mi espalda al escuchar al estilista hablar así, independiente de mi conocimiento sobre su otra vida, su tono de voz era aterrador…
-No me interesan tus amenazas, mejor deberías preocuparte por el padre de tu noviecito, o mejor dicho, que tu noviecito no descubra el juego que te traes con él…-
-Yo te mato-
Vin alzó su mano dispuesto a estrellarla en el rostro del menor pero Ian le detuvo
-Vamos- tomó con fuerza el brazo de Demian y lo sacó del departamento con rapidez
Mark alzó su vista del notebook sonriendo satisfecho
-Ya conseguí lo que me pediste-
-Gracias-
De repente entró Lucas luciendo agitado, inmediatamente corrió hacia su hermano
-¿Qué pasó?- preguntó el mayor
-Angel acaba de llamar, alcanzó a decirme que Catherine tiene a Erick…-
Ladeé mi cabeza intentando entender que significaba realmente aquello…
-¿Por qué dices “alcanzó”?- pregunté con cierto temor
El mejor amigo de mi primo bajó su mirada, súbitamente triste
-Adelfried le descubrió y me dijo que no nos devolvería a Angel a menos que Sebastian hiciera su parte…-
Un aplastante silencio fue todo lo que se percibía en el ambiente, cada una de las miradas puestas en la figura de Sebastian, cada uno de los pensamientos anhelando una frase que consiguiera tranquilizarnos…
Algo, una mirada, un gesto, cualquier cosa serviría para dejar de ahogarnos en la extraña sensación de no saber qué hacer para rescatar a quienes queremos…
Pero aquello no sucedió…
Por primera vez vi caer al gran Sebastian y la sensación de desesperación se disparó en mi interior…
…y no solo en mi corazón…sino en el de todos los presentes también.