Lo sé, no podemos seguir
Pero…
se valiente.
Cierro mi ojos, Luego despierto y
veo que no estás aquí, lo odio.
Sé que nos separamos
pero odio esta realidad
Las lágrimas que derramé durante
toda la noche no se detendrán
¿Cómo puedo vivir sin Ti?
No puedo borrarte de mi mente
baby, ¿Podemos retroceder el tiempo?~
Tú & Yo
No podemos romper, No puedo Rendirme
Tú & Yo
¿Cómo sucedió esto?
Todo esto está en los recuerdos, es muy triste
Tú & Yo, Tú & Yo ~
Sabemos que es demasiado tarde
Tú & yo, Tú & Yo ~
Inseparables
Los lugares en donde estuvimos juntos
La ropa a juego que los dos llevábamos
Todo es normal ahora, No podemos terminar así
Simplemente no puedo dejarte ir!
Tú & Yo
Estamos destinados
Adiós por un tiempo, Eres mi destino
Sólo una melodía triste
Vamos a compartir el amor de nuevo
Las lágrimas que derramé durante
toda la noche no se detendrán
¿Cómo puedo vivir sin Ti?
No puedo borrarte de mi memoria
baby, ¿Podemos retroceder el tiempo?~
Tú & Yo
No podemos romper, No puedo Rendirme
Tú & Yo
¿Cómo sucedió esto?
Todo está en los recuerdos, es muy triste
Inseparables, Tú & Yo
Realmente te extraño
(te extraño mi amor)
Realmente te quiero tanto
(no tengo tu amor)
Realmente te amo
(te amo baby, baby)
En medio de nosotros, soy un desamparado
Tú & Yo ~ ~ ~
No podemos romper, No puedo Rendirme
Tú & Yo ~ ~ ~
¿Cómo sucedió esto?
Todo está en los recuerdos, es muy triste ~ ~ ~
Boyfriend – You & I
.
.
.
--------------------------------------------------POV KEVIN----------------------------------------------
Si alguna vez alguien me preguntara que recuerdo me gustaría mantener en mi memoria…
No creo poder responder inmediatamente
La vida va mucho más allá de los momentos felices, en mi amargura, supongo que estaría debatiéndome seriamente entre un momento increíblemente feliz, pero que refleja tranquilidad y uno increíblemente triste…
Porque más que los momentos felices, son aquellos que te provocan tristeza los que más perduran…
Los que te marcan…
Los que te convierten en quien eres…
Si perdiera la memoria, no me gustaría solo recordar un momento feliz, puede que suene extraño…pero me gustaría recordar uno triste…
Tal vez el más triste que he vivido…tal vez aquel que te involucra a ti Nathaniel…o tal vez, aquel que involucra mi pasado antes de conocerte
Desde pequeño me enseñaron lo que estaba bien y lo que estaba mal…mi madre fue la única que me apoyó cuando se enteró de mi sexualidad, incluso mi hermana me rechazó en un comienzo…
Si, aquella persona por la que cambié mi vida en ciento ochenta grados, me detestaba…
Pero no era porque te produjera asco ¿verdad?
No…
Era porque cuando llevabas un chico a casa, terminaba fijándose en mí, y yo, aunque pudiese gustarme, lo rechazaba con una mirada orgullosa…
Porque no iba a permitir que te despreciaran…no…
Jamás jugué con tus sentimientos…
Una vez me preguntaste si me había dado cuenta que cuando salíamos era a mí a quien miraban…
Si…lo notaba, pero jamás me importó…
Si salía contigo, era para pasar un tiempo con mi hermana favorita…la única
Para olvidar por momentos aquello que nuestro padre me había hecho entender en cuanto tuve cierta consciencia de mis actos…
Que yo estaba atado al futuro de Sebastian, que yo sería parte del grupo que debería protegerle, pero aquel pequeño rubio que apenas era capaz de correr sin caerse era un tanto ajeno a mí…
¿Por qué debería obedecer a alguien que era siete años menor?
No lo entendía…
Apenas alcanzaba a comprender que cuando él creciera sería increíblemente agraciado, toda su familia lo era, por lo tanto él también debía cargar con eso…
No solo con eso, luego comprendería que había mucho, mucho más detrás
El asunto no era completamente comprensible, pero nuestro padre incluso parecía fascinado con la idea…de ahí las clases de karate, de ahí la ira cuando me veía interesado en cosas que según él no correspondían a un futuro hombre serio…o mejor dicho, a un hombre
Tú jamás quisiste verme luchando, jamás intentaste que yo fuera como nuestro padre deseaba…solo…de vez en cuando me hacías preguntas que conseguían dejarme pensando por varios días…
Un día me preguntaste…si me gustaría atesorar un recuerdo, la interrogante me pareció un tanto extraña y en ese momento me reí, tú hiciste un gracioso puchero y luego estallamos en carcajadas…
Siempre era igual…
Nuestro lazo como hermanos era algo que me salvaba de los prejuicios de los demás, del rechazo de nuestro padre…de la mirada de lástima que me daba nuestra madre…
Tu sonrisa me hacía sentir mucho mejor, hermana…eras la persona más importante en mi vida…
Hasta que ese día llegó…
Recuerdo que trabajábamos medio tiempo en una cafetería, al frente había una plaza, en la que siempre nos sentábamos a conversar, recuerdo que un día lluvioso llegó un hombre a la pequeña cafetería, recuerdo que tú me pediste que lo atendiera pese a que era tu turno, pues te atemorizaba su mirada helada y su ropa negra…
Recuerdo que aquello que tanto te aterró en un principio a mí me fascinó…
Y como si se tratase de un hechizo caí ante él…aquel día, al salir del trabajo después que tú, me encontré con él en aquella plaza…cuando pronunció mi nombre me di cuenta de que jamás volvería sentirme así al escuchar a alguien llamándome…y todo cambió en un suspiro…comenzó a visitar la cafetería todos los días y se volvió un cliente frecuente, pero no le coqueteé descaradamente como me gritaste unos meses después, no me le ofrecí como una ramera barata, créeme…
Sus palabras, su mirada, su voz…todo en él me atraía, los chicos del instituto me parecieron bebés a su lado…recuerdo que la primera vez que vi su sonrisa desparramé el café sobre la mesa…
También recuerdo que el primer beso que me dio fue un mes después de aquel día lluvioso…
Dicen que el primer beso nunca se olvida, lamentablemente no puedo estar más de acuerdo, y como si todo lo que tuviese que relacionarse con Frederick implicase cierta clase de maldición incluso por parte del clima, fue también en día lluvioso cuando, después de enrollar cuidadosamente su bufanda alrededor de mi cuello, tiró con suavidad de ella para eliminar la distancia entre nosotros y arrebatarme mi primer beso…
Y a partir de allí todo se convirtió en un remolino de sucesos y emociones, estaba enamorado, y en mi ceguera no pude ver que estaba destruyendo a dos familias…la de él y la mía…
En mi ceguera no vi los golpes que aparecieron en el cuerpo de nuestra madre, sumergido en mí amor no vi tus intentos por ocultarme a nuestro padre ebrio…
Ahora comprendo que cada beso que me robaba Frederick era un golpe sobre nuestra madre…
Ahora comprendo que el temor que dijiste sentir era atracción…
Me gustaría poder culpar de todo a Frederick, pero no podría…sé que la mayor parte de la culpa la tuve yo…
Jamás podré perdonarme…lo sabes
Mi memoria es demasiado buena, y a veces me maldigo por eso, recuerdo claramente el momento en que todo comenzó a tambalearse en mi mundo de fantasía…
Fue cuando nuestra madre murió…fue cuando encontré su cuerpo sobre la cama matrimonial, aquella que tantas noches me había cobijado, aquella en la que nuestra madre me arropaba cuando me despertaba a mitad de la noche después de tener una pesadilla…
Aquella que había estado presente en nuestra concepción, aquella que vio tantas cosas y que lamentablemente también fue testigo del suicidio de aquel ángel que nos dio la vida…
Me encontraste llorando a los pies de la cama, me levantaste y me sacaste de ahí, y cuando llegó nuestro padre y sonrió triunfante, fuiste tú quien me retuvo para evitar que me arrojara a golpes sobre él…
Lo odiaba...
Como lo odiaba…
Y no solo porque había llevado a nuestra madre hasta el suicidio…sino porque había escogido un futuro para mí sabiendo cuales eran mis verdaderos intereses…
Pero también me odiaba a mí por no haber sido capaz de verlo, por haberme cegado, por haber sonreído despreocupadamente cuando tú vivías un infierno, cuando USTEDES sufrían…
Cuando yo estaba entre los brazos de él mi madre lloraba, cuando él me invitaba a salir tu llamabas a la policía para que se llevaran a nuestro padre…
Pero ellos nunca llegaban…
Y yo tampoco lo hacía…
Recuerdo con claridad como empacabas nuestras pertenencias, recuerdo que cada vez que yo intentaba guardar algo las manos me temblaban hasta el punto de ser incapaz de sostener cualquier cosa…
Mientras estuvimos parados frente al ataúd de nuestra madre más que nunca me culpé por su muerte, más que nunca quise ser más fuerte, y más que nunca te necesité…
No…
Lo necesité a él…
Y él estuvo, un tanto alejado, apoyado en un árbol, su ropa completamente negra, su mirada opacada…
Y en ese momento, cuando nuestras miradas se conectaron mientras el ataúd de nuestra madre bajaba lentamente, con aquella música de fondo que solo conseguía entristecer más a los presentes y obligar a los hipócritas a llorar con más fuerza, comprendí que el estar con un hombre casado iba a causarme muchos problemas
Lo sé…es estúpido que no lo haya considerado antes…pero tenía quince años…
¿Por qué demonios iba a pensar en eso?
Pero finalmente lo hice, y ahora me da risa lo estúpido e imbécil que fui…
Porque lo pensé, sí, pero no hice nada al respecto…
El dolor era demasiado, la culpa también…
Y la frustración…la frustración del “hubiese” me perseguía siempre…
Frederick y sus promesas me tenían en una burbuja mucho más densa que la que se había roto con la muerte de nuestra madre…
Y esa burbuja hizo que no me diera cuenta de tu mirada cada vez que él nos visitaba en nuestro apartamento…
Esa burbuja nuevamente me cegó cuando comencé a notar que ambos de comportaban de una forma diferente…
Esa maldita burbuja no me dejó ver que tú ya no me confiabas todo…
Pero no pude culparte, no pude echártelo en cara porque yo tampoco lo hacía, con la muerte de nuestra madre, paradójicamente me había acercado a Sebastian, a aquel niño que miré en menos cuando le conocí…
A aquel niño que ahora estaba esforzándose al máximo por ser el mejor en todo…
Y sobre todo, por ser el mejor protegiendo a su hermanito…
Sentí pena por nosotros ¿Sabes?
Porque nosotros antes éramos así…pero el dolor consiguió cambiarnos, el dolor y algo más…
¿Qué nos pasó? ¿Qué produjo un cambio en nuestras sonrisas?
¿Qué hizo que la comodidad que antes nos embargaba al estar en la presencia del otro se convirtiera en deseo por alejarse?
Cuando me lo pregunté fue muy tarde…
Cuando quise preguntártelo el abismo que nos separaba se había convertido en una distancia insalvable…
Pocos días después Frederick me citó en un parque, en el parque donde fue nuestra primera cita, el parque frente a la cafetería en donde nos conocimos, donde fue nuestro primer beso y donde consiguió terminar con todos mis sueños, consiguió pisotear un sentimiento tan puro como lo es el del primer amor…
Consiguió que todos los sucesos que habían acaecido en mi vida se volvieran casi espejismos del dolor que sentí…
Me sentí más solo que nunca…
Era inocente, ¿sabes?, a pesar de todo lo que nos rodeaba, era estúpidamente inocente, le había dado todo a un hombre que me había alejado de su lado como si me tratara de una mísera prostituta barata…
Le di mi primer beso, le di mi apoyo, le di mi confianza, le di mi primera vez…todo…
Y cómo me arrepiento ahora…
Pero en ese momento, sentí que el mundo se me vino abajo…solo podía pensar en permanecer a su lado de cualquier forma…
No…en ese momento no tenía la dignidad suficiente para intentar salir con la cabeza en alto de esa situación…yo no era como tú…
Y él se marchó, nunca miró atrás, nunca llamó, nunca dio una sola muestra de que lo que alguna vez me juró era cierto…
Ni si quiera me molesté en intentar salir adelante…
Había confiado, había creído, había amado…
Y todo por nada…
Todo para recibir una sonrisa falsa…
Pero cuando los vi en la misma cama…en MI cama…
En ese instante comprendí que ambos me habían abandonado…
O quizás yo les abandoné…sumido en la culpa…cegado por la confianza…
Por esa confianza que antes, pensaba, era normal, porque eran mi hermana y mi novio…
Porque algo jamás me dolió tanto como verles juntos…
Ni siquiera la muerte de nuestra madre…
Porque mi corazón se rompió, porque los amaba, a ambos, de diferentes formas pero no por eso con diferente intensidad…
Porque Frederick fue incapaz de darme una respuesta…
Ni siquiera fue capaz de pedirme perdón…
Porque te pedí que jamás volvieras a dirigirme la mirada, mucho menos a hablarme, porque te grité que en ese momento dejabas de ser mi hermana…
Y tú sonreíste con amargura y me dijiste que era mi culpa…
Porque siempre te había quitado lo que deseabas, porque cada vez que alguien te gustaba, él se fijaba en mí, porque cuando te enamoraste, esa persona correspondió mis sentimientos…jamás los tuyos
Porque lo último que te había pedido nuestra madre antes de suicidarte fue que me cuidaras…
Porque siempre estaba primero, porque yo no lo merecía, porque yo era el culpable de todo…y lo mejor era que me muriera
¿Realmente lo pensabas?
No…tu no sería capaz de desearle la muerte a alguien…
Tú con tus caricias, tú con tus abrazos, tú con tus sonrisas…
Si había alguien que necesitaba protección eras tú y aun así me protegías…
Supongo que en ese momento salió a relucir un lado desconocido de mi personalidad…
Jamás había actuado con tanta frialdad en mi vida y dije cosas que no sentía…
No…no lo sentía…
Jamás me sentí superior a ti, jamás jugué con tus sentimientos, jamás pensé que nuestro padre se volvió un maldito desgraciado porque fuiste incapaz de salvarlo, jamás te guardé odio porque no conseguiste evitar que nuestra madre se suicidara…
Y te fuiste, te marchaste de la habitación y del departamento, con la mirada en alto y las lágrimas cayendo por tus mejillas…
Me arrepentí inmediatamente de lo que dije, pero no tuve tiempo de decírtelo…
Frederick jamás me pidió perdón, ni siquiera intentó encontrar una excusa para su comportamiento, solo me dijo que ya se había aburrido de mí, y que había esperado que mi hermana lo entretuviera un poco…
Quise matarlo, en ese momento quise matarlo, porque yo sí conocía el alcance tus sentimientos, y el miserable solo estaba utilizándolos para conseguir sexo…
No me importaba si seguía jugando conmigo, no me interesaba si me utilizaba una y otra vez, terminando de hacer sangrar mi corazón al reírse del amor que sentía por él…pero tú…
Tú jamás mereciste nada de lo que te hizo…
Tú eras diferente hermana, tu irradiabas luz, tú me apoyaste, tú eras mi guía, eras mi única familia…
Fue muy tarde cuando te encontré, fue muy tarde cuando decidí que habláramos, fue muy tarde…
Siempre llegaba tarde…
Siempre me enteraba de las cosas al final…
Recuerdo que en tu funeral sentí un deja vú que me desgarró el alma, recuerdo que cuando Frederick apareció le grité que se largara, que era un maldito desgraciado que pagaría por lo que había hecho…
Y sonrió…
Sonrió con esa sonrisa vacía que pocas veces había llegado hasta sus ojos y pronunció las palabras más dolorosas que tuve que escuchar en toda mi vida…
“Yo no soy el único responsable aquí…eres igual de culpable de este suicidio como del de tu madre…”
Y aun así no pude borrarme el amor de mi piel, ¡Cómo anhelaba quitarme el maldito corazón!
En ese momento sentí que cada caricia, cada beso, cada abrazo, cada te amo…estaba maldito…él era una maldición…mi maldición
Y era mi maldito primer amor…
Estuve un día arrodillado frente a tu tumba, cuando salió el sol nuevamente me presenté en la casa de Sebastian y le juré que sería fiel a él a cambio de una sola cosa…
Su mirada ya había cambiado en ese entonces, a una que reflejaba claramente su conocimiento de las atrocidades que escondía su aparentemente perfecta familia…
Era un niño de ocho años al que le habían quitado toda la inocencia…
Le habían arrebatado su vida, aquellos seres que decían ser su familia se habían encargado de crear alguien perfecto…
Recordé entonces que una vez Frederick comentó que la perfección no podría considerar sentimientos…
Porque la debilidad es sinónimo de imperfección…
Sentí una profunda tristeza por él, porque nunca volvería a ser el mismo, porque para salir adelante tendría que hacer cosas de las que probablemente se arrepentiría…
Y lloré…lloré por la inocencia de Sebastian, lloré porque sabía lo que le esperaba…y también lloré porque sabía lo que me esperaba…
Y pese a que le pedía algo a cambio sentí que no había necesidad de hacerlo…
El así me hizo verlo, no necesitaba un esclavo más, y mucho menos si era para conseguir algo de él…
Me sentí más pequeño pese a doblarle en edad…
No hubo necesidad de muchas palabras, no hubo necesidad de hipocresía…
A partir de ese momento mi vida cambió rotundamente, mis sentimientos también lo hicieron…
Pero no había por qué lamentarse, porque cada sacrificio que hacía me acercaba un paso más hacia mi meta…
Iba a matarle, iba a terminar con la asquerosa existencia de Frederick aunque se me fuera la vida en ello…
Y en el proceso de alcanzar lo que deseaba estuve presente en la vida de quien se convertiría en un líder increíblemente seguro…en alguien temible…
Pero esa…es otra historia…la mía se separa ligeramente de su camino…
Ligeramente porque Sebastian y yo sabíamos que él tenía razón…
Porque tal como él dijo a los ocho años…
En cuanto yo pronunciara aquel juramento, nuestras vidas estarían entrelazadas para siempre, aunque no lo deseáramos…aunque intentásemos separar aquellos hilos invisibles que nos unían…
Y creo que aquello fue en lo único que confié ciegamente antes de conocerte Nathaniel…
Tu amor y las palabras de Sebastian han sido lo único en lo que he confiado en más de quince años…
Supongo, hermana, que si tuviese que escoger un momento, escogería aquel en que te vi desangrándote en una tina de baño…
¿Te preguntas por qué?
Creo que es porque ese momento me llevó a conocer a Sebastian y a Nathaniel…
El problema es que no pensé cuan alejados estaban ambos caminos…
No imaginé que por conseguir uno tendría que olvidarme del otro…
Pero es imposible hacerlo Nathaniel…
Tal vez si hubieras aparecido en otro momento, tal vez si Frederick no se hubiese cruzado en mi vida, tal vez si mi padre jamás me hubiese presentado a Sebastian…
Pero ambos sabemos que ya no hay marcha atrás…
Ambos sabemos lo que voy a hacer…
Ambos sabemos que nuestro amor tendrá que esperar…
O al menos yo lo haré…
…nuevamente
.
.
.
SHIT!
SHIT!
¿POR QUE JUSTO AHORA TIENE QUE HABER UN MALDITO ATASCO EN EL TRAFICO?
Miré con el entrecejo fruncido al montón de automóviles detenidos, todos lucían enfadados ¿y quién no iba a estarlo?
Llevaba media hora aquí…
MEDIA HORA
Suspiré profundamente antes de marcar el número de Ivana…no podría llegar hasta Sebastian, no a menos que levantara el automóvil y me lo llevara en el hombro
-¿Kevin?-
-Estoy atascado en un estúpido taco, no podré llegar a tiempo, ¿Los demás ya fueron?-
-Sebastian dio ódenes explicitas de…-
-¡ME IMPORTA UNA MIERDA IVANA! ¡TU ENVIA A LOS DEMAS QUE YO ME HAGO RESPONSABLE!-
-B-bien, pero no tenías para que gritar-
Golpeé con fuerza el volante
-JUST…do it!-
-¡Qué carácter!- me reprendió
Corté la llamada pensando seriamente en cometer asesinato…luego recordé que Ivana siempre ha sido así…
En cuanto tuve cerca una salida de la carretera la tomé, dando por hecho que no podría llegar por la vía rápida hasta donde estaba Sebastian
Sin embargo a mitad de camino, mi teléfono sonó, consiguiendo desconcentrarme un poco
-¿Qué pasa?-
-Detente ahora mismo-
-¿De qué carajos estás hablando Mark?-
-Que te detengas y cambies tu ruta, Leopold me dijo que llegó el momento en que te toca actuar…-
Abrí los ojos sorprendido…
¿Por qué Leopold sabría de eso?
-What are you talking about?-
-Que vayas y hagas lo que tienes que hacer…-
Sin darme cuenta una sonrisa se extendió por mi rostro
-¿Estás seguro?-
-Tanto como que Adelfried está muerto-
-WHAT?-
Frené violentamente al escuchar aquello
-Adjudicaré tu extraña sordera a que estás conduciendo y no a un repentino lapsus de estupidez que en…-
-SHUT UP! ¿Adelfried está muerto?- repetí más contento aún
-Bastante, de hecho creo que en este momento debe estar haciéndose amigo del demonio-
Alcé mi puño en señal de victoria, finalmente ese maldito desgraciado se había ido al infierno…
Si…todo en la vida tiene su recompensa
-So, debo hacer mi parte right?-
-Si…y no olvides eliminar toda la evidencia de que estuviste allí-
Como si fuera tan estúpido como para no hacerlo…
Aunque dudaba que su esposa intentara cobrar venganza, después de todo la herencia para ella sería bastante cuantiosa
-Nos vemos honey- corté la llamada poniendo en marcha nuevamente el automóvil
Quince minutos después estaba estacionándome a unas cuadras de su apartamento, confiaba en que habría una cantidad ínfima de testigos y no tendría que eliminar a nadie para que guardara silencio
Sabía que Frederick estaba confiado en el sistema de seguridad, el conserje era lo de menos, una persona tan normal sería casi incapaz de verme pasar, y la distracción era un arma demasiado eficaz…las cámaras en el ascensor eran el verdadero problema
Pero sabía que él sería incapaz de prohibirme entrar, digité la contraseña cuando el panel apareció frente a mí y mientras el elevador subía saqué el arma que llevaba en la pierna derecha bajo el pantalón y sonreí…
Finalmente iba a conseguir lo que tanto había deseado…
Las puertas se abrieron rebelando el salón de aquel enorme penthouse
Caminé procurando que mis zapatos hicieran ruido hasta la habitación de Frederick, mi corazón comenzando a latir de forma apresurada, las mantas sobre la cama formaban un extraño ángulo, me apresuré en arrancarlas, ¿Dónde estaba?
El ventanal del balcón estaba abierto y las cortinas se movían producto del viento exterior…
Cuando escuché el sonido del agua cayendo comprendí que estaba duchándose, suspiré levemente y me senté en la cama de frente a la puerta del baño…esperando…
Solo un poco más…
Y Frederick apareció, con una toalla amarrada a su cintura y otra entre sus manos, sus ojos se abrieron con fuerza al verme
-Hello- saludé levantando el arma
Pareció superar el shock inicial inmediatamente porque una sonrisa se deslizó por su rostro
-¿Vienes a matarme?-
-¿Tu que crees?-
-Que no podrás hacerlo-
Fruncí el ceño, comenzando a molestarme
-Me da igual lo que pienses, ¿Una última petición Frederick?-
Alcé una ceja cuando caminó despreocupadamente hasta su armario, agitando su cabello brevemente y provocando que las pequeñas gotas de agua cayeran desde su cabeza hasta su cuello desde donde se…
“STOP NOW!”
Sacudí levemente mi cabeza…
-¿Por qué debería hacer una?-
-Whatever, say goodbye…-
La sonrisa en mi rostro se borró cuando sentí su mano sobre mi muñeca, su rostro a escasos centímetros del mío, provocando que aquellas gotas de agua comenzaran a caer sobre mi ropa
-Hoy no vas a matarme- sentenció con tanta seguridad que estuve a punto de bajar el arma
Pero no lo hice, porque había llegado el momento y no iba a dejarlo pasar
-Dame una buena razón para hacer más largo este momento- ordené apuntando el arma justo sobre su corazón
-Porque tengo algo importante que hacer-
Rodeé los ojos fastidiado
-Tu no dejas e estorbar ni siquiera en un momento como este, ¿verdad?-
-¿Alguna vez pensaste que cambiaría?-
-Nunca- mentí sin cortarme
Su mirada me analizó fijamente hasta que sonrió y comenzó a deslizar su mano por mi brazo izquierdo, deteniéndose en mi hombro
-Recuerdo la primera vez que hicimos el amor…-
-Yo no-
-No mientas…jamás has podido hacerlo…al menos no conmigo-
Me mordí el labio inferior con fuerza y presioné mi mano derecha consiguiendo que el arma a su vez lo hiciera sobre su pecho, inmediatamente se detuvo, pero la mano que descansaba sobre mi hombro comenzó a acariciar mi cuello lentamente
-Como pareces no recordarlo, lo haré por ti…fue un día lluvioso, al igual que aquel en que nos conocimos, al igual que aquel día en que te besé por primera vez…fui a recogerte después del trabajo y tu parecías algo distraído…-
Cerré los ojos con fuerza y alcé mi mano libre dispuesto a alejarlo definitivamente pero en cuanto lo hice aprovechó para empujarme sobre la cama, se acomodó con cuidado sobre mí, al parecer no le importaba tener un arma apuntando directamente a su corazón
-…pensé que tenías problemas en casa, pero cuando llegamos a mi departamento y sonreíste brillantemente tuve que hacer grandes esfuerzos por controlarme…-
Jadeé al sentir su mano sobre ESA zona, los malditos recuerdos estaban surgiendo en mi mente confundiéndome más y más
-Y me abalancé sobre ti, sobre tus labios, sobre tu cuerpo…deseando poder tocar tu piel, aquella pálida piel que se escondía bajo tu ropa…-
Sus labios se deslizaron por mi cuello con suavidad, hasta que mordió con fuerza mi hombro
-¡Ahhh!-
-Tu mirada estaba cargada de emociones, tus labios se volvieron rojos y mi deseo, nuestro deseo solo crecía…-
Sentí como desabrochaba mi cinturón y bajaba mis pantalones…
No pude resistirme…
Pensaba que no lo recordaba…
Pensaba que había sido un juego…
Ahora no estaba tan seguro…
-Yo también tuve miedo ¿sabes?...sabía que era tu primera vez y no quería hacerte daño…pero el deseo podía más…necesitaba enterrarme en ti…-
Tomó mis muñecas y las sujetó sobre mi cabeza, el arma aun en mi mano pero mi mente estaba en otra parte…
-…profundamente, hasta fundirme…hasta que solo pudieras pensar en mí, nombrarme a mí, desearme a mí…-
Recordé aquel día con claridad, como sus besos parecían robarme el aire, como sus manos parecían quitarme la cordura…
-Me fascinaba ver cómo te estremecías bajo mis manos, como tu rostro tenía aquel sonrojo, como tus labios dejaban escapar esos gemidos…-
Aquellas manos…
Aquellas manos que en el pasado habían acariciado todo mi cuerpo en la soledad de su apartamento se deslizaron bajo mi ropa, arqueé mi espalda inconscientemente producto del contraste de temperatura entre nuestros cuerpos
-¿Vas a decirme entonces, que no lo recuerdas?- susurró contra mi oído mientras su mano se deslizaba bajo mi ropa interior y comenzaba a acariciar mi miembro lentamente
-¿De verdad me amaste?- pregunté intentando ocultar mis gemidos
Su mirada se fijó en la mía, y esperé…
Esperé sin saber que podría pasar…
Esperé deseando internamente que su respuesta fuera positiva…
Esperé gritándome que estaba mal…que debía matarlo…no acostarme con él…
Pero no respondió…
Y sonreí…
Sonreí porque comprendí que el si me había amado…pero que había sido un cobarde…
Sonreí porque recordé las palabras de Nathaniel, porque él sería capaz de morir por mí…
De dar su vida por la mía…una vida llena de luz por una que estaba sumida en la amargura
¿Traería de vuelta a mi hermana?
No…
Jamás podría hacerlo…
Y estaba seguro, que al morir nuestros caminos serían diferentes…
Pero aún podía hacer algo para salvar parte de lo que me quedaba de vida…y no iba a arruinarlo, no cuando la sonrisa de Nathaniel estaba en mi mente grabada a fuego…
No cuando las sensación que me provocaba el toque de Frederick apenas era una sombra de lo que fue en su momento y apenas un débil reflejo de lo que descubrí…podía provocar en mí alguien que si valía la pena…
-Escúchame bien Frederick, porque será lo último que escuches provenir desde mis labios…tu no fuiste, no eres y jamás serás ni la centésima parte de lo que es tu hijo, nunca, y si te dejo vivo no es porque crea que lo mereces, sino porque Nathaniel tiene razón y no vale la pena que manche mis manos con tu sangre…-
Observé como se acercaba hasta que sus labios quedaron sobre los míos, el agarre sobre mis muñecas aumentando peligrosamente
-¿Crees que vales la pena? Convertiste tu vida en la de un asesino por una causa que perseguiste durante quince años y ahora eres incapaz de cumplir tu meta…no permitiré que hagas eso, porque si tú no me matas, yo terminaré con tu existencia…-
Sonreí con superioridad
-¿Y qué? ¿Crees que le temo a la muerte?-
-Si te mato, ¿Quién protegerá a Nathaniel?-
Fruncí el ceño automáticamente
-Tú no le harías daño a tu hijo-
-Mi hijo me arrebató aquello que siempre fue mío-
-¿TUYO? Eres patético, jamás has sido capaz de luchar por aquello que quieres, siempre esperas que llegue hasta ti, que te caiga del cielo-
-¿Y eso te molesta por…?-
-¡PORQUE YO SI ESTABA DISPUESTO A LUCHAR POR NUESTRO AMOR! ¡PORQUE YO HABRIA DADO MI VIDA POR TI! ¡PORQUE TE AME COMO JAMAS PENSE AMAR A NADIE Y TE REISTE DE MI UNA Y OTRA VEZ!-
-Jamás vas a olvidarme-
-No, no lo haré, me servirás como ejemplo de la desgracia que puede ser un ser humano…-
Sonrió y mientras se alejaba de mí me incorporé lentamente, sin dejar de mirarle directo a los ojos, alejando de mi mente todos los recuerdos que pudiesen provocar una sola distracción…
-Ten…-
Ignoré lo que me tendía, pero él no mostró reacción alguna ante mi indiferencia, solo dejó aquello frente a mí y se cruzó de brazos
-Hasta nunca- susurré apuntando directamente a su corazón
-Te amo-
Abrí los ojos sorprendido, pero ya era demasiado tarde para arrepentirse, el disparo resonó en mis oídos y la bala atravesó limpiamente su pecho
Pareció que de pronto todo enmudeció abruptamente, su cuerpo cayó hacia atrás, sus ojos estaban cerrados, y la calma…la calma era todo lo que podía percibirse en su cara
Me quedé sentado frente a él, mirando fijamente su rostro, miles de pensamientos pasando por mi mente a toda velocidad, ninguno siendo procesado…
“Te amo…”
No había escuchado esas palabras provenir de su boca en más de quince años…
Mi mirada se nubló al recordar…
Y las lágrimas no tardaron en caer…
“Nunca me dices lo que sientes…”
“Pequeño, sabes que no soy muy efusivo…”
“¡Lo sé! Y no te pido que cambies, pero escucharlo de vez en cuando…”
“¿Quieres que lo diga una vez al día?”
“¡No!...quiero que cuando lo sientas me lo digas, para estar seguro que lo que me gritas con la mirada también puedes pronunciarlo con tus labios…”
“Hagamos un trato…cada vez que te enfades conmigo te lo diré, cada vez que parezcas dudar de lo que siento por ti susurraré un te amo en tu oído, cada vez que te sientas morir de tristeza voy a pronunciarlo…pero a cambio debes responderme con otro te amo cuando yo lo haga… ¿te parece?”
“…si…”
-----------------------------------------------------END POV KEVIN---------------------------------------------
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-¿Realmente crees que después de irme del instituto no volví a ver a Sebastian?-
Supongo que mi rostro debió traicionarme, pues la sonrisa en el rostro de Demian creció drásticamente
-¿Cuándo será la hora, mi ingenuo amigo, en que dejes de confiar en Sebastian?-
Fruncí el ceño pero no respondí, estaba seguro que él podía notar cada cambio de humor en mi
-Oh…ya veo…confías en el pues es la persona que amas…por favor…despierta…¿Acaso Sebastian no ha actuado siempre igual? Ocultando todo hasta el último momento y luego convirtiéndote en el culpable de sus errores…-
-Deja de decir cosas así…¿Por qué debería creerte a ti?-
-¿Y por qué deberías creerle a él?... ¿Acaso te comentó de mi existencia?...¿Acaso te dijo que un año antes de conocerte iba a ser padre?-
Sentí que la sangre en mis venas se congeló al escuchar aquello
-¿O creíste que la sobre protección que te brindó cuando estabas embarazado fue por cualquier cosa? No…él conocía los riesgos perfectamente y por eso intento mantenerte bajo cuidado durante cada segundo del embarazo, pero tú no se la ponías fácil…debiste haberle dicho antes que estabas embarazado…-
¿Cómo…?
-¿Por qué sé todo esto?...yo siempre voy a estar atado a su vida, hay ciertas personas que no pueden separar sus caminos, yo no puedo separar el mío de Sebastian y debo reconocer que tampoco lo deseo…pero tú…-
Se acercó hasta mí con el semblante ensombrecido, frialdad emanando de su aura, tuve que hacer un esfuerzo para no retroceder
-Tú, que no perteneces a nuestro mundo, tú que apareciste de la nada, tú que conseguiste lo que yo no pude, darle un hijo…tú que sonríes despreocupadamente cuando todo a tu alrededor se está desmoronando, tú que dices perdonar a gente que te ha hecho tanto daño…tú eres una maldita farsa… ¡Ni siquiera deberías estar vivo! ¡Pero Sebastian se encaprichó contigo y por eso sigues aquí!- exclamó con odio
-Si realmente fuera así, no harías todo esto para deshacerte de mí…porque un capricho es algo pasajero…- sentencié con tranquilidad
Inmediatamente me golpeó consiguiendo que girara mi rostro, no me quejé, pero no iba a permitir que lo siguiera haciendo
-¿Te duele que diga eso Demian?-
-¿Te duele a ti que Sebastian no confíe en ti?- replicó con suficiencia
Nos quedamos en silencio durante unos instantes, hasta que pareció recordar algo y volvió a sonreír…
-Realmente te gusta cegarte ¿no?, pero no puedo culparte…al menos no completamente, el amor de Sebastian es algo que cientos han deseado, pero nadie ha conseguido…no, jamás me convencerás de que te ama, porque si lo hiciera no te ocultaría tantas cosas, y principalmente porque no creo que sea capaz de amar-
-Dices eso como si pudieses juzgar con facilidad quien es capaz de amar y quien no-
-No es muy difícil decidirlo cuando esa persona asesinó a tu hermano- espetó en un siseo
Me sorprendió un poco que supiera aquello, por lo que me había dicho Sebastian, él no lo sabía
-Yo antes era como tú, pensaba que él me amaba, y estaba dispuesto a dar todo por él…luego mi hermano murió, la única persona que podía considerar mi familia murió, y me quedé solo, porque aquella mujer que se hacía llamar mi madre jamás me ofreció consuelo…es más, me culpó durante años por la muerte de su hijo…-
Sentí tristeza al escuchar sus palabras, independiente de qué clase de persona fuera, nadie merecía aquello…
-¿Pero qué vas a saber tú de sentirte culpable por una muerte? Toda tu maldita vida has estado protegido de cualquier cosa, no sabes lo que es desear con todas tus fuerzas acabar con tu patética existencia, no sabes lo que es amar y perder porque la persona que amas sigue a tu maldito lado…-
-¿Cuánto crees que se demore en cansarse de ti? ¿Acaso tu actitud estúpida no ha dado muestras de agotarlo?...claro que dudo que lo hayas notado-
Bajé mi mirada al recordar que Sebastian me había dicho que estaba cansándose de mi actitud de niño pequeño
-Si…te has dado cuenta, si hubieses seguido vivo estoy seguro que pronto la única razón por la que lo hubieras visto es por los mellizos y Erick, pero claro, eso si hubieses conservado la vida…-
Un escalofrío recorrió mi espalda, su tono de voz era muy parecido al que utilizaba Varick para decir…todo, claro que Demian parecía disfrutarlo de una forma especial
-No te preocupes, yo cuidaré bien de los mellizos, creo que ni siquiera notarán que no estás…-
-¡CALLATE!- grité perdiendo la paciencia
La expresión del rubio denotó la gracia que le producía mi actitud
-Siento lástima por ti Demian, en un momento de tu vida lo tuviste todo, pero lo perdiste y fuiste incapaz de salir adelante, culpas a los demás por TODO lo que te ha pasado y no eres capaz de ver en el monstruo en el cual te convertiste-
-¿Crees que me importa? ¿Crees que va a afectarme cualquier cosa que digas? Ya he sufrido lo suficiente, ya he tenido que conformar a muchas personas como para ahora tener que hacerlo contigo también, te odio, te odio porque me arrebataste lo único que siempre fue mio, te odio porque pudiste hacerle feliz con lo único que yo no pude darle, te odio porque tu familia te ama, te odio porque no vales nada y todos parecen cegados contigo, ¿Qué demonios tienes?-
Comenzó a caminar a mí alrededor, Varick pasó delante de mí y se sentó tranquilamente en el sofá más grande, sonriendo tranquilamente
-Eres demasiado normal, no eres pálido, tu cabello es oscuro, estatura promedio, delgado…¿tus ojos?...si, podría ser, pero no tienes nada más-
-¿Crees que puedes juzgar a las personas por su apariencia?- interrogué mirándole con dureza
Se detuvo frente a mí y frunció el ceño
-Sé perfectamente que por dentro eres un niño llorón, que necesita que todos le protejan, y no creo que sea eso lo que hace que todos te adoren, la gente que fastidia tanto es repudiada con facilidad, por eso intento encontrar una maldita razón que justifique todo, pero no puedo encontrarla, lo cual, solo apoya mis teorías… ¿Qué lástima no?, ¿Acaso tú, Varick, encuentras algo especial en él?- se giró hacia el mayor cruzándose de brazos
El primo de Sebastian pareció pensarlo detenidamente
-Su inocencia hace que quiera violármelo- respondió finalmente
Separé los labios para replicar pero había perdido la voz, ¿Cómo podía decir aquello con tanta facilidad?
-¿Sexo? ¿Es por eso?- Bufó Demian
-No, no es sexo, para personas como nosotros, sumidos en la desgracia ajena, que vivimos de destruir otras vidas, es atrayente sentir que existe alguien inocente, y cuando estás cerca de él solo puedes pensar en tomar esa inocencia y destruirla, en arrebatarle aquella luz que parece hacerle diferente a los demás…por eso mi primo está obsesionado con él-
-Así que es una especie de competencia por destruirle…patético, totalmente patético, ¿Qué acaso no les bastan las prostitutas? Hay cientos de mujeres y hombres que pagarían por meterse en sus camas y lo único que ustedes desean es aquello que esta de cierta forma fuera del alcance de sus manos…bueno, creo que eso era todo lo que tenía que hablar contigo Angel-
Sudé frío pero mantuve mi expresión de calma, Demian caminó lentamente hasta un mueble y abrió un cajón
-En cinco minutos llegará Sebastian y no pretendo darle la posibilidad de salvarte, ya me hartó este juego donde hay que salvar a la damisela en peligro-
Retrocedí instantáneamente al ver aquella daga resplandeciendo
-¿Qué pasa? ¿Tienes miedo?- susurró sin dejar de sonreír
Seguí retrocediendo hasta que choqué con la pared, Demian apoyó su barbilla en mi hombro, no podía ver dónde tenía aquella daga y eso me asustaba
-Supongo que deberías tenerlo porque son deberías olvidar que el que tiene en su poder a los mellizos soy yo- murmuró
De repente sentí algo puntiagudo haciéndose paso a través de mi piel, mordí mi labio inferior intentando no gritar por el dolor pero solo conseguí hacerme sangrar aún más al romperme el labio
Literalmente me estaba atravesando el costado…
-Solo un poco más…-
¿Cómo podía ser capaz de decir algo así con tanta tranquilidad en un momento como este?
De pronto se apartó, la daga manchada con sangre en la mano y una sonrisa incluso más amplia, inmediatamente llevé mis manos a mi costado derecho, sintiendo la sangre fluyendo con facilidad
-Me hubiese gustado que te quejaras más, pero supongo que tantas golpizas comienzan aburrirte- comentó como si nada
Comencé a sentirme mal, no era médico pero no necesitaba serlo para saber que me había apuñalado en un lugar vital
-¿Sabes? Te daré un consejo, mientras más te mueves, más rápido te desangras-
Respiré profundamente mientras me dejaba caer sobre el suelo, mi espalda apoyada dolorosamente contra la pared, y la desesperación comenzando a hacer mella en mí
Si antes había pensado que Adelfried podría matarme, ahora estaba seguro que Demian lo haría…
Y seguía sintiéndome patéticamente inútil ante todo esto…ni siquiera iba a poder ver a los mellizos una vez más…
No…los meses que pasaron en mi vientre jamás serían suficientes para compensar el hecho de que estaría toda una vida ausente
Sabía que Sebastian no dejaría a Demian acercarse a ellos pero aun así…eran mis hijos, se suponía que yo debía cuidarles…
-Eres aburrido…-
Alcé mi rostro encontrándome con el del menor a escasos centímetros
-¿Qué se supone que haga?- repliqué con voz apagada
-Quieres ver a los mellizos ¿verdad?- murmuró con voz repentinamente sensible
Lo miré sorprendido
-Si…-
Su expresión cambio drásticamente en un suspiro
-Me alegra que no puedas hacerlo- sentenció acariciando levemente mi rostro
Sonreí con amargura, golpeándome mentalmente por haber albergado la esperanza de que de pronto Demian tuviera un gesto caritativo…
¿Tanto mal le habían hecho?
¿Tanto había tenido que sufrir?
…
Si…obviamente la respuesta es sí y lamentablemente ya no hay nada que hacer…
Porque, ¿Qué podía hacer yo ahora, a minutos de mi muerte?
Comencé a recordar muchas cosas, como cuando era pequeño y me escondía en el ático después de haber roto algún jarrón por accidente…
Como cuando me preguntaba por qué no podía hacer amigos…
Como cuando vi la sonrisa de orgullo de mi madre al saber que tenía una beca para estudiar en la mejor universidad del país…
Como cuando conocí a Erick…
Como cuando te conocí a ti, Sebastian…
Y como cuando me enteré que nuestra familia se agrandaría con la llegaba de los mellizos…
Y me sentí relativamente bien…
Porque mi vida tampoco había estado mal, había tenido una familia, había hecho amigos, había conocido a la persona que me robó el corazón…y había podido cuidar de tres niños hermosos…
No…no sonaba mal, para nada…
-Crees que estás venciendo, pero en realidad, no puedes ganar si no tienes con quien competir- susurré mirando a Demian fijamente
-¿Entonces como le llamas a estar muriéndote?- se burló
-¿Acaso eso hará que Sebastian te ame? Si, como dices, ni siquiera me ama a mí, ¿Por qué con mi muerte te amaría?...solo intentas sacarme del camino porque no puedes asesinar a Sebastian…yo no soy el verdadero problema y lo sabes-
-Pensé que eras más idiota, lo acepto, pero después de todo, tu eres su capricho, si te mato, reaccionará-
Sonreí pensando que el verdadero niño aquí era él
-Tal vez debería aceptar de una vez por todas que él te amó en su momento, que cuando estuvieron juntos fuiste su felicidad, su sonrisa, sus ojos, su todo…pero ya no es así-
Observé como fruncía el ceño, era evidente que estaba irritándose
-El sigue amándome, solo se alejó porque YO se lo pedí, ¿Cómo iba a seguir a su lado después de haber perdido a nuestro hijo?-
-Es una lástima que lo hayas alejado cuando más te necesitaba- susurré pensando que eso era lo que había hecho Sebastian conmigo
Después de todo, ellos dos se parecían mucho más de lo que podían darse cuenta
-¿Cuándo más ME necesitaba? ¡Qué vas a saber tú de eso! Nuestra historia es mucho más antigua, tú no eres nadie, entiéndelo-
-¿Y qué si no soy nadie? ¿Acaso eso cambiará el que tu tampoco lo seas?-
Reprimí un quejido cuando tiró de mi cabello, alzando mi rostro
-No sabes cómo me gustaría cortarte la lengua para que dejes de decir estupideces-
-Si hay algo que no podemos retirar es lo que decimos, sabes que tengo razón Demian, pero estás tan cegado por tu odio que no puedes aceptarlo, dime una cosa, ¿Alguna vez te preguntaste por qué Sebastian mató a tu hermano?-
Se levantó bruscamente y sentí mi cabeza chocar con fuerza contra la pared, por unos instantes todo se movió a mi alrededor con violencia
-¡Porque era la forma más rápida para eliminar a la competencia! ¡Así su familia pudo comprar las empresas de la mía!-
-No…lo hizo porque tu hermano se estaba muriendo…-jadeé al sentir como pateaba mi abdomen
-¡DE QUE ESTUPIDEZ ESTAS HABLANDO!- gritó golpeándome nuevamente
-Tenía…una enfermedad sin cura…y…le pidió a Sebastian que lo matara…-
-¡CALLATE! ¡VARICK, PASAME TU ARMA!-
Se alejó de mí y caminó hacia el mayor, comencé a arrastrarme por el suelo, intentando llegar a la salida
-Pensé que con la puñalada bastaba…-comentó el primo de Sebastian con despreocupación
-¡QUE ME PASES TU PUTA ARMA!-
--¡Qué carácter!-
-¡NO LO DIRE UNA VEZ MAS! ¡ENTREGAMELA!-
Aun me faltaba un par de metros para llegar pero una punzada en mi cabeza me impidió seguir intentándolo, estiré mi mano notando mi propia sangre en ella
-Bien, pero intenta no golpearla, es bastante costosa…-
Sentí pasos apresurados y luego otro tirón en mi cabello
-¿Realmente creíste que podrías escapar inventándome esa historia?-
-Es verdad…y Sebastian jamás se lo perdonó- añadí cerrando los ojos con cansancio
-¡NO MIENTAS!-
No me molesté en mirarlo cuando sentí mi cabeza chocando con el suelo, escuché sus pasos alejándose un poco y supuse que ya no tenía escapatoria
-Diría que fue un placer conocerte, pero no es cierto, adiós-
Escuché el disparo y esperé con una calma perturbadora el final, pero no sentí nada…
“¿Acaso la pérdida de sangre hace que pierdas la sensibilidad?...o tal vez ya estás muerto…”
No quise abrir los ojos, pero lo termine haciendo cuando sentí un par de brazos rodeándome
-¿Sebastian?- susurré temiendo equivocarme al reconocer aquel aroma
-¡APARTATE MALDICION!-
-No voy a dejarte solo…nunca- susurró en mi oído
Sentí algo cálido esparciéndose por todo mi pecho y asentí con fuerza intentando contener las lágrimas
-Demian, entrégame esa arma- ordenó Bastian con tranquilidad
Sebastian no se apartó de mí, su abrazo me dio la sensación de que tenía miedo de soltarme…y yo también lo sentía
-¿Puedes ponerte de pie?- interrogó
-Creo…-
Me ayudó sosteniéndome por la cintura, pero eso solo consiguió arrancarme un grito de dolor
-¡Aaaaa!-
-Lo siento-
-DIJE QUE TE APARTES BASTIAN, Y TU, MALDITO LEVANTATE Y DEJA DE REIRTE-
Observé a Varick que se mantenía inmune a los gritos del rubio menor, de hecho parecía hacerle gracia
-¿Y qué quieres que haga?-
-¡QUITA A ESTE IDIOTA DE AQUÍ!- gritó apuntando con su arma a Bastian
Miré asustado al mejor amigo de Sebastian pero en un parpadeo él no se encontraba en el mismo lugar, sino detrás de Varick
-No puedo- replicó el de ojos grises encogiéndose de hombros
Aquello consiguió sacar de sus casillas a Demian
-Como sea, dime Sebastian, ¿Cuánto demorarás en perder la sensibilidad de ese brazo?-
Parpadeé sin entender a que se refería el rubio pero cuando Sebastian se paró delante de mí comprendí lo que pasaba...su brazo izquierdo sangraba profundamente…la bala que debía matarme había llegado hasta él
-Lo suficiente como para matarte- respondió con serenidad
Demian lo miró sorprendido
-¿Piensas matarme…así como mataste a mi hermano?- se burló el menor
Por unos instantes pareció que el mayor quedó sin palabras pero su aura no denotó nada
-Tu hermano me pidió que lo hiciera para evitarte el dolor de verle morir lentamente por esa enfermedad, ahora más que nunca creo que cometí un error, tal vez, si le hubieses muerto morir lentamente no te habrías convertido en esto-
-Ajajajajajajajajajajaja- comenzó a reírse descontroladamente
-¿Te atreves a decirme eso TU? ¿Yo soy el monstruo?...que tengas tres hijos no quiere decir que seas una buena persona, si lo pensaste así temo que debo quitarte esas esperanzas…todas las familias que destruiste…¿Crees que algún día tendrán paz?-
-Las decisiones que he tomado no tienen nada que ver con las tuyas, yo no estoy intentando dañar a alguien inocente-
-¡EL ME QUITO LO QUE ME PERTENECIA! ¡TU DECIAS AMARME PERO ME ABANDONASTE!-
Sebastian tendió su mano derecha hacia mí, supuse que pretendía que me aferrara a él y lo hice notando como temblaba mi cuerpo
-Tú me ordenaste que me largara, habíamos perdido al bebé y en lugar de permitirme apoyarte dijiste que ya no tenía sentido seguir juntos…¿Y yo te fallé Demian?-
-¡SI, TU LO HICISTE! ¡JURASTE QUE NUESTRO HIJO ESTARIA BIEN, CRECERIA Y SERIA FELIZ! ¡Y AHORA ESTA MUERTO! ¡PERO CON ESE IMBECIL SI CUMPLISTE TU PROMESA!-
-No tiene sentido seguir con esto, jamás vas a madurar…creo que aquel bebé tuvo suerte de no nacer-
Me estremecí al escuchar las palabras de Sebastian…para un padre debía ser increíblemente doloroso decir aquello, yo jamás podría decir eso de nuestros hijos…
-¡NO ME IMPORTA! ¡VAS A MORIR Y LUEGO LO HARA ESE MALDITO NIÑO QUE TE EMPEÑAS TANTO EN PROTEGER!-
Alzó el arma pero no alcancé a ver nada más pues Sebastian me cubrió con su espalda, mi corazón comenzó a latir desenfrenadamente, presintiendo una tragedia y de repente se escucharon dos disparos
Sentí el cuerpo de Sebastian tensándose y me congelé en mi lugar por unos instantes
-¡Sebastian!- le llamó Bastian a lo lejos
¿Por qué su voz se escuchaba así…?
Parpadeé lentamente, casi notando el movimiento de mis párpados en cámara lenta, giré mi cabeza esperando ver al mejor amigo del rubio lejos, pero estaba a mi lado, ¿Cuándo se había acercado?
La herida en mi costado comenzó a arder de una forma extraña pero no me quejé…no creía poder emitir sonido alguno
-Angel…-
Alguien me llamaba…
-¡ANGEL NO CIERRES LOS OJOS!-
¿Cuándo los había cerrado?
Sentí un golpe en mi rostro y de repente todo el sonido regresó provocándome una punzada dolorosa en la cabeza
-¿Qué…?- murmuré extrañado de estar siendo sostenido por Bastian
-¿Estás bien?-
Asentí desconcertado, no tenía idea de lo que estaba pasando
-Pensé que serías un poco menos frío al matarle-
Me giré confundido Varick se había puesto de pie y caminaba alrededor…del cuerpo de Demian
Me estremecí al sentir un escalofrío recorriendo todo mi cuerpo de forma violenta
-¿Para qué intentas alargar esto Varick?-
El de cabello oscuro se encogió de hombros
-Supongo que me gusta vivir- susurró sonriendo
-En ese caso es una lástima que no puedas seguir haciéndolo-
Observé a Sebastian moviéndose con maestría a pesar de las heridas que había sobre su cuerpo, Varick hizo lo mismo, y para mi sorpresa a pesar de que el rubio estaba herido, fue más rápido que su primo y a los pocos segundos consiguió hacerlo caer con un golpe en el estómago
Fruncí el ceño…¿Acaro Varick buscaba que le mataran?
Estaba seguro de que él tenía mucha más habilidad que eso…
-Me importa un carajo si solo buscaste que te asesinara haciéndole daño a Angel, pero al menos podrías poner un poco más de tu parte para que esto sea más divertido ¿no lo crees?-
Las palabras del rubio me cayeron como agua helada, pero luego comprendí algo…
Me zafé del agarre de Bastian al tomarle desprevenido y caminé hasta Sebastian en el mismo momento en que alzaba su brazo dispuesto a matar a Varick
-¡ESPERA!- grité sintiendo que me faltaba el aire
-Angel, este es un pésimo momento para salir con alguna de tus ideas- susurró el rubio sin apartar la mirada de su primo
Intenté que sus palabras no me dolieran, no lo conseguí muy bien
-¡No lo mates, es el único que sabe dónde están los mellizos!- exclamé mirando a Sebastian con desesperación
Varick sonrió con superioridad
-Eres mucho más inteligente que Demian, Angel…-
-¿Por qué lo dices?-
-Solo por eso te diré dónde están tus hijos-
Lo miré totalmente desconcertado…
¿Realmente quería morir?
-¿De verdad quieres morir?- pregunté sin poder evitarlo
Se encogió de hombros
-De cualquier forma nuestro único destino inevitable es morir, si puedo hacerlo a manos de alguien que realmente me supera es, por así decirlo, un privilegio…y lo cierto es que la muerte es la única forma de romper con el circulo al que está atado mi vida…¿No es cierto primo?...-
-Lo dices como si realmente no hubiese nada por lo que vivir- murmuré sin entender por qué no podía simplemente odiarle…
Sus palabras…
…sus palabras siempre conseguían hacer mella en mi interior…
-…Si, es cierto y lo sabes, puedes haber matado a tu padre, puedes haber matado a Demian y puedes haberme asesinado, pero jamás vas a conseguir borrar tu pasado, el pasado nos condena, no lo olvides, nacer en nuestra familia, realmente es una maldición, desde pequeño te llevan al camino de la destrucción, y cuando eres consciente de lo que haces ya no puedes borrar lo que hiciste…así que solo te queda seguir adelante por ese camino lleno de dolor…porque lo único que has podido entregarle a Angel es, y será siempre mucho dolor…nosotros no estamos hechos para amar, nosotros destruimos todo lo que tocamos…siempre-
-Esa forma de pensar te la entregó mi tío ¿verdad?- comentó el rubio sin bajar el arma
Los ojos grises de Varick resplandecieron por unos instantes
-Nuestros padres se encargan de crearnos a semejanza de ellos, pero a la vez, de obligarnos a ser mejores que ellos…tu padre estaba esperando que le mataras para que asumieras el poder de las empresas y lo hiciste…¿Por eso tardaste en rescatar a Angel verdad?...un intento más por demorar al máximo lo inevitable...nuestros padres se encargan de todo…siempre, querámoslo o no, nuestro destino está construido incluso antes de nacer…¿Creíste que podrías escapar al tuyo?...no, supongo que siempre supiste que eso es imposible…por eso te doy mi último consejo primo…aléjate de Angel, si verdaderamente lo amas, hazlo y evítale el dolor de pertenecer a nuestra familia…algún día, cuando se enamore nuevamente y sea feliz con una persona normal, te lo agradecerá…-
Observé a ambos alternadamente, la expresión de Sebastian no cambió en lo absoluto y me frustré nuevamente, comenzaba a creer que realmente jamás sería capaz de saber lo que pasaba por su cabeza…
-El caso es, Varick, que ya me encargué de eliminar a todos lo que podían controlar mi vida, algo que tú no pudiste hacer, obviamente, así que tus palabras pierden todo sentido-
-¿También te encargaste del abuelo?- interrogó Varick ensanchando su sonrisa
Observé a Sebastian totalmente pasmado…
¿A su abuelo?
¿Aquel hombre que parecía desvivirse por Erick?
-¿Es necesario que repita el “todos”?...ya no habrá nadie obligando a los demás a seguir con las asquerosas tradiciones familiares…-
-¿Y qué? ¿Piensas cambiarte el apellido y vender todas las empresas? Sabes perfectamente que si el resto de nuestros socios ve el más mínimo destello de debilidad en nuestra familia irán tras de ti, pero sobre todo tras Angel y tus hijos…¿Cómo piensas evitar eso?-
-Siempre puedo hacerme amigo del próximo dueño de toda esa basura ¿no?-
Ambos se quedaron mirando fijamente, de pronto Varick giró su rostro y se quedó mirándome fijamente
-Los mellizos están en la casa frente a esta- confesó como si nada
Abrí los ojos al máximo, no me esperaba que lo dijera con tanta facilidad
Sebastian sonrió antes de presionar el gatillo
En ese instante algo muy extraño sucedió, al mismo tiempo que el rubio disparaba, Varick sacó un arma de su tobillo derecho y me apuntó
La sangre en mi cuerpo se congeló en una fracción de segundo
El primo de Sebastian disparó mientras sus labios modulaban un “lo siento” que bloqueó mi mente por completo
Sentí algo penetrando mi piel de forma dolorosa y luego un grito…un llamado…
Pero no vi nada…
Solo mi nombre y la extraña sensación de estar cayendo…
Me sentía increíblemente ligero a pesar del dolor…
Pero alguien seguía llamándome…
Cada vez más lejos…
Cada vez me encontraba más lejos…
Y dejé de respirar…
Y luego dejé de escuchar también…
.
.
.
Sin importar qué suceda mañana, estarás siempre en mi corazón.
No importa cuánto dolor debamos sufrir en el futuro si por lo menos pudimos ser felices ahora.
No importa cuántas veces deba llorar y ocultarme de tu rostro, al final nos quedarán estos hermosos recuerdos.
No importa si la vida te lleva de mi lado, siempre tendré una oración para ti: la persona que amo.
.
.
.
-¿Cuánto tardará en despertar?-
-No lo sabemos, todo depende de los deseos que tenga de hacerlo…con permiso-
¿Quién estaba hablando?
Reconocía la voz de Sebastian pero no la de aquella mujer…
Intenté abrir los ojos pero no lo conseguí…al parecer necesitaba más fuerza…
-Me gustaría que despertaras pronto…-
Sentí algo cálido sobre mi mano, pero no pude moverla
-…los mellizos te extrañan mucho, lo sé, Samantha no parece actuar muy cariñosa contigo…pero últimamente está más tranquila que de costumbre…cada vez que aparece Gabriel lo confunde contigo…-
Sonreí al escuchar aquello, pero sabía que no debió notarse en mi expresión…
-Tu tío está obsesionado con alimentar a Mat, Lucas intenta controlarlo pero creo que en el fondo es su forma de llevar esto…claro que me gustaría que no fuera engordando a nuestro hijo menor…-
Me imaginé a Thomas dándole comida cada una hora a Mat, me pareció gracioso…luego comprendí que eso no era para nada saludable…
-El otro día Christian vino a verte…-
Presté mayor atención aun al escuchar aquello…
-Se va a vivir al extranjero Angel…supongo que me arrepentiré de decir esto toda mi vida, pero me gustaría que despertaras para despedirte de él…tiene un hijo…-
¿QUE?
¿QUE CHRISTIAN QUE?
-No me explicó claramente quien era la madre, pero no lo culpo, sigo detestándolo…-
No supe si reír o suspirar…
Que Sebastian cambiara su actitud con Christian era como revivir a todos los muertos…
-Ahora que todo se acabó…me gustaría que despertaras ¿sabes?...hay demasiadas cosas a las que renunciaste por estar a mi lado y ahora que todo terminó no puedes disfrutarlas porque estás aquí…-
Me sentí mal al escuchar aquello, dejé de intentar despertar…al menos por hoy, prefería escuchar a Sebastian…
Estaba seguro que sería una de las pocas veces en mi vida que podría escuchar lo que realmente pensaba…
-Tu madre dice que Mat será igual a ti…lo dice siempre que lo ve…y lo ve todo el día…no debería estar quejándome, que ella cuide de los mellizos me ayuda mucho…pero…supongo que entiendes…-
Claro que lo entiendo…mi madre siempre repite mucho las cosas cuando está muy nerviosa…y con la NO paciencia que tiene a veces Sebastian…
-Mi hermano me recordó algo…se supone que vamos a casarnos…-
Si hubiese podido gritar como niña emocionada, lo habría hecho, pero estaba…
¿Por qué demonios no podía despertar?
-Le dije que obviamente no podemos hacerlo si no despiertas del coma-
¿QUE YO QUE?
Sentí mi corazón deteniéndose por unos instantes pero comencé a desear despertar con todas mis fuerzas, estaba en coma…
Estaba en coma, en un hospital…
Sentí mucho miedo…
¿Cuánto tiempo llevaba así?
¿Y si no…?
-De hecho, debería recuperar el anillo ¿no lo crees?...cuando me dijiste que Ignacio lo tenía…-
Deseé poder tomar su mano, jamás lo había escuchado hablándome con tanta sinceridad…y me sentí feliz por ser capaz de estar consciente mientras lo hacía…
-…supongo que no debí haber actuado así, me molestó mucho, es cierto pero me preocupaste tanto…siempre terminas actuando de forma precipitada por mi culpa…no creas que no he pensado en todo lo que dijo Varick-
Me estremecí al recordar a su primo, seguramente ya estaba muerto, pero comenzó a darme miedo que Sebasian aceptara haber considerado esas palabras…
No eran ciertas…
Estaba seguro que él no me haría daño…al menos no a propósito
-…Pero soy demasiado egoísta, eres el único destello de luz que ha estado en mi vida…no puedo dejarte ir…-
“¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!”
Sentí como acariciaba mi rostro lentamente, mi corazón latió desenfrenadamente, pero él no pareció notarlo…
-…me gustaría…-
¿Qué cosa?
De haber podido mover mis manos lo habría hecho…la ansiedad estaba torturándome
-…me gustaría pasar toda…-
¿SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII?
-Me gustaría pasar toda mi…-
-Sebastian, tienes una llamada-
¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!
Y de haber podido llorar…también lo habría hecho…
-¿Quién es?-
-Laura, dice que si puedes pasar por mas leche para los mellizos…-
Maldito Ian…no sabes cuánto…
No…tampoco es su culpa…
Suspiré profundamente, pobre Ian…
-Ya me voy, espérame en el automóvil- ordenó Sebastian con un tono que me sorprendió
No sonaba tan autoritario como de costumbre…
-Nos vemos pequeño…-
Sentí sus labios sobre mi frente y me sentí flotar…¿Hace cuánto no me besaba?
De pronto percibí su respiración a centímetros de mi boca, pero tan rápido como llego, se fue…y no me besó
NO ME BESO…
“Dios…hablas como mujer histérica…”
¿QUE HARIAS TU SI ESPERAS QUE TE BESE PERO SOLO LO HACE EN LA FRENTE?
¡TENEMOS HIJOS! ¡UN BESO EN LA FRENTE ES…!
“¿Para niños?”
Si…
Suspiré nuevamente, intentando resignarme
-Sé que me escuchas-
Sentí que me helaba al escuchar aquello, ¿Qué no se había ido?
Pero más importante aún…¿Cómo sabía que podía escucharle?
-Te besaré cuando despiertes…así que intenta hacerlo pronto…se aproxima la navidad-
Sonreí sintiendo como la oscuridad nuevamente intentaba llevarme, no me resistí, comprendía que necesitaba descansar más…
Y cuando despertara todo estaría bien…
…al fin
.
.
.
----------------------------------------------------POV KEVIN----------------------------------------------------------------
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.
.
“Las palabras que diga…podrían ser mentiras…las palabras que escriba también…lo que te diga al mirarte a los ojos…jamás…”
Mi teléfono sonó por enésima vez pero no me molesté en contestarlo, confiaba en que el mensaje que le había mandado a Sebastian con Mark sirviera…
Ya estaba todo hecho…
Finalmente había conseguido lo que busqué durante tanto tiempo…
…pero me sentía increíblemente vacío…
Dejé a un lado la toalla con la que había estado secándome el cabello y observé fijamente la caja…
Porque lo que me había entregado Frederick antes de morir había sido una llave…
…una llave que abría una caja que llegó a mi departamento en cuanto puse un pie en el…
Suspiré observando la madera oscura y la dorada cerradura…
“A veces siento que toda mi vida ha sido establecida desde antes de nacer…pero luego veo tu sonrisa… ¿Cómo puedes sonreír así?...Quiero que tus sueños se hagan realidad…mientras tu brilles, podré ser feliz…”
Te encargaste de fastidiarme hasta después de tu muerte ¿verdad?
Desde que te conocí…jamás tuve un solo momento de paz…
Tu presencia marcó u antes y un después en mi vida…
Me pregunto…
…me pregunto qué hubiese pasado si no te hubieses encargado de destruir con tus propias manos aquello que tanto nos costó construir…
Supongo que nunca lo sabré…pero es algo interesante…
¿Habrías dejado a tu mujer por mí…?
…
Antes pensaba que no…
Pero antes también pensaba que jamás volvería a enamorarme…
Mira lo paradójica que es la vida Frederick…
“¿Qué si te protegería?...daría cualquier cosa por protegerte Vin…incluso te haría daño para evitarte un mal mayor…me alejaría de ti…porque sé que en algún momento volveremos a encontrarnos…es nuestro destino…”
Me senté en la cama frente a la caja y saqué la llave de mi cajón…
No estaba seguro de querer ver su contenido…
Pero muy pocas veces he estado totalmente seguro de algo…
Respiré profundamente antes de abrirla, y cuando vi su interior sentí como todo el aire que había en mis pulmones se escapaba…
“Este es mi regalo…lo mandé a hacer pensando en ti…sé que un anillo no es mucho pero…quiero que entiendas que significa mucho para mí…para nosotros…será el símbolo de lo que provocas en mí…”
Sonreí levemente al recordar cuando te lo arrojé por la cabeza…creo que jamás serías capaz de negar que te lo merecías…me hiciste tanto daño…
…y también me hiciste tan feliz…
Observé con cuidado el anillo, había alcanzado a usarlo técnicamente un año…y ahora me traía tantos recuerdos…
Lo dejé a un lado mientras seguía indagando en la caja, había dos sobres, tomé el más grueso y lo abrí, al instante decenas de fotografías cayeron…
“-¡Tomémonos una fotografía!-
-Sabes que no me gusta sacarme fotos…-
-¡Por favor Frederick! ¡Será un recuerdo!...-
-…bien…pero solo una…-
-amargado…-“
Y la primera era aquella que te obligué a sacarnos cuando te obligué también a ir al parque de diversiones…supongo que para mí era fácil convencerte…
Las demás me sorprendieron, ¿Cuándo me sacaste tantas fotografías?
Imágenes de mí durmiendo, sonriendo, sobre el césped, comiendo helado…
¿Cómo te las arreglabas para tomarlas sin que me diera cuenta?
“La mayoría de las veces no notamos lo importante que somos para alguien hasta que esa persona nos lo dice con palabras…no quiero que sea así con nosotros…pero tampoco quiero que notemos lo importante que es el uno para el otro cuando nos separemos…cuando perdamos aquello que nos hace felices…”
Sentí mis ojos nublándose pero automáticamente sacudí mi cabeza…no quería llorar nuevamente
¿Esta era tu forma de vengarte por lo que había pasado verdad?
…
Observé el otro sobre, notando que estaba a mí nombre…
¿Era una carta?
Tomé el papel y me puse de pie, comencé a caminar sin darme cuenta del lugar al que me dirigía…
“ Las verdades que nos digamos siempre serán muy subjetivas…
Lo que veas y lo que escuches también…
Una vez me preguntaste si yo no era como esos sujetos en sus trajes que estaban dispuestos a apuñalar a su mejor amigo por la espalda para conseguir lo que deseaban…
Supongo que tuve razón al decirte que no…
Yo era mucho peor, fui capaz de dañar a la persona que más amaba con tal de conseguirlo…
Esto es lo último que sabrás de mí Kevin…
Estuve mucho tiempo planteándome como decirte esto, pero creo que las palabras no siempre han sido amigas mías…finalmente decidí hablar con sinceridad…es la última verdad que escucharas de mí…
Con el pasar del tiempo me di cuenta que ya era muy tarde, ya era muy tarde para volver a amarnos, nuestro tiempo pasó, lo disfruté, fui increíblemente feliz a tu lado…en toda mi vida, jamás me sentí tan bien…
Desde pequeño mi destino estuvo trazado de una forma, no pude cambiarlo, nadie ha podido, y secretamente te digo que creo que Sebastian lo logrará…
Él no es como ninguno de nosotros, él consiguió proteger a su hermano menor, él consiguió permanecer con la persona que ama a pesar de todas las adversidades que se presentaron, pero también perdió mucho en el proceso…
Cuando me enamoré de ti sentí que ingresaste como un halo de esperanza, como la luz que no había visto en años…pero también sentí que lo hiciste tarde…
La primera vez que te vi deseé con toda mi alma haberte conocido antes, cuando no tenía esposa, cuando aún había un futuro para nosotros…
No te engañes, el permanecer como amantes si era una posibilidad, pero nunca fue la vida que deseé para ti…
¿Crees que me sentía bien al saber que serías el otro cuando deseaba que fueras el primero?
Pero yo ya tenía una familia y si, fui cobarde, fui increíblemente cobarde porque no quise ver una sola lágrima en el rostro de mis hijos…pero a cambio de aquello tuve que ver cientos en el tuyo…
Tal vez no lo entiendas ahora Vin, pero lo entenderás cuando tengas una familia…
Nunca quise esta vida para mis hijos, y creo que al menos conseguí que sus futuros no estuvieran cubiertos de densas nubes oscuras, como el de todos nosotros…
Perdóname por no haber luchado por ti, perdóname por haberte hecho tanto daño, pero una vez te lo dije…por protegerte incluso sería capaz de dañarte sabiendo que ese daño no sería tan profundo como el cual intentaba evitarte…
No quise a tu hermana, es cierto, pero tampoco quise hacerle daño, ella era un ángel, siempre apoyo nuestra relación, siempre quiso verte feliz, vernos felices…pero ella también comprendía que nuestra felicidad estaba protegida por una burbuja demasiado débil…
Perdónala porque no tuvo la culpa…uno no es culpable por lo que siente, no puedes controlar lo que sientes…no cuando es un sentimiento puro y por sobre todo no puedes controlarlo cuando es sinónimo de felicidad…
Quizás te preguntes de donde salieron tantas fotografías…
Sabía que nuestra felicidad no sería duradera y a pesar de que no me gustaba tomarme fotografías me encantaba la idea de conservar tu imagen…sabía que los recuerdos en mi mente no serían suficientes y también sabía que después de dejarte sería imposible volver a como éramos antes…
Ambos somos orgullosos, quizás demasiado y te advierto que Nathaniel probablemente es más orgulloso que yo…
Durante los quince años que pasaste intentando alcanzar tu meta me preocupé por ti…el no poder estar cerca me dolía…el verte con otros me dolía aún más, pero sabía que no tenía derecho alguno a reclamar…pero cuando comenzaste a acostarte con mi hijo me maldije por haberte dejado ir…
Sabía que terminarían enamorándose el uno del otro, y tuve razón…
Pero también sabía que el destino nos tenía preparada una cruel broma…en el momento en que juraste acabar con mi vida me sentí extrañamente bien…
Lo sé…es masoquismo puro, pero a la vez me sentí bien porque independiente de lo doloroso que resultaba escuchar a la persona que tan feliz te hizo, decir que iba a matarte, con esa mirada llena de odio, independiente de que una parte de mi quiso desgarrarse lentamente…tus palabras implicaban que nuestros destinos jamás se desligarían totalmente…
Es cierto…suena estúpido, pero para una persona como yo, sentir que aquella luz que yo había oscurecido levemente jamás dejaría de estar cerca de mí fue incluso tranquilizante…
No es cierto que nunca te amé, creo que ya lo sabes, te amé, te amo y supongo que te amaré como jamás amé a nadie, pero no fue suficiente…y nunca lo será…
¿Sabes por qué Vin…?
…
Pasé noches en vela preguntándome por qué, me maldije miles de veces intentando encontrar una respuesta que apaciguar un poco, solo un poco el dolor en mi pecho…
Y encontré una, era tan obvia…y dolorosa
Nunca será suficiente porque sencillamente, nosotros no estamos destinados a ser felices, porque mi destino era ser parte de tu futuro, era guiarte a una vida que, estoy seguro no te arrepientes haber conocido…mi destino era guiarte hasta Nathaniel…
Y tu destino era darme un poco felicidad dentro de toda la oscuridad que me rodea…
Hemos cumplido con nuestros destinos, sé que amas a mi hijo con mayor intensidad de lo que sentiste por mí…sé que él te ama y lo hará siempre…
Y sé que puedo morir tranquilo…
Me llevo tu recuerdo Vin, me llevo tu sonrisa, me llevo tu primer beso, me llevo tu primera vez…y creo no equivocarme al decir que me llevo parte de tu corazón…
Sé feliz…ya acabó, ya cumpliste tu meta, ya no necesitas seguir consumiéndote en el odio, en la amargura, tu hermana te amaba, yo lo hice, perdóname por todo…
Perdóname por todo el daño que te hice…aunque, me basta saber que conseguiste encontrar a quien te haría realmente feliz…sé que pedir perdón después de todo es algo estúpido…
Con esta carta, cierro una puerta, con estas palabras me despido definitivamente…es momento de mirar atrás con otra expresión en el rostro, es momento de que seas feliz…Kevin…mi Kevin…
Adiós…”
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Caminé lentamente a través de las lápidas, estaba llegando, finalmente, a tu tumba…
El sacerdote hablaba sin cesar, probablemente sobre algo que resultaba increíblemente hipócrita, no me importó…
Tú me enseñaste que no importaba lo que la gente pensara de mí…porque no valían la pena…
Supongo que también debería culparte por mi ego, por mi vanidad…
Suspiré profundamente sujetando con mayor fuerza la rosa que llevaba entre mis manos, algunos de los asistentes a tu funeral me miraron con escepticismo, otros con repudio, otros con interés…
No me importó…yo no venía a verle a ellos…
Cuando me paré frente a tu tumba los trabajadores dejaron de echar tierra sobre tu ataúd y se me quedaron mirando fijamente, sentí la mirada de Nathan sobre mí pero no se la devolví…
Tampoco venía a verle a él…
Este es el último momento que te dedicaré completamente Frederick…
Esta es la última vez que lloro por ti…
Estos son los últimos pensamientos que te dedico…
Arrojé la flor sobre tu ataúd con lentitud, seguido del anillo que nos unió durante tantos años…
Porque a pesar de que yo no lo conservaba, era algo que unió nuestros destinos hasta el final…si, tenías razón…nuestros caminos se entrelazaron irremediablemente en el preciso instante en que me jure asesinarte…
Lo conseguí…
No, no se siente felicidad, tampoco satisfacción…
Solo paz…
Una calma que incluso me da miedo…
…porque no estoy seguro de tener a Nathaniel, porque siento que le perdí…
Estuve a punto de darme vuelta pero recordé algo…tomé la carta y la extendí, sonriendo…
Porque a pesar de todo…te perdonaba…
Porque tal vez lo había hecho hace mucho y no lo había notado…de cualquier forma no importaba realmente…
-Te perdono- sentencié sintiendo una sensación de tranquilidad aun mayor
Me quedé unos instantes recordando lo que vivimos…porque prefería recordar los buenos momentos y no los que habían producido tantas desgracias en nuestras vidas…
Porque a pesar de todo, creo que no me arrepiento de haber caído bajo tu mirada hace tantos años…
-Adiós Frederick- susurré ignorando las palabras de tu esposa
¿Y a mí que más me daba lo que esa mujer tuviese para decirme?
Di media vuelta y comencé a alejarme de aquel lugar, que, estaba casi seguro, no visitaría nuevamente…
Era el adiós definitivo, aquel que nos permitiría a ambos, finalmente, vivir en paz…
Y recordé el párrafo final de tu carta, lo recordé mientras sentía el viento mecer mis cabellos, mientras mi corazón latía calmadamente, mientras mis pasos me llevaban de vuelta hacia donde pertenezco…
“Quisiera regresar en el tiempo, quisiera cambiar todo lo que hice…quisiera poder besarte de nuevo y ver en tus ojos un atisbo de la intensidad con la que miras a Nathaniel cuando él te besa…pero sé que es imposible…el ser humano es tan patético Vin, pero así como el amor nos vuelve ciegos, y nos provoca cierto daño…estoy seguro que jamás cambiaríamos esta capacidad para amar por nada del mundo…porque unos segundos de felicidad consiguen eclipsar años de dolor…porque nuestra relación consiguió opacar el resto de mi vida…porque ten por seguro que incluso cuando me dispares y esté muriendo, pensaré en este sentimiento, pensaré en ti…pensaré en lo que pudimos ser y no fuimos…tu no me arrebatarás la vida, sencillamente porque en el momento en que te conocí pasó a pertenecerte…para siempre”
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