En el capitulo anterior...
-Maravilloso! –alcanzo a articular el shinigami deshaciéndose de su abrigo, su cabello creció considerablemente dándole un tono un poco oscuro, sus ojos brillaban como un par de gemas preciosas y sus colmillos todos puntiagudos llegaron a cortar su propia boca dejando que una fina línea de aquel liquido carmesí se formara hasta su barbilla, Sebastián no podía creer la forma en que el shinigami lo estaba dominando ¿ en que momento ese ser repulsivo se habría convertido en su próxima descarada y sensual presa? Un demonio perdiendo la cordura, tan necesitado como un huérfano hambriento
-Sebas-chan te ves tan sexy!- el ojiesmeralda logro desvanecer un poco del encanto que había hechizado a Sebastián y ahora era el quien se hallaba perdido en los incandescentes orbes carmesí del cruel demonio que lo miraba con sorna.
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El demonio, ya cansado de lucir siempre tranquilo y taciturno tomo del cuello al pelirrojo y lo levanto sin mayor dificultad, deseaba rebelarse, se sentía atado y sin propósito; el hecho de tener al shinigami a su disposición y poder jugar con él aunque fuese por poco tiempo le quitaba algo de estrés.
Una sonrisa macabra ilumino el rostro del mayordomo, Grell lo notó casi de inmediato, estaba sinceramente conmovido por lo que se limitó a observarlo sin siquiera moverse. Una mueca de fastidio reemplazo la sonrisa de Sebastian, lanzó al shinigami y escondiendo sus alas reanudo la búsqueda de los objetos que el chiquillo le había encomendado
-Así que eres el eterno esclavo del mocoso Phantomhive, pobre- dijo con sorna el pelirrojo.
El demonio se hallaba derrotado, no podía responderle con su característica decencia y tampoco podía atacarlo, de pronto su mirada bajo tal y como muchas veces lo habían hecho sus antiguos amos, el mayordomo talentoso, admirable, versado había desaparecido.
El pelirrojo no podía creer lo que veía, su tormentoso amor se hallaba desesperanzado y él no tenía la más mínima idea de cómo ayudarlo, se abalanzo sobre él y le rodeo con sus brazos, ¿cuán dócil podía ser aquel demonio hambriento? No lo suficiente ya que pudo apartarlo rápidamente
-No requiero de la lastima de un ser tan repulsivo, cometí un error y ahora debo redimirme cumpliendo con el contrato- suspiro pesadamente ocultado su rostro con la diestra que poseía el sello del trato con Ciel Phantomhive.
-Para nadie es un secreto que los demonios son seres ruines y malvados que juegan con los humanos y devoran sus almas hundiéndolas en la desesperación. ¿Por qué cumplir con un contrato sin tener algún tipo de recompensa? ¿Será eterno aquel trato? ¿Qué acaso sientes algo por el despreciable mocoso?
Las preguntas fueron interrumpidas por un salvaje mordisco justo en los labios del pelirrojo, no sentía la verdadera furia del demonio, no sentía dolor de ningún tipo, solo el desagradable olor de su sangre y como esta se deslizaba rumbo a su barbilla hasta formar pequeñas gotas, pudo sentir algo suave y húmedo que peleaba por entrar en sus fauces a lo que no opuso resistencia, pronto se encontraba indecorosamente arrinconado en la orilla de la enorme cama que había pertenecido al heredero Phantomhive …ni el mayordomo ni el extravagante shinigami sabían hasta qué punto se deseaban el uno al otro en ese efímero instante en el que sus miradas ansiosas se cruzaron.
Continuará
(Solo tengo el credito por la historia, los personajes no me pertenecen, son en su totalidad propiedad de Yana Toboso-sama)